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, como ha sabido con tino poner de manifiestoCesareSegret6,sino que estaparte de| Breuiari se justifica desde una particularconcepcióncaritativadel orden universal. Profesa Matfté, como principio de su enorme obra, que Dios creó a Naturaleza,la cual gobiernasobretodaslas criaturas.De éstanacierondos híjos: dregzde naturay dregzde gens.Tiene cada uno de éstosdos retoños: las del primero sonamor de masclee defeme y amor de son enfan.Estasdos son comunespara todas las criaturas sensibles.Las hijas del segundoson: amor deDieu e de prueimey amor de bestemporals.Estas,sin embargo,son propiassólo del hombreiT. La representacióniconográficade todo esto es la de un árbol, que contienetodo el mundo, expresadográficamenteafuerzade divisionesv subdivisiones.Desde esaperspectiva,el Breuiaríd'amor es un espejouniversal,en |a línea de las grandescosmovisionesde los siglosXII y xIII, pero en deuda de las relacionesde Dios con suscriatucon una concepciónbonaventuriana participapoco del trasfondoque que sentido en tal ras78.Y bien es verdad va a dar lugar pronto al Líbro de buen amor o que subyaceal Tostado. Sin
;a Véase Roger Boase, The Onlgin and Meantng of Coutlt Lote. A Critical S¡ud,- of European Scltolanbtp,Manchester:ManchesterUniversitv Press. 1977. Para dos postur¿senf¡entadirsv polénticas que tienen en cuenta el contexto españoltardío, adelantamosva los libros de Keith \X/ulNxou. La poesía ttmatoriacancioneri/en /a épocade los Re¡esCatólicos.Durham: University of Durham, 1981: v Alexander A. P¡nx¡n, La t'ilosofíadel amor en la literaturd espdúoLt(1180-1680),Nfadrid: Cátedra, 1986. en especialpágs. 25-60. 7t Así, siguiendo sus concretosintereses,Alicia C. de FEnr"u¡sl, De amor I poesídefi L't Españanedíe' ul: prólogoa Juan Rut¡',Nféxico:El Colegio de México, 1976. págs.252v sigs.;1'Anthonl'' N. Z.lu¡n¡¡s, Tbe Art of luan Rui:. Archpriestof Híta,Ma&id: Estudiosde LireraturaEspañola,1965,págs.18ó-188. ;o Cesare StcR¡, ..Le fi¡rme e le tradizioni didattiche.. en Grundriss der rcmdnlschenLíterttttren desMitteldlters, \¡I-1. Heidelberg: Carl \X/ínter, 1986, pág. 115. ;; Véanse las ve¡sionesoccitana, catalana castellanadel prólogo en prosa del Bteuiari
DE AMOR Y PEDAGOGÍA
embargo,la obra de Matfré Ermengaudes testimonio de una tendenciaque confluirá en todas estasotras. Es por todo esto por lo que se ha relativizadomucho el sentido de una enciclopediacomo ésta.Pero la participación de una doctrina naturalistay jurídica al mismo tiempo en la explicación de los orígenesdel amor y de la propia fenomenologíaamorosaes la misma que hallaremosen la raíz de 7a doctrina de los averroístasitalianos, de los médicos prácticos de Montpellier, en la obra del Tostado, y la que efectivamentesirve a Juan Ruiz para bromear su poquito. Pues lo que se halla bien desarrolladoen el Breuiari y que hará fortuna al paso del siglo XIV serála fusión sin fisuras del matimonio en una representación contemplativa y cortesanadel amor. Aparte sostenerla postura canónica de que el único amor recomendablees <<samoilher de bon cor aman,/ las autrasnon cobesejan>> 121)35-2716) -nótese: lo dice un continuador de la tradición tovadoresca-, eliminando así del ámbito amoroso el adulteriocortés,disponeque, si no se es casado,bien se puede ser amante, enamoratz,par^ alcanzarluego a la amadapor medio del matrimonio, siempre que seadueña sin marido o doncella L27340-27341). De hecho, esta tesis de Ermengaud expuestaa laicos de principios del siglo XIV no era otra cosa que el pensamientode los teólogos,canonistasy místicos del ámbito monástico y escolardesde el siglo xtt. Pues, como ha señaladoun estudiosodel asunto, ..desdemucho tiempo antesexistíaen el occidente cristiano una tradición del amor en el matrimonio. Estabafundada sobre la antigua noción del afecto conyugalTe,reforzaday enriquecida por la de la caritas.Comportaba por diversasrazoneshistóricas,a causade diversas influencias culturales, ambigüedad y oscuridad. En el siglo xII, plantea a la concienciade los fieles,y en consecuenciaa la de sus pastores, más problemasque en el pasado.Értos reciben ahora,de parte de los teólogos y de los canonistas,algunassolucionesde principio que, a su vez, son objeto de elaboraciones,de explicacionesen el cuerpo de la literatura espiritual, de proyección idealizadaen los modelos hagiográficos,v se reflejan en la literatura destinadaa hacer penetrar todas estasconquistasen el conjunto del pueblon80. En pocos casos,sin embargo,la transposicióndel pensamientoamorosoy matrimonial se fue verificando sin fisuras por parte de
;e Se refiere al ffictus mdritalis, ffictio conjugalis, o a las variantes dela uxoris affectio por pane del marido o affectus uxorius, desde el punto de vista de la esposa,que se halla en el corpus jurídico del derecho romano o que apareceen parte en algunospadres antiguoso en teólogosmás modernos,como san Be¡nirrdo. 80 J. LEcLERCe,I nzonacie il matrimonio. Un'indagínesul XII secolo,pág. 1.}4.
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CAPITULO SEC]U^VDO
los reóricctsnt¿lso menos seriosde los ambientesromancistas;en ningún c,rso.descleluego. conro lo verifica Ermengaud,quien, en cierto modo, hacejusricia¿ esosteóricosmonásticosy escolares y, también,a una realidad porque habla desdela misma laderade seriedadque soci¡l'r. Segr-rramente susmodelosf ilosóficos,desdeel punto de vistaintelectual,v enciclopédicos, dcsdc cl es¡ructural.Otros, como Andrés el Capelláno comoJuan Ruiz, se situab¡n v situaránen la laderade la parodia.Da, desdeluego,la sensación síempre,r' con independenciade la teoríasensualv antimatrimonial cle .1r,re clers¡os autoresy de tantosotros posteriores,1oque importa es el juego de l¡ subi'ersiónde los modelosculturales,pues en realidadies ímpeiíaa otras que, de hecho,estabanpresentestambiénen los lctitudes promatrimoniales modelosliterarios82. Y podría decirseque la amplia difusiónpeninsularen ambientesprincipalmentelaicosy señorialesde la obra de Ermengaud-por mencionarun solo caso castellano,el del Marqués de Santillana,quien poseía un bello manuscrito8r- contribuyóa ir creandoestasituacióna la que luego habremos de referirnos con más detalle6r.
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El mismo J. Lrclrncq, revisandoalgunospocos aspectosde la ¡eoría amorosáprofána del siglo -\II v reaccionandocon razón contra el falso monopolio de] amor por parte de la literarura profana, se ha preguntado sobre. en realidad v en la realidad social. cuál serí¿ considerado el anro¡ normal. el conyugalo el extraconyugalbb. cit., pág. 130t, Para esteerudito, desde el punto de vista de la comunidad cristiana v tanrbién del pensamiento.v práctíca real qr.resubyirceo se genera en esa sociedad,la respuestaestá clara. s: Véase,a este respecto!Henr-vAnsgar KtLLt', Lo¿,eand Marriage in the Ape o{Ch¡ucer, Ithaca Londres: Cornell Universitv Press, 1975. Et No ingresóésteen la BíbliotecaNacional con los otros que procedentesde la biblioreca de Íñigo López de Nlendozase compraron a los Dr-rquesde Osuna (ha1'otroscasosir'éasenuestro artícult¡.Sob¡e la biblioteca del lúarqués de Santillana:\a Illada y Pier Candido Decembrioo, Hispanic R¿uietc.iI [198]1, pág. 23, n. I), pero en esa casalo había visto.foséArtrooR DELos RÍos, ed., Obras del ivf,trquís de Santill¿ua,M¿drid: el autor, 1852, págs.599-60t1.Tengo Ia impresión de que este códice podrí,r ser el actual Hisp. F. V. XI\¡, n." 1, de la Biblioteca Pública de Leningrado, copia de un J. de Aviñcin ¡ealizadaen Lérida, Oto manuscri¡ose consen'a en la Biblioteca de El Escori¡] (r'éasesu descripción por P, Rrcxerrs, Le oBretiari d dmor, tle Matfré Erruengdu,l,pág. l; y Arturo G-lRcI¡ o¡ I-.1Fu¡xrc. E/ .Bret'ldri J'¿¡nor" tle ld Bt'b/iotec'.tde Sdn Loren:ct ,le El Escori,tl. Descripciót y nol¿s.El Escorial: Impren¡¡ del .N{onasteri.¡. 1912). '' La influencía de Ermengaud sobre la literatura española,efectilamente.está aún por delimitar con claridad. Los siete ntanuscritosde la versión catalanainr.entariadosen Bibltetgntpbrl C)lJ Cataltn f¿¡¡.r de Beatrice.J.CoNcurr¡, N{adison,\X/isc.:Hispanic Seminarvof N{edievalS¡udies.198í. números ;ll-7+9. son testimonio de la amplia tradición de la obra por el larlo onental cle la península.a lo qrre habría que añadir que nienudeanlas ¡eferenciasen inventariosantiguosde bibliotecas.Aparte lo dicho en l¡ nota anterior. hav qr.reconsignarque exisre una versión castellanadescritahace mucho tiempo por [:. Rool.rl. "The Chicagt¡ Manuscript of the CasrilianBr,t'i¿rtlorlt, antor', lvbJ¿n P/:t'lolog.r. ]5 (1917l q - l \ . p r i g s . 1 5 - 2 2 . ' " m á s r e c i e n t e m e n t ep o r R o b e r t G , B l . l c r , S p a n i s hN { a n u s c r i p t si n r h e "Earll ( ir¡e.tct¡.\¡e¡.. 1-,¡Corónic¿,7 11978-1919).pág. 5,5.La versión castellan¡ es solirmentede unos 26000
DL .\.\IOR I PEDACiO(}I,\
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Pcr,. r'oh'icndoal pasajedeJuan Ruiz objeto aquí de nuestrasconsidera.lrrlci. podría creerseque en estalínea el Arcipresteescribíaen clavedel .rlm¡ sensiblev racional,dando por supuestaslas fuerzasanímicasde la ¡rnc vegetativa,que se incluvenen las otras.Al menos,así se deja leer el i(\r(.) en el manuscrito5, marcadova con una rúbrica harto esclarecedora: .\quí dize de cómosegundndturalos onlese las otrasaninaliasquieren avercompaniacon las fenbras. El rubrícadorde.l salvaaquí con inadvertenciael tnundode7lb, pasando por aito su amplia significación,'todo lo creado,hombres,aves,animales'.Sin embargo,no sabríamossi mantenerquentundotengaaquí un sentido tan amplio, o ya estabasemánticamente limitado, por supuestono en términostan estrechoscomo los que algunoshan sostenidost. NIás abajo, sin embargo, al leer que a toda cosase m¿teua,invoca el ámbito del alma racional, pues hay ahí intrínsecauna referenciaa la voluntad, potenciasólo propia del alma racionais6, todo ello en directa relación con el prólogo en prosa v en contra de la otra lectura posible (que toda cosa que's tnuetla),que cenraría la atención del lector en las potenciasdel alma vegetativay, discutiblemente,sensitiva,si se refiere al movimiento del mundo sublunar.(De todos modos, y pues de amor hablamos,el ligamenttrm rationísde que habla el escolásticocomo parricipanteen el enamoramienro, condiciona al nivel más sensíbleque racional de este proceso psicológico: también aquí Juan Ruiz habla del enamoradoprotagonista,y el Tostado vería ahí la evidenciade que la pasiónamorosasobrepujaen el hombre por la participaciónde ia imaginaciónv la memoria). Estamos por sostenerque el autor del Bret,iloquiode amor y anttEiga entendíacomo su colegaParadinasel terto delLtbro tJebuenamctr.Incluso, hastapodría concederseque los de San Bartolomé,tan dadosa la especuiación naturalista,moderabanla heterodoxiao picardía del Arcipreste.Al menos,del Arcipresteque leemoscon la gLlíaantesplanteadade Rico. Estaríamosmuv cercade adherirnosa ia pfopuestade que AlfonsoParadinas <
versosde los l.{600 de <1ueconsta la obra completal de ella se excluve.precísamente,el Perilbostr¿ctdt de d771or completo. s' Por ejemplo,A. Z¡tt¡nE.rs, para quien .u'hen Aristotle reters ro rcor{d,he points to'male-female' d i s t i n c t i o n sb ; , v c o n t e r p o t i s i n g f e n b r tuo n u n d o , J u a n R u i z s h i k s t h e e m p h a s i st o a ' m a n - l . o m a n ' r e l a tionship" lThe Art of luan Ruiz, Archpriestof Hlta, pág. lii t . "u FrancíscoRico señalaeste proceso desde el alma r¿cionalpara 7{d. ¡t Como ha propuesto Francisco H¿RxÁNocz, .The Venerable .1. .luan Ruiz. Archpriest o[ Hr¡a'. , ás. i5. L d C r . ¡ t ó n i c a , 1(l 1 9 8 + - 1 9 8 t ) p
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CAPITULO SEGUNDO
martillearíaen la base de esaopción toda una cultura escolarque la haría casi la úrricaposible; martilleaiíulu Su.*a theologtcadel Aquinate, en la que se mir¿n t¿nto v más las fuerzasdel alma vegetativadesde la sensible, como cuando se expone de tentperantia,que <
Así que en el grado de superioridadde la uis generatiuase se comprenderá naturalmenteque el varón quiera <
8s Este lugar ha sido recordado por Cesáreo B¡Norn¡,
DE AMOR Y PEDAGOGÍA
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Pero aún hay o*os caminos.caso de admitir por compreto la rigurosa tesis de FranciscoRico, h¿brá que pensar que la lectura del códice salmantino habría despisradoar Tostado, .ono.Édo. ;;;i;";-; otros efectos. .oto plo-f"sionalque era, del aristotelismoheterodoxonr. La delectacióftes un movimiento der que participan animalesy hombres, según la ortodoxa formulación de Aristóteles. En los animaleshabrá un movimiento natural e.instintivo,que sóroinre¡esa y afectau,r urmuvegetativa, <<movimientocomo sin sentimienrorr,dice er rosiado. g" i* l-,.-bres este movimientose halla más crudo y mucho más poderoso que-todaslas pasiones' porque los hombres <<nosolamente tienen ra Eeniela del fuego del amor sin tiento e ag-uijónde deleyte,mas algunasu.r., ü-i.rmosura de ra cosaamada"[pág.83.líns. 10-1]1.Es éstaufima.ión qr.l.-""r, aA¡istó_ teles, nquod visio corporalis est principium amoris sensirivi>>e2, y que forma parte principal de toda ia fenomenolojíu u-o.oru medievaldesdeAndrés eI capellán, pasandooor Guido cavarcinti (*ven t.r u-o., t, pasiónr da veduta
fbrmaches'intende>)t, ha
.i c.r.irr* j;l;il;ira
te>>,por trotar entre poetas últimamente.
y excelen_
Pensamos por todo esroque cuandoJuanRuiz habradefenbra prazentera estarásobrentendido el procesovisraide ro, t"¿.i.á., ;rí;" pracentera
tanto como delectabileel,con lo,_quecautamente puede sostenerseque acaso no convengadar un pasomás allá por las bajuras de la abstraccióngeométri_ ca del alma, resrandÁ.on ra tradición ,¿.rrr.u y riterariaen su parte sensible (segúnpensamospara el *atamiento der asunto en er Libro i, bu"n oror, sin menoscabode Ia ironía de Ruiz). Juan Pues un aristotelismo,ortoáoxo' (vale tanto como averroísta)tal cual el de cavalcanti y del médico, su comenraáo¡, Dino der Garboe;, fi;" bi.n "l el Véase sólo la enume¡ación
de ros e*ores de A¡istótelesen opera,vII, ,"1, v, .l; xrr,1.cf. sr**" ii""i"gi*,'i:'i-, 27,a.J. er Í,r:,IX, n En
págs. 270-275.
la canciónDonna.míy.rega,p", dt'n|roglio ,!i", qu. ha hechocorrer ríos de tinta, ahora desdemuy antíguo{véaselohn chaires'xaaro,u, 1, Á?r,),iy nce Theon of Lo,e. TbeContexto;/Gnrdano Bruno'soEroicifurctres',ñueva York - Londres, coiu.uiu unnersítvpress,19ó-1:, págs.)1-44,267270) P¡eferimosrpor su exac.titud,las glosas ¿"i."N.rno,, Daale , lo rul)o medíeuale,Bari: Laterza,798i, págs.22-)6:del.ir.o, .i,r,,1"...ir-. +l prm6 o,rrro di Danteo,StudiDanteschi,2i (1940),págs.4J-'19'tambiénen Ddn/ee ra curtura,r),r*t", págs.gl-107. clorrr-opu.r,u, a1ascle JamesEustaceSut*" Gurdoc,tudrcanti'srh"",.,- ;iL;;;, r'oron¡o: universirypress,rg4g. " Cf ' por el contrario,A. Z.rs.rn¡¡s,rhi Árt o¡jrun nrir. i*ipr)rr)'"7'i;.'pagr. 186_r88: .{,. C. de FrRmn¡sr,De anor t poesíaen lu Espttña,rr¿¡rriot, prologotl JuanRuiz, pág. 252. et como exponeB. ñ¡*r, *ir cavalcantif, quer,ottimo lirosofo'natururedrcur parrr Boccaccio "".r.*,. ", questothmofilosofonaturale... ;;;..;;;;;a, protessava cioéla tipicadortrna a'err.isri_ ca,cheformae perfezione dell,uomo¿ l,r.,l.u ,"nriJ;;,; * l,intellettoo (D¿ntee la culturdncdic,tt¡,tr. pág 106l Parael texto del comentario de D. del cu.Éo r la canciónde cavalcanri,r,éase c)¡ro B¡n'
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cApiTULOsEGUNDo
ámbito del amor en el alma sensible,única que los averroísras consideran cobijo clepasiones.Cc'rmo Ruiz Tostado, quien v el demuesrra la irracioJuan nalidacldel ¿mor como principio (de donde su carácrerde pasiónnaturai). Por otro l¿do el determinismoastroiógicode los aristotélicos averroístas desemF,eña Lrngran papel en los procesosamorosos.Pero Juan Ruiz v el Tostado también razonanen el mismo senrido,precisamente porque el generador de la pasiónamorosaes la imaginaciónque estásometidaefectivamen¡ea la int'luenciacelestial(véasemás abajo). Pero el.TuanRuiz de .l moderadopor Paradinas,con el voluntarismoya retérido de la copla 73d, y el Tostado del Breuiloquio modifican bastantela letra de Aristóteles.El madrigalens€sostieneque ..los que se muevenpor vista o imaginaciónde la figura algunapropiamenterienenmovimientode amor o son propiamenteamadores>[pág. 84, líns. 6-10]. Y ello oporqueel bien congebido que es la figura vista Nfigtra exgellentela llama también] e non la gentellade dentro [deseo, aguijón de delectaqióz]los mueve> [pág. 8-{, líns. 10-13). (Con omas palabras,v ya cle la mano del Boccacciode Geuettlogiedeoruntgentiliutn, explicaráen el mismo sentido: .,No entendieron otra cosapor Cupido todos los que dél fablaronsalvoun desseoque en nos nascede gozar de los carnalesdelevrescon aqr-rellas figuras qlle en nuestropensamientofermosasfueron iuzgadasrr'"'). Es por estopor lo que es mucho más fuerte el amor en los hombresque c-nlas bestias.Aunque su sedepropia es la tantasía,la mal-ordignidad del rmor de los hombresse debe también a Ia participacióndel conocimienro tinadmisibleen el aristotelismoaverroísta,sino sólo en tanro que parricipa h r't:rtusa'stirrttttiua,de la que sí esr¿ídotada el alma sensible). Así. los hombres<
,,Tl¡e (,¡t¡:ot:c 'i '¡')¡t/t.'¡l (,¡lr,inc¿nti dc.'or¿i,¡g to tbe Cttn¡ncl!¡rt c¡f Dina del G¿rbep. l,ledfu¿t¡/ Stud l e s . 2 t I 9 1 ( \ t .p j g r . 1 ) 0 . 2 t ) l :v I ( 1 9 - { 1 rp, á g s .1 1 7 - 1 ó 0 . ''' Alibnso cle ll.l¡luc.lr. Dte: qtitstronestulgares,Salamanca:Hans Gvsser, 1507. tol. 29r. " Aqui sólo cono porcncja razt¡nable,que los averroístasincluían en el ámbito del alma sensible. aunque tambtén pensanlos.1rreen el caso c1eC¿r'alcanri,cuando aiirma que el amor ,.in quella parte dove sta memorá / prende 5Llostato...,>,.sarebbe per lo meno ambiguo, qualora la memoria fosseper. lui nella parte intelletrira comc in quella sensitivao(B. N-rnor. Dtnte t /d ctt/turdn¡edieu¿/e,r,áe.90).
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DE AX,IORY PEDAGOGIA
Más aún, <más propiamentese fallan las condiEionesde los amadores en los que se mueven por figura exgellentevista o ymaginadaque en todos los otros. Esso mismo a estam¿rnera pertenesqeel más alto linaje de amor que hay en todos los amoresr> por lpág.85,Iíns. 4-111.Y es precisamenre estareiteracióndel pensamientopor lo que los hombrespuedencaer,estando en esealto linaje de dmor, en la <passiónque llaman los físicosamor bereosr,[pág. 85. líns. 12 13]. La presentacióndel Tostado es tan atractivacomo ambigua,a no ser que veamosen el último razonamientosobre la dignidad del amor humano una formulaciónparecidaa la de Ermengaud,o Llnade caráctercontemplartivo, platónico, lo que creo que seríasencillamenteanac¡ónicohablando de la Salamancade hacia 14'10es, si es que no nos da por transferirmetaf'óricamente este pensamientoa uno de los gradosde amor posiblesde acercamiento a la divinidad, dentro de planteamienrosde la teologíadel amor en deudacon Platón al estílode Hugo de SanVíctor, conocidospor el Tostado y que parece tener en cuenta en su exposición del fenómeno amorosopor la generalidad,segúnhemosseñaladomás arriba. ¿O acasoeste sesudomaestrodaba cuenta de ideas admitidaspropias de poetas cortesanosy de una literatura en lengua romance de ámbitos también cortesanos,a las que ponían sitio los moralistas""y los filósofos naturales,entre los cualesse contaríael propio Tostado? ¿Es el patronazgo de Juan II v las relacionescon su corte que mantieneel maestrosalmantino las que modelanestosúltimosjuiciossorprendentes en uno de su profesión? Probablemente, io único que en los pasajesdelBreuiloquioquecomentamos se estáhaciendose¿irecalcarel acmé,el punto de máximaconfluencia, entre la amistadv el amor pasional.pues. como mantieneAristóteles,la amistadse fiaguaatendiendo¡l bicn. Cllro que, como nrásabajoveremos,
t i L o s t é r m i n o sn e o p l a t ó n i c o s l . t r c . l e nr . r . . ! n i L t ! ( r n r c \ r ! )i i l , r l r i g l c ,ct \ p L r c s t ( )pso r . \ l a r s i l i oF t C t x o en su Comtnentdriutt...in Conutittnt P/,¿/a,¡¡-' tR¡r'nroncl\l.iti, tl. ccl.. \l¿rsilir¡ Fictno. Co,atteul¿iresu l e B d t q u e t ¿ l eP h t o n . P a r í s : S o c i e t eJ E . l i r i , ¡ n . . L . . 8 . 1 1 . . L c r ( r . s , , . 1 c ) 7 Ep. á g s . 1 1 7 r , s i g s . ) .V é a s e también, para el planteamiento de los origenes. cl clii:rco lolunrcn Je L. Rot¡tr. L¡ teori¡ platontca del/'atxore,trad. italiana, Milán: Celuc, 1971: r ^\[¡no S( u].\\r.)\L. Ii ¡rohl¿n¡
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CAPÍTULO SEGU^'DO
en el no sólo el Tostado escribió en este sentido sobre el amor y su lugar su de posterior alma humana, que se podrá entender mejor en una etapa pensamiento. sobre Por ahora, empero, convienedejar las cosasaquí y concentrarnos Tostado, del pensamiento el en que forma parte capital e\ dmc,,rltereosloa, de en eI Breuioquio no ie desarroliepor extenso a causadel tipo ;;;;; de punto central u,oo. d"l que se estááatando. Amor bereosque es también desla ienomenologíaamorosaen el ambienteque nos vamos proponiendo cribir v desentrañarun tanto.
lmParaelnombre'r'éaseladiscusióndeArnaudeVilanor'a,enM.R.MCVAUGH,ed',Arnaude Universidad, 1985, págs 1'1-15' Vilanova, De amore ber6icct,en Opera onnia nedica. TII, Barcelona: págs' B2-l3J' Loue' Coutth; of Medning and The Ortgin También R. T. Bo¡sE,
CAPÍTULOTERCERO
'Egrutudoamorisy determinismo asmológico I El tema de la enf'e¡medad de amor
:i:'lüLTfi ?n'T,lffi::',ffi :; ü^'lffffi:fffi4:[,9*H[
S:m;:l*r'Jl,:::':::üa;i'^'-,-+:'¿ff .1'n?ffi; "",fit'J?ffi ; "*".i,,,,r.¿..,E."1;iH;JiT"ifi.*XTT:nli:f porque noesésra ga ay'üáio^iu"tn
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Mueveel Tosiadocuestión ,oü." "i.'-ír.rr, fo, qué sansón;il; dedicación con especiar a rasmujeres nriri."r nuesrromaesrro que, evidenre_ eranmásbellas,o., .u_' 3ent9,.porque
inpulchlituii.,"-,,.pr".irr_.nt;;:XL"",.jT:,::r::il:1'ff belleza(véaseIo expresad" f :X,T; n'¿r'r..iúu,''.on
provocala enfermedud, ]" or.-."r.r.irl qy! ;¿.jJ.;.i"x,_sol3 *;**ü:..or.*,,,
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CAPITULO TERCERO
Sah'acloel pundonor circunstancial de quien es, antetodo, un eclesiástico v bien preocupadopor la moral y la penitencia,el Tostadono enjuiciael problemadel amor desdeeseprecisopunto de vista solamente.En tal línea hubiera podido expresarse,sin más explicación,al estilo de los moralistas insistiendoen el problema de la enfermedadmoral más que en el de la fisiológica,como por ejemploVicente de Beauvaiscuandoexplica:<
en bastantescasos,en textos de carácter teórico-amoroso,como el que cita el mismo \ü/ELltltR: .in einem Trakt. ü. d. Liebe in Frankfur¡, Barthol, 71 (s. xn'), 1bl, 295 (dicebatversificator)>.A no ser que se trate de otra pista, acasosea esteTr¿/ddosobrerunor un texto en relacióncon Bernardo de GoRooNio. v, así, el fragmento del que da cuenta lWelther procederá del Liliun medicine,en donde se expresaen el contexto de la enf-ermedadde amor: <E por eso dize el versificadorque el que ama la ran.rpiensaque es estrellaDiana> lr'éaseel texto de Gon¡oNlo en su versión castellanapublicado como apéndice 5, a p,rrtir de la edición en prensa de Brian DurroN, que iremos citando en adelante).Este verso suele ltp¿trcceren una serie como ésta: amat cen'am, cen'am putat esseNlinen'am; / quisquis amat "Quisquis riln¿m. ranam putat esseDianam: / quamvis fedatur, cuivis placet id, quod amaturrr. 5,inta Egltsia. Dte Geschichteder Vter grossenldteintschen Kirchenlehrer, in einet a/ten rpa,ttscht,t Übt\'tncen: ton Beauuais,Halle: Max Nieme¡ter,1897,pág. 162. Nótese aquí la exageraciónde r(t:ut:,1 )tLt(1. este m(rr¡lista. a \a zaga de lo dicho. a propósito del tema del amor de prostituta v su signiticación dentrr¡ del conte\to teórico, por J. L¡ct-¡.ncQ,I monaci e iL motrimonio. Un indaginesal XIl secoio.págs. 16;-19t. : ' \'é¿se \1. R. Ift \'.lt.cH, ed., Arnau de Vilanova, De amore heroico, pág. 1J. Para la erplicación fisiológicar psicokigicade estaenfermeclad,r'éanselas páginasqr:e le dedica Massimo Ct¡r'oLELL¡, L¿ .]vIal¿/tt'¿J ¿x¡oreuJ¿// ,lurlchtti ¿l Medieuo.Roma: Bulzoni. l976.Es clásicoel artículo de J. L. Lon'rs. .The Loveres trlaladveoi He¡eos,'. lvlotlernPhilologt, 11 \l9l)-1924), págs. 191-516.
.AEGRITL]DOAXIOzuS,,\' DETERUI¡.IS\IO
)(/
figura muv fermosae allegara ellant0".En consecuencia v por la primera causa,a la hora de hacer relaciónde los mediospara evitar la enfermedad, nlrestromédico propondrá .
!'t6 Está contenido el tratadc¡en el l\{ss. 10051 de la Biblioteca Nacional de M¿drid. Este fragmento en concreto ha sido publicado por Concepción VÁzQuEzv María Teresa HrRn¡ru, <Simili¡ud de dos textos médicos: árabe 1' castellano,,,Boletín tle /¿ AsocidciónEspariolttJe Orientdlistas,18 {198}), pág. 99. El texto árabe que pudo sen'ir de original se ¡efie¡e en generala la producción dela pasiót. I1); Y se siguen enumerando unos remedios tópicos. EI texto árabe resulta más concreto en tal ¡ratamiento: ..Por lo que respectaal tratamiento de esta enfermedad,se ha llegado a la conch,rsiónde que no sólo se cllra a base de un tratamiento médico, sino que también el contacto entre los amantes además de estar permitido hace q.re el enfermo se recupere...Por otra parte, el coito resulra muv beneficjoso,polque mitiga la preocupación del amante. aunque su pasion sea por otra personadistinta de aquella con qr.rienIo re¿liz,r' (C, V-izeuEZ - N,L"T. Hrn¡.rn.r. .Similirud de dos rextos -6li¡65-. prig. 6.+). rf'E El texto completo puede verse en De prrte operdtiL'tlde Arnau de \¡ilanova lOperd Arn,i!,lt. Venecía, 1505. fol. 1{6r'), cit, por NL R. McV.rucu. ed., De ¡nore berctico,pág. 11, n. 56. '" \1. Ct.¡r'ol.ltt¡, L¡ nt¿l¡lti,i i ,i,¡tort,,Dás. 69.
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CAPÍTULO TERCERO
the Viattcunt that the illness could be causedeither by the sight of beauty or bv the need to expel a superfluityof humors, and that in the latter case coitus u'as a useful therapp>. En esto coinciden Bernardo de Gordonio y Arnau de \Ii.lanova,hastael punto de que se convirtióen uno de los tópicos de la doctrina de Montpellierrro. De estaidea no participael Tostado,aunqueparecehaber sido lector de GordoniorrLmás que de Vilanova,pues,excepciónhechade la doble causa, consideracon éstosal amor bereosno como una variantede la melancolíao de la locura, sino como un agenteque las causall2. ..Es de considerar-dice el Tostadoen otra ocasión- que los gentiles pusierona Cupido por dios, e él no es dios, mas es una grandeenf-ermedad no de nuesffa carne,mas de nuesffa ánima,la qual nós dulcementecreamos, no curando sanardella. No entendieronotra cosapor Cupido todos los que de él fablaron salvo un desseoque en nós nasce de gozar de los carnales deleytescon aquellasfiguras que en nuestro pensamientofermosasfueron juzgadas.Este desseoparte se cría en nós por naturaleza,avudandoa ello la común e naturalinclinacióne la fuerEade nuestraedad,parte por la prosperidad de fuera, aviendolargo mantenimientoe alegríae ociosidadll¡,de las quales cosasno sólo nasceel desseonatural, mas aun el infinle llamado I la. sodomítico>> Decíamosantesque no eranpara el Tostadoválidasias solucionesseruales para combatir el amor hereos,en tanto que sí lo eran para los médicos prácticos que dependíande una tradición como la dell/iatícutn. de lo cual
rr0 N{, R. IvIcVAUGH,ed., A¡nau de Vilanova, De dmore hercico, pág. lJ. \'éase r.rmbién .rhí la continuidad de la idea en los ambien¡esde descendenciamontepesulana. llr Precisamente,consen'amosun manuscrito castellano,actualmenteen la Bibliotec¿ Univcrsitaria de Salamanca,que peneneció al Colegio de San Bartolomé (cl. Guy Br¡utoLr.ll. .Ifanrrscrirs m¿dicaur du Moyen Age conservésen Espagne>,, Mélangesde la Casade \telázque;,S t19721.pág. 1i8,. r12 VéaseM. CI¡voLrLL¡, L¿ d'amore, dall'Antichiti al Mediet,o.págs. 83,E5. "Malahía rI Para esta idea extendidísimaen los ¡¡atadosmédicosy en la literatura,r'éase\1. Ct.rvrrrrLL¡. L¿ .M¿laltia d'amore, dall'Antichitri al Medieuo,pág. 103. Por citar un casoespañol,la inclure r¿mbién en su fenomenología amorosa Pere Tonno¡LI-Á, en su Carta en rcsposllld Fr¿nceschFc,ff(r sohr. ,jt¿ c:sgrJt, .lVorks en Pere B¡cH v Rtr¡, Túe of Pere Torroella,Nueva York: Las Américas. 193tt. págs. lil-27c): también en Maríano B¡s¡Lc¡ v R'ruÍn¡2, El Cancíonerocatalán de la U ntt,ersddr! Je Z¿r¿p,t:,i. Zart goza: Cecilio Gasca, 1896, págs. 206-212. :L¡ Diez qiiestionesuu/garcs,fbl. ,{XIXr. Aquí véanse t¿mbién otras razones: "El eftccto rlue se sigue de Cupido. que es amor carnal, ca sienpre se sigue de é1effecto de quemamienro.agora obcdescamos a los movimientos de Cupido, agc)rano. Si no obedescemosal su molimiento É\eclltrrndo los carnalesavunt¿mientossigue cresciendo de ardor que consume las humedades tiernrrso el curdadrr cerca de esto atflige e desecae enmagrescee síguensealgunasvezesgrandesenfermedadesen i'1.special si cae el ¡madctr en la passiónllamada por los médicos amor hereos.ca trae ésraa los hombres ,r punrtr de se perder" tltJent,fol. XXXVI r-v).
.AEGRITUDO AMOzuS" Y DETERMINISMO
(¡1
-citando precisamente a Rasis- da cuentahastael propio Ficinorrt.Podría pensarseque reaccionabael nuestro como moralistaque era, o, mejor, como un filósofo natural antes que médico, pues unos y otrps entendíandiversamente los mecanismospsicológicosde la enfermedad.De hecho, la contaminación de la nzón, el ligarnentum rationís de los éscolásticos,constituía para el Tostado el final de un proceso que acababamucho antes para los médicos, quienesllegan hasta la explicación física de afeccionescerebrales provocadaspor un desequilibriohumoral, una desecacióndel cerebro causa de la locura. Cuando la enfermedadde amor es proceso de desviaciónextema en el necesariomandato de la perpetuaciónde la especie,perpetuaciónen la que cuando se explica la enfermedaddescoadyuvael
1r5 Para Ficino, véaseCommentarium...in contiuíum Platonis, VI, ix (en Raymond M¡ncll-, ed., Marsilio Ficino, Commentairesur le Banquet de Platon, págs.211-2151.Una radición enclavadaen los más añejosplanteamientosmédicos y naturalistas.Véase,por ejemplo, cómo Lucrecio planteael asunto: <
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CAPITULO TERCERC)
más. No sóio en razón de ese deliberadouso de ar-rtoridades literariasen cuantíamr-lcl-ro rrlavorque en el restode la obra, sino tambiénpor la misma estructur¿l inclependiente del fragmento.Este se adecuadesdela forma que tiene en su versiónlatina segúnesteesquema: a ) qr.rées el amor desdeel punto de vista fisiológicov su inherenciaal irlm¡ humanapor voluntad divina; bi ccimocuandoel hombre ama no participasólo el instinro,sino tambien la capacidadde percibir la bellezade la cosaamada,lo que le ahorr¿r determinadosservilismos fisiológicos,siendoentoncescuandopuedellamarse verdade¡amente atnador,puesobra entoncescon conocimientode la cosa amacla, trasde un bien concebido[compárese pág.84,líns.10-11].Es posi ble entoncesque algunoslleguen a perder 7a razón,lo que demuestrala enormefuena del amor, como se echaráde ver por la multitud de casosde anor libiditToso,cuyarelación sin'e ademáscomo una a modo de histórica sintomatologíade la agrihdo amoris; c) existenremediosaconseiables. Así alternadon Alfonso un¿restructuratripartita propia de los tratados médicos,incrustadade temasovidianosy de carácterliterario más general. Pensamosque estemodelo se reproducirá con pocos cambiosen el T'rtttddo de cómoal hortbre esnecesarío anlar,perotambiénen otros textosrel¿rcion¿rdos de un modo u otro con el naturalismoamorosouniversitario,como el Sertaóde amor de Alegre, la C¿trtasobrequi és grat de Torroella, va citada, o aquellaotra dirigida a Mosén Hugo [de Urríes], probablementetambién del mismo Torroella, que leemos ahora en eI Cancionerode Herbr'rd1'tles Essartsttí,a la que se ha titulado Le1'esde atnor (v vale la pena, por rl-rora, retenerel contextoepistolarde la mayoríade estosútltimostratados). intelectualsalmantina? Pudieracontestarse e ¿Mundo ésede ascendencia Puescuandoel Tostadoercluíala explicación estapreguntaafirmativamente. másfisiológicade la enfermedaddel amor,no obraríasólo como moralista. Una lecturaatentade los tex¡osdel doctor Villalobos,alumno salmanticense,enseñacómo tampocoéstese adheríaa todos Ios postulaclos méclicos de Montpellier. Al hablar de la enf-ermedad,en eI Suntnru,¡de ltt ntt'dtcin¿, se da cabidasólo a una causade|amorhereos.lacorrunciónde la imacinativa. añadiendociertasburlasen cuvo rrasfon.{or. uiivinn.l tr.,runie,',ro que los poetasdan al problema:
r r " \ ' é a s e C h a ¡ l e s\ ' . . \ r ' ¡ n u N . e d . . L ¿ C h ¿ n s o n n i e r Édition préceJéeI unr' éttl¿ histnn4tte,Burdeos: Féret er ÉtudesHispdntqr¿s.L\\'r. págs.2-{,26.
.AEGRITUDO ANIORIS"\' DETER\II^\IS\IO
(¡r
Amor hereossegunnuestrosautores e s v n a c o r r u p r ai m a g i n a c i o n por quien algun hombre se aquexa de amores y en este ques hito de los trouadores sin ser lisongero dire mi razon sabedpor muv cierto quel entendimiento jamasno se mesclaen aquestaspendencias la imaginatiua), bestial pensamiento como es gran potencia v padeEeel tormento engañaconsigo a las otras potencias. Esta es la que mueuelos otros sentidos para que no tiren sino en estepuesto memoria y deseosy ojos v oydos a todos los tiene va tan conuertidos que todos se ocupan en no más daquesto que el tal pensamientovencido del gesto a todos los otros sentidosinforma ser lindo y graciosov ornado y honesto do algunaesperanEa se muesra tras esto por do en adquerirlo se deue dar forma, Y el entendimiento despuesque alla enro por falsostestigostan falsa sentencia la qual por injusta contino aprobo perdio su juvzio sus fuerEasperdio perdio su razon su consejov prudencia helos todos ciegosa causade vn ciego ques el pensamientov la imaginatiua que dio al coragontan maldito sosiego metiendoledentro ardentissimofueeo do siempreel deseoIo atyzav io abiuarLt. Los síntomas son los que leemos en oÍos médicos, aunque aquí en clave más literaria. La misma clave literaria de remediis hallamos en la sección comespondiente, en donde Villalobos romancea a Ovidio con una coleta práctica al fin (copla 44): Noueno alcahuetesle hagan querer a otras señoraspor más distraello dezenole hagan casarcon muger
rr; Nfaría Teresa HrRR¡ru. ed.. Francisco López de Villalobos, El Sun¿no tle Lt netltcut,¡ ¡,,, tr¿tdtlod¿'laspesti{erdshtb¡s,Salamanca: Ur.riversidad,1973. págs, l8-.{1 (lo citado. en págs.3E--tl
CAPÍTULO TERCERO
despues vejezuelas le deuentraer a que le desliguenque bien sabendello y denlea comervn sabrosomaniar en quienmuchasangrey sustancia sengierra y tinto con blancole deuenaguar que siempreemosvisto del enborrachar caerlos amantesy amoresen tierra. Nótese que entre estosremedios -facilitados con tanto guiño, complicidad e ilécebra literarios, y aun estudiantiles- parece que se alude al tratamiento por la vía de la magia (véasemás abajo), por lo que habremos de entender que también ésta pudo haber tenido su papel en el enamoramiento. Sólo desliganlas uejezuelas aquello que previamenteha sido ligado. Eso será también creenciaen el ámbito naturalistaen el que nos movemosy así se presentaen el Tostado.Pero de esto más adelanterls. La tendencialiteraria de Villalobos se ve acentuadaen ciertassentencias del autor que figurarán ala zagade su traducción de la Comediade Anfitrióntte. Se explica aquí la doctrina 'espiritual' de las relacionesfisiológicasy la locura de amor (
rr8 Es pertinente,desdeluego,recordarque, andandoel tiempo, el desligamiento por parte de la bruja o maga viene a ser un cómodo recurso, como se echa de ver en La Dtand de Jorge de MoNrrilt¡yoR, en donde Felicia,prototipo de bruja benéfica,graciasa su aguamaravillosanacidade la fuenteque otrora manó el filtro amorosode la le,vendade Tristán e Iseo,viene a constituirun procesode deusex tttachina,como ha señaladoJuan BautistaAv¡u-¡ Anc¡, La nouelapastoril española,Madrid: Istmo, 197.1r,pág. 78. Parece evidentela dignificacióndel tipo .v de sus artes desdela perspectivadel neoplanotismoamoroso!en cuvo ámbito la magia tiene otra altura literaria, sin embargo de que la jánica representaciónde la hechicería amorosase da de siempre(véase,por ejemplo,MargaretH¡t-t-lssv,)lenonousWondn. Fedrof tbe Fenale in Liter¿twe.Neu'York-\Yestport, Conn. - Londres: GreenwoodPress,1987,págs.61-79). :re Publicadas por Adolfo de C¡srno, ed., Curiosidddesbibliográficas. Colección escogidade obras r¿rasde dmeuidadt'erudictón, BAAEE, vol. 36, págs. 181-193. Irf Para esta cuestión,r'éasePedro M. CÁrr,onl, ed., Juan Sedeño,Coloquíosde dntor l bienauenturanza,Barcelona:.stelle dell'Orsao, 1986, págs.)4-55.
..AEGzuTL]DOAT4ORIS"Y DETER\IINISNÍO
6i
Cuando en Salamancael Tostado o Villalobos excluyenrazonesfisiológicas para el amor bereos,estabandando a entender que en ningún caso el remedio podría estar en el coito indiscriminado(que sí recomiendanlas fuentesmédicasmás tradicionales, como Avicenao Bernardode Gordonio), puesto que la enfermedades más profunda 1,,además,ataca cuando se da <<elmás alto linaje de amor que hay en todos los amoresn,como nos explicaba el Tostado. Seráéstatambiénla idea literariamás común en España.En pocasobras como en la versión castellanade Floresy Blancaflortiene tanta importancia narrativaeI amor bereos.Por causade éstelanguideceFlores hastala agonía, con una suertede debilitamientoque realzaaún másel cansanciodel viaje por un largo caminohastaMontorio. Y todo aumentadoaún más por la ausencia de la amada,que va a ser el agenteque siempreagudiceel padecimiento. Quien imbricara este episodio de gusto tan sentiruentalen la versión españolade Floíre et Blanchefleursabiabien del amor hereos,de su propia localización médica y de su utilidad como argumento literario. Explica el mismo Flores12l: Sabrávuestraseñorfaqueyo soycriadocon una doncellaen el palaciodel rey. mi padre.la cual era hija de una cristianacativalque los dos nos habemossiemprecriadojuntos,y fuimos nascidosen un día; a la cual tengotanto amor,que no hav cosaen estemundoque yo tanto amey, la hora que no la veo,no hay cosaque bien nle esté.Y el rey,mi padre,ha que ha podidoparanrela llevarde Ia fantasía; tenidotodaslas maneras pero no bastatodo el mundo,que yo la amotanto comoa mí mismo. Lalocalización en Ia fantasíao en la imaginacióny la variantedel tópico d?lansanimat ubi amat, que es objeto de la ironía de Villalobosy de la burla abiertade Erasmo,delimitana las clarasel tono técnicodel relato.Pero cuando los conspicuosfísicos que atiendena Flores se percatande la situación, declaranque su mal ..erade pasiónde amor,y algúncansancio>>. No se paran ahí, sino que recetanun remedio,que sepropina al paciente,el de la presencia de tresbellasdamasque, además,son diestrasen la música(adviértase el tono 'meloterapia'). orientalde la Sin embargo,el remediono surteel menorefecto. Qutsqutsdillü rdftam...En literatura,por lo menos,asíera. En cualquiercaso,la terapia sexualindiscriminadaera desaconsejable para nuestrosteóricos.El coito coadyuvabaen algunoscasosa la mayor
:r; .{dolto BoxtLL.r t S¡¡i M.ln'rÍN, ed., La htstoria de los atn¿doresFlores t, Blanc¿llor. \Íac1r\
oo
CAPÍTULO TERCERO
postracióndel amante,sobretodo si era de complexióndébil122. Seráruzonabie pensar que la misma enfermedad,por ínfimo que fuera su grado al principio, r'a l-rubieradesgastado al máximo al amante. El mismo problema del remedio de la enfermedadde amor desde el punto de vistanaturalistaapareceen variasocasiones másen nuestrahistoria literaria.Siempreen casosespecialmente significativos, como el de un poeta de cancionerode la época de Enrique IV, cuya teoría amorosarepresenta una remodelaciónde los principiosmás 'puros' del amor cortés. Así, Guevara en la Sepulturadel Amort2l mata al dios porque causala muerte de los amantes,precisamente despuésde cumplimentarun recorrido que ahoranos interesa: Amor, tu grandhermosura nos derriba¡' da deseo de tus grados;. v tus graoosstn mesura nuncaoan su gozoreo a los penados; danosestepensamiento, pensamientosin errores. pena fuerte; pena fuerte,grand rormento: el tormento,con dolores, danosmuerte. Los términos del padecimiento amoroso, de su sintomatología, no pueden ser m¿is tradicionales. Se recuerdan los tópicos gradus amoris,lo que sitúa en un ¿ímbito más que sensual el pensamiento de Guevara. .lu,ru Barb,r. poeta coetáneo de Guevara. manriene con éste una agria disputa v contestará a las descarnadascríticas que Guevara hace de amor -nos tememos que sin entenderlo muy bien-. Le echará en cara su amor utcloso, amor pecaminoso del que, en cierto modo, se envanece el contrincante. Precisamente, Guevara dedica una Esparsa a su amiga, estando con ellct ett f¿ ¡'¿nttrt!. Pero esta última piezano es lo que a primera vista parece, una extraña pen'ersión -v condenable ruptura del secretum amorosol2t, con
1:r \'éase. ¡roi cjcm¡.lo. E. i\loNrl¡o Crnrrrr¡, ed., "Constdntini llber de coítt", págs. 121-12J. rr3 Nos hemi,s refe¡ido con más extensión a este texto ,v a la polémica que suscitóen nuestro libro Iu,tn Bttrb¿t l¿ l:tsl,trtogr,ifi,teü rerso en la Espttñode los Ret'esC¿tólícos,Salamanca:Diputación, i989. rir An¡onio RoIrttlc;Llz ¡,loñi\o, ed., Cdncionerc¡ generalrecopi/ddopor Hernando del Casti/lo (\/aletci¿, 15.1 I ). trlndrrd: Rcal Acaden.riaEspañola, 1958, fol. 105r. r¡ Véase. pcrr el conrrario. lo qr.reseñala Patrick G¡t-t-¡cupp,, The Lile and Worhs of Gdrci Sánche: Je Bdtlalo:, Lond¡es: Tamesis. 1968.pág. 200.
"AEGRITUDO AMORIS" Y DETERitIIi\-ISlrfO
participacióndel último de ios gradosde amor, el becbo.PuescuandoGLrc vara se lamenta, (¡Quénochetan mal dormidal ¡Quésueñotan desveladol ¡Quédama,vos,tan polidal ;Quéombrevo tan penadol ;Quégestoei vuestrode Diosl ;Quémal el mío,conviciol ¡Quélev que tengocon vosi ;Quéfe convuestroserviciol) ..ha pasadola noche desvelado-ya nos figuramoscómo- y, a pesar de todo lo que dicen los tratadosmédicos,ha quedado más enamoradoque nunca. La recetade Velascode Taranta,'quod sibi detur illa quam diligit', no ha surtido ef'ecto.La paradojacentral del poemita de Guevara se exprime en aquel verso, ¡Qué nal el mío, con uicio¡ Aun con el uiclo, o sea,a pesardel supremoéxtasisdel placer,su mal. su enfermedad,o sea,su amor, sigue tan fuerte que resistehastael consagradoremedio de los teóricos>>rr". Hay aquí indudablementeun pesimismode raícesnaturalistascomo el del mismo Cavalcanti,al que más abajonos referimos,y seráéstede Guevara uno de los casosespañolesmás evidentes127. Pero también henos aquí ante la incrustacióndel planteamientonaturálista,que acabarenovandodesde la misma perspectivadel pensamientouniversitariodel momento aspectos esencialesdel contenido de la poesíacortesana. Perspectivauniversitaria,salmantinaincluso, que vemos también plasmada en un importante pasaje de Celestina,en donde, entre otras cosas, queda suficientementeexplicadala recaracterización, de la que estamosconvencidos, del personaje Calisto en la Tragicomedia.Rojas remodela a su
I26 K. lV¡tlxNost, La poesfu ¿matoria cancionerí1,pág. )2. )2i Es cierto que, en ocasiones,la representaciónpesimistade la sintomatología de la enfermedad de amo¡ no desconsaen un planteamientoriguroso desde el punto de vista anímico, sino que queda relativizadaen un tratamiento generalizadoro, símplemente,humorísrico. Así, en F/attenct¿se define la enfermedad de amor como propia del espíritu, en la que no panicipa ningún tipo de instinto natur¿l: ..Arnors es plaia d'esperit / en que.s de.leitonli lirit / tan que de garir non han cura, / per que no.s s'entrame¡ Natura. / E qui d'Amor es bien ieri¡z / mout deu esser escoloritz...r>. Por esta razón es enfermedad incurable, al menos ningún médico podrá curarla, y buen ejemplo de ello encontramosen el caso del amor de Apolo por Dafne: siendo a<¡uélel primero v más sabio de los médicos no pud.. encontrár remedio para sí mismo (véase_le¿n'CharlesHucntt, ed.. Flamenc¿.Roman occit¡n du XIII siécle, París: Union Générale d'Editions, 1988, rv. )027-J03IJ, a lo que daba pie, naruralmente. l¡ propia afirmación del Dios sobre sus nulos poderes para el caso, a pesar de ser el invenror de l¡ medicina, que cuenta Orroto. lv4elhantorphoseon, I. 521-521.
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CAPÍTULO TERCERO
protagonistade nuevo, con lo que ha suscitadola consiguienteperplejidad de la cr'ítica.Así, cr-rando en el acto XIV Calistosufrer-rncambiopsicológico v devieneuna figura más compleja,<<más seriae interesanterrl:8. O, como Lapesadice con foda nzón, nos las habemosahí con un <
1:' Do¡othl SercR-t¡v,
"AEGRITUDO A}IORIS" Y DETER\ÍINISN{O
como cuando Chrétien de Troyes rememoradesdela ligerczapresenteaquellos tiempos idílicos de fa courtoisiey del verdadero sentir amorosorr2.Sin embargo, en Celestinaciertas actitudesdescorteses,como las ilusffadaspor Deyermond, resaltanmás por cuanto forman parte de \a caracterizaciónde un casquivanoCalistoen momentosbien importantesde su comediat)).Parodias abiertasdel amor cortés 1' de la tradición inauguradapor Andrés el Capellán,etc., etc., podrían aducirsepara perfilar 1o dicho. Sin embargo, sobre Calisto pesa el más efectivo de los medios para enamorar,segúnalgunos, el coito, cuyo disfrute se rememora machaconamenteen la fantasía llegando a producir la enfermedad,e\ amor bereos. Como el otro lujurioso Aminthas, paje noble dela ComediaThebaidatra, que se ve apresadopor el amor de Claudia, doncella también rica y noble por añadidura,despuésde haberlaposeídocomo por juego.Y el paje acaba cayendoen una locura parecida a la de su amo Berintho. Los tecnicismos del monólogode Calistohan despistado a algúncrítico.La que remite ala fantasíala imagen angélicay trascendente dulceimaginaciónt)5 pero paraRojasademás de Melibeano son términosa nosotrosdesconocidos, son definitoriosde la rcal,verdaderapasiónde Calisto.Éste se sienteni másni menoscomo Guevaradespuésde haber estadoen la camacon su amigat)6. En estoscasosa los que acabamosde referirnosse agazapauna tesis universitariade caúz naturalista,una cierta tesisuniversitariaque da uniformidad al menos a una pequeña parte de la fenomenologíaamorosade los siglosxv y xvl. \)2
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CAPÍTULO TERCERO
II
Habiar de d.eterminismoaestaal¡ura del libro podría resultar a primera vista postizo si echamosde ver que en eI Breuiloquz¿se evita un enfoqr',e astrológico del fenómeno amoroso como el que estamosacostumbradosa ver en otros lugares,tal como enelLibro de buenamor.Sehabrá notado ya nuestra desviación.Pero. al conrario. en textos universitarioscomo el del Tostado o el Tratado de cómo al hombre es necesarioamar, que luego analizamos,o en la misma Ce/estinabrilla por su ausenciala astrologíacomo causa de afinidad electiva en esto del amor. No ocure, sin embargo, lo mismo en otros textos de Alfonso de Madrigal que podemos espigaren su gruesaproducción. Pero, precisamente,se ha notado el modo tan particular que el autor del Libro de buen amor tiene de prescindir del libre albedrío humano en el cuerpo de un razonamientosobre el papel de la astrologíaen los amores: ese modo de concenrar en dos poderes externosal hombre su propio destino, Dios y los astros.A él no le quedamás que la penitenciay ia humillación ante la divinidad para librarsede esedeterminismosuperiorlrT. Ya Félix Lecoy adobabaaJuan Ruiz resaltandoque en suspasajessobre sino que astrologíay amor no dependía de un ortodoxo escolasdcismorr8, popular del más bien hacía argumento con la ayuda de una concepción asunto.En tanto, Américo Castro mantieneque no tal, sino que el autor del Libro de buen amor se beneficiade un fondo intelectualhispano-judíoDe. Por su parte, Alicia Ferraresiterciaen el asuntorecordandootros paralelos, como ciertos fragmentos del Poema de Alfonso XI, en el que por
:r .Thus be concentrateson two powers external to man and never offers anv of the traditional solutions based on man's ef-fort,successfulonll' u'ith the help of God, to compat inclinations such as those n'hich drive man ¡o love> tA. N. Z.ru.tn¡¡s, T/re Art of Juan Ruiz, Archprie:t of Hita, págs. 195-196). Ir'c Félix Lrcor'. Recberchessur /e oLibro de buen ano> de luon Ruiz, drcbiprélrede Httt, con un suplementode Alan Deye¡mond, Farnborough: Gregg International, 197-1,págs. 188-19.1. 1re Anérico C-lsrno, España en su historia. Cristionos, moros N judíos, Barcelona: Crítica. 198.1r. p á g .3 8 9 , n o t a 5 0 .
.AEGzuTUDO ATIORIS' Y DETER,\,IINISJIIO
medio de una suertede determinismoastrológicose caÍacteÍizaese<
110 A. C. de Frm,ln¡st, De dnor t poesíaen ld Españamedieual.Prólogo a luan Ruiz, pág. 18{. A este propósito, nos parecen matizableslas razonesde Ian MIcu.lcl cuando sostieneque el sentido deJ excurso astrológicoes más bien general,1'.segúné1..it is also clear that the tale's function is to illustr¿¡. the generalargument! not the particular oneo (
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CAPÍTULO TERCERO
diferentes.Esta distinción diferenciabanb,íbitov pdsióncomo cualitativamente puedeversemás arriba con \a guíadel Tostado,pero tiene tanto o m¿isinterés porqueespiedraangularparacaracterizar precisamente comopasiónal amor. Pensamosque la 'heterodoxia'de Juan Ruiz, o la que el autor del Líbro ,{e btter artor imprime en la descabaladamente de su personajeenamorado, puede ser también un agudo recurso para retrarar la falsa lucidez de su criatura.Los puentesintelectuales obligatoriosentre aquél y éstanos incomodan v, sobre todo, nos despístansobremaneraal querer individuar a ambos (¿pediremosa Ruiz la seguridady habilidad de un Don Manuel Bueno?).La perversiónde la lectura ortodoxa de Aristóteleses el modo peculiar que Juan Ruiz tiene pan barrer hacia el lector. Didactismo, dicen aigunos. Y acasopor eso no dejó de impresionaral Tostado,al que ahoravolvemos. Que sepamos,el pensamientode éste sobre amor y astrología,amor determinadoo posible entre dos personasnacidasen peculiaresparecidas condicionesastrológicas,tiene un par de formulacionesdistintasen fondo y forma. La más antiguaes quizá la contenida en la exposición del Libro de los Jueces,fragmentoque publicamosen apéndice.Otra, que consideramos posterior, es la que se lee en lasDiez qüeslionesuulg,tres,en el cuerpo de la exégesisdel mito de Cupido. En la primera de las fbrmulaciones ya hemos visto cómo Alfonso de Madrigal intenta explicarel comportamientode Sansóny las razonesde su enfermedadamorosa.Sansón,como es sabido, representatradicionalmente uno de los casos desgraciadosque ejemplifícan los malos resultados del amor pasional.Sansón,se dice, se movía hacia las filisteasa causade la bellezade éstas,no tras de otros fines más honestoscomo el matrimonio, sino ..ad cognoscendumfornicarie>.Así que eseamor de Sansónes pasional y pecaminoso,y en absolutono procede de Dios, como de hecho procedería por su intermediaria,la naturaleza,un amor suscitadopor el mandatonatural de la conservaciónde la especie,por más que se pudiera dar el casode que éste tuviera designiosespecialesy arcanospara provocar en Sansónesa preferenciallr.El lector pudiera aquí despeñarse por peligrosossenderosde que le evita nuestroteólogo (no Juan Ruiz). la predestinación, Como hemos dicho, la vista de la bellezamovía a Sansón,<.cumiuvenis essetet f'en'ensmovebaturin pulchrítudinem>> [líns. 18-19].El héroe tenía ..per quredampassioquam medici amoremhereosvocant, captadasu alma
r¡r Véanse las líneas 9'11 del fiagmento qr-republicamos como apéndice 1. En adelante,citamos estasentfe corchetes.
.AECRI'|UDO AT,fORIS" \' DETER\IINIS]\IC)
secundum quam aliquis fertur tam inmenso amoris in aliquam ut pereundum sit sibi morte certissimaatque veloci nisi amore suo potiatu> [líns. 22-241.Es ahora cuando el Tostado da razón del caráctermental más que fisiológico de esta enfermedad,a lo que ya antesnos hemos referido, pero añadeque <<provenit autem ut plurimum passioista er actionecoelir' [ín. 37], pues,teniendo sutaíz como la tiene en lafantasía,éstaestásujetaa las influencias celestialescomo integrante del aima sensibleque es, en tanto que no se ven afectadosni el entendimientoni la voluntad. De modo que la influenciade los astroses aquí cuestiónmédicav se aducecuandoseventila el problema de la curación, que debe concentrarseespecialmentesobre la fantasía. El 'determinismo'del Tostadoes bien distinto del que rige la actuación del personaje áe| Libro de buen amor, en el que incluso se puede leer un manifiesto de equívocaindependenciahumana, que recuerda alguno de los pasajesen los que Boccacciomantendráuna actitud naturalistaal respecto. El Abulense salvala pasión amorosa,como va lo viene haciendo,del carácterde enfermedadmoral que pudieran adjudicarlelos ortodoxos escolásticos,para quienesla pasiónafectaa la voluntad con permisiónpor parte de Dios y un a modo de laxismo por parte del hombre, de donde se precipita el pecado. Don Alfonso obra como un buen naturalistay fino conocedor de la psicología aristotélica,salvando la explicación médica. Por otro lado, arremetecontra cualquierade las posturasde los asrólogos recalcitrantes, como por ejemplo la del famoso Guido Bonatti, o bien contra averoístas flagrantes,que situabanel destino humano hastaincluso fuera de la divinidad y casi solamenteregido por las estellas. El Centiloquio atrlbuido a Ptolomeo es un excelenterepertorio de máximas ambiguasque dan de sí todo aquello que el improvisadoexpositoro usufiucturario quiera. Y con ese sentido lo maneja aquí el Tostado, para limitar más aírn su determinismomédico. Vale decir que la animalidad de la fantasía es tan material como las cualidadescorporales lcf. Líns. 40-4Il y que ahí es posible el tratamiento médico, que tiene su base en la misma repercusiónestelar.Ahora bien, hay que hacer distingos,pues lo que se ventila aquí no es una influencia estelar simple de concordancias, sino conjuncional,de nacimientosllr,aunquebien limitada en su campo de accióny matizandosobre las elecciones[cl líns. )u-) / t.
'to Véase, por ejemplo, Eugenio G¡ruN, Lo zodidcodella uitd. La polemica sul/'astrologid d¿| 7 r¿c,.';:,' al Cinquecento,Bari: Laterza, 1976, págs.)-29.
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c.\PÍTULo TERCERo
Resuelveel Tostado un arduo problema con la ayuda de las máximas del Cettiloqttio t' con el Libro de los iudizíos de las estrellas de Alí Abén Ragel.qLreparececitar en su versiónlatina,aunqueel fondo de las citasse corresponde con los capítulos veintiocho al treinta del libro tercero de la versión castellanarrt. Parececomo si el Tostado no quisierao no supiera profundizlr más en un asunto como es el del endeudamientoastrológico del amor, asunto que había preocupadoa otros antesy despuésde Juan Ruiz. parte de esa preocupaciónha merecidomuy poca atenPrecisamente, En efecto,poco se ha escrito sobre ción por parte de la críticaespecializada. Itl repercusiónde la cuestiónastrológicaen ambientesliterariosespañoles del siglo xv. Hay que destacar,sin embargo,las páginasque dedica a tal cuestión Charles F. Frakerlr6, quien analizalos poemas de fray Lope del lvlonte y Ferrant Manuel Lando de los que haremostambién nuestroargumento más abajo. Acasomás interesanteque estosúltimos se nos muestra,a nuestrosefectos, la Epístola que enbió Eruriquede Villena a Suero de Quiñonesl17.Se quejabael del Paso Honroso, quien al parecergustabade aspaventarsus padecimientosv mala fortuna. de que no era amado,segúnnarra Villena, ..con aquel hervor que vos [i. e. Suero] a las personasque bien queríades solíadesamaD>.Aquí la generalizacióndel problema, con la mención de sóloamory personas, es modo de escondercon ciertadiscreciónque nos las habemoscon un asuntode faldas,segúnse echa de ver por el catálogode amoresmalhadadosque va a elaborarinmediatamenteVillenatrs.Desfilan ahí Júpiter con Europa, el mismo con Ganimedes,Daphne y Apolo, Amón v Tamar, Orco y Proserpina,Canacey Macareo,Dido y Eneas,Teseo y Ariadna, Fedra e Hipólito. Son éstosejemplosque refrescanla memoriadel justadory que en cierro modo justificanque,.<siparadesmientes-dice don Enrique- a las antiguas historias e a los hechos presentese posibilidadesvenideras, no vos pareceránuevo ni estrañoamar sin ser amado>>. Que sepamos,es ésteel único casode estaliteraturade amor en el que el teóricoinvita a pensaren los casospor venir. Villena haceaquí galade su
if E n l ¿ e d i c i ó nd e C i e r o l dH I l n ' . i \ l a d r i d : R e a lA c a d e m i aE s p a r i o l a 1 . 9 5 - 1p, á g s . l 5 + , 1 5 5 . rrb En sus .t¡a./¡is ou tbe nC¡tcionerrt de B¡eno,, Chapel Hill: The Universin' oi North Carolina P r e s s ,1 9 7 ( r p . á g s .c ) l - l 1 6 . rr Prrblic,rda pL)r Derek C. C.lm, Epístol¿ t¡ue enbió don Enrrique de Villenq o Suero de "Ltt Quiñonesv l¡ fech¿ de la Cñuic,t s¿rr¡cin¡ tle Pedro del Corralo, en Henn LIvER\toRr, ed., Llnimsttt of Britlsl, Colttrtbl¿ Ht:p,tuit J¡¿¡¿lzes, Londres: Támesis, 197.{,págs, 1-18. rrf P¿ra una opinitin no coincidentecon la nuestra,r'éaseD. C. C¡n¡.. en su edición, príg.7, nota 23.
"'{EcRlrL'DoA'\loRI's' }- DErER\uNrsxro {e¡errnin'
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CAPITULO TERCERO
gala en tantas otras ocasiones,queda, empero, salvadopor las peculiares literato del siglo xv propone. solucionesque este Cesconcertante En efecto, concibe que el hombre ha de depu¡arsecon el conocimiento l', precisamente, una de las columnasbásicasdel saberhumano,como medio para comprendery dominar mejor el entorno,es la del conocimientoastrológico. Así, en su exégesismitológicade los rabajos de Hércuiespone en último lugar el de la ayuda que el semidiós prestó a Atlas, trabajo que representaen cierto modo la coronación de la actividad del superhombre. Este trabajo de Atlas, como se cuida de aclamrdon Enrique, simboliza,en realidad, la cognición astrológica,que permite también al contemplativo abarcar buena parte de la labor del Creador, por tanto también alguna parte de la esenciade éste.Sabery contemplacióncelestese aúnanen una suertede misticismoaveroístarenovadortr. Pero seráprecisamente eseconocimientoel que va a permitir contrarrestar la influencia astral en esasafinidadeselectivasamorosas,o en 1o general del alma humana. Por eso Villena recomienda a su consultor varios remedios, <<según curso natural unosn, tales como los procedimientostalismáni<<según Picacos propios de la magiaastrológícade radición hispano-árabe, triz>>,que dice don Enriquers2. O bien, Sueropodría beneficiarsede cierta hie¡ba que <
rrr Agradeceráel lector avisadoque no citemosaquí el pasajeen cuestiónsegúnla versión castellana conocidade la obra (ed. de lVlargheritaMoRRI¡l-r, Madrid: Re¿lAcademiaEspañola,19581,sino segúnla versiónoriginal catalana:*En les parts de Líbia, en temps del rey Athalante,per grosseriadels hómensque eren donatsa vicis, la sciénciade I'astrologiaperia cascunjorn. E lo dit rey en son rempsfeu inquisiciódels movimentsv scriví libres molt notablesper sr:srentació d'aquella sciéncia,peró no.u poch acabaren son temps.E lehent-sevell, envii per Hércules,del qual havia ovt que erá molt scientv virtuós. Y pregal que e)Jlolgués continuar v complir en la dita sciénciago que aquell avia comengat.Hé¡cules molt volenters pres'ne carrechv doni compliment a les dites cosesmolt millor v pus aptamentque per Athalante foren comenqades. Y axí les aprováe radillcá que ma.vapréssón poschudesvenir a menys.En tant que diuen los vstorialst¡ue si Hérculesaquestesobres no fera en corroboracióde la astrologia.aquellahu1'lbra delida 1. tilli¡ia demostr¿tivament. \¡ersemblantmentconcep de la divina conexenea... Aquest treball fbn lstoriat en lahor r nlemitri¡ de Hércules,a mostr¿rlres coses:la primera, que no stech jamésen oci...; la segona.a (Lesdot:e mostrirrqlre de les sciéncieshumanesla astrologiaté lo sobirágrau procehintdemos¡¡ativament.... treb¿llsi¿ Hr;ratlt's.\'¡lenciar Cristóba.lKofnran, 1511,fol. sign.Drr'-Dur.Agradecemosa los poseedoresdel ejemplarúnico de es¡aobra el habernospermitido manejarlov citarlo). rtt \', en etecto, hav abr¡ndan¡esmodos de proceder a ello en elPicdtrix (véaseDavid PI¡-cn¡r., ed., Picdtrix. The Lafin \terston of t/¡e Al-Hakín", Londres: The \Y/arburg Institute. Univ. of Lon"Gháy¿t don, 1986, índice. s.t'. ¿ntor)
..AEGRITUDOANfOzuS'Y DETERI\IINISNÍO
(como con la ..virtud de los salmosrr, mientoscabalísticos dice).Y, en cualquier caso,hasta el saberliterario puede ser también útil para hurtarse a la mala fortuna, así que <sufriendo lo que escusarno se puede, alíviasela pasión del ynfortunio>>,como enseñael consoladorSéneca. Con tan múltiple y trascendenteconcepcióndel saberno será extraño que algunasposturasortodoxaschoquende plano con éste,aunquees cierto que, andandoel tiempo, en contextosde restringidorazonamientoamoroso, como es el de Juan de Flores en su Triunfo de amor, pueda reconocerseel mismo razonamientoque Enrique de Villena hacíaa Suerode Quiñonesl5rPero es seguramenteinevitableel choque de 1oanteriormentemantenido por Enrique de Villena con ciertasposturasortodoxas,como las de Alfonso Martínez de Toledo o Juan de Menal5r. El Tostado, al contrario, estima admisiblesalgunosde los postuladosnaturalistas,segúnvamos viendo, tales como la influencia de las estrellassobre la fantasíahumana, de donde por la mayor parte proviene la enfermedadde amor. Pero bien es verdad que el Tostado restingirá toda la influencia al ámbito del mundo sensibletal como comúnmenteharán oros teóricos coetáneos. Independientementede esta primera formulación, don Alfonso matizará mástarde su pensamiento,pensamosque derivandoen tonalidadesmásliterarias que científicas,a 7azagade las modas de la corte castellanay, nos tememos, que de espaldasa un pensamientocomo el hastaaquí revisado,aunque esencialmente sabeincrustaren su esquemalos postuladosrenovadores. Así, en la parte de las Diez qüestionesuulgaresde que hemos venido haciendo mérito, se explica también en clave astrológicala tendenciosidad erótica de los hombres, tomando razonesy datos del Boccacciode las Genealogie deorumgentiliumlst.He aquí los pasajesde la fuente y de la correspondiente facturacióndel madrigalense:
Irl Me hace esta importante obsen'aciónlr'faríaEugenia Lacarra,quien textualmentemantiene:.La de Villena parece una argumentaciónsimilar a la de Flores en su Triunfo, en el sentido de que los infonunios particularesson menores que el que l¿ causaremota pierda sus efectos,porque entoncesel resultadoes el de una catástrofeuniversal.La diierencia estriba en que Flores lo ilustra con unr historia, la del dios Amor, causa remota de los amores de los amadores,el cual al perder su fuego causa,en efecto, una gran catástrofeuniversalrr. rs¡ Véasela declaraciónsin paliativosexpuestaen el prólogo en contra de las explicacionesdeterministas,luego desarrolladaen toda la cuarta parte del Aryiprestede Ta/auertt,que se justifica <por quanto algunosquieren dezir que, sy amando pecan, que su fado e ventura ge lo procurarono (Marcella CIc¡nr, ed., Alfonso Martínez de Toledo, Arciprcstede Talauera,Modena: Mucchi, 1975,I, págs.13-1'1).Aparte el estudio clásico de Erich von fucHrno¡Ex, v los ensayosmás recientesde E. Michael Gpntt, véase Christine J. \Y/ntraourul', The "Arcipreste de T¿lat.'er¿"and tbe Liter¿ture of Loue, Hull: Universitv oi Hull. 1970 \OccasionalPapers in Modern Langndges,T\. rst IX, iv (en Vicenzo RoMANo,ed., Giovanni Boccaccio,Gene,ilopiaDeorum Gentilium libri.Barí. Laterza, 195I, II, pág. 152t.
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CAPÍTULO TERCERO
Fuisseenim CupidinemMartis et Veneris iilir-rmet iusignempr-rlchritudir-re lascivic¡ue rnoris satispossibilereor... \ ' , ' l ¡ ¡ ¡ 1n¡ ; r r ) r q Lirrcs t r o l o g iu. t m e u sa s sereba¡ r'enerabilis Andalo, quod, qu,rnJ,e ' o n t i n g , r^t\ l a r t e mi n n a t i v i t a re ¿licuiusin domo Veneris,in Tauro scilicetvel in Libra reperiri,et significatorem nativitatis esse, pretendere hunc. clui tunc nascitur,futurun.rlusuriosum, fornicatorem, e¡ venereorur-nomnium abusivum, et scelestum circatalia hominem.Et ob id a philo sopho quodam, cui nor¡en fuit Aly, in Commento Quadripartiti, dictum est, quod quandoquein nativitatealicuius Venus L1nácum Marte purrticipat, habetnascenticoncederedispositionem phylocaptionibus,fornicationibus, atqueluxuriis aptam.
La tercera razón porque convenía a Mars era por quanto Mars, segúnla significacióne fuerga que tiene en la celestialinfluencia convienemucho a Cupido, ca muevemucho en los hombres los desseosde los carnalesayuntamientos.Esto afirmanlos astrólogos diziendoque si en la natividadde alguno fuere Mars en alguna de las casasde Venus, qLieson Taurus e Libra, el que entonce nasciereserá muy luxurioso. inclinado a toda manera de luxuria. En-rperoaquella inclinación natural causadade el cielo fazeprestos nascerlos desseos(fol. ¡0 v).
El Tostado prefíere ignorar las citas concretasde Boccaccío,como lo hará tambiénAlegre cuando traduzcaparecidopasajeen su sermónde amores (r'éasemás adelantev apéndice'1,líns. 141 r'sigs.).Tambiéneliminalas conclusionesalgo heterodoxasque siguen en las Genealogia.Y no es de extrañarporque,como ha demostado Enzo Quaglio,son las del certaldense que procedende la obra del averroístaDino del Garbo, de consideraciones pero resultanapro.pia su comentarioya citado a la canciónde Cavalcantirt6, das, si atenuadas,al aristotelismoortodoxo de Alfonso de Madrigal. Este, empero, matizay enriquecesus opinionessobreel determinismoeróticoen un mundo caldeadoya por la polémica. Porque cuando don Enrique de Villena toma tan de lejos la cuestióny resuelvecon tan sorprendentes remediosel problema,habiendodemostrado porquesu inexistencia antesque la influenciaceleste es necesaria seríacatastrófica: o como cuando Ferránt Manuel Lando y el fraile conventualdisputan, hav va en el trasfondode toda estaactividadun cultivo que declarasu alcanceteológicoy éticort7. ;i'' \'éa,.e Antr¡nio Enzo Qu.rcLIo. .Prima for¡una clella glossa garbiana tt Donn¡ ,t¡i pre!¿ del Cavalcanti.. Gtont¿1eStoricolella Letter,tturdltdliar¿.111 (19ó-1),págs.33ó-368. 15: Y. por supuesto. en ocasionestambién profético. El protétismo histórico medieval. del que tanto se liene escribiendo,instrumentalizabasus agenteshumanosde primera magnitud, como los reves. n s t r o l ó g i c aA. s í , p o r e j e m p l ov a u n q u es e t r a t e d e u n a h i s t o r i a f a l s a . i n f u n d i é n d o l e sl a p r e d e s r i n a c i ó a Pedro del Corral hará del enamoramienrode Rodrigo por la Cava el resultadocleun cielto cleterminisnro
"AEGRITUDO
AT,fOzuS"Y DETER\IINIST,ÍO
La polémica sobre la predestinaciónestabaya servida y la relación cle éstacon la de la astrología,más particularmentecon el problemadel deter minismo erótico del loco amor, ya estababien explícita en el Libro de buen amor y en e\ Argipreste'de Talauera.cuya última parte sobre la predestinav alazagade ción y el libre albedríose puedejustificarcomo consecuencia, una reprobatioamoris,de un'antideterminismo' erótico enclavadoen la coetáneapolémicasobrela predestinación1t8. Algunos deólogosntuchofundados no alcanzabana comprender la utilidad del camino de la especulaciónnatural, o no querían entrar por é1,i' llegar a la compenetraciónde éstecon el de la verdad o de la mzón divinatt". Es el compromisoque sí mantuvoel Tostado,como evidencianlos inequívocos estadosde sus cábalassobrela psicologíahr-rmana v el amor. Como hemos adelantado,un casollamativo de esta crisis es el debate poético entre Ferrant Manuel Lando y frav Lope del Monte sobre el asunto que tratamos.Aquél, un cortesanode familia sevillana,doncel de Fernando de Antequeray de Juan II, de la misma generaciónpoéticaque Imperial,y por ejemplo de Dante; el otro, con sus mismaslecturasy reminiscencias, franciscanoconventual,partidariode los más gravesestudiosuniversitarios, de los grados académicos,de la cultura teológicaen fin. La polémica entre a los primerosensayos ambos,pues,pudo haber tenido lugar coetáneamente y Tostado de Enrique de Villena. del a las consideraciones Ferrant Manuel Lando comienzacomunicando al teólogo una posición que le estádetermiastrológicaque, segúnse expone,parececonvencernos Según Fraker, <
amoroso,pues, según el trufero Corral, .su costelaciónno podía escussarque esto no pasasseassí,y t'a Dios lo avia dexado en su discreción,¡' él por cossaque fuesseno se podía arredrar que no topasseen ello" (r'éasemás adelantela cita extensa.que transcribimos¿l habl¡r de amor v magia). Fs Véase un planteamientogeneral sobre el asunto en las monografíasde Mr'ruoozl N¿cRtrc¡. J. Fortuna 1'prouidencíaen la liter¿tura cas/ellan¿del siglo X1/. N{adrid: Real Academia Española. 197}. r sobre la predeslrtación. de I. VÁzeuez J.rNeno, Trutadosc¿stellanos rte Nos adherimos a casi todo lo que expone Albert G. H.lur, FranceschEixímenis. O.F.\1.. "Fr. De la predestinoeíón de Iesucrísto,y el consejo del Arcipreste de Talavera a los deólogos que much(J fundados non son'n. Arclttuum [:r"ttciscdlun¡Htstonütm,76 (198]], págs.239-295. r6t' Véanselos textos en M.' AzÁcETA,ed., Concionerode Bdena,Madrid; C.S.LC., 1966.Realiz,r' J. mos algunascorrecionesa la vist¿ del texro original del Cancionero,le Baena,II, números272-211. páe' 550-J51. 16r CharlesF. Fmx¡n, 9ud ieson / he nCancionerode Baend,, Chapel Hill: The Universitr oi \',:r: C a r o l i n aP r e s s ,1 9 7 6 ,p á g . 9 2 .
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CAPÍTULO TERCERO
Tomandode vos comode maesrro. FreyLope señor,fulgenrepoera, entiendoyo synpleatarmi cabeEa al_gielo muv clarode Venusplaneta, e luegoen prouisopor vía secreta seréproueúdodel alto Soturno, los tienposdel tienponoturno, Eessando en que tagaagorarrevnomi cometa. Entendemos, sin embargo, que Lando somete a la sabiduría de ftay Lope su propia poética.No parecehablar de su horóscopo,sino de una decisión estéticay de vida (quiere atar su cabegaal cielo de Venus y ser proueído de Saturno). Por desgraciaesta mettíforabonda, sutil, no es bien comprendidapor el fraile, o al menos no se da por aludido. Lando sabe bien que Venus gobiernalas tendenciasamorosas,y es la cortezacon la que se quedará fray Lope. Pero es también el planeta de los elocuentesy de los dotados de gracia poética. Saturno, sin embargo,el planeta de la frialdad, de los melancólicos,los reflexivosy los inteligentes, pero también el señorde las calamidades. Y, rras de las palabrasde Lando es evidente que se agazapancíertos datos astrológicosy conjuncionalesde una interpretaciónastrológicamás o menos maduralr'2.una coniunción diurna de ambos es leída por Lando favorablemente,pues, según algunos astrólogosexperimentales,como Guido Bonatti, siguiendo a Albumasar, el carácternegativode Saturnose templaen conjuncióncon otros planetas16r, como en este casola brillante Venus, haciendo de los que disfrutan de esta conjunción personasinteligentes.Se explica, así,la orgullosaactitud intelectual de Lando -eso sí, expresacon ironía,sin ser haldudomaestro-. Aunque también se explica la peligrosidadque reconoceen todo ello el fraile, habida cuentade la facetaeróticade estascondicionesastrológicaslo+. A causade estasuficiencia de Lando,frav Lope inrentahumillara su oponentet65,reinterpretandoel horóscopopoético.Para ello tiene en cuentasolamenteel significadosuperficialde los signos,sin arendera las conjunciones:
r6: Para la caracterización de Satu¡no v de lo sarurnino desde díferentespuntos de visra temáticos cronológicos es clásicoel libro de Raymond Kll¡.rxsn', Erwin P¡xopsxt v Frirz Ssxt, Sdturno e l¿ .v melanconrd.Studi di storid della liktsofia naturale, religione e dfte. en especial págs. 166-181. 16r \'éase R. Kr-r¡¡Nsxr', et al., ob. cit., pág. 178. 16r De hecho, era admitido por un astrólogo como Guido Bonatti que <si inciperet sa¡urninus diligere aliquem. quod raro contingit, diliget eum dilectionem veram>,(cir. por R. Kllnaxsxy et ¡/., ob. cit., pág. 178t. 165 Fraker da por supues¡aesahumillación defacto, lo que pensamosque no represenrael verdadero resultadofinal de esta disputa.
"AEGRITUDO
ANIORIS. Y DET ERj\fl¡llSNlO
bl
Polido en trobar, mirat lo que fundo por astrologíade vos bien amada, que Venus beldat da, Jo segundo enEiendeluxuria rnásdesordenada; Saturno influye maldat acabada, danospestilengias de su condigión, pero a vuestrosdichos de sanaentingión va mi voluntad vos he obligada. Fablar de escripturasquando contesqiere, vo non contradigocon lenguasepista, nin vo menoscaboal que bien dixere, quantoquierque seapequeñolegista: pero si me fabla remonluiista, sofrir non me cunple sus dichos Eiuiles, loar non se deue de iindos astiles quien pule sus rayoscomo I'amat[ista]. Con ello descarga a la especulación -,v, por tanto, a la intepretaciónastrológica de su valor más pragmático y más independiente166.Es inverosímil que un universitario bien formado, como seguramente sería el franciscano, creyera entonces sólo eso. En todo caso, lo que a éstc le interesa es eliminar una posible participación de la astrología en grado excesivo que permita o justifique a los muchos dedicarse a cuestiones de categoría intelectual superior, como era precisamente el problema de la predestinación, en el que Lando tenía qué decir, no siendo deólogo mucbo fundado. Pero Lando no cede en su terreno y, enmendando la plana a fray Lope, le contesta: La diessaVenus en grado jocundo por esperaclara se nueve templada, e quando su rrostro está rrobrucundo es lunbre que toma bien como prestada; pero fortifica su flecha enconada, ca infunde en los cuerpos extaña pasión el duro Saturno por costelaEión enfría e deseala carne animanda. El poeta segiar recomienda, en consecuencia, el autodominio en el sabio, y viene a decir que es consciente de las calidades planetarias simples que le
r¿6 Es posible reconoceren frav Lope un¿láctitud desconfiadao senci]lamentemoralízantea la hora de enfrentarsecon la astrología,lo que indigna a Lando, cluela toma como metáforay con conocimienr,, de causa.
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clpÍlulo
TERCERo
recuerdael maestro,pero que, habidacuenrade la conjunciónque le afecta, serádifícil sustraerse a una tendenciacomo la influida. Pero, en cualquiercaso,es inequír.'oco el mundo de la eróticairstrológica en el que se mueveLando,puesesehoróscopoes el mismo de Flores¡' Blan caflor,según1olee Boccaccioen el Filocolo,en deudacon lasinterpretaciones que los astrólogos modernoshacende lo relacionadocon SarurnoL";: Ció siacosachedurissimo siaresistere alleforzede' superíori corpi,arvegna chepossibile; Venuseranell'auge del suoepiciclo,e nellasommitádel differentenel celestiale Toro, non molto lor.rtana al sole,quandoella f.r donna,sanzaalcunaresistenza d'opposizione o d'aspetto o di congiunzione corporale o per orbed'altropianeto.delloascendenre dellaloro r.rativitá; il saturninocielo,non che gli altri, piovevaamoreil giornoche elli nacquero. Es muy posibleque Lando conocierael Filocolo168. Y, lo que nos importa ahota, tendríamos que leer esos versos como un planteamiento de la cuestiónsobre el determinismoerótico, ademásde la capacitaciónintelectual, impropia de un laico según el parecer del teólogo prof'esional.En tal sentido se defiendeel poera y, recordandoa un David vencido v pecador -el fraile 1ohabíamencionadoanres-, alientaal sabiopara que se defienda de los embatesventrsinos. Acaso desde esaladera resulte más significativala referenciadel fraile a Ramón Llull en términostan irritados.Se ha pensadoque la cita responde a la vísión desencajada de Llull en la Castillade entonces.Sin embargo.tal cita se podría entendercon otros sentidos.Uno, relatir¡amente poco plausible, es el de una aremetida por parte del conventualconrralos idealesde reforma.Para éste.como para otros escritoresdel siglo xr', como el autor de la llamadallouelan¡ord/de Graciántn',Llull encarnabacieftosidealesde refbrma que hacen suvoslas faccionesmás avanzadas v reformistasde los tranciscanos. opuestosa la obtenciónde gradosuniversitariosv parridarios de la resurrecciónde los idealesde sanFrancisco.En tal sentido.ramoniulisla en boca de fray Lope será.sencillamente, un insulto,un menosprecio.
: - A n ¡ o r r i oE n z o . i l o c a l o , l l i l á n : X l o n c l a r i o r il.c X r 7 .p r i g s .) t Q U r c r t o , e d . . G i o v a n n i B o c c a c c i oF j9: cit. t¡nrbién por el misno A. E. Pad¿a: Qu.lclro en su monograiía Scien:t ¿.nlto ne/ Bo¿'c¡ccto. L i v r a n ¡ E d r t r i c e .l ! ) 6 7 . p á g . ) . ú l c f . p á g .2 2 5 t . l l t d l i a , . S p , ; ¿ t t dT.r r r í n : F r a t e l l iB o c c a .1 9 2 9 .p á e . 2 3 8 ) . . á g s ,1 6 5 - 2 1 02r 5 { 1 9 8 1 - 1 9 8 1p) á x \ ' ) . . E s l ¡ r ¿ l ¡L o tst ! : ¡ n o s , 2 +( 1 9 8 0 ) p . g s . 8 3 - 1 6 5 : 2 6{ 1 9 8 6 r p , á g s .1 6 5 , 2 5 1 : 2 7 t 1 9 6 1t . p i r s . E l - 1 1 ) 82. 1 5 - l - + 0 .
.AEGRITLDO .\X,IORIS.\' DETER\IIN]SIIO
sin embargo,aun peligrandode quebrarnuestrohilcr Podríamosarriesgar, por lo sutil,que fray Lope ¡endríapresentemásbien al Llull científico,el auror v el inspiradorde determinadaciencianaturalal servidel Tratadode astro/ogía que se enseñaba cio de la conternplación en la escuela. Podemosasegurar. de paso,que el Trdtadode Llull era conocidoen castellanoen fechatan temprána hallamoscon el texto de Lando, como la de 1416v que algunasequivalencias como.por ejemplo,la defensadel poder de Saturnosobrelasespecies fantásridel tratamientode Venusl;". cas,o bien algunosaspectos En fin, se ventílabantambién los problemasde la investigaciónde las caus¿rs del amor en un ambienteen ei que triunfará el Tostado.Teóricos posteriores,como el autor del fragmentosobreel amor profano atribuido a excluiráncon pedanteortoJuan de Mena, reaccionariopor tantosaspectos, doxia la causaastral,el determinismoastrológico,que formaba parte en mavor o en menor grado, mantenidoen su totalidado moderadamente, de las posturascientíficasde los naturalistasmedievaleslTl. Otros continuaránen la brecha,puesde la investigación fenomenológica del amor se trataba.Volvemosa encontrarnoscon ello en el ambientede la corte poéticade Juan II de Aragón,tan predispuestoal pensamientonaturalista. Y ahí tenemoslas cartasde Pere Torroella sobre Qué és grat v sobre las Leyesde amor,dirigida a Hugo de Urríes,y los poemasde ésteincluidos en el Cancionerode Vindel, en todos los cualestextos, aparte presentarseen varios casoscomo epístolasde arte atnandí,se recuperacomo una de las causasde amor la de la posiciónde Venus en el nacimiento,no sin cierto
rilr Se nos consen'a un n':¡nuscritode la versión castellanadeltTr¡t¿do le dstrologíade Llull en la Biblioteca de la Ca¡edrai de Segovia,del clue actualnlentepreparamosuna edición. Entre tanto que se p u b l i c a l a e d i c i ó Ád e X l i c h e l ¿P p n E t u p r o m e t r d i rv q u e c o n s r i t u i r áe l v o l . X V I I d e l a s e r i ed e o b ¡ ¿ sd e Llull incluida en el Cetpus Cbristl¿torun. Turnhout: Brepols, en prensa tr'éasetambién de la misma ¡utora ..Ricercheintorno al Tr¿ct¡ltts ttortts Je ¿slronomtetdi Raimondc¡Ltllorr, tletlirtet,o.211976). págs.169-226t.puede verseel texro c¿¡al,in.qLrese conservaen bastanremal estadopor cierto, publicado por Lola B-l¡l¡ v Jordi G-lrr, ..Ramon Llull. Tractat d'Astrononia (segonsel n¡.s.Add. 16.1J1 del British trluseuml,'. en -lrran VERNE1 . ec7.,Tc'rltts t c,slttJiosso!,re ¿slrcnonti espaiola en tl stg/o XIII, B a r c e l o n a :U n i v e r s i r l a dA u t ó n o m ¿ - C . S . L C . . 1 9 E 1 .p á g s . 2 0 5 - 3 2 J .E n e s p e c i a l v, é a n s ep á g s . 2 2 - l v 229-2)0. r ; 1 C o m o t t n C e c c od ' A s c o l i ,q u e c u a n d os u sc o n c i u t l ¿ d ¡ n o lse i n t e r r o g r ns o b ¡ el a s r a z o n e sp o r l a s .¡ue ur.rnoble se enamora de una mujer no muv hermosa ¡- de bajo linaje v hace de ella su esposa. prefiriéndola a otra bella. noble v simpática.él con¡estaqr:e cuando los astros se posicionan de tbrma los de t:na persona con otra. el amor entre ésrasno pr:ede deshacersesi n,r es especialrelacic.nándose por meciio de la muerte (P. G. BoFFtto, ed.. 1/ Coutnento di Ceccotl'Ascolt ¿/l'Alcabi:zo. Florenci¡. t 9 0 5 , p á g s .l 1 - j 6 : c i t . p o r L v n n T u o n x o l x E . A H / s t a ^ ' o f i v í , r g irct n J E r p e r i u e n t ¿ l S c í e u cJeu n t t . ! : i ' F t l s t T h i r t e e nC t n t u n e so f o u r E r ¿ , I ] , N u e v a Y o r k : C o l u m b i aU n i v e r s i n ' P r e s ss. . a .[ 1 . ' e d . 1 9 2 3 ] .p . i s . . q57-958).No era ése,a juzgar pc,r los resultados.el hado de Lusanna, tal cor.nonos ha reconstnri.l,i .:l historia Gene BRLCKER, Gictt'¿tuti¡nJ Lus'inl,¡ Lot'e ¿tttl jú¿tt¿qe in Ren¡i,ssaucc Flor¿ncr,.Be¡kcl.. U n i v e r s i t vo f C r l i f b r n i ¿P r e s s .1 9 E 6 .
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CAPÍTULO TERCERO
despuntepolémico en el casode Urríes. Y en la caÍr^ ^ éstedirigida que se contiene en el Cancionerode Herberaydes Essartsseñalalas causasparu la producciónamorosaen estostérminos: OtrasvezesproEedeaquesta fuerEade los Eielos,aquestopor Ia conformidat que las casasde los planetase gradosde los signoslas creaturas regiben a aquellos(e) con semblante naEidos quando costelaqión e percreados se veen,por aquellanaturalimpresiónon atraidos[a] amarse,e máso menosseguntmavoro menores fallada. Este teórico, que creemosToroella172,gue yaha matizadola importancia de la belleza percibida por la vista, advierte la grave penitencia que conlleva este determinismo, tan férreamenteplanteado por los tratadistas sus antecesores-recuérdese; quisquis amat ranaftx...-, y matiza con su puntico de ironía: <
r72 Véase la edición en Ch. V. Aunnun, ed., Le Chansonnier espagnold'Herberay des Essarts(X\'" siécld. Édition précéeléed'une érude bistorique, págs.24-26. r;r Jacob ORxstuN, ed,, Luis de Lucena, Repettciónde amores,Chapel Hill: Universitl'of Norrh Carolina Press, 1951.pág. 68. Sobre estetexto y su caráctereminentementeacadémicoy burlesco,véase más adelan¡e.capítulo quinto.
CAPÍTULO CUARTO
Amor y magia tota uis magice in Amore cottsistit
Dando de lado a extremososplanteamientoscomo los de un Ceccod'Ascoli, Cavalcanti y, en ocasiones,de un Boccaccio,podrá inquirirse sobre hasta qué punto es este capítulo obligado en un libro cuvo autor se ha puesto sus anteojos paru abarcarun único campo de los varios posiblesen el tema que va desarrollando,el de algunos aspectosde Ia teoría amorosa españoladel siglo xv y sus implicacionesnaturalistas.Desde luego, aunque sólo fuera por el ruido que ha hecho entre los críticoscelestinescos .vaestaría suficientementeiustificado este capítulo. Aún más, no sólo porque el de la magiaes tema .
17{ Peter Russrrr-, <,La magia, tema integral de L¿ Celestinar,, en Temas de nLa Celestíno> | otros estudios,Barcelona:Ariel, 1978, págs.24l-276. Este trabajo rompió sin ambagesel nudo gordiano de la crítica celestinescacon relación a la magia, de modo que despuésde él ha.v que justificar cualquier postura crítica con mucho detalle. Son muy útiles también las consideracionesde Michael J. RuccERlo, The Euolution of tbe Go-Betueen in Spanish Literature through the Sixteentb Century, Berkeley - Los Ángeles: University of Califbrnia Press, 1966, en especial págs. 44-63,consideracionesespecíficasa las que remitimos al lector. Más generalmente,puede verseel libro de R. E. L, M¡sreRs, Eros and Euil:The SexualPsychopatbologtof Vitchcray', Nueva York: TheJulian Press, 1962; materialesvaliososen Henn 'Witchcrut't, ed. de Arthur C. Horvl.rNo, Nueva York-LonCharles Lr¡, Materials towaú al Histon of dres: Thomas Yoseloff, 1957 \1.^ ed. 1919),3 vols.; I. P. CouruNo, Ercs and Magic in the Rendissanct. por más que su enfoque no es el nuestro. rrt La cita proviene delComnentdrium... in Cont,ixiumPl¡tonis, VI, x (en R. M¡ncrl, ed.,lvfa¡silio Ficino, Commentaircsur /e Banquetde Platon, pág.220), y ha sido glosadaen su contexto pneunt,ilit,' t' págs. 87 y sigs., estudio al qL:. fantástico por I. P. CouLt.qNIo,Eros and Magic ín lhe Renaissance, habremos de remitir para ese enfoque del problema.
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C A P I T T ' L ( I( . 1 ' , { F T O
ciir en la philocaptioen el ambienteque nos interesa,mucho más concretov menosteóricoque el otrort6. Es lo cierto que determinadosaspectoserotoiógicosse derivan de la <<mágica> mism¿icor-rcepción del mundo -strtcto et suentiftcoscnsu- que tienen nuestrosescritoresmedievalesli;.Ya sea la magia natural,¡'a sea la magia .negra>>se imbricar-ren la tópica arnorosa.En el primer caso,con planteamientos platónicosy de tradiciónhermética,si es cie¡to que es posible llegal a mantenertan cerradaposturacomo l¿rde Ceccod'Ascoli basándose en la creenciaabsolutade la inf-luencia astral,no es menoscierto que por la r'ía de la magianatural,aproveehanesainfluenciapuede canalizarse do los mediostalismánicosapropiados,con el objeto de deshacerla relación de dos amantesdeterminadosastralmenteo, al conffario, de intentar el acercamientoentre dos personas.La magianatural,pues,folma parte integral tambiénde nuestrolibro sobre ámor v pedagogía. También, claro está,la magia demonológica,con la que se relacionan especialmente las accionesamorosas,al sentir de muchos de los ilustrados la de edad media, como los juristas v teólogos del Malleus maleficanrmy otros como el Tostado.Permítasenos recordarde nuevo el pensamientode Enrique de Villena, reveladortambién aquí.En su basehrrvr:n natlrralismo que, en ocasiones,aparentaquerer moderardeterminadasposturassuperficialeso heterodoxas,v reconocemos en la raíz de éstasplanteamientos cienoErceitíficos de añejatradición herméticao neoplatónica.En Ias Glosasa la darr, don Enrique explica la gestaciónde todo el saber humano que deriva de la mente divina -y que se divide en cten [szt] ciencias,cincuentalícitas 1' por falta de preparaciónpara arrostrarlas otras tantasuedadas(seguramente sin caer bajo la influenciade Lucifer, pensarádon Enriqr-re).Como para Hugo de San Víctor, también para éstela magiaes la cabezade todas las cienciasvedadasl78. Lá tercerade las subdivisionesde ésta es el ntaleficio.
P!)r miis que Ficino hablara de procedimientosmágicos para la ploduccicin del ar.nor.aunque eqLrip.tr,in.lt,los ¿ L)trosmétodos lv otros resultados.el de la transfbrm¿cióndel amante. de sí nrismo v ¡ls l¡r que le rocle,rr:.\'iri eos eloquentiaeviribus e¡ carminum modulis, quasi quihusdarnincantationib u s . . l . l i n i u n t s i b i g u e c o n c i l i a n t .C u l t u p r e t e r e ae t m u n e r i b u sn o n a l i t e r q u a m v e r r e f i c i i sp l a c a n t e t ( l p r t ) r ) t( ) 1 . ' l ) t L ' ¡ r e n re m l n id L : b i u nel s rq r r i na m o r . i t m a p L :es u m e f t ( ) r r\ ; s m i l g i c ei n . r m ¡ ' r ec ' ) n s i ( r a t e t a m t r r i so p u s f a s c i n a t i o n i b uisn c a n t a t i o n i b uvse n e f i c i i se r p l e a t u r " l . l d e x t .p á g .2 2 I ) . I Un lil.ro rcciente st¡bre la magia en l¿ lireratura medieval españolano entril siempre en detrlles para acotar estc rsLl:r¡orr'é¿seAn¡onio G.rR¡osr Rrstxf.,\fagrrr .\'supü!lición cn /¿ l1Ícr¿1ur¿ c¡slell¡n¡ ntediet'¿1 V.a l l a d o l i d :U n i v e r s i d a d .1 9 8 7 ) . r;¡ Contanroscr¡n tlos valiososestudiossobre esta peculirrrdiulsío scienÍl¡ruz, de Cari¿ De Ntc;rus. ..La classiiicazioncdelle scienzenella Eu¿iJ¿ ro,t¡¡nf¿l,r di Enrique cle Villena'. Ann¡li lell¿ F¡colt,i
'\IIOR \' .\IAGIA
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para cuyaprácticaimporta en especialla a1'udadel demonio,!, precisamente, una de sus formas, una de las cincuentascibilidadesvedadasera la que él llama amatoriarie,eue, en consecuencia, requeriríaa\ sentir de Villena una pragmáticay una credibiiidad <
tli Lettere e Filosofi¿dell'Untuersrtci ú |,dpoli,2l \1918-1919),págs. 169-198;y .La classificazionedelle (19811.págs,289-298. arti magichedi Enric¡uede \rillena". Qtra,ierniIspdno-A,uencdr¡i );' Véase Pedro NI. CÁTEDRI.ed., Enric¡ue de \¡lLLex¡, Trdluq'ión t' glosasde l¿ "Eneida", L Sal¿nranca:Diputación Provinci¿I, 1989 IBiblrctt¿c¿ Espttnoludel Srglofl', II-IIII, glosa n.,'23. r'' \'¡éanselos c¿rsos revisadospor P. Russtt-1. .La magia,tema integral de Ld Celestin¡>>, passiut. rsL trÍ.'T. HERIIR\. ed.. FranciscoLópez de \¡illalobos, ed.. Suu¿rio de l,t nedicir¿, ed. cit., coph 1 1 , p á g , . 1 1 .H e m o s h e c h o r e f e r e n c i a¿ ls u c o n r e r r o m á s a r r i b a . r'r VéaseLvr.rnTuoRsotxt. A Hts¡ort'ol llagtt anJ Experintent¿lScience Duringthe First Thirteen Centttrie¡of Our Er¿,Ii r III. reed. de ¡.-uer'¿York: Columbia Universirv Press,s.a.,pa-rrzrz.Sobre las ligadurashav prohibiciones canónic¡s en toclaEuroprr v en los corres¡rondientes tr¿t¿dossobre supersticiones v hechicerías.como en el de Castañaga,que citamos más abajo (véaseP, RLrssELL, .La magi,r. tema integral de L¡ Le/eslind,,.pág. 255). Parécenos,sin embargo, que des/igdrpodría ser interpretaclo sólo con el sen¡ido de .,curart,,ar:nquela referenciamirliciosaa las vejezuelasdejaríade tener razon c1c ser si no es en el con¡exto propio de éstas(Alfonso de C.rsrno. De iustd lttereticoruxtpuni/ione,salttm,tn c a : . J r r a n - J u n t la5.{ 7 . e r r p l e ae l r é r n t i u r ¡i n c q u í u ) c a n t e n r[el b l . - 1 7r : .c o l . a ] L
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CAPÍTULO CUARTO
sencillarazón de que el procesopara evitar la pbilocaptzbes el contrario, el desligamientoen el que son expertaslas víejas,tantasvecesbrujas. Cuando Villalobos interpreta,modificándolas,sus fuentesmédicas,no será casualia utilización de la magíapara provocar una situaciónsin recuperación posible en \a Comediade Rojas,éste contemporáneoy, como se ha sugerido,quién sabe si contertulio de Villalobos, con el que comparte ciertas preocupacioneslite¡arias y temas de los que va hemos dado muestra en más de una ocasiónen esteffabaio. Ahora bien, no es lo expuestola única ruzónparu dedicarun capítuloa amor y magiaen el cuerpo de este libro dedicado, en parte, aI naturalismo amorosouniversitaro,Ni ésta ni tampoco oüas como la que nos prestará fray Martín de Castañagacuando traiga también uno de los casosde pbilocaptt'o que cita el Tostado y que luego veremos. Pues, como es sabido, Castañagaafirma que <
r'rr Agtrstín (-. Dt. A.\fEZú4,ed., Frav N{artín de Castañaga,Trdtado
AJIIOR \. I\'{AGIA
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de ciertas invocacioneso palabrasmágicasen verso18*y con los necesarios aparatossupersticiosos. El alcancede esta afirmaciónes, desdeluego, mucho mayor y más protundo, puesto que se condena Ia magia amatoria por su efectividad,no, como en otras ocasionesen la literatura amorosa,cuando se condenala prácticapor vana y supersticiosa. Tal declaración como la del Tostado no dejará de ser tópica, según hemos apuntado ya, entre juristase inquisidores,para quienesel modelo del Decretttmde Graciano pesa tanto en estascuestionesde más o menos fundada heterodoxia,pero que sobre todo rompen flagrantementeel primero de los mandamientosl85. Y tampocotal declaraciónnos pondrá al Tostado en una situación crítica por lo que se refiere a su agudezacientífica.No es la de nuestroautor una actitud propiamentede inquisidor;su curiosidad por la philocaptioes, casi,científica.Era inevitable,cómo no, un juicio sobre algo que en sí es peligroso paru 7afe, pero Alfbnso de Madrigal no se erige 'martillo' en de brujas por el hecho de verificarla existenciadel problema, creyendocomo cree en é1.Lo extraordinarioa estasalturas,claro, seríano creer: despuésde las numerosasbulas papales,de la negaciónde fuentes canónicascomo el llamado Canon episcopipor parte de santo Tomás de Aquino y otos muchos, especialmentede la Orden de Santo Domingo, y de ia falta de discusiónsobre el problema desdelos puntos de vista filosófi cos con los que va a resucitar el tema de la magia amorosaen el siglo xv, a la zaga dei resurgir neoplatónico; despuésde todo ello no era extraña la actitud sinceray un sí es no es enciclopédicadel Tostado. Otra cosa serán,por supuesto,los fines represivosde textos como el Malleus maleficarumy sus congéneres,que, en efecto, dieron relieve muy tendenciosamenteal problema de la brujería y, entre sus derivaciones,a la práctica dela pbilocaptio. Así pues, difícil será encontrar conremporáneoso antecesoresintelectualesdirectos del Tostado - como también ha expuesto Russellcon las miras puestasen Celestína- que pusieranen duda el posible papel de la magiaen la práctica de maleficioscon fines amorosos,Claro es que podemosencontrardiscusionessobrela viabilidadde esasprácticas,o, más comúnmente, sobre su implicación dentro de los delitos contra la fe. Por ejemplo, Francisco Peña, comentador de Eimeric, se expresaen estos
r8r Ya está teniendo don Alfonso en cuenta a Virgilio, al que seguiráurilizandomás abajo: ..carmina vel c¿tlopossuntdeducerelunanr,/ carminibusCirce sociosmutauit Ulixi>>,etc. Para Circe 1'su carácterde hechiceraamorosa,vé¿selvf, H¡lLtsst', \'exomousWortdn. Fearof the Femalein Literalure, págs.61-79. r85 Esa es, en la raí2, la cuestión entre los moralistas:véase,por ejemplo, una de las exttuiNdgat?Íes cle.luan )LXII <
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(.ApÍTLLOcL'ARTo
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térnrinoscr-ran.lo ini'estigaei fenómenode la invocaciónal demoniopara un p l tot'". prtrccdinricntrr dq pbi loc,t f.st ¡ltere ditficultasetianrvaldefrequens:scpe enim ¿manres stimulis libidinisagitatideuronesinvocant.Lrt illi flectantanimusillius quanr ll1 ilnroremturpen].Et communisopinio est taleminrrOcationem ¿ll)ral]t. luousaperemanifestanr heresim,quia dernontunc invocaturad id quod quodesttentare. sibi con-rpetit. No se tra¡a,pues, de creer o no creer enla ()nlatoria,que diría Villena, cuanto de medir el índice de herejíade estapráctica.Incluso quienesmás escépticosen la materia se pudieran mostrar parecíandeslindarcon total claridad la viabilidad uatural de un procedimiento como \a pbilocaptioy stt alcanceherético. Ya reco¡dabaPeter Russellel desarrc,llo del tema a cargodel universitario BernardoBasinr8;,canónigocesaraugustano. Se pr-recle recorclartambién el pensamientom¿íscompletode un contemporiineoclel Tostado,Juan Nider, quien hacia 1135 te¡mina su Formicorittsen forma cle coloquio. Y se puede recordarestaobra, porque su autor es hastacierto punto prudentev objetivo ante el probiema,escépticoinclusoen aspectosdudososde la brujería que, con posterioridad,r'an a ser monedacorriente,por más que de su obra se sirvieron también los compiladoresdel lvl¿lleusmale.ftcanrm. El, sin duda, estabaai tanto de la polémic¿isobre el alcancede la brujería y su índice de herejía.Pero a la hora de extendersesobreIapbilocaptlose expresa con concisiónv con ricos detallesLSs. El PerezosointerrogaalTeólogo de atnore uel odio mdleficioto,pues mucho se ove hablar en ese tiempo de que ..per maleficosad amorem alienarumfbeminarurr adeo succendiet foeminarum ad viros non sllos,ut nulla confusione,piagis,verbisaut factisad desistendum cogi valerento;y también,al contrario,ocurren abundantesseparacionesmatrimoniaiest¿rmbiénpor estavía. No se explicaPerezosocómo es posibleque, radicandoamor y odio en el alma,lleguea éstael Demonio. lo que niegantodos los teólogos.El Teólogo asiente,manteniendo
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\ tr.r:c \. E.lrltttli.. Directoriut¡¡ lnquisrtoultt. pág. lJ5. . L . r m ¡ g i i t . I c m a i n r e g r a l d c L ¿ L e l t ' s t t n ¿ t r , .p á g s . 2 5 i - 2 ) 2 , L a s r e t e r e n c i a s s ( ) n i r D r , r / 1 ¡ r r n,igitis ,it ,).i..,ntr,1 ,'t¿leftcits. que, por lo general. forna palte del corpus de tcstos qr,re se pr-rblicar.r jun¡o ccrn cl .\1.;ljr'¡r-i,tt¿leltrtlrlitl/. como el de Nider al qtre a continuación nc¡s referimos, r\¡ Llriliz¡nrrrc lr seleccitin de.[uan NiLrrR. Líber insi.gtts tlt ttalt'ficrts ú eorilrl tlc'cc'p/ionibts, singu''
ldri stu,!io c'r./pj11r.iL¡tr¡¡¡tt,irio selette', ¡p7¡l .l¿]r'ob Spn¡xc;En-Heinrich KR-*nR. II¿lletts n¡/eflc,trunt. n¡dle.fic¿¡.1 {¿irtttt l:,¿'r,stt,¡./ntn;t'ttt¡/trt'ils. Lión: Clauclio Landrv. l(r2[), págs..{6c)-5-{{t la parte que seguimos a<1uí.sobre lt ¡,1:11¡rruO,¡n. en págs. +92-198.
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que en efecto el Demonio no puede operar sobre el entendimientoni sobre ia r.oiuntadhumanos.pol mris que es posible qlle actúe sobrelas potencias
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92
CAPÍTULO CUARTO
Y voh'iendo al maestro salmantino, quiere explicarse con la cita del famoso pasajede Virgilio, <
'ee No nos parece que esta inopinada referenci¿ a la leyenda del Virgilio medieval salga de lo razonableen esta secuenciade dignificación v justificación de la magia amatoria. 'e0 Es sabido el eco que las condenacioneslegalestienen en lasPartidas, en la VII de las cuales, XIII, 2. se expresa:.Otrosí defendemosque ninguno non sea osado de fazer imáginesde cera, nin de metal nin de otros fechizosmalos para enamorar los homes con las mugeres,nin para panir el amor que algunoshobiesenentre sí. Et aun defendemosque ninguno non se¿osado de dar yerbas nin brebage a home o a muger por razón de enamoramien¡o>{cit. por A. G.{RxosARrstxr, M.zgrri,-supersticiónen la lite¡atura c¿sÍellanamedieual, páe. 201 ).
ANIOR Y ]tfAGIA
cosa bien diferente serála general alusión a la intervención voluntaria del demonio, cuyo cometido es naturalmenteel de tentar a los humanos en las circunstanciasmás propicias paru é1 en uno u offo momento de la vida amorosade personajesliterarios. Así, por ejemplo, el papel de la música en el Libro de Apolonio. Es intermediaria para provocar el amor bereostan típico de Luciana (
lel Véase la Historia de Apolonío y la versión incluida en la versión castellana de la Confessío lmantis. En el primer texto, el enamoramientosucededespuésde que Apolonio ha tocado inmejorablemente la vihuela y Luciana lo ha r.'istoy, sobre todo, oye las cosasbuenas que dicen los cortesanosdel advenedizo; en la obra de Gov¡er, el enamoramiento ocurre tras días de relación docente entre ambos. Véanse los textos publicados por Alan D. DEvpnr'toNo, ed., Apollonius of Tt,re, Tuo Fifteenth-Century SpanishProse Ror/,tnces: de Apolonío" and del Amante>. Apolon'-o de Tlro,Exeter: "HJstorid "Confis,-ón University Press, 1973, págs.26 y 27. te2 Véase, desde luego, Daniel Dst¡oto, *Dos notas sobre el Libro de Apolonior,,8H,74 11972), págs.291-)30. ler Véase su Coñnica del rey don Rodrigo con la destruyción de España, Alcalá: Juan Gutiérrez Ursino, 1587, fols. 82v-8Jr. Cito por esta edición que tengo a mano, pero será necesariocuanto antes disponer de una buena edición crítica de la obra, que necesitamosescandalosamente. Alguno de estos pasajesa los que aquí nos referimos han sido recordados, al paso del argumento, por A. GanRosa RtsrN,r, Magü y superstición en la literdtura caslellana medieual, pág. 46\ y por Francisco J. Florcs AnRoyu¡r-o, El diablo en Espaíia,Madrid: Alianza Editorial, 1985, pág. 21.
9-.I
I.-{PITULO CUARTO a los estradospor le meter en ellosde tal gtrisaque oviesseiug,rrde acabar lo que codiciava,ca la natr.lradel diablo nLres para fizer bien, anreses para de un mal hazer ciento v del bien tol'nar en ¡lrl, r' como halla la personamudable más unos tiem¡rq5cllle otros, estápfesto para llevar su camino.Y assícomo espg¡¿votiempo que el rev se encendresse en cosas que a él plazía1>ara se las poner en coraEón,nuncade cabeé1se partía.Y como lo vio que se en¿lmorava de la Cava,púsole en el coraqónpara 1o reafirmarmás en el mal que estuviesse en lugar que pudiessebien mirar lo que las donzellashazían.Y encubrióseIo mejor que pudo el rev v no se quiso ecl.rara dormir, \' estrl\'oesperandoqué fin ar,ránlos juegosdesta donzelJa.Y como la huerta era muv guardadav cercadade muv grandes tapiasv allí donde ellasandavanno las podían ver sino de la cámaradel re\ \' r1ose guardaran. nles h,rzíenio qLreen plazerles verríaa:sí como si fuessenen sus cámaras.Y creció porfia entre ellas,clesqueuna \¡ezgran pieEauvieron jugado, de quién tenía más gentil cuerpo, r' uviéronsede desnudar'1' quedar en pelotes apretadosque teníar.rde fina escarlata,r' parecíansele los pecl-ros v lo más de las tetillas.Y como el rev la mirava, cadavegadale parecíamejor. r' dezíaque no avíaen todo el mundo donzellaningr-rna. ni dueñac¡ueiguarlarsepudiessea la su hern'rosura ni gracia. Y el Enemigono esperavaotfa cosasino esto v r,'ioque el rev era encendido de su amor. andávaletodar'íaa la oreja que llna vegadacumpliessesu voluntad con ella. Y entró tal inraginagiónen el rev que al no codiciava tanto como averlaa voluntad )' no p¿lra\¡a ojo a la grarrmaldad que hazía a Dios ni contra su mLlgerni la deshonrraque a la dc'nzellav a su padre v a su madre hazia por estarazón.Y aunquea las lezes pensavael gran verro en que tocavar. en la maldad que su coragónar'íacometido,tanro era el amor que teníaque lo oh'idabatodo. Y estoacarrea\¡a la rnalar-rdanga que avía de venir v la destruigiónde Españaque ar,íade aver comienqo para se hazer.Y quiérovosdezir que su costelaciónno podía escussafqlle esto no pasasseassí,r' va Dios lo ar'íadexado en su discreción,r' él por cossaque fuesseno se podía arredrarqlre lro topasseen e1lo.
El re1' acabará diciendo de su pasión a la muchacha en Lrna tierna \, 'cortesana' escena en la que la amada va limpiando con delícadeza. por supuesto, las manos de su soberano, plagadas de aradores de la sarna. No sabríamos decir muy claramente si esa detefn'linación astrológica se reiiere al enamoramiento (cuestión viva cllando se escribe la Crónica súrftlci/7are1), como más arriba hemos apur-rtado,o solamente al carácter de agente
rlr Nótese que |tt Crónic¡ stttttLiuttes telto coeláneoa les polémicai (l reterenciascortesanas anteriornente aludid¿s.de \rillena. de Ferrán trIanuel Lando. etc. 1r'éase. para un¡ fecha concret¿de Ia obr¿ de Pedro del Corral, lo que expone D. C. C:nx.
A\IOR \' \IA(;IA
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intermediarioque la personade Rodrigo tiene para que se lleve a cabo la profetizadapérdidade España.Seguramente, se trata de 1o segundo,habida cuentade que el enamoramiento es súbito,como una pasiónrepentinaa peser de que durantemucho tien-rpoel rev habíatratadov considerado comohija a la Cava.En cualquíercaso,no deja de ser significativa la opinión de Corral, que hace del demonio un agenteintermediariode la tendenciaconstelativa que de nacimientodeterminaai rel,. Bien es verdad, sin embargo,que no podremosdefenderque esarelaciónamorosase ha conjugadocon un pacto diabólico:es mera tentación1e5. Ahora bien, no podremosolvidar aquí que la descripciónde Corral cuadraa la perfeccióncon un típico procesode philocap/zb,precisamente el segundode los nodos de producciónde éstaque ciistinguíael expertoNider, modo que desdeluegose salede la forma estrictaque señalael Tostadoo que nos pareceser el de Meiibea. También se podrían revisarorros casosde rentacióndiabólicaque acaba en una transformaciónde las potenciasanímicasdel tentado,en una situación de verdadero antor bereosque pone en peligro su alma. Como el del encantador milagro narrado en las Cantigasde Santa María, en el que se cuentala conversiónde un caballeroenamorado,que sufretodaslas consecuenciasdel atnor hereosque propicia la pasión.Esta, según su confesor, <.pelodem'era; e poren se trameteu/ de buscar careira pera o ende tirar>>1e('. O, más explícitamente,con la participaciónde una vieja alcahueta, cuando en el Balandrodel sabioMerlfu inicia la tentaciónel diablo Onquiveces,tentaciónque por supuestoestáen la basede la trama de estaobiat''t. No es el caso de agotar el venero,o más bien los torrentes,del tema. Pero, en cuaiquiercaso,la transformaciónv furia de Rodrigo despuésde haber caídoen las redesde la pasión,intervengao no la magiapor persona interpuesta,tiene como resultadouna enajenacióno locura extrema,la que llaman los técnicoslttptnosttas,a la que se puede llegar cuando la enfermedad de amor se enraízaen el individr,rode tendenciamelancólica.Por ia
re5 También como Lrna¡entacitin signiticativapara la tbrmación de un caballero,mezcladacon un proceso de posesión en forma de súcubo por parte del demonio, puede interpretarseel maravilloso pasajede la D¡tt¿ tlel ldgo del Cif¿r. Una cla¡a treclición judeo-cristiana.la de Ia existenciade reroños mixtos de las dos criaturas preferidas de Dios. los ár-rgeles malos v los hombres, esrátambién presenrc en ese episodio; no se oh'icie que del matrinonio del Di¿blc¡con el hijo de Cifar n¿ce Alberto Di¿hlr,. duro v travieso caballeropero con sr,rlado bueno. Dejamos. sin embargo.fuera de nuestro trabajo estt, tema empárentadonaturalmentecon el principal que aqr,ríinreresa. t"o \X/alterMrrru¡xx. Canttgdsde S¡nt¿ f,,Idn¡.I. Coimbra: Universidad, 1959, págs. 19-51 r''r VéasePedro Botltc;¡s. ec!..El bal¡ndro Jel s¡bio Merlln segtirt tex/o el de /¡ etltciónde Btry,, .., 1 1 9 8 ,I . B a r c e l o n a S : e l e c c i o n eBs i b l i ó f i l a s .1 9 5 7 .c a p í r u l op r i m e r o . \ ¡ é a s el o q u e d i c e N L E . R r c t , t : . . , al propósito lThe Euolution ol'the Go Beltueenin SpdntshLtter¿turetbroryh the SixteentJCentttr.;.i..tt' 15-16).
96
CAPÍTULO CUARTO
vitaiidad del tema en la novela caballerescano debe de extrañarnossu utilización aquíl't, pero sí conviene resaltarlaen un contexto como éste en el que nos mo\¡emos:trataríasede una secuenciacompletaidéndca a otros personajesliterarios que han sufrido philocaptiopor cualquierade las causas distinguidas. Pero podemos afirmar que algún orro rexro 'literario' del siglo xv se p¡esentamás explícito por lo que se refiere a amor v magia. Nos referimos al Llbro de los exenplospor a,b.c.de Clemente Sánchezde Vercialtee,cuyo ejemplo 23 nos presentauna versión de ot¡o bien representadoen variadas compilaciones,incluso españolas,como la raducción castellanadel Speculum lalcorunt, el Espéculode los legos200. como ha señaladoJean Leclercq, <<mientras que los escritosespirituales analizanlas complejas actitudes inreriores de almas enregadas a práctica religiosaque \¡an a la búsquedade una íntima unión con Dios, estasescenas domésticas[as de los exempla] nos hacen asistir a los actos y a los sentimientos espontáneosde cristianosimplicados en la vida ordinariar>2'l.Así, que en los ejemplariosmedievalesseacomienteadmitir el papel de la magia no es nada extraño, habida cuenra de los aspecrosdoctrinalesy jurídicos a los que antesnos referíamosy de la circunstanciade que el arraigo de estas prácticasen casi todos los esrratosde la sociedadmedievalobligabaa los predicadoresa hacer acopio de referenciaso experienciasal objeto de retratar el pecado y, si posible, convertir a los pecadores.Entre los medios con los que cuentan estánlos ejemplos. No será nada extraordina¡io, pues, enconrar hojeando compilaciones de sermonesde los siglosXtv v XV invectivascontra prácticasmágicas,pero en especialcontra las de la magia amatoria2}2. Así, Vicente Ferrer, predicando en Salamancadurante su periplo castellano,truena contra quienesacuden a hechiceraspara pro\¡ocar el amor de terceros.Y eso -denuncia el
1e8 Véase,por eiemplo, Ma¡ina B¡tn. Romanzt di cauallerid.Il oFurioso, e iL rcmanzc¡italiano del printo cirtquecenlo,Roma: Bulzoni editore, 1987, págs. 8l-108, en especial el patágtafo rrDal]'dnor bereos alla luptnositayr,págs. 83-94. rw Véase John Es¡er K¡lt-¡R, ed., Clemente Sánchezde Vercial, Ltbro de kts exenplospor a.b.c., M a d r i d : C . S . L C . .1 9 6 1 ,p á g s .4 1 - 4 6 . 2ú Para ello, véaseFrede¡ick C. Tus¡cH, lndex Exemplorum.A Handbook of Medtet:al Religious T¿l¿s,Helsinki: Academia ScientiarumFennica, 1981,n.,,)566. 20r Dom.|ean LEcLERCe,I nonocí e ntalrtttonio. íl Lln'intlaginesul XII ¡ecok¡,pág. 110. 202 Véase,ademásde los ejemplos citados en la nota anterior, las relerenciasdel mismo Tus¡cu, n.. 1091. Y sobre sermonesconcretossobre la magia, incluida también la amatoria,véaseLouis Bounc¡t¡-, La Chaitefransaíseat Xll, siécled'aprésles n¡anuscifs,París, 1879 (reimpr, de Ginebra: Slatkine. l97l). p r í g s .3 1 3 v s i g s .
AN{OR Y NÍAGIA
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santo valenciano- es bien común
rl)1 Hemos dedicado atención al periplo castellanov hablamos de las fuentes para acceder a los sermoneso resúmenesconsen'adosde esas andanzasen nuestro .La predicación castellanade san V i c e n t eF e r r e r " . B R A B L B . l 9 ( l 9 8 l - 1 9 8 , { ) ,p á g s .2 3 5 - 3 0 9 :rr Véase P. N. C¡Rrsn. An Edition of Vtlliam of Malmesbury's Tredtise on tbe Miracles on the \tugin Man*, tesis inédita de la Universidad de Oxford, 1959, págs. 194-198y 118.181 (citando porJ. LeclrncQ, I mon¿cie il tnaninonío. Un'mdaginesu/ Xil secolo,pág.112, cuyo resumenutilizamosaquí).
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cuARro cAPÍruLo
go, se mantiene el procedimiento de Ia phtlocapttocon directa intervención del demonio,descritocon más detalle,si cabe20t: E o den.rotornoutoste I e feze-alog' enfermar, e enaenfermidade| {ez-laen tal guisar.nal'ar que seupadree samadreI a querianporeÍItrlatar; lla tollia. mai-locrerigodasmáosI muit'agvnna Muyt'émayoro ben-fazer... E entonatanfremosoI o crerigolle pareceu que a poucasd'amordele I logossenon enssandeceu, ca o demo,de mal chao,I en tal guisaa encendeu quediss'enton a seupadre I quelogossecasaria. Los autoresde los ejemplariosse andancon cuidadoa la hora de tratar los predica' el tema. Y veremoscómo los que utilizan estascompilaciones, dores,tambiénse ocupany tratan desdeel punto de vista doctrinal,canónico 1z¡noru1el asunto, Pero mencionábamosantesun ejemplo recogido por Sánchezde Vercial en su Libro de los exeuplospor a.b.c., cuya versión, frente a otras de ejemplariosconocidos,es bastanteoriginal en su desamollo, lo que parecedebido, más que a la fuente que utiliza, al tratamientoliterario que el Arcedianode Valderasimprime a su trabajo.Ya sabemos,en efecto, que el Libro de los exemplor<<muestra más que ninguna otra colecciónanterior a Scbimpf und Ernst de Pauli un interés en la calidad del desamollo namativode la anécdota>>; su autor parece estar más preocupadopor la elaboraciónliteraria v por la propia rama del clrento que por la edificación Y, en efecto,mientras que en la versión de los de sus lectoreso usuarios2ot'. aparece Gestaromanorufilo en la del Speculantlcicoruuno en\/itas pdtrum2o'el ejemplo simpiificado al máximo e insistiendosólo en el mero pacto colr el demonio2u8, en la versiónde Sánchezde Vercial entra un intermediario, que es Lrn<<encantador malífico>,G\ taaléficodel Tostado y de tantos otros), que encaminahacia el demonio al muchachoque quiere lograr el amor de pacto diabólicoconduce una doncellanoble, hifa de su amo.El consiguiente a la joven hasta la locura de amor, que pide el matrimonio sin recatarse (como una Luciana más), para acabarcon la inten'ención de san Basilio,
r 1 ) 5 V ' . l V f ¡ r r u ¡ x x . C a n t i g a st l e S ¿ n t dM d r i a , I I . C o i m b r a : U n i v e r s i d a d .1 9 6 i . p á g s .6 8 - 6 9 . E s I a c a n t i g a1 2 5 . 106 Son acerradasconsideracionesde Tug¡cu, lndex exemplotutn.pÁg.)22. r¡: \'éase en NilcxE, P¿¿¡rologid l¿Ill'ild,7). col. )02. Para el Speculu,z,la versión española(-1.N{.' I\fi.rttpo¡No. ed.. Espétulode los legos,N{adrid: C.S.I.C., 195-1.págs. 127-128). r"" Es sob¡e lo que principaL.nenrellama la atenciónA- G¡ruros¡ RtstNl. ,\,fagrat, supersticiónen ld I t I:c r ¡| tt n t , n e , / e i t ' ¡I c ¡sI cI l ¿no , p á q s .I 1 6 - l 1 7 .
ANIOR Y i\lAGIA
quien arrebatala cafia de compromisoal diablo v la rompe, liberando así ,rl joven.Ademásde estasincorporaciones, Sánchezde Vercial animamuchísimo con diálogosal seco andamiajenamativode sus modelos.Eran siglos. sin embargo,los que fahabanpara que un doctor Fausto salierade aquí. Nos pareceevidenteque ésteintroduceal intermediariobrujo para enriquecerliterariamentela facturacióndel pacto diabólico,1omismo qr-reenriquecesu cuentoa basede retratarnospausadamente la insaniade la donce11a.Su andadurademuesra bien a las clarasel adagiocon el que Sánchez de Vercial encabezael ejemplo, sobre el consabidopoder de amor (<.Amore vehemenciusnil furorisn); demuestraesto probabiementemás que otras cuestionesde índole edificante. En la intervención ¿meramenteanecdótica?del demonio en la Crónica sarracina,en la moderada participaciór-rdel hechicero en el Libro de los por a.b.c.nos pareceadvertiruna especiede'censuraprevia'en el exernplos tratamiento del tema de la magia cuando éste se realízaen Lln contexto probablementecortesanoy con fines más bien literarios. Esa 'censurapre'moralina' o a considerarcomo via' que, en ocasiones,obliga a teñir de mera supersticiónlo que en manosde expertosmaestrosnaturalistaspuede en un contexto de razones,de convertirseen algo explicabie precisan'rente causasy efectosnatLlrales. Este campo en el qr-reel Tostado se mueve, en el que se mueven otros y extranjeros,paraleloal campojurídico o, si se sesudosmaestrosespañoles nos permite emplear estostérminos, doctrinal e inquisitorial, es campo más abierto. Pues la peligrosídadque conllevael poner de manifiestolos procedimientosde maleficioes mayor, entre otras cosas,porque en esosasuntos intervienedirectamenteel demonio y se cometecomúnmenteherejíagravísima, la adoraciónde éste.Ello obliga a silenciaro a difuminar el tema en ambientesno doctrinaies,a no ser que se persigan fines de edificación u otros ejemplares, en cuyo ámbito podría ser apropiadoun uso del argumento de la magia. Pero en ambientesmás bien literarioso cortesanosse puede llegar a negarprocedimientos,al parecer,de magiaamatoria.Hasta cierto punto, se hacepatentela duda en eI ArEipreste de Talauera.Conocidas,por otro lado, son las coplas del Laberinto de Fortnna, de Juande Mena, en las que Provi' dencia niega la validez de ciertos medios para lograr la philocapt¿o.Recuérdesela CX2oe'
20" VéaseMiguel Angel PÉn¡z Pnreco, ed.,Juan de Mena, Laberinto tle Fctrtun¡. Poen¿s t¡¡r,'tor, l v l ¿ d ¡ i d :E d i t o r a N a c i o n a l .1 9 7 6 .p á s s . 1 0 0 - 1 0 1 .
r00
CAPÍTULO CUARTO
Respusoriendola mi compañera: <.Nicausan ni guardansin tregua amores, lastelasdel fijo que parela yegua, ni menosagujasfincadasen cera, ni filos de alambre,ni el aguaprimera del mavobevidacon vasode vedra, ni fuerEade yervas,ni virtud de piedra, ni vanaspalabras de la encantaderao. La copla de Mena, como ya pusierade manifiestosu primer comentador, Hernán Núñez, es remedo, por lo que a su sentido se refiere, de un pasaje del Ars artatoria2lj.También Hernán Núñez nos advierreque <
:rrr \/éase Juan de Mrv,l, Las .CCC. del /anosíssinzo poeta luan de Men¿ cott glosa lde Hernán Núñezl. Sevilla: Tres Compañeros Alemanes. 1499, fol. lxxi'. Véase, manteniendo la misma opinión, Nlaría Rosa LIo¡o¿ Mar-xIrl, ludn de NIena,poeta del Prerenacit¿ienloespañol,lvféxico:El Colegio de N1éxico,1950. pág. 51. :rr Véase,para todo esto,Anne-Marie Tupt¡, Lu magiedans poésie la latíne,I. Des ort:ginesi la fin du régued'Auguste.París: Les Belles Lettres. 1976, págs.2t-J18. Para Horacio, Sah.atoreSergio Ixc,t. LI-IN¡, Or¿:¡o e la maga (Sat. l8; Epodi 5 e 17).Palerno: Palumbo, 197'1. 2r2 A.-l\{ Tvpyt, oh. cit., pág. )81. :rr Así, en ac¡ueltexto del siglo xrt: <.Ciles¡ decéuz entreset/ qui por amor charmoie et fet; / por retenir amor veraie,/ ne porte herbe ne charmoie, / Ch¿rmesest oevre de deable, / molt sonr desloial er corpable / qui les maintienent et les croient, / ge criem molt que dampnéz ne soienr. / Ce te lo ge bien et ensaing,/ se mon conseil n'as en desdaing,,/ que tu ne faces sorcerie,/ qrre pechiez est et
ATÍOR \' ]\,ÍAGIA
lt) 1
Lo cierto, sin embargo, es que podría ser interpretado como un tanto superficial el juicio de Juan de Mena cuando, desdela laden del lector del Ars amatoria,da de lado a toda la otra radición más acendradadurante la edad media que nos presentade hecho la doble faceracultural de índole docta y de índole popular, que en el caso de un Alfonso de Madrigal se presentacon la objetividad científicapropia del técnico en cuestionesnaturales. El autor, más viejo que el Comendador Griego, del Tratado de amor atribuido a Juan de Mena, acasoteniendo en cuenta las coplas del poeta cordobés,o utilizando un comentariode éstas,niega en redondo estosmeDesde nuesdios que ..por artefigiode mágicosobiectosse tientan faze>>214. tro punto de vista, sin embargo,es posible, como expondremosmás adelante, dudar del caráctereminentementedoctinal de estetexto, circunscribiéndolo a un limitado ámbito literario. Andando por otros caminos,Juan de Mena sí hará argumento literario de la verdad de una de las variantesde la magia maléfica,la necromancia, en el conocido pasajede las coplas CCXLV y siguientesdel Laberinto de Fortuna, en el que, como todo el mundo sabe,la magade Valladolid resucita a un muerto mediante un conjuro dirigido a Plutón, al Demonio, con el objeto de obtener cierta información del futuro de don Álvato de Luna. Extraña que esta variante de Ia magia se trate aquí con seriedad.Tanto la presunta alusión a 7a amatoría, como ésta a la neuomanczT,tienen sus antecedentesliterarios2rs,de modo que no es posible entender una como cita literaria y otra como rigurosa representaciónde un hecho histórico, segúnhan mantenido algunos.
vilennie. / Se querre ruels amors durable, / molt te couvient estre amiablen (Maestro EIia, Ot,ide de arte, w.717-790, en A. M. FINoI-I,ed.,
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cAPÍruLo cuARro
Habrá que resolverel probiema derivadodel distinto tratamientoque Juan de NIenahace de dos tipos de magiapor otrasvías.Así, por lo que se refiere a las interrelacionesde amor y magia durante el siglo X\¡. cabría mantenerque existendos posturasencontradas, la de aquellosque no creen y relación que en la de causa efectov la de los sí creen,tengano no tengan unos modelosliterariospara piasmarsobreei papel suspropias creencias. La cuestiónes más técnica de lo que a nosoros pueda parecer.De hecho,es evidenteque si nos remitimosa la prácticainquisitorial,dispuesta por los canonistascatólicos,como Eimeric, sus autoridadesy slls comentadores,asícomo tambiéna los manualesde los calificadores del SantoOficio; o si nos remitimosa los tratadistas,como elM¡tlleusma/eJ'icarunz,lasDisquisítíonesmagica de Martín del Río, o cualquieraotro de los técnicoso divulgadores,por ejemploCiruelo o Castañaga, advertimosenseguidaque el propráctica blema no es tanto la en sí, con sus compiernentossupersticiosos (como los calificaelDirectorium deI dominico catalán),cuantoel índice de participacióndirectadel demonio. Es por esopor lo que, en el casode Mena, es posibleesaaparentedoble verdad en el cuerpo del Laberíntotle Fortuna.Los mediosfarmacológicos,o propios de una lista de mediossupersticiosos, que se puedenemplearpara pro\¡ocarel amor (o paraeliminarlo,comose extiendeei anónimodelTratado de atnor atribuido al cordobés),puedenser efectivoso no, va de opiniones (como señalanuestromaestrosalmantinoHernán Núñez).Inclusose pueden incluir en la nóminalas bienquerenclas, que dice Alfbnso Martínezde Toledo, prácticasfarmacológicas atenuadas diabólicas216. o moderadamente Ahora bien, cuando sobrevieneun intermediario,la bruja de Valladolid por ejemplo, que Mena trae a escena,y procede a una púctica mágica conjr-rrandoal Demonio para que beneficíeen una apropiada situación con el obieto de qr"reresuciteun cadár,er(necromancia, en última instancia); cuando eso ocurre, IlIena no deja resquicioala duda sobrela eficaciade la magra.Y para que no quedenada obscurolo que piensa,Mena planta en el cuerpo del Laberinlo un conjuro, una invocación al Maligno. (Y no puede olr,idarseque, a la hora de calificar el delito, a ambos casosde necrornancia r- pbllocdptioincluso los más críticos de los canonist¿rs dan el mismo nivel de herejía.Alfonso de Castro insisteen que ni ei Demonio puede sustituir al Creador en sus ¿rtributos-no puede resucitar,pues, si no es con falsa apariencia-, ni puede dominar la voluntad,ni obligar a amar,como creen bi'). algunosidtotde.Estosson herejespor creerlo216 :r¡r Véase NL.l. RLcclruo, Tbe Et'olution o/ tbe Go-Betuen in SpaníshLiter¡twc, throngL tl e Sixleenth Centun. pág. l). :rnh'' Alfonso de C-lsrno. Dt, íust¿ h¿ereticoutnpuuttione, fbls. .{)r v 49v.
A\IOR }' NIAGIA
No existe,pues,ninguna conradicción por parte de Juan de Mena. D. hecho,los tratadistasinsistenen que nada valen,si no es por su extensidr.l naturalo médica,los filtros o pócimasamorosas. Así se expresaEimeric2l;: questionum, quamfecitin cor-rclusio Idem Oldradusin compilirtione 210 questione, qua querituran Ioannesde Poliaco,qui deditpoculaamatoria questionis mulieri,sit suspectus de heresivehemerrter, in responsione dicit sic: Nunc ergo videndumest an dare poculaamatoriamuiieri heresim sapiatmanifeste. Et videturquod sortilegiasimpliciavel etiampoculaamatoria...heresimnon sapiantmanifeste... Imagines verofaceread amorem procurandum, mulierurn magisvidetursuperstitiosum quanrha:reticum. Es, pues, lógica la condenaciónde cualquierpersonarazonable,como Mena, al referirsea estascuestiones. Otra cosaes cuandoen asuntosamorososparticipade modo directo el Maligno,porque ya no se trata de prácticas supersticiosas, sino de seriasactividadesheréticas.Eimeric, sin embargo, señalagrados dif'erentesen esasmismasrelacionescon el Demonio: pudicitiammuliens,tunc qura Si verodemones invocentur ad tentandum invocaturad illud, quod est propriumeis,scilicettentare(.,.),licet hoc faceresit turpe,foedumet mortalepeccatum, tamennon censentur heresimsaperemanifeste. Si invocatioproceditper modumimperii,non adorationis.Si enimadorarehereticum, esth€reticum,vel sapitheresimmanifeste,et hoc non estpropterpersonam, sedproptervitium,ergoubi erit maiusvitiurn,sicutestin adoratione Diaboli,maiuserit peccatum... No era, sin embargo,tan claro el pensamientoinquisitorial,matizadoen sucesivosmanuales de calificadoresdel Santo Oficio, uno de los cuales, aunque tardío, nos serviráde punto de referenciamás abajo.Y la prueba de ello es que cuando Peña comentaelDirectoriuru tnqutst'lorttmperfila ya más exactamentela cuestión,como tantosoüos autoresde derechocanónicoen los que se apova Eimeric y sus continuadoresen oficío tan necesariocuanto digno. Así, Peña, aprovechándosede las conclusionesde especialistas como Paulo Grillando y Alfonso de Castro, señalabaal pie de la letra de la primera de nuestrascitasanterioresque es costumbregravey propia de sustiempos"8 el propinar pócimas amatoriaspara quitar la voiuntad v obligar a amar, prácticaque más lleva a enfermarqlle a amar, como señalabaorrora Ovidio, y que en sí es más supersticiosa e inútil que herética.
:t: Direcloriun in¿l/.t¡silorilftt... cun/ cottilt¿'ltt.lttisFranci-rciPegt¡¿r,Roma: In.lEdibus Populi Rontanr. 1 5 8 7 ,p á g , 1 . 1 0 1l a c i t a p o s t e r i o rd e l c t ¡ m e n r ¡ d o r p , á g s .3 { . 1 - i 1 5 . 2 r f P e ñ a e s c ¡ i b ee n l a s e g u n d am i t a c ld r ' l s i g l ox v r . p e r o s u s¡ u ¡ o r i d a d e ss o n a n r e r i o r e sA. q u í u t i l i z . r a Paulo Grillando.
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CAPITULO CUARTO
Cuestión muy distinta, con repercusionesprocesalesy penalesmás graves, es la que salta cuando interviene el Diablo, cuando se le invoca con el fin de que colabore en el proceso de pbilocaptio (o de necromancia,como la bruja de Mena): Hac estalteradifficultasetiamvaldefrequens:s€peenimamantisstimulis libidinis agitati demonesinvocant,ut illi flectantanimum illius quam amantin amoremturpem.Et communisoppinio est taleminvocationem non saperemanifestam heresim,quia demontunc invocaturad id quod sibi competit,quod esttentare..,Verumplurimunrefertintelligerequibus verbisfiat hecinvocatio, an imperativis. ur iubeo,precipio,impero.constringo et similibus;an vero deprecati.zis, ut precor,oro, obsecro,obtestor et aliis huiusmodi,ut ex Oldrado indicathic Eymericus.Nam si primo modo fiat, nulla heresisintervenitmanifesta;secussi secundoper verba que adorationem deprecativa. includunt... Secuses, en efecto, pues se deriva de las palabrasde la invocación un culto de latría al Demonio, lo que es evidentementemuy grave para el inquisidor. Según eso, pues, para muchos no es suficiente con la invocación para emitir un juicio, sino que es necesariodilucidar 7a categoríade aquélla. Tal actitud no era desde luego la única con respectoa la práctica de la magia amorosa.Como expresabaPeña más abajo,acabaimportando poco el índice herético de la invocación, pues sea como sea, y de acuerdo con oros juristas tan antiguos,cualquier invocaciónal Demonio es herética. Herética y efectiva.Así lo consideranotros manualespara inquisidores, como el de Pietro Alberghini, quien establece,con otros autoresanreriores, dos clasesde maleficio,el primero de los cualeses el amatorío,efectivocon la intervencióndel Demonio,puespor lo que se refiere<
A]\fOR 1'I\IAGIA
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Para el Tostado y otros autoresmás o menos relacionadoscon estas de pltilocuestiones,los participantesen una relación mágicacondenable22t captio sonél amante,el intermediario que profiere la invocacióndemoníaca, el destinatariode éstay, en fin, la víctima del demonio.Los adminículosde unos y otros son elementosque de por sí no significannada, a no ser que o el laboratoríocelestinesco). sean instrumento(por ejemplo, el "hilado" Cuando éstosconcurren,nos las habemoscon algo punible. Como es punible el mismo procedimiento destinado a la adír'inacíónnecromántica.Pero no por todo esto,por los cambiantestérminos de los inquisidores,podemos dar de lado a la intervencióngratuita por parte del demonio, sin medios humanos, como pueda constituir la bruja, en los procesosde pbílocaptio. Nider habla de algunasmulieresque realizansortilegiossobre objetos materiales, como habaso testículosde gallo, para interferir en cuestionesamatorias, y advierte que talessortilegiostienen fueruano por la materia, sino por independientementede la decisión la intervención directa del demonio222, rondará siempre el Maligno. de cualquier Celestina,cerca de la cual Juan de Mena, pues,no se muestraescépticocon relacióna unos procesos mágicos,mientrasque autorizaoros,. sino que, como el Tostado y sus engañifas coetáneos,distinguebien entre magia y prácticassupersticiosas. alineadascon lo demoníacopero que no se identifican con éste o forman parte del mismo círculo. Su creenciaes del mismo tenor que la de Alfonso de Madrigal, de Clemente Sánchezde Vercial, de Pedro del Conal, de Hernán Núñez, etc., etc., hastade Fernandode Rojas.No puede perderse de vista, sin embargo, que Juan de Mena se erige en abanderado de la renovación social; y uno de los crisoles más significativosde la evídente difracción entre la cultura popular y la docta a fines de la edad media - con represivaactuaciónpor parte de ésta en contra de aquélla- va a ser la magia, y hasta podría decirse, taraceandodel Tostado, precipue tln causis antatoriis.Las superioresrazonesmoralesdeJuan de Mena son equiparables
otro lado, en la época de Alberghini se acentúa de nuevo ll persecucióncontra las brujas. adormecida durante los años de atención a otras herejíasmás covunturales¡t coincidiendo con una reaccicincontra las posturasde los críticos,como Spéey otros (r'éaselulio C.rno B.lRol¡, L¿r hrujast su muntlo,Madrid: A l i a n z a .l 9 7 l r ) . 221 En el caso que el Tostado proponía para ilustrar la magia amatoria,debe notarseque participa abiertamenteun experto desligador,al objeto de elirninar al Maligno de un determinado lugar o de una determinada persona!de acuerdo con la t¡adición patística v jurídica posterior. Lc¡ mismtr que ocrrrrc en el ejemplo reelaboradopor Sánchezde Vercial. 222 Liber insignis de naleficiis et eorum deceptionibus,singu/ari studio ex ipsius Fonnic¿n:o.. selt¿:" pág.495.
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a las de los conservadores de la moral con minúsculay, sobretodo, de la fe, como los predicadoreso como los inquisidores(véasemás arriba)22i. Con estebagaje,parecerazonablellegarnoshastaCelestina.Acabamosde ver que Ia censurade ias prácticasque concurrenen un procesode philocaptio estaba,en los mediosinquisitoriales, condicionada a vecespor el índicedemonológicode las mismasprácticasinvocatorias, por más que oüos testimonios, inclusode comentadores por lo que a esteasuntose del moderadoy escéptico reiiere Nicolás Eimeric o de clásicosde la literaturademonológica,comoJuan Nider, planteabanla condenaciónde casi todas las prácticas,calificándolas lJ.anay absolutamentede herejes.Pero lo cierto es que, mientrasque unos entiendencomo meramentesupersticiosas actividades, determinadas tal la preparaciónde filtros amorososo de imágeneso figurasde cera,otros entienden como heréticasy condenablesaquellasen las que intervienendirectamentelos cuatroelementosbásicos:Diablo, magoo maga,como incitadoresdel rnaleficio, v el destinatario o receptorde éste. Para el Tostado,y paraotros -lo veíamos-,la magiaes principalmente útil en cuestionesamatorias.Es más, \a magiaes un agenteextraordinario para los cambios de ánimo, en especialcon repercusiónen \a fantasía.Y veíamosque en la fantasíaradicabaprecisamenteel padecimientoamoroso. Concretandoen la obra de Rojas,hav quienespiensanque Celestinatiene uno de susejesargumentales en la magia;quienespiensanque se trata de una cuestiónmeramenteornamental;quienesmantienenla existenciade un doble vector de acción:la magiacomo efectivaen el propio pensamientode la tercera. la magiav la supersticióncomo elementomeramentecaracteúzadorde la intermediaria.El problema de la críticaha sido siempreel de justificar con detallev de forma palmariasusafirmacionesal respectoy la posturaadoptada. Es, sin embargo,cierto que los primerosv los tercerosse han visto obligados a desarrollarmás sus argumentos,en un¿rsuertede ejercicioerudito tendente a reconstruirel pensamientosobre el asuntoque manteníanlos coetáneosde Rojasr2r. Así, el tantasvecescitado Peter Russellha abiertoel patrón crítico sobreel que, en ciertomodo, queremospespuntearaquí. Tenemos ya mentada una serie de materialesy se ha evaluadoel papel de amor r. magia en contextosbien familiaresa Rojas,familiaressi 1ovemos como lector v como usufructuadorde una educaciónerotolóeicauniversita-
:rr No será ocioso recurrir aquí, con la cautela necesariaante planteaniientosde indole agónico. a las excelenteslíneasde Carlo GIxzRunc, El queso ,- Ios gusanos.E/ costuos,segúnun molineto de/ siglo X\?. Barcelona:trluchnik Edítores. 1986, especialmenrepágs.24-27 v 181-185. 221 \'éase, para una rer,isiónbibliográfica, Joseph T. SNo$', .Celeilrttt> bl Fern¿ndode Rojas:An Annoldled Bibliogrdphr of World lnlerest 19J0-1985.N{aCison:Seminarvof Medieval Hispanic Srudies. 19 8 5 .
AIIOR \' IfAGiA
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ria. No podrá negarse, al menos,que en estode la importanciade la magiaen Celestinapodremosrecabarinformaciónno sólo en el ámbito especializado coetáneoa su autor.De hecho,enlaComediade Rojassedan esosingredientes básicosa los que antesnos referíamospara un procesode philocaptiocon Ia interr.'ención del demonio(origen,Calisto;destinatario, Melibea;intermediario, Celestina). Peroesque,además,la propiautilizaciónde la magiaesuna opción que no carecede importancia,puestoque es evidenteque el génerono la exigía,ni a Rojasni a nadie: de haber queridoplantearen términosmeramente idílicosel comerciode dos enamorados , teníaa su disposiciónel modelode la Histortade duobusa¡nantibus:v no sóloestosmaterialei,sino tambiénsu modelo máscercano,el Aucto 1, ademásde otrostextosprobablemente anteriores a la obra de Rojasque sebeneficiande patronescomunes,como la Repeticiónde d?ltores de Lucenao el recientemente exhumadoTrtttadode amores. Sin necesidad de desarrollaresteúltimo asDecto. comosi de un arsumento de silenciose tratara.es.sin embargo.cuestiónbásicapara cualquieráe] examen de las características de hechicera,de bruja con el que Celestinase nos presenta;el análisisde la clasede sus reiacionescon el demonio,para llegar a algún puerto en esto.Puesveíamoshastaqué punto era necesariofijar estas últimas desdeel punto de vista jurídico de la prácticainquisitorialpara llegar a la distinciónentrelo que es una modalidadde pecaminosidad supersticiosa levementepunibie v entre una actividadque irnplicarapacto diabólíco,de magia negra, grave hasta la condena a muerte. Las referenciasa resultados penalesque se puedenespigaren la mismaobra de Rojasno puedenser más claras:la propia maestrade Celestina, la madrede Pármer-ro, sufreciertamente las penaspropiasde las prácticashechiceriles; Celestina,también. Cuando el género se sedimenta concretándoseen la forma que Rojas imprime a la comediahumanísticav la superstición,más que la magia,se convíerteen tema obligado,los continuadoressac¿rn partido de esteaspecto pero no van m¿ísallá: se trata del uso de del carácterde las intermediarias, un superficialmotivo. Varios testimoniosde esto podrían aportarse22t, pero uno nuevo aunque tardío, inch-ridoen un¿lreaparecidacomedia celestinesca manuscrita,Ia Tragicomediade Poli¿loro), Casandrina22o, nos lega la mejor genealogíay su contexto de la trotaconventosdel género.Escribe su anónimo autor que Corneja,la medianera, 22' Aunque Pierre HEUG¡Srenur.lcia ¿biertamentea seguirla línea.sí empiezaa hacerjuslcia a quienes han estudiadoel asunto(r'éaseol¡ Céléstine"el s¡ clescendtuc,' ¿/¡7r¿l¿. Burdeos:Institut d'Etr-rdes Ibériqr,res e t I b é r o - A m é r i c a i n edse l ' U n i v e r s i t é d e B o r d e a u x ,1 9 7 3 .p r í g s .5 J 5 - 5 J 8 t\./ é a s ep. o r s u p u e s r ol \. f . ' 1 .R L c ; c ¡ nto. fl:e Etohtlon o.{tbe Go'Bctu'cn tn Sptrrsl:Litt'r¡ttt,' tl:rough tl:,' Slxttcttl: C¿ttttn, págs.6.t,il. 216 Esta obra ha sido exhumada por Stefano Aratrr, de los fondos manuscritosde la Biblioteca cle Paiacio,quien la data en el reinado de Felipe II (véase,ahora, StefanoARtr:,
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en donde,en tiempode los ReyesCatólicos,se es naturalde Salamanca, leyanicromancia y diabólicafacultad,la qualpor losbienaventurados Reyes fue desterrada) masno pudo erradicarque comosimienteno dexaserastro puestocaso de sí por muchaspartes,principalmente en libianasmugeres, queel métodoquedóen la antiguaClaudina, queDiosava.A éstasuscedió que comoI'ngeniosa la famosaCelestina, dio tal qüentade sí en el officio, quetuvieraClaudinamásrazónde matallaquetuvo Hipócratesde matara que no Galeno.Traséstafue Elicia,que dizenque es madrede Salustico, a susantecesoras, que,dexandoel luto, sedio tal mañaquedexó degeneró tal memoriade sí que la lloraronestudiantes )' moEosd'espuelas, 1'lasdel colegiode la cadenillaecharonmenossusdocumentos. Llama la atención, en efecto, el contexto genealógicoque plantea el autor -con tanta ironía, claro-, contexto que coincidecon el de Rojas, naturalmente,pero tambiénotras circunstancias indirectamentealudidasestán ahí presentes.Parece clara la referenciaa la justicia inquisitorial de los tiempos de Isabel y Fernando,con la otra a disposicionessobre la enseñanza en Salamancay la censurade libros. No es tiempo de detenerseen este asunto.Pero nos llama más la atenciónel tino del autor al apuntar a una vida extra-académica salmantina,en cuyasaulases cierto que, al menos,se hablaba o se creía de y en Tafuerzade la magia,pracipue in causisamatoriis, como decía el Tostado. Es, sin embargo, a todas luces bastantesignificativopor lo ornamental la utllización de la magia en las continuacionescelestinescas; tan significativo como la inexistencia de la philocaptzoen los congéneresde Celestína rigurosamentecontemporáneos.Pero, ciertamentelas circunstanciasde estas obras son, a nuestro parecer, bien distintas del modelo. Incluso, como mantenemos,el propio modelo había resueltoel problema de la integración de la magia dentro de sus presupuestosdidácticos cuando se conr¡ierteen Tragicomediay rebasalos límites éticos y estéticosde la reprobatioamoris destinadaa un individuo en concreto, el destinatario dela Comedia,el amigo. Por eso no es extraño que en la más cercana expresión del género, cronológicamentehablando, la CotnediaTbebaída,se prefiere no plantear ya la cuestión, a pesar de que la enjundia universitaria de esta obra nos pareceinnegable. El autor de ésta, que va tras de otros presupuestoséticos y requiere otros fines, con otros tipos de personajes,mantiene algunoselementosdel naturalismoamoroso-alguno ),aaludido-, pero modificaostensiblemente otros, descargandode didactismo a la obra (en esencia,eliminando la reprobación del amor pasional por la vía de convertir a éste en marimonial, como en el Tratado de cómo al hombre es necesaríoamar y en otros textos referidos).Por ello eliminacomo de un plumazolos tonos negrosque con-
A.\'IOR Y N,ÍAGIA
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lleva la participación de una intermediaria, como Celestina,Sin embargo. cuando el pedante de Berintho recibe la clarificadota cantade Cantaflua,en la que le comunicaque estápor é1,comenta22T: Mira, hermanaFranquila, ¿Qu'esposibleque estacartaseade mi señora? qu'el espíritumalvadoessuti-l;mira la astuciade que seaprovechó conra la mugerreligiosaen el concibimiento del sabioMerlín; mira no seacosa de arte mágica¿No te acuerdas averleídode aquellanigromantesa Circe, que con suspalabrastrasformólos compañeros de Ulixes? El recuerdo en tal lugar como éste de aspectosde la magia amatoria y de la existenciade los íncubos (también recordadospor Alfonso de Madrigal y por legión de tratadistas)no deja de ser significarivo,a pesar de la ironía de Franquila (
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CAPITULO CUARTO
hazercon hechizosy causaralgún amor do alguno quiere supersticiosamente desonestoentre algunaspersonas>>; también pecan ..los que creen que esto se pueda hazer con arte del diablo>. La censuradel predicador coetáneoa Fernando de Rojas nos declara que esto, fuera o no efectivamenteútil -Montesino parecemostrarseescépticoen la materia,como otros francisy posteriores,como Castro-, era algo comúnmentecreído. canoscoetáneos Nos falta, sin embargo,esenexo bien sancionadoque nos permita asociar a la pasiónamorosacon el demoniopor medio de la magia.Otros testimonios del sigloxv v aun anteriores,tambiénde predicadores o de seriasexponos permiten que presencia siciones doctrinales. mantener la de una intermediaria, vieja por más señas,es )¡a para un lector normal indicio e incluso pruebade la existenciade una prácticademoníaca. Así, el autor del Speculum doctrinaleatribuido a Vincent de Beauvaisrelatalos varios generadoresde la lujuria, entre ellos aparecenlas <
2)'' Specullnt tloctrintt/e.\/enecia:Hermann de Liechtenstein,1191,fbls. 237v-2)8r. Cita¡emossiempre por esta eclicicin. :3ir La larga enumeraciónde maldadesque achacael autor del Spearlum doctinale no es sólo un íntento de prolongar un símbolo, sino la denuncia abierta de quienes son consideradaspeores que los judíos c1r,re crucificaron a Cristo, peores que Herodes que asesinóa t¿nto inocente!peores que Judas. peoresque el mismo infierno. peoresque Busiris,etc. Son también instrumentosdel diablo. del anticristo, .os inmundissimum dvaboli qui separantanimam preciosam a Christo et coniungunt ea dvabolo". <<suntretia et laquei et canesvenatici et furones d¡'abolir,... :1r Fl ..'-,i. nos interesaes el número XXX\tII del Quadragestntale \/ige sa/utts,Hagenaw: Enrique Gran, 1515. El pasajecitado está en el fbl. sign. n iiij',
A.NIOR\' }ÍAGIA
Concupiscentiacarnalisoritur ex vetularum inclinatione.Nam muite personeinnocentesnec cogitant de tali concupiscentia,quas tamen maledictas vetule inclinant seducendo, qlle diaboli exercent officium. Immo sunt n e i o r e so n a n rd e m o n e s . . . Será, sin embargo, otro franciscano el que nos muestre el más descarnado y significativo sentir al respecto. San Jacobo de la Marca expone en su sermón del tercer domingo después de la Epifanía la doctrina sobre la lujuria y, entre las causas que la provocan, señala una cuarta}2: Est vetula multís modis. Prima, quod vetula est instrumentum diaboli. Quia sicut diabolus conatur eicerehomines in peccatum,ita vetula rufiana inciinat iuvenculas ad amatores et docent eas vanitates. Secundo, peior diaboio, quia quod non potest facere diabolo per 15 annos, ipsa facit per unum diem. Memento de coniugibusse amantibuset 15 annis temptavit eos diabolus et qualiter vetula inter eos misit errorem. Nota de iuvencula in apoteca mariti et de uxore in ecclesiacum confessoreet de novaculo postea precipitata pro herbis de monte a diabolo. Tertio, asimilatur serpenti suscipientisfaciem mulieris; sic in vetula rufiana est diabolus et ideo proiectus est in terra et habet in ore mendacium et venenum; sic vetula habet mendacium in ore, decipiendo iuvenculas,quia desperaruriuvenis de ea venenumintoxicandocum amatoribus...Quinto, quia vetulaesr lingua diaboli et per eam diabolusloquitur, sicut fuit lingua serpenris... Se trata, parcialmente, de una repetición de lo anterior. Sin embargo, los exempla aludidos con la concisión propia de unos apuntes autógrafos de sermones denotan mejor el contexto de la condena de la uetula. Desde luego, el primero de los ejemplos que anota el francíscano es el mismo que vemos desarrollado por don Juan Manuel en E/ Conde Lucanor, el número XLII2rr, y el segundo es argumento de fabhau. Y si todo lo mostrado no concluye con la incuestionable integralidad del tema de la magia en Celestina, sí, al menos, destaca la circunstancia pecaminosa v, por tanto, denuncíable en que consiste la provocación del amor por medio de una vieja alcahueta. Porque, desde luego, a juzgar por las offas tres causas principales
2)' Véase Renato Llot, ed., S. Iacobus de Nfarchia,Sermone¡ dominicdles,I, Falconara:Biblioteca F r a n c e s c a n a1,9 7 8 .p á g s .. 1 0 9 - 1 1 0 . :rr Véasetambién, para su gran difusión. F. C. TuercFI, Inder Exemplorun. A HdndboohoJ irtdie. ual Re/igiousTales,n." 5161; Daniel Dtvoto. Introduccíón¿l estudiode don .ludnN{ante/ t'eil pdtttcrlL;t de oEl Conde Lucdno>, N{adrid: Castalia,1972, páss.,1,10-.1.+i.
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CAPÍTULO CUARTO
contemporáneos- seleccionaaquella circunstancialen la que no interviene sólo el par de enamorados, La más condenablepor los manualesde pbcados y por los predicadores,la que más cercanamenterecuerdala dírecta participación del demonio, o de la vieja, que lo mismo vale para ciertasmentalidaoes. En cierto modo, nos pareceevidenteque en el pensamientodel autor de Celestinase superponentanto el mandato caracterizadorde los personajes de determinadosgéneros2!cuanto el mandato de un fin didáctico declarado enla Comedia;y, últimamente,la cómoda opción del personajecaracterizado popularmenteen términos tan negativosy que, en otra esferamás técnica y científica,la universitaria,facilita la integraciónde la magiay de la philo captio, como cómodo recurso didáctico, un tanto dramático, y quién sabe en qué medida burlesco2rt. Si nos atenemosa esto y a la creenciatestimoniadaen las páginasanteriores, el papel de la magia en Celestinaqueda claro, incluso queda claro el posible índice de credulidad de su autor. Este queda aisladoen su propia y genial obra, sin embargo la realidad social coincide con su panoramaerótico. Así lo podemos ver por la informacióz sobre un escándaloamoroso acaecidoen Loja durante los primeros añosdel siglo XVI (véasemás adelante, pág. 171). Acaso más monografíasde caráctermicrohistórico, como la que nos da cuentade esehecho, nos permitan acercarnoscon más confianza y sin resabiosdecimonónicosal 'realismo' de Celestina.Pero aquí, y por ahora, habrá que distinguir bien entre el pensamientoque Rojastiene sobre la magia,como hombre de universidady como hombre de su tiempo, y la utilización literaria que hace del asunto,al serviciode ciertos intereses:doctrina amorosa y práctica Titeraúa,cuyas relaciones,por fortuna, fueron y seránfructíferasen esto de la creación.
:'t Peter RussEI-tlanza ahora la hipótesisde que Rojas tuvie¡a un modelo de carne v hueso para la configuraciónde su personaje.Carne y hueso,humanidad, condenablepor supuestopor quienesdetentan la responsabitidadde la conversióny penitenciade la cristiandad. 215 Unas cuantasconclusionesal respecto,que afectan al n.rundode Rojas y, en última instancia,a todos los problemas estructuralesde Celesttnahemos mantenido en nuesro
CAPITULO QUINTO
El Tratadode cómoal hombre es rcecesario amar y otros textos paródicosuniversitarios Lleea el momento de atender a aspectosde práctica literaria en los que se desarrollael pensamientonaturalistauniversitario.Se ffata de examinar algunasde las facturacíonesde estadoctrina erotológicaque son impostadas en tesitura más paródica que pedagógica.A partir de ahora nos extenderemos en algunos pasos del pensamientoamoroso que consideramosinteresantes, cuando no básicos, para la formación y el desarollo de algunos génerosde la literatura españoladel siglo xv. Pueslos aspectosteóricoshastaahora recorridostienen su configuración material en variados modos expresivos,con un entremezclarsede fondo doctrinal y forma genérica del que difícilmente puede prescindirse para comprender características que parecenrevelarseesencialesparala configuración y sedimentaciónde la literatura españoladel cuatrocientos. Permítasenosdesdeaquí mirar hacia atrásy volver al Tostado, retomanla do espinadorsal de este libro. El Breuiloquiode amor y amiqigiaalcanzó un éxito muy relativo. Aunque no deja de expandir sus estelas,su principal valor es hoy testimonial:representa,según hemos ido viendo, una de las formas que tuvo el pensamientode amore del Tostado, allá por los años de más dedicacióna las disciplinaspropiasde la FacuhadCe Aries. Es también nuestro balcón para presenciar el enorme interés por los estudios de la filosofía natural y de la ética en la Salamancade los albores del siglo xv, interés coinciderrtecon una plena reesructuración de todos los estudios. Un naturalismomás o menos rígurosose ha ido abriendo paso y no será desdeñabledesde ahora para nosoros su canalizaciónpor uno de los Colegios Mavores,el de San Bartolomé.El Tosrado t"rligo y testimoniode "r y seguiremosespigando todo ello, con una obra de la que hemos espigado un conformado pensamientosobre la fenomenologíaamorosa. Pero el Breiiloquio, en efecto, dejó sus en la literatura de la "rt.Iu, época.Otros integrantesdei mismo mundo universitario iban a utilizar,discutiéndolos o matizándolos,los postulados más o menos originales de la obra del Tostado. A su hilo, se formaliza una línea de pensamientoliterario fuerte, especialmenteen los últimos deceniosdel siglo xrr. [11]l
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(.APITULO QUI¡-TO
El pensamientonaturalistasobre el amor en el primer acto de Celestina, las posteriorescuitas de Rojas,la Repeticiónde amoresde Luis de Lucena y algunoselementosteóricosincluidos en textos de la culturalircraria corresana, como la ficción sentimental1' sus congétleres,son, en mayor o menor grado, deudoresde la obra del Obispo de Avila, o, en todo caso,deudores indirectamentegraciasa una obrecillaverdaderaintermediariade las ideas corrientesde éste. Nos referimosalTratado de córuoal botnbrees necesarioamdr216, atribuido en algunosmanuscritosa un Tostadojoven,de quien se decíaque compuso el trataditomientraspermanecíaen el estudiode Salamanca. Algunos, dando crédito a estasrúbricas, llegaron incluso a identificar el Bret,íloquio con el Tratado2ri. Podemosadelantarque no creemosque estaobra pueda atribuirsea don Alfonso,enruzónde su carácter,de su forma y del desarrollode su contenido. No esun texto de meridianaclaridad.Su mismainterpretaciónvaría adecuadamentesegúnlos intereses de suscríticosmodernos.Nos parece,sin embargo, que sin atendera su estructura,va los elementosque componenla obrecillase corre el peligro de falsearsu lectura, Al menos,se puede ser exacto sólo en parte. Como Barbara Matulka, cuando 11ega a consid:rar la obrita como <r2ie. Ni tanto,ni tan poco, segúniremosviendo,
]r' Hemos publicado una nuevil edición en el cuerpo de nuestro Del Tctst¿Jr,sohre el anor, págs. 9-68. Seguiremosremitiendo a esta edición, indicando página r, línea en el mismo cuerpo del texro. Er¿ corriente manejar el texto en Antonio P¡z l Nl¿t-t¡, ed., ()ptíscu/os/iteruriosde los stglosX1\/ ¿1I1{. Nfadrid: Sociedadde Bibliófilos Españoles.1892. págs. 221-211. :" .losé \¡¡eu t' CL¡r'tlo pedía pomposamenrea sus coetáneosquc. p¿ra comprender Ia humanidad clel Tostadr¡.sólo le-veran..su excelentetratado del amor v amistad,dedicado a la Re¡,nade Castilla,er.l que probaba: cóno dl honbre le es necestrio¿n¿r: .\,al leerle,desgraciadodel pecho frío que no conciba un respetuosocariño a la memoria del Tostado" \Eloglo de Don A/onso Tost¡do. obiqrt Jt .4rtl¿. en por l,t Real Actdenta Esp,uicth.Pttrt( prinerLl Col¿¿ción,l¿ l¡s ohras de eloctenct¿ t de poesit prc'ntiLtd(ts ()br¿s tle efoareuct¿,irfadrid: Viud¿ de lbarr¿. 1799.pág.205). Es evidenteque Vrera no s(ilL)coutnnde el BrcL'11o,¡rtrrt v eI Trdt¡Jo, sino qr,rela obra dedicada a la Reina de Castilla es l¿ r'ersión castellanade L¡s ciucopLuLtJoxLts, de la que actualmenteprepara edición Carmen Parrilla. ff. O. Grnr.t.r ot L.r Fl'r.rr t . . D o s o b r i ¡ sc a s t e l l a n arsl e A l f o n s o T o s t a d oi n é d i ¡ a s >p. r i g s . 3 0 0 - 3 0 1 . ri¡ Tbr'\otels o./ Iun tle F/ores,¡ntl theit EuropeanDdfuslon: A Studt'tn Conpardtuc'It!tr¡tt¡c,. Nueva York: Institut of French Studies, 1931,,págs.23-25. 2te El httndntsn¡o aistel/dnotlcl sig/o I\/, \¡alencia: Antonio Tomes, editor. 1976. pág. t1i. Clara e s t á .s i n e m b a r g o .l a d e u d a d e l o s e s t u d i o s o sd e l s i g l o x v p a r a c o n D i C n m i l l o e n r r r n r o sa s p e c r o sd e l estudio de l¿ ética v de otr¿s manitesraciones culturales.
.DE CO\IO AL HOI\{BREES NECESAzuOANIAR.
Porque pensamosque no hay que buscaren el Tratadouna seriedadquc no le comp€te en los límites literarios en los que estrictamente,de entr,¡da. hay que estudiarlo. Pues ¿qué es en realidadestaobrita? En uno de los manuscritos,una mano posterior a la que lo copia ha apostillaáo: Carta del Tostado a su bernano sobreatnor. Efectivamente,se trata de una epístolaalgo extensaen la que una personano muy joven (al final de la obra, lo dice el propio autor, con Ovidio: <
2ta Para la relación autobiográficaen forma de carta, véanselas consideracionesde Fr¿ncisco Rlr:o, .,Nuer,os apunres sobre la carta de Lázarc de Tormeso, en Serta Philologica F. Ldz.aroCarreter |idtalem Diem SexagesimuC n e l e b r d n tD i i c d t ¿ , I I , M a d r i d : C á t e d r ¿ ,1 9 8 ) , p á g . 1 1 5 . ?{1 Utilrzamosla terminologíade FrancescoNtcxt, Opusculumsribendi epistolas,Burgos: Fadrique de Basilea.l-{9-1.Las citas que siguen proceden del capírulo 1.1.Es cie¡to que la primera edición de este texto data de 1488 y que su difusión españolaempiezacon es¡aedición burgalesav la del mismo año de Ba¡celona1r'éase.f . L¡nuNCl, .Nuer,os lectcrresv nuevos géneros:apuntessobre Ia epistolografíacasrellana en el primer renacimiento español,,. en las ,4cl¿s de l¡ VII Acadertid Lilerari¿ Renacentíst¿.Salamanca: Universidad, 1988, págs. 8i-99: u¡ilizamos,sin embargo, la nueva versión de ese trabajo, .Nuevos lecto¡es y nue\¡osgéneros:la epistolografíaen los albores del renacimientoliterario en España'. n. 16), siendo acasoel manual de Niccoló P¡Rorrt, Rudtnzerta,más apropiado como punro de reférencl¿ pata nuestrasconsideraciones, pues se difunde ya desde 1.177en Barcelona.Pensamos,sin embargo.qu< la docrina sobte los áspefios que aquí ¡ratamos variaba en puntos no esencialesde unos manlral(s .1 'género' otos. El mismo L.lnn¡Nc¡ ha demostrado
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CAPITULO QUINTO
Cumple el autor perfectamente,modo remisse-si seguimosutilizando la terminologíade Negri-: ..quandoapud amicum nos volumus excusare pro aliquo crimine cuius etiam ipse nos remisseinsimulaveritet tunc hec epistolapotius excusatoriadicitun. Y al principío,efectivamente, seexcusa: que apart^r de mí la culpa de me acusas,contradiziendo tu re"Quiero prehensión,porque diste a olvido aquello de que eres estudioso>'fpág. 10, lín. 1--l], curnpliendo desdeluego con la condíción de que <<nos excusamus ab eo crimine quod fuerit obiectum, dicentesaut hoc non esseverum... aut per imprudentiamvel ignorantiamet non malicioselcf.: <.distea olvido,..>] quod nobis vitio ascribituor. id f-ecisse Una vez agotada la primera parte, que se ha enriquecido con varios tópicos propios del exordio, como el extenso tratamiento del relativo al pxtersenex[pág. 10, lín. 10 - pág. lI,lín I4], se van a desarrollarde forma argumentativados conclusiones:en primer lugar, que es necesarioque el hombre ame; en segundo, que cuando ama se turba, va a enloquecer o enfermar. Pensamosque el interés de quien escribe esta carta es más egocéntrico que teórico -remitido, incluso,a la impersonalesferaliteraria-, pues, de llegar a conducir con bien la argumentaciónpropuesta,el protagonistaresultará exoneradode la acusacióninterpuesta,la de habersedejado sorprender y cautivara sus años por la pasión amorosa:<<Etporque la quexa por amot cabsadaera entoneesmi prisionerarnon ove libertad para te satisfazer con digna respuesta,mas agora que yaquanto me desanparóno el amo¡, mas la pasión, quiero ap^rtat de mí la culpa de que me acusas>> lpág.9, t,
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La terceraparte de la epístola[págs.57-68] representauna justificación y alabanzadel amor en términos matrimonialesbastanteestrictos.Se va a hablar, ahora,desdela ladera de la libertad pasional,mientrasque la casuísdca del bloque argumentativo[págs. I6-56J,pesadaenumeraciónde casos de amor famosos,era la propia de la tópica medieval,pero en el Tratado,es No se trata de enjuiciarde forma negativa cierto,hábilmentemanipulada2r2.
humanistasitalianoso,elaborandoa lo largo del siglo <(unateoría dela epistulafamili¡ris en términos que bien podría aplicarsea la práctica de Fernando de la Torre v sus conremporáneos>i¿¡l. cit., pág. 19\. :rr Véase más adelante e.l tratamiento de unas citas de Segundo.I\luchas de las citas del Tratado 'femínistas'. Podrían encontrarse anónimo se enclavanen la polémica que se da entre los misóginosl los las del anónimo s¿lmantinoen muchos lugarestpor ejemplo, véaseel Tratadoen de"fensa de las utrtuosas ,nujeres de n.rosénDiego de V¡leru,r, que tiene como /hena precisamente uno de los dichos de Séneca presentetambién en tuestro Tratado(vé¿seNfario Prxx¡, ed., Prosislasc¿stelhnosdel sigloX\', I, N{adrid: Arlas. l9j9 IBAAEE, CXVII, págs. 5ó v sigs.: también N[.' Angeles Strz Rutz. ed,. Díego de Valera, Tr¿ttlo en deJ:ensa de l¡tsuírtuosasnujeres, Nladrid: EI Archipiélago,1981,págs.2i-22 ¡ Í0 I' sigs.).
AL HONIBREES NECESARIOA\'IAR" "DE CÓNIO
a tantosy tantosenamorados,quienesno son culpablesde suserrores.\' no se trata de juzgarlos,con actitud de moralista,puesto que la exculpación que de ellos se hace recaesobre la primera personaque redactala obra. De juzgarlos, ésta saldría malparada: en una carta exculpatoria, no cabe ia autoacusación, sino sólo la disculpa2+r. Nada más que por no haber advertido-o no quereradvertir- el punto de vista de ia carta,BarbaraMatulka la llegó a consideraruna liberal defensa aducidahay defensa de las mujeresy del amor, por más que en la casuística también de los hombres que sufrieron el embate de la pasión amorosa.Nos en la que el indulgente las habemos,por el contrario,con una autodefensa juicio para con el que la redacta,el acusado,condicionael emitido sobre los amoresmás famososde otros. También aquí aprendíanMelibea v otros la técnicade la exculpación. Nuestro anónimo no tiene ahora a un Agustín que, como al Petrarcadel porSecretum2aa,le aldaboneeen sus partesmás espirituales.Seguramente, que no quiere ser aldaboneado,pues -como más tarde Lázaro Gonzá\ez Pérez-- él se va a considerar en su buena fortuna desde la ladera de su 'amor' matrimonial,una suertede amor mixto y benúltima experienciade decido. Pero en esto insistiremosmás ade-lante. Desde esta perspectivaestructuraly retórica,la de la epístolaamorosa autobiográfica,puede cambiar bastantela interpretacióndel texto. Desde luego, la epístolaexculpatoriay autoapologéticaparticipa del genusiudiciale retórico, pero aquí se percibe no menos claramenteel andamiajedela dispupues el Tratado se deja leer con tal corséformal. tatio escolástica, Primero, nuestro autor planteala cuestión,ostendit[págs. 9-12). Luego, diuidit in partes duas, nuestrasdos conclusiones [págs. 13-56], enlas que in prima deterruínatlpágs. 19-24),e in secundadetenninatlpágs.25-56l.Para concluir, en fin, de modo relativamenteortodoxo y sin amagarla andadura final de la autodefensa.Como se ve, se trata de un mestizajede procedimientos expresivosmuy propios y a la medida del mundillo universitarioen el que se difundió el Tratado de cómo al hombre es necesarioamar y en eI que nos venimos moviendo.
21) De la culpa, en efécto, a la disculpa, a la autoconsolaciónculpable. Como cuando Melibea -fingiendo una razón para ser acusada- poco antes de suicidarsearrebata la pluma a Petrarca v le toma sus ejemplosde De remedits utriusquefortune. 2rr Nuestra cita no quiere ser gratuita, pues hasta es posible que el autor del Trdta¿loconocierael Seuetum. Pot ejemplo, se nota cierta cercaníacuando se recreael tópico de la defensadel amor pasional alegandola calidad del objeto que se ámd lvéaseSecretum,ed. de Enrico Carrera, en Guido Nf¡nrtllol 'tt. s :i c c a r d oR i c c i a ¡ d i , 1 9 5 5 .p á g s .l ) 2 - l ) 1 t . . 'filán-NápoleR ¡ , c o l s . ,e d s . ,F r a n c e s c o P e t r a l c aP. r ¿ s ¿N
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cAPÍruLo eurNro
Veíamosque había que relativizar,de entrada,la fiabilidad de la opinión del yo enamorado.Y ala zagade esto,habrá que preguntarsetambiénpor la fiabilidad de la misma argumentación.Pues nuestro corresponsalestablece una proposición categóricauniversal,la primera conclusión,sobre .<ser nesEesarioa los hombres amar a las mugeres>r. Y justifica esta proposición con la natural cobdigia,cupiditasde la naturalezahumana. Podrá notarseya desdeaquí -pensamos en la atribucióndelTratado al madrigalense- la primera diferencia terminológica del Breuiloquioy otras obras del Tostado, en las que se prefiere el término castellanodeseo.Perc también sorprenderemosaquí la primera ironía del anónimo, quien, al utilizar cupiditas,estaríamanejandola acepciónno natural de la concupiscencia, como podía saberentoncescualquiermediano filósofo ("delectabilisconcupiscenciadicitur non naturalis,et soletmagisdici cupiditasr,como exponía santo Tomás2a5) con lo que se recargamás la ironía en esta parte doctrinal, pues se achacaa la naturalezaaquelloque realmenteno le compete,en clara formulación naturalista que interesadamenteno estableceningún tipo de distingo. Según pensamos,se ha tenido en cuenta lo que decía el viejo maestro Tostado cuando se incorporan esostonos naturalistasdel razonamientopara definir el problema de la fenomenologíaamorosa.Aunque se trata de un razonamientorecargadopara-llegata ciertos extremosclaramentedesdeñados por don Alfonso cuando habla seria y profesionalmentede amor. Só1o espigaremos algún caso. Por ejemplo, expone el autor del Tratadoen una ocasiónque ..lasmaneras [de la cobdiEialson diversas,mas non curando de las espirituales,que del ánima ragionalproEeden,porque caresEede nuestro propósito, trabtaré de la cobdigiao amor de la sensualidad humana lpág. 13,Lín.1,3- pág. 14, lín. 61. Se mantiene ahí una actitud bastanteortodoxa desde ei punto de vista aristotélico,reduciendoal alma sensitivael amor instintivo, en términos más estrictosque en el Tostadoy también más absolutos. Pero también el aristotelismoen línea con especialistascomo Boccaccio puede reconocerseen el Tratado,cuando se concretaen la ..experiencia"y en La ,cazón>>el reconocimiento del sumo poder del amor. Aún más, es posible abocar la doctrina con arguciasdialécticashastallegar casi a una posturapesimista,como la de ciertosaverroístas, Dino del Garbo, por ejemplo (véasemás ariba), segúnel cual -empleando palabrasdel anónimo<.elamor non consienteen el arbitrio humano, mas nesgesidadnos apremia
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Sumna Theologic¿,I",II*. q. )Q, a. 3
..DE CÓIIO AL HONIBREES NECESARIC) A\IAR,,
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^ amaÍla mugerr,fpág.2I,Iíns.2-41,con lo que sedejainoperantela capacidacl raciocinativa antesdel mismoenamoramiento, comoen el casode Juan Ruiz. Son suficientesestosbotonesde muestra,a nuestroparecer,para advertir que el autor del Tratado llega, con la a1,'r-rda del Tostado, mucho más lejos en sus planteamientosnaturalistasde 1o que éste hubiera estado dispuesto a conceder. Aún podría equipararsea este último razonamientoostentoso alguno qlre otro de parecidalaya,como el de Boccaccioen un muy debatidopasaje del Decameron.Pues no en vano la independenciade \a ruzón instintiva, que se defiende con la a1'udadel famoso cuentecilloprobatorio incrustado en el proemio de la jornadacuarta,ha sido vistacomo una de las señalesde esanuevaposturanaturalista,a todaslucesdistintade la del Tostado,pero no tanto de la del anónimo.Dignifica Boccaccioel amor humano,el deseo delectable,como un mor,imientonatural e imparable,tanto más fuerte cuanto que independientees la ruzón del individuo. Aldo Scaglionevienea demostrarla robustatradiciónde esecuento,con sus múltiples versionesdesde su forma primera de exemplumhasta la que y defiendeque el uso por parte de Boccacciono nos ofreceLa Fontaine2an, respondea un <
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CAPITULO QUII.TO
No es nuestraintenciónla de terciar en una polémicaque nos interesa sólo en parte2tO,ni menos entender como localizableen los albores de un nuevo racionalismoalgo que es consustancialala erotologíamedieval-según vamosviendo-, pero sí nos sin'e su entorno crítico para apuntarque, en buena parte, el Tratadoestáen una parecidalinea de pensamiento.Tampoco es ahora el momento de discutir las posteriorespalinodiasde Boccaccio ala zag de Petrarca,ni cómo llega a serelJobannestranquílitatum, que dice su protector Acciaiuoli. Pero nos parece necesarioconsignarque la doctrina naturalista del Tratadode cómoal hombre es necesarioamar estáen el mismo contexto de discursoexpurgativo que utiliza Boccaccio. Atacaban algunoscanes,como dice Petrarcaen las Seniles,al joven amigo por 7a ligerezao frivolidad imprimida en las tes primeras jornadas del Decamerorc.Boccaccio se defiende al principiar la cuarta con violencia y conduciéndoseinmisericordemente con los maldicientes.Ademásde cuestión personal,de temperamento,es todo ello propio del géneroexpurgativo. Una sorpresanos asaltaen tan duro y, al parecer,serio razonarilas destinatariasde eseproemio son las mujeres.Nos da que ahí se quieredescalificar en cierto modo todo el razonamiento,incrustando una ligera ironía. La misma que Diego de SanPedro desplegaráantelas damasde la reina Isabel cuando les predique de amore,también con tonos naturalistas,por cierto, o las mismasdestinatariasde Luis de Lucena en su Repeticiónde amores(véase más adelante).Y es que, en cualquiercaso,nos movemosen el campo de la literatura, en el que los exuemismosfilosóficosno sólo son bienvenidos, sino que también son necesariosen estos géneros,en los que su índice de 'literariedad'-hágasenos graciapor el paiabro- es proporcionalal índice 'contrafacción', del en los que la parodia es la sal. Ni que decir tiene que es también el círculo en el que se mueve nuestro anónimo enamorado,que defiende actitudesnaturalistasen primera persona, como el certaldense.Pero, si éstereduce a lo particular e7 nzonamiento enviándolo sólo a un reducido grupo de receptores-)- no el más cualificado, por cierto-, aquél se acotamás aún en el estrechoámbito del yo que se jusrifica ante un tú, todos anónimos.Es ahí donde pensámosque reside su ironía y su gracia literaria; a ello se debe también su fortuna posrerior. Pero, entrando ya en un nuevo tercio, por si fuera poco el autor del Tratado se mueve ademásen el ámbito de la falaciadialéctica conscienre, desde la misma formulación de la primera de las conclusiones. :t0 Véase,por ejempkr,Vittore Brul¡-c.t, ed., Giovanni Boccaccio,Dectneron,enTut/e le opere,IY, Milán: Atnoldo Mondadori. 1976, págs. 1199 v sigs.:y cf L G. GLUIB.
NECESARIOAJIIAR" "DE COMO AL HONIBREES
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Podría decirse,adoptandola terminologíadel lógicoen el más elemenr¡l grado escolar,que la materiade una proposicióncomo la primera delTrdtado debieraser contingentey formularsecon ciertoslímites: 'necesariamente, algunoshombre aman'2jr.Sin embargo,apareceenunciadaen sentidoabsoluto: 'necesariamente, todos los hombresaman'. El menos aprovechadoestudiantede Pedro Hispano reconoceríaahí la construcción hipotética falsa, con el mejor desarrollo del género falaz. Y, por supuesto,sonreiríasin tomarseen serio su lectura. Hasta podría enumerar algunos casosde errores, propios de ese género, como la ambigüedad, fallacia aquiuocationis,en la :;;.ilizaciónde un término tan básico como es amor sin especificarel doble sentido: como variante del instinto, concupiscentia natutal; como un deseo,una cupid¡ta.s no necesariamente natural. Pues sobreia basedel equívocodescansa, ni más ni menos,el silogismo que justifica el resto del razonamiento;
2tt No se olvide que hasta los médicos establecenc¡ueel mandato natural. el instinto. dt.-crr d 1,.,s individuos segúnsu temperamento.Así lo expresaráGordor.rio(véasenuestro apénclice)t. \' n,' dig.rnr,,. va de los moralistas,para quien el control psicológicov penitencial aíslade estos problcnr,rs.Resah.rn. por eso, los términos de la lógica risible de nuestro anónimo enamorado.
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pasandopor Petrarca,hastanuestrospoetascancioneriles. Justo el procedilos para quienes miento inverso de moralistas, tal relación no es más que la palmaria demostraciónde ia enorme peligrosidadde amor, o al menos, como en el caso del Breuiloquio,de las excepcionesa una regla más serena de convivencia. Pero los teóricos serios, naturalmente.salvan esa peligrosa generalizapropiamentese fallan las condición. Así, el Tostado estipulabaque <<más giones de los amadoresen los que se mueven por figura exEellentevista o ymaginadaque en todos los otros. Esso mismo a estamanerapertenesEe el más alto linaje de amor qlre ay en todos los amores,según el qual caen algunos en la pasión que llaman los físicos amor hereos> [pág. 85, líns. +- L) t.
i, 1.u. acotación que subrayamoselimina de su ámbito todo posible argumentode generalidadv de necesidad,que tampoco se halla en otras formulacionesdel Abulense, como en la Qüestiónde Cupido, seguramente una de las últimas formulacionesdel pensamientoe¡ótico de don Alfonso2t2. De modo que lo que nuestroanónimoenamoradoestáhaciendoes manipular la doctrina de su fuente, el Breuiloquzo, en donde es posibie mantener que, como máxímo,sepuclieraestarformulandoun reconocimíento literario del amor cortés, conside¡ándolo..a rational desire b1' desexualizingits obcomo se ha descrito el amor de Cavalcanti,del Dolce Stilnuovo, en su 1'ect>>, ambientemeramentecortésy, desdeluego, no averroísta,segúnhemosexpuestomás arriba2tr. En el Tratado, el razonamientode necesidadatenazatambién a la conclusión segunda,segúnla cual todo el que ama habrá de turbarse,de enloquecer. Un cierto pesimismo,como el que Nardi sorprendíaen Cavalcanti, se derivaráde tal postulado,puesla sumapotenciadel amor es insoslayable e, incluso,como dice Salomón,el amor es tan fuerte como la muerte,lo que acotanuesffoanónimo<
:t: ..(Jnde enrre tocl¿sl¡s passionese deseosa los qualeses drrro ¡esistirno priso Chris¡t¡ scr ¡lÉlrin desseoal qual con ranta difllcukad resistirpuedan e que tan especialgraci;rava me¡ester pari le resistir, ca sin especialdon de Dios no prredealguno vivir castamenteapartadode todos los r,enéreosilctos,sah'L) si fue¡e na¡ur¡lnrente imporente por causilde frialdad" \Die: qiiesttonestulgart's,fol. l7vi. : t r \ ¡ é a s eL . G . G L L S ¡ . a n d t h e B o u n d a r i e so f L o v e ' , p : í g . 1 9 1 . "Boccaccio rtt Véase F. N.rnnl. D¿ntc' e Lt atl/ur¿ nedieml¿,.páss, 102-101.
..DE CO\IO 1L HO\IBRE ES NECESARIOA\IAR,,
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relievesde su tono retórico, llamando la atención sobre el uso de sententt¿t'. Podría ser ésteargumentop¿1ra negarde nuer,ola atribuciónal Tostado.si el propio andamiajede la obrita, que vamos recorriendo,no repelieratal aribución, por su fin y por su forma. Así, señalábamosantes que el fragmento de antore del Breuiloquio nos hacíapensar en que remontabaa una forma anterior de repetitto.Más aún, llamabala atenciónla presenciade autoridadesclásicasextensamente tratadas con rigurosaexactitud textual. En relación con susfuentes,ei fragmento del Breuiloquio parece ser un comentario del Sénecatrágico y de Ovidio. Sin embargo, el mavor peso de las autoridadesdel Tratado descansasobre el Sénecaapócrifby otras complicaciones sapienciales españolas, europeasy medievales. Y todo ello no sólo porque la epístolade este tipo contabaentre sus exigenciascon la del estilomediano(de donde sussentencias de ascendencia principalmenteromance)2tt,sino tambiénporque los interesesdel anónimo se circunscribena lo festivouníversitario,restandodignidadal razonamiento con un alardecasiparemiológico.La misma sensibilidadromancísticaserá recurso humorístico del Lucena de la Repeticiónde úmores,o del primer acto de Celestina. En el Tratadose manejanun grupo de sentenciarios,pues se yuxtaponen citas del pser:do-Séneca(De legalibusinstitutis) en versión de Alonso de Cartagena,que se puedenleer tambiénen la última seccióndelaFlorestade filósofos2i6.En otras ocasionesel anónimo autor pareceutilizar un compendio cercano a los Bocadosde oro, aI Libro de los buenosprouerbios,o al Libro de Segundofilósofo, pero sorprendiéndonos¿rvecescon tantasvariantes como para poner en duda ei uso directo.Se ha señaladola circunstancia de que nuestro anónimo <<parece haber utilizadovarioscompendiosde dichos proverbiales>>2t7, con correspondenciascon el Libro de los buenosprouerbios.Por su parte, también se ha ayudado alalocalización de los préstamos de Bocados258.
r)t Véase,a tal respecto. L.ltr'*rrr:E, ..Nuevos lectoresv nuevos séneros:la epistolografiaen los J. alboresdel renacimientoliterario en España>.cit. 2-" La Florestuha sido editada por Ravmond Fout-cHr-D¿l-soSC,en Re¿r¿eHisp,tnique.11 {190.{). págs.4-154, ¡r se ha elaborado a basecle otras compilaciones,como. por ejemplo, la versión del pseudo( ¿oclrin.isbechapor Alionso de Cartagenacitada, texto que se utiliza Séneca,Libro de ¿monesÍ¡u¡tenlos en el Tr¡tado extensamente (r'éaseKar] Alfied Blüu¡n, Sén
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CAPÍTULO QUINTO
Pero la afición a esasfontecicasde filosofía es la misma de la que hará medio erpresivo el autor del primer aucto de Celestinay, desde luego, no era extrañaen el ambienteuniversitariosalmantino.Precisamente,una compilación que pudiera parecersea la que utilizara el anónimo vendría a ser la que pertedel manuscríto1763de la BibliotecaUniversitariade Salamanca, neció precisamenteal Colegio del Arzobispotst,y que se enriquececon una que evidentementese imbrica en preciosaArte memoratiuaen romance2uo, sobre su uso en ejerciciosliterarios este códice dando lugar a especulaciones como el que ahora vamos estudiando.Es decir, que el arte de la memoria, que forma parte del curso retórico de las facultadesde Artes, iba ya de la mano de sentenciariosampliosy en romance.La literatura en lenguaromance con implicacionesuniversítariasse adobabaya en las Escuelas. Es llamativo, en efecto, el uso de la tradición sapiencialpor parte de nuestro anónimo autor. El caráctertradicionalmentemisógino de estascompilacionesno es nada desconocido26r. Sin embargo,quien escribierael Tratado de cómo al bombre es necesarioúmar se hurta a esemundo y modifica la utilidad de los ejemplos,preludiando ya la dialécticadel aucto I de Celestina. No en vano habla como enamorado,indulgente siempre con el objeto de su amor, cualquieraque seansus fuerzasy sus resultados. Obsérvese,si no, como botón de muestra para acabat,el tratamiento que de las citas del archimisóginoSegundose haceen el cuerpo delTratado: 'La <
2t') Véase su descripción pormenorizadapor J. K. lW,lLSlt,
.DE CO]UO AL HON'IBREES NECESARIO AT,IAR''
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No cabe aquí ser más indulgente, porque la tradición europea de esta sentencia(Mulier est homínis confusio)no deja nunca resquicioa la apología feminista262. Ni tampoco, por supuesto,en la tradición castellana,que no era desconocidaa nuestro enamorado,falta esa<
r(': C/. C. Bnóu'N, ..N{trlier est hominis confr-:sio', Modc,rn LanguctgeNoles, 31 0920), págs. 479-182. Véase Lloyd Slilliam Dal-v y $lalther SucuteR, eds.. Alterc¿tto Hadiani August¡ et Epioei Pbllosophi, Urbana, Iü.: The Universitv of Illinois Press, 19J9, págs. 156 v i60; v Ben E. P¡nnv, Secundusthe Si/ent Pbilosopher,Ithaca: Cornell Universitv Press, 196-1.Para l¿ tradición de los textos relacionadoscon Segundoen la literatura españolamedieval,véaseel artículo de María MoRRis anteriormentecitado. 26) Nuestra cita procede de B. M¡rulx.r,
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CAPITULO QLIINTO
Antes conviene retomar el hilo del tratadismo paródico universirario 1, ref'erirnosa ]a Repeticiónde amoresde Luis de Lucüa2,,6,el hijo de de Juan Lucena, protonorario al serviciode los Reyescatólicos y auror d" rr., diálogo bien serio que casi podría represen¡arIa otra cara de la moneda cult,,ruiu ética de Ia obrita del hijo, si es que éste no hubiera qr_rerido ,eeodearrá conscientemente en el mismo ambientev con los mismos .o.r,oÁo, q.," producen el Tratado anreriormenteexaminado. Porque una porción de la crítica se ha interesadoespecialmenre por aspectosideológicos,sin insisrirdemasiadoen el conrexroy en lu porible retrancairónica de la obra de Lucenaro;.Con algunoqu" orro, sin embargo, pensamosque hay que desplazarel interésde ésta.Ntsoros la estudiam-os precisamenteen tazón de su parentescocon el anónimo Tratado26s -una buena parte del cual insertaLucena en el cuerpo de su Repettción sínel más mínimo cambio, literalmente-, y €D razón de una serie de características estructu-rales_ que, desde luego, han hecho desconfiar a algún crítico de la "a seriedadde los contenidos con tanto aplomo expresados, base de ffans-
16 Véasepara personaje el Jacob Onxsrux. ed,. Luis de Lucena, Repeticiónile nrotes. págs, i-12. Citaremos por esta edición, aun.lue ¡ambién hav que tener en cuenta la que en el mismo año publicara .Josélvfaría de CossÍo, ed.. Luis Ramírez de Lucena, Repericiónde ¡n¡ores t'artt'¿)e ¿xetlre:.,Nfa¿rid; JoyasBibJiográficas.i95J, quien también se reflere a su i1u¡or.págs XI_XI\'. rL': VéaseBarbara ld¡rulx,t, .An Anti-Feminist Treatiseo?'iitl..nth Centun, Spain: Lucena's Repetición de tlillores>>. págs. 99-116:Jacob onss'r¿tn-,.i\fisoginv and pro-Feminir, bo.¡-.nrr,, Mol"r, LanguagesQuarterh', ) \1912), págs.22I-231; *La misoginia el proiérninismo en la literarura castellai na>, Ret'itrt de F.illlogí1Hisp,ínic,t,I r19.11),págs.219-2)2. El diligenreedi¡or de la Repeticrónjustifica. además,la seriedaddel texto partiendo de presupuestoscastristas.lo que le aboca a una nterpretacrón un sí es rro-.es_atorntentada: por ejemplo: ..La Repett¿.tó, ,le ¿uores no pareceríalibro mu¡r.urr.llu.o, ,a acercaal Cotbdccioitaliano, pues el autor no se refiena en nacla,v en sll ataque las a mujeres lJegano pocas Vecesa lo groseroo.. <
"DE COIIO AL HONIBREES NECESARIOA]\IAR"
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Por otro lado, la r a cribir sus fuentes con el mínimo engarcenecesario26e. procedencia principalmente romanevidente acumulaciónde materialesde císticay sin ton ni son era para más de uno de suslectoresmodernospuro indicio de inmadurez y falta de genio (y acasono estédemasiadolejos de la rterdad,si leemosel texto con la circunspecciónque susmaestrossalmantinos, seriosrepetidores,pudieran leer la obra del discípuloLucena, sin el más mínimo deseode participaren el juego)270. Conviene,sin embargo,que prestemosatencíónal contextogenéricoy al esqueletodela Repeticiónde amores.La repetitio, que hemos definido a propósito delBreuiloquio desdela perspectivade unos estatutossalmantinos bastantetempranos,homólogosa otros europeos,hubo de adquirir una grand vitalidad con ei tiempo, no tanto por la actividad de los sufridos regentesde cátedra,cuantoporque era también un ejercicioprevio cuando no obligatorio para la obtención de grados,con lo que otros integrantesde la república universitaria-muchas vecesintegradosen la actividad docente en cualquiera de las formas de interinar que había en la universidad de Pues, entonces- tenían la posibilidadde repetir pública ,v solemnemente. pam 7aobtención del grado de doctor en ambos derechosse estipulabaya en las Constitucionesde Martín V (1422)la necesidadde que el candidato publicum repetendoaut disputandoet hayamantenidoal menosun <
rot \'éase,por ejemplo,BussellB. Tuorlpsot, .Ano¡her Sourcefor Lucena'sRepettttónde dn¡ores,,, quien se pregunta, a la vista del sistemade.vuxtaposiciónde Hispanic Rt"-ieu, 15 (1977),págs,,7)15, fragmentosromados de aquí v de allá sin el menor engarcerazonable.si *u'as the Repeticióna nalíve, shoddy anthology.or q,ould the reader have recognizedenough piecesin it to have read it as parodr'?' \pág. )151. Desde luego, pensamos que al menos un rpo de lector ¡' ccrlegaestudiantil de Lucena advertiría todo ello a la perfección. Pero las propias circunstanciasde composición v estructura en las que nos detenemosmís abajo eran .vasuficientespar¿ la descontlanzade cualquier lector. ::f Véanselas palabrasde Nl¡rcelinc,lrft.xr:.iorz Pr.r.rlo, Orígenesde l¿ norcl¿,I, Iladrid: NBAAEE. 1905, pág. cCCLL\t. Desde otra ladera lingüística,pero sin disimular su fastidio, NlargheritaNlom¡-tl calillca a la Repeticiónde .opera rnediocredr mediocree poco noto scri¡tore. v no escondeel fastidioque le causacuando expone certeramenteque *lo scritto di Luis de Lucena viene ad esse¡eun'antologiadi illustr¡ eccellentenren¡c lc luoghi cc.nrmuni,uniti, ma non fusi. in distinti periodari, la cui etereogene'itá aspirazioni,le incertezzeed il travagliolinguistico del Quattocento spagnuoloo,ademásde que "s,rrelrbc interesantesaperequanti di questie de molti altri testi che cita il Lucenaconoscedirettamentc.ed in quanri casi invece si valessedi florileggi e compilazioni" t."La R¿pettcirjnde anoreJ di Luis de Lucerra:rlcuni págs. 17E'179r. aspettidella prosa spagnoladel Quattrocentor,,QudderntIbero-omer¡c¡ni, J 11955-19561. 2tt V. Bnrrulx ott Htn¡¡t,r, Bulario de l¿ Unluersidadde Salau¿ncit,II, páe. 189.
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CAPITULO QUINTO
Pero, en cualquier caso, la extensión de la práctica de la repetitrc rida212. para la obtenciónde diversosgradosnos permiteímaginarla abundanciade cuyo alcancesuntuariose percibe por las expresas estosactosacadémicos, prohibicionesque al respectose leen en la mencionadareglarnentaciónuniversitariade la primera mitad del siglo xvl27i. Actos académicos,los que acogenla drcputatiov repetttio,que tienden a homolagarse:7r.En los Estatutos de 1518 se regula en estos términos el que u'u'ierede hazer acto de repetición para recibir el ceremonial:<
2;r Véanse publícados por E. EslErulne v Anrn.lc¡, Hísloria pragntitica e t:nternrtde la Unit;ersiddd de las repeticionesopuede leerseen págs. l(r5-167, edición de Sdlananc¿,I, págs. 139-214.El "xxxviij. por la que citamos.Recientemente,ha sido estudiadala práctica según los Est0tiltosv las fuentes documentales de la universidad (r'éasePílar V¡l-tRo G.rRcl.r, L¿ Unnersdad de \ld/atnanc¿en l,t época dt . 9 8 8 ,p á g s . 1 7 1 - 1 7 .v1 p á g s . 1 7 8 v s i g s . t . C a i l o s\ ' , S a l a m a n c aU; n i v e r s t d a d 1 2;r Por ejemplo, se responsabilizaa la administraciónde la universidadcle todo el adorno de los localesen los que se va a desarrollarel acto. prohibiendo expresamente.el que va repetir fi]evarl directe ni indirecte ninguna cosa ni avudarsede sus criados ni por via de colacion ni de merienda ni por otra manera ninguna" (pág. 166);
.DE COIIO AL HOT1BREES NECESARIOATIAR,,
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desuso cadavez más galopantede lo estipuladoen las viejasconstirucionesltt.De hecho,ios catedráticos se mostrabanrenuentesen la práctica)' en ello las autoriclades académicas se vieron obligadasa tomar parte,llamando al orden a quienesdebíanalgunasrepeticiones2T6. Pudieraparecertambién que la costumbreiba decayendo,hastael punto de que en 1509se llegaraa proponer al claustrola sustituciónde las repeticionesde catedráticospor un par de leccionesen díasno lectivos2T;. Es cierto;sin embargo,a lo largo del sigloxv una seriede campeones de la culturaseempecinaron y asísucesivamente en cumplircon lasconstituciones, Juan Alfonso de Benavente,Pedro de Osma y Nebrija, por poner tres casos punterosde tres facultadesdistintas,van a tenera galano sóloel cumplir con un deber, sino también ei considerarla repetitio o relectiocomo un género óptimopara el progresocientíficode cadauna de susfacultades, Y por elio no seráextrañoque tanto Benavente, a mediadosde siglo,como Nebriia,ya por las mismasfechasque suscolegasquierenacabarcon esosactos,reivindiquen del mismo modo los resultados de éstos.Mientrasque el primerodenunciala <<superbia et uanaconsuetudon de los maestros que no solíanconsigespañoles, nar por escritoesasactividades relacionadas con la docencia,contrala costumbre de los italianos,,.qui hoc modo maioremfructum circa discipuloset circa librorum compositionem faciunt>>278: el otro, Nebrija,en su no\¡enaRepetttto de numens (I5I2), defenderápor la misma razón su costumbrede leer las repeticiones, que luego da a la luz impresas,interpretandoen tal sentidolas y ayudándose, viejasconstituciones pararidiculizara más de un colega,de la anécdotadel rectorCamargo,que hubo de sufrir la reprimendadel PapaNicolás V cuando ésteadvertíaIa nula difusión de las 'lecturas'académicas de los las monografías españoles, o ponenciascientíficas de entoncesr;".
:;5 Es el .Tit. h'. de las repeticionesque an de hazer los doctores catred¡ticosde propiedad', que, habida cuenta de su extensión,podemos transcljbir aqrrí: <\'tem esta¡uimosv ordenamosque los carredaticos de propiedaciconforne a la constitr-rcionrepitan para ganar los diez florines antes de sant juan v el claLrstropleno v drputados no puedan dar liccr.tci¿pirra que las talesrepe'ticionesse hagan después de sant 1uanv los bedelesacompañena vda v venida a los doctores que repílieren hasta su casacon sus p a g r - rcea d a v n o m e d i o d u c a d o " { p á g . 1 9 3 ) . m a z a sv s i n o l o a c o m p a ñ a r e n :'o Véase \¡. BElrrux ot H¡Rer¡l¡, C¿rtul¡no de l¡ Unitlsidad de S¡/¿tnanca(1218-1600),I,57. Los libros de claustrosestánllenos de reclamaciones,amenaz¿sl prórrogaspara pronunciar las obligato, rias a conspicuosm¿esrros,r'érseF. itl.lR
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CAPÍTULO QUINTO
y Pues fuera del contenido polémico de su lucha contra los bárbaros28o de ia consiguienteutilización de la repetltlo como muesrril propagandística para un foro especiahzadoatestadopor la claseuniversitaria,estudiantil v doctoral; fuera también de la adopción,y conscientetransformación,por parte de Nebrija de una de las formas de más acendradoescolasticismo, la repetitio2sl;fuera del sufrído oficio de gramático,humanista,podemos considerar a Nebrija v a algún que otro su contemporáneosalmantinocomo revulsivospara la curiosidad estudiantil,para Luis de Lucena cuando, con el corséestructuralde la repeticiónjurídica,bromeasobreel amor, o sobre la mujer, imaginando que perora ante un auditorio femenino, bajo la presidencia de Cupido y con un texto legal que es nada menos que una de las coplasde Torrellas...,entfe otras cosas. Desde luego, nada permite tomar en serio \a Repeticíónde amoresde Luis de Lucena.Por ahora,sin embargo,convieneseñalaralgunasparticularidades estructuralesde este género al que \a Repeticiónd.eamoresse ciñe bastanteestrechamente, como si de una de carácterjurídico se tratara.Ésta es bastanterígida v hay que señalarque sus características contrastancon las que leemosproducidasen otras facultades,como las de Artes, a juzgar por lo que hemosconservadode Nebrija o de Lucio Marineo.Las de éstos que se extiendensobreuna materiacon estructuson más bien conferencias ra que las más de las vecesabusade la yuxtaposición1' de la enumeración. Nebrija en su Repelitio de ntensttrisprocederáa revisaralfabéticamenterodas las denominaciones clásicas,estableciendo su equivalentegeométricov aritmético.En ocasiones,encontramosalgunasintroduccionesde marcado carácter polémico y metodológico (como en la Repetitio de uerbo Fero de Marineo,escritaen defensade un discípulo?82), lígadasa posiblesreferencias de carácter autobiográfico, como en algunas repetitionesde Nebrija o la estudiantilde Juan de Castilla,y a un cierto esdlo ligero, casihumorístico, muy propio de los génerosexornativosde los humanistasprofesionales, que
t¿rse bien escrit¿sen la librería de la universidad. con Io qr:e no cunplían todos, a juzgar por las reclamaciones del claustro (F. M¡ncos RoDRicuEZ, Extroctos de los /íhos de cl¿ustrosde la Utit,ersidad de \a/am¿,tca.Sigl,tX\t [1161-1181],n." -{.12,.118..l5l). 2E0 Naturalmente,FranciscoPuco, Nebrija Salamanca:Universidad. .1978. frente a /os b¿írbaros, 2¡l Es evidente que la forma que adopta Nebrija en sus repeticionesno tiene nada que ver con lir fbrma de la repetición jurídica, artísticao teológica antigua; se rrata más bien de una lección solemne. que, cómo no, abandonatodas las sen'idumbresescolásticas. Véaseaccesiblela sexta,De nensuns, por ed., Elio Antonio de t.Nebrija,Repeticiónre.yt¿t robrc l¿s nedid¿s. Salamanca: .lenaro Cost.rs RoDRTGLTLZ, U n i v e r s i d a dd e S a l a m a n c a1. 9 8 1 . rs: Estudiada por C. Llxx. uThe Repetittetand it Repetílir>,,págs. 12(,-131.
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a vecesse expresapor medio de exerup/ao proverbios, rompiendo la seca andadurafilológicade estosproductos2Er. Nada de eso es, naturalmente,ajeno a Lucena y a su mundo. Hasta fuera posible pensar que el hijo del protonotario opta por esa estruct¡;ra jurídica no sólo por razonesprofesionales, síno tambiénpor mor de ridicuTizarla.Desde muy antiguo ésta respondea cánonesparecidos.En las repeticionesantiguas,de la escuelaboloñesao de Orleans,como las de Jacques de Révigny, encontramosuna secuenciacomo ésta: a) lemma; b) diuisión: c) casuspositio; d) crítica del texto; e) ordo legendi;f) exposítiolittere; g\ distinción de los notabilia et generalia;h) exposiciónde los simtlta et contraria; 1) quastiones2sa. Para las repeticionesmás tardíasy salmantinascontamos con los datos que nos suministraJuan Alfonso de Benavente,experto repetidor que desarrollabastanteoriginalmenteen su Ars et doctrinastudendi et docendilas enseñanzas de oros tratados propedéuticospara el estudio de Cánones.Así se expresa2st: lector in lectioneuel in repetitioneuel in alio actu habetproferre,prius debet recte disponere.Et est duplex dispositio:una per quam ordinat totamlecturam,scilicet,quod primo erponatet construattextum,post postfaciatoppositiones eliciatnotassimplices. er questiones, posrinueniat post ex omnibuseliciatnotassupremas et det solutiones, et questiones ueritatis;et hecomniaordínetita, gradatim,ram circatextumquamcirca glossas Aliadispositio et doctores. estperquarndebetdisponere et ordína, re rationeset argumenta que inducitad aliquidprobandumin lectioneuei in repetitioneuel in libellis.Que debetordinaresequendo doctrinamTullii in RethoricaNoua cum de dispositione tractat,scilicet,quod firmissimas rationes partibuscollocaet argun)entationes debetin prirniser postremis re, mediocres et debilioresin mediointerponere. Lucena sabebien de estaestructuray de los contenidosde las repeticiones,que contrahace.Y la parodiatiene dos r'íasde expresión,una interior,
2Er Véase, por lo que a t'r-ebrijase reliere, para las relerenciasautobíográficaslas repeticionesDe hispanorunt quorundam corrilptis /iteruntm uocibus lI-196) \,De peregrítxarutrldictr¡num ¿ccentu t1506¡. entre otras. Como se ha señaladoa propósito de las de García de Villadiego, <(noes raro enconrrar noticiasy datos de interésoen los preliminaresde las repeticiones(Sen'andoG¡ncÍ¡ Cnuz¡oo, Gr..tu:¿lo Cdrci¿ de \tilladiego, canottist¿s¿lndntlto del sigb.\\", Roma-Madrid: C.S.LC.. 1968, pág, 8). Para l¡ muv extensade Juan de Castilla, r'éasela edición de Tarsicio de Azcox¡, Juan de C¿stilld, Rtctor ,i, Sd/atndnca.Su doclina sobre el derecho de los Ret'esde Espafia a la presentdciónde obispcts.Salanr¡nc.r U n í v e r s i d a d ,1 9 7 5 ,p á g s .1 1 5 - 1 2 0 . r8{ VéaseC. H. B¡zErtrR, Les RépétitionsdeJacquestle Réuign1,págs,61-70. Es cierto. sin emb¡¡l,, i l .n ( , ü . . ( . : q u e n o e n t o d a sl e s a n t i g u a st e p e t i c i o n e s e o b s e r v a nt o d o s e s t o se l e m e n t o se n s u e s t r u c t L ) r ¿ vecespueden consistir casi en uno solo, :¡5 Véaseen la edición citada de B. AloNso RoonÍcurz. páe. 98.
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C A P I T U L OQ T I I N T O
que no puede despistarnos, a propósito del fondo raciocinativo:por la secuenciainorgánicade vuxtaposicióna basede fragmentosespigadosindispor el planteamientode quastionescomprometidasy desacrimin¿rdamente; rrolladasa la ligera.Ora vía más externala percibimosgraciasa una serie de filtros exterio¡esy contextuales. Puesse inaugurala repeticiónen términost¿rlescomo éstos: por abreviar, Assíque,señoras, r'eniendo a la declaración del capítuloque en el presenteactol.rede examinar,sabránvuesuasmercedes quel orden de mi repeticíón no diffieredel queen lasscientíficas letrasseusa.Y por tantoagopresidente al diosCupido,en cuvonombrecomienzo por servlcio de mí amiga(pág.44). De entradat"',lrn par de circunstancias liaman va la atención.Por un lado, la presiderucia de la de Lucena es la canónicade las repeticionesde bachilleres,cuyo presidentees el doctor más erntiguode la facultad o, en casode que ésteno pueda o quiera,da su licenciaa otro, que puede ser el más cercanomaestrodel repetidor287. Sin duda, la broma empiezadesde aquí, no sólo porque es el propío Lucena el que designaa su presidente -¿pués qué claustroescolarse atreveríaa negarla?-, sino porque tal designación viene a significar por parte de Lucena, el bachilier repetidor, un reconocimientodel magisteriode don Antor, en acendradarradición del ars amandi ovidiano y paródico. Por otro lado, la circunstanciade estar dirigida a un audirorio femenino -se mencionantambién unaspreclaríssíruas señorasen el exordio, para añadir concluyendo:..restaagora finalmente,para satísfazerla opinión de vuestras mercedes,sustentarpor conclusiónaquellopor lo qual todasmás estimáys a los hombres>>- nos hace pensaren el contexto de determinadas tradicionesestudiantiles salmanrinas, como los pallos,losdiscursosburlescos
:'" Dc' ¿ulntl¿. habría que ver en los preJiminaresde Ia Rtpttictótl. en ese poema centonísricode Franciscode Quirós una seriede ironías apropiadasal caso,más que ur-rpanegíricotn l¡utlen repett/tcutts tJuiill de ¿n¡oribuscompostil eloc¡uentissirnus Lucan¡. A la vista de que Lr:cenano intenta esconderp,rra nada que trabaja con textos tomados de aquí v de allí. ¿cómo interpretar lo que dice Quirós:
.DE (-ONIO AL HO\IBRE ES ^IECESAzuOA\IAfu,
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que celebranla obtenciónde un grado,en cuyosantecedentes pudierahaber cosasparecidasa la repetición de Lucena, todas ellas ludí ultandi tolerados por ias autoridadesacadémicas en especiales ocasionesv en cuvo contexto hay referenciasa damaspresentes,cuando no se dedica la peroraciónpor completo a ellas, por más que hasta esa misma referenci¿rfuera en sí una burla del reverendoauditorio masculino,con juego interpoladodel mundo al revés288. Pero la Repeticiónde amores,sin desgajarsede su contexto universitario, nos hace pensar en el mundo cortesanoy femenino del Sermón de amoresde Diego de San Pedro o en los.guiñosque) teorizandosobreel amor instintir¡o,hace un Boccacciorestringiendosu discursoa las damas sus lectoras,como señalábamos más arriba. En tales casoscomo éstosel trasvestismoes más bien ideológico,pues nada.nos permite pensarque la obrita de Lucena haya sido pronunciada en efecto. Y no es cuestiónestaúltima que nos puedapreocuparen excesocuando tenemostantoselementospara asediallacomo si de un ejerciciomás perteneciente a la literatura efímera de carácter humanístico y humorístico se rtatara2se. Literatura en la que habrá que cÍintinguir distintos tipos paródicos, entre los que se pueden alinearel disparatey la fatrasie,como en los gallosy otros tipos de vejamen,pero también parodia de los propios géneros seriosutilizadosit de las técnicaselocutivasde éstos,parodia que también
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q u e p r e s i d al a r e p e t i c i ó nd e l b a c h i l l e rJ u a n c l e G r a d o ( l - 7 - 1 1 1 1 )o , m á s t a r d e , l ¿ d e l b a c h i l l e rJ u a n d e Raxa O--l-l'1781.Véase F. lvl,rRcosRoonrcurz. ExtrdclosrJelos /t'brostle chusrrosde h LlniuersidaJde S a l a m d n c aS.i g l oX \ t ( 1 1 6 1 - 1 1 E 1 )n,. " 7 5 0 v 1 0 8 7 . 2s8 En estosgallos,Iasdamas,,ocupan así un L,rgardominante de espectadorasdirectasque no deja de ser chocanteen Llnoscotos <¡uerestringíanal máximo su presencia.Obviamente ni la historia colegial ni la propia calidad del texto... hacen siquiera verosímil que el gdllo iuese recitado en presenciade señoras.Todo lo contra¡io, sr,rscomienzosdelatan una bu¡la evidente contra el auditorio, trasvistiendo en damiselasa maestres,rector, conciliariosv estudiantes,para regodeo v mofa de todosr>,como señal¡ Au¡ora Ecno, ,rDe ludo uit¡ntlo. Gallos áulicosen la Universidad de Salamanc¿o,El Crotalón.Anuauo de FilologíaEspoñola.1 (198.1).págs.609'6-{8.quien ha editadr. el G¿llo Benito que ctlntó en el tedlro Je Sa/am¿tcaal antanecerde un r¿tr¡ de/ so/ de su es¿'ue/¿. hilo de Benardo, que comíenzaasí: .Al suvir vtr aquí, estashermosísimasseñorasme mandaron que la plática deste día luese en su bulgar idioma castellano; que si vien muchas de srrsseñoriasreconocenen sí tiempo v avilidad para saver latin, con todcr esso, av algunasde tan pocos v tiernos años que no les á dado lugar para semejantee-ercicio" (pág. 627). Al rrabalo de Aurora Egido y a otros que. con el mismo temil. promete remitimos, 28e Epístolas,arengas,proposiciones,panegíricos,repeticiones,etc. VéaseAlan DtyrRrtoxo.
"'Pal¡ bras y hojas secasel viento se las lieva': Some Literarv Ephemeraof the Reign oiJuan II". en |vledi,itt,;. ¿tndRen¿issance Studieson Spaiu ,tnl Portugal iu Hctnour of P. E. Russell.Oxfbrd: The Sociervti r rir. S t u d ¡ to f M e d i a e v r lL a n g u a g e isi n d L i t e r a t u r e .1 9 8 1 .p á g s .l - 1 . { : J . L ¡ n ' m s c E , . N u e v o s l e c r , r ¡ c ls n L r . , , . géneros:apuntes sobre la epistolografíacastellanaen el primer renacimientoespañolo,págs. El r.:¡. del mismo, Un episodiode/ proto-htrnanisno espaíict/lres opúsculosde Nuño de Gu:n,i,t r (,i.;,: rM a n e t t i . S a l a m a n c aD: i p u t a c i ó n P r o v i n c i a l 1 . 9 8 9l B i h / i c t t e u E s p d r T c t l a ,S! ri 'gl / o f \ ' . 1 t . e r r p r c r r \ . r! . r : . : lo primero.
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generabala actividadacadémicao humanistaprofesional,como lo visto sobre el Tratadode cóno al hombrees necesario dm(try, acaso,pueda remontarsea siglosen el propio contextodel tratado de amor en el que va hemos insistido2eo. Pues, en tanto que género,la de Lucena es una repeticiónde legista, como enseguidavamos a ver; pero incorpora otros materialespercibidos y aI vez practicadosobligatoriamenteen el mundo escolarque pueden devenir burlescos.Lo cierto es que tambiénpara los estudiantesque ni siquiera estuvieranen estado de merecergrados se abría la posibilidad de practicar estos esfuerzosde ingenio, tanto la disputatictcomo la repetitio, con tonos menosseriosen algunasocasiones2el. Pero -v es otro de los filtros paródicos externos- este tipo de ejercicios se ordenaba también paru 7a práctica de la lengua latina en el ámbito de los colegios,clryo poco uso universitario,como es sabido, es denunciado una J/ otra vezze2. Es cierto, sín embargo,que la utilizacióndel romanceen la facultadde Cánonesno sólo no estabacondenada,sino que inclusoalgunos expertos repetidores,como Juan Alfbnso de Benavente,recomiendan que la lectura de los docentes<<sitpractica et theorica,in uraque linguarr2ei. Pero esto era en 1453, antesdel gran cambio de los estudioslatinos en la universídadde Salamanca,protagonizado por Nebrija y aun otros, en cuyo
2"0 Desde luego, la parodia del género efímero estabasen'iclay así tenemos casosde epístolasper (por ejemplo, Michele FEo, .Il carne. contrdrium o abiertamentesobre temasbr.rrlescos o cárnavalescos vale dell'umanista>>,en Letteuturd utn¿nistic¿te lr¿dizictnec/assica.Per Alessdil¿ro Pensd. Roma: Bulzoni, 1 9 8 5 .p á 1 s . 2 5 - e 3 ) . rer En los Estdtltos de 1538 se da cuenta en estos térmínos: ..Cada tercer sábado todos los que tienen a cargo los Colegiosse junten en un generalde las escuelasmenoresdonde destamaneraexerciten sus discípulos:la primera vez los discípulosdel primero colegio salgana recitar algo declarlando sobre alguna cosa a porfía a manera de opositoresde cátedra por manera que cada Llno se esfuerzepor llevar la mejor parte... donde despuésde aver orado puedan los regentesde los otros colegios pregunrar v pedir uzón de lo que quisieren cerca de lo que sea dicho argu_"-r y disputar ctnrra ello; 1'luego el otro ¡e¡cero sábado adelan¡e algún discípulo del dicho colegio traerá v dirá públicamente algunos lugares obscuros señaladosv notables de lo que en aquellos días se uviere leldo, 1o qual eraminen v arguvan sobr'ello los que tienen a cargo los otros colegiosrr.Éstas podrían tener un tono más festir,oen determinadastlestas,como las Pascuasde Navidad, de Resunección)' de Pen¡ecostés, r'en Carnaval(E. Esprm, nÉ t'ARrE¡c.r. His¡oria pragtnáticae interna de Lt Uniuersidadde Salamanca.pág.2$). :tr Así se lee en los Est0tutosque venimos manejando:
.DE CO\IO AL HONÍBREES NECESAzuOAT,fAR"
1i)
ambiente vive, compone y publica su obrecilla Luis de Lucena, que por el hecho de estaren romancey destinarsea las damasva nos va dando pistas sobre su catácterligero. Pues,como veíamos,inicia su repeticiónLucenacon un exordio,dirigido a unas preclarísimasseñoras,en el que se entona una alabanzade la castidad,que trae de la mano otra de la virtud, para reivindicardespuésla fama del virtuoso despuésde la muerte. En cíerto modo, se cumple con la introducción que encontramosen alguna repetición de bachiller, más que en las repeticíonesmagistrales,aunque en ambos tipos el proemio -recuérdeseel casode Nebrija- puede referirsea cuestionesgenerales,como aquí a la virtud, v, como en el caso de otro joven repetidor, al honor2er. Pero Lucena rompe abruptamenteel razonamientopara entrar en harina, señalandoel texto legal sobre el que va a basarsela repetición y designando a su presidenteo padrino, Cupido. Este lentnta (o textum, como le llaman Benaventey Lucena) es una de las coplasde Torrellas, que es <.más propiamente extravagante,por no estar incorporado en el derecho>>, según 'su' señalael repetidor localizándolo en corpus jurídico amoroso, como si de una disposiciónjurídica delas extrauagantes se tratara (líns. 150-151). 'interpolación' Viene despuésuna extensa de carácter autobiográfico, realizadasobre el modelo de la Historia de duobus atnantibus en Eneas SilvicrPiccolomini. Es, desde luego, el equivalentea la casuspositio, que forma parte de la exposicióndel texto en sus aspectosexternos.Naturalmente, en una repetición seria los razonamientostend¡ían que ver con problemas o casosde derecho susceptiblesde debate.En el caso de una Repetición de amores,es evidentela broma de Lucena, quien no sólo presentasu propio casodesdeel punto de vista de la 'ley' de Torellas, sino que, además, lo hacebeneficiándose de materiadramáticafamiliara los propios escolares y también sujetaa parodiaen talesambientes,la comediahumanística. Merece la pena detenernosun poco en esto. Al fin y al cabo, Lucena está escribiendoun arte de amores dedicado a \a amada.Dero a sí mismo
:qr Pensanos en el caso,por ejemplo, de la Repetitio in cap. frnali ¿( presciptiontb¿¡sde Gonzalo García de Villadiego (véaseS. G¡nci¡ Cnuz.r¡r¡, Gon:dlo G¿rcí¡ cJeVilladtego, c,t,lottistdsalmdntitrt ,i¿l siglo X\', págs. 159-206.la introducción en págs. 159-160). García de Villadiego pronunció esrarep(rición cuando era bachiller, Y no será impertinente encontrar en ambos c¿lsosun rasgo de pedanterí.r proemial cuando ambos jór'enesrepetidores,éste v Lucena, envuelvensus observacionessobre h prc..dencia del honor o de la virtud con el mísmo tópico: .Quod cum ipse íntrir pectoris mei claustraditr .ri d i u t a c i t u s r e u o l u i s s e m . . . trl,l e t n , p á g . 1 5 9 ) : < h a l l á n d o m eu n d í a s o l o n a v e g a n d op o r l a s c . n t l . r . . i . . o r o t r o l a d o , a b u n d a n e s t a sr e p e t i c i t ' n . . . i . d i v e ¡ s o sp e n s a m i e n t o s . . .t"e d . J . O r . N s r l l ^ - .p á g . - 1 2 1 P bachillereso licenciadosen referenci¿sal ¿uditorío v adolecenen ocasionesde un excesodr rcr,,ncr.n:,, en el exordio.
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dirigido. Y va señalaba,casia beneficiode inventario,Pedro ManueiJiménez de Urrea antes de 1514, en su Penitenciade antor, dedicándolanada menos que a su madre: ..Esta arte de amoresestá ya mu1' usadaen esta manerapor cartasy por Eenasque dize el Terencio,y naturalmentees estvlo De hecho. el Tratado de del Terencio lo que hablan en ayuntamiento>>2"j. (tmoresrecientementeeditado patentizl-bien la fusión aludída por Urreare", que para los ol,enteso lectoresde Lucena sería de lo m¿iscomún, hasta el punto de que v^ya a ser posiblemuy poco despuésque, partiendode esos Rojas remonte el mismo andamiajedel género.Por mismos presupuestos, ello habría que advertir que la fusión de génerosaludida por Urrea se da de hecho,la incorporaciónde estosmatambién en ambientesacadémicos; por parte del repetidorhay que explicárselos teri¿rles en eseámbitozei. Pero, por otro lado, no podemosoividar que el carnavaldel humanista se había expresadodesde antiguo fundamentándoseen la parodia en el contexto comédico.En estesentidoaquí no nos puede pasardesapercibida la obra de Ugolino Pisani.lvfásque la Pbílogentlr,que pudo ser conocidaen los ambientesde Fernando de Rojas y Luis de Lucerra,es de recordar aquí la Repetitio Zanini coqui2"8,que llegó a ser representadaen Pavía, durante el juevesla¡dero de 1435,,.in scholispublicis". Ciertamente-podráse decon nuestrarepetición,si no el cir- tiene poco que ver argumentalmente hecho de que la del cocínerotambién es una parodia del género -y abundan bien poco, a juzgarpor lo conservado-, al tiempo que burla del munLa ambrciónrídícula deZanino do universitarioy de la cultura académica2ee. de considerarsetan gran cocinero que mereceun grado académicoes la y parece misma de Lucena o del repetidor al que prestasus r¿lzonamientos merecerun doctorado en amores...,o el matrimonio.En este sentido,los
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:it Ra.vmondFoulcuÉ-Dllsosc, ed.. Iredro NfanuelJinénez de Urrea. Penilenci¿de dmor (Burgos, l j l J ) , B a r c e l o n ¿ - N { a d r iB d :i b l i o t h e c aH i s p a n i c a ,1 9 ( 1 2p, á g . J . \ ' é a s e .t a m b i é n .l a i n t e r p r e t r r c i ódne e s t e Celestind as pasaje.a la zaga de orro de Juan Rodríguezdel Padrón, que hace Eds'in J. \\'ss¡pR, "The a n a r t e d e d n o / e s > >M, o d e r n P h i l o l o g r '5, ) ( 1 9 5 8 1p, á g s . 1 - i 5 - 1 5 3 . :''" Carmen P¡RIIl-t-¡, nEl TnttatJo,le ¿norcs. Nuevo relaco senrimental clel siglo x:'", E/ (.rot¿/óu Para lo que aquí r'amos erponiendo es muv Anu¡río de Fllología Espanola,2 \1985J, págs. .173-.186. en la narrativa sentimentaLr.Boletín tle l¡ valioso el estudio de la misma auto¡a. *El Tr¿tddode (t/r'/ores Brbllotec¿NIenéude:PeL¡'o, 61 ( 19881.págs. 109-128. lq; .De cada colegio cada año se representaráuna comedia de Plauto o Terencio o tragicomedia' \Iden,pág.203t, segLrnpárrafo de los Estdtutosva utilizado por otros. :cs Véase el texto depurado de Paoio Yrlü, Dne ¿'ont,uecll¿u¡¡¡at¡¡¡llch¿'pot.'st:. .lLiil16 S¿cerdosu. oRepetítiomagistri Zanint c'oqú", Padua: Antenore, 1982. :\re Paolo VtlI, *Specttacolo e parodia nela Repetitio ntdgistriZantni co,lui c1iUgolino Pisani>,,en Spettacoli conuit'tttli J¿l/'¿ntit'ht¡ci classt'c,t¿lle LOrli i/dlidn.' de/ ^100.Atri del \/II Convegno di Studio ( V i t e r b o .2 7 - 1 0 ,l v f a g g i o1 9 8 2 r .\ ¡ i t e r b o : A m m i n i s t r a z i o n eP r o v i n c i a l e .1 9 8 3 .p á g s .2 $ - 2 5 9 .
"DE I]O\IO AL HOIItsRT ES NECESAzuOATIAR"
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presupuestosburlescosde Lucena no deshacenel autobiografismo,como en el Tratadode córuoal bombre es necesarioatnar, por 1o que no podemos menos que reconocer ese nuevo filffo ya más interno que nos impone el repetidor y que sigue aislandoen lo estrictamentehumorísticosu pensamiento sobreel amor. 'seriamente',quiere Pues cuando, conciuir en esta exposicióndel texto recalcandooei poder y fuerza del desseode la concupiscenciacarnal, significado por el dios Cupido de los gentiles,y cómo é1llaga a los enamorados y aun a los no enamorados,forzándolos a amar>>(pág. 68), en realidad Lucena estáhablandode sí mismo, aunquecreehaber generalizado el projustificado blema. No se puede perder de vista que ha su texto con un sucesoamorosoque se beneficiade los moldes de la ficción sentimental(no otra cosallevabaaparejadoel autobiografismo; y acasotambiéncon expreso deseode subvertir el género,como hace Diego de San Pedro con su Sermón o el autor del mencionadoTratado),el comerciocon la alcahuetay el fracaso de la recuesta,incorporandodespuésun extensoexcursoque quiere mostrar, por un lado, la general fuerza del amor (incorporando un extenso fragmento del Tratado) y sus condiciones(apro'n'echando la icono graÍíade Cupido que expiica el Tosrado en sus Diez qtiestionesa la zagade Boccaccioroo).Por tanto no nos podemos dejar sorprender-velevar a tratado misógino una obra que se justifica desde la propia experiencia...experiencia r. fingida,naturalmentero Y ahora sigue.vaLucena con el <<notable <
r0(r Nueva tuente puesta al descubiertopor D. W. McPuntllns, .Influencias del Tostacloen Sala 'Inten'ención' manca a fines del siglo xtr,. en el curso del \TI Congreso Internacional de Hispanistas. Venecia.recogida en las Actas del Séptitto CongresoIntent¡ciot¿l tle Htspitnistas,Roma: Bulzoni. 1981. I I . p á g s ,1 0 9 1 - 1 0 9 2 . r0r Elena Grst:ctx \¡ER.\es del parecer de tomar más en serio la cuestión cuando qurere qrrc -.. origen de estos ataquesprovenía, por lo general, de resultas del despechoque sentíanlos poer.r.',.,.: h a b e r s i d o r e c h a z a d oes n s u s p r e t e n s i o n e¡5n r o r ( r l e s " .r ' c o n s i c l e r ac o m o L u re j e m p i ol a R c p L ! t t r , , t ;, . 1 . , ambigtiedaden el concepto del amor v de la mujer en la prosa cas¡ellanadel siglo xt'".,8ol¿¡¡-,:.;, .. I', AcodemtdEspañoLt,59 ll9i9), págs. 119-15): nuestra cita. en pág. 1.22t. rLr: C. H. Bt-:zt.ut,n.Les Répí/llr'ortsde Jt Rérigtt. pág. 69. lacc¡ues
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CAPITULO QUINTO
en principio, pueden ser las nota simplicesa las que alude Benavente,las máselementales, aunqueLucenatampocosedetienéen excesopara cumplimentar totalmentelos posíblesnivelesde lecturadel texto, del más superficial al más profundo, que no expone en extensosino sólo a partir de lo que él consideranotabilia. Nuestroburlescorepetidorsiguedespuéscuestionándose sobrequé opinan los demás,con el objeto de ir evacuandootras note mássutiles,como ahora la disquisiciónsobre el libre albedríodel hombre, puesroen duda oor su sen'idumbree/eninada.El preguntarse sobre.¿eué persuadenlo, o.niores,qué pruevanlos philósofbs,qué demuestran (pág.6g1r0r los theólogos...?> no es otra cosaque el equivalenteaIa enumeracióndelosstm¿ha o texroscon peso de lev qr-refacilitaún el razonamientoo la solución delas questtoftes, que sevan a ir proponiendov resolviendoa basede un juegodialécticoen el que entran naturalmentelasoppositionesque se quiera autoproponerel repetidor; todo ello en las repeticiones serias.Discutiándosobreel iibre albedrío, se planteaque el hombre puedeescogerentrela virtud y el vicio,y se revisan las virtudes y su alcancecomo base para el obrar honestodel individuo, haciendode vez en cuando algunasoppositíones, y ello no sólo en la macroestructuradel razonamiento sobrelasvirtudes,sino tambiénen cadauna de las microestructuraso argumentosmenoresreferidosa cadauna de las virtudes. como si de una caja chinase rrarara.Por ejemplo: Acompaña después a aquesta'irtudla vergüenza. Empero,cor¡oAristótelesdemuestra en el quarrodela Ethica,la'ergüenza no es'irtud, sinoun loable effecto del ánimo ma)¡ofmente a los mozos convenien¡e...
En dos bloquesse desarrollaluego la investigaciónsobrecómo se compone el hombre virruoso: según las virtudes que al hombre absolutamente convienen; según las que le pertenecencomo <
rfr Qtte tanto nos recuerdala nrismautilización del tópico introdr¡ctorio del discursocle Sempronio a Calisto: *Lee los vstoriales,estudia los filósofos, mira los poerds...>> (D. S. S¡r,rzux, ed., Fernando de Rojas' fa celestina,pág. 9ó), precisamentepara inrroducir el mismo tema nrisógino. r('r Véase sobre esta cuestión Denis P. SEst¡r. *Introduc¡ion ro Natual Lari' in Didactic, Scíentific, and Legai Tre¿risesin NfedievajIberiao. en Harold J..fohnson. ed., The LIedi¿ua/Trotlition ol |l¿tur¿/
.DE CO\IO AL HONIBREES NECESARIOATIAR,,
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cierta duda sobre la seriedad de todo el, razonamiento,máxime cuando. fuera ya de la definición de los fines éticos del hombre y encaminandoel razonamiento en torno al amor libidinoso, el recuerdo del otro mandato natural (<
Lau,Kalamazoo, Michigan: Medieval Institute Publications,\X/esternMichigan University, 1,987\Stu¿ies in Medieudl Culture,XXII), págs. 161-178, ii5 Lo cierto, sin embargo,es que los límites de los preceptosnaturalesaristotélicosno son concretos como los expone aquí Lucena. Véase,por ejemplo, lo que expone en sus justos límites Martín de Viciana cuando traduce y glosa el tratado de Aristóteles (Antoni F¡Rmr*oo, ed., Mar¡í de Viciana. Comentarid l'"Económicd" d'Aristótil, Barcelona:Edicions del N{all, 1982, págs. 13-15). 106 Lo que evidentementenos recuerda otros tratados de amor con carácter poco serio, como el Trdtado de cómo ¿l honbre es ilecesdnotlmdl, y, en clena medida, el atribuido a Juan de Mena. según va se ha señalado.
1.10
CAPÍTULO QUINTO
En esta conclusión se van a evacuar las quetiones ueritatis o las nota suprerua que decía Benavente,que aquí consistenen ia defensade que el máximum de las virtudes puede concentrarseen el hombre esforzado,con lo cual se retomael principio en el que se loaba a la castidad,la virtud v, su la gloria.Cierto, a primera vista,parececomo si Lucenavuxconsecuencia, tapusierasin ton ni son materiales;é1,sin embargo,mantienela precedencia de las armasen ruzón de su discurso sobre la virtud, cuvo hilo se sostiene desde el principio. Lo ridículo se deriva tanto de la servidumbrea que le obliga la yuxtaposiciónde textoscuyasoldadurano es siemprebuena,cuanto, en estecaso,de la opción por el hombre de armas,opción que implícitamente lo reconoce como más apropiado para ser servido o servir a damas, lo que, claro es, va en contra del propio repetidor v provoca a sus colegas universitarios, letrados,que lo escuchano leenr07. Ni estaúltima quastio sobrelas armasy las letras,ni algunaotra anterio¡mente desarrollada,sobre todo la introductoria relacionadacon la virtud, seránambiguas.De hecho, Benaventeadvefiía,de acuerdocon Cicerón, que era convenientecolocar al principio I' al final las cuestionesmenosdudosas. Sin embargo,la comprensiónen su conjunto de la Repeticiónde amoresde Luis de Lucena,el estudiode su estructuray de su marcoliterario,nos obligan a considerarlaobra como un nuevo arte de amoresburlesco,relativizado de nuevo por la referenciaautobiográfica), por la parodia de génerospropios Así, nuestroautor ha dado hastala saciedadlas clavesexteriode lasescuelas. res e interiores para que reconozcamosqué es lo que le importa, qué es lo ornamentaly en qué se parece su obra a otras como el Tratadode cónzoal hombrees necesariodm(tr, cuyacita extensamenteen un ambienteuniversitario hacelos mismosefectosque en Celestind:nos obliga a relativizar,obligaba a suslectorespreparadosa relatil'izarlo que sobre el asuntose diga. Un punto más,sin embargo,nos permiteemparentarel texto de Lucena y el anónimo. En ambos casosla estructura escolásticadeja filtrarse la del ars amandi; se trata de utilizar tanto texto como las antologíasy florilegios facilitenpara desecarsu enseñanza en un sentidoconcreto.Ptrespor encinra
"'t Danos vueltas a la cabeza el problema de la datación del texto v de las circunstanciasde su composíción.B, M,lrulx¡, tomándolo eu serio como uno más de los de la querella de las mujeres del (
"DE COirlO AL HONIBRL ES NECESARIOA\ÍAR',
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v más allá de las ironíassobre la mujer -insistimos, lo menosimportante de la Repetición, también del Tratado- , se enfoca la filosofía amatoria sobre la dama a la que se sirve, la que, como una Beatriz, salvade la esclavitudal amante. Pues por el camino de la propia experienciaautobiográfica,en la que insisteLucenar08,\a libertasde la pasión se alcanzadel mismo modo que en eI Tratado,por la vía matrimonial. Si no lo dice con toda claridad Lucena, amor sí lo certifica el oscuro Villoslada al final, diciendo que sabeque <<este es para buen fin y en que Dios no se desirvar,@ág.95\. Con que de nuevo estamosante la misma postura defendida en el Tratado de cótnoal bombre es necesarioamttr. eue con el mismo orisma irónico debe ser advertida.
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fN Tambien en el poema del propio Lucena ¡z suo opereque encabezala repetición: ,.En eg,, fallax, testis certissinrusadsunr.,/ Anthia quem ¡oseo continet usqLresinu-.
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I CAPITULO SEXTO
Los primerospasosde la ficción sentimental. A propósito del Sieruolibre de amor En un reciente trabajo, se ha revisadola génesisliteraria y los orígenes de la ficción sentimentalespañoladel siglo xv, realzandoel lugar primordial que en éstostiene la epístolaamorosade tradición ovidianai('!'. En el caso Rodríguez Padrón, de Juan del consideradotradicionalmentecomo el pionero del género, se han agotado aún más las posibilidadesde tal influencia y difícilmente se puede olvidar -no se debe, claro está- que Rodríguez del Padrón es el autor del Bursano,versión de las Heroidasde Ovidio, con alguna adición del propio raductor. Precisamente,la traducción ovidiana de Rodríguezdel Padrón habrá de ser consideradacomo una especie de preparación literaria, que no va a tener más ¡emedio que desembocaren cosatal como el Sieruolibre de antor, segúnse ha insistidoJto, con lo que puede llegarsea mantenerque el tono de la ficción sentimentaltoda es ovidiano, excepto en lo que conciernea la exclusiónde los elementoslascivoso eróticosrtl.Y otra vez nos hallamosen laladera del arte de amores. En otro momento habremos de desarrollaresta afirmación, matizando que desdeel punto de vista de la concepcióndel amor la ficción sentimental no es siempretan aséptica,eróticamentehablando.A nuestro parecer,1o que sí se advierteen estegénero-al menosen algunosde susespecímenes,
rnt Alan D¡r'en'rtoxo, .Las relacionesgenéricasde la fícción sentimenralespañola.,en St-nposiunl in Honorem Prof |vl de Riquer, Barcelona:Quaderns Crema, 1986, págs.75-92, en especial,pág. 78, retomando el viejo trabajo de Rudolph Scurrrll, Ouitl dnd /he Renttscence in Spain,Berkeley:University of California Press, 191,1(teimpr. Hildesheim-NuevaYork: Georg Olms, 1971),págs. 114 y sigs. "" Olga T. Iltprr', .Ovid. Alfbnso X and Juan Rodríguezdel Padrón: Two Castilian Transla¡ions of the Heroides and the Beginnings of Spanish Senrimental Prose,>,Bu/letin of Hispanic Studies, 57 (1980), págs. 28J-297: Literary Emancipation of Juan Rodríguez del Padrón: from the Fictional "The Cartasro the Sieruolibre de dmonr. Speculuu,55 (1980), págs.)05J16. Para una recienteedición de las cartas originales de Rodríguez del Pad¡ón, véaseTomás GoxzÁl-¡z Rot-.ix y Pilar S¡eu¡no SuÁnrz. ,
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(,,{PITL'LO SEXT')
como el Steruolibre de antor, a\ que seguidamentenos referimos- es la naturalistas opción por una actitud polémicaen contra de las concepciones del amor, un amor como el de los técnicosque venimosconsiderando,para acogersea una concepciónpropiamentecortésy poéticar12. NIucho se ha escrito también sobre la estructura del Steruolíbre de dtnor. En cierto modo, se ha querido asediarestaobra como si de una especiede modelo para la posteriorlloración del génerosentimentalse tratase.Algunos, incluso,han querido ver en su difícil o inexplicadasecuencianarrativa una a modo de tormentosabúsquedade una <<structtura compiuta,la cui vera identitá sfuggecontinuamenteall'intelligenza dell'artist¿r'iir. Ello, segúnpensamos,sin tener en cuentaque, si estudiamosla 'novela' podríamosalcanzarmejoresresultados-1'a desdeotro punto de vista,¿lcaso es bastante,si solamentehistóricos- que los que nos aguardande preocuparnos anacrónicamentedel texto. No esJuan Rodríguezun novelistaposterior a Miguel de Cervantes:la novela se escribe a sí mismil dentro de su peculiarmundo retórico,que eu estostiemposque corren del siglo xv -y aún después- no es ni más ni menos que ei de ia epístolaamorosade carácferautobiográfico,que arrancade la demandade un interlocutor válido, en el Sieruolibre de amor cierrojuez de Mondoñedo, Gonzalo de Medina, que se preocupapor una cuestiónque atañea un amigo,como el otro interlocutorde Lázaro. Si en tal ámbito algunanovedadnos presentaJuan Rodríguez,no serála de ..conjuntaren una sola obra dos tipos de namacióndominantesen su época>>, como ha qr,reridoun moderno estlrdiosodel Sieruolibre de amof lt. sino la de conducirloscon el corséde una estructurasuperiortremendamente efectivaen la tradición literaria:la epístolaautobiográficaerótica.Pues los mestizajes literariosdurantela edad media tienen siempreuna justificación estructuralsuperior,que conduceesosproduffos v, en cierto modo, les da nuevo valor, sin necesidadpor ello de sentarprecedentesrrt.
irr 'Poética' en el sentido de recoger l¿ tradición tal cono nos la lega la poesíacr)rtesanadel srglo xv v transform¿¡laen deba¡e abierto. conro si de la prolongaciónnarra¡ivad,e tint¡c-¿ut'ijno un ,1ec¡)dc amor se trat¿r¿. Véase, a este respecto, los trabajos más adelante citados cle E. lv{. Gerli v de D. Ynduráin. r1r Carmelo S¡rtos,t. <.Peruna interpretazione del Sterurtlibre t/e ¿non,. Strdi Ispanict, \ 11962). p á g s .1 9 5 - 1 9 6 s, u p e r i o re j e r c i c i oc r í t i c o q u e t a n t a sc o s a ss u g i e r e . rLr César H¡RrÁxolz ALoNSo, ed...luan RodríguezCel Padrón, Obrds cornpletas,N{adrid: Editora Nacional. 1982,pLíg.55. Desde otra perspectiva,desdelL:ego.consideraríamoscomo inrportantesatisbos estasopiniones del crítico. 1 1 5 P i é n s e s ep. o r e j e m p l o ,e n l a m u l t i p l i c i d a d .e n t o d o s s u s s e n t i d o s ,d e l L l h r o d e b t t e n¡ n o r . y t 1 e qué modo se deja abarcar cuando rec,rlanrosen el origen c¡r'idianode su tipo autcrbiográfico.
.SIERVO LIBRE DE AMOR>
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Porque, de hecho, el Sieruolibre de amor es una extensaepístola.Por lo general,7a crítica ha consideradoque el envío inicial a Gonzalo de Medina es una <<simple carta dedicatoria,entroncadaen el texto con habilidad>>r16. Era, sin embargo, evidente el parentescoy hasta el léxico común de esa carta con otros ejemplosde la que llamamoscarta de relación,como se ha subrayadorlT, acercandola de Juan Rodrígueza 7ade Lázaro de Tormes. Pero esa cercaníapuede extendersemucho más si consideramosa todo eI Síeruolibre de amor como una epístolaa Gonzalo de Medina, redactada 'libertad desde un estado de amorosa',el mismo estado,pero con muy diversosmatices,desde el que escribeel anónimo autor del Tratado de cómo al hombre es necesarioamar. Pero en esto nos pararemosluego. Indudablemente, entorpece y aun confunde el alegorismodel de Padrón; pero que la epístolase desarrolladesde principio a fin de la obra se declaraen las últimas líneasdel texto (para nosotroscompleto, en razón de lo que aquí se va exponiendo)rr8: La qual fSyndéresis] muv reziobogandodeEendióa la riberaenversode mí; e luego,despuésde la salva,r'ino en demandade mis aventuras; e yo essomesmoen recuentade aquéllas. Interpretando el fondo filosófico y aun psicológicoen un solo sentido, se ha consideradoa Synderesiscomo <
116 C. Hr-nNÁuo¡z Aloxso, ed., Juan Rodríguezdel Padrón, Obras completas,pág.27. ¡)Por e¡emplo, \¡ícror G¡nci¡ ¡e L¡ Coxcu¡, Nueua lectura del Madrid: Castalia, "Lazarillo,, 1981. pág. 49. También, FranqoiseVtclER, .Fiction épistolaireer nouelaseuttmentalen Espagneaux Xv" et xvle siécles>,Mélangt'sde la Casade Velázquez,20(1984), págs.2)5-86. r18 Como también piensanotros, como Antonio Pmrto (aunque con matices:,.Se entiende, pues, que estimo el Sieno como una obra cerrada, perfecta y acordementeconcluida en el riempo narratil'o en el que sucedela novelao [en la ed. que prologa: Sieruolibre ,]e amot, ed. FranciscoSEn¡¡No Purnr¡, Madrid: Castalia, 1976, pág..101),o como Juan FeRNA¡toEZGIi\'tÉ^'EZ, el cual resume el estado de la cuestión en su
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CAPÍTULO SEXTO
casi hast¿lllegar al punto del suicidio. En el momento clave se desanimay decide no tomar tan drástica solución. Ve venir entonces a lo lejos una grande urc(t que transporta desde un inabarcablemar a \a dama Sindéresis. La presenciade la alegoríapenitenciales aquí innegable,segúnnos parece. El mar, desdelos más viejos alegorizadoresde Virgilio, como Fulgencio, BernardoSilvestreo EscotoEriúgena,pasandopor Enrique de Villena,puede significar tanto el arrebatadotorbellino de los l'icios, como las lágrimas En un mundo cercanoal de Rodríguezdel Padrón, del arrepentimientor2o. <
págs. 187- 188). a la S¡rndéresis de Rodríguezdel Padrón (véaseel arr. citado de .J.F¡nN.rxor.zJIIuÉNEZ, r20 Véase,a estepropósrto,Edouard.l¡¡utlE.tu, -Le symbolismede Ia mer chezJeanScot Erigéneo, en Le Néoplatonisme,París. 1971, págs. J85-J94: para Enrique de Villena, el extenso desarrollo que hace a lo largo de Ias glosasa los ¡res primeros lib¡os de la Eneídt (en P. N{. CÁTEDRI.ed., Enrique de Yíllena,Trat)ucción,-glosasde la r'ols. I v II, Sal¿manca:Diputación Provincial, 1989 lBiblio"Eneida", teca Españolatle/ síglo XV,2-))). i : 1 P i e r r e B r R S U m ¡ , R c p e r t o r i uumo r a l e , p a r t es e g u n d a , s . ¿(,c. i t o p o r l a e d i c i ó n d e \ ¡ e n e c i a :G a s p a r Bindonr:m, 1589).Más exrensostes¡imoniospneden verseen el clásicorepertorio de Gerónimo Llon¡r, St'luaallegoridrum,Colonia: Iohannes Gvmnicum, 1630,pág. 663.
"SIER\¡O LIBRE DE AI'IOR,,
bilidad y de susremordimientosr22. Así que la sindéresises la concienciade las necesidadesuniversalesque se imponen a la voluntad libre bajo la forma de obligación moral, o ley natural. Sus principios constituvenlas obligaciones moralesprimeras,fuentey fundamentode todos nuestrosdeberes(nos instiga ..ad bonum et murmurare de malo, inquantum per prima principia procedimusad inveniendum,et iudicamusinventa>>r2r). En concordanciacon el voluntarismo franciscanodel que san Buenaventura es padre, se distingue la sindéresisde la concienciay se atribuye a la voluntad. Es como un poder distinto dela razón y superior a ella, un poder habitualperteneciente exclusivamente a la voluntad,un hábito de Ia volunque inclina hombre moral, pero es poder también indepentad, al al bien diente de la concienciahabitual, Sindéresis,<scintillaconscientíerr,chispa despabiladorade la conciencia,pues ésta de por sí no puede mover a la voluntad en dirección al bien y la sindéresisaporta la energíanecesariaen el procesomoral. Así como la nzón no puede ordenar e imponer su veredicto más que por intermedio de la voluntad, la concienciamoral no puede imponer sus decisionesmás que por intervención de la sindéresisr2r. (Fuera de esto, no es el momento de extendernossobre la confusión léxica que dio lugar ala palabrastndéresis,y a su abroqueiado semánrico entre los escolásticos,explicación que, como es sabido, resultó un hito del humanismo gracias a la curiosidad de Angelo Poliziano, quien, en cierto modo, ridiculiza a los escolásticospor su ingenuidad filológica y la mala lectura que conlleva tan desmesuradadiscusión teológica, al tiempo que achacala confusión a la interpretaciónliteral de cierto pasajede sanJerónimo) que pareceapuntar una distinción entre concíenciay sindéresís,confusa interpretación que haría comer ríos de tintar25.Pero es evidente que Rodrí-
Jrr Véase Tor,lÁsoE AQUINO,De ¿:eritate, X\III, a. ¿d 2. ) uum . P¿ra toda esraexplicación,r'éase 4. i. Appel, Die Lehre Jer SchoL¿stileer ton Jer S'¡'ntcres¡s, Rostock, 1891;tanbién, elDictionn¿ire deThéologie Catholique,XI\¡, París: Les Belles Lettres, 1919. cols.2992-2996. ¡:r TonÁs or AeuINO, Sunma Tbeologica,I", q 79, a. 2. 'ri Véase San BueN¡r'¡Nrvnt, ln llun seiltcnti(tntn, /¡s¡. XXXIX, ¿. II (en Opera.II, ed. Quarac, c h i . p á g . 9 1 0 ; e l d e s ¿ t ¡ o l l oc o m p l e t od e I a d o c t r i n ae n p r i g s . 9 0 8 - 9 1 r - ) . rrt VéaseVittore Bnrr'ca y M. P. Sroccul, eds.,Angelo Políziano.Mtscel/,tneorumcenturia secunda , Florencia, 1978,págs. 1l-1ó, en donde se escribe,refiriéndoseal pasajede SanJerónimo:
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cAPÍTULo sExro
guez del Padrón precede a tal crítica,es ajeno a la sensibilidadque la pudo ver desarrollarse126). Al menos,nosotrosmiramos con respetoestacohortede teólogosr27, si nos abren puertas paru la comprensiónde nuestro Sieruolibre de antor. La diferenciaentre el planteamientotomista y bonaventurianono está,desde luego, totalmente proyectada en la caracterizaciónde la dama Syndéresis del Sieruo libre de amor> que nos parece simbolizar la recuperación por parte del enamoradoliterario de una fuerza perdida, que a su vez le abre otros caminosde reforma. La imagende esa gtan ulca que alcanzala ribera en donde se halla el protagonista,comandadapor una ancianavestidade negro, que tiene a su serviciosiete doncellasvestidasdel mismo paño, y otas compañíasque se dejan distinguir desdela ribe¡a a simple vista, entre las que destacala Syndéresis es, hastacierto punto, ambiguai28; Vinía señoramastresauna dueña angiana,vestida de negro, y siete donzellas de aquella devisa, repartidas por aquestafigura. La antigua dueña, cubierta de duelo, era a la popa en alto estrado del triste color de sus vestiduras,ordenando sus hijas en esta reguarda...por no fazer muestras que todas fuesen so sota cubierta, salvo la muy avisadaS1'ndéresis, que
i26 Lo cierto es que la distinción confusa,con aparentesatisbosfilológicos,se va a mantener entre los tratadistasespañoles,como, por ejemplo,Rodrigo FeR¡.ÁNo¡znr S¡Nr-lELLl, quien en su Trutadode la itmotalidad del átima, escrito con la forma de diálogo catequismalenre un maestrov un discípulo, aquél ilustra a éste en estostérminos: la sindéresis.es un h,ibito natural del entendimientohumano con que conoce e procura las cosasque deve obrar. E para que mejor lo entiendashas de saber que Dios natu¡almente puso en nosotros el conocinriento de los principios especulativosmediantes los quales procedemos razonando el conocimiento de las conclusionescomo del conoscimientoque el todo es mayor que su paÍe (...) v el conoscimientode estos naturalesprincipios atribuyó Aristótel no a alguna inte.llec¡ivapotencia, sino a un hábito que llamó en el VI de la Ethíu entendimienrode los principios. por el qual natural hábiro de Dios en el ánima influido naturalmenteconocemoslos dichos principios de conoscer.E assíav otros principios naturalesde obrar, como que el bien es de seguir v el mal de huir, el bien común se deve anteponer a.l palticular, Y el natural conocimien¡o déstos no peÍenece a alguna especialpotencia intellectiva,sino ¿run especialhábito natural que comúnmentellaman nuestros doctores sinderesi,aunque según su derivación del griego se ha de escrivir e pronunciar sinteresi,con f en la segundasílaba e sin h, porque desciendede sinte¡eo,r'erbo greco que significa consen'ar.E assí singificasinteresiatencióno conservación,porque por los principios práticos de bien obrar que consen'a iaze atento a seguir el bien e huir el mal...' (ed. de Sevilla:Polono-Cronberger,1503, fbls. xviii'-xix'). r2t Cohorte acaso muv mermada: Alan Deyernrond nos entera de que ahora contamos con una propuesta de fuente directa para la alegoríapenitencial deI Sieruolibre de dnor, hecha por E. Michael G¡ntt en el curso de la -llst Kenruck¡' Foreign Language Conference de 1988 con su comunicación ,óien'o libre de atr¿orand the Penitential Tradi¡ionr. en donde se reconoce la relacitin di¡ecta de la obra de Rodríguez del Padrón con el Pélérindgede ld uie humaire de Guillaume de Dilgueville; seguramente estaspáginasnuestrasmejorarían con la lectura del trabajo de Gerli (sobre la versión castellanade este texto v su significación, véase N{ary¡ane Dux¡'-\X¡ooo, ..GuÍl.laume de Dilgueville's El pelegrinaie de lu uida hunana: New Interest in a Forgotten Work", L¿ Coñnica, 15 [1986-1987], págs.259-26t. '28 VéaseC. HERNÁNDEZ ALoNSo,ed.,Iuan Rodríguezdel Padrón, Obrascctmpletas, págs.207-208.
..SIERVOLIBRE DE AIÍOR,,
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éntraseen el esqui
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CAPITULO SEXTO
más expertay complicada caracteÍízación del efecto amorosoy de imposible elimin¿rción, en abiertapolémicacon actitudEsde más laxitud que prevén, por ejemplo, el matrimonio como final de la pasión,actitudestalescomo las del Tratado de cómo al bombre es necesarioamar y otras universitariasque nos preocupany, por supuesto,queJuanRodríguezdel Padrón debíaconocer y, segúnpensamos,techazar. Parececlaro que, esencialmente,nuestro enamoradoinicia al final de su narración un proceso de recuperaciónde la razón, perdida en ei curso del amor, tal como mandan los canónescorteses.Arriba la Syndéresisen la gran barca, anlba al ánimadel individuo el reconocimientode las verdades que, como exponía san Buenaventura,va a prender en la conesenciales, ciencia, lo que permite avistar una solución a nuesffo enamoradoo que se encaucesu pensamientopor el caminode la liberaciónde las pasiones,que, al cabo, es la preocupaciónde todos los textos de antoreque hastaaquí hemosvenido examinando. Claro que la tesis del franciscano-Juan Rodríguezdel Padrón llegó a serlo- es pesimista.La presenciade las sietevirtudesy la posibilidadde que tengan como intermediariaa la Syndéresispara obrar es, como hemos escrito,propia del voluntarismofranciscano,con lo que la gran dama que preside \a urca seríala mismísimavoluntad, vestidade negro por la esclavitud y posración que ha sobrellevadoen el alma del enamorado. Así, la fenomenologíapsicológicadel amor vuelve a apareceren los términos que, en ocasiones,)¡ahemosdescrito,pero ahora en tono abiertamente polémico. En tal sentido es perfectamentelógico en su paradoja el título de la obra, paradolade notable profundidad; de hecho, la servidumbreestá presenteaún en el enamoradoque escribesu relación,pues sólo ha obrado la chispa que enciendela concienciapara que la razón atíendaa los principios moralesbásicos.Pensamosque no se puede hablar todavíani siquiera del proceso de recuperaciónmoral en el sentido cristianoy aun penitencial, como ha señaladocon tino a otros efectosun crítico recientell2,precisamenfe en razón del pesimismode la convencióncortés y de la actitud polémica de Juan Rodríguezen la que venimos insistiendo. Indudablemente, el enamoradoestá encaminadohacia la libertad, y en esecaminova a meditar sobre su caso.puede escribirsu cartarrr.No debe
)t2 Gregory P. ANorurcnucr, *On the N{issingThird Part of Sieruolibre de ¡tnon,, Hispanic Reuie*^, 15 (1977), págs. 171-180. Es también Javier HrRalno quien sugiere parecida propuesta (véase<
.SIER\IO LIBRE DE ,A.\IOR"
It I
olvidarse que el enamoradotoma la pluma al final de la obra para relatar a uergongadg,con Gonzalo de Medina su experiencia.Y dice que escribe<
atlrm¿ciónsobre queJuan Rodtíguezdel Padrón escribedesdela libertad cobra pleno sentido ¡un . r e c u r s od e c o n s t r u c c i ó nl i t e ¡ a r i a . ita Sun¿tn¿Theologica,L', q. i9, o. 12. rt' ln llutn sefitentidrun, /zs¡. XXXIX, art. II, q. | \en Opera, ed. cit.. II, pág. 912t. r-ró Ha examinado este aspecto,por ejemplo,Antonio Prueto. prologando la edición .itl i. ,de amor, cir., págs. .{7 y sigs. rr; Véase nuestro libro Á1.., , ...' .ludn Barba t' la bistoriogralí¡ en terso en Lt Españt./c' ,1r,.' citado.
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CAPJTULOSEXTO
mas no quisetu dolor, por lo mucho sojuzgado que te tue,
ijii':.Xff:'J,fflT'
de ru fe.
SeráJuan Barba, sin embargo,el encargadode llamar a capítulo ar uicioJo poera,recordándoreciertos mandatos naturalesde Dios que afectanal amor y polemizando con ér, defendie"ao unor.po;l;;"-rreses no sin cierta ambigüedad. Pues en eI Sieruoribre de amor se ventila una postura precisamentecontraúa a la de otra epístola exp.urgativa qr" y, hemos anilizado, eI Trataclo de córno al bombre
":^:T:k:;::,"# un ases uraribert ad,?óí:J; : :;ruffi :; :il: i,.::i: cepción del amor de Rodríguez padrón
der es de muy otra laya. Ambos enamoradosesc¡ibendesde.L übertad, ambos p.of.r*'o lrun p.or.rrdo en la religión del amor, pero mientur qu.'.n un casose manrieneta posibilidad de una liberación efectivapor la vía matrimoniar-es.i.rio,ru" con su poquito de soca*onerí3-, en er caso del sieruo t,brr-;r';;;rse mantiene la posibilidad ¡elativa d. erimina. h ;;rtó" y de ser ribre den*o de ra misma servidumbreJr8.En tal senrido, tu i"t.rf..tación del título de la obra por parte de un nutrido grupo de c¡íticosri, .o., indicador de la yoluntad de servidumbrede un ..rá-orado sóro ramatizamos_ como ra.rplrio., arquitarada de una serviduqble o ...o"o.i,ol.,rto der;;;;;?ayúscuras, la pasión,incluso desdela libertad. el contrario, solución distinta es la que propone el auror derrratado , for de cómoal hombre es necesartro amar y ot.or-prriidurro, .r.olarircos o repro_ badoresde la pasión,.queilegan , il t"rr.i¿" ma*imonial. El autor univer_ sitario sesurament.rit:::j:l_: n.rs;i a su Tratado."nro*u.,do de aquí y de al)á,partiendo de posturas 3u. nuiu.o-rirtur,*ansforma ra servidumbre en |t
Ni que decir tiene que la
liberación del amo¡ n, mente Eso"idjuno t,,i^',, ¿r-,,;r, r;;;'" il.;j:,;7:,:::iiU:1..:,i*::,i:j::j:.ltJ;:::1,
como el Triumpbus de Cupidin.e, de Ieroni pr"?¿ lvfi.¡, Angela V,..lr_roNC,q, ecl.,Jeroni pau, Oáres, Barcelona: Cu¡ial, 1986. iI. pag, úq.s>¡,.;r.á ;r;;; tvéasetambién.luan Arcrru.r, <.Humanismo Petrarquismo', en Nebrilo v 1L.ir,r",ir.ruí,');;';;r;;;;)rrto e.ttEspuña Actas ¿e Lt III Ac¿len¡t¿ 'a KendcentistLt. Lj¡erd_ Saramanca:-uni'ersidad,_19gJ, o¡g iio, rambién,para i"_l'¿. ü p.sión de amor las cadenas resuelras en la tradición 1, románica, Í,ra'ncisco-&co, \,i¿!d "l u ob¡a ,re petrarca, r, Lectura ,rer <<Seoetum>>, Chapel Hill: Uni'ersity .f N..i¡t"-jl"rl'ürr, pág. rie Por 251. noras). ejemplo' los citados c HERNÁND;;-Áiñr.,.¡. pruero; 1.,antes,José Luis v¡R¡r¡,
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C.{PÍTUT-OSEXTC)
ffi':'JJ:il:',:,1',?;.
i1{if-':'rff::' SeráJuan Barba, sin embargo,el encargadode llamar a capítulo al uicio-ro poeta, recordándole ciertos mandatosnaturales de Dios que afectan al amor v polemizando con é1,defendiendo unos postulados cortesesno sin ciertaambigüedad. Pues en elSieruo librc de atilor se ventila una postura precisamentecontraria a la de ota epístolaexpurgativaque ya hemos analizado,el Tratado de cómo al hombre es necesariodmar, en donde también se escribe desde una seguralibertad amorosa.Las actitudesson enfrentadasporque la concepción del amor de Rodríguez del Padrón es de muy otra laya. Ambos enamoradosescribendesdela libertad, ambos profesano han prof-esadoen la religión del amor, pero mientrasque en un casose mantienela posibilidad de una liberación efectiva por la vía matrimonial -es cierto que con su poquito de socarronería-, en el caso del Sieruolibre de dmor se mantiene la posibilidad relativade eliminar la pasióny de ser libre dentro de la misma servidumbre'8. En tal sentido, la interpretación del título de la obra por parte de un nutrido grupo de críticos'e con indicador de la voluntad de servidumbrede un enamoradosólo la matizamoscomo la expresiónalquitarada de una servidumbre o reconocimiento del amor con mayúsculas,la pasión,inclusodesdela libertad. Por el contrario, solución distinta es la que propone el autor del Tratado de cómoal bombre es necesariodmar y otros partidariosescolásticoso reprobadores de la pasión, que llegan a la solución matrimonial. El autor universitario seguramentesalmantinoque pergeñasuTratado centoneandode aquí y de allá, partiendo de posturasnaturalistas,transfbrma la sen'idumbre en r'8 Ni que decir tiene que la liberación del amor no será un tema innovador planteado abstractamente. Es ovidiano (véaseAmores, I, ii, l0 v sigs.)y de ahí tuvo su repercusiónen textos triunfantes, como el Triumpl:us de Cupidine, de Jeroni Pau (d. Maía Angela VIr-.tLLosc.l. ed., Jeroni Pau, Olres, Barcelona: Cu¡jal, 1986, II, págs. 154-I55), entre otros (r'éasetambién Juan AI-ctxr, .Humanjsmo y Petrarquismoo, en Nebrijd t: /a introducción de/ Renacimiento en España.Actds tle ld III Academia Liter¡ria Ren¿centista.Salamanca:Universidad, 198j, pág. 1,{6;tambíén, para el tema de la prisión de amor v las cadenas¡esueltasen la t¡adición románica, Francisco Rtco,Vídtt u obrtt Je Pefuarctt,l. Lectura del Chapel Hiü: University of North Carolina, 1971, pág.251, notas). "Secretum>, rre Por ejemplo, los citados C. HrnN.lsorz ALoNSo. A. PRTETo:v. anres, José Luis V¡R¡L¡, .La nolela sen¡imentaly el idealismo cortesano>>, enLa trunsfigurociónliter¡ritt, Nladrid: Ediciones Iberoa m e r i c a n a s1, 9 7 0 ,p á g s .1 - 1 5 ,e n t r e o r o s .
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t\ "S]ER\¡O
LIBRE DE AIVIOR,,
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una deuda natural, en un servicioa la naturaleza,por la vía del amor mixto, que da utilidal social al problema erótico (la misma utilidad que quenía un "V Juan Barba por la misma época, por supuesto la misma utilidad de los moralistasy de los juristas, como el Ermengaud de un siglo antesrao). Es lo mismo que sufrirá Romeu Llull, quien, tras contar en Lo desapropiament d'Arnor las razones naturales de la existenciade amor, e iniciar despuésun proceso de enamoramiento,hastala pérdida total de 7aconciencia y, por supuesto,la inutilización de 7a ruzón, desengañadoluego de un de inútil servicio a \a amada,pasa a tomar por procurador a la <<memória, tota virtut oblidada, e la rehó malalta per advocats,e la consciénciaper jutge>r,acabandopor contraer matrimoniorat.La presentaciónde Llull no deja de ser atractiva, no sólo porque reconocemosahí la misma actitud palinódica de Petrarca,sino también porque nos presentael ciclo completo como nuestrc Tratado, en primera persona y convirtiendo la descripción fenomenológicaen una autobiografía amorosa,que acaba en matrimonio,
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Nótese, sin embargo, que la reclamaciónde un fruto de amor, que en los planteamientosnaturalistas es justamen¡eel de los hijos por la vía matrimonial, no sólo se halla en Ermengaud, sino también entre Ia misna vida trovadorescata¡díat por ejemplo, a ello se da pie en las lels d'arnors ly el amor matrimonial era precisamenteel común denominador del tema en otras literaturas:I .|osephCopptN, Anour et mariagedans la líttératurefratsaise du Nord du Molen Age, París: Librairie d'Argence, 1961). Gracias,sin embargo, a una escolastizacióndel ars dmandi es posible encontrar en la secuenciaovidiana de la edad media el matrimonio como uno de los capítulos,no siempre el último, de la relación amorosa (aunque con un punto de vista bastante irónico, el.Art d'dntoursde Guiart funde el conejo cortés y la 'natural' con un último paso: si la que era antesdoncella lo merece,es posibie desposarla violación más [A. M. Frrvor-r,ed., Artes antanrJí,págs.231-t6)), y, así, en los tratados de fuchard de Fournival Puissanced'amoury Conseild'amour dasecabida al matrin.ronio,en el primero de los tratadoscomo uno de los fines de la existenciadel amor (r'éase,por ejemplo, C. Secn¡. .Le forme e le tradizione didattiEste enfoque que cheo, en Grundriss tler RomdnischenLíteraturcn des Mtlttelalters, VI-1, págs. lli-lI4). se va alimenrando con ei tiempo está ya naturalmente admitido en textos con fondo teó¡ico como nvesfro Tratado y otras epístolas de arle atnandi, como la de Pere Torroella. Por otro lado, una cierta confluenciadel amor matrimonial, con fruto, .v el meramentesentimentallitera¡io se advierte cada vez más clara en la literatura cortesanaespañoladel siglo x\', v es evidentetambién en la novela sentimental (¿causada.tambíén, por la cada vez más amplia difusión de los relatos breves del trpo Patís t'Viana, Pietes de Prouenza1 la Linda Magalona, Flores t Bl¿ncd.florolaHistorid de Oliueros j- Artús de Algarbel). No es el caso ahora de recordar lo escrito sobre el tratamiento del amor conyugalen la poesíaespañola del siglo xv (cl Ch. J. WHtrnounN, The oArciprestede Talaueta,and the Literature o/ Loue, págs. 15-17; R. Bo¡s¡.. The Trobadour Reubal. A Stuh of Social Cbange and Tradítion¿Listnín late Medieual Spain. pág.1691v otros casos,como el de Gómez Manrique y su esposa),pero es una perla en ese sentido un poema del Cancíonero d'Herberat des Essarts, en el que se defiende el amor matrimonial desde l¡ amistad con el convencimientode que es mejor que la pasión v, lo más importante, que la sustituvc (véase Ch. V, Ausnux, Le Chansonnier espagnol d'Herbera'- des Essarts (XV'siécle). Editton pr¿:c¿:,i,', d'une étude bistorique,págs. 46-49). Itt Véase Ramón Mtqurl Y PLANAS,ed., Norelari catali dels seglesXIV a XVIil, III. Barcelon.r: B i b l i o t e c aC a t a . l a n a1, 9 0 8 - 1 9 1 6n, . ' 8 1 t a m b i é n e n A r s e n i o P A C I . t E c oe,d . , N o t ' e l l e t e ss e n t t , t i t t i ! , ; !.,i . . : d i c i o n s6 2 , 1 9 7 0 , p á e s . 6 4 - 7 1 . s e p l e sX I V ¿ X V , B a r c e l o n aE
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CAPÍTLILOSEXTO
como no era imposibleen quien piensaque <
1{: Véanse,además,los últimos párrafbs que cierran el último capítulo de estelibro, en donde nos referimos como contrapunto de la burla matrimonial a alguna de las manifestacionespoéticas de la defensadel amor matrimonial. rrj Véase Pílar S¡euERo SuÁn¡z.SoltoNrr y Tomás GoNz¡t-Ez RorÁN, eds.,.luan Rodríguez clel Padrón, Bursario.Madrid: UniversídadComplutense, 198.{;para el dccessus, r'éansepágs. 31 y sigs. !' Véase,para tales cuestiones,no sólo el excurso bien conocido de E. R. Cunrtus, sino también 'lheon, en el contexto del dccessus,loque dice A. I. MINNIS,Medieual of Arthorslzp, Londres: Scholar Press,I98-{, especialmentepágs.939. 1rt Es. indudablemenle.una excusaproemial el afirmar que un determinado estilo se adopta por la erquisita sensibilidadliteraria del destinatario.
"SIER\¡O LIBRE DE ATIOR"
1tt
donde la enumeraciónde casosdesastrados de amor.Juan Rodríguez,por el mismo tenor, aporta un doble ejemplora6de doble cara con su historia de Ardanlier y Liessa,caso propio de un mundo más co¡tesanoy romancista (de lectores de ficción en lengua romance) que universitario. A nuestro modo de ver, sin embargo,el tratamientoético delaEstoria es más estético que penitencial,en el mismo sentido que se usa en una obra como el Trata/o, circunscribiendoel bloque ejemplara los particularesinteresesque afectan al individuo, marcado por una visión del mundo y del amor más bien pesimistay egocéntrica17. La consumaciónde los amorespor la vía matrimonialque nos presenta el anónimosalmantino,en el entramadode superioresrazonestan naturales como las que blandeRomeu Llull o Pleberio!8,puede solucionarel problema del amor. Mientrasque la misma consumaciónde los amoresde Ardanlier y Liessa lleva a la tragedia. El propio autor del Sieruo libre de amor expone al principio de su tratado que el*amor con complimiento<<esfuera de gentilezae fin de descortesíarrr+e. De hecho, el sieruode Padrón provoca la ira de 7a amadacuando rompe el límite de sus pensamientosamorosos, haciendo caso al amigo, que quiere favorecerlellevándole una cafta a la amada.Ésta aparece ahí airada,no porque el amigo inrentara una desleal competencia,como seha sostenídogeneralmente, sino porque el enamorado rompe el convencionalsecreto,confiándoseen una tercera persona. El destierro,la pena casihastala muerte, la recuperaciónde la sindéresis -que no la por entoncesimposiblerecuperacióndel entendimiento- permiten al autor escribir desde esa postura y en alabanzade un extremoso amor cortés,en el que naturalmentela pasión y el padecimiento,incluso el martifio, son el mismo ser del amanterto. Cierto, la popularidad del género epistolar podría justificar su adopción por parte de Juan Rodríguezdel Padrónrtr.Sin embargo,estamospor amies-
116 La .estoria' ha sido calificadaantesde exemp/umpor Gregorv P. Axoucr¡ucx, .The Function of ¡he Estoria de dos amdtloreswithin the Stert'r.¡/ibre de ,tmon,, ReuistaCdn¿diensede Estudios Hrptiníc o s , 2 ( I 9 7 7 1 ,p á g s .2 7 - 3 8 . 11; Con vitalidad dentro del tiempo estáticov psicológicoque ha distinguido Antonio Pnr¡ro, en el prólogo a su edición citada, págs. 32 v sigs. rrs En sospechosarelación con Petrarca. según se dirá, r{e C. HtnxÁNolz Aloxso, ed., pág. 157. Juan Rodríguezdel Padrón, Obtuis(.o/l:p/et.ts, "" Cf. A. Pmro, ed., Sieruo libre de unor, pág. 19. rtr Véase Jerem¡' N. H. L¡nn-.rxcE, ..Nuevos lectores l nuevos generosiapunressobre la episrolografia castellanaen el primer renacimientoespañoI", en donde se pone de maniliesto la importancia de la difusión v el aumento de los intercambios epistolarescomo medio del desarrollo de humanismo romancista y también de la creación de un determir.radotipo de literatura. Recientemente,Domingo YNDURÁINcentra la atención sobre la carta de amores v señala que también en esre caso la de la
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CAPÍTULO SEXTO
gar que ésteestabaal tanto del alcancecadavez mayor de enfoquescomo el de la otra epístoladel anónimo salmantino,contra los que reaccionaen su defensaeI Sieruolibre de amor con el mismo método judicial. Y ello si es que no significa también algo el hecho de que tanto Juan Rodríguez,como Gonzalo de Medina, pasaransu juventud estudiantilen Salamancaen los tiemposen que se configuralo por el Tostado expuesto, como prueba algún dato no muy utilizado, que sepamos,por los biógrafos de Juan Rodríguezdel Padróni52.
Pero, desde luego, no será inútil seguir pensandoen el Sieruo libre de amor como si del primer espécimende la ficción sentimental se tratara. Pues,precisamente, es característica esencialdel epistolarla de ser un género harto útil para sobrepasarsuspropios límites y materializarcualquierade los temas propios del tratadismo del siglo xrr. De hecho, tampoco podemos dejar de considerarla obra del de Padrón como formulación polémica de una actitud contraria a la naturalista.Pues la teoría amorosase cuenta a sí misma en primera personaen nuesffaliteratura del cuatrocientos,siempre que nos mantenemosen los límites de la literatura. Por ejemplo, nadie ignora el comienzo del Tratadode atnor atribuido a Juan de Mena:
carta de amores <<es una tradición conesanamedievalizante,no humanística:y aunque el origen remoto pueda rastrearsehasta las EpístulaeHeroidum,lo cieno es que los modelos quedan fijados en la prosa romance del xtr' 1.¡¿5 cartasde amores>>, enHomenaje a EugenioAsensict,Madrid: Gredos. 1988,pág. .lc).l). r'2 VéaseV. BELTRiNoE HEREoI¡, Bulario de la Uniuersidadde Salamanc¿,7,págs.512-513. rt] N{. L. Gurremrz A&{us, Tratado de dnor atnlbuídoa Judn de }vIena,pág.91.
(SIERVO LIBRE DE AMOR''
1t;
El texto a Mena atribuido, naturalmente,puede ser leído como cualquiera de los textos literarios que hasta ahora hemos ido examinando,en este casocomo una reprobatioamorísdesdela personalexperienciaautobiográiica de un enamorado.Si se quiere,un texto más de ficción sentimentalque inunda el cuatrocientosespañoPtr. Parecierarazonablepensar,situándonosen tal lugar con una perspectiva amplia, que el tono de la exposiciónerótica doctrinal tiene más lugar en el tratadismo amoroso del siglo x\¡ que el mismísimo análisisde las pasiones individuales,que generalmentese ha visto como el fin básico de la novela sentimentalespañola. Como si dijéramos que una teoría amorosa se cuenta a sí misma de forma dialéctica,como parecíanquererlohacer quienesescribíantalestextos como los hasta ahora examinados.Todos esperamos,sin embargo,poder apreciar más profundamenteun estudio de la ficción sentimentalque desala posibilidad de considerarlaun experrolle uno de susaspectosesenciales, rimento narrativo en el que los tonos, los motivos, etc., son los mismos del cancioneropoéticort5.No puede olvidarse,sin embargo,que la prosa se va haciendo materialmentesitio en los mismos volúmenesde cancionerosen forma de epístolas,algunasautobiográficasy eróticas.La convivenciamaterial de la epístolaamorosao del tratado de amorecon forma epistolaren los mismoscancioneroscolectivos-de menossignificaciónen los particularesde la segundamitad del siglo xv y de principios del siglo xvl es un dato básico para calibrar la configuracióndel género sentimentalen la mente de los lectoresde otrora y también para que la crítica actual pueda delimitar el mapa aún sólo esbozadode esegénero.Pensamos,claro es, en las epístolas ovidianasde Juan Rodríguezdel Padrón o las doctinales que figuran en el
rt¡ Y otro caso más puede ser recordado, en el que en un intercambio epistolar dos interesados enfrentan su propio problema v su propia experiencia,con una intención de plantear casosen el ámbito del tratadismo aurobiográfico. Son la Carta cle buen¿ notd y la Respuestade Gómez Mantrque que ha dado a luz Carmen PanzuLr-l,<
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CAPITULO SEXTO
Cancionero de Herberay des Essar'tuo como las polémicas al estilo de la de Gómez Manrique de la Biblioteca Carta de buena nota y su Respue-sta 'razonable'armonía piezas Colombina, o las sentimentalesque conviven en en la misceláneade la Trivulzianart6. Pero tal convivenciano permíte, según nos parece,estableceruna rigurosa diferenciaciónbasadasólo en la actitud teórica de quienesmantienen posturasnaturalistasy aquellosotros que insistenen una vía que llamamos cortés.Dejado de lado el hecho de que tal diferenciaciónno es tan radical, que incluso no se puede establecerhabida cuenta de lo imposible que va resultandodefender la invariabilidad de esateoría del amor cortés:deiando de lado ello, podemossobrepasar los contenidosde nuevo e ir a las formas. Estos tratados universitariosy los con ellos relacionadosson tan pedantes como la mayoúa de los textos canónicosde la ficción sentimental.Hasta la C,írcelde amor ha sido analizadacomo una oratio con su exordio, proposila sensiciones,pruebas,refutación,etc., etc.ltTA nadiepasadesapercibida 'judicial' bilidad de Juan de Flores y su manía por plantear cuestioneso tesis que son hábilmente desarrolladassegúnmétodos a vecestan sofísticos como los del salmantinoTratadode cómoal hombreesnecesarioamar.Incluso la Triste deleytagiónplantea también el casode sus parejasprotagonistas, que apuntaal amor institucionalizadort8, que es en sí el envésdel sentimental. Como en el casoáelSrcruo libre de ltlftor. en tantasoiezasdel eénerolos padecimientosconcretosde los enamoradosconstituuen,n que "xe,iplrm que, en realidad,estádirigida funcionacomo alimentode la argumentación, por su desarrolloy su forma hacia otra dirección. En tal sentido, es posible agrupar en buena le¡' piezastan disparescomo el Triunfo de omor y Grisel y Mirabella, mientrasque la adecuacióndel género a otras necesidadespuede decantarel interésno tanto por el casocuanfopor el padecimientoejemplar.
r5ó Giovanni C¡rult¡ccr, ed., ]v[isce//ane¿ spagnoladella "Triuul:ian¿., Florencia: Olschki, 197ó. )1j Véase -fosephF. CuonpENxtxc, .Rhetoric and Feminism in rhe Cárcel de dmo>', Bullettn of H i s p a n t cS t u d i e s , 5 4( 1 9 7 7 ) ,p á g s .1 - 8 . rtE Es, cierto, dificil seguir el ser.rtidode estaobra porque las vocesson muchas hav que enclavarI' las en la polémica de tema amoroso que se quiere suscitar a costa del hilo narrativo. Así, la señora \¡oluntad de la Triste deleúttetónrecupera las enseñanzasde Andrés el Capellán con respecto al amor en general y, más concretanlenre,con el rechazo del marrimonial tcf. Inés CRrxpu Vto.ll-Qurofors, ed., Andrés el Capellán, Tr¿tadosobre el amor. Barcelona:El Festín de Esopo, 1985, pág. 52. J62, con el famoso veredicto de la Condesade Champaña,págs.179-203),aunque otras vocesposterioresdirijan ;r ese amor a los mismos proragonistasf RegulaRoulrxD or L¡¡csEHN. ed.,'friste delettaqión.Nouela le F. A. tl. C., outor anóninto del siglo X\l lvforón lArgentina]: Universidad de Nfcrrón,198i, pág, 19: E. NL Grnu, Triste delettrteíon.An Anonr^mousFifteenth Centun C,tstíltan Rom¿nce,\X/ashington: Georgctoq'n Universi¡v Press, 1982. pág. 1J). Parar.trc lugar habrá que dejar la discusión sobre el amor nr¿trimonialen la ficción sentiment¿lv los problenrasqr:e plantea, por ejemplo. en Á.rnd/teI LucentLt.
DE A]\,IOR,, "SIER\¡O LIBRE
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Cierto, ninguna de las facetas de la vida literaria cortesana(véaseel capítulo siguiente)se puede dejar escaparalahora de caracterizaralguno de ellos. Podríamosdecir que los génerosdel momento establecenun diálogo abierto sobre las cuestionesque interesan(ejemplo,el coloquio que pudiéramos sorprender entre el Sieruo libre de úmor y el Tratado de cómo al hombre es necesarioamar o algo a éste parecido). Diálogo que requiere el mismo lenguaje pedante, esasformas discursivasacendradasen la cultura universitariay laica más espectacular,y, por supuesto,que se extiende sobre los mismostemas. En rigor, vamos viendo en esta selvade teoría amorosay práctica literaria cómo determinadasideas erotológicasvan cobrando una independencia conflictiva cuando se trasvasana esosodres puramenteliterarios,sometidos a las convencionesretóricasy, sobre todo, condicionadospor una actitud polémica y paródica. Es que no debe olvidarse que el tono de la epístola -por volver al género que más nos ha enretenido- en la Españadel siglo xV no siemprees precisamenteserio.Pero, en cualquier caso,los ejemplares de literatura de amoreque hemosexaminadoen éstey en el capítulo anterior nos permiten ver cómo, por un lado, se especializala epístolaautobiográfica en una suertede tratadismo amoroso,cómo se desarolla de la mano de ese tratadismo precisamenteun género nuevo. Por otro lado, cómo es posible reconocerun hilo conductor de carácterteórico en los planteamientosamorosos; hilo teórico que subyacey significa mucho en la facturación de esa literatura, por aceptacióno por rechazo;hilo teórico que recogeen sí otos compromisosu otras actitudes.
CAPITULOSEPTIMO
De amor y pedagogíaen los ambientescortesanos
Enlazando de nuevo con uno de los muchos cabos sueltosdel capítulo de los límites universiquinto, convieneextender nuestrabúsqueda más aL1.á tarios. Es cierto que en esto del amor el argumento naturalistaestabapresentefuera de esoslímites,por más que la circunscripcióna ellos,por cercanía o lejania.estabatiñendo el razonamientoteórico de quienesdesde una vaúada perspectivaaristotélicadefinían el amor y sus orígenes,cualquiera que fuera el fin que se proponían. Fin que en tantasocasionesera paródico. Como tiene fin paródico el uso del argumento naturalistaen uno de los por excelencia,el sermón,en concretoen algunosespagénerosescolásticos ñoles de tema amoroso anterioresa 1500. Contamos con notablesestudios de conjunto dedicados al sermón paródico. En algunos casos,desde una perspectivaamplia, temáticay cronológicamentehablandorte.En oüos, se atiendemás concretamentea la parcdia, de modo generalo en un contexto carnavalescor6o; mientas que algunos, han estudiado el sermón paródico, más exactamenteel sermonJoy€ux, como monólogo dramático, señalando sus funcionesa todos los efectosr6t. No puede decirse,ante este selectopanoramabibliográfico, que el caso de España o de la penínsulaibérica haya sido desatendido,pues contamos
r5e Sander L. Gtt-v¡N, The Pdrodic Sermon in Earopean Perspectfue.Aspects of Liturgical Pdrodl: 'r¡¡m the Mlddle Ages to the Twentietb Centan, Wiesbaden: Franz Steiner Yerlag, 1971. ro0 Fuera ¡ra del libro clásico de Lehman, hay que tener en cuenta ahora el de Piero C¡ltponesl. L¿ q¿scberadi Bertoldo. G. C. Ctoce e la letterdtura carneualesca,Turín: Einaudi, 1976. rór Véase Jean-ClaudeAunatrLv, Le Monologue, le dialogue et la sottíe. Essaísur quelquesgenres )rdmatíques de la fin du tno,-e¡táge et da début du XVI' siécle, Patís: Honoré Champion, 1976. Desde iuego, no se puede deiar de lado el histó¡ico trabaio de Emile Ptcor, Le Monologuedramalique dans . ¡tcien théátret'ranSais.Ginebra: Slatkine, 1970 (reimpresión de la serie de articulos publicados en l',tmdnía,vols. 15-17), que es más un inventario que un estudio, pero que sigue siendo utilísimo aún. Hav que tener en cuenta, por supuesto,los trabajos de J. Kooeltaus, en¡re ellos Quatre serntonsjoveux .\t¿-Xyl¿ s¡ecles),Ginebra: Droz, 1984; Recueilde sermonsiot,eux, Ginebra: Droz, 1988, con una tica -ibliografía sobre el tema.
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CAPI'|ULO SEPIIIIO
con rabajos muy notablesdedicadosa los sermonesen lenguacastellana de Gil Vicente)62,así como t¿lmbiéna otros sermonesde amor en verso y en prosa de finales del siglo ¡v y de la prímera mitad del siguienter6i.Por supuesto,alguno de los sermonesde amor a los que aquí vamos a atender en el estrecho límite que nos hemos propuesto han sido estudiadosen el cuerpo de monografíasdedicadasal sermón durante la edad media españo1*61.
Se notará que, principalmente,damosde lado a las manifestaciones que siendo de carácterparódico no tienen como contenidola teoría amorosa. Tampocopasamoslos límitesdel cuat¡ocientos. Hay que notar tambiénque en las páginasque siguenno hacemosdistinción entre el sermón en \¡erso), el sermón en prosa. Y todo ello por el hecho de que perseguimosmás que otra cosala utilizaciónde un razonamientofilosófico naturalistaen el cuerpo de algunasde esaspiezas;así como tambiénporque vamostras el reconocimiento de un tratadismode amore oralmenteexpresado,razonamientov ratadismo que se empa¡entacon ot¡os parecidosde la predicaciónseria.Y, por otro lado, mantenemosque desde el punto de vista de su difusión primera (en ambientescortesanos)o del marco restringido de destinatarios (las mujeres,en el casodel sermónde Diego de SanPedro) puede sostenerse una cierta homogeneidadde nuestraspiezasen verso y en prosa de finales del siglo xv y de la primera mitad del siglo xrn. Es a los más antiguos,desdeluego, a los que atendemos.En concreto, al Serntóde amor de FrancescAlegre, en prosa,y al <Sermón>> que F¡ancesc Moner incluye en el cuerpo de st Misa de difuntos por la muerte enamorada del propio autor, ambos textos de finales del siglo xv. Conviene,pues, que les prestemosatención.
"'t H"y que partir del trabajo de Joaquim de C¡nr'.¡l¡to, Os senñes de Gil \/iccute e ¿ dtte de pregar, Lisboa: EdiEáo da RevisraOccidente,1918. trabajo que fue discutido en su ir,rstamedida por L S. RÉr'¡H, Le¡ Scrmons de Gtl \licente. Eu nnrge ,l'ut opuscledr professer.trloaquiu de Carualho,Lisboa, 19.19.Más recientemente,debemos a Blanca PERIñÁNmuv valiosasconsideracionessobre las piezasde \¡icente, en su ..Una lectura del Sermampregadoem Abruntes", Quademí portoghesi,9-10( 1981),págs. 55'581 así como tambíén en los trabajos citados en la nota siguiente. 16r Los dedicadosal Sermónde anores de Diego de San Pedro (véaseKeith \X/slNNotvt,ed., Diego de San Pedro, Obrus conplelas,L Tractadode anores Je Arnalte l Lucendat'Sernón, Madrid: Castalia, 1973, págs.6.{-69;del mismo Drego ¿Je5¿n Pedro. Nuer.a York: Tu'avne, 197.1,págs. 88-95) o los que estudian la manifestaciónde los sernronesen verso del siglo xvl. a cargo de Blanca Pr.nrñ¡N, .Sobre el sermón bu¡lesco en verso>>,en Philologica Hisponiensia. In l:onc¡retn L4. Abor, III, Madrid: Gredos, 1987. págs. J393fi; de amores nueudnenle conpuestopor e/ menor Aunés. A los galanest "Sermón danasde la corteuS , t u d i l s p d n ¡ c i . 1 9 8 6p. á g s .1 8 1 - 1 9 9 . rs Francisco Puco, Pred.ícación t literuturd en la Espdña medteud/,Cádiz: U.N.E.D., 1977, págs. 20-21; Alan D. Dr,vsnrto¡¡o. ,.The Sermon and its Uses in Medieval Castilian Literature>r,I-a Corítnra. 8 ( 1 9 7 9 - 1 9 8 0p) ,á g .D 5 .
ANIOR Y PEDAGOGÍA E¡' LA CORTE
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El Sermó de amor, scrit per xzanament del rel, don Joan, de immortal memória de FrancescAlegre se conservaen el cuerpo del cancionerode la Biblioteca Universitariade Barcelona,conocido como lardinet d'oratsr6t.Tal. como se halla ahora la investigaciónsobre la identidad de FrancescAlegre, es difícil sabersi esta obra se puede aribuir al padre o al hijo, homónimos, aunquehabida cuentade que el autor dedica su trabajo a Juan II de Aragón acasopudiera pensarseque se fiatatz del padre. Bien es verdad, sin embargo>que la documentaciónque pudiera afectara uno o a otro se entrelazade Un FrancescAletal modo que es muv difícil distinguirambaspersonasr¿'6. gre fue tesoreroreal en Palermo,en 1460;el mismo,posiblemente,que era . De hecho, uno de los dos firma cónsul de los catalanesen Sicilia en 1479)6'su versión catalanade los Commentaria tría de primo bello punico del Aretino en I472. Otra producción litera¡ia más tardía,como la versión comentada de las Metamorfoszsde Ovidio, está dedicada ala que iba a ser llamada Juanala Loca, cuandoaún era infante,v fue impresaen abril de 1494)''8.Lo cierto es que parece innegable la relación de esta traducción con nuestro Sermó,por la coíncidencialiteral de pasajesdelas Genealogiade Boccaccio traducidosen una y otra obra, pero esarelacióntampocopuede demostrar nada sobre la paternidad del hijo, teniendo en cuenta ademásque el Alegre padre alcanzalos primeros años del siglo xvt. Pero, en cualquiercaso,el copista del.lardinetd'orats,el notario barcelonés Narcís Gual, acabósu trabajoen el año de 1486.Ahora bien, si atendemos a la rúbrica antesÍanscrita, Alegre escribíasu Sermóde amor antesde la muerte de Juan II de Aragón y de Navarra, es decir, antesdel dieciocho de enero áe 1479 (la rúb¡ica, evidentemente,es adición posterior). Difícil
rót Al que de cancioueros 1'a nos hemos referido con más detención en nuestro Poett¿ts¿',tstellanos barceloneses, Exeter: Exeter Universitt'Press,1983,págs.X-XIL EI sermón bilingües! otros n/(/nuscritos ocupa los folios 117r al 122t,,t'su ¡ítulo ha sido levementeretocado con ei objeto tle eliminar la palabra sermón. Una copia de parte de este cancionero.debida a la mano de A. Bulbena i Tosell. se consen'¿l en la Biblioteca cie Cataluña.Entre corchetes,citamos a continuación el texto del Serzrdsegún nuestra edición, incluida en el cuerpo de este volumen como apéndice.{. 16 Nos ha facilitado algunasaclaracionesPere Quer, que prepara ahora un libro sobre Aleg¡e. jo; ..Liter,rturr Noticias que debemos a Jaime Vicens \¡ives v que resumeJorge RUBIó BALAGUER, catalanar',en Historio Genera/de Lts/íterdtur¿sHtsp,ínicas,III, B¿¡celona:Vergara, 1968,págs.El2-¡l-1 Véase también Manín de Rtou¿R, H¡s¡dr¡i de l¿ liter¡turu culdl¿na.III, Barcelona:Arie[. 198t1].n.r*. 219-250. r ¡ r ¡ \ ¡ é a s e L o l a B ¡ o t ¡ , < P e r l a p r e s é n c i ad ' O v i d i a I ' E d a t M i t j a n a c a t a l a n aa m b n o t . s . , " ¡ r c 1 . . t r a d r r c c i o n s d e l e s H e r o i d e s i d e l e s M e t ¿ m o r / o s ¡vrual lg a r " , e n S t u ¿ / i ¿ r l n / : o n o r e , ¡ t p n l . \-[i . R . : . . : ' . , I I . B a r c e l o n aQ : u a d e r n sC r e m a , 1 9 8 6 ,p á g s .8 7 - 9 1 .
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CAPÍTULO SÉPTIN,IO
será precisarmás, pues lo cierto es que los ocios literariosv venáticosde Juan II se extendieronhastamuy pocos días antesde su muerte.Por otro lado, ciertas referenciasa Pere Torroella que se hallan en el cuerpo del Serttó, a quien se trata de <magnífichsenyor>>, de no ser irónicas,nos remitirían a los tiempos en que éste estaba en buenas relacionescon el rey aragonés,mucho despuésde la muertedel Príncipede Viana,a quien sirvió. Y no sólo buenas relaciones,sino que también seríanmuv distinguidas, como son las que tenía el camareroreai Pere Torroella por los añosde 1473 a 7175)"e. Acaso eI Sermó de amor de Alegre se escribió entre los años de 1473 ó 1475y, claro es, 1479, coincidiendocon una etapade su producción literaria de índole epistolar y sentimental,como el Sotnni...recitant lo procésde una qüestió anemorade,el Rabonament entre FrancescAlegre y Sperangao la Requestade antor recitant una altercacióentre /a Voluntat y la Rabót'-0.Pero lo cierto es que más nos interesa la propia pieza literaria que la historia externa de la misma, aunque no se¡á totalmentedesdeñablecualquier dato sobre nuesro laico predicador, como el de su probable residenciaitaliana, lo que justifica en más de un extremo el andamiajey las autoridadesque manel'aen el cuerpo de su 'doctrina'. El Sermóde amor de Alegre es, con todo, el más antiguo de los conservados en su clasey, de entrada, podemos enclavarloen plena vida cortesana de los Trastámaruaragonesesen momentos en los que susrelacionespeninsulareseran muy amplias, como se demuestrapor las mismas citas de la obrita de Alesre. Ért. to-u .omo tbemdTl un fragmentode Cicerón,precisamente de De (.
r6e M. de RlQu¡n, Htslórid de la literutura catalana,III. pág. 184. r;0 Inédita aún, como nuestro sermón. la última pieza. que entre otras razonesno merece estarlo por las estrechasrelacionesque puedan establecerseentre .la Re.Taeslay obras en castellanocomo la Trhte deleúdció2.Las otras dos fueron ya publicadaspor R. Mtqutlv PLAN.{s,ed..Nouelai catdli.III, fascículos6 y 7. 1tr No parece pertinente volver a explicar la doctrina de| ars pradicanl¡ escolásticoque utiliza AJegre,como tantos otros predicadoresburlescos v serios de su época. Aparte los trabajos de fuco, Drl'¡Rr,lo¡*o y PrnrñÁN citados,con bibliograiía clásica,r'éaseahora la versiónespañoladel libro general de Jamnes J. Munpuv, La retóríca en la edad medíd. Historid de l,t teoría de la retóric¡ desdesan Agustín hast¿el Ren¡cimíento.México: Fondo de Cultura Económica. 1986. Dáss.275-361.
A\IOR Y PEDAGOGÍA E^' LA CORTE
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la oración dedicada nada menos que a l{atur¿, sustituta aquí de la Virgen (líns. 19-21).Antes, sin embargo,la subversióndoctrinal que impera en el fondo teórico de todo estesermónha hecho convergerla doctina ciceroniana con los tópicos mandatos bfulicos que generalmentepueden tener la función precisamentecontraria a la que aquí tienen. Pues el mandato sobre que el hombre abandonarápadre y madre a causade la mujer que leemos en Génesis2, 24, y por Alegre referido, tiene en tantos otros lugares una buena carga de misoginia.Así, estelaico predicadornos va a imponer las líneasbásicasde su parodia,si parodia puede llamarsea estapieza (véase más abajo), que consistenen la utilización relativa de las formulacionesteóricas del namralismo amorosoaplicándolasa Lrnajustificaciónde las relaciones amorosasextra-matrimoniales,en el ámbito del servicio cortés. Por eso de inmediatose percibendos puntos básicosen la consiguiente diuísio del thema:
rt2 Véase Katherine N{. RocERS,The TroublesomeHelpntdte. A Htstott of Misoginr tn Litc'r.:::,r,. Seattle& London: Universit.voi\Washington Press, 1966,págs. 3.{-37,libro un tanro anticuaclo\r. ¡
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CAPITULO SEPTINIO
demuestra,siguiendola estructurade la questío,por razonesfisiológicas con la autoridad conflictiva de Mosén Torroella, que, como es sabido, remonta lejanamentea AristótelesrT¡. Se mantieneque como la mujer ..sia animal naturalmentfallit de calor més que tot altre, appeteixlo que li manca> (líns. 44-15);y, por otro lado, la aptitud para recibir placereses más femenilr¿r que masculina,por tanto el deseoamorosoes más propio de la mujer que del hombre (<<e més, aquellacosaqui en si més té disposicióy abtesaen rebre altre, més la desija,e axí més disposicióy abtesaté la dona en reebredeiits del home [que] per lo contrari>> llíns. 15-471. Atendiendoa la primera conclusiónsobreel hombre,nuestroimprovisado predicador se autoplanteauna dificulrad y niega que el hombre tienda más a la concupiscencia que la mujer, dejandocomo probada la segunda, que <<més disposicióy abtesaté la dona en rebre delits del home que per lo (líns.55-56).Y es aquí contrari, la qual cosaellesab ficta vergonyaescusen>> donde precisamentese olvida la representaciónde la mujer como uasreprodtrctionis,recordandola docrina de los médicoscontra los autoresde filosofía natura7,.
r;{ El apo¡roes del ¡ta en¡oncesdiiundidísimo Mdldeztr de Mugeres,c. IXa./: <Muger es un animal / que se dize hombre imperfecto, / procrearloen el defecto / del buen calor narural> (P. B¡cu l Rrr-r, Tbe \Y/orkso.f Pere Torroell¿, pág 211). Para la rete¡encia arisrotélica,r'éase.por ejemplo, Htstorid ¿ninta/iunt,X, '1. Se halla también, en otro senlido interpretada.en el R¿ionLtrTliento eu ,lcl'ensiónde las donds del mismo Torroella: ..c1ueel cuerpo suvo sea compuesrode aquellos mesmosquatro humores e qualidadesqu'el de los hombres, no es duda ninguna, salvo que la lrior e molleza es más apropiada a las dueñas e más la robustezae calor a los hombreso lltJen, pág. 2971.
ATIOR Y PEDAGOGÍA E^' LA COR'TE
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que la concupiscenciaes el resultadoy ia consecuencia del pecadooriginalrit. En la propia presentaciónde la doctrina la imaginería del Aduersus En este ámbito, Iouinianumestá presente,acasotomada de un manualrT6. dos son los modos para Ia actuacióndel apetito concupiscibleque sólo atiende al placer; uno se impone a la voluntad y llega al asalto finai de la razón, habiendo persuadido antes a la voluntad -el apetito concupiscible, dice Alegre, <
r;t Véasela reciente monografl¿de G. BEScHIN,S. Agostino. ll significatotlell'amore.Ur¿ intro,lndl/a nCitti dí Dio"zioae a/ pensierc agostiniaao -dai in un confronto con l¡.lilosr,tl.; "Dlaloghi" contempotutned, Roma, 1983; así conro también A. Nycnrx, Eros e agape...,págs. 510 y sigs. Pare i.r. referenciasa santo Tomás. véasela exposición generalen Summa theologica,I", q. 81-82: las reterrnei.r. agustinianascumplidamente aplicadasen Swtut¿ tbeo/ogico,I' II'", xxxic, .an. 1 \cl. C. S. Lr r':I:. -. alegotiarlel amor. Es/udio de la tradictón mediet',t1. Buenos Aires: Eudeba, 1969. págs. 13-11r. r;6 Así: *Per quinque sensus,quasi per quasdam fenestras,vitiorum ad animam introi¡us c¡i. \ .:' pctest ante metropolis et arx mentis capi, nisr per prrnas irruerit hotilis exercitusr'lAtlrtrstt: 1,11' ;.;, e n M r c N r , P L , 2 J , c o ] l ,3 1 0 ¡ . r;; Véase F. Rl<:c¡,\/tda u obr¿ de Petr¿tc¿.L Leclur¿ d¿'l .S¿'cretum,, pzig. 29t1. ] ; s V é a s eP . N f n I g R , . U n e d é i i n i t i o n d e I ' a m o n r r , R r ¡ t n a u i ¿ . 1 ( 1 8 7 . { )p, á g s . lE2 161
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CAPITULO SEPTIMO
De hecho, estasconsideracionesapuntan al carácternegativo del amor pasional v ello no sólo en razón de una cierta recuperaciónpor momentos del tono sermonísticode un predicador auténtico cuando se expresasobre estascuestiones(véasemás abajo),sino también a causade la concepción negativadel amor en el tono deterministaal estilo de sus fuentes italianas. Pues,de inmediato,se rae la explicaciónde Boccaccio,literalmentesacada de las Genealogie"t, que a su vez remonta al mundo averroístaal que ya hemos aludido anteriormente.Hay que decir, sin embargo, que Alegre elimina la referencia a las autoridadesexpresamentecitadas por Boccaccio, como la astrológicade Andaló, aunquesí mantienela doctrina y no por ello obvía los elementosde definición de esteamor, con los orígenesastrológicos incluso.Modo de procedercomo el del TostadodelaQüestión de Cupido. En la manerade Alegre no sólo se reconocela paratácticasuperposición de elementossueltosy autoridadesque requierela parodia del sermónescolástico, sino que también hay un intento de reclamartodos los tópicos de la fenomenologíaamorosanaturalista.De hecho, a eseprimer punto de definición teórica, en el que sutilmentese ha definido amor en suslímites naturales (r.Aquestaamor -concluye Alegre en estaprimera parte del sermón-, per acabar,és endressadaala fi del procrear. Perqué, consideradesles condicions del anamorat ajustament,si naturalment no.y sentiem delit qui.ns tirás a tal acte,ya fóra perduda la humana spécia,qui fins a huy per ul camí és conservada>>). Sigue el segundopunto, de contenido eminentementepráctico, en donde se enumeran los seruiciosque el amante ha de rendir a \a amada, con clarasreminiscenciasde la ffadición del arte de amores,con paralelosconcretos de De amore de Andrés el Capellán y de Ars amatoria de Ovidio. A estasalturas, es evidente el interés en mantener una cierta organizacióndel ars amandi a costa de la estructura que brinda el ars pradicandi. Se produce de nuevo, como en orros casosexaminadosanteriormente, un trasvasegenérico. En éste, como en el Tratado de cómo al hombre es necesarioamar, también se conduce el arte de amor por la carrera de la parodia a dos bandas:estructural,por el uso tendenciosode formas seriasa vecesmal empleadas;temática,por la subversiónque se deriva del anterior y conscientemal empleo. Pero ahora nos las habemoscon la cortesanadel sermón escolástico.De hecho, la parodia se desarrollaen varios niveles a lo largo de nuestro sermón. La más externa es la que se desprendedel uso de una esffucturav de
';"
VéaseIX, 4 (ed. \¡. Rolt¡No, I, págs.152-1fi)
A\IOR Y PEDACOGIA EN LA CORTE
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la subversiónde las recomendacionesdel ars predícandi, recomendaciones externassobre el ámbito propio de actuacióndel predicador, sobre el contenido, sobre el uso del tbena; exterior también cuando las autoridadesesgrimidas son de ambiente no precisamenteeclesiástico, sino cortesanoy en vuigar (por más que estascitaspaganaso de tema amorosono eran desusadas en la predicación italianadel tiempo, especialmentenapolitanar8o). i Así, sutilidad es la subversiónsemánticade| thema. Pues el aristotéfico principio de la apetenciahumana de conservarsu propia especie(appetitus procreandi cansa,en palabras de Cicerón) es desplazado por Alegre con falsasarguciasargumentativasy la conscienteutilización ambiguadel término amor, haciendode paso a la mujer oscuroobjeto del deseo,protagonista del mismo. Alegre, desdeluego, es descarnadamente materialistay con su sermón,como offos predicadoresprofanos,se unce,por el camínodel mandato natural, al mismo carro que un Guiart, en el que la simulación en el servicioy también en el amor es arte práctica y, desdeluego, útil. Cierto, es ése el sentido de la denuncia del doctor Villalobos, cuando habla de los amantesque se fingen tales, y era ya, desde luego, algo que preocupabaa los teóricos desde los mismos principios de la literatura amorosaromance, como Chrétiende Troyes(véasemás arriba,págs.68-69).En el fondo, para dar una nueva ¡,'íaintegradora del naturalismo y de la concepción cortés alguien continuó el Roman de la Rose. Desde luego, la burla de un género serio no es óbice para que Alegre incorporeaparentemente ideasque apadrinaúanpredicadoen su contrdfactum res serios:la misoginiasin ambageses tema diríamosintegralen la predicación medievalr8t.Pero acasoel nredio camino entre la invectiva y ia adoración que conllevael servicioseatambién un modo de hacerjusticiapor la vía de la de tanto reverendomaestro.Lo cierto es que la prorisa de las aseveraciones puestade Alegre alcanzano ya al amor cortesano,sino que nos parecereconocer ahí en efecto p-arodiadel tema homilético marimonial. Es, sin embargo,
'8'r
Téngaseen cuenta, por ejempio, las amenidadesque gusta incluir en sus sermonesun Gabriel de B¡nlErt¡, con buena presenciade autoresclásicosv otros elementos(1. Fractuosíssimiatque am,'nis' simi sermonesF. G¿bríelisBdrelete,París: Claude Chevallon, 1516). 181 \¡éase,a título de invenrario,los casoscitadospor nosotrosen .La mujer en el sermón medieval (a trar'és de tertos españoles)r',en L¿ condicicjnde ld nu.ier en l¿ eda,l meditt (Actds del colotluio celebrrlr' en l¡ Cdsa de Velázquez,,te/ i ,t/ | de nouiembrede 1981), Madrid: Casa de Veláz<¡uez-Universidad Complutense, 1986, págs. -19-50.Por el contra¡io, ha de tenerseen cuenta que en el otoño medier',rlsr realzael tema carnavalescodel mundo al revés.uno de cuvoscapítuloscato a las cortes ser,íla .invc¡si,. ne simbolica del ribaltamente festoso delle gerarchi e delle convenzioni sociali nell mondo postt' .r1l,r rovesciada Fillide che cavalcaAristotelet d¿ll¿ donna che porta le b¡ache e sel-lagli uomini' lS,rhrr¡.¡rs '100 '500. e Bari: Laterza. lr)xl. o.ig. S. Ntcno, Le bruche di san Grifióne. i¡iouellistica e prcdicdzione lra 1 5 ) - r 5 7J .
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CAPITULO SEPTINIO
evidente que la de Alegre no produce sus efectospor la vía del descarnamiento vulgar, la obscenidado bien la crapulosaosadíade tanto falso predicador ofuscadopor el vino que tomarala palabraen las bodas,si es que ése fue uno de los posibles orígenesdel sermón paródico de tema amoroso, segúnse ha mantenido. Muy de otro modo, Alegre parodia el sermón de nuptiis porque sus argumentos para la defensa del amor son naturalistasv aristotélicos,no institucionalesni sacramentales \De matrimot¡ioel eiusreuerenliaet utrlttle, titula Jacobo de la Marca una excelentey modélica pieza382), v en tal sentido el mismo uso del serio razonamientoaristotélicoes una parodia (la costumbre era ya vieja: Juan Ruiz, el autor del Tratado de cónto al hombre es necesarioamar). Alegre parodia el sermón sobre el matrimonio porque, ade-.más,conclu)'e del mandato natural la necesidadde mantener tn seruict'o Es, por ejemamorosoque es condenadopor tantospredicadorescoetáneos. plo, fray Ambrosio Montesino quien nos permite concretarel índice de pecaminosidadde las relacionesamorosasde tipo cortesano,entre las que se hallan algunosde esosseruiciosque recomiendanlos otos predicadores por todo literarios.Así en el sermónque incluye en susEpístolasy euangelios el año paru la fiesta de la Pu¡ificación de la Virgen señala,en cuanto se refiere a la segundaparte del sermónrsi: havéysde saber para [v]uestra inlbrmación que a enxemplo de la gloriosa virgen María devemospurificar y alimpiar nuestro coraqón de malos pensamientosy de amor deshonesto.Mas aquí se pregunta: ¿cómo puede alguno pecar y en cuántasmaneraspor amor illícito v deshonesto?Y respóndese que en diez maneras.La primera es quando el hombre ama más la criatura que al criador... Lo segundo,peca el hombre en amor desonesto pensandoy delewándoseen su ymaginaciónen deleytescarnales...Lo tercero, viendo alguno a su enamoradacon delevtey mala concupiscencia1' dissoluto apetito... Lo quarto, hablando, assí como quando alguno por palabrashalaguerasy dulces atrahe alguna personaa algunaconcupiscencia v acto illícito...Lo quinto, palpandoy jugando con intención mala ,v peruersa,porque si se hiziessepor burla sin comupta intención entonces seríapecadovenial...Lo sextoes arreándose mucho 1,procurandoy componiendo el cabelloy pintándoseel rosro y ataviándosemucho los vestidos y los chapinesy las cintasy todaslascosassemejantes, ca estascosasquando
rs: Renato LIot, ed., S. Iacobus de Marchia. Sernonestloninicdles,1978. III, págs. 167-181. rdr Epístolas por todo e! uno con susdoctin¿s I sernoiles,Zaragoza:.forgeCoci, r. 1515, 1'euangelios tbl. 193r'.
ATIOR Y PEDAGOCÍA EN LA CORTE
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y paraatrahera otrosson sehazencon malaintenciónensobervesciéndose los qlle en díasde mucho mirar pecadosmortales.Estascosasdevrían y muchas vezes su figuraen el fiestasecomponenmuchoel cabello miran presente quando por algún alguno amor deshonesto da espejo.Lo seteno, persona a algún acto con intenciónde atraerla o algún don a alguna quando peca mortalrnente. Lo octavo, tal [¿]bhominable-v ma1o,ca el hazercon hechizosv causaralgúnamor algunoquieresupersticiosamente personas; y tambiénlos qtte creenque estose entre algunas deshonesto quandoaigunopor amordeshoLo nono, puedahazercon artedel diablo. quando aquellapersonaque amaseaparta)/ se nestollora v se enrisieEe persona sin él o quandohablaamigableabsentadél o quandoamaa otra honestov se también quando contrahe n.ratrimonio mentecon alguno.O por persona respecto a laspersonas maldize honestav este casacon alguna que han entrevenidoen el tal matrimonio.Lo décimo,los que escri\¡en letrasde amoresy aunlos quelasiievan,sabiendosertales.Y tambiénlos deshonestos. que permiter-r hazeren suscasasavuntamientos (Ciertamente-y aun a sabiendas de que salimosde los límitesdoctrinales que nos hemosimpuesto-, ni estaspalabrasde Montesinoni el ínvolucrado sentido burlesco de Alegre v otros nos pueden hacer olvidar la realidad social que subyace;sabemoscon seguridadde la pertinenciade las denunciasdel predicadorfranciscanoy que éstasno tienenuna mera reducción literaria aséptica;su punto de mira va más allá. Angus Mackay nos sorprende con una impresionanteinformacióz sobre los líos amorososy los que ocurrieron en la ciudad de Loja a principios escándalosconsiguientes
rsr Angus Macxar',
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CAPITULO SEPTINÍO
del sermónmatrimonial.Así, es un hecho puesto de manifiestohacemuchos años que los predicadoresplanteanla dignidad de la mujer precisamente exaltandosu papel en el matrimoniolst,como puede verse,entre otros muchos lugares,en la obra de JuanLópez de Salamancar86, coetáneade Alegre, (de hecho, también e\ Sermón v antes también en los sermonesad statas)9'de Diego de San Pedro comporta en este sentido su parodia, desplazando el ortodoxo mensajematrimonial en beneficio del cortesanoante las mismas destinatariasde esossermones,las mujeres de la corte, y del mismo modo el incluido por Gil Vicente en el Auto dasfadas, cvyo thema es el virgiliano <<,4mor uíncit omnia>>, v también se dirige a las mujeres). El mester de Alegre, como seráel mesterde Moner, y de todos aquellos predicadoreslaicos de amore lo definió bien el adusto Álvaro Brito Pestana388:
Estudiantespreguadores metem sanctasescreturas em sermoóes, diriuados em amores fazen de falssasfeguras tentaEoóes. Ese programa implica, evidentemente, mucho más que la directa parodia del fisiológico sermon joyeux carnavalesco de la farsa tradicional, máquina de risa'8e. El ars amandi se viste de nuevo y la subversión erótica no se plantea directamente, sino como un juego dialéctico con claves y desarrollos universitarios o propios de la gente de iglesia, estudiantes universitarios como los salmantinos a los que más arriba nos hemos referido.
rst Alben LEcoy os I-¡ M¡Rcur. La Chatre franEaise¿u Moyen Áge. Spiaalcntent ¿u XIII" sticle d'aprésles manusctitscontemporaines, París, 1886 (reimpresiónde Ginebra: Slatkine, 1971), pág.129. )8" Euangelíosr epístolasttordlizad¿spor todo el año, Zamora, 1490, fols. 56-60 ("Evangelio del domingo primero. De las bodas'). r8; Véase la antología de Carla C¡s¡crur¡'nn, ed., Predicbe alle,lonne del secolo XIIL Testi di Unberto dd Romans, Gilberto da Tournai, Stefano di Borbone, Milán: Bompiani, 1978. r88 Álvaro da Costa PlrlpÁo - Aida Fernanda Dt¡s, eds., C¿ncioneíroGera/ dc Gdrcia de Resende, Coimbra, 1973,I, pág.90 icit. por I. S. R¡r'¡ii, Les Serntons
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El sermón de amoresde FrancescMoner, en verso castellano,también nos pareceque se saledel límite del sermónparódicoeuropeo.Es, en realidad, fragmento de su Misa de amo/e], de la propia misa de difuntos que Moner se hace decir despuésde muerto por amores,según rczaIa rúbrica: Finge Moner en esta obra que se sigue ser muerto d'amor uerdaderopor lo qual le manda Manzilla, Gentílesay otras amigasy cowpañerasdellas bazerle obsequiasen un templo, so inuocatiónde la Verdad)et.De hecho, este sermón, que no ha sido generalmentetenido en cuenta por la crítica, nos interesatambién por su fecha bien temprana.Pueslvloner, que había ingresado en la orden de san Francisco,murió en Barcelonaun año despuésde profesar, a la edad de veintinueve años en 1492, como señalasu moderno biógrafo basándoseen fuentesantiguasre2. De modo que, muy probablemente, junto con el sermón de Alegre y el de Diego de San Pedro, de mediados de los años ochenfa, seráéste de Moner otro más de los de la serie por la que se muestraninteresadasias cortes casteiianay aragonesa. A pesar de que en otras misasconservadas, mucho más esquemáticas, no ha lugar para la predicación, pues tampoco lo había en los congéneres europeosrer,sino que sólo se atiende a la pura secuencialitúrgica sin salir del libro misal, en nuestro caso nos las habemos con una misa completa, hasta con su correspondientesermón predicado por la Esperiengia,sermón que, como se ha señalado,es el momento culminante de la composiciónlea.
"o Que se incluye enlas Obras nileu(tmenteimprinidas así en prosu como efl metro de Moner lds más dellas en lengua castellana ,^algunas en su /engua natural cata/ana,Barcelona: Carles Amorós, 1528, fols. sign. C-''-Dr'. Hay una reedición de este volumen a cargo deJoaquín Manuel de MoNr.R,Fonz, 1871; y una reimpresión en facsímil de la prinrera edición, Valencia: Tipografía.l\{oderna,1951, que es la que u r i l i z a m o se n n u e s r r oa p é n d i c en ú m e r o J . rer No deja de ser significativala circunstanciade que en el manuscritoB, VaticanusLdtinus 1802, esta obra de Moner se ¡itule Sepultwd de dmor (r'éaseel por tantas razonesexcelentetrabajo de Peter Cocozzrrr¡, ed., FrancescMoner, Oáres catalanes,Ilarcelona: Barcino, 1970, págs. l.l-15), sin duda por recuerdo de la por entoncesclásicaobra de Guevara a la que más arriba dedicamosnuesrraarencirjn. t" P. Cocozzn-l-¡, ed., FrancescMoner, Obrescala/anes,pág.27. ler Véase,para las misas de amor españolasde Juan de Dueñ¿s.de Nicolas Núñez y de Suero de Ribera, Jules Ptccus, Misa de amores de Juan de Dueñas>, Nueua Reuístade Filología Htspáníca, 11 "La (1960). págs. )22-)25; Antonio AL¡roRrs, *Algunas notas sobre la Misa de amores>>, Nueua Retisttttle FilologíaHispánica,14 ( 1960),págs.)25'328; BlancaP¡nrñÁx, <
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CAPITULO SEPTIIIIO
El theruaes invención de Moner, más conservadoraquí que sus colegas, por lo que se refiere a respetarlos mandatosdel ¿rspredicandi, pero, como el de Alegre, abundatambién en el mandato natural parula conservaciónde la especiecomo causadel amor como lo explica su autor: Natura, a fin que recÍezca las obras de quien es sierva natural, no dexa el hombre peresca, en el fijo le conserva. Por lo qua1, pedernal quiere la yesca; enciendepor el cañón del sentimientoal sensible razonable y dales inclinatión necessariay convenible, deleitable para su generaciónlw. 49-621. Natural es la causa del amor, pero la belleza 1o realza, en ocasiones la belleza es la que ve sólo el enamorado (quisquis amat ranam...). De ahí vienen los amores positíuos, auténticos, yTos ciuiles,los groseros y materialistas. Irónica parece la división establecida por Moner de un amor puro y de otro impuro (los primeros, dice, enamorados <
ANÍOR )'PEDAGOGIA LN LA CORTE
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Esta primera parte del sermón, declaratiuadel tetna, se completa con otra segundaque expone moralmente el contenido esencialmentemisógino del evangelio de la Misa (r
ici Edición citada. fbl. Dij'. No En est¿scoplas,precisamente,Hernán Mexía se refiere a Torrellas en estostérmios: ..perdonad, Pedro Torrellas, / mis reglonestorcederos / en la defensad'aquellas/ que vo bien hallo ser dellas / \¡uestrosdichos verdaderos./ No se dónde los hallastes/ r'os, más prudente de Lelio; / pienso que vos los triastes / pues quanto dellas hablastes/ es verdad conto euangelioo{A. RonnÍcu¡z-Nfoñtxo, ed.. Cancionerogenercl recopiladopor Hernando del Castillo (\t¿lencid, 1511). iol.70r). Citado también por el anónimo Menor de Aunés (véaseB. PERIñÁN, ,le amoresnueülnente compilestopor el nutor "Sern¡ón Aunés. A los galanest d¿masde la corto', pág. 195). rt; Véaseen Keith \X/rrIxNol,t,ed., Diego de San Pedro, Obras comp/etas,7.Tract¿do,!e¿nrtrt.: ,¡'L Arnalte 1' Lucenda t, Sernón, págs. 164-183; para las opiniones de Gallardo y de Nlenéndez Pel,rr,,. véansepágs. 6.{-69.
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Nos tememosque una lectura de los aquí examinadosdel siglo XV no de la crítica más reda pie para aceptaralgunasde las consideraciones ciente sobre los orígenesy el desarrollode estaspíezas.Lo cierto es que la agrupaciónhistórica de nuestrossermonesde amor y la necesariacon,id".r.lón del grupo para no caer en un fragmentarismohistoriográfico nos conducea reconocerque la homogeneídad condenadopor algunosr0T de estos sermonesparódicos viene dada por su contenido intelectual y por ser testimonio didáctico y funcional de una convivenciacortesana. be hecho, los vínculos o par"i.lo, de los diversosgrupos de sermóñ con erótico se dejan percibir por el caráctel tema amorosoo descarnadamente una didáctico recabadoen los modelos serios;más, podría establecerse pedapor menos pero no ello salaz, la sistematizactón entre comparación gógica,del amor contenida en el Sermonjoltsuv de frére Guillebert con reúción al resto de la farsa que le da soporte y a la convivenciateatraly amorosade sus personajes,y entre la sistematizaciónpedagógicadel ser'teatral' del laberinto cortesano.Claro, dos món de amor en su contexto nivelesbien distintos de parodia. Pero, abundando en la agrupaciónhistórica por la vía de sus contenidos erotológicos,el análisissobrellevadomás arriba de los contenidos y de la parodia de las piezashomiléticasde amor de Alegre y de Moner pensamos q,,. no, obligan a volver a mirar en la dirección de la parodia universitaria naturalistapara explicarnosbuena parte de la originalidadde estossermones de amor del siglo Xfr. Cierto que en algún texto francés se reconoce lejanamenteel ruzonamientonatural, como en el Sermonjoyeux pour rire, cuyo punto de partida es: <
rf,; Véase Hans Robert 1 (1970), Jauss, "Littérature médiér'aleet théorie des genres'r,Poétique, (1978), Esto, págs. 75-82. l0 Langue;t'ronEoise, .Le texte-fragment>>, Paul ZururrnoR, págs. 79-101; v paru el sermon.iot-eux,enJ. Koolr,nNs, Recueilde sertnons.foleux,págs 26-28' .tE Véase J.-C. Aus¡l-Lr', Le Monologue,le dialogueet la soltíe. Essaísur tluelqttesgentesdramalt t¡uesde ld fix du mo,-en ige et du déhut du X\rI' siicle' pág '13.
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bre es necesarioamdr y quienes siguen la línea festiva de éste, como un Lucenao un Fernandode Rojas,todo con doctrinainspiradaen el Breuiloquio del Tostado, quien a su vez tenía presentenada menos que el Libro de buen amor, todo en una línea ininterrumpida que nos llevaría de nuevo a definir el sermón-prólosodel libro de TuanRuiz.
La prueba, sin embargo,de que el argumentonaturalistaera básicoen cualquierade los razonamientosque hemos visto hasta aquí, la tenemos cuandonos damoscuentade que en el propio ambienteen que se difunden los sermonesde Alegrev de Moner se produjo una reaccióncontraria,reacción materialízadaen algún poema como el que de Hugo de Urríes actualmente nos conservael CancioneroVindel, cuvo contenido expresabien la rúbrica: MossénUgo d'LTrríasen laor de las muyeresfazeestaobra1,com/enEa por amonestaEión a ssudamaaoe. Urríes parecereaccionarprecisa), endréQala mente conffa actitudesmisóginassuperficiales,pero también conra las que fundamentansu razón de ser en verdadesfilosóficasindiscutibles,como las utilizadaspor Alegre o por el autor del Tratadot{e cómoal bombre es necesario amar...,aunque seanexpresadascum grano salis.Y para ello utiliza en su defensade la mujer el mismo argumentonatural, definiendo previamente el amor como pasión: Quando la potencia recibe'l objecto lel aquél se presentaen la fantassía, e luego se mueve la grant ermonía de nuestrasentranvasad algún efecto, el qual mouimvento eEdicha passyón, porque desordenael ser natural; mas qr-randos'areglacon lo racional la tal ordenanEale da perfecc¡,ónh'v,9-161.
r"u Véase la edición de Rafael \\/. RrlrÍn¡z or An¡rL¡xo y Lr''Ncu, La poesíacortestlttttdel s/g1,,.\\. t el nCancionero de Vlndel,, contribución a/ es/udio de la lemprana lírica españoh. Es/udio pr,.lt'tit,;.;, etltcíóncrítícade los textos tinicos del Cdncionero,Barcelona: Editorial Vosgos, 197ó. págs.6i-it L.rc i t a sq u e s i g u e np r o c e d e nd e e s t ae d i c i ó n ,a u n q u ee n a l g ú r nl u g a r n o s p e r m i t i m o sa l g ú n r e r o q r r cu. r : . . . señalacnr¡e corchetes,v l'¡ modificaciór.rt1ela puntuación.
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CAPÍTULO SEPTIMO
SigueUríes proponiendo el justo medio en esto de las pasionesy ensalzando la virtud, siemprepreferible. El amor, sostendrá,existe v se produce naturalmente:
ca yo uosquerersin toda medida razóne naturalo puedenmandar. Natura,por uos sermuchofermosa en todaslaspartesde vuestrapresencia: e razón,por uos tenerIa sentencia entrelasmugeres de muv virtuosa. Los cielos,por uos hauerconformado en nostrascostumbres e inclinaciones, deuenseradmesos en estasrazones, ca ellosdisponende lo procreado[w. 58-60]. Pero, fuera dela razón astrológica,es ciertamentelabeTlezalo que excita, pues no hay <<mayor temptaciónni más atractiua/ que ueer la belleza con discretita / formar un subjecto a nostra mesura>> [w. 58-60]. Cuando ello ocurre, v ayuda el objeto -insiste Urríes- <<nosé quál hombre no pierda sentido, / e por la seruir no guste la muerterr.La que reúne tales y tantascondicioneses, lo preveíamos,su amada.Abundaráluego en el argumento de la existenciadel amor por necesidadde conservaciónde la especie, mandato divino. Lo que hasta aquí ha hecho Urríes, y seguirá haciendo a lo largo del texto, es versificar un tratado de amor, con buena parte de sus elementos tópicos y con excusa de alabar a \a dama, punto de referencia cercano y material.Primero, exponela doctrina escolástica de las pasiones(w. 9-40); luego desamollalos tópicos fenomenológicos sobre cómo y de dónde nace amor, yuxtaponiendo a las causascontemplativasy astrológicasla natural y del mandato divino del Génesis(',r¡.41-88); sigue una alabanzade la belleza y de la mujer, que no es más que la enumeracióntópica de los bienesde amor y de su poder (89-I52); después,la negaciónde los argumentosmisóginos, tanto históricoscomo fisiológicos(I53-312\; para acabarvolviendo al propósitoque no era otro que el de explicarlas razonesde su amor comedido por la amada. La estructuradel tratado escolásticosobre amor, los razonamientosblandidos, junto con la punta de polémica antimisóginano exch-ryen a estetexto del ambiente cortesano anteriormente diseñado. Pero es que podríamos, además,reconoceren estosversosde Urríes puntadasde un tratado concre-
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to, como el titulado Leyesde amor, y que leemosentre las piezasen prosa del Cancionerode Herberaydes Essartsalo. Tal tratado, además,estádirigido (<
+r0 Ch. V. AUBRUN,Le Cbansonnteresp,tgno/d'Herbera,-des Essarts(XV'si?cle). Éditron prr't,;.i,. d'une étude historíque, págs. 21-26. rrr En la edición de P. B¡cs v fur¡, ID¿ Worlesof Pere Torroelld, págs.271-279, rr2 Véase Ch. V. AUBRLIN,Le Chdnsonnierespagnold'Herbera,-des Essdrts(X\/'sticlet E,;::; précédéed'une étude historique,págs.XIV, XXXIX, XL-XLVL De <sugerenciapoco menos que c¡.r:.:: tan habla N. S¡l-r'¡oon MIGUEL.La prtesíacdncletneril. E/ nC¿ncionerode Estúñtlgd..pág.2Jl. r i, :
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CAPITLILO SEPTIIIIO
Pensamos,sin embargo,que no hay razonespara negartambiénla atribución del poema de Urríes, pues, con las coincidenciasque más abajo señalamos, su contenidopuedecomplementarideológicamente el del poema deI C¿ncionerode \/tndel del que anteriormentehacíamosmérito. Pues la alabanzadel amor matrimonialaquí tambiénviene a ser el resultadode la adquisiciónde un puerto de libertad (..enlo qual considerando, / mi presión es libertatn,dice el poetarefiriéndosea su situaciónactual).Pero no siempre ha sido así: Verdates que otrasamé ante que te conociesse, mas nunca otra fallé quien a mí en buena fe en tanto grado pluguiesse[w. 1l 15]. La situación actual del poeta qr-redamejor justificada cuando vuelve su mirada haciala oropia sustancia de amor: De amoreshan fablado muchosamablesvarones e su tracto enxalEado en el qual s'an delectado con diuersasoppiniones, dár-rdonos a entender que es acto r,irtuoso, e non se puede fazer iusta mi flaco saber, pues el fin tiene viEioso. En los principiosconsiento que puedan ser virtuosos, mas los fines vo no siento que tal partigipamieto seanbuenosni honrosos. E no se fable fingido, fermoso nin paliado, ca los que han diffinido el amor e diEernido ser passiónI'an declaradohr'. 71-901.
referenciaincluida en el artículo de J, Y. Tillier ci¡rd.¡ nás abajo, tenemosconocimientode un rrrrbrjcr sobre este itsunto de .TaneIl, Connollv, que conclule contra Aub¡un clespuésde estudi¡r I¡s posiblcs relacioneslite¡ariasde la se¡ieanónima con ot¡os tex¡os consenadosde Urríes. Que sepamts esrirmoÍr()gralía no ha sido ¿úrnpublicada.El poema puede leerseentre las págs..ló-{9, ed. cit.
ATIOR \' PEDAGOGIA E^' LA CORTE
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Si tornamos,antes de continr-r¿rr esta iectura, nuestramirada hacia el poema atribuido a Urríes en eI Cancionerode Vindel, sorprendemosla misma definición escolásticade amor enfrentado al acto uirtuosov. además.la caracterización p asíonai: Han las passvones el su nascimiento en estamanerapor mí proposada. e son recebidasen nostramorada por no ser en nos el tal mouimvento; mas dándolesorden con nuestraprudencia, estremosfut'endo, 1osmedios tomando, quien esto regustase ua remirando v toma principiosde gran excellencia. Puesmoral uirtud. segúntme parece. es antespassiónque acto perfecto, e dar pert'eccióna todo'l objecto es quando el hombre en bien permanece; No es marauillaque fagadessorden,
n'u' : :T.:T: : üJ',::':;: Í,'u'o';Í;"',
en cosasin regia om,b¡edar orden ;l L w . I t - ) 2 ;) ) - ) 6 1
Ciertamente,no nos pasadesapercibidoun cierto adocenamiento en el poema anónimo,incluso una fuerte sensibilidadreligiosarrr.Sin embargo,a poca costapodríamostambiénprocedera una lecturatraslaticiade carácter erótico, en cuvo casola cifra ininteligibleque lo encabezaestaríamás justificadaque si de un enr'íode un inocuo poema matrimonialse trataserlr. Dejando esto,importa, sin embargo,señaiar.por un lado, los paralelos que en el análisisde la pasión amorosase perciben entre el poema del anónimo v el de Uríes -si no se tra¡a del mismo autor-; paÍa>por otro
r r r C o n r c rh ¿ p u e s t od e m a n i f i e s t o - l a n e YvonneTtt-l-t¡n,.The Devou¡Lover in the C¿uct,":,,. Herberut'"L , ¿ C o ñ n t c ¿ , 1 2 ( 1 9 8 1 - 1 9 8 . 1p) .á g s .2 6 5 - 2 7 1 . rrr N o u o s p a r e c en e c e s a r ilor ¿ c e r l l . r ¡ u n r e c . ¡ r i d o p o r u n c a m i n oq r ¡ e¿ c a : os e . r< q r i r . ' . . . : l o v a m o st r a z a n d on o s o t r o sm i s m o sa l a n d a r .p e r o n ó t e s e ,p o r e j e m p l o .l a i n s i s t e n c i e n e Jg . , 2 , , : 1 . r . . tero que se man¡iene a lo largo de todo el poema, desde el principio: <E pues Dios nt'' q r. . plazible al,untaniento / conviene de lo guardar ./ por su gracia recabar / e conplir.\1r ,,..i:.... (v. lll bien puede tener un sentido biblicc,. Lr:.r,, .., , ' l¿Cresciteet mu/tiplrcanini?1.Conoctesse jttnfa n.:ep/azes/ e diversa me Jrtlenl¿s / en cos¿sno tue ,lesplazes ,' t¡lt¡ ,1.:.¡tr,.¡.¡:;.,.:
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CAPITULO SEPTIMO
lado, asistir a la presenciaen ambientescortesanosde todo el ciclo teórico amoroso que habíamoscaracterizadoen otros ambientes,con sus últimas derivacionesde amor matrimonial como final virtuoso de la secuenciadel amor pasional.Y ello no sólo como una consecuenciadel grado de devoción de un poeta, sino como opción teórica cadavez más funcionalrlt y como contrapartida a las posturas meramenteparódicas y en nada constructivas del pensamientoerotológiconaturalista,tal como lo tergiversanlos que presobre amor con barniz hudicaban,repetíano iruaginabanrepresentaciones morístico; y, a \a zaga de éstos,aquellosotros pedantesque trasplantan todo esto en el ámbito de su retrasadacortesaníaescolástica.La persistencia de ésta, su desamollomerecen seguramentenuevaspáginas,abrir otra monografía.
arr Agostada con las primeras generacionesde petrarquistas,sin duda. Pero no resulta extraño que uno de éstos,bien familiarizadocon la cultura literaria de la corte aragonesadel siglo xl', mantengacon vitalidad precisamenteesos planteamientosde amor matrimonial con nue\¡osmatices (r'éaseNlarcelino M¡NÉNo¡z P¡L¡yo, Antologia de poetas líicos castellanos,X. Boscán,Santander - Madrid: C.S.I.C., 1 9 1 5 ,p á g s .1 1 4 - 1 1 9 ) .
APÉNDICES
NOTA PRELIA,TINAR
Para los argumentosdesarrollados en estelibro, muchos son los textos que deberíanir en apéndice,seleccionando sobre todo aquellosinéditoso de difícil acceso.Sin embargo,a una buenaparte de elloshabremosde dar de lado. Entre otras cosasporque, aunquetanto los fragmentosdeIBreuíloquio de dnlor 1' crrztisisla que nos interesan, como el Tratddo de cónto al ltombre es t?ecesltrl'o dntar han sido publicados recientementepor nosotros, para la BibliotecaEspañoladel Siglo XV que hay un volumen en preparaciór-r incluirá en conr,enientes edicionescríticastextos como los fragmentoslatinos y romancesdel Tostado,Ia Repettciónde antoresde Luis de Lucena,el Tratadode cótuoal hontbre es necesariodtnar, el.Tratodo de atnor atribuido a Juan de Mena, entre otros nlenosconocidos. Nos limitamosaquí a incluir las piezasde másurgentelecturay másinaccesibles, comolos fragmentosdel Tostado.Así, el apéndiceprimeroconstituve la cuestiónséptimaque se suscitasobreel capítulodieciséisdel Libro de los jneces,que editamosa partir de la ediciónvenecianir qr,recitamosen nuestra bibliografíageneral(Opero,X, págs.248-219\.El apéndicesegundoesla cuestión trece sobre el capítulotrece del Exodo (Opera,II, págs.385-386),que coincidecon lo que dice el mismo sobreel capítuloocta\.ode Núnteros. Sobre los apéndicestercero v cuarto, sendossermonesde amores,uno de ellosde FrancescNfoner\,otro de FrancescAlegre,nos hemosertendido más arriba.Así como sabemosque el profesorPeterCocozzellatienepreparada una excelenteedición de las obras castellanas de Moner, entre las que se incluirá nuestrosermónen edición más solvente,no tenemosconstancla de que existaen preparaciónuna edición del sermónde Alegre, lo que es de lamentartratándosecomo se trata de una de las muesffasmás orimitir'¿rs de los sermonesde amor peninsulares. Editamoslos de Alegre r'áe NIoner a pártir del texto que nos conser\¡ael cancionerollamado Jardinet cl'rtr,tt-'; . de la BibliotecaUniversitariade Barcelona,\, de la primera edición imprcsir de las Obrosde Moner. resoectivamente. El apéndicequinto es.,n frag-ento de la versióncastellan¿i del 1-r.'.'.',,,. ntedt'cinade Bernardo de Gordonio, texto compuestoen NIor.rtpcllicr. eir It87l
\It \ DILI
': '
desdemuy pronto en romancecastellano.Lo toma,-., ;':c circula_ : ' -:f --i c.lrción ser-illanade 1495,segúnla ffanscripción de Brian Durton, --"i ic:cros¿rmenrela ha puesto a nuesffa disposición. Quede arra ra*ro - :-.!\ ::n ¡esrimoniodel planteamientotécnico de los médicos,si bien es que, como tambiénle ocurre ar Dr.-Viilalobos,les iu. rr.-pr..uy "c:i¡
APENDICE 1 Quomodo Sampson semper amabat mulieres philistinas
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Queretur ulterius quomodo Sampsonsemperama[b]at mulieresphilisthinas, nam inter Israelitaserant mulierespulchrg, quibus sine periculo frui poterat. Aliquis respondebitquod hoc fiebat a Deo incitante Sampsonemut magis diligeret istas,quam hebreas, sic patet supra cap. 14,nam petivit Sampsonin conjuguemmulierem Philistinam et pater nolebat eam dare, et sequitur parentes autem ejus nesciebant,quod res a Domino fieret. Et qu€reret occasionem confa Philistim, scilicet ad hoc quod occasioneuxoris pugnaret contra illos, sicut factum est postea ita et nunc fieret. Dicendum quod non stat propter duo. Primo, quia quandoDeus incitavit ad amandum puellan Thamnatheam fuit hoc ut faceretbella et damna que fecit Philisthinis (patet supra c. 14 et prccedenti cap.), et tamen post cum dilexit Dalilam non pugnavit ipse conra Philisthinos, sed potius ipsi ceperunt eum et exoculaverunt.Secundum est quia Sampsonmotus est ibi desiderio licito, scilicet ad accipiendumpuellam in uxorem. Hic autem movebatur ad cognoscendum fornicarie. Deus autem ad licita movet, sicut est matrimonium, ad illicita autem sive meretricium non movet. Sed dicendum quod movebatur Sampson ad Philistinas potius quam ad Israelitas mulieres quia forte erant alique pulchriores inter Philistinasquam inter Israelitas.Et cum iuvenis esset et fervensmovebaturin pulchlr]itudinem, vel forte licet non essenttan pulchrg erant inter eas alique qua magis placebant Sampsoniquam alie qua erant inter Israelitas. Est enim quedam passioquam medici amorem hereosvocant, secundum quam aliquis fertur tam insanoamoremin aliquam ut pereundum sit sibi morte certissima atque veloci nisi amore suo potiatur. Sicut Ammon filius David patiebatur ad sororem suam Thamar (2 Reg,, cap. 13); sic etiam Sichemfilius regis Emor ad Dinam filia lacob (Gen., c. 14). Mulieres quoque e contrario ad viros, ut fuit Phedra ad Hippoly'tum. Et sic de aliis innumeris de quibus apud poetaset historiographosmagna enarratio est. Ista autem passiofit non ex desiderionatur€ ad evacuandumsuperfluum propter titilationem caloris venerei, quia amor cum qualibet expleri porest. sed ex sola aprehensioneforme, quia illa forma videtur ei jucunda, et nulla alia mulier, etiam si sit nimis speciosaetiam plusquam illa, placebit. Omnc: enim repudiabuntur propter illam qua tali amore diligitur. t18el
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.\I)INDICE PzuIIERL)
Est ar,rtem curatio t,rliscgritudinis ditticillinia,quia curr ipsa non insurgat ex qualitatibusaliquibus corporalibussed ex phantasia aprehensioneper pl'rantasiam directe nedico non subest.Provenit curari debet. Sed phar-rtasia i r L r t c n r) r l p ) r r r i r r t r r np a s s i o i s t a e r a c t i o D ec o e l i . r l r n r c o r p o r a c o e l e s t i , l mirgniimvirtutem habentsuperphantasiam,licet non superintellectumet volur-rt,rtenr. Intantum cluod naturaliterc¿us¿turconcordiainrer aliquosin .,f-reribus vel discordia ex conditione nativitátis,licet sit postea homini facultas ad evitandumistos actusad quos inclinatur.De hoc Ptholomeusin Centilot¡trio. propositioneJ2. ait: ..Concordiaaliqr-rorun.r in re aliqua est qr-rodreparar u r e x s i g n i i i c a t o riel l i u sr c i i n u r r i u s q u en r r t i l i r a r eS. i e r g , oi i r e r i ti n e s s el a u d a bili erir inter illos concorclia bona,et qui fortior loco fuerirerit sicutprincepset agens.et debilior sicr,rtpatienset subjectusr.Sciiicetquod quando qurrirr.rr' specialiterde aliquo opere, utpote de legendovel comedendovel pugnarrdo, an aliqui duo in illo concordabuntnon oportet quod astlologusconsideret figuram nativitatis cujuslibet eorum et aspiciatsignificatoremillius negotii vel operís de quo querebat ¿rnconcordarent.Et si fuerit unus eorum aspiciens alterumex trino vel sextili aspectu,significabitper hoc quod convenientiain illo opereerit. Si autemtuerit aspectllse\ quarto vel oppositosigníficatmarimam discordiam,quc erit inter illos in hac re. Et si r.lonse aspexerintnon perficieturconcordiainter eos in re illa. Et cum se aspexerintfortior in domo et in anguloerit princeps.Sic ait Alv Aben Razel. Sic etiam ex opere cgli causaturinter aliquosinclinatiomagnaad amicitiam et dilectionem.Sic Ptolemeus in Centiloquio,propositionell, scilicer: . A m i c i t i a e t i n i r n i c i r i a c c i p i u n t u er \ r n u t r r t i o uleo c o r u md r r o r u r ll u l n i n n r i r i u r in duabusnativitatibusex consimilitudineascendentium in amicitia.et discordia et signun.robediensest fortioris amicitie>. Et est sensusquod cum sol fuerit in alicujus nativitateubi fuerit luna in nativitati alterius et fuerit luna in nativitateprima ubi fuerit sol in nativitate secunda,fueritque ascendensunius in sextiliaspectuascendentis alteriusvel in trino, firmabitur inter illos dilecrio et sigr.rumobediensalterius erit fortioris dilectioniset inclinationis,id est. diliget magis alium quam diligatur ab eo, ut ait Alv Aben Razel.Ita ergo accidet ex figura cgli aliquernad amandum moveri alitluem insane,licet e conversonon sit motus, et quia non est concordiailla ad aliasformas,quamquam pulchras,non afficieturiste vir sic ad aliasmulieres.sicut ad istam,licet pulchrioressint. Unde vere dixit ille qui disit:
APÉNDICE2 Qui malefici dicantur
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Sed considerandumquod maleficisunt omnes qui malis artibus utunlur, sive aruspices,sive incantatoressive aperitoles,sive necromantiaaut geomantia, pyromantia,et sic de ceteris,qui per demonum convocationesaut aliquas superstitiosasobservationesaliquid agunt aut agerese promittunt. Quod ad duo damnosum erat. Primo, quia sic mentes utentiurn a vero Dei cultu et perfecta fide distrahuntur, quod malum maximum est. Secundo quia per hec maleficia damna multa proximis inf-erunturet precipue in causaamatoria,nam notunr est nec quisquam hoc negarepoterit quod maleficia sive demonum convocationesaut effigiesquedam et similia, de quibus non est per singula dicendum, animos inflamment et crucient. Et hoc modo utebantur gentiles in maleficiis provocantesaliquos ad amorem, imo potius ad insaniamquibusdamcarminibuset apparatibussuperstitionum. Sic Virgilius, qui magnusmaleficusfuit, artis poet¿rumprecipuus, cum describeretlíbros Bucolicorum in eglogaoctava,qua incipit: Pastorum lvlusam Damonis et Alphesiboei, introduxit modum magicum pervertendi corda quasi sermonepastorum loquens in personaAlphesiboei et dicens: Effer aquam, et molli cinge hrrc altaris vitta Concludit autem postea Virgilíus quomodo hic dictis coactus fuit venire Daphnis,dicens: Aspice, corripuit tremulis altaria flammis
t..,1 Hec enim et alia multa ponit in eadem eglogaoctava Virgilius, qur licet superstitiosa sint, artibustamen den.ronum,sicut farnaest. ita faciunt.Sed ne fbne in hac refictione poetica nos falli existimes.accipeconvenientiatestrmonia de quibus dubitarenon valeasquod demonesmaleficarumartium lncentores et executoresmalis hominibus ad hoc et ad similia serviant.Patet enim de Circe famosissima maga, qure socios Ulvssi mutavit in belvas, de quibus BoetiusDe Consol.lib. 4, metro 3, quod incipit: Vela Nariti ducis. et Ovidius, Meta. I1b. 14. De his multisquealiis late disputat Augr-rstin.. D,. C i t ' i t .D e i , l i b . 1 8 , c a p . 1 7 e t 1 8 . Sed ut ad mutationemcordium ad amandum\/el potius ad insanien.lunr. Ile1]
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APENDICE SEGUNDO
et interdum localiter novendum ad ipsum maleficum sequendum, quod maleficiis vel demonum ministeriis exibetur realiter servientium atque ipsum quod amatur deportantium redeam dicere. Promptum est de beataJustina virgine atque martyre Christi, quam Cyprianus tunc iuvenis maleficus atque hereticus, postea autem fidelis atque zelo Christianitatisardentissimus et pro Christo uitima supplicia passus,supra modum adamavit. Quam cum precibus aut quibuslibet humanis fallaciis superaredesperasset,ad maleficia solita conversusdemonis convocaviteis, imperansut Justinamvirginem ad se ducerent, qui protinus jussisparere volentesJustine virginis astiterunt,si quo pacto eam ad Cyprianum deportarevalerent,qua in fide Christi fundata obscgnum Cvpriani amoren parvipendens atque penitus abhorrens, invocato Christi nomine, demones effugavit. De his in vita beate Justin€ et in vita sancti Cypriani. Aliud quoque scribit Hieronymus ín libris De uitis Patrum, in vita beati Hilarionis, fuisse quendam iuvenem qui in amorem cujusdamvirginis in Gazensi territorio deperiret, cumque tactu et iocis atque amatoriisnutibus, vocibus, sibilisque,qu€ periture virginitatís solent esseprincipia, nihil in hujuscemodi profecisset,perrexit Memphin civitatem studiorum uberrimam, ut, confesso vulnere suo, magicis artibus armatus veniret ad virginem. Igitur post annum edoctusa Scolapiivatibus,non remediantibusanimassed perdentibus, pr€sumpto animo stuprum gestienset subter limine domus puelle quedam tormenta verborum et portentosasfiguras sculptasin eris lamina defodit. Illico insanirevirgo cepit et amictu capitis abjectocarperecrinem, strideredentibus, inclamare nomen adolescentis,magnitudo quippe amoris eam in furore verterat. Perducta ergo a parentibus ad monasteriumHilarionis traditur, ululante statim puella et confitente demone inquit: ..Vim sostinui,invitus adductus sum, quam bene Memphin omnes homines deludebam; o cruces,o tormenta quÉ patior! exire me cogis,ligatus subter limen teneor, non exeo nisi me adolescensqui tenet dimiseri¡>>. Tunc beatus Hilarion:
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tius furere quam amare faciens, et illuc a dcmone dirigitur ubi amator ille fuerit, sed nec in hoc quidem intellectusaut voluntasmutantur, nam er puella, 80 que sic ducitur, trahi non eligit, sed in affectiva,qu€ est pars inferior, consequens motum factum in carne secundum motum factum in sanguinevel in aliis partibus sive membris, sit quedam accensioad amandum,sicut contingit in nobis interdum voluntate tixa et eligente non fornicari insurgere desiderium fornicationis, nec tamen illud ad quod inclinamur volumus. Illa autem 85 pars qu€ naturaiitermovetur a demone subintranrecorpus moveri potesr, c u m a b i p s an a t u r a l ic a u s ad, e m o n e n i h i l a g e n t es. r p i s s i m em o v e a r u re, t s i c ibi damon non operatur per virtutem suanrinmediate,sed movet virrurem concupiscibilemmovendocausamnaturalem,ex qua sequiturpassioin concupiscibili. De quo latius dictur¡ luit supra capitulo septimo. Et licet isre 90 puelle sic tract€ peccaverintante in aliquo, proprer quod Deus eas pati hoc dimittit, tamen in hoc non peccant,quia nullo modo sunt voluntaria. Alio modo contingit ut ipsa puella tracta non moveatur pedibus suis, sed a denronibusportetur et tunc per aerarapirur.arques€pe sub noctu¡nishoris de lectis suis per aliquas fenestrasa demonibus educuntur. Et in has non 95 subintrat demon ut faciat fruere nec aliquo modo conturbet, sed cum tranquillitate animi manent et ceterarum corporis virium quam antea habuerent. Sed nec iste peccantquia, licet sciantquid patiantur,tamen invite toleranr, nisi ipse delectenturquia sic tolerant. Lex ergo scienshrc prohibuit, quia multa apud antiquos hujuscemodi 100 fiebant, ut scpe viri aut femine per maleficia innaturaliter amando deperirent, et licet hic prir-rcipaliterintendatur evitatio maleficorumad artem amatoriam, tamen etiam omnia alia maleficia prohibentur.
\PENDiCE ]
FnexcnscMorunn Sermón de amores
Tras l'offerta que he cantado, Esperienciase subió sossegada, para'l sermóndecorado. Manzilla la santiguó santiguada. Por tal tema ha comengado: Humanal ínclinatión por la disoeta acordanga de natura en el gentil coragón oirá amor con esperanca de folgura tras el bíen de su intentión. Y por ser agradesgido mi sermón por los leales, como deve, hawá de ser dividido en tres partes principales lo más breve que podré con mi sentido. Del tema declarativa serámuy buena materia la primera; la segunda,expositiva del evangeliode la feria; la tercera, I'istoria prosecuriva.
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Natura, a fin que recrezca las obras de quien es sierva natural,
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APÉNDICE TERCERO
no dexa el hombre peresca, en el fijo le conserva. Por lo qual. pedernalquiere Ia l,esca; enciendepor el cañón del sentimientoal sensible razonable v dales inclinatión y convenible, necessaria deleitable para su generación.
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Por estacausase liga enr'ell ombre y la mujer ell amor, y por essoes tan amiga la beldad deste querer, so color de bien; que bien nos fatiga la fermosuraagendrada, por este fin la dessea quien la affana y tanbién el que s'agrada d'alguna cosa muy fea, tan de gana como si fuesseesmerada. Desta sola causavienen los amorespositivos y civiles, porque los unos los tienen muertos, los otros muy bivos, tan sotiles que del aire se mantienent sólo el coragón gentil puede alcanEarde amor gloria por tal ley; quel rudo grosserogivil, quando vence,es su victoria la del buey, que pisa la liebre al cobil. Con esperanqase cría el bívo amor deste son
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aplazible, que iuzga Ia fantasía por las leyesd'affición ser possible Ia cosa segúnquerría; que assícomo se delite en amor franco, ganoso de másdar, no puede ser se limite en lo que es dificultoso d'alcanEar, sino por dicha d'embite. Es tanbiénamor causado de folgura.se mantiene por tal fuego, quien en á1está occupado muy pocasvezesse prende; I'ombre entero ha menestertal cuidado y si alguno es prendido, en oros males rebuelto desta mena o conosceque es querido o de presto torna suelto una pena y un solo altar es sen'ido. De no ser a ser tan dino I'umana naturaleza traspassada espesoestorva'1camino de la animadafranquesa inclinada a dos hijospor un tino, la bondad y la maldad; son los dos hijos en quien éll atina, mas la noble voluntad siempreso color de bien determina qu'es un tino de bondad. Assí que aquel que namora la razón por ia qual ama
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APÉNDICE TERCERO
le dispensa y haunqu'escierto qu'enpeora, dexando ei fruto por rama, él se piensa que en escogerla mejora ras el bien de su intentión; quiere ell ombre, segúnesto, bien mirando, ir es dada declaración del tema por mí propuesto, abreviando por proseguir mi sermón. Ell avangelionos cuenta muchasy brevesverdades en su texto: la primera, me destienta viendo las desigualdades que en aquesto descubrequien se scarmienta; mujeresen tiempo passado en esta casadesquehera eranpolo: oy es el mundo mudado, que no hay mujer que bien quiera sino sólo por trasquilar su ganado. El hombre moEoque viene a querellasy servillas sin cautela piensa que, pues hojos trene, qu'es possibledescobrillas con su vela; mas I'engaño sobreviene, y de que cahe una vez, en sus lazos y azechanEas peligrosas, caherátanbién las diez, que las nuestrassperanEas mentirosas hazenxavonenlos piez.
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Q u i e n l a s q u i e r e .l a se n o j a , segúnque por deshazellos
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"SERMON
DE AMORES"
se derraman, su desconciertos'arroja, no segúnculpa daquellos que las aman; mas como se les antoja toda una vida se guasta en sallir de sus priziones verdaderas; rescateno les abasta. ¡Quán terribles condiciones y maneras en tan escogidacastal
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En saber que son hermosas luego tienen amanidas mil celadas; ángelesson y raposas, en Ieonesenxeridas, tan iradas quanto en ál son temerosas; descargansu poderío para ver con su licencia qué podrán; con I'estómagovazío d'enamoradaconsciencia siempredan, do más las aman,desvío.
Son estragode las vidas que por ellas sin mercedes se despienden; do no temen ser vencidas por offender con sus redes se destiendeni pues sabenque son queridas, a quien el mal sobresana no I'aprovechadesresa la más alta; danlos cesto por mansana y si no dexan la empresa, nunca falta en fin la muerte temprana.
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APENDICE TERCERO
En cómo darán fatigas es todo el studio dellas ha mil años; son cruelesenemigas de quien s'esfuerEa a querellas con engaños, conjurationesy ligas; el major plazer que sienten en que l'ombre por susobras torna loco; de que pensáiss'arrepienten. eston(e)sed s o b l a nl a s ( s ) o b r a s , con lo poco no ha¡' sesoque no desrienten. 210
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Siendolas másdestasuerre, quien ha con ellas pendencia, a mi ver, todo su sesoconvierte en esforEarla paciencia por poder ser flaco contra 1o fuerte; con i'affición que s'esmera cría el temor d'enojallas y el dudar; no descubrenla fuslera miran jugar las agallas sin mirar el por qué ni la manera. ;Qué desventuray siniestro, por estetemplo bendito consagrado, quel fingido seadiestro de dar mejor en el hito de su lado quel verdadero,qu'esnuestrol Y es cierto que son tornadas de condiciónran esrraña que han plazer de ser vistas e ensavadas d'algunoque las engaña por perder quien adoran sus pisadas.
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Nuestros devotos amables son desechados a Eagua de rendón, v los fingidos mudables se preciande mejor paga, en que son a la verdad muv culpables; engañancon lazo Eiego por no sentir estrechura que(s) lessobre; do gozandescubrenluego l'engaño,poco les dura porqu'ei cobre no riene a prue\¡adel fuego. Comoquierdure la venda, engañansin poder ser engañados; que si ellasgierranla tienda, no pueden ellos perder, pues ios dados les han dexadopor prenda. Esto no vengana osadas, segúnla epístolacanta, sin mentir; elias,quedanbien pagadas, mas lo que a mí me quebranta es sofrir sernuestrasleyesquebradas. Ya en nuestrasfiestasno hav p l a z e rq u ' e [ la l m al e t o m e sin mixturas; j ¿ ) ' ,a ) ¡ :e s .\ ' m a s ; a r . .a y l . lragaquel sesose come, desventuras, querellas,agraviosassav a q u i e nl a s h a b i e n s e g u i d o : acatadasv adoradas nunquaquleren, y de quien ha mal querido las más deliasagradadas, de que mueren l[o]s que las han bien senido.
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APENDICE TERCERO
Este agidenterepuna que en amor no hay más amores con hervor; rnujereshazen fortuna en esta casade flores, cuvo olor v a n o l o s i e n t en i n g u n a . Deste studio engañoso en que piensanmás ganar sólo queda que nuestro dios es quexoso y dexa con furia rodar en su rueda la silla de nuestro reposo. Todavía es muy mejor, queriendo ser engañado que engañar, porqu'el afán y dolor ¡ta viene gualardonado en pensar que tienen servidoamor, y más vale un pensamiento en esta casasellado l-
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quel común contentamiento del engañoconqertado, ca de trienta los veinte )' nueveson viento. Despuésaquí dond'estamos officios baxos y altos que offrecemos, por los fieles los pagamos; v si de vida son faltos no podemos honrar más que los honramos. Aquella verdad, que es vado por passaral bien eterno assistente quieraescussarsu peccado. Y es I'evangeliohodierno moralmente en esta parte acabado.
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L'istoria de quien murió para dever sermonaros de su vida es tan dina, que, si no que yo temo d'enojaros sin medida, diría quánto sirvió. Mas en sumavos aviso, que tuvo amor v firmeza y fe anta, que, si davan paraíso por estanuestrariqueza, fuera santa su alma,segúnse hizo.
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Con todo es cosa devida que diga quién concertó que muriese: una tan una escogida que nunqua hombre hirió que no fuesse peligrosala herida. La déste no tuvo par, que la ballestaera gruesa y de passa; el brago quiero callar porque no tengo cabeqa, sino escasa para poderl'alabar. Con la herida mostrada fue dond'era el balestero que le dio; Iuego por é1fue tentada con una prueva d'azero que tocó all alma temorizada; quiso tornar do venía por no despertarla ira más sañuda, y al despedir quehazía tiróle con una vira tan aguda que le mató en aquel día.
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APÉNDICE TERCERO
La muerteMoner nos Priva' la damanos á quedado por refrán; ella hermosaY esquiva, é1de firme y transPortado no ternán ígual ninguno que biva' All alma del cuerPo den nuestrasrogariasI'abrigo quel' dexó; a ella que quiera bien, tanto que sePael que digo' como yo, ad quem nos Perducat.Amen'
APÉNDICE 1 Sermól
de amot, del Rey Don joan,
scrit per manament De inmortal
memória2
pef Francesch Alegre
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Natura discreta, senyor molt excel.lent, ab degut orde ordena les coses y proveix a les contingents;que si a sos actescontemplam,veuneccessáries rem tota és ordenada a endregano sols del viure natural nostre, mes de ben viure, per qui lo sobrenaturaly sensfi se aconsegueix.Y entre les altrescoses a qué per conservacióde nostre sser ha provehit, veent, segonsés determenada senténciadel Phildsof, .
En el manuscrito,sermo aparecetachado, escrito encima p/alzca Mettória aparece enmendado en record. El manuscrito 1raeconpuilcliot¡¡¡'. enmendado posteriormente.
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CUARTO APÉ¡.DICE
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cdu,,Communisontnium ani,nancium esfconiuncfionisappeltlusproÜeandi lloco ubt supra)' sd et quedatflcuru eorumque pro7eatL,sunb> satísfá'en Pér be.t testar, invictí"i-'"tt1'ot, 1o que al pler de vostre altesa será hun primer Lo puncts' dos 1o dit del orador notará uort.. .*.el'léncia inmediat de aquelles, acost lo és en nosaltres,per qui lo stimar ;;,;;;i;pp.tit cura singular una sera segon Lo etc. ;;;;;;q ¿; nostre vida, qrii com*unzs, etc' sen'ir-les.quia et quedamcura. de --;^p;r;;'J.run,'d. parlar del comun appetit qui als animalssenls]ibles en qui aquest natural upo.,u a tal acte, ueia- lo que ha sguard als iacionals' prim investigador algun Demanará t:tgnu' forq., appetif ab majors .'--un loch en les dones més té si comú que's diu appátit del. secretsá. u-o. uq,-r.r, que en los hómens. axí procehint: E argüint,per una part, se diu que [118r] en los hómens' són més les qui més-téd. .rut,tru,mes áesi¡aIe' io"' naturals;en los hómens E per naturals. i*i", á. ,rruru, do.,chs ab meiors desigsappetexenles coses mes participa' aquella uiu, qui més se alegrede la ffi e més en los béns de segons quals, 1os "it.. en fills, la desija. É és arí que"la fi del pro*ear són los propri és a ell Io dir dels naturals,té maior part lo pare; donchs' més ;;"; appetit del engendrar' enamorat De la altre part, podem' axí argüint, affermar que lo appetit appecausa,de és privació que p.ifonu-tnt reposamés en 1., don.r, prenent mossén magnífich del special tit; e com la dona, r.gon, diffiniigeneral, 1'.en altre' appeteix lo iár.o.ll^, sía animal ñaturalment fánlt ae calor més que tot abtesaen rebre disposició té més si qui en -v cosa que li manca;e més, aquella en reebre delits ujtr., -é, Ia desiia, e axí més disiosició y abtesaté la dona appetir, de á.t Éo_. [que] por lo conrrari. Donchs, més propri li és 1ocomun qui '-' parlam. forqesté de É ..rponent al primer argument,quant se diu que qui maiors dit' desitg és como .ru,*u,-á¿, desija les coses"natural','e ttega,,perqué' més del per alegrar-se que' presupon mancament.Ne lo segonconclou pár dir per tengue se com major' t¿ttr á. la fi del procrear lo pare' sia en ell lo desig passiva com activa bé axí lo, -.ag., .orr,.á lo, naturali que la mare concorra per lo derrer argument, ." t,u.,! de engendrar.E axíés ab veritat, com és clos del home que per lo delits rebre en dona que més dispo"sicioy abtesaté la lo éssertots temps Dich escusen vergonya .irrt.uri, la q,rtl cosá e[es ab ficta la qual ínterromatrona, digna d'.rná [118v] qué fa la resposta ;;;;;r;';r;a que volien ésser comú' pler fos lo com dottt', 1., o..urió detenia ;;á;ó.; dispositenguessen hores totes hómens los que si respós ;.*;; I pr.gud.r, pus Ia gana que' rnes requestfo]sl; elles pt' ,.r'i.,-t per -.n1', no tal acte cíó 1o, u. u lunes, és rehó v despenguenles rehons 1' pregáries'
1 Ms.: requestes
DE AMOfu, "SER.\,{Ó
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E venint al primer punct, per veure com apetít es un cap de la ánima sencitivanostra, per qui appetim ies cosespiasents,y per aquest acte és dit concupissible,e lo mateix, avorrint les nohibles,és nomenat iracible. Aquesta és la part inferior en nosalrres;aquesrsensitiuapperir féu los primers parenrs desobeyra Déu; aquestféu al primer germá sullar les mans en la sanchde son frare; aquestféu a Nembrot tant gran presumpciól aquestféu a Ysahú vendra Ios drets de primogenitura; aquest féu a Joseff ésserlunvat del pare; aquesr féu al nostre Redemptor, per presumir de contradir a la sua sanctay ferma voluntat, suar de la sua sanch.Aquesta és la ley de qué parla sant Pau, quant legem in membris meis repugnantemlegi mentis mee>. E finaldiu: <<Sencio ment, de aquestsón tots los mals a quins diem que.nsporta la sensualitat. De aquestappetit vol sant Thomás que no té loch determenat,ans sr¿ en cascúdels .v. forans sentiments.Aquest apetit, encaraque la amor, qui parteix de vera conaxenEaper acte de elecció o adesió, stiga en la voluntat, per semblant concorra en la elecció en dos maneres [119r]: la una, procehint e persuadint; e l'alre, seguint e obeynt. En la primera aquest appetit, qui sol al pler attén, mok sovint ab tant fictes e apparentscaresde bé affalegae persuadeixia voluntat, que entrant-li per la mina que en ella ha dexat lo peccat de nosre primer pare, furta e assalta lo loch a la rehó. E axí dessabuda,concorra lo apetit primer en la elecció. En altre maneray concorra, seguinty obehint; que quant Ia voluntat conselladaper la rehó vol algun acte executar,mana a aquesraperir, y ell fa los ulls mirar, les mans pendre, les orelles ohir, los peus anar, y axí de tots los altres forans sentimentsper qui los actes de la voluntat se acaben.E axí és causatlo amor, qui en sí aprés divís molt, no'ns sorteix, que diu-se dilecció, Eo és diligent acció, e aquesta sola és deguda a Déu; anomene.spietat, e aquestaprincipalment s'esguardaa ia pátria e als parents; anomene'scharitat, en qué és compresatota virtuosa amor; és dita humanitat,qu'é[s] quant amam als hómens sots rehó de prohismes; és dite affecció, quant affectadamente ultra límits deguts amam alguna cosa. Aquesta roba axí sovint lo ús de la rehó, que'ls més discretsfa caure en majors errós (si emperó són erres les que amor comet).Aquesta amor es una convidableunió de voluntatsab entrancanbiades complecéncies,la una a I'altre satísfahent.Y és quant5 les demostracions de ia voluntat enamoradase mdstran de tant sfors que bastena conduhir la voluntat por ella [119v] amada a altre tant voler-la. Y en aquest unir de voluntats és la amor perfeta. E volen los doctors que en tal punct ia amor re tant poder, que [ésJ excessiu,qui és un veement arrepamenten contemplació de la cosa amada'.realment transporta tot 10 amant en ella. En en aEo fa testimonílo ve¡taderenamoratFranceschPatrarcaen 1osonetX\¡'. qui comens¿1:
\Is.'. t¡uants
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APENDICE CUARTO
Y[o] mi rivolgo yndrito a chiascunpasso,e¡c. Y en Io sonet XCII': Quando giuge per li ochi al cor profondo6,etc. Ahun diu claramenten ella ésser-sesaguit tal arrapamenty escesis. E com a prátich e bé conexentles proprietats de amor, enlo primer Triun' 105 pho parlant de aquell, li assignasinch stranyescondicions:la primera, que no pot star amagat;la segona,que ab desmesuratdesijarturmenta lo qui amal la terga, fqueJ és cruel en 1o sen.vorajar;Ia quarta, que és poch discret; e la ans serve en sos fets tant váries mudanEes sinquena, que és mal assossegat, t 1 0 que poder-s'i ben regir és quasi imposible. E mire vostre altesacom hi posa estascondicionsdescrevintlo amor un infant nuu ab dos alessobre sosmuscles de mil colors, ab arch y aljavade fletxes d'or y de plom, portat sobre un caro de foch, guiat per quatre cavallsblanchs. E'r-ragó que'l scriu nuu y en la primera condició, perqué axí com Io la blancor dels cavalsés assenyalada és mirat e la color blanchaés mirada de més lunv, axí los u 5 nuu senscuberta enamoratsde més luny son descubertsque nengunsalres. E per Eó diu Ovidi en lo quart de Trans/onnaciotts'. Ubi magistegitur [120r] tectusmagisextuat ignis. En lo carro de foch és entesaia segonacondició, senyalantper aquell la 1 2 0 gran ardor dels desigsenamorats,qui a tota perillosaempresa,de flames
la cruel intrépidamentT se opposen.En 1oarch e sagetes, enamorades encesos, senyoria de la amor, y és la tercera condició, perqué, no attenent a servicis, lealtaty altresassenyalats béns, tots jorns més contra los míllors se enfelloneix. que infant, per mostrar que en lo causarde les amors se aporta Ha scrit és t25 com un infant, sens discreció, no servant en res orde ne ygualtat, v és la quarta condició. La sinquenaés notada en les ales de mil colors, sen¡,alantla poca firmesay váriesmudangesdel amor,quant sovintfalqessperanEes, anujoses sospites,tristes abséncies,cautelosageiosia,áncia de perdre e desig de att¿n,verambulen Ia vida del fael enamorat:totes cosescreu e a ninguna dóna 1 1 0 fe; totes les dupta e ninguna li par imposiblet finalment, lo aporta amor en punt que desemparatde tot pler, acompanvatsinó de errós, de falsossomnis e ymagesde mort, de folles speranses¡, falsesopinions, de danvososganvs8e útils dans, de cansat repós e de reposat affany, de clara desonor y amagada glória, de perversa lealtat y fels engans,de sol'lícita furor v rehó peresosa, 135 de manera que la tal vida meritament nom de mort se percassa.E d'aEó no farem meravellasi al naximent e comens de aquest amor bé miram, perqué naix de oci y de aquella natural inclinació que [120vJ tenim a mal girada. Es de rehó, per hon no és merevellasi, criat de vans pensamentsdesacompan,vats
NIs.: coryo fctndo. Ms.: intrepitadamente Ms: gant'ns.
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fills de tant vils pares, criats de let tant débil, quant són grans axí absolurar40 ment y desfrenadegovernen,perqué solen molt les fins als principis respondra. De aquestamor, que anomenamCupido, fingiren los poetasque era fill de Venus y de Mars. E agó aplicant a veritat, axí se ha entendre:aquestamor que anomenamCupido és una pació de ia ánima, nada de exterior bellesa,introduhida per los forans sentimentse approvada per les intríncequescognicives poténcies,donant-li abtitud los cossoscelestials.Per qué volen los strólechs que quant la natívitat de algú Mars se troba en les casesde Venus, Eó és en Tauro o en Libra, signifficaque lo nat seráinclinat en ésseranamorat.La qual inclinació o abtitud fa que, ranr tost que I'ome nat sots tal costil.lacióveu alguna dona loada, per lo[s] forans sentimentspassanrlo objecteplasenta les 1 5 0 sencitivespoténcies, e com a sentre en la fantesia dexant fantasma de la gentilesareporta per los ulls; d'aquí, obrant-se ella, la lum del enteniment agenttrau spéciaintel'ligiblepresentat-la ¿l entanimenrpossible,qui és receptable de totes les spécies,segonsvol Aristótil. E, si per la voluntat, qui té libertat de pendre o dexar, com aprovada és retenguda, inmediatamenteés TJ5 causade aquellapassióa qui diem Cupido o amor, e reposaen lo apetit sensitiu; de hon, enpesaper váriescauses,acomettants desordes,que.lsmortals, envergonyits[121r] de aquells, han fingit que és déu de gran poder, a qui resestirés impossible, dient que era fill de Venus y de Mars; no perqué de Mars y Venus plenetessia en nosaltrescausadala amor, mas, segonsés dit, 1 6 0 per ells són produhits hómens abtes a reebre tal passió,segonsla disposició del cors. Y, axí, tamquama causaremocíor,de Mars y de Venus és engendrat Cupido. L'ésser fadrí, les ales que porta, nuu, 1o carro de foch poft¿t dels cavalls blanchs,ab l'altre que.ls poetesli assignen,ja.s vist ab lo dir de Patrarcha. 165 Resta que entenga vostre altesa lo que per les sagetesdel seu arch tirades de or e de plom és senyalat.Per les sagetesd'or són ferits los qui amen e, mirant, sentendelit per ser mirats; per les de plom són ferits los qui avonexen y tenen oy d'aquells qui amant los seguexen.E quant agd se sagueíx,guav del mesquí qui és ferit ab sagedad'orl, segonsvol Ovidi amostra[r] claramenren 1 7 0 la fat:JaDampnesen llorer convertida. Aquestaamor, per acabar,és endressadaalafi del procrear.Perqué,consideradesles condicionsdel enamoratajustament,si naturalmentno'y sentieml0 delit qui'ns tirás a tal acte,.vaf&a perduda ia humanaspécia,qui fins a huy per tal camí és conservada,E per qó a tots és comú 1o appetit de qui 1 7 t parla lo tema, e a per la primera paft, com dit: Communisomnium animanprocreandicausa. cium est coniunctionisappetitt¿s Lo segonpunt en lo tema notat és una singular cura de servir a les dones, quia et quedamcura: que axí com poch aproffitaveal pare haver hagut natural
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N|s.: inmedidddmen/. Ms.: setltt'n.
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APENDICE CUARTO
[12iv] appetit a procrearsi del procreatno tenia specialcura,axípoch aprof180 fitaúa a ningú 1o enamorar si a la persona amadano endressaveab singular
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cura e diligéncia la forga de sos sen'icis.Los quals servevstrobe r,o qr-resón set. E note vosre altesa:lo primer és mentis accensio;1osegon,uocisprolacio; 1o terq ésperseuerans uisitacio;1oquart, laudum acomulacio;1oquint, donorum frequentacio; lo sisé, honoris exbibicio: 1o seté e demer, edrum, scilicet mu/ierum farne continua deffencio.E seguintrraquestosset sen¡evsés als enamorats certa e durable la satisfacciód'ellesper ells amades.E aquestsbreunent discorrent, farem fi. Lo primer, donchs, és tnentisacceficio,perqué és gran fundament e senval de ferma amor que, ans de despendrevanesparaules,do lo enamoratvertaders sen¡ralsper foranes demostracionsdel entaniment de sa pensa e de que amor en ell comenEade obrar; perqué fácilment serácregut si sosgestsalgun temps han prevengut ia lenguao, almenvs,en aqó serveixtenir la pensaentesa e donar-ne sensparauiesdemostració;que scusala respostaqui sovint offen les horelles dels qui volen éssercreguts enamorats,dient-los ellas: ..Mav vos ho coneguí, tant poch affanr¡teniu a fer dir quant voleu a lengua>,e altres semblants rehons, a les quals sens tenir prevenció dels senvalsenamorats, apenesse pot bé satist-ersinó més acasant-se.E per Eó és gran e principal serveylo enamoratmosfar ensanimentde pensaper fugir el nom de parencer, qui és tant Ieja taca de la viril multitud. pro/acio,que poch vakia al enamorattenir lo penLo segonserve,vés uoctls samenttant 1722r)clos e sacreta la amor, e per Eó lo segonserveyés prolació de veu. Pus ha vist e coneix elia de son amor tenir duptosa creenga,deu ab la lengua perlant levar-lade tal dupta, qercanthora disposta,ab les més apacionadesrahons que pot ni sab dir. Dir-li ha quant sesvirtuts e valer lo obliguen, donant-li rehó de tant haver tardat en dir-lo-y; amesclade agó rahonant-li les secretesdemostracionsque, no podent amagarlo engésfoch en passat,li ha fetes, no stranyent-lamolt per los primers affror-rtes, ans mosrrar conrentar-se de poch; li deu dir que sols ser content que crega que rehons poden dir veritat e que no vol les admeta fins que més largue experincia li.nhaja dada certa prova. Lo terc¿ sen'e¡'és laudum acumulacio,loant-lessenscansar:si molt gentils són, sobrelo que tenen sensdupte, podefu]12carregaraltre tant, que ab molt pler ho portaran; si'n són un poch, los podeu dar lo extrem grau de perfecció en gentilesa;a les que no'n són gens, poden loar de amesuradagentilesa, ajustant-losgráciav avisanrent,que totes senscontrastacullenen mil altres perfeccionsextimadesque los discrets ab pocha práticha en sa extima comDendran.
Ms,: seguints Ms: poder.
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Lo quart serve¡.'és perseuerdilsuisitacio,és visitar-les sovint, seguint los lochs a hon acostumenésser,per fer-lesseguresdel dupte que tenen de ferm¿ment ésseramades. Lo sinqué sen'ev és donorumfrequentacio,perqué ja entre nosaltresno's calla dádivesrompen parets, e naturalment a les dones abrassatant famejant avarícia,que per diners de nanguna cosa no dupten. Y per bé que moltes [122v] riques acustumendar al qui a sosenamoratsplaerscomplidamentsatisfá, volen totes conéxer en ell gran liberalitat en 1o dar, peró a ellesse vol conciderar y trobar tal manera que no pensen desig de satisfaccióvos enpengua en dar; e assóha de ésserremésa discreciódel enamorat,perqué són ellesde mil variablescondicions,les quals ignorant és impossiblepoder bé aconsellar. lo que més plau a les Lo siséserveyés honoris exhíbicio.Assenyaiadament dones és que naturalment són obligadesa sen'itud e per Ed, quant la sort los dóna senyoriade alguna cosa, ab tirania la fan durar. No canseu,donchs, si d'elies desijau ésseramats,honrar-lesen tantes manerescom conaxeu los satisfá. Lo seté e derrer servey que de nosaltres ab gran voluntat accepten és earumfame continua deffencio.Totes naturalment conexen que tenen moltes cosesdignesde reprehencióe temen ser mal pariades,e per qó en gran compte nos prenen si llur fama deffensam,per hon deu lo qui ama squivar molt lo mal dir, e en los qui'l usen reprendre,no cansant-se de continuu loar a totes, disminuint 1osmals e augmentantlos béns, speciald'aquellesa qui tenen fet presenrde llur voluntat. E, axí, seguint aquestosconsellsv ab senceraintenció continuant los mencionats servevs,no dupteu enamoratsque en aquest món d'elles haureu plasent satisfaccióv, aprés la mort, per molts seglesinmortal fama conservarlo vostrenom. Finis. Deo gracies
APÉNDICE5
Del amor que se dize hereos
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Amor que hereos se dize es solicitud melancónica,por causade amor de mugeres. Causas. Desta passiónes corrompimiento determinadopor la forma e la figura que fuertementeestá aprehensionada,en tal manera que quando algún enamoradoestáen amor de alguna muger, e assíconcibe la forma e la figura e el modo, que cree e tiene opinión que aquélla es la mejor e la más fermosa e la más castae la más honrrada e la más especiosa,e la mejor enseñadaen las cosasnaturalese morales que alguna otra, e por essomuy ardientemente la cobdicia sin modo e sin medida, teniendo opinión que, si la pudiessealcanEar, que ella seríasu felicidad e su bienaventuranga.E tanto está corrompido el juizio e Ia ruzón, que conrínuamentepiensaen ella e dexa todas sus obras, en tal manera que si alguno fabla con él non lo entiende,porque es en conrinuo pensamiento.Esta solicitud melancónicase llama, e por essodixo Virgilio: <¡O Dios, en quántascosasse desvaríael coragóndel amadorlr>.E dízese hereosporque los ricos e los nobles, por los muchos plazeresque han, acostumbran de caer o incurrir en estapassión,que como díze el Beático,que assí como la felicidad es último escogimiento,assíhereoses último deleire,e por essoen tanto es su cobdicia que se tornan locos, acercade aquello que dize Ovidio: .,De la viga alta se decuelga la catga triste>>,e el juizio d'essos es corrupto. E por essodize el versificador:<
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APENDICE QUINTO
fir-rca que aquí en estecasoque el enamoradoassíestáciegoque por una poca de vil delectación,cuida e le semejaque el tristableseadelectable.E tan bier-r lo fazenlos ribaldos semejantedesto, que por deleite de jugar los dados e de \a taverna,andanen el inviernodesnudose duermenen tierra,e por essonon finca que bien conoscenellos si es deleite o tristeza,e quieren escoierrlavormente la tristezapor un paso de deleite,e así 1o fazen estosenamorados. Señales. Son que pierden el sueñoe el comer e el bever, e se enmagresce todo su cuerpo,salvolos ojos,e tienenpensamientos escondidose fondoscon sospiros llorosos. E si oven cantaresde aptirtamientode amores. luego comienean a llorar e se enfrisrefer, e s.i oven de avLlntamientode amores, luego comienqana reír e car\tar.E el pulso dellos es diverso e non ordenado. pero es veloz e freqüentadoe alto si la muger que ama viniere a é1,o la nombraren,o passaredelanted'é1.E por aquestamaneraconoscióGalieno la passión de un mancebo doliente, que estavaechado en una cama mlrv tnste e enmagreEido,e el pulso era escondidoe non ordenado e no lo quería dezir a Galieno. Entonqes acontesciópor fortuna que aquella muger que amava passó deiante d'el, e entoncesel pulso muy fuertemente e súbitamentefue despertado.E como la muger ovo passado,luego el pulso fue tornado a su natura primera. E entorrEes conoscióGalieno que estavaenamorado.E dixo e el enfermo fue al enfermo:
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amigos e conoscidos,e llér'elo por lugaresde fuentes e de montes de buenos olores e de fermososacatamientos,e de fermosostañeresde avese de instrumentos de música, como dize Avicena, que algunos se mueven al amor por alsunos instrumentos. E si fuere ahí alguna materia allegada,sea limpiada segúnes dicho en el capítulo de manía e melancolía,que verdaderamenteesta paslones una especleOemelancolla. E finalmente, sí olo conseio no tuviéremos, fagamos el conseio de las viejas,porque e1lasla disfamene la desonesrenen quanro pudieren, que ellas tienen arte sagazpara estascosasmás que los ombres, E dize Avicena que algunos son q;e se gozan en oír las cosasfediondas e las que no son lícitas. Pór ende búsqueseuna vieja de rnuv feo acatamiento,con grandesdientes e b a r v a s . c o n f " u e v i l v e s r i J u r ae. r r a v ad e b a x od e s í u n p a ñ o u n t a d oc o n e l menstruo de la muger, e venga al enamorado e comienqea dezit mal de su enamorada,diziéndole que es tiñosa e borracha, e que se mea en Ia cama,e que es epiléntica e fiere de pie e de mano, e que es corrompida, e que en su cuerpo tiene torondos, especialmenteen su natura, e que le fiede el fuelgo e es suzia,e diga oras muchas fealdades,Ias qualessabenlas viejasdezir, e son para ello mosladas. E si por aquestasfealdadesnon |a quisiere dexar, saque él paRo de la sangrede su cosrumbredebaxo de sí, e muéstregelosúbitamente delante su cara, e déle grandes bozes diziendo: <Mira que tal es tu amiga como este paño>>,E si con todo esso non la quisiere dexar, ya no es omne salvodiablo encarnadoenloquecido,e dende adelantepiérdasecon su locura.
clarificación. Devedes de entender que el coito demasiadodeseca,e el tal no convienea los hereoso enamoradosni a los tristesni a los melancólicos; pero a los que es permissoel coito bien conviene,si templadamentese fiziere, 100 iegún Avicéna. E según e1templamiento es fecho segúnGalieno' que se faga por tantos intervalos que el cuerpo se sienta aleviado,e que coma meior e árr.r-u mejor. Pues aquel coito es templado que alegra e escalientae faze buena digestión.Bien convienea los que 1otienen permisso,quiere dezir a 1os que tienen licencia para lo fazer,en tal manera que lo fagan templadamente. Segundo devedes de notar que el vino alegra e humedege si se tomare t05 con templamiento,por quanto esfuerEala digestión,e por essobien conviene. E conviene que el vino no se tome en poca quantidad, ni en tanta que se emborrache, pero bévalo en tal quantidad que alegre e quite los cuidados. Donde tenemos un verso que dize: .,La embriaguezseaninguna, o tanta que 1 1 0 los cuidados de la ánima te quite>. E por esso dize el Beático:<
21.6
APEhIDICE QUINTO
los machos de las animaliasbrutas, que con furia e ímpetu se mueven a com1.20 plir el coito. E por essolos varones,porque son más calientes,mucho más se deleitan en el coito, e las mugeresmucho más se deleitan en la espermadel varón e en la suva propria. Lo postrimero devedesde entender que esta passión más fermosamentese puede diffinir assí:el amor es locura de la voluntad porque el coraqón fuelga por las vanidades,mezclando algunasalegríascon 125 grandesdoloresy pocos gozos.
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YruouMIN, Domingo,
INDICE ONOMASTICO
Accr¡ruor-r, Niccoló 120 A c u s i Í N , S a n2 5 n , 2 8 , 3 2 , 1 1 7 AduersusIouinianum 167 y n AI-¡ron-R¡, Antonio I t-3n,217 AI-sEncI.rINI,Giovanni 101 v n,217 AI-¡¡m-o M¡cr..o, San 12 Ar-suNr¡s¡n De ntagnis coniunctionibus 80 AlclN¡, Iuan 752n,217 ALEGRT,Francesc Sermód'amor 20, 62, t-8,162-112,175, 1 7 7 ,r 7 9 , 1 8 7 ,1 8 8 N'l.e tamorfosis(rrad.) 161 De bello punico (trad.) 76) Sonni 161 Rahonament161 Altercació entre Ia \loluntat i la Rabó 761 Yn Al¡l¡NpRo DE VILLEDIEUDoctrinale 731n ALENIÁN, Mateo 119n Alelr¡Nv, Rafael 17n, 2,1-l Alroxso X, Rey de Castilla Partidas 92 Cantigasde Santa María 95, 97 -98 AlÍ A¡ÉN Rrc¡l Libro de los iudizios de las estrellas74 v n Aluor¡cro, Josefde 217 AloNso, Dámaso 217 Alot¡so Ronnfcunz, Bernardo )6n, 129n, l ) I n , 1 3 1 n ,2 1 7 An'.tR, Carlos46n, 217 Atrt¡ooR DE Los RÍos, José 50n, 217 Axt¿ro, yéase \lida de san Aruaro A¡róN ll, 74, 91 Arv¡r'¡, Diego de 27n, 15 y n ANoruqCFruCx, Gregory P. 150n. 155n, 217
Aruon¡,sEL CAPELLÁN De ttmorehbri tres 11,r,69,157n, 158n 168 Apolo 67n, 7,1 Apolonio, Ltlbro de. véase Ltbro de Apolonio Atpn, L 116n,217 An¡cóx, Enrique de, véaseVtrlrN¡, Enrique de A n q c o r ¡ , E l i s a 1 0 1 ,2 1 7 Arulr¡, Stetanol0 t-n, 217 Anr¡oN¡ 74 Azu¡NI,Marco l2n, 55n,217 A r u s r o r r r E s2 8 . 2 9 . 3 0 , 1 1 , ) 2 . 3 3 , 4 1 ,6 1 D e a n i m a3 8 , 1 2 . 1 6 ,5 0 , 6 , 7 1 Eltcds / I-/¿
Historiaaninaliun 766n Ascor-t,Ceccod' 8ln. 85, 86 As¡,r,-sIo, Eugenio15 AsxrNs, Arthu¡ L-Ir. 11n.217 ATLAS 76 Aus¡II-Lv,Jean-Claude l6ln, l7Q, 1t-t-n. 178n,21i A u s n u x ,C h a r l e Y s . 6 2 n , 8 4 n ,1 0 1 n ,1 8 1 n , 218 AuxÉs,Menor I
1 . ^
Jerryonde amrtresl(t2n. 174n, 176n Av¡u-E ARcE,Juan Bautista61n,218 Avrcrx¡ 65 Ar¡lñór,-,Juan de 50 Aypn¡¡-CH¡ux, Reinaldo 2 18 AzÁc¡r¡, J. N'f.' 79n, 218 Azats, Georges.18n,218 AzCo¡-¡,,Tarsicio li ln, 218 B¡cn v Rrr¡, Pere 60n. 166n. 18ln. 218
12351
2J6
INDICE ONONlÁSTICO
B¡curti.l, Mijail 12n B¡ot¡, Lola 15, 8-ln, 161n, 188, 218,221 Balatlro del Sabio it[erlín 95 B¡Nrrrul, Cesáreo52, 218 B¡ru¡, Juan 66, 152, 15) B¡RLEtl¡, Gabriel 169n. 218 B¡nRrcr, NIac Eugene 218 B¡s¡l-c¡ \' RAlrÍRrz, Mariano 60n, 218 B¡sI¡-, Bernardo De artibus magicis (ic lnagorutn tnaleficiis
90,2r8 B¡t.,uLLor.*,Marcel 2 18 BEaL'¡ouaN, Gu1'38n, 4'ln, 45n, 60n. 218 Braut¡¡ts, Vincenr de, véase VrcExrE oE BE¡ur'¡rs
Br,o¡110 Br¡R,Marina96n,218 B¡t-tzuii'" DEHEREDL{, Vicente)6n, )7n, i9n, l2jn.|'29n.156n,218 BENAT'E¡-TL, JuanAlfonsode D2n Ars et doctriuastud¿'ndiet doceudi)6n, ) i n . 1 2 9 , 1 ) 1 , 1 3v1n , 1 1 5 1, 1 8 1, 1 0 BeN¡otcroXIII, Papa16n B¡NroN,JohnF. 218 B r R c ¡ u Í s . . J o s2é1 9 Br,rul¡Rro.Sanlln, ,19n BEru.*¡RDo oe Bnolro 18 Brrul¡n-ooDEGoRDoNro Lilium medicine 9, 58 v n, 59-60,65, 87, 121n,187-188 B¡,R.¡¡nooStLt¡srn¡ Commetttumiu Virgtlii Eneúlos116 B¡Rsutn-¿, Pierre,r'éaseP¡oRoB¡RsutR¡ BEnNor,ErnaRuth219 B ¡ s c n r sG . . 167n,219 Brt'srlRverpl.Anrhonvvan219 Br.zrrteR, C. H. )7n, -18n.11ln, D7n, 219 Brcu,t, Gn 16). 180 Sap146 Btrur,Otto 5)n,219 BI-¡r.x,Robe¡tG. 50n,219 BrAzevzzH¡ru,*.i:rolz,loaquín22n,23 ¡-n, 2 1 , 2 8 n).5 ) 6 y n , ) 8 , 3 9 n , 2 1 9 Bliss Lueui¡xs,F. lón, 219 Brüu¡R,Karl Ahied |Tn,219 BoasE.Roger48n,56n, 153n,219 Bocados de oro 2t--28,15n,12)
Bocc¿ccro.Giovanni31 )5, 119 Genealogiae deorumgentilium35,51,1), , 6 1 .1 6 8 7 t -7 8 . 8 5 ,1 1 8 ,1 1 7 1 rtlocolo ó¿
DecamerónII9 120, 121, D) Borclc.r,A. M. Selerino Consolatrc Philosophie 28n, 92 Borrrro, P. G.83n,219 Bonrc¡s, Pere 95. 219 Box¡ rlr, Guido 7], 75,8U Boxrll¡ \' SANMARrÍI.-,Adolfb 6, 219 BouRc¡lx, Louis 9(rn,219 Brul¡ica, Vittore 120n, 1:47n,220 Brandtín, véase\liajes de San Brandán Bnouo, Be¡nardo de, r'éase BeRx¡ruc-roE BRouo Bnou'x, C. 125n,21,9 BRon'x, Robert D. 6ln.219 BRucx¡R,Gene Sln. 219 Bnu¡¡r,Leona¡do 19n, 161 BuEs.ct¡pxruR{,San v n. l5l In Iltt,n Senleuliant',tl-+O-117 Bul¡ex¡ I Tossgr-r-,A. 16ln
Busrzus 110n de 15 Busros,Eugenio C.{ÍN l0 C¡trt¡Rco, Rector 129 C¡,r.tpos¡Rr,Piero 1ó1n, 177n, 220 C¡l¡c¡ 7-1 Cancionero de Herberay des Essarts 9, 62, 8 - 1 ,1 5 1 n ,1 5 8 , 1 8 0 - 1 8 1 Cancionero de Vtndel 81, 178 180, 182, 182 C¡¡'o¡r-¡, J. 21n, 220 Canon Episcopi 89 C¡navAGGI,Giovanni 158n,220 C¡nros, Príncipe de Viana 16'1 C¡Ro B¡nol¡, Julio 105n,220 Carta a Mosén Hugo (Letes de antor), véase TomoELL¡, Pere (art¿ de huettauola 157n, 158 C A R I A G E N A l. o n s od e 1 2 ) r n . I 2 J n C¡nr'¿n, P. N. 97n, 220 C¡Rv¡r-uo, Joaquirnde 162n,220 Derek C. 7'1n,91n,220 C¡n-n., C¡n¡.¡u. Enrico 117n
237
INDICE ONOT,IASTICO
l9n,28n, 220 C¡R¡rR¡sAnr¡u, _Toaquín C¡n¡rnrs Anr¡u, Tomás18n,28n,36 v n. ) t - n),8 , 2 2 0 C¡s¡cuNnr,, Carla172n,220 C¡sr¡ñ¡c¡. Martín de Tratatlode lttssuperstíciones t' hecbicerías 87n.88n Casnll¡, Juande Repetitiode penis 130 131 Cesrulrlo, C¡istóbalde Sermónde amor (de Farsal/amadaCc¡nstanza)7i7 C¡srRo,Adolfo de -18n,64n, 68n,220 C¡srr,o,Alfonsode 101 punitíone87n, 102, De iustabareticorum 101,220 C¡srno,Américo70 v n,220 CÁ'rpon¡G¡ncÍ¡, PedroManuel 19n,20n, l l n , 5 0 n ,6 4 n ,6 6 n . 7 5 n8, 7 n , 9 7 n1, 1 2 n , , 69n,220-221 1 1 . { n1, , 1 6 n1,5 1 n 1 , 6 1 n1 C¡Lr¡¡caNr, Guido Donnamí prega,pel cb'b uogliodire 535 1 ,6 7 , 6 8 ,i 8 , 8 5 , r 2 2 CERv¡xrts,Miguelde 1,1-1 Ct¡voLel-L¡, Massimo 58n,)9 r'n,60n,221 Ctc¡zu,Marcella77n, 221 Ctc¡nóN,MarcoTulio De officiis 164-169 Cifar, véaseLibro del caualleroCifar Cnc¡ 89n,92 Cocoz¡rr¡, Peter171n,1t-{n,18t-, 221 Conoñen.Carmen15 ContediaThebaida 69, 108-109 CoNcu¡,pr,BeauiceJ. 50n,221 Coruxollv, JaneE. 182n Corusr¡xlxo ELAFzucANo Liber de coitu 47n \ltaticum58, 60 Constituttones Uniuersitatis Salmantinae (1422))6, 727.vn Constitutiones Uniuersitatis Salmantinae ( 1 4 1 1l 6) n Coppr¡-,Joseph15in, 221 Pedrodel CoRRAI-, Crónicasaracina78-79n,%95, 99, I05, 221 CossÍo,JoséMaríade 126n.221
Cosr¡s RornÍcuez,Ienarc 730n,221 Cora. Rodrigo Ditílogodel Antor r un uielo 700,l 0 1 n CcruLl¡lo,IoanP. 61n,85,221 Cn¡xrr-l Vllal-Quaorus, Inés 158n. 221 CRorrrs¡cH, Merchild2l n, 221 LLÍPIDO IJ)
CuRltLrs. ErnstR. 149n,151n,221 Cn¡nrt¡n, Aiain La belleDamesausMerci 29n Cgei'.rLtER, Maxime 119n,221 Cttonpcxxtxc, JosephF. 158n,221 C¡rrÉrrrNDETRoyES 9,69,169 DAFNE 7.]
D.rt-v,Lloyd Vtiliiam 125n,221 D¡xm Alrcr¡r¡Rr 12 LONUIL'IO
)Z
Dfutnacomediat-5.79, l1I. 149 D¡vro 82 De Arut¡s, Frederick221 D¡ NIczus,Caila 86-87n,221 D¡c¡rtsRro,Pier Candido19n Drvolo, Daniel9-ln,111n,222 D¿r'r.nrtoxn, Alan D. 1), l5n, $n, 15n,69 v n, 70, 9ln, 1lln, 1.11v n, 1'18n,150n, 7 6 2 n t, 6 4 n , 2 2 2 , 2 2 6 Dezircontrael atnordel nundo 29 Dr C¡irurLo,Ottavio18n,114,222 DÍ¡s, AidaFernanda 172n,2J0 Dmo 74 DÍ¡z G¡nn¡r¡s, Ma¡íaJesús18n,222 Dtcunrr-¡. Guiilaume de 1,18n DrLz¡r.rs¡cHeR, P. I2n, 13n,222 DroNrsloA¡nop¡cri¡ J2 Doctrind Philosophctrumin uulgari. véase Bocados de oro
Duc,qlttN.lean 12n.222 Durñ¡s,Juande ivusd Ae amof
t/)tl
DuHErt,Pierre75n,222 Dui.'N-Wooo,Nlarvjane118n,222 Duttox, B¡iani5, 29n,58n,188,222 E¡ru-¡,PeterG. 221 EaeRw'et¡*. Ele¡a 22J EcoNoltou,Georges D. 223
D8
INDICE ONO]UASTICO
Ectoo. Aurora1)3n.223 Entpruc,Nicolau Directoriuminquísítorum89 v n, 102, r 0 3 ,1 0 6 , 2 2 3 ELI¡, Maestro Outldede arte 100y n Er.-EAS 7.1 ExruQu¡IV, Revde Casrillaó6 En¡suo, Desidericr Colloquta61, 65 Enr,lsrvc¡uo,Matfré Breuíarid'atztor46-19,55, 119,153, 181 Escoru¡1,El Biblio¡eca del \lonasterio M s .S . I . l Escoro,Juan,véase Juax Escoro Espéculode los legos96 y n Y ARTEAGA, ESPEMBÉ Enrique )7n, 128n. l)4n,22J EstatuÍoshechospor la Uniuersidadde Salamanca(1538)127-128,l31n Eunop¡ 7.1 Eusr,stoDECESAREA
Commentariain Exodum 88 91, 105. 106, 187,véaseTratadode cómoal hombre es necesarioamar FpnNÁxo¡,2DE SANTAELLA, Rodrigo Tratado de la inntortalidad del alna 118n, ?)\ FEnNÁxu¿z GrrtÉx¡2, Juan 1,15n, 1.16n, 119n,22) Fen,*ÁNo¡zV¡r-r-IN¡, Emiliano 15, I7 n, 223 Ferux¡NooDE ANTEeUERA, Infante de Castilla 79 F¿nir'aNooV, Re1,deCastilla v Aragón 108 Frm¡Noo, Antoni 139n, 223 F e R t r n ¡ s l .A l i c i a C . d e 4 8 n , 5 ) n . 7 0 - 71 t n .
FIctxo, Marsilio Cotnruentarium in Conuiuium Platonis 55n,61y n. 85,86 FtNcu, PatríciaS. 22) FrNor-I,A. M. 101n, 1.53n,22) Flamenca,Roman ,le 67n Floire et Blanchefleur, Histoire de 65 FI-oRrs,Juan de Latlones I/n, l') I ritnJo de amor 29,77 y n. 158 Er¡¡ 110 Grisel 1:Mirabella 158 FI-on¡,sAnnoyur,Lo, FranciscoJ . 93, 22) Flores t Blancaflor, Hístonla de, véaseHistoF¡nrN¡l-l-I,Arturo 82, 223 ria... Fauln¡¡en, Cha¡les15,.1.1n Floresta de filósofos 123 Fsunq10, 74 Fosrpn, D. W. 22) Fro, Nlichele131n,223 FourcuÉ-D¡r-Bosc, Ra]'mond 123n. 136n, F¡Rx¡Nor.s, Maríade LurdesCorreia221 z¿t F¿anÁxo¡2,Sergio223 FouRrlr.¡r-, Ilichard de Frr.r.*Áwotz D¡,M¡onrc¡1. Alfonso,el TosraPuissance d'amoury Conseild'amour I53n d o 1 1 ,1 2 ,1 7 - 2 0 , 2 2 3 Frulrr.R.Charles F. 71, 78 83, 223 Breuíloquio de amort, amiqigia13,22-39, F'n¡r,-crscoo¡ AsÍs, San 82
, 1 9 t, 2 1 ,1 2 2 ,1 8 , 1 7 8 1131 , 1 71 , 181 Sobrelas diez qüestiones uulgares19,)5, 5 4 ,6 0 . 7 2 - t =747, - 7 81, 2 2 ,1 3 7 ,1 6 8 De statuanimdrumposthan uitatn2)-24, 28,37 De optina politia 23-24,25, 28, )1, )5, 3 7 ,3 8 Libro de lascincoparadoxas 21 25,28 Commentaria in Genesim25n Commentarla ln II Reguttj)-35 Cuestiones defilosofíamoral )8 Latnmenlana ut ludices,7. t2-71, 187
Fur-c¡xcro Continentíauirgiliana746 G¡r-r-acsr,n, Patrick66n,22) G¡l-l-¡¡tro, Bartolomé J. 175n Gan¡o,Dino del 53,78, II8 G¡ncÍ¡ Bl¡rco, Manuel41n,221 GancÍ,1CRuz¡oo,Sen'ando13In, 135n,221 G¡ncÍ¡ DELA CoNCH¡,Víctor 121n.I45n. )1 |
G¡ncÍ¡ DELA FuENrE,A¡turo 50n,221 G¡ncrr or r¡ Fuexts, Olegario21, 111n,221
INDICE ONOIIASTICO
G¡ncf¿¡E Vlr-raueco, GonzalolJln Repetitioin cap.finali de prescriptionibus ú5yn G¡ncf¡ v G¡ncÍ¡, Antonio 15, 17n,221 GanÍN,Eugenio7)n, 221 GeRr¡NoI¡, Juan de, véaseJueruDE GARLANDIA
G¡nnos¿ R¡srN¿,Antonio 86n, 92n, 98n, l}ln, 109n,224 G¡scóNV¡n¡, Elena137n.224 GavA,Jordi 83n,221 148n, Grnu, E, Michael 55n, 77n, 1,1.1n, 157n,158n,221 Gestaromanorum 98 Gtlo¡,nrtaN,Martin 149n,221 Gtrn¡x, SanderL. 161,221 GnruN, Stephen126n,221 GIlsoN,Etienne18n,221 Glvz¡uRc, Carlo 105n,224 Gr-u¡a,L. G. 120n,122n,224 Go¡rur, J. \1. 99 Gó¡¡rz DEZAr{oRA,Diego 132n Góxtzz,Jesús15 GoNzArEzDE AMEZUA,Agustín 88, 224 GouzÁr¡zDELA CALLE, Urbano221 Tomás14Jn,151n,225, GoNzArpzRot-Áru, ¿J¿
GoNzAlvEz, Ramón 224 Gon¡oNto, Bernardo de, véase B¡nN,lmo DE GORDOI,VIO
Govr,n,John amantis93n Confessio GR¡cl¡¡-o Decretum92 Gneoo,Juande llln Gn¡¡N,Otis H. 57n,225 Gn¡rx, RichardH.22, Gnru¡N¡o, Pablo 103i' n Gu¡l-, Narcís161 ? GUEVARA, Sepultura del amor66, 151152,173 Esparsa a su aniga, estandocon ella en /a catna66-67,68,69 Gul¡nr, ? Art d'amours153n,169 Gunl¡nrro DEMALMESBURY Míracula Virginis Maie 9 tGunlpmro PsR¡r-oo Summade uitiis et uirtutíbusI70
2)r)
GurtÉnn¡zAn¿us,María Luz 101n,1i6n. 225 Gv¡na, Joe 15 Gvssox Mo¡-r'perxv,G. B. 7ln Flalltssv, Margaret64n, 89n,225 H¡t n. AlbertG. i9n, 225 HrtpLE, Daniel 225 H¡nÁclno l1 HÉRCULES76
HerurÁx¡¡z AloNso, César14.1v n. 145n, 148n1 , 5 2 n I, J 5 n , 2 2 J H ¡ n N Á x o ¡ 2F, r a n c i s cJo. 5 l v n , 2 2 5 HeRoors110n H¡m¡R¡, MaríaTeresa59n,6in, 87n,225, 2)) H¡n-n¡no,Javier150n,225 H¡uc¡s, Pierre107n,22) Htl¡nró¡-, San92 Hrrrv, Gerold71n,22J Hpóuro 74 Historiade Floresy Blancaflor65, lfin Historia de Oliuerosde C¿stilla¡- Arnis de Algarbe I) )n Historia de París t \/iana 753n Hotrlc¡t-¡, Antonio In Genesitn 25n Hon¡cro, Quinto 100 HowLaruo, Anhur C. 85n Hu¡RrE EcHExreue, Amalio 221 HucH¡r, Jean-Charles6 t-n, 225 Huco oc SANVÍCTOR'5 De substantia dilectionis )2 Didascalicon 86 HUNGRÍA, Miguel de, véase MIcu¡l- o¡ HuNcnÍ¡ I¡copo Drll¡ L¡Na Comnentum in Dantent 1)9 v n IltpERl¡L, Micer Francisco79 Iurrv, Olga T. I$ v n, 225 II.\GALLINA, Salvato¡eSergio 100n, 225 Inuentanlos del Colegio de San B¡rtolo,t¿ ( B . N . P . ,M s . E s p . 5 2 4 )2 5 n , 2 i n Is¡sEI- I, Reina de Castilla 108, 120 Jacono r¡ i-¡ NI¡Rc¡, San J e r n ¡ o n eIsl l r n . I 7 0
240
O\O\IASTICO INDICE,
.latdiuetd'oruts76) v n. 187 J¡sóNl0 J¡t,'ss,HansRobert178n,22) J¡¡u¡-¡¡u, Édouu¡dr16n,225 Jr,noxltuo,San1.17 Jnrcxrz DE URREA,Pedro N{anuel Pt't¡il¿nci¿de atnor 736 Jo¡t¡-sor, Ha¡old .J. 1l8n Ion. Monique 23I .los¡s, R. O. 225 Ju.cr'rr¡ G¡nr¡Nrt¡ 167 JuaN Escoro 1.16 J u a N I I , R e v d e C a s t i l l a1 8 , 1 9 . 2 0 , 2 1 , 2 8 ,
L ¡ , o t . F e l i x7 0 r n . 2 2 7 L¡.coy or LA N{ARCHE,Alberr 172n, 227 Llu¡.t¡x, Paul 1ó1n L¡xrNc;nllo
BibliotecaPública M s .H i s p .F . V . X I V . n . " 1 , 5 0 n L r n ' r sC . . S. 167n.22i Letesde ¡tnor, véaseTOzutorLLA, Pere L¿t 5 d Liluor'
L) )r7
Lther gettenlogteChristi 15n Libro de Apolonio %, 98 Libro de los buenosprouerbios 12) Lihro de Segundofilósofo 12) Libro del caballeroCifar 13.95n 5r. 79 Llc.c.¡xo,Vicenzo J2n, 22 tJuax II, Re.vde Aragón8J. 16. 161 Llo¡ or N{¡lrtlr, lt{aríaRosa71 r'n, 100n, Juax, Príncipedon 1,{0n 1 0 1 n .1 0 9v n , 2 2 i Ju,cxXXII, Papa89n ,fuaxa,Infantade Castillav Aragón,La Loca Lr-r-E,Alain de De planctu Natura II9 r63 LIot, Renato 111n, I70n,227 .luo¡s 110n Lópzzop.Mrxooz¡, Íñigc.,Marquésde SanJuuren 74 tillana,50 v n., 82n, 1-19 Kelcurrgv,RonaldG. It-n.226 L o p p zn r S r r r r r r r c . r f r a n K¡u-¿R,.|ohn Esten96n.226 Erutrgclios.r'epistolarntor¿li¿¿,los l;2. 22i KELL\',Henn'Ansgar11n,50n,226 LtllrEZOE|lLt ¡t¡Btr., Frrncisco Krxr¡,oE,RichardP. 1)n,226 de la nteCicina62 61,87 88 S¿uz¿ario KLteaNsrr',Ravmond6ln, 8Qn,226 sobrela "Comedia de Anfitriót" Set¡tencids Kouur, Karl 17n,18n,226 61. 65, 68, 169 Kooprt¡xs,J. 177n,178n,226 (luillaume de Lo1¡915, Knlirt¡R, Heinrich 90 (r'éaseMalleus tz¡a/eRrtui,tutle ld Rose16n r' , -r^ JIL'ArUm), zz".t Lon rs, .1.L. 58n. 227 L¡c¡n¡¡, María Eugenia 75,77t-t LL:r,¡sre Hro¡lcr¡, Gaspar 119n L¡c¡R¡¡, N1aríaJesús 121n,226 Luc¿r'¡, Juan de L.lxa, Iacopo della. véase I¡copo D¡lr¡ De t,tta beata 126 Lu<-Ex¡,Luis de LAl..A L¡xno, Ferrantiúanuel Repetíctlóttde atnores 11, 20, )5n, )7n. Preguntacontrael maestrofrat' Lope del 81, 107, rÁ, r20, 121, 123, 125n, Monte y Replicacióncontra el dícho 1 2 6 - 1 1 r ,1 7 5 , 1 7 8 Lucidanos 13 mdestro 71, 78, 78-83.91n Lut-R¡r.ro,Tito L¡¡'c¡. \X/olf-D.1,8n,226 L¡p¡s¡, Rafael68 v n,226 De reruruNature, 14, 61n L¡ucurRr, Friederich58n,226 Lux¡. Alr,arode 25. 101 L¡rx'RaNc¡, JeremvN. H. lt. 19n,4)n,52n, L l x x , C a r o l 7 n , 1 2 8 n ,L ) ] n . 2 2 7
115n,123n,I3)n, 155n,226 Lazarillo de Tormes115.117,114, 1,15 Le¡, Henn' Charies85n,226 Lecr-rncq, DomJean1)n. )2n,,191'n, 50n, 5 8 n .9 6 ,9 7 n . 2 2 7
Llonrr, Jerónimo 116n, 22i Lrull, Ramon 82 Tractatustouus de dsfrologi(t8l 8'+, 180 L L U L LR , o m e uI 5 J - 1 5 1 , 1 t 5 .1 8 i
INDICE O1\'OIfÁSTICC)
N'f¡c¡n¡o 7.{ MACIAS29 nCafiuo de ntinha tristura> 68 N{¡cr.l¡t',Augus 112, 171,22tM¡o¡ru¡c¡, Salr.adorde 109n.227
211
lv1r,xl,.fuande 2c).7j (r,éase también Tratado t:leanor) Ldbenntode Fortundgg102.101, l}i. 22g N{exooz,rN¡cRrLlo. J. i9,22g N'lL,¡-ÉxorzPtÁrz,.lesús 5jn, 22g X,{¡ozuo A,{¡.'rxotz Pr,L.lt'ct,lvfa¡celino I2i n. 175 n, Biblioteca Nacional i81.228 M s .J 8 8 61 7 7 n Nlnxnxlrz Pro¡1, Ramón .{..1v n, 22E N f s .1 0 0 5 1 59n \lelc¡. Bernat Ms. 12672115 Lil¡re lt Fortrna c Prutlé¡tctal19rt It{¡oruc¡l-, Allbnso de. el Tostado,r,éase Ilgrls.trx. \\lalrer 95n, 9gn. 22g FER\.iNDEZ DE X,{ADRIG,\L,Alfonso Nlerrx.Jcan de trl,illatts t¡al¿:ftcarunt 90 t, n Ilortl¿1¡ ¡1,'l¡ Rr¡sc16. 119, 169 \ l r l r l : s r n t \ X ' i l l i a m d e , r . e a s cC u l r I l o l o r\lp-rÍ.r,Hernán 17.1 DE ]!IAI]UESBL]RY I I ¡ r ' ¡ n . P a u l . 1 7 n ,1 6 7 n , 2 2 g \l.lx¡lll. Gianozzo 7c)rt I I ¡ i . l l - l e l , I a n 7 1 n ,2 2 8 X,{.r:iruque,Góntez 75)n IIlr;r,'rL DE HLTNGRI.{ Re.rptc,rtaa la C¿t¡ de btteu¿ nol¿ 157n. QruJrrgt'sintdleI'tge sa/ntis 110t. n,225 1_58 r\ltc;t.,eL,Emilio de (r9n r\llNrueLrE,.for-ge167 l { r x s l s , A . . 1 . 1 1 . 1 n2, 2 g A,I¡xrr¿1,Don Juan XIIeUELy PL¡x¡s, Ramón l5ln, 16:n, 22g E/ Cct¡tCe, Luc¡ror lll t\lonEDA\O,José Nlaría 9gn, 125n,22g Xf¡nc¡, .lacobo de la véase Nloxen. Francesc Jlr_oeo or l,r ll,rRc¡, San Senucjupctr/u nuerle ¿/eltuttot.(de su ,trI¿_ t\I¡Rcer, Ravnond 5)n, 61n, g)n, 227 jtt de dluor) 29. 162. 172-17t. N{¡nr.r¡lrs. l,figuel 68n, 227 177. 179, 187,228 Nlrncos RooRrcuEz, Florencio 25n. )6n, t\foxEn, .Jtrac¡uín lvlanuel de 17)n, 22g 129n, 1_i0n,I3)n, 227 ñ'loxrc. Frav Lope del Nl¡nt¡, Reina de Castilla 2.{ Respttc,std conlru Ferr¡utt],[uutteljl.7g, .N{¡2x¡o, Lucio J7n, lJ0 19_8) Repetítn tle uerboJ'ero I30 lúctxlnu¡r'oR, .lorge de Nl,rRu'rrorrr, Guido Il7n, 22i Did¡t¿t 61n Itl¡trilx, .lurreH. 57n, 68n. 22i N{oxrrRo C,urrnrln, Enrique |In, 66n,22g A,I¡nrir \¡, Papa )6, 127 yéaseCoustitutiottes N{oxresrxo, Ambrosio N{ARri).rEZ DE ToLEDo, Alfonso Epístrtlast'et'ange/iospor todo e/ ario Arcipresfe rle Talauera77. 19, 99, 102 1 0 9 .1 7 0 _ 1 7 11,7 5 , 2 2 8 NLlnrtrcll, Joanot lvicrnrtrs,N1aría121n. 125n.22g 'ftra¡tt lo Blatch I19n Morurr.lle . N{argherita76n, 127n, 22g X.I¡nrrrs, Mário 227 Nfonr.os.Bienvenido 15 Nl¡srrns, R. E. L. 85n.22i N'llrttpur',JamesJ. 161, 22g Nf.rrulx¡. Barbara 111. 117, I2ln, 125n. 126n. 110n,227 N¡nu, BrrrnoTn. 122,229 NlcClruir'. William C. 227 NESRIT¡. Elio Antonio de 129. 110. 1l-+ NIcGRtc;on,.lamesIJ. 228 Repetitio de tnensuris128n, ll0 r, n, 115 l\lcPulrlurs, D. \V. (r9n. B7n,22g Repttilto de utt¡ttr.ris129 N{c\'¡Lt;lr. }1. R. 56n, 5gn. 59 Repetitio de htspanorun quortut,l.t,ut,,, 1.n, ó0n, 228 rruptis literttu tn t,ctcibttslj ln X,IEDE.\. l0 Repetitio de peregrittdrutt,/ict,;r;,;:,,. X,lgur.r. Gonzalo de 1..1.1. ¿cce¡tltt7J1 14i, li|
'\
11
INDIC,E ONONIASTiCO
NEGRI, Francesco
scribendiepistoltts115 r' n, Opttsculurn 229 N¡rso:r-, .lohnCh. 53n,229 Nrn'¡r', F. X. 219 NIcorÁsY. Papa1.29 Ntlen, .luan Fornicdrius 90 91, 10t, 106,229 NlcRo,Salvatore S. 169n,176n,229 Nouelamoralde Graci¿ín 82 Nuñrz, Hernán Glosatt lasTrescientas 100-101,rc5,228 NúñEZ.Nicolás
P¡r'r¡, Mario N, 229 P¡z y MÉt-r¡,Antonio 18n,1.11n, 229 P¡oRoB¡nsurRr Repertctrtun nora/e 116n,279 PEnRoo¡ P¡r-uon91 PennoHtsp¡Ncr .)ilm/1ll/lLlA-
l¿ I
Ptñ¡, Francisco 89, 102n,101,101 P¡xN¡, Mario 116n,210 P¡nu-oo, Guillermo,véaseGurt-l¡ruvoP¡R{LDO
P¡nrrnc,Michela83n,230 PÉ,n¡z r¡ GuzuÁx, Fernán79n PÉnrzPnrtco. MiguelAngel99n,230 ivllSA Llc' 4tilOr | / )n PERIñÁN, Blanca162n, 161n,li3n, 175n, N v c R ¡ x ,A . ) 2 n , 1 6 7 n , 2 2 9 176.vn, 2)0 Prnorrt, Niccold115n 29 OI-ttER,Francesc PERnr'. Ben E. 125n,23Q Orlr¡uo. FélixG. 129.229 Pnsr¡x¡, Ah'aroBrr¡o 172 Oñ¡rE, N{aríadel Ptlar229 Ptlru¡nc¡, Francesco 31, 122 Onco 74 De renediisufriu:qutt'ortunae 35n.lITn On¡st¡rrl,.Jacob 8,1n,L26n,135n,110n,229 De uita solit¡tria 35n Osrt¡,,Pedrode )7n, )8n, 129 Jecreluilt II/, I)J Ovroro 11,12) Epístolas seniles I20 100,101,101,166,168 Ars antatr.tria I ruOilJt ttJ I RenttJi¿atnuris6J, IJTn Picatrix 76 y n Metanorpboseon libri 30.67n,92, 16) Ptccor-olttxt, Eneas Silvio Heroilas115,113 Amor(s I)¿n
ntJlona de duobus a,4anttbus lu/,
l r)
PIcclrs,Jules 173n,230 On'sr, G. R. 229 Ptcor, Eniile 16ln, 210 Pierresde Prouenzay la linda Magalona 75)n P¡crr¡co, Arsenio153n,229 PrirtpÁo,Alvaro da Cosra 172n,2)0 P¡coElr,AnthonvR. D. l9 y n.229 Plt'¡cRm, David 76n, 210 P¡Lsr'-CI¡,Alfonsode 17n PIsaxt, Ugolino Paliltn¡No, Lorenzo119n Pbilogenia 136 P¡r-uog,Pedrode, r'éasePpoRooE P¡LLros RepetitioZanini Coqut 136 y n \ P.rxo¡Sxr', Eru'inó1n,80n,226 Pr-¡róx 27, 28, 55 P¡ruqotr.*¡s, Alfonsode -14 Poctt, Jaime 15,2ln, P¡n¡, Gerard46n,229 Poena de Allonso XI 70-71 P¡nÍs PolrzI¡xo, Angelo 117 v n BibliothéqueNationale PoRruc¡l-, Pedro de, Condestable20 N { s .E s p .5 2 12 5 n , 2 7 n , 2 8 n),5 n , 1 4 Pnr¡ro, Antonio 1,15n,151n, 1i2n, 155n. yn 230 París y Yittna véase Historia... PnopeRcro 100, 149 P¡nxrR,AlexanderA. 48n,229 PRos¡RptN¡7,1 Pamru-¡, Carmen 15, 107, 114n, 116n, Proloirrso, Claudio 157n,229 Centiloquio 7), 71 P¡scu¡l-.JoseAnronio15 PuÉRror¡s, S. 58,7), 122 Pau,Jeroni152n Ptrlc¡n, Fernando del 17n
IND]CE ONONÍÁSTICO
Q u a c r t o ,A . E n z o7 8 v n , 8 2 n , 2 3 0 QuER,Pere15,161n,188 Q u r ñ o N mS. u e r od e i 1 , 7 5 , t - 7 Qurnós,Franciscode l)2n
21i
Rouc¡lroNr, Dénisde 211 R o u x o ,N i c h o l aG s . 2 7 n , 2 8v n , 2 ) l RoussnI-ol,Pie¡re32n,232 Ru¡ró B¡l¡curR, Jorge 163,T2 RuccERro, MichaelJ. 85n,95n,102n,107n. )\) RqcEI-,Alí Abén véaseArÍ A¡Éx R¡c¡lRutz,Juan,Arciprestede Hita Rrusur, Franz2)0 y LrNcs.Rafael179n, Libro de buet amorú, 25, 1I-1r-(coplas R¡"vÍru2DEARELLANo 2)O LXXI-LXXVI), 51-16\dem), 70-7) (coplasCLXVI-CLX\,TI),74, 79, 119, RA,SIS 58, 61 132,114n,170,171,178 Ra*ra,Juande llln Russ¡l-l-,Peter 85 I' n, 87n, 89. 90, 106, Rr,q'Io¡ LA Rr\¡A,César12,2)0 112n,232 R¡nu¿R¡r, KlausI7n, 210 RÉt¡Au, I. S. 1ó2n,172n,2)Q S¡LanaNc¡ RÉrrcxv,Jacquesde BibliotecaUniversitaria Repetitiones13l Rrv-Fl,cuo,B. Il2n, DQ Ms. 1711ó0n Ms. 1761124v n fus¡RA,Suerode I V u S AA e A t n o r r | ) n Ms. 186627n M s .2 1 7 82 2 n , 2 1 n , Rrc¡.ruo DEsANVfcroR Dequattuorgradibus carit¿tis M;26$ 12-16 uiolent¿e )2n S¡rv¡ooR Mlcu¡r-, Nicasio15, 126n,173n, RrcHr¡n,Reinhih17n,2Jl 181n,232 Rrcurno¡EN,Erich von 77n SAN{oNÁ, Rrcr¡trs, PeterT. 47n, 18n,50n,237 Carmelo114.vn,232 Rlco, Francisco15,42-16,)1-)6, 115v n, S¡N P¡¡no, Diegode 1 1 7 ,1 ) 0 , 1 5 2 n 1, 6 2 n 1 , 6 1 n1 . 67n,237 Sermónde anores 120, úJ, 13;, ltr2, r 7 2 .t 7 r . t i 6 , t i t . Rreu¡,n, Manínde 29n,I6)n, 164n,218, DI RostN,L. 55n,81 Ctírcelde atnor 158 Ro¡lrs, Laureano, Arnalte ), Lucendal58n )9n, 2)7 Rour, E. 50n,231 S¡x Vfcron, Hugo de, véaseHuco r¡ s¡r.VÍcron Ro¡nlcu¡z DELPADRóN, Juan136 Sieruolibre de amor 29, 125, 143-156, S¡N VÍcron, Ricardode, r'éaseRlc¡Roooe rr7,159 SANVÍCTOR SÁ¡.CHEZ DEVERCIAL, Bursario143,154,157 Clemente por a.b.c.96-9r-, RornÍcu¡2, Isaías 77n, 23 7 Libro de los exenplos RornÍcurz-MoñINo, Antonio 66n, 23 1 98 99, 105 RocERs,Katherine M. 165n, T1 S ¡ N s o x) 0 , 5 7 ,5 8 , 7 2 Ronr-¡xo DE LAN-cBEHN, Regula 158n, 176n, S¡Nrnco-OrERo,Horacio l7n, 2)0 S¡xtrlr¡N¡. Marquésde r'éaseLopEzoE T1 Rol¡s, Fernandode Mexooza,Iñigo 14,15,20,571'n,ó7-70(Aucto Saqueno SuÁn¡z-Solror--r¡,Pilar 1-{ln. Celestitta 154n,224, xIV), 70, 85-86,87 88, 9r, 105-109, 232 111,117,121,123,121,126n,136- S¡ron-n¡Gnau,JoséJoaquín82n, 42 S¡runNo,esrella79-81 1 3 7 , ] J 8 .r 5 5 , r 7 8 Rolo Onc¡to.Timoteo22n,231 S¡rr, Fritz 61n.80n.226 S c ¡ c r - r o x ¡A, l d o 1 1 9v n , 2 3 2 Rolt¡¡'o, Vicenzo77n, 168n,2)1 Roeu¡s,Nlario69n,237 Sc¿n¡s¡t-t-1, Luciano149n,232 KOLBALTD,5\'h'raZJI Scn¡ru-r, RudolphIlJn, 2J2
244
INDICE ONO\IÁSTICO
ScHt¡voNE,Mario 55n,2)2 Sc¡lx¡r¡-,Rüdiger12n,232 Scorps,Emma15 Sroeño,Juan Coloquios de amor\, bienauenturanza 61 Sr.cot,t¡ Biblioteca de la Caredral 8ln SrcRr,Cesare48, 15Jn,D2 S¡cuxoo, Filósofo176n,124;véase Libro,le Segundofílósofo
TsorrpsoN,Bussell B. J5n,12t-n.1. 0n,T) Tson¡¡uxr, Lvnn J7n, 8Jn,8in,2)j Tresmsl0 Ttr-rrrR,J. Y. 182n,183n,23) ToirtÁso¡ Aqurxo, Santo SummaTheologtca )2, 15, 16,52, 61.89, 1 1 8 ,1 1 6 - 1 1 71.5 1 ,1 6 7 De uentate116-147 ToRo-G¡Rt¡r'*¡,Fernando2-3 J Tom¡,, Fernandode la SEIÍiR,{IÍIS ]O Libro de /asueintecdrt(lse qüestiones 78n SÉs¡c¡, Lucio Anneo 29, )0, 32, 11,77, 116, Ton¡o¡lr-¡, Guillem de 123 F¿utla119n SÉNec¡, Ps. ToltnrrELL¡,Pere29 (Lthro de dmoltest¿tDe lega/tlbusx:nshtutxs Cdftdeil respostd a Francesch Ferrersobre mientos e doctrinas)12), l25n . ¡ u ee sg r a t6 0 n .0 2 .8 1 . 1 t l , 1 8 0 S¡xlrr, Denis P. D8n,232 Cartaa MoséaHugo(Let'esde amoi 62, S¡nrs, Guille¡mo 19n, 2)2 81,81,181 Serx¡ónde antores{s. XVII) 176n Maldezirde muferes130,135.164,166t, Sermonjo1'eux defrére Guillebert 177r.r,178n n, 111 Sermonjoyeux pour rire 178 Razonamiento en defensiónde las datnas SERRq,r.-o PUENI¡. Francisco 1'l5n 166n,180 SETH]O Tost¡no, El, véaseFeru.*Áxorz DE MADzu. S¡t¡ru¡, Dorothl' 68n, 138n,232 GaL,Alfonso SHav,,JamesE. fin,232 Tragicornedia de Polidorot, CasandrinaI)iSrcrr-r¡No,kalo 12. 2)2 108 Sllr,r.srRr. Bernardo, véase BEnx¡Rto Stl, Traladode an¿or(ar¡ibuidoa Juande Mena) VESTRT 8 1 , 1 0 1_ vn , 1 0 2 ,1 3 9 n 1, 5 6 - l 5 i Sxou', Joe 106n,2)2 Tratadc.t de anores lB.C.. 5 J-2Ol l)i, 136 Sócnlr¡s 28 Sozu¡ Olrr¡¡o, And¡és 55n. 23) Speculumlaicorum 96, 98 SpR¡.Ncr,R, Jakob 90 (véaseMalleus naleficarun),229 Sroccut, N{anlíoPastore117n,220 Srnrlr, Fiorence 2J_l SucHl¡R,\X/ahher 125n Suz Rurz. Nfaría Ángeles II6n, D) T¡lt¡n ll, 7¡1,91 Tarta, Juan de 173n T¡R¡¡-t,t, Velasco de, r'éase \¡rL¡sco ¡r
T¡ruq¡¡r¡ T¡r8,,RobertB. 17n,23J T¡yLon,Barrr.15.27n.123n,23i Tr¡ao,l, FranciscoElíasde 2jJ TESEO 7.1 Thebatda,CotztediavéaseComedtaThebaida
Yn Trata,to de cótno al hontbre ¿s ttecesario ¿mar
11,20,62,701 , 0 8 ,1 1 3 _ 1 2152, 6 ,D 7 . 140-1.+1, 150,152155,157n,158.159, 1 6 8 .i 7 0 , 1 1 1 ,I t - 5 ,1 7 8 ,1 8 1 Tristedele¡Íacion 29, I58 v n, 16,1n TRorrrn, DouglasC. 69n, 109n.B) TRoyes,Chrériende, r'éaseCunÉrr¡x or TnoyEs Tus.{cH,Frederick C. 96n,98n,11Ln,Tj TlrpEr,AnneN{arie100n,2ll
UN¡rtuxo, Miguelde 72 Um¡¡, Pedrode 180 UnRE¡, Pedro Manuel r'éaseJlirrÉsrzor Unn¡a, PedrolVlanuel Unni¡s,Hugo de ó2,8J, 81, 181 En laorde lasrnugeres 179-180
Ii\-DICE ONOIIASTICO
V¡t-¡wct¡, Diego de 18 V¡r-rnt, Diego de 116n V¡rERo G¡ncÍ¡, Pllar 128n, 2)3 V¡N Ho¡cx¡., \X/illv 2ll V¡n¡r¡, JoséLuis 152n,23) V A Z ( ? L LDZF B t \ l r o . C o n c e p c i ú n5 9 n .l 1 l YÁzeurz JastrRo, Isaac18n. 19n,2)J Vr,r-¡sco DE TARANTA67 V E N U Se,s t r e l l a/ ) , / ' , - ó )
V¡ruruvcx, P. 176n Vpru,*tl,Juan8)n.221 \liajes de Sar Brandtin 719n Vrc¡Nt¿ DE BEAUvAIS 58 Spectrlumtloctrinale 110 ¡' n, 218 Gil 162 r'n VICET,*TE, Tragicomediade Don Duardos 81 ,Serttón ,l¿ amor \del Auta t/asludasl ).r-2, t77 Vtcr¿,x¡, Martín de Comentari a l'oEconóníca" d'Aristótil 1)9n \'ída de san Anaro I19n Vr¡nc v CLA\trJo,JoséIl{n. 2)) \lige salutis, r'éaseMIcu¡L DF.HUNGRÍA VrcIER,Frangoise115n, 23) Vl-¡t-r-oxc¡, N{ariángela152n. 234 VlLa¡'ot¡A, A¡nau de De atnoreherotco56n. t8, 59 60 De parte operatíua59n, 2)1 Vl-L¡Losos, Francisco de, r'éaseLóPEZDE Vl-l-¡l-osos, Francisco VIlr-Epl¡u, Alejandro de, r'éaseAlrJ¡NoRc,r DE VILLEDIEU
VILLnN¡.Enrique de 92. 119 Glosas¿ la Enetda 19, 86-87. 1-16 Epístola¿ Suerode Qutioues 7l-,7 , : 79,91n Els dotzetreballsde Hércules76 v n. 2l-1 \Ir-r-osl.rn¡, Bachiller 112n, 1-{1 Vrncrlro, Publio Bucólicas89n, 92, 100 Eneida 116 Yitds Patrum 98 V l l , P a o l o1 ) 6 n . 2 ) 4
\X/¡cr, Marv F. 21.1 \X/¡lsu, John K. 12)n, I21n,2Jl \X/EBBER, Edrvin.T.1.36n,231 $,'gLx¿tHUt's¿--,Andries 2Jl rX/¡l-rneR.Hans 57n, 58n, 2)1 \X/¿sr,Geofl¡ev 21.1 \Y/utNxoilt,Keith'18n, 57n, 67n, 69n, 109n. 1 ' 1 1 n1, 5 7 n .1 6 2 n ,1 7 5 ,T 1 \\¡urr¡oun¡r, Ch¡istineJ.77n. 15)n, T1
YNDURÁIN,Domingo 15, ó9n, 144n, 155n. 157n,2J1
Z¡u¡Rr¡s. Anthonv N. -18n,5ln. 5ln, 70, ¿)1
22n.)8n, 2)l Z¡irroR¡,Hermenegildo ZoNr¡, Giuseppe 55n,D1 ZurrucrR.Paul178n.2l'{
ifilt\tNN\\\\\U\ttttttttttt
ÍNorcp cENERAL lrctroducción 11-15
Capítulo primero ALFONSO FERNANDEZDE MADzuGAL Y SU BREI{LOQUrO DE AMOR Y AMTQTQIA IvII L t -- J 9
Capítulosegundo DE AMOR\' PEDAGOGÍ¡,L,qENCRLICI.IADA DE SANBARI'OLOME 1r-56 Capítulo tercero Y DETERMINISMO ASTROLÓGICO EGRITLIDOAMORIS IvII 5 7- 8 1 Capítulo cualto AMORY MAGIA 85 - r12 Capítulo quinto AMAR EL TMTADO DE CÓMOAL HOMBREESNECE.',4RIO PARÓDICOS UNIVERSITAzuOS Y OTROSTEXTOS 1r3 11r
Capítulosexto LOS PzuMEROSPASOSDE LA FICCIÓN SENTIMENTAL A PROPÓSITODEL SIERyO LIBREDE AMOR
r 1 ). r 5 9
218
INDICE
Capítulo séptimo DE AMOR Y PEDAGOGÍ¡,T,X IOS AMBIENTESCORTESANOS 161- 18,+
Apéndices Nota preliminar 1 8 7 -1 8 8
APÉNDICE1 QuomodoSampsonsemperamabatmulieresphiltstinas 1 8 9 -1 9 0
APÉNDICE 2 Qui maleficidicantur r91 - 193 APÉNDICE ] Fn¡Nc¡,scMoxen Sermónde amores 195- 201 APÉNDICE 4 Fn¡Nc¡sc AI-¡,cru, Sermóde amor 205-211 APÉNDICE' BERN¡n¡oor GonooNIo Liliun medicine 2ú - 216 BIBLIOGRAFÍA 2fi 2)1 ÍxoIce ONOMASTICO 2i5 - 215