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Glorias y miserias del aforismo EDUARDO STILMAN
E
l jesuíta Baltasar Gracián y Morales goza de cultores más afortunados. A un novelista o un poebien ganado renombre; su obra encandiló a ta su obra les puede llevar la vida entera; al aforista, Schopenhauer, inquietó a Walter Benjamin, y hasta artífice de la boutade y el laconismo, le basta una inspiró (por cuestiones del momento) un gracioso frase, un afortunado golpe de mano, para que su brulote de Jorge Luis Borges. Sin embargo, no nos minúscula obra completa —sólo es completa si es resultaría tan familiar el nombre de Gracián, si de minúscula— logre el mayor de los éxitos, que consu obra formidable no se hubiera desprendido, para siste en eternizarse, bajo forma de proverbio, en el su gloria eterna, esta célebre perla habla y la memoria populares. En de siete palabras: “Lo bueno, si breeste proceso, el aforismo deja en el ve, dos veces bueno”. camino el nombre de su autor, se La sentencia que apuntala la convierte en propiedad de todos y fama de Gracián es un aforismo en cumple con la imploración borgiael sentido sofisticado de la palabra, na de que la creación sea anónima: que poco tiene que ver con el que nunca sabremos quién acuñó “Una proporciona el Diccionario de la manzana podrida pudre a cien” o Academia (“Sentencia breve y doc“Más vale pájaro en mano que cien trinal que se propone como regla volando”, obras tanto más —y más en alguna ciencia o arte”). Según rápidamente— leídas, comprendila tácita definición que aportan la das y memorizadas, que las de Mitradición literaria y las compilacioguel de Cervantes, Olegario Andranes, un aforismo es, además de eso, de o James Joyce. Pero los aforisun dicho feliz que expresa ingeniomos más sofisticados se niegan a samente una verdad, real o supuesconvertirse en proverbios (no son ta, de modo inapelable, divertido, bastante obvios), y perviven, junto paradojal. “No importa si un afoa los nombres de sus autores, en la rismo es cierto o incierto. Lo que memoria restringida de los libros, importa es que sea certero”, apuntó las compilaciones y las citas: no nos José Bergamín. También importa olvidaremos de Lichtenberg, de La su contenido de ingenio, su apelaG. C. Lichtenberg, el "Rey del Aforis- Rochefoucauld, de Chamfort. ción a la sonrisa; tiene prohibida mo": "El mejor remedio contra la hipoLa eficacia didáctica del aforisla solemnidad. Epigramas, máxi- condria es vivir según la hipótesis de que mo fue reconocida y aprovechada uno está sano". mas, apotegmas, pensamientos y en la antigüedad. Los Proverbios “sentencias breves y doctrinales” de Salomón incluyen aforismos son a menudo aforismos, pero no lo son por sí mis(“El que ama el conocimiento ama la ciencia, el que mos; al aforismo literario, la verdad le importa no ama el conocimiento es un estúpido”), pero a menos que la belleza, la seriedad menos que el Hipócrates pertenecen los primeros reconocidos asombro: “No vamos a dejar de creer en algo sólo como tales (“El arte es largo, la vida breve”, “Para porque se haya vuelto increíble”, dijo Robert Frost. enfermedades extremas, remedios extremos”). GrieEste es un aforismo perfecto: una flecha de palagos y romanos comunicaron y divulgaron su saber, bras que da en el blanco, un golpe de luz o de lumiincluidos los principios inmutables de la ley, por nosa tiniebla. medio de aforismos. Los filósofos también fueron devotos del género. En aforismos se han convertido los Flechas en el blanco fragmentos de Heráclito. Schopenhauer, Nietzche y El aforismo rinde pingües beneficios a sus Wittgenstein (incondicionales admiradores de Lichtenberg) los utilizaron sistemáticamente. Ferrater Mora les concede una generosa entrada en su Dice-mail:
[email protected] cionario de filosofía. 128
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Los aforismos de antaño eran llamados “gnomo”, y coleccionados en antologías muy populares, llamadas “gnomologia”. Nuestro idioma denomina “gnómicas” a las composiciones en versos breves que incluyen una sentencia más o menos moral, y los poetas que las componen son llamados poetas gnómicos. De esta versificación aforística fueron duchos practicantes, sin saberlo, y casi sin excepción, los payadores. Es fácil descubrir el lado “gnómico” de estas estrofas de Martín Fierro: “La sencia es una gran cosa, / Me dijo un maestro projundo, / Pero en mi razón me fundo / Que si es muy útil la ciencia, / No está demás la experiencia / Mi mejor maestro en el mundo. /// El mundo a mí me ha enseñado / Cómo debo de seguir, / Porque a fuerza de sufrir / Se hace el hombre en esta vida, / No hay esperanza perdida / Para el que sabe vivir.
de disconformes: “Hay tres clases de inteligencia: la inteligencia humana, la inteligencia animal, y la inteligencia militar”, anotó Aldous Huxley; “El poder no corrompe a los hombres: son los imbéciles los que corrompen al poder” dijo Bernard Shaw. ¿Y qué gobernante se atrevería a la macabra sinceridad de Nietzche?: “Habría que abolir a los mendigos: incomoda darles, incomoda no darles”. Por la misma época, un rabino de Europa oriental estampó: “Si a los ricos les fuera permitido contratar gentes para que murieran por ellos, los pobres vivirían muy bien”. Acerca de la justicia, Stanislav Lec y H. L. Mencken dieron a luz dos aforismos casi complementarios: “La administración de injusticia siempre está en buenas manos”, “La injusticia es soportable, lo que mata es la justicia” . La modernidad trajo cambios de tono perceptibles. Así los “antiproverbios” de Paul Eluard y BenjaLo malo, si breve... min Péret: “Aplastar dos adoquines Jean Rostand, maestro de “sencon la misma mosca”, “Hay que cia” y de aforismos, dijo que “Hay pegar a la madre mientras es jocosas que no merecen ser dichas breven”, “A toneles pequeños, toneles pevemente”. Aludía sin duda a polítiqueños”, “Sueño que canta hace cos, gobernantes y publicistas (el temblar las sombras”; y algunas slogan es un aforismo degenerado, greguerías de Ramón Gómez de la un dicho infeliz), cuyos logros sueSerna: “El pez está siempre de perlen oscilar entre lo siniestro y lo rifil”, “La pulga hace guitarrista al dículo (“El Estado soy yo”, “Para un perro”, “En los sueños del calvo no peronista no hay nada mejor que hay sombras”. otro peronista”). Karl Kraus, esplénAunque anterior, no les va en dido aforista (“La relación entre los zaga el aforista clásico: Georg psiquiatras y otras clases de lunátiChristoph Lichtenberg (1742cos es la misma que hay entre la lo1799), deforme, torturado, imagicura cóncava y la convexa”), connativo profesor de astronomía, físagró inteligentes estudios al pasica y ciencias en la Universidad pel desempeñado por el slogan en de Gotinga, que, curiosamente, la retórica nazi y a la polución del nunca se propuso escribir aforisAlbert Einstein: "La vida es muy pelenguaje por medio de la propa- ligrosa. No por las personas que hacen mos, y apenas menciona la palael mal, sino por las que se sientan a ver ganda. bra en los cuadernos que dejó a su No obstante, y demostrando que que pasa". muerte, en los que había anotado todo tiempo pasado fue mejor, los autócratas y hompensamientos, sueños, divagaciones, fragmentos, bres de estado ilustrados de antaño dejaron ejemque fueron publicados por primera vez con el título plos notables: Marco Aurelio: “Muy pronto te haEscritos misceláneos. Luego alguien los bautizó brás olvidado del mundo, y el mundo se habrá olviAforismos, y desde entonces el nombre no se les dado de ti”, “El arte de vivir se parece más a la ludespegó: “Hay gente tan, pero tan inteligente, que cha que a la danza”; Napoleón: “Más vale un geneya casi no sirve para nada”; “Nada contribuye tanto ral malo que dos buenos”, “El arte de la guerra cona la paz del alma como la ausencia absoluta de opisiste en disponer las propias tropas de modo que niones”, “Era uno de esos negros esclavos en las planpuedan estar en todos lados al mismo tiempo”, “No taciones de la literatura”, “Dios, que da cuerda a importa lo que ocurra, siempre queda la muerte". nuestros relojes de sol”. La extravagante lucidez de Agréguese a Disraeli: “Como regla general, nadie Lichtenberg (inventor del cuchillo sin hoja al que tiene el dinero que merece”; a Peguy: “La tiranía siemle falta el mango, del patíbulo con pararrayos, de pre está mejor organizada que la libertad”; a sesenta y dos maneras de apoyar la cabeza en las Talleyrand: “Lo imposible siempre sucede”. manos, y de un revolucionario remedio contra la Pero el filo del aforismo corta mejor en manos hipocondría que consiste en vivir “de acuerdo con
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la hipótesis de que uno está sano”), le valió la admiración de Goethe, Kant, Schopenhauer, Tolstoi, Freud, Canetti, André Breton, Julio Cortázar, Kierkegaard, Octavio Paz, Wittgenstein. Hoy su fama oscurece la de su contemporáneo, el francés Nicolas Sebastien Roch, llamado Chamfort, que se quitó la vida en 1794, en una mazmorra de la Revolución: “Los pobres son los negros de Europa”, “Hace siglos que la opinión pública es la más malvada de las opiniones”, “El amor gusta más que el matrimonio, por la misma razón que hace que las novelas sean más entretenidas que la historia”, “El matrimonio y el celibato tienen sus inconvenientes. Es conveniente preferir a aquél cuyos inconvenientes no son irremediables”. “Los aforismos son esencialmente un género de escritura aristocrático”, señalan W. H. Auden y Louis Kronenberger en su prólogo a The Viking Book of
Aphorisms, que contiene más de tres mil piezas. La otra compilación clásica es la de John Gross, The Oxford Book of Aphorisms. Ambas contienen aforismos acerca de aforismos. Entre ellos, este de Karl Kraus: “Hay dos clases de aforismos, los que lo son y los que no lo son. En los primeros, la forma y el contenido están unidos como cuerpo y alma; en los segundos, como cuerpo y ropa”. Este de Nietzche: “Tengo la ambición de decir en pocas palabras lo que otros hombres dicen en libros enteros… lo que otros hombres no dicen en libros enteros”. Este, no se sabe de quién: “Salomón hizo un libro de proverbios, pero ningún libro de proverbios hizo jamás un Salomón”. Y este, del Príncipe de Ligne: “La única manera de leer un libro de aforismos sin aburrirse es abrirlo al azar, encontrar uno que nos interese, cerrar el libro y meditar”.
Cuando era joven, podía recordar todo, hubiera sucedido o no. MARK TWAIN
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