La tercera cultura
dos culturas. Un segundo vistazo,
de mandarines pendencieros por-
en el que habló de una nueva cul...
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La tercera cultura
dos culturas. Un segundo vistazo,
de mandarines pendencieros por-
en el que habló de una nueva cul-
que afectan la vida de todos los
tura, la tercera, que, según él, se
habitantes de nuestro planeta. La
encargaría de cerrar la brecha
tercera cultura está conformada
entre literatos y científicos.
por científicos y otros pensadores
Con sus muy honrosas excepcio-
que, a través de su trabajo y es-
nes, esta tercera cultura —en la
critos, están tomando el lugar del
que se supone los literatos hablan
intelectual tradicional al hacer vi-
con los científicos— ha brillado
sibles los significados más profun-
por su ausencia. Sin embargo, re-
dos de nuestras vidas, y al redefi-
cientemente apareció un movi-
nir quiénes y cómo somos”.
miento organizado y llamado La
La ciencia persigue la verdad y el
tercera cultura por John Brock-
arte la condición humana; la terce-
man. Tal agrupación está consti-
ra cultura apoya el rigor científico,
tuida fundamentalmente por cien-
pero su leitmotiv es la novedad, su
tíficos que dialogan no con los
esperanza no es la expresión sino
poetas sino con el público en ge-
la experiencia. El propósito de los
neral. Se trata de un gran aconte-
miembros de la tercera cultura es
cimiento, porque la ciencia había
crear novedades en ruta hacia la
estado fuera de los círculos socia-
verdad y la experiencia; si los cien-
les y culturales; el lugar lo había
tíficos experimentan con la mente y
ocupado hasta ahora el arte.
los artistas la contemplan y abs-
Nuestras sociedades lloran cuan-
traen, la tercera cultura la produce.
do un poeta muere, pero no cuan-
A diferencia de los científicos y
do un científico fallece, aunque
artistas, los nerds (entiendo que
sea premio Nobel.
en castellano se llaman ñoños ) fa-
La tercera cultura es hija legítima
brican más que crean, y no ela-
de la ciencia pues surge de su su-
boran teorías sino herramientas;
cedánea, la tecnología. Su rela-
las respuestas a cualesquiera de
ción es tan estrecha que a la ter-
sus preguntas tecnológicas son
cera cultura podría definírsele
precisamente nuevos artefactos
también como tecnocultura. Kevin
tecnológicos.
Kelly la llama cultura nerd. A quie-
El párrafo anterior tiene implícita
n su ahora famoso libro Las
nes hace algunos años llamába-
la idea de que la tercera cultura
dos culturas, C.P. Snow expu-
mos peyorativamente nerds, hoy
propone la transformación de la
so claramente que en la Inglate-
son verdaderos héroes: Bill Gates,
sociedad exclusivamente a través
rra de los años 30, los “intelec-
dueño de la Microsoft Corporation,
de la tecnología. En muchos ca-
tuales” literarios y los científicos
es el más visible y rico de ellos.
sos esto ya es así. Por ejemplo,
pertenecían a dos grupos pola-
Según Kelly, la tercera cultura es
los comités editoriales de las re-
res que ignoraban sus respecti-
algo más que una moda o el clí-
vistas científicas, las comisiones
vos campos de experiencia. Tres
max de la ingeniería; sus logros
dictaminadoras de los investiga-
años más tarde, el físico y nove-
—dice Brockman— “no son las
dores y los patrocinadores oficia-
lista inglés agregó un ensayo: Las
disputas marginales de una clase
les de la ciencia la promueven
Chris Raschka
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julio-septiembre 1998 CIENCIAS
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de soluble y lo insoluble
La tercera cultura no es un fenó-
vez que por encima de los proto-
meno estadunidense; ñoños de la
colos o artículos conceptuales,
computación hay en todo el mun-
favorecen aquellos cuyo principal
do. Coloque usted a un(a) mu-
mérito es, aunque suene tautoló-
chacho(a) de 18 años con cono-
gico, la tecnología aplicada a la
cimientos de biología frente a una
ciencia. Quiérase o no, ello es un
computadora ad hoc, y sin duda
signo de nuestro tiempo, puesto
tendrá la capacidad de diseñar
que la tecnología ha cambiado y
modelos biológicos precisos de
facilitado nuestras vidas: la compu-
casi cualquier sistema, incluso pre-
tadora con la que escribo esto me
dictivos. La tercera es la cultura de
lo recuerda constantemente.
todas las posibilidades. A pesar de
Según lo anotado, la tecnocultu-
emanar de la ciencia, paradójica-
ra es otra forma de hacer cien-
mente la está transformando como
cia, con todo y que haya salido
nunca antes, lo que es afortunado
de una de sus costillas. Los cien-
pues ambas se alimentan mutua e
tíficos, digamos clásicos, transi-
inexorablemente. Al final, nosotros
tan de las hipótesis a los experi-
y nuestro ambiente seremos los be-
mentos y viceversa; su ciencia
neficiados.
progresa cuando uno del gremio
La influencia de la tercera cultura
corrobora o rechaza (refuta, diría
en el arte es un aspecto que aún
Popper) las hipótesis de otro(s);
no ha sido bien explorado, pero
dad transformadora de nuestras
en este contexto, sus verdades
la tecnología está transformando
sociedades, la tecnocultura tiene
son la mayoría de las veces in-
la manera como concebimos y
también la potencialidad de ale-
completas o incluso temporales.
percibimos el arte en nuestros
jarnos de lo poco que nos queda
Las verdades, llamémosles ciber-
días. Sin embargo, me inquieta la
de humanos.
néticas, como un modelo de la
siguiente afirmación de Kelly:
atmósfera o de la génesis cere-
“para la nueva cultura, un viaje
bral de las emociones, son tam-
hacia la realidad virtual es más
bién producto de las hipótesis del
importante que recordar a Proust”.
ciber-investigador que alimentó
Ojalá que no sea así, pues aun-
su computadora con datos gene-
que Marcel Proust sería feliz fren-
rados por la ciencia clásica. De
te a una computadora con su pro-
este modo se obtienen modelos
cesador de textos o viendo un
observacionales que en otras
paisaje virtual, si el ser humano —
circunstancias hubiera sido impo-
ñoño, científico, poeta o la combi-
sible generar. Tales modelos hipo-
nación de los tres— olvida la obra
téticos son, desde luego, suscep-
de uno de los escritores más im-
tibles de comprobación científica.
portantes y geniales del siglo XX,
Recuérdese con Claude Bernard,
estaría privándose de una exce-
que la observación y el expe-
lente experiencia estética.
rimento son los dos extremos del
Mal usada y peor comprendida,
método experimental.
con toda su grandeza y capaci-
Todd Davidson
desde hace algún tiempo, toda
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Antonio R. Cabral Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán Referencias bibliográficas • Snow, C.P. 1992. The Two Cultures and a Second Look. Cambridge University Press, New York. Reimpresión. (Snow definió “cultura” desde dos puntos de vista: antropológico, que se refiere a un grupo de personas que viviendo en el mismo entorno, comparten intenciones, motivaciones e intereses y que en las mismas circunstancias responden igual; y el formal, que se refiere al desarrollo armonioso de las cualidades y facultades que caracterizan a nuestra humanidad). • Kelly, K. 1998. “The Third Culture”. Science 279:992. • Brockman, J. 1996. The Third Culture. Disponible Hipervínculo: httpwww. edge.org/3rd culture/index.html
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