Rechazando El Código Da Vinci: Cómo una novela blasfema ataca brutalmente a Nuestro Señor y a la Iglesia Católica © 2005, Comisión de Estudios de la TFP – The American Society for the Defense of Tradition, Family and Property www.tfp.org Derechos Reservados para esta edición: © 2006, Acción Familia, por un Chile auténtico, cristiano y fuerte http://www.accionfamilia.org
[email protected] Esta publicación no podrá ser reproducida total o parcialmente, por cualquier tipo de medio, sin previo permiso escrito de los editores. Portada: Cristo Pantocrátor, siglo VI, Monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí. Título original en inglés: Rejecting The Da Vinci Code: How a Blasphemous Novel Brutally Attacks Our Lord and the Catholic Church Traducción: Luis A. Chávez y Laura Morales (Asoc. Santo Tomás de Aquino, Lima, Perú) Diseño y diagramación: Pablo L. Fandiño y Eric Bachmann
RECHAZANDO EL CÓDIGO DA VINCI Cómo una novela blasfema ataca brutalmente a Nuestro Señor y a la Iglesia Católica
escrito por la Comisión de Estudios de la TFP
THE AMERICAN SOCIETY FOR THE DEFENSE OF TRADITION, FAMILY AND PROPERTY
Versión Internet para Chile:
Acción Familia, por un Chile auténtico, cristianoy fuerte
“En una sociedad caracterizada por la confusión y los errores acerca de las verdades más fundamentales, Rechazando El Código Da Vinci es una luz en la oscuridad. Este oportuno volumen ayuda a aquellos que puedan ser engañados por las falsedades contenidas en el libro de Dan Brown a adherir a la verdad. Es un gran don para nuestro tiempo”. Mons. Raymond L. Burke, Arzobispo de St. Louis. “Ruego que su trabajo literario junto con su activismo sea efectivo en esparcir la verdad sobre esta distorsión de la verdadera fe. “Los engaños y las filosofías críticas que se venden como entretenimientos en la cultura moderna de hoy son desconcertantes. (...) Su distorsión de hechos históricos y reciclaje de antiguas filosofías fracasadas no da absolutamente ningún fundamento a las doctrinas excéntricas contenidas en esta novela. Que Dios bendiga el trabajo de aquellos que, como Uds., difunden la verdad del Evangelio de Jesucristo”. Mons. Robert J. Baker, Obispo de Charleston “El último libro de la TFP, Rechazando El Código Da Vinci, hace eco, en el actual mundo confuso y pecador, de la ardiente súplica de San Francisco de Asís. De sus páginas parece elevarse una oración: Señor, donde haya duda, ponga yo fe; donde haya desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; donde haya error, verdad”. Mons. James Niedergeses, Obispo Emérito de Nashville “Una refutación brillante, sucinta, objetiva, precisa y convincente de los prolíficos errores encontrados en El Código da Vinci, de Dan Brown. “Aquí tenemos un rechazo sólido a los grotescos alegatos, absurdas teorías e inexactitudes históricas entretejidas con fuentes no académicas y no confiables que finalmente produjeron conjeturas más que realidades. (...) “Rechazando El Código Da Vinci muestra que la historia misma y la palabra inspirada, inerrante y revelada que está en las Sagradas Escrituras nos cuentan fielmente lo que sucedió; no así la propaganda gnóstica del siglo IV ni las excéntricas teorías conspiratorias basadas en falsificaciones de un mitómano francés del siglo XX”. R. P. John Trigilio, Jr., Ph.D, Th.D Presidente de la Confraternidad del Clero Católico “Deseo alentar a los lectores de Rechazando El Código Da Vinci a que lo estudien bien. Este magnífico libro proporciona un análisis punto por punto de las distorsiones de la enseñanza católica que se encuentran en El Código Da Vinci. Ofrece una refutación de estas distorsiones con una clara presentación de la verdadera enseñanza católica. Esto será provechoso de muchas maneras. En primer lugar, robustecerá la fe de todo católico que lo lea. Después, servirá como un manual apologético para rebatir las distorsiones hechas por Dan Brown. Finalmente, será muy provechoso para ayudar a quien haya quedado confundido o esté empezando a cuestionar su fe católica como consecuencia de El Código Da Vinci. Recomiendo pues vivamente este libro y felicito a sus autores”. R.P. Andrew Apostoli, C.F.R Predicador, escritor y presentador del canal de TV EWTN
“Hace ya cerca de dos mil años que apareció en Judea un personaje verdaderamente incomparable. Por su doctrina, eclipsó a todos los sabios; por sus prodigios, a todos los taumaturgos; por sus predicaciones, a todos los profetas; por su heroísmo, a todos los santos; por su poder, a todos los potentados de este mundo. El drama de su vida oscureció a las tragedias más conmovedoras. Estupendos prodigios rodearon su cuna, mas aquel niño se oculta súbitamente a todas las miradas. Treinta años después, salió de una pequeña aldea perdida entre las montañas despidiendo tal brillo, que llegó a ser durante tres años, la preocupación única de todo un pueblo. Se intentó haberle rey, pero los grandes de la nación, envidiosos de su gloria, lo condenaron a morir en el ignominioso suplicio de la cruz. Al tercer día, levantóse triunfante del sepulcro y elevóse a los cielos de donde había venido. Desde allí, venciendo las más formidables resistencias, convirtió el mundo entero en reino suyo, sometiendo bajo su yugo a pueblos y reyes. Este personaje que supera inmensamente a todos los héroes cuyos nombres ha conservado la historia, es Aquel a quien llamamos Nuestro Señor Jesucristo”. (R. P. Augustine Berthe, C.S.S.R., Jesucristo, su Vida, su Pasión, su Triunfo, Einsiedeln, Establecimientos Benziger & Co. S.A., 1910, p. 9)
NOTA AL LECTOR Permiso de transcripción denegado En la sección “Preguntas Frecuentes” de su página web, Dan Brown dice haber escrito El Código Da Vinci con la esperanza de que estimularía la discusión sobre temas de fe: Estos autores y yo, obviamente, estamos en desacuerdo, pero el debate que está siendo generado es una fuerza positiva muy poderosa. (...) La Religión tiene únicamente un verdadero enemigo — la apatía— y el debate apasionado es un espléndido antídoto.1 Uniéndonos al debate, remitimos una solicitud para citar aproximadamente 1,175 palabras de El Código Da Vinci en nuestro libro. Sin embargo, a través de una carta de fecha 22 de agosto de 2005, la casa editora de Brown, Random House, Inc., nos denegó el permiso de reproducción. Por consiguiente, hemos restringido el uso de citas de El Código Da Vinci y pedimos disculpas al lector por no poder presentar más pruebas que apoyen nuestros argumentos. Parece así que Random House no concuerda con Brown y prefiere más bien silenciar el debate. * * * Las referencias o citas de personas, organizaciones, instituciones o publicaciones no significan, necesariamente, que compartamos sus posiciones filosóficas o religiosas. Adherimos firmemente a la fe y a la moral católicas y a la philosophia perennis, especialmente en su expresión Tomista. * * * Con fines de documentación, señalamos algunas páginas web y publicaciones de contenido cuestionable y, por tanto, nos sentimos obligados de prevenir al lector. 1. www.danbrown.com/novels/davinci_code/faqs.html.
Prólogo del R.P. Andrew Apostoli, C.F.R.
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LO LARGO DE LOS ÚLTIMOS veinte años hemos sido testigos del asombroso incremento de una literatura que alega presentar evidencia fáctica para contradecir o tergiversar hechos históricos o valores largamente aceptados. Esto es particularmente cierto en el campo de la religión, especialmente en lo que se refiere a las enseñanzas de la Iglesia Católica. Pero estas “nuevas verdades” son, casi siempre, nada más que productos de la imaginación de algunas personas, o de sus agendas políticas, o de sus prejuicios religiosos. Nuestra Señora de Fátima nos previno que si no hacíamos caso de su mensaje y ofrecíamos oraciones y sacrificios por la paz del mundo, vendría otra guerra mundial, más terrible. Ella también predijo que un “mal estaba comenzando en Rusia que esparciría sus errores por el mundo”. Una de las tácticas que los comunistas usaron tan efectivamente fue la llamada “historia revisionista”. Es la re-escritura de la historia para acomodar el pasado con el fin de justificar su política o su filosofía antirreligiosa del presente. Hemos visto ejemplos de esta misma táctica en la prensa secular, que hoy no suele darnos una visión equilibrada de todos los hechos, sino simplemente una versión subjetiva, según su línea editorial, de lo que ellos quieren que creamos. El uso de internet, así como la información proporcionada por muchos programas muy sintonizados de entrevistas al vivo, han permitido contrarrestar en alguna medida esta tendencia a tergiversar los hechos, y han ayudado a las personas a llegar a la verdad objetiva. El libro de Dan Brown El Código Da Vinci es, en mi opinión, un clásico ejemplo de “historia revisionista”. No es el primer ejemplo, y estoy seguro de que no será el último. Hace casi treinta años apareció un libro que pretendía afirmar que Jesús nunca resucitó de entre los muertos, sino que sus discípulos, deseando mantener vivo el recuerdo de su buena vida y santas enseñanzas, tuvieron la idea de decir que había resucitado. Es inverosímil que a un grupo de pescadores y otros personajes ingenuos se les ocurra una fantasía tan sorprendente. No obstante, muchas personas se entusiasmaron con el libro, ¡hasta que cayó en el olvido!
Auguro que lo mismo ocurrirá con El Código Da Vinci. Sin embargo, mientras sea popular es importante rebatir sus muchas distorsiones con los hechos, y especialmente con las verdades de la Revelación Cristiana. El libro Rechazando El Código Da Vinci: Cómo una novela blasfema ataca brutalmente a Nuestro Señor y a la Iglesia Católica, de la Comisión de Estudios de la TFP, es precisamente el libro que necesitamos para dejar las cosas claras. La novela El Código Da Vinci está llena de distorsiones, especialmente distorsiones y perversiones sexuales, las cuales simplemente tergiversan la vida de Cristo y la historia de la Iglesia. Vimos esto hace unos cuantos años con otro libro que trataba de mostrar a Jesús como un homosexual. Estas torpes distorsiones son, en gran medida, el resultado de la perversión y confusión moral, unidas al odio casi obsesivo contra la religión que caracteriza nuestra época. Parte de la culpa deber ser también atribuida al hecho de que muchos católicos, hoy en día, están pobremente instruidos en su fe. Esta ausencia de un claro conocimiento de las verdades fundamentales de la Iglesia hace que muchos de ellos crean en las distorsiones de El Código Da Vinci, porque no son capaces de distinguir la verdad de la falsedad deliberada. Con mucha frecuencia, la gente de hoy considerará algo como verdadero únicamente porque los medios de comunicación dicen que lo es. Esto es especialmente difícil cuando un autor cita “expertos” para respaldar sus afirmaciones distorsionadas. Al fin y al cabo, estos “expertos” no son más que otros “revisionistas” proclamando sus propias agendas distorsionadas. Deseo alentar a los lectores de Rechazando El Código Da Vinci a que lo estudien bien. Este magnífico libro proporciona un análisis punto por punto de las distorsiones de la enseñanza católica que se encuentran en El Código Da Vinci. Ofrece una refutación de estas distorsiones con una clara presentación de la verdadera enseñanza católica. Esto será provechoso de muchas maneras. En primer lugar, robustecerá la fe de todo católico que lo lea. Después, servirá como un manual apologético para rebatir las distorsiones hechas por Dan Brown. Finalmente, será muy provechoso para ayudar a quien haya quedado confundido o esté empezando a cuestionar su fe católica como consecuencia de El Código Da Vinci. Recomiendo pues vivamente este libro y felicito a sus autores.
INTRODUCCIÓN ¿Por qué debemos movilizarnos contra El Código Da Vinci? La novela de Dan Brown El Código Da Vinci, del año 2003, ha llegado a ser, tal como Harry Potter, un enorme éxito editorial. Y, al igual que la oscura fantasía del niño mago, está siendo convertida en una superproducción de Hollywood. Se pueden decir muchas cosas sobre por qué aquellos libros que mezclan acción, misterio y lo oculto se convierten en bestsellers. La atracción por lo esotérico y mágico es común en épocas de crisis religiosa, decadencia cultural y descomposición social y moral. Pero no trataremos de eso aquí. Nos centraremos más bien en El Código Da Vinci. Algunos podrían verlo tan sólo como otra novela frívola para matar el tiempo en el consultorio médico o durante un viaje. Nosotros lo vemos bajo una luz muy diferente. DOS DÉCADAS DE ASALTOS CONTRA LA FE CATÓLICA Por todo el mundo, una ola de novelas, exhibiciones “artísticas”, películas y piezas de teatro de carácter blasfemo han quebrantado las defensas del alma cristiana a lo largo de más de veinte años, debilitando y sacudiendo la Fe interior. Algunos ejemplos notorios de estas blasfemias son: Dios te Salve, María (1985) de Jean-Luc Goddard La Última Tentación de Cristo (1988) de Martín Scorsese Corpus Christi (1998) de Terrence McNally La Más Fabulosa Historia Jamás Contada (1998) de Paul Rudnick Dogma (1999) de Kevin Smith Nuestra Señora (2000) de Alma López Jesús Tiene Dos Mamás (2001) de Faith Soloway El Crimen del Padre Amaro (2002) de Carlos Carrera
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El Código Da Vinci de Dan Brown Atacando a la sagrada persona de Nuestro Señor Jesucristo —el fundamento mismo del cristianismo— esta implacable ola de blasfemias apunta a destruir al propio cristianismo. Y como, salvo en los casos psicopáticos, nadie obtiene placer simplemente por destruir algo, este objetivo debe incluir algo que sustituya al cristianismo. Pero hasta ahora no estaba claro con qué se lo pretende sustituir, si este esfuerzo mundial anticristiano tuviera éxito. REEMPLAZAR EL CRISTIANISMO POR EL GNOSTICISMO NEO-PAGANO El Código Da Vinci muestra claramente el objetivo último de esta campaña blasfema: el cristianismo debe ser reemplazado por el viejo paganismo y su religión por excelencia, el gnosticismo. Tal como Martin Scorsese en La Última Tentación de Cristo, Dan Brown retoma una vez más el relato blasfemo de una relación romántica entre Nuestro Señor y Santa María Magdalena. Brown, sin embargo, va mucho más lejos. Repite las viejas críticas anticlericales contra la Iglesia y presenta las fantasías gnósticas como la religión verdadera y como el auténtico cristianismo establecido por Nuestro Señor. Acusando a San Pedro y a todos los Papas y obispos de la Iglesia por los dos mil años del “mayor encubrimiento de la Historia”,1 él ensalza indefendibles mitos gnósticos acerca de Dios, la Creación y la Redención, que los Apóstoles y los Padres de la Iglesia denunciaron y refutaron oportunamente, en los primeros siglos de la Iglesia. ¿ALTERANDO EL CURSO DE LA HISTORIA? Uno de los avances de la película ilustra acertadamente el clima psicológico que la novela crea. Con música de fondo estilo New Age, una voz llena de misterio habla sobre un “mensaje que 1. Dan Brown, The Da Vinci Code, Nueva York, Doubleday, 2003, p. 249. En adelante DVC.
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Un resumen del gnosticismo: La gnosis o el gnosticismo es una religión que atribuye la creación del universo y del hombre a un dios malo, el Demiurgo, a quien los gnósticos identifican con el Dios de la Biblia. El Demiurgo encarceló una partícula divina en el hombre. Los gnósticos sostienen que la salvación consiste en la liberación de esas partículas divinas a través de la iluminación, un tipo especial de conocimiento (gnosis). Asimismo menosprecian el cuerpo, como también toda la materia, alegando que mantienen aprisionadas las divinas partículas, impidiéndoles reintegrarse en la inmensidad impersonal de la divinidad.2 2. Ver capítulo XI — El Gnosticismo: La Falsa Sabiduría del Demonio
ha permanecido oculto por siglos”, “un secreto que podría cambiar el rumbo de la humanidad para siempre”, y concluye: “No importa lo que hayas leído, no importa lo que creas, el viaje acaba de empezar”.3 El secreto mencionado en el avance de la película, la base para la novela de Dan Brown, es la afirmación, radicalmente subversiva, de que “casi todas las cosas que nuestros padres nos enseñaron sobre Cristo son falsas”.4 El Código Da Vinci, como el nuevo y “verdadero” Evangelio, nos mostrará a Cristo tal como Él fue realmente y los auténticos principios del cristianismo en su verdadero contexto.5 3. Disponible en http://movies.apple.com/movies/sony_pictures/da_vinci_code/ da_vinci_code_m480.mov 4. DVC, p. 235. 5. Numerosos católicos, protestantes, judíos y hasta escritores no-religiosos han denunciado la naturaleza anticristiana y ocultista de El Código Da Vinci, y sus errores históricos, teológicos y artísticos. Ver, por ejemplo, Carl E. Olson y Sandra Miesel, The Da Vinci Hoax: Exposing the Errors in The Da Vinci Code, San Francisco, Ignatius Press, 2004; Catholic Answers, “Cracking The Da Vinci Code”, www.catholic.com/ library/cracking_da_vinci_code.asp; Bruce Boucher; “Does The Da Vinci Code Crack Leonardo?” The New York Times, 3 de agosto de 2003; Aviad Kleinberg, “The Feminist Mystique”, Haaretz Daily, 7 de noviembre de 2003.
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REPARACIÓN Y OPOSICIÓN VEHEMENTE Ésta es la razón por la cual debemos movilizarnos contra El Código Da Vinci. Ninguna persona honorable permanecería impasible mientras su madre es ridiculizada como una prostituta. Asimismo, ningún verdadero católico puede encogerse de hombros apáticamente frente a la masiva publicidad y promoción que rodea a El Código Da Vinci, con su blasfema negación de la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo y su acusación capital, de que los Papas y la Santa Madre Iglesia adulteraron la verdad acerca de Nuestro Señor y el depósito de nuestra Fe durante dos mil años. Así como el hombre honorable se empeña hasta lo imposible por defender el buen nombre de su madre, así debemos nosotros defender el honor de la Iglesia. Todos pueden ofrecer una reparación genuina. Libros, artículos y cartas a los medios de comunicación son excelentes formas de manifestar lo que debería ser indignación universal. Esta indignación debe también desbordarse a las calles, en protestas pacíficas ante los cines que exhiban la película. Debemos proclamar fuerte y claramente que, al contrario de las acusaciones levantadas contra Ella, la Iglesia Católica ha sido, es, y será siempre fiel a su Divino Fundador y Esposo. Por medio de esta prudente a la vez que intrépida lucha estaremos cumpliendo los votos que hicimos a Nuestro Señor el día de nuestro Bautismo. Que al final de esta lucha podamos decir con el Salmista: “Señor, yo he amado el decoro de tu Casa, y el lugar donde reside tu gloria”.6
6. Sal. 25, 8. Todas las citas bíblicas son tomadas de la versión castellana de Torres Amat.
PRIMERA PARTE El Código Da Vinci Engaño y Falsificación
C APÍTULO I Una “historia” ocultista bajo la forma de una novela de suspenso Personas que nunca hojearían un libro de instrucción religiosa, con frecuencia sí están más que dispuestas a leer una novela en la cual, en medio del suspenso, la aventura y el misterio, un novelista propaga los principios y la historia de una religión. Atrapados por la excitación de la trama, tales lectores asimilan fácilmente al menos partes del mensaje religioso del libro. UN MENSAJE GNÓSTICO ENCUBIERTO El Código Da Vinci es precisamente uno de esos libros, y ha llegado a ser un éxito editorial en todo el mundo. Su mensaje es gnóstico y anticatólico. A lo largo de una trama cuyo suspenso y acción mantienen al lector en vilo, Brown afirma que el Nuevo Testamento es una herramienta de la Iglesia para engañar a las personas acerca de Cristo. Para su relato de la vida de Cristo, él se apoya en fuentes heréticas tales como el conjunto de textos gnósticos de Nag Hammadi, encontrados en Egipto en 1945. Se remite a “El Evangelio de Felipe” y “El Evangelio de María Magdalena”, alegando que éstos son “los primerísimos documentos Cristianos” y los “evangelios inalterados”.1 Analizaremos sus engañosos alegatos más adelante. Por el momento, simplemente los citamos para mostrar que El Código Da Vinci tiene un mensaje religioso. EL CÓDIGO DA VINCI GANÓ ACEPTACIÓN COMO NOVELA Dan Brown presenta El Código Da Vinci como una novela. Incluso eligió “Una Novela” como subtítulo del libro. Como resultado, el libro tuvo una amplia difusión entre el público 1. DVC, pp. 245-248. Destaques nuestros.
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común, y recibió menos críticas científicas de parte de historiadores y teólogos, de las que hubiera recibido de otra manera. Sin embargo, Brown no toma en cuenta la distinción básica entre la novela y otros géneros de ficción tales como la fantasía y la sátira, específicamente en la autenticidad de los personajes y situaciones, y en el respeto por la realidad histórica. Como veremos en el próximo capítulo, él desfigura a los personajes católicos, volviéndolos burdas caricaturas desconectadas del mundo católico real. BROWN ALEGA FUNDARSE EN HECHOS Y EN LA HISTORIA Dan Brown tituló la primera página “Hechos”. En esta inusual introducción, él informa al lector que un tal Priorato de Sion no solamente existe, sino que data de 1099. Ofrece como prueba Les Dossiers Secrets, pergaminos descubiertos en 1975 en la Bibliothèque Nationale de París.2 Termina esta página de “Hechos” con una declaración enfática acerca de la exactitud de sus descripciones.3 Con este alegato él busca ganar credibilidad en la mente del lector, la cual así está siendo preparada para aceptar el mensaje gnóstico encubierto detrás del relato que va desplegando. UNA MEZCLA GNÓSTICA DE HISTORIA Y FICCIÓN Esta afirmación da la impresión de que Brown escribió una novela histórica, cuando en realidad ha puesto de lado la verdadera historia, y en su lugar ha colocado lo que podríamos llamar historia-ficción gnóstica. En efecto, él niega por completo el valor de documentos indiscutibles ya que —según alega— la Historia refleja únicamente las opiniones de los que triunfan.4 Desdeñando la historia, Brown no basa su obra en documentación que pueda 2. Ver capítulo X, en el que desacreditamos la afirmación histórica de Brown acerca del Priorato de Sion y Les Dossiers Secrets. 3. Cf. DVC, p.1. 4. Ibid., p. 256.
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¿Qué es la ficción histórica? “¿Qué es la ficción histórica? La escritora británica especializada en ficción histórica, Jill Paton Walsh dice que ‘una novela es novela histórica cuando trata total o parcialmente sobre los eventos públicos y condiciones sociales que son materia de la Historia, sin importar la época en que sea escrita’. Estos eventos públicos y condiciones sociales deben ser retratados con precisión cuando se usen en ficción histórica. El autor de ficciones históricas debe combinar los hechos históricos con imaginación y estilo creativo para llegar a dominar su arte. Debe ser un conocedor del pasado para así describir adecuadamente ideas, actitudes, tendencias y temas, y tejer su relato —preciso en todos sus detalles— con los materiales temáticos”. 5 5. Sara K. Herz, “Using Historical Fiction in the History Classroom”, www.cis.yale.edu/ynhti/curriculum/units/1981/cthistory/81.ch.10.x.html.
ser analizada conforme a principios de crítica interna y externa para establecer la autenticidad, integridad y veracidad de los hechos. Por el contrario, él basa El Código Da Vinci en las “intuiciones” o “iluminaciones” de los gnósticos y en las fantasías de los ocultistas. LOS HISTORIADORES DE DAN BROWN El supuesto matrimonio de Nuestro Señor con Santa María Magdalena está en el núcleo de la representación absurda y blasfema que Brown hace de Nuestro Señor Jesucristo. Los frutos de esta unión habrían sido el inicio de un linaje divino. Para impresionar a lectores crédulos, Brown muestra a su personaje Teabing afirmando que el linaje de Jesucristo y María Magdalena es proclamado por numerosos historiadores.6 En apoyo de su afirmación enumera las siguientes fuentes: 6. DVC, p. 253.
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Lynn Picknett y Clive Prince, La Revelación Templaria: los Guardianes Secretos de la Verdadera Identidad de Cristo; Margaret Starbird, La Mujer del Frasco de Alabastro: María Magdalena y el Santo Grial; Margaret Starbird, La Diosa en los Evangelios: Recuperando lo Sagrado Femenino; Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln, Sangre Sagrada, Santo Grial.7 MÁS PREOCUPADO CON LA FICCIÓN QUE CON LA REALIDAD Estos libros son típicos ejemplos de lo que hemos llamado historia-ficción gnóstica. En ellos, el misticismo y la imaginación reemplazan a la investigación académica, la cual se caracteriza por un escrupuloso empleo de fuentes e interpretación imparcial de las evidencias. Para sus autores, la historia convencional hace imposible la comprensión de las realidades más sutiles. Por ejemplo, los autores de Sangre Sagrada, Santo Grial defienden el uso de “el espectro de disciplinas conocidas colectivamente como ‘esoterismo’ —astrología, alquimia, la Cábala, el Tarot, numerología y geometría sagrada”.8 Ellos se ven obligados a reconocer, no obstante, que los historiadores 7. Los autores de estos libros están procesando judicialmente a Dan Brown por plagio (cf. Elizabeth Day, “Da Vinci Code Bestseller Is Plagiarism, Authors Claim”, Telegraph, 10 de marzo de 2004, news.telegraph.co.uk/news/main.jhtml?xml=/news/2004/10/03/ wvinci03.xml&sSheet=/news/2004/10/03/ixnewstop.html). 8. Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln, Holy Blood, Holy Grail, Nueva York, Dell Publishing, 1983, p. 19 (publicado en español con el título de El Enigma Sagrado). No sorprende que Dan Brown incluya a Deike Begg, autor de The Search for the Holy Grail and the Precious Blood (La Búsqueda del Santo Grial y la Preciosa Sangre), en la bibliografía de DVC en su página web (www.danbrown.com/novels/ davinci_code/resources.html). Begg está en la lista de astrólogos consultores recomendados por la autodenominada Facultad de Estudios Astrológicos de Londres (www.astrology.org.uk/pages/about_fas/locate_an _astrologer.htm#devon). Begg es, además, técnico en “renacimiento”: “Renacimiento es, esencialmente, una terapia de respiración en la cual uno, de manera consciente, se conecta con el poder divino del universo de tal forma que es limpiado y transformado por éste” (www.respiro consapevole.it/articoli/deike1.html. Destaques nuestros).
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han sido muy críticos con sus resultados, a pesar de los elogios recibidos por parte de novelistas: “Pues, a diferencia del historiador profesional, el novelista está familiarizado con enfoques como los nuestros. Él está acostumbrado a sintetizar materiales diversos, a hacer relaciones más antojadizas que aquellas conservadas explícitamente en los documentos”.9 Las “relaciones más antojadizas” caen fuera del dominio de la Historia. Pero esto preocupa poco a los adeptos de la historiaficción gnóstica; lo que les importa es la “iluminación interior” de la gnosis. Por consiguiente, con facilidad, ellos reemplazan la realidad por la ficción y “convierten” la fantasía en realidad. Para ellos, la ficción es tan real como la realidad. Margaret Starbird, una de las “historiadoras” de Brown, declara: Mi propio relato de María Magdalena y la pequeña Sara, publicado como prólogo de La Mujer del Frasco de Alabastro, es una ficción. Deliberadamente escribí ficción porque no tengo evidencia sólida acerca de la existencia de “Sara”; solamente tengo la fuerte intuición que un hijo de Jesús sobrevivió. Narré un relato de María Magdalena huyendo a Egipto después de la Crucifixión porque la firme tradición “gnóstica” de Magdalena como “la Amada” viene de ahí, encontrada oculta en los códices de la biblioteca de Nag Hammadi. Aunque ella misma nunca haya ido a Egipto, su “mito” estaba ahí.10 LOS MITOS IMPORTAN En la historia-ficción, el hecho que la gente haya creído en una determinada afirmación, puede volver dicha afirmación tan buena como verdadera. La propia Margaret Starbird lo explica: 9. Baigent, Leigh y Lincoln, op. cit., p. 20. 10. Margaret Starbird, Mary Magdalene: The Beloved, www.magdalene.org/ beloved_essay.php.
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Por supuesto, yo no puedo probar que los principios de la herejía del Grial son verdaderos: que Jesús se casó, o que María Magdalena fue la madre de su hija. No puedo siquiera probar que María Magdalena fue la mujer con el frasco de alabastro que ungió a Jesús en Betania. Pero puedo verificar que éstos son los principios de una herejía ampliamente creída en la Edad Media; que los fósiles de la herejía pueden ser encontrados en numerosos trabajos de arte y literatura; que fue vehementemente atacada por la jerarquía de la Iglesia establecida en Roma; y que sobrevivió a pesar de la implacable persecución.11 EL MENSAJE DETRÁS DEL LIBRETO El Código Da Vinci no es una novela histórica. Es una obra de fantasía, una novela de suspenso hecha para esparcir doctrinas gnósticas. Su suspenso atrapa al lector, quien con frecuencia no logra contrastar adecuadamente la versión herética del libro acerca de la vida de Cristo. Un cristiano superficial, hipnotizado por el guion dramático, difícilmente discierne la propaganda gnóstica del libro, cuyos rastros pueden ser tan vagos como el diseño en el reverso de un tapiz. Sin embargo, una duda sutil queda sembrada: ¿Será que Brown está en lo cierto? ¿Será que la Iglesia ha ocultado la verdadera historia de Cristo durante dos mil años? Intentaremos dar vuelta al tapiz para revelar el diseño gnóstico, el cual debe ser claramente visto, analizado y rechazado a la luz de la Historia y de la enseñanza de la Iglesia. Empezaremos por resumir el argumento para que el lector pueda seguir más fácilmente el análisis de los ataques del libro contra Nuestro Señor Jesucristo y la Santa Iglesia Católica. 11. Margaret Starbird, The Woman With The Alabaster Jar: Mary Magdalene and the Holy Grail, Rochester (Vermont), Bear & Co., 1993, p. xxi.
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La ficción ha servido de arma contra el cristianismo durante mucho tiempo Que El Código Da Vinci sea presentado como ficción no disminuye la gravedad de sus afirmaciones y falsedades blasfemas contra la Iglesia Católica. El gnosticismo y la herejía de los cátaros se difundieron en la Edad Media en buena medida gracias a las canciones de los trovadores y a los romances de caballería sobre el Santo Grial. El torrente de sangre derramado en Francia durante la Revolución Francesa (1789-1799) se debió en parte a las ficciones de autores anticatólicos como Voltaire, que socavaron la veneración y el respeto debidos al altar y al trono.12 Alejandro Dumas, Víctor Hugo y otros novelistas y dramaturgos presentaban a veces a la Iglesia como enemiga de la libertad, y de esta manera atizaron el fuego de las persecuciones anticlericales del siglo XIX.13 En Norteamérica, las ficciones anticatólicas —especialmente el género literario sobre “monjas fugitivas”— avivaron las llamas de las persecuciones 12. El lema de Voltaire era “Écrasez l’infame!” (¡Aplastad a la Infame!). “L’infame” era la Iglesia (cf. “Great Minds: François-Marie Arouet de Voltaire”, www.secularhumanism.org/index.php?section=library&page= mcelroy_20_1). 13. En sus ficciones, Víctor Hugo no tenía escrúpulos en mostrar al demonio como bueno. “Como otros escritores románticos, Hugo estaba interesado en el espiritismo, y experimentó con sesiones espiritistas. Después de varios esfuerzos estériles, los espíritus le dieron el título definitivo de Les Misérables. Entre las obras más ambiciosas de Hugo estaba un poema épico, La Fin de Satan, un estudio de la caída de Satanás y la historia del universo. Satanás es presentado más como un personaje muy complejo que simplemente como la personificación del mal, pero mientras Milton vio en El Paraíso Perdido una grandeza trágica y cósmica en la revuelta de Satanás, Hugo produce elementos de horror. El poema nunca fue completado” (“Víctor Hugo”, Classic Reader, www.classicreader.com/author.php/aut.68/).
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nativistas 14 contra la Iglesia.15 Entre los muchos relatos incendiarios está The Awful Disclosures of the Hotel Dieu Nunnery (Las Terribles Revelaciones del Hospital del Convento) de Maria Monk. Aunque presentado como verdadero y real, el cuento de Monk era únicamente una sórdida fantasía.16 Lejos de carecer de importancia, la ficción es un arma muy poderosa en la guerra cultural. Escribiendo a un sociólogo alemán el año 2003, el futuro Papa Benedicto XVI resaltó así el daño que puede ocasionar la ficción: Es bueno que usted nos ilumine acerca del problema de Harry Potter, pues éstas son seducciones sutiles que casi no se perciben, y precisamente por eso tienen un efecto profundo y corrompen la fe Cristiana en las almas, incluso antes de que pueda crecer adecuadamente.17 Dios no nos dio la imaginación para blasfemar de Él o para distorsionar la Fe. Este poder creativo de nuestra mente, así como todas nuestras facultades del cuerpo y del alma, deben ser puestos al servicio de la verdad, la belleza y la virtud. Nuestra imaginación debe ser un medio para ayudarnos a comprender mejor la obra de la Creación y los dogmas de nuestra Fe. 14. N. del T. El “nativismo” norteamericano fue una importante corriente que persiguió a los católicos en el siglo XIX, bajo la excusa de que la cultura nativa de los Estados Unidos estaría siendo amenazada por el flujo de inmigrantes “papistas” de Irlanda y Francia, cuyos valores eran diferentes. 15. Cf. Joseph G. Mannard, “American Anti-Catholicism and its Literature”, www.geocities.com/chiniquy/Literature.html. 16. Cf. Ruth Hughes, “The Awful Disclosures of Maria Monk”. www.english. upenn.edu/~traister/hughes.html. 17. Carta del Cardenal Ratzinger a Gabriele Kuby, www.gabriele-kuby.de/ resonanz.html.
C APÍTULO II Villanos católicos y héroes ocultistas
Daremos ahora un breve panorama del argumento y los personajes de la novela, en cuanto se relacionan con nuestro análisis. UN PAPA LIBERAL, EL OPUS DEI Y UN “MONJE” ASESINO Un Papa conservador, simpatizante de la organización católica Opus Dei fallece. Su sucesor es liberal y opuesto a dicho grupo religioso. El nuevo Papa, a través de cardenales toscamente caricaturizados,1 hace saber al obispo del Opus Dei que la organización ha perdido su lugar privilegiado dentro de Iglesia.2 El Obispo Aringarosa, el ficticio prelado del Opus Dei, es a la vez mentecato y amoral. Se deja engañar por un desconocido creyendo que éste le ayudará a recobrar poder dentro de la Iglesia. Hace un trato por teléfono con el extraño, con quien nunca llega a encontrarse. El desconocido le promete al prelado el “Santo Grial” a cambio de los servicios de un miembro del Opus Dei, quien deberá obedecerle ciegamente. El prelado ordena a un miembro del Opus Dei, un criminal prófugo a quien él mismo había convertido a la Fe, que obedezca todas las órdenes del extraño. Detalle alucinante, que este asesino albino al cometer sus crímenes se vista de monje kafkiano.3 EL PRIORATO DE SION En la novela, el Priorato de Sion es presentado como una sociedad secreta fundada por Godofredo de Bouillon en tiempos de la Primera Cruzada (1096-1099). Adora a María Magdalena 1. Cf. DVC, p. 173. 2. Ibid., p. 415. 3. Ibid., p. 31.
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Opus Dei El Opus Dei es una prelatura personal de la Iglesia Católica que reúne sacerdotes y laicos que procuran la perfección “en y a través de las actividades de cada día” de acuerdo con su estado. El P. Josemaría Escrivá de Balaguer fundó la organización en España en 1928. Juan Pablo II lo canonizó en el año 2002. Brown llama 36 veces “monje” a su asesino del Opus Dei e insinúa que los miembros célibes del Opus Dei son monjes y visten como tales. Los miembros del Opus Dei no son monjes y no se visten como monjes.
como una diosa. La Orden de los Caballeros Templarios era el ejército del Priorato. El Priorato es responsable de proteger un secreto que la Iglesia ha hecho todo lo posible para esconder. Tal secreto es que Jesús se casó y tuvo una hija con María Magdalena; que Él quería que ella, y no San Pedro, dirigiera la Iglesia; y que las enseñanzas de la Iglesia Católica no son las de Cristo. A diferencia del Santo Grial de las leyendas medievales, el Santo Grial de este relato no es el cáliz en el cual Nuestro Señor consagró el vino el Jueves Santo 4, sino la sangre de Jesús, lo que significa sangre real o linaje. María Magdalena, supuestamente, habría sido el verdadero “cáliz” de la sangre de Cristo, porque ella llevó a la hija de Cristo en su vientre.5 A lo largo de los siglos, el Priorato de Sion ha sido el protector de la divina estirpe contra la furia de la Iglesia. Sin embargo, la Iglesia triunfó al asesinar al rey merovingio Dagoberto, en su intento de extinguir el linaje Jesús-María Magdalena, al cual el monarca pertenecía. 4. Cf. Arthur F. J. Remy, s.v. “The Holy Grail”, The Catholic Encyclopedia, Nueva York, McGraw-Hill Book Company, 1967, vol. 6, pp. 919-921. 5. Cf. DVC, pp.254-258.
V ILLANOS CATÓLICOS
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DESTRUCCIÓN DE LOS CABALLEROS TEMPLARIOS Brown repite las injurias habituales hechas contra los Templarios: que ellos profesaban doctrinas esotéricas, que practicaban ceremonias ocultistas, que adoraban al dios pagano de la fertilidad, etc.6 En la novela, los Caballeros Templarios descubrieron documentos en las ruinas del Templo de Salomón que confirmaban que Godofredo de Bouillon descendía de Jesús y María Magdalena. Los Caballeros chantajearon al Vaticano con esta información y llegaron a ser inmensamente poderosos. Por este motivo el Papa Clemente V habría abolido la Orden en 1312.7 LEONARDO DA VINCI Y MARÍA MAGDALENA Según Brown, Leonardo da Vinci, Isaac Newton —“Padre de la Física Moderna”—, el romántico Víctor Hugo, y el cineasta y poeta Jean Cocteau fueron Grandes Maestres del Priorato de Sion. Leonardo dejó pistas del secreto del Priorato en su arte, especialmente en su famosa pintura de La Última Cena, en la cual un imberbe San Juan cercano a Nuestro Señor es en realidad María Magdalena —una “señal” más del matrimonio entre Jesús y María Magdalena. UN ESCENARIO OCULTISTA Brown entreteje estos inverosímiles personajes y relatos secundarios dentro de la trama principal, en la que Jacques Saunière, conservador del Museo del Louvre en París, es abaleado por el “monje” albino. Además de Gran Maestre del Priorato, Saunière es descendiente de Jesús y María Magdalena a través de “Sara” y, por supuesto, de los reyes Merovingios. Herido mortalmente, Saunière emplea sus últimos instantes en dejar un mensaje para su nieta, Sophie Neveu. Montando una 6. Ibid., p. 316. 7. Ibid., pp. 158-160.
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escena ocultista, se desviste, se acuesta de espaldas y traza con su propia sangre un pentáculo en su abdomen. Con tinta invisible él dibuja un círculo alrededor de su cuerpo y escribe en el suelo una serie de números, dos expresiones enigmáticas —“¡Oh, demonio draconiano! ¡Oh, santo cojo!”— y una instrucción a Sophie de encontrar a Robert Langdon, un profesor de Simbolismo Religioso en Harvard, que por coincidencia visita París. El norteamericano se convierte inmediatamente en sospechoso. Bézu Fache, un jefe de policía católico y posiblemente ligado al Opus Dei, que está investigando el caso, hace todo lo posible por incriminarlo. Sophie, recurriendo a su habilidad como criptógrafa policial, salva a Langdon de las garras de Fache. Su escapatoria de la policía francesa se convierte en una búsqueda del Santo Grial que continúa hasta la conclusión de la novela.
C APÍTULO III El Evangelio según Brown: Un Cristo mortal y una Magdalena divina El tema del libro de Dan Brown es en realidad la versión gnóstica de la vida de Cristo, quien es mencionado 96 veces con el nombre de Jesús.1 DOS MIL AÑOS DE ENCUBRIMIENTO, CRIMEN Y MENTIRAS La premisa básica del relato de Brown es que “casi todo lo que nuestros padres nos enseñaron acerca de Cristo es falso”.2 Somos víctimas de “el más grande encubrimiento de la historia humana”.3 Según Brown, Constantino deificó a Jesús por razones políticas. Durante el Concilio de Nicea, el emperador obligó a los obispos a declarar la divinidad de Cristo. Brown afirma que, hasta entonces, los cristianos jamás habían considerado a Jesús como Dios. Desde luego, Él había fundado la Iglesia, pero Él era un hombre como cualquier otro.4 Para imponer el “mito” de la divinidad de Cristo, Constantino mandó elaborar una nueva biblia: La Biblia es un producto del hombre... no de Dios. La Biblia moderna fue compilada y editada por hombres que tenían un programa político: promover la divinidad de Jesucristo hombre.5
1. La Iglesia es mencionada 205 veces y el Vaticano 60 veces. 2. DVC, p. 235. 3. Ibid., p. 249. 4. Ibid. 5. Ibid., pp. 231, 234.
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LA AUTÉNTICA FIGURA DIVINA: MARÍA MAGDALENA Negando la divinidad de Cristo y la inspiración divina de las Escrituras, Brown presenta “la otra cara del relato de Cristo”:6 el mito gnóstico, con su mantra de lo sagrado femenino y la diosa primeva Sofía. Como veremos, Sofía es identificada con María Magdalena. Según Brown, el matrimonio de esta “diosa” con el hombre Jesús de Nazaret es “parte de los registros históricos” 7 y ellos tuvieron una hija llamada Sara.8 El Cardenal Francis George ha señalado lo ridículo de tal especulación: “¿Jesús no es Dios pero María Magdalena es una diosa? (...) Si Él no es Dios, ¿por qué se casó con una diosa?” 9 SANTA MARÍA MAGDALENA COMO LA DIOSA SOFÍA No obstante, ése es el contexto en el cual Brown afirma que Cristo quería que María Magdalena —y no San Pedro— dirigiera la Iglesia.10 Margaret Starbird, una de las “historiadoras” 11 de Brown, escribe: Entre los cristianos gnósticos de los tres primeros siglos de la era Cristiana, fue María Magdalena la honrada como la encarnación de la “Sofía”. 12 6. Ibid., p. 256. Destaque del original. 7. Ibid., p.245. 8. Ibid. p. 255. Como se señaló en el capítulo I, el relato de Sara, la “hija” de Jesús y María Magdalena, es pura ficción. 9. Cathleen Falsani, “Cardinal Takes a Crack at The Da Vinci Code”, Chicago SunTimes, 9 de enero de 2004, www.suntimes.com/special_sections/falsani/cst-nwsfals09.html. 10. Cf. DVC, p. 248. 11. “En octubre de 2003, Dan Brown me reconoció que el libro de la Sra. Starbird La Mujer del Frasco de Alabastro fue una influencia significativa para su novela” (Ed Conroy, “Resurrecting Mary Magdalene”, National Catholic Reporter, 15 de julio de 2005). 12. Starbird, The Feminine Face of Christianity, Wheaton (Illinois), Quest Books Theosophical Publishing House, 2003, p. 116.
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Para los primeros cristianos, la diosa en los Evangelios era María Magdalena.13 ¡Pero para aquellos que ahora los examinen, no puede caber la menor duda de que María, llamada la Magdalena, era la Diosa escondida desde los mismos comienzos en los Evangelios Cristianos! 14 La “María Magdalena” de El Código Da Vinci es simplemente una versión de esta diosa gnóstica Sofía. Su Priorato lo constituye el resto de los fieles a la “verdadera” Iglesia, a pesar de la persecución católica.15
13. Starbird, The Goddess in the Gospels, Rochester (Vermont), Bear & Co., 1998, p. 9. 14. Ibid., p. 141. 15. Cf. DVC, p. 255.
C APÍTULO IV La diosa andrógina del erotismo gnóstico “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿He de abusar yo de los miembros de Cristo, para hacerlos miembros de una prostituta? No lo permita Dios”. — 1 Cor. 6, 15 Dan Brown hace causa común con el feminismo neopagano radical en su tentativa de restaurar el culto de lo sagrado femenino. Él sostiene que Constantino y sus sucesores establecieron el cristianismo patriarcal, erradicando el antiguo culto a la diosa y denunciando lo sagrado femenino como malo.1 Supuestamente, la Iglesia prosiguió con este trabajo, quemando no menos de cinco millones de brujas en la hoguera entre los siglos XV y XVIII.2 Brown concluye que la victoria de la Iglesia sobre el gnosticismo pagano y lo sagrado femenino es la culpable —aun hoy— de guerras injustas, la opresión de las mujeres y la degradación ambiental.3 FEMINISMO Y ANDROGINIA GNÓSTICA Las feministas radicales que se vuelven hacia el gnosticismo en apoyo de sus opiniones antipatriarcales, incluso llegan a sostener que el equilibrio que los gnósticos patrocinan entre varón y mujer es la androginia. La propia diosa gnóstica Sofía es andrógina. Por ejemplo, el conjunto de textos gnósticos encontrados en 1945 en Nag Hammadi (Egipto), mencionados por Brown, contienen numerosas referencias a la diosa andrógina. En “La 1. Cf. DVC, p. 124. 2. Ibid., pp. 124-125. 3. Ibid., p.126.
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Un feminismo gnóstico-“cristiano” En la confusión que siguió al Concilio Vaticano II, en la cual fueron permitidos toda clase de “experimentos”, el pensamiento feminista militante penetró profundamente en círculos católicos. Feministas “católicas” siguieron la tendencia general del movimiento, que las llevó, finalmente, por el sendero del gnosticismo.4 Según Donna Steichen, la teóloga feminista Rosemary Ruether considera los escritos gnósticos “más confiables que los cánones ‘patriarcales’ de la Sagrada Escritura”.5 El P. William P. Saunders, párroco de la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza en Potomac Falls, Virginia, comenta: Este movimiento usa las enseñanzas encontradas en los escritos gnósticos para apoyar su deseo de un sacerdocio femenino, contracepción, aborto y estilos de vida pervertidos. Ellas centran su culto en Sofía, el dios femenino, no en el Padre Celestial de Jesús, verdadero Dios hecho verdadero hombre.6 4. Cf. Donna Steichen, Ungodly Rage – The Hidden Face of Catholic Feminism, San Francisco, Ignatius Press, 1991. 5. Ibid., p. 302. 6. P. William P. Saunders, “Gnostic Gospels”, Catholic Herald, 23 de octubre de 2003, www.catholicherald.com/saunders/03ws/ws031023.htm.
Exégesis del Alma” se lee: “Mientras ella estaba sola con el padre, ella era virgen y su forma era andrógina”;7 y en “El Apócrifo de Juan”: “Ella llegó a ser el vientre de todas las cosas pues es ella quien es anterior a todas ellas, la Madre-Padre, el primer hombre, 7. James M. Robinson (ed.), The Nag Hammadi Library, San Francisco, Harper Collins Publishers, 1990, p. 192.
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el Espíritu santo, el tres veces varón, el tres veces poderoso, el tres veces llamado andrógino”.8 “El Apocalipsis de Adán” declara: De las nueve Musas, una [Sofía] se separó del resto. Ella llegó a una montaña alta y pasó (algún) tiempo sentada allí, de modo que ella quiso estar sola para llegar a ser andrógina. Ella cumplió su deseo y quedó encinta de su deseo.9 En “La Protennoia Trimorfa” (El Primer Pensamiento Trimorfo) la diosa afirma: “Yo soy andrógina [Yo soy Madre (y) yo soy] Padre pues [yo copulé] conmigo misma”.10 En “El Evangelio según Tomás” las mujeres deben llegar a ser hombres para salvarse. Simón Pedro les dice, “Que María salga de entre nosotros, pues las mujeres no son dignas de la vida”. Jesús dice, “He aquí que la dirigiré para que se transforme en varón, para que ella también pueda convertirse en un espíritu viviente semejante a vosotros, varones. Pues cada mujer que se convierta ella misma en varón, entrará en el reino de los cielos”.11 Según “El Evangelio de Felipe” (citado por Brown para “probar” que Jesús y María Magdalena se casaron), el primer humano fue andrógino y la pérdida de la androginia fue la causa del mal en el mundo: 8. Ibid., p. 107 9. Ibid., p. 284. El editor de The Nag Hammadi Library en inglés explica que “los corchetes indican una laguna en el manuscrito. Cuando el texto no puede ser reconstruido, se ponen tres puntos entre los corchetes, sin importar el tamaño de la laguna... Los paréntesis indican material suministrado por el editor o el traductor. A pesar de que este material puede no reflejar directamente el texto que está siendo traducido, proporciona información útil para el lector” (p. xv). 10. Ibid., p. 519. 11. Ibid., p. 138.
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Mientras Eva estaba dentro de Adán no existía la muerte. Pero cuando se separó [de él] la muerte sobrevino. Cuando él [sic] retorne y alcance su anterior ser, no habrá más muerte.12 LA FUSIÓN DE VARÓN Y MUJER Pese a que el término “andrógino” sólo figura cuatro veces en El Código Da Vinci y “androginia” sólo una, la unidad andrógina es mencionada a lo largo de todo el libro.13 Por ejemplo, el héroe de la novela Robert Langdon explica las dimensiones masculinas y femeninas de todas las cosas a la heroína Sophie (quien lleva el nombre de la diosa). A la cruz griega 14, a la estrella de David 15, a la rosa 16, a los cuadros de Leonardo da Vinci 17 y al nombre Jehová 18, se les atribuye connotaciones andróginas. Mientras revela los “misterios” de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci, Langdon dice que el cuadro transmite discretamente una fusión de varón y mujer.19 Esta representación de la androginia en la Mona Lisa es “confirmada” por la alusión al nombre “Mona Lisa” como siendo un anagrama de los nombres de Amón e Isis, dioses egipcios de la sexualidad masculina y femenina.20 En cuanto a la mujer del cuadro, Brown sugiere que sería el propio Leonardo da Vinci. 21 Brown se referirá repetidamente al principio andrógino, especialmente reflejados en los cuadros de Leonardo.22
12. Ibid., p. 150. La confusión entre los géneros está en el original. Para los androginistas, “él” y “ella” son intercambiables. 13. Cf. DVC, p. 36 14. Ibid., pp. 139, 145, 168, 171, 172. 15. Ibid., pp. 435, 446. 16. Ibid., p. 255. 17. Ibid., pp. 119, 120, 244. 18. Ibid., p. 309. 19. Ibid., p. 120. 20. Ibid., p. 121. 21. Ibid., p. 120. 22. Ver, por ejemplo, DVC, pp. 45, 95, 113, 119-121, 168-169, 231, 244, 316.
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Falta de seriedad intelectual de Brown La idea de Brown acerca de que la “Mona Lisa” es un anagrama de los nombres de las deidades Egipcias de la fertilidad: Amón e Isis, no es sino un ejemplo de su falta de seriedad intelectual. “Mona” (con doble n en italiano y una sola n en su forma castellanizada) se convirtió en un título de cortesía en la tardía Italia medieval. Mona Lisa significa Mi Señora Lisa.23 El biógrafo de Leonardo da Vinci, Giorgio Vasari (15111574) afirmó que la mujer del cuadro es Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo. De aquí que el cuadro sea conocido también como La Gioconda o La Joconda.24 23. Ver el artículo mònna en De Mauro – Il dizionario della lingua italiana, www.demauroparavia.it/71257. 24. Cf. Giorgio Vasari, Lives of the Artists, “Lionardo da Vinci”, www.fordham.edu/halsall/basis/vasari/vasari14.htm.
VOLVIENDO A LA “PLENITUD” INICIAL A TRAVÉS DEL ACTO SEXUAL Según algunos gnósticos, el acto sexual es sagrado y restaura la “plenitud”, la unidad entre los sexos que ellos afirman existió en el primer ser humano (Adán-Eva). Ellos también sostienen que esta unión místico-carnal es el medio para alcanzar el conocimiento gnóstico y la inmersión en lo divino. Brown hace hincapié en esta enseñanza gnóstica sobre el acto sexual durante un diálogo entre Langdon y sus estudiantes. Queriendo asegurarse que ha entendido bien, uno de los estudiantes pregunta a Langdon si él quiso decir que deberían tener relaciones sexuales en vez de ir a la iglesia. En respuesta, Langdon repite la esencia de la enseñanza gnóstica de que el estudiante debería ver la relación sexual como un acto místico
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que le permitirá liberar la chispa divina que está dentro de él y que lo conectará con la divinidad.25 Sin embargo, la verdad es otra. La ley natural, inscrita por Dios en el corazón humano 26, y la ley divina revelada en el Nuevo y en el Antiguo Testamento, son las que enseñan a la humanidad el verdadero propósito del acto sexual; una enseñanza que la Iglesia transmite infalible y perennemente.
25. Ibid., pp. 125, 308-310. 26. Rom. 2, 15.
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Católicos disidentes utilizan El Código Da Vinci A los movimientos disidentes dentro de la Iglesia Católica les agrada la representación gnóstica de Santa María Magdalena. Ellos usan frecuentemente a esta gran santa como estandarte de su rebelión contra la Iglesia jerárquica. Es con este espíritu que movimientos tales como Llamado a la Acción, Somos Iglesia e Iglesia Futura, junto con el movimiento homosexual Dignidad, promueven una “Fiesta de María de Magdala, Apóstol y Lideresa de la Iglesia”, y presentan a la santa como una lideresa feminista o incluso como una diosa.27 Es posible que Dan Brown haya tenido en mente a estos “católicos” cuando escribió su novela. Ellos, a su vez, se congratulan por las ventajas que su causa puede obtener con la lectura del libro en escala mundial y su lanzamiento como película. Un mensaje al foro de discusión de Llamado a la Acción en internet ilustra este punto. Como todos sabemos se está haciendo una película del libro de Dan Brown El Código Da Vinci. En principio esto puede no parecer muy importante. Sin embargo, creo que uno de los más grandes problemas que la iglesia afronta hoy en día es el re-despertar de lo femenino. Esta película puede plantear un enorme problema, ya que creo que puede ser el CATALIZADOR que dé a las mujeres el empujón que necesitan para conseguir el coraje de ir adelante con el movimiento para ENDEREZARSE a sí mismas. 27. www.cta-usa.org/news9-98/women.html; www.cta-usa.org/news0900/ ctaregions.html; www.cta-usa.org/news0901/magdala.html; www.cta-usa.org/ news200309/magdala.html.
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Como algunos ya deben saber, el libro plantea el tema de cómo la iglesia “demonizó” a la Diosa (sexualidad, simbolismo, sabiduría femenina, espiritualidad).28 28. Call to Action Discussion Board, 24 de abril de 2005, materia: Da Vinci code, www.cta-usa.org/board/phpBB2/viewtopic.php?t=171.
C APÍTULO V ¿Luciferianismo en El Código Da Vinci? Es digno de nota que en El Código Da Vinci, Dan Brown repite trece veces la invocación: ¡Oh, Demonio draconiano! ¡Oh, santo cojo! 1 Esta “oración” —con su carácter invocatorio reforzado por los signos admirativos— aparece primero como un anagrama para “¡Leonardo da Vinci! ¡La Mona Lisa!” en el mensaje secreto que el agonizante Gran Maestre Jacques Saunière escribe para su nieta Sophie.2 El propio Brown explica, sin embargo, que con estas exclamaciones “Saunière había dejado una referencia literal al demonio”.3 Es esta referencia al demonio y su vinculación con el gnosticismo demoníaco lo que vamos a considerar ahora. EL DRAGÓN DEL APOCALIPSIS “¡Oh, Demonio draconiano!” es una alusión a la gran batalla angélica que San Juan describe en el capítulo XII del Apocalipsis. Lucifer —el más alto de los ángeles según algunos, uno de los más altos según otros— se rebeló contra Dios, diciendo “¡No serviré!” Un tercio de los ángeles se le unió. Los otros ángeles se unieron al grito de batalla de San Miguel, “¡Quién como Dios!” y arrojaron a Lucifer y sus seguidores del cielo hasta los abismos del infierno. Entretanto se trabó una batalla grande en el cielo. Miguel y sus ángeles peleaban contra el dragón, y el dragón, con sus ángeles lidiaba; pero éstos no 1. DVC, pp. 43, 44, 46, 47, 81, 91, 97, 98. N. del T.: Estas frases, en su versión original en inglés (O, Draconian devil! Oh, lame saint!), contienen las letras del nombre completo de Leonardo da Vinci y de su afamado cuadro. 2. Ibid., p. 98. 3. Ibid., p. 43.
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prevalecieron y después no quedó ya para ellos lugar ninguno en el cielo. Así fue abatido aquel gran dragón, aquella antigua serpiente, que se llama demonio, y Satanás, que anda engañando a todo el mundo, y fue lanzado a la tierra, y sus ángeles con él.4 Los grupos satanistas, por tanto, se refieren algunas veces a sí mismos como draconianos, es decir, como seguidores o adoradores del dragón.5 EL DIOS/DIOSA CAÍDO Y HERIDO “¡Oh, santo cojo!” refleja la doctrina de algunos gnósticos acerca de que Lucifer o Satanás es él mismo un dios, aunque momentáneamente “cojo” a causa de su derrota por el Dios de la Biblia. La expulsión de Sofía del “cielo” gnóstico expresa esta creencia. Como señala Mons. E. Amman, para los luciferinos “el demonio es un dios caído pero que mantiene una gran parte de su poder inicial”.6 Monseñor Amman ve a los neo-maniqueos como luciferinos gnósticos. Estos herejes migraron desde Asia a Bulgaria, donde fueron llamados bogomilos, y de ahí fueron a Dalmacia. Más tarde se trasladaron al norte de Italia y al sur de Francia, llegando a ser conocidos como cátaros o albigenses, por la ciudad Provenzal de Albi, uno de sus centros principales. Según la confesión de un cátaro: Los cátaros creen que el Dios del cielo, a quien la Iglesia honra, es un Dios injusto que arrojó del cielo por la violencia a su Dios Lucifer —a quien 4. Apoc. 12, 7- 9. 5. Cf. Draconis Blackthrone, Dracomeroth: The Draconian Bible, www.geocities.com/ Athens/Parthenon/2669/Dbooks.html; www.geocities.com/Paris/Bistro/1368/ draconianchurch.html. 6. Mons. E. Amman, “Lucifériens”, Dictionnaire de Théologie Catholique, París, Letouzey et Ané, 1926, vol. 9, col. 1045.
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ellos llaman su padre supremo— y creó todas las cosas visibles y el cuerpo humano. Al final de los tiempos, Lucifer recobrará su imperio.7 La principal fuente “histórica” de Dan Brown, Sangre Sagrada, Santo Grial, presenta a los cátaros bajo una luz muy favorable y resume así su dualismo gnóstico: “El universo, en resumen, fue obra de un ‘dios usurpador’, el dios del mal —o, como lo llamaban los cátaros, ‘Rex Mundi’, ‘Rey del Mundo’ ”.8 Las otras supuestas autoridades “históricas” (en realidad ocultistas) en que se basa Brown —Starbird, Picknett y Prince, etc.—, son igualmente simpatizantes de los cátaros. LUCIFER Y EL CULTO A LA DIOSA El uso que hace Dan Brown de tales autores refuerza la idea de que el gnosticismo luciferino impregna El Código Da Vinci. Por ejemplo, el título de un nuevo libro de Picknett es bastante sugestivo: La Historia Secreta de Lucifer: ¿Ángel Malo o el Secreto de la Vida misma? 9 Se lee en la descripción del libro en Amazon.com: ¿Quién es Lucifer? Para muchos de nosotros Lucifer y Satanás son nombres alternativos para la personificación de la maldad pura... Lynn Picknett explica que el Demonio con cuernos es simplemente una nueva encarnación del antiguo dios de los bosques, Pan, mientras que Lucifer fue alguna vez la personificación de la Estrella de la Mañana, del planeta Venus y su diosa. Por lo tanto, “él” fue originalmente “ella”, y fue una divina representación del amor, de la belleza y de la calidez humanas. En realidad, muchas diosas 7. Ibid., col. 1054 8. Baigent, Leigh y Lincoln, op. cit., p. 53. 9. Lynn Picknett, The Secret History of Lucifer: Evil Angel or the Secret of Life Itself? Nueva York, Carroll & Graf Publisher, 2005.
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antiguas eran conocidas como Lucífera, o “la que trae la Luz”.10 La opinión de Picknett es común en círculos gnósticos. El siguiente es un ejemplo sacado de la comunidad Gnosis Luciferiana en internet: Lucifer significa literalmente “Portador de Luz”, es equiparado con Venus como la Estrella de la Mañana y es la fuerza de la iluminación. Algunos de los sites ven paralelos entre Lucifer y personajes de otras tradiciones incluyendo la Sofía gnóstica y/o Cristo.11 La Biblia Gnóstica de las Brujas, en su sección “Génesis gnóstico: el Cuento del Dragón”, identifica al Lucifer del Paraíso Terrenal con Sofía. Ahora bien, Lucifer-Sofía o Sofía-Lucifer, ya que Ella no podía aún distinguirse a sí misma, era más sabia y coherente que las demás manifestaciones a las que Ella había llegado, así que engendrando una idea, Ella habitó en una serpiente. Ella dijo a la mujer intencionalmente: “¿Puedes hacer lo que deseas en este Paraíso?” 12 En su introducción, La Biblia Gnóstica de las Brujas afirma que Lucifer no es malo, sino un ángel de luz, un ángel de misericordia que ayuda al hombre a ver su propia divinidad escondida y a escapar del universo material creado por el Dios de la Biblia hacia el etéreo y divino reino del Dios Extraterreno, la plenitud de luz, o Pleroma. 10. “Book Description”, Amazon.com, http://www.amazon.com/exec/obidos/ASIN/ 078671560X/ref=pd_sxp_f/103-1374332-0710241. 11. “Luciferian Gnosis”, http://n.webring.com/hub?ring=luciferiangnosis. 12. “Gnostic Genesis: the Dragon’s Tale”, The Gnostic Witch Bible, www.lightbringer.com/Gnosis/Mystical_Tales/dragons_genesis.html, cap. 3.
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Este Dios Extraterreno es exterior a nuestra existencia, no es ni su creador ni su conservador. Es la Fuente de todo lo que es o lo que puede ser alguna vez. Lucifer nos susurra este secreto para que podamos escapar de la prisión que es este universo... Lucifer, como el resto de nosotros, busca llegar al reino superior de la Pleroma pero la Luz de la divinidad que brilla dentro de cada uno de nosotros impide a Lucifer partir. Este Ángel de Misericordia, el más magnánimo de los arcángeles y regente del planeta Venus, se queda para ver que cada uno de nosotros pueda escapar también.13 EL ENEMIGO ES LA IGLESIA En El Código Da Vinci, la Iglesia inventó el pecado original y la figura de Satanás para destruir lo sagrado femenino y el culto a la diosa. “Fue el hombre, no Dios, el que creó el concepto de ‘pecado original’ ”.14 La creencia moderna en un diablo con cuernos conocido como Satanás podría remontarse hasta Bafomet y los intentos de la Iglesia por reconfigurar al dios con cuernos de la fertilidad como un símbolo del mal.15 En resumen, según Brown la Iglesia Católica “había subyugado a las mujeres, proscrito a la Diosa, quemado a los incrédulos y prohibido la reverencia pagana por lo sagrado femenino”.16 13. “Introduction”, The Gnostic Witch Bible, www.light-bringer.com/Gnosis/Gnoses/ introduction.html. 14. DVC, p. 238. Destaque del original. 15. Ibid., p. 37. Destaque del original. 16. Ibid., p. 239.
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LA IGLESIA SOSTUVO LA DIGNIDAD DE LAS MUJERES La acusación de que la Iglesia subyugó a las mujeres contradice la verdad histórica de que la influencia de la Iglesia llevó a un mayor respeto por su dignidad. La Iglesia ha enseñado siempre que ambos, hombre y mujer, son creados a imagen y semejanza de Dios, y que cada uno refleja la sacralidad del Creador. Esta sacralidad es tal que San Pablo dice que esposo y esposa deben modelar su amor según el amor de Cristo por la Iglesia: “Vosotros, maridos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a su Iglesia”.17
17. Ef. 5, 25.
SEGUNDA PARTE Los Hechos Poniendo los Puntos Sobre las Íes
C APÍTULO VI El Dios que está siendo tan injuriado: La adorable Persona de Nuestro Señor Jesucristo La adorable Persona de Nuestro Señor Jesucristo es el propio núcleo, el principio vital, la fuerza unificadora de la Iglesia Católica. Él es, como Él mismo dijo, “el Camino, la Verdad y la Vida”.1 El mundo podrá medir la importancia de las personas por su riqueza, belleza, prestigio, fortaleza, intelecto o talento; pero desde una perspectiva católica, la medida suprema es la unión con Nuestro Señor. Esto explica el amor de los católicos a la Bienaventurada Virgen María; pues, ¿quién está más cercano a Nuestro Señor que su Madre Santísima? Esto explica el lugar que los corazones católicos conceden a San José, su padre putativo, a los Apóstoles y Evangelistas, a los mártires, confesores y vírgenes, y de una manera especial al Papa, su Vicario en la Tierra. Esto explica el esfuerzo de toda la vida del católico por conocer, amar, servir y defender a Nuestro Señor Jesucristo cada vez mejor. HUMILDAD DE DIOS, ORGULLO DEL HOMBRE En su orgullo pagano, los gnósticos se han sentido durante siglos colisionados ante la idea de un Dios que, en vez de lanzar rayos a los hombres y vivir como libertino en el Monte Olimpo, al igual que Júpiter, escogió compartir nuestra debilidad humana y ofrecerse a sí mismo como víctima por nuestros pecados mediante la Encarnación de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Los gnósticos no consiguen aceptar que, para satisfacer la Divina Justicia ofendida por nuestros pecados, Nuestro Señor Jesucristo, siendo Dios, 1. Jn. 14, 6.
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...se anonadó a sí mismo tomando la forma de siervo, hecho semejante a los hombres, y reducido a la condición de hombre. Se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.2 Por esto San Pablo proclama la verdad del cristianismo en oposición al orgullo de los paganos y la incomprensión de los judíos, que esperaban un rey terrenal. A la verdad que la predicación de la cruz [parece] necedad a los ojos de los que se pierden; mas para los que se salvan, esto es, para nosotros, es la virtud de Dios... ...mas nosotros predicamos a Cristo crucificado, lo cual para los judíos es escándalo, y locura a los gentiles.3 EL TODOPODEROSO SOMETIDO AL CONSENTIMIENTO DE UNA VIRGEN Los gnósticos tampoco aceptan que Dios, en su infinito amor por nosotros, asoció a una mera creatura a la obra de la Redención, escogiendo a María —una Virgen fiel y prudente, al contrario de la Sofía de la mitología— para ser la Madre del Verbo Encarnado. Para confusión de los orgullosos, el Creador del Universo, el Señor de todo, el Todopoderoso, se humilló a Sí mismo al punto de condicionar la Encarnación al libre consentimiento de María. Estando ya [Isabel] en su sexto mes, envió Dios al Ángel Gabriel a Nazaret, ciudad de Galilea, a una Virgen desposada con cierto varón de la casa de David, llamado José; y el nombre de la Virgen era María. 2. Filip. 2, 7-8. 3. 1 Cor. 1, 18 y 23.
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Y habiendo entrado el Ángel a donde ella estaba, le dijo: “Dios te salve, ¡oh llena de gracia! el Señor es contigo; bendita tú eres entre las mujeres”. Al oír tales palabras [la Virgen] se turbó, y se puso a considerar qué significaría una tal salutación. Mas el ángel le dijo: “¡Oh María! no temas, porque has hallado gracia en los ojos de Dios. Sábete que has de concebir en tu seno, y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo, al cual el Señor Dios dará el trono de su padre David, y reinará en la casa de Jacob eternamente, y su reino no tendrá fin”. Pero María dijo al ángel: “¿Cómo ha de ser eso, pues yo no conozco varón alguno?” El Ángel en respuesta le dijo: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, por esta causa el santo que de ti nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y ahí tienes a tu parienta Isabel, que en su vejez ha concebido también un hijo; y la que se llamaba estéril, hoy cuenta ya el sexto mes; porque para Dios nada es imposible”. Entonces dijo María: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”.4 NACIMIENTO Y VIDA HUMILDES Los hombres no pueden siquiera sondear la inmensidad del universo de Dios, como dice San Luis de Montfort: Este Dios-hombre encontró su libertad en dejarse aprisionar en su seno [de María]; manifestó su poder en dejarse llevar por esta jovencita (...) glorificó su propia independencia y majestad, sometiéndose a 4. Lc. 1, 26-38.
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esta Virgen amable en la concepción, nacimiento, presentación en el templo, vida oculta de treinta años, hasta la muerte, a la que Ella debía asistir, para ofrecer con Ella un solo sacrificio y ser inmolado por su consentimiento al Padre eterno.5 Hasta el fin de los tiempos, pueblos de todas las naciones se maravillarán ante el Nacimiento del Hombre-Dios en un establo frío y desolado, a solas con María y José, “porque no hubo lugar para ellos en el mesón”.6 En apariencia impotente, huyó a Egipto para escapar de la crueldad de Herodes, pese a que había ahogado al Faraón y su ejército en el Mar Rojo para salvar al Pueblo Elegido. En Nazaret llevó una vida oculta, manteniendo su omnipotencia y sabiduría desconocidas de los demás, a pesar de haber dejado sin palabras a los sabios del Templo con sus enseñanzas. Recibió el bautismo en el Río Jordán de manos de su Predecesor, San Juan Bautista, como si Él fuese pecador como nosotros. Sin embargo, Él es la Inocencia misma, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. EL CAMINO DE LAS BIENAVENTURANZAS El Dios-hombre enseñó una doctrina de pureza y humildad, perdón de los enemigos y mansedumbre de corazón. Durante el Sermón de la Montaña, nos instruyó sobre cómo alcanzar su reino mediante palabras serenas cuyo eco resuena a través de los siglos: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra. 5. San Luis María Grignion de Montfort, Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen, nº 18, in “Obras”, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1984, p. 279. 6. Lc. 2, 7.
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Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los que tienen puro su corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos seréis cuando los hombres por mi causa os maldijeren, y os persiguieren, y dijeren con mentira toda suerte de mal contra vosotros. Alegraos y regocijaos, porque es muy grande la recompensa que os aguarda en los cielos. Del mismo modo persiguieron a los profetas que ha habido antes de vosotros.7 UN DIOS CRUCIFICADO El Domingo de Ramos, las multitudes aclamaron al DiosHombre a su entrada en Jerusalén, tendiendo ramas a su paso, aclamándolo como el Hijo de David. Sin embargo, Él sabía que en pocos días Él caminaría a tropezones a través de las mismas calles bajo una lluvia de insultos, despreciado como un criminal, cargando su Cruz hasta el lugar del suplicio. Para salvar a los hombres y restaurarles su libertad de hijos de Dios, admitió ser traicionado por uno de sus propios apóstoles, arrestado en medio de la noche, sujetado con cuerdas y cadenas y arrastrado ante el Sumo Sacerdote y el Sanedrín como un malhechor abyecto.
7. Mt. 5, 3-12.
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Soportó la más brutal flagelación ordenada por un gobernador romano que había proclamado su inocencia. Él, a cuyo comando los vientos y el mar se habían detenido y la muerte volvió a ser vida, fue coronado con espinas, escupido y escarnecido por soldados. Le quitaron sus vestiduras, mientras Él continuaba envolviendo el universo entero bajo su Providencia. Aceptó ser clavado en una cruz y quedar colgado en ella entre dos vulgares ladrones, a uno de los cuales Él prometió llevar ese mismo día al Paraíso. Dios hizo brotar agua del desierto para su pueblo. Ahora, el Dios-Hombre sufre una terrible sed a causa de la sangre perdida. Para probar a Abraham, Dios le pidió que sacrifique a su único hijo, Isaac, pero envió un ángel para prevenir la muerte del niño. Sin embargo, no hizo lo mismo con su propio Hijo amado, quien fue inmolado por nuestros pecados. Después de agonizar durante tres horas entre las burlas de una turba que lo desafiaba a bajar de la Cruz para creer en Él, Jesús nos confirmó, desde las profundidades de su desolación espiritual, que había pagado el precio de nuestra redención. Con un clamor entregó su alma al Padre Eterno, y murió. Es a este adorable Jesús que Dan Brown ataca en El Código Da Vinci. Es a este Jesús a quien todo católico que merezca usar este nombre debe levantarse para consolar, siguiendo el ejemplo de la Santísima Madre, de María Magdalena y de sus acompañantes al pie de la Cruz.
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¿Sagrada Eucaristía o Santo Grial? Para una persona que posea el inestimable don de la Fe, ¿qué podría ser más maravilloso que el Sacramento de la Eucaristía? Bajo las apariencias de pan y vino, el Cuerpo y Sangre de Jesucristo están presentes real y sustancialmente, son ofrecidos en sacrificio y distribuidos para alimento de las almas. Es un misterio y un milagro renovado continuamente ante nuestros ojos. Debemos abrir nuestras almas para entender su significado y obtener sus beneficios. FE PRODIGIOSA VERSUS SUPERSTICIÓN IRREAL Al contrario de los ángeles, el hombre está dotado de sensibilidad. Por eso el Salvador instituyó signos visibles que imparten la gracia que significan: los sacramentos. Asimismo fundó una Iglesia visible con elementos visibles como el clero, la liturgia y el ceremonial. Estos elementos visibles son vivificados por un elemento invisible: la gracia. Sin este elemento sobrenatural e invisible, no podemos entender el elemento visible ni darle su debido valor. La Fe abre nuestros ojos a esta prodigiosa realidad de la vida de gracia, que santifica y renueva todas las cosas. Así, la gracia satisface la propensión natural por lo sublime, que nos hace capaces de trascender lo mundano y amplía nuestros horizontes más allá de lo meramente natural. Cuando la Fe es débil, distorsionada o inexistente, domina la sensibilidad, en lugar de la razón fortalecida por la gracia. Las personas pierden contacto con la sublimidad auténtica, la cual exige voluntad ascética y sumisión del intelecto. Se entregan a la fantasía y la superstición. Buscan un “prodigio” que les hable
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directamente a la sensibilidad, satisfaga sus caprichos, alimente su orgullo y dé rienda suelta a su sensualidad. Todo lo cual les prepara psicológica y moralmente para aceptar la irracionalidad del falso misticismo. DE LA SAGRADA EUCARISTÍA A UN SANTO GRIAL OCULTISTA A través de este proceso sutil, muchos, en todas las épocas, abandonaron la sublimidad de la Fe para adoptar una creencia ciega y pueril en una prodigiosidad falsa. En consecuencia, con el paso del tiempo el deseo piadoso de encontrar el cáliz usado por Nuestro Señor al instituir la Sagrada Eucaristía degeneró en el delirio de fantasía y ocultismo que hallamos en autores inclinados al gnosticismo. En sus escritos el cáliz simboliza a una María Magdalena que no es la Magdalena de los Evangelios, sino una diosa gnóstica que contrajo matrimonio con Cristo, iniciando un linaje que nos quieren hacer creer que incluye la dinastía merovingia francesa (481-751) y sobrevive hasta hoy.
C APÍTULO VII La verdadera Santa María Magdalena “Por todo lo cual te digo: Que le son perdonados muchos pecados, porque ha amado mucho”. — Lc. 7, 47. La forma en que El Código Da Vinci retrata a Santa María Magdalena es precisamente la del gnosticismo feminista.1 En la novela, cuando Sophie Neveu se refiere a la santa como prostituta, Sir Leigh Teabing replica que esta falsa caracterización fue difundida por la Iglesia para encubrir el hecho de que María Magdalena fue esposa de Jesús y madre de Sara. LA DISTORSIÓN Y DIFAMACIÓN DE BROWN En realidad, la Iglesia ha presentado a Santa María Magdalena como una pecadora arrepentida que, tratada con gran misericordia por el Salvador, alcanzó un alto grado de santidad por la intensidad de su contrición, su fe y su amor.2 Por esta razón, la devoción a ella fue siempre extremamente popular en la Iglesia, especialmente en tiempos de fe, cuando la gente entendía la belleza del arrepentimiento y la penitencia. UN EJEMPLO ADMIRABLE DE CONVERSIÓN Siguiendo a San Agustín, San Cipriano, San Gregorio Magno y San Bernardo, el erudito en las Escrituras P. Cornelio a Lápide (1567-1637) explica: Indudablemente, Cristo permitió que Santa María Magdalena se deleite en la lujuria para que, una vez que fuera limpiada, su gracia se manifestase en ella de tal manera, que de ser una pecadora ella 1. Cf. capítulo IV: La Diosa Andrógina del Erotismo Gnóstico. 2. “Por todo lo cual te digo: Que le son perdonados muchos pecados, porque ha amado mucho. Que ama menos aquel a quien menos se perdona” (Lc. 7, 47).
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pasara a ser una criatura angelical; porque mientras mayor es la enfermedad, más hace resaltar el poder del médico que la cura. El hecho de haber sido pecadora no destruye el honor de Magdalena, antes bien lo aumenta: porque por numerosos y constantes que fuesen sus pecados, ella mostró un coraje aún mayor para liberarse del pecado y hacer penitencia. Así, Dios puso a Magdalena como ejemplo vivo de penitencia perfecta para todos los pecadores, para que así ellos no desesperen ante la enormidad de sus pecados, sino más bien confíen en la inmensa misericordia de Dios. Pues, como enseña San Pablo, “Jesucristo vino a este mundo para salvar a los pecadores, de los cuales el primero soy yo; mas por eso conseguí misericordia, a fin de que Jesucristo mostrase en mí el primero su extremada paciencia, para ejemplo [y confianza] de los que han de creer en él para [alcanzar] la vida eterna” (1 Tim. 1, 1516).3 UNA VIDA ENVUELTA EN EL MISTERIO Los Evangelios dan sólo un perfil general de Santa María Magdalena, dejándonos con una imagen de ella que es a una vez misteriosa y sublime. Es por ello que los estudiosos de la Iglesia difieren, desde los inicios, en la interpretación de algunos pasajes del Nuevo Testamento que parecen referirse a ella, especialmente el pasaje de San Lucas sobre la mujer arrepentida.4 No obstante, desde San Gregorio Magno hasta fines del siglo VI, la tesis de que Santa María Magdalena era la pecadora arrepentida prevaleció al menos en Occidente, y modeló la piedad de los fieles, así como la literatura y las artes. 3. Cornelio a Lápide, Commentaria in Scripturam Sacram, Commentaria in Lucam, París, Ludovicum Vivès Bibliopola Editor, 1881, vol. XVI, p. 121. 4. Lc. 7, 36-50.
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La Iglesia no se ha pronunciado oficialmente sobre la materia. Pero sin embargo ha aceptado la identificación de Santa María Magdalena con la pecadora arrepentida, tanto en la Misa como en el Oficio Divino hasta la reforma litúrgica de 1969. La Misa del 22 de julio era dedicada a “Santa María Magdalena, penitente”, y la lectura del Evangelio era el relato que hace San Lucas de la pecadora que lavó los pies de Nuestro Señor con sus lágrimas, los secó con sus cabellos, y finalmente los ungió con precioso ungüento.5 Por ello, aunque los estudiosos aún disputan entre ellos, no hay razón para cuestionar toda una cultura de devoción a esta santa como modelo de conversión y penitencia, que se ha formado a lo largo de siglos.6 Esto es de lo más verdadero, ya que ninguna corriente académica tiene suficiente peso para prevalecer ante la ausencia de un pronunciamiento definitivo de la Iglesia. Sin tomar partido en este debate académico, presentaremos la posición que ha modelado la piedad de los fieles, simplemente para demostrar que no es fruto de una “mera confusión” como algunos claman, y mucho menos lo es de una “campaña” contra Santa María Magdalena como pretende El Código Da Vinci.
5. Cf. Lc. 7, 36-50. Saint Joseph’s Daily Missal, Nueva York, Catholic Book Publishing Co., 1961, p. 969. La breve biografía de la santa que figura en el misal dice: “María Magdalena, hermana de Marta y Lázaro, fue convertida por Nuestro Señor Jesucristo directamente de una vida de pecado. Fue una de las pocas almas fieles que permanecieron con Cristo durante su agonía en la Cruz. Después de la Resurrección de Nuestro Señor, Él se le apareció y le dijo que anuncie su Resurrección a los Apóstoles”. 6. La mayoría de estudiosos de las Escrituras de hoy se oponen a identificar a Santa María Magdalena con la pecadora arrepentida que ungió los pies de Cristo. Su posición está adecuadamente sintetizada por el P. Andrés Fernandes, S.J. (The Life of Christ, Westminster (Maryland), The Newman Press, 1958, pp. 360-363) y por J. E. Fallon (“St. Mary Magdalene”, The New Catholic Encyclopedia, vol. 9, pp. 347-349). La tesis de que la pecadora arrepentida es María Magdalena es bien sustentada por el P. Hugh Pope (“St. Mary Magdalene”, The New Catholic Encyclopedia). Esta posición es sostenida por el P. Cornelio a Lápide, el gran exegeta, y también por el P. H. Lesêtre (“Marie Madeleine”, Dictionnaire de la Bible, París, Letozey et Ané, Editeurs, 1912, cols. 809-818).
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UN ALMA ARDIENTE AL SERVICIO DE DIOS Los evangelios incluyen a Santa María Magdalena entre las mujeres que acompañaron y sirvieron al Divino Maestro 7 a pesar de que siete demonios fueron expulsados de ella.8 Permaneció fiel y se mantuvo al pie de la Cruz con María Santísima, María de Cleofás y María Salomé.9 Ayudó al entierro de Cristo y fue la primera testigo de la Resurrección, recibiendo la misión de anunciarla a los Apóstoles.10 Estos hechos son indiscutibles, pues los evangelistas se refieren a ella por su nombre. La duda está en si ella fue la mujer que ungió los pies y cabeza del Salvador.11 San Lucas no cita el nombre de la ciudad ni el de la mujer, pero da al anfitrión el nombre de Simón el Fariseo. Este evangelista es el único que menciona que la mujer “era de mala conducta”. San Mateo, San Marcos y San Juan llaman Betania a esa ciudad. Empero, los dos primeros llaman al anfitrión Simón el Leproso, mientras que San Juan dice que Nuestro Señor era huésped de Lázaro y sus dos hermanas, Marta y María. San Mateo y San Marcos no nombran a la mujer, pero San Juan afirma claramente que fue María, la hermana de Lázaro (María de Betania). Así mismo, en su capítulo anterior, mientras presenta a María de Betania, aclara: “Esta María es aquella que derramó sobre el Señor el perfume, y limpió los pies con sus cabellos; de la cual era hermano el Lázaro que estaba enfermo”.12 Generalmente, los comentaristas admiten que el gesto de ungir los pies y la cabeza del Salvador tuvo lugar en dos ocasiones distintas: la primera, a cargo de la pecadora arrepentida en Galilea, y la segunda en Judea. Ya que en la frase citada San Juan se refiere a la unción que sucedió antes que la que él está por narrar, 7. Lc. 8, 2-3. 8. Lc. 8, 2; Mc. 16, 9. 9. Mc. 15, 40; Mt. 27, 56; Jn. 19, 25; Lc. 23, 49. 10. Mt. 27, 56-61; Mc. 16, 1-10; Jn. 20, 1-19; Lc. 24, 10. 11. Lc. 7, 36-50; Mt. 26, 6-13; Mc. 14, 3-9; Jn. 12, 3-7. 12. Jn. 11, 2.
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la de Judea, muchos han concluido que se está refiriendo a la unción de Galilea a manos de la pecadora arrepentida, narrada por San Lucas. De ahí se concluiría que San Juan estaría identificando a María de Betania con la pecadora arrepentida. Así, habría habido dos unciones llevadas a cabo por la misma mujer en diferentes momentos y lugares. Este argumento es reforzado por el hecho de que los cuatro evangelistas presentan el mismo perfil moral y psicológico de la mujer, lo cual hace difícil imaginar a dos personas diferentes. MAGDALENA, DE LA QUE FUERON EXPULSADOS SIETE DEMONIOS Como se dijo antes, San Juan, antes de narrar la segunda unción, dice que la hermana de Lázaro fue quien ungió los pies de Cristo y los secó con su cabello. El P. Cornelio a Lápide arguye que, si la pecadora arrepentida a la que San Lucas se refiere no fuese la misma hermana de Lázaro, San Juan debería haber distinguido claramente entre las dos, para evitar la confusión en tan importante materia.13 Y Alcuino comenta que, como hubo muchas Marías entre las piadosas mujeres que siguieron a Jesús, San Juan, para identificar claramente a la hermana de Lázaro, menciona su más notable acción, esto es la unción previamente narrada por San Lucas. Ésta es también la opinión de San Agustín.14 Por su parte, luego de narrar el caso de la pecadora arrepentida, San Lucas menciona a Santa María Magdalena entre las piadosas mujeres que siguieron a Nuestro Señor y a los Apóstoles para servirles, y aclara que siete demonios fueron expulsados de ella.15 Aunque no establezca conexión entre la pecadora y Santa María Magdalena, algunos piensan que es una forma discreta de sugerir que ella era la pecadora que acababa de ser mencionada.
13. Cornelio a Lápide, op. cit., p. 121. 14. Citado por Santo Tomás de Aquino, Catena Aurea in Ioannem, caps. V-XI, http:// www.corpusthomisticum.org/cjo05.html. 15. Lc. 8, 2.
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El hecho de que siete demonios fuesen expulsados de ella es usado posteriormente para reforzar esta suposición. Porque, si bien es cierto que la posesión diabólica puede ser permitida por Dios como una prueba sin mediar culpa de parte de la persona, Dios también puede permitirla, como dice San Buenaventura, “sea como castigo por el pecado, sea para corregir al pecador”.16 Guiándose por estos datos, San Agustín, San Cipriano, San Gregorio Magno, San Bernardo, San Bernardino de Siena, San Alfonso de Ligorio y muchos otros han entendido que la pecadora arrepentida, Santa María Magdalena y María, la hermana de Lázaro, fueron una misma persona.17 Muchos problemas permanecen sin resolver, como el hecho de que Magdala está en Galilea y Betania en Judea. Sin embargo, el P. H. Lesêtre dice: Las dificultades encontradas en textos evangélicos no son insuperables, y teniendo en cuenta la igualdad en los personajes, es legítimo sostener como probable que las tres Marías son una misma persona.18 Por su parte, el P. Cornelio a Lápide dice que, por su familia, María podría ser de Judea (Betania) pero residir en Galilea (Magdala) por motivo de matrimonio o por poseer alguna propiedad recibida en herencia.19 Sin embargo, tal como lo hemos afirmado, los datos que los autores de los Evangelios nos entregaron, no son suficientes para resolver todos los misterios comprendidos en las narraciones respecto a Santa María Magdalena.
16. Citado por Lucien Roure, s.v. “Possession Diabolique”, Dictionnaire de Théologie Catholique, vol. 12, col. 2644. 17. H. Lesêtre, s.v. “Marie Madeleine”, Dictionnaire de la Bible, col. 814-815; Cornelio a Lápide, op. cit.; San Alfonso de Ligorio, Obras Ascéticas de San Alfonso María de Ligorio, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1952, pp. 129-131. 18. H. Lesêtre, op. cit., col. 817. 19. Cornelio a Lápide, p. 121.
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UNA GRAN SANTA, NO UNA DIOSA No existen datos fidedignos sobre la vida de Santa María Magdalena después de la Resurrección de Nuestro Señor, su Ascensión al Cielo y la subsecuente dispersión de los Apóstoles para predicar el Evangelio. Según una piadosa tradición, Santa María Magdalena, junto a San Lázaro, se trasladaron a lo que hoy es Francia para evangelizar la parte sur de aquel país. Otras tradiciones más difundidas en Oriente sugieren que murió en Éfeso, en Asia Menor. Sea como haya sido, lo cierto es que entre la gran santa y la caricatura gnóstica y feminista de El Código Da Vinci no hay nada en común.
C APÍTULO VIII La Divina Revelación y la autoridad del Nuevo Testamento Sin la Divina Revelación, el hombre no podría jamás conocer los misterios de Dios —como lo es la Santísima Trinidad— que sobrepasan la capacidad del intelecto humano. Por otro lado, la Revelación confiere un sello de aprobación divina sobre otras verdades y principios que orientan el pensamiento y la acción del hombre. Así, los Diez Mandamientos explicitan y confirman la ley natural escrita en nuestros corazones. 1 REBELIÓN CONTRA LA AUTORIDAD El problema de la sujeción a la autoridad está en el núcleo de todo debate religioso. La Iglesia Católica enseña que “la fe es la adhesión del intelecto, bajo la influencia de la gracia, a una verdad revelada por Dios, no por causa de su evidencia intrínseca sino por la autoridad de Aquél que la ha revelado”. 2 Y para garantizar el correcto entendimiento de la verdad revelada, Nuestro Señor instituyó a la Iglesia visible e inerrante. Por lo tanto, someterse a Dios implica someterse a su Iglesia, “columna y fundamento de la verdad”.3 Los gnósticos rechazan esta doble sumisión a la divina autoridad manifestada en la Revelación y en el Magisterio. La sustituyen por un mero conocimiento obtenido directamente a través de la iluminación. En último análisis, en lugar de someterse, se hacen eco del grito de Lucifer: “No quiero servir al Señor”.4 1. Cf. Rom. 2, 14. 2. Pietro Parenti, Antonio Piolanti y Salvatore Garofalo, s.v. “Faith”, Dictionary of Dogmatic Theology, Milwaukee, The Bruce Publishing Co., 1952, p.101. 3. 1 Tim. 3, 15. “Las Sagradas Escrituras y la Tradición son apenas la regla remota de la fe, mientras que la regla próxima es el Magisterio vivo de la Iglesia” (Parenti, Piolanti y Garofalo, “Magisterium of the Church”, Dictionary of Dogmatic Theology, p. 171). 4. Jer. 2, 20.
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LITERATURA GNÓSTICA “CRISTIANA” Además, procuran remplazar los Evangelios cristianos con sus propios “evangelios”; lo que lleva al P. Jules Lebreton, S.J., a alertar: Los gnósticos cristianos colocan sus revelaciones bajo el patrocinio de algún apóstol o, a menudo, de María Magdalena, quien supuestamente las recibió de Cristo resucitado antes de la Ascensión.5 De hecho, propagandistas modernos del gnosticismo como Dan Brown, quieren que el pueblo crea que el cristianismo es una desviación del gnosticismo, que sería la verdadera religión. Para tal fin, presentan los evangelios gnósticos como “los registros cristianos más antiguos” y “los evangelios inalterados”.6 Sobre el punto de si son los más antiguos, es suficiente decir que el gnóstico “Evangelio de Felipe” (que Brown cita como evidencia de que Jesús contrajo matrimonio con María Magdalena) menciona los Evangelios de San Mateo y San Marcos y la Epístola de San Pablo a los Corintios.7 Comparando la edad de los textos gnósticos con la del canon de la Iglesia, Philip Jenkins, profesor de Historia y Estudios Religiosos en la Universidad de Pennsylvania, comenta: Mientras que los evangelios canónicos quedaron completos alrededor del año 100, es poco probable que alguno de los materiales de Nag Hammadi date de mucho antes del 150, y la mayoría fueron escritos probablemente entre el 150 y el 250.8 5. Jules Lebreton, S.J., y Jacques Zeiller, The History of the Primitive Church, Nueva York, The MacMillan Co., 1944, vol. 1, p. 356. 6. DVC, pp. 245, 248. Destaques nuestros. 7. James M. Robinson (ed.), “The Gospel of Philip”, The Nag Hammadi Library, pp. 143-144, 151. 8. Philip Jenkins, Hidden Gospels, Oxford, Oxford University Press, 2001, pp. 92-93.
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En síntesis, como hace notar el P. William P. Saunders, la Iglesia no aceptó los evangelios gnósticos porque: su origen no se remite a la edad apostólica y a una genuina autoría apostólica, no tenían historial de uso litúrgico, y contenían enseñanzas heréticas.9 CONSTANTINO Y EL CANON DE LA BIBLIA Entre los absurdos contenidos en El Código Da Vinci está el alegato de que el Emperador Constantino estableció el canon de la Biblia con fines políticos.10 Cuando Constantino subió al trono, en el año 306, había ya un consenso general (cambiado más tarde tan sólo en forma muy ligera) sobre cuáles eran los libros considerados de inspiración divina. Con relación a los libros del Antiguo Testamento, dos colecciones de textos fueron aceptadas entre los judíos: el texto de Jerusalén, en hebreo, y el texto de Alejandría, en griego. Al tiempo de Jesús, otros textos alejandrinos eran usados en Palestina. Por ejemplo, 300 de las 350 citas del Antiguo Testamento que figuran en el Nuevo Testamento son de la versión alejandrina. Por esta razón, la Iglesia empezó a usar la colección alejandrina, conocida también como la de los Setenta,11 en su liturgia y homilías, dando así origen al canon del Antiguo Testamento.12 En cuanto al Nuevo Testamento, se encontró en 1740 un documento precioso llamado el Canon de Muratori. El texto 9. Cf. P. William P. Saunders, “Gnostic Gospels”. 10. Ver capítulo III. 11. Este es el nombre dado a la traducción del hebreo al griego hecha por 70 estudiosos judíos alrededor de los años 300 a 200 a.C. en Alejandría, Egipto. Cf. www.septuagint.net. 12. Cf. José María Bover, S.J., y Francisco Cantera Burgos, Sagrada Biblia, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1961; Raymond E. Brown, S.S., y Raymond F. Collins, “Canonicity”, The New Jerome Biblical Commentary, Englewood Cliffs (Nueva Jersey), Prentice Hall, 1990, pp. 1034-1054; F. Shroeder, s.v. “Bible III (Canon)”, The New Catholic Encyclopedia, vol. 2, pp. 386-396.
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(actualmente en la Biblioteca de Milán) contiene la traducción latina de un texto griego escrita entre los años 160 y 200 d.C. 13 El documento deja muy en claro que la relación de los escritos del Nuevo Testamento, tal como la conocemos hoy, estaba establecida ya hacia fines del siglo II, con excepción de las Epístolas de Santiago y San Pedro. Asimismo, el documento demuestra claramente el rechazo de la comunidad cristiana a los textos gnósticos de Valentín, Metiades, Basílides y Marción. Pero no aceptamos absolutamente nada de Arsinoes, ni de Valentín, ni de Metiades. Tampoco [de] aquellos que compusieron un nuevo libro de Salmos para Marción junto a Basílides y los catafrigios de Asia.14 F. Shroeder afirma en la New Catholic Encyclopedia: A comienzos del siglo III, el canon del Nuevo Testamento ya había dado el primer gran paso hacia su determinación. Dudas adicionales se centraron en libros distintos de los Evangelios y de lo fundamental del corpus paulino.15 Ante las polémicas del siglo XVI, cuando Lutero y otros innovadores rechazaron varios libros de la Biblia (o parte de ellos), el Concilio de Trento definió dogmáticamente el canon de la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.16 13. “La fecha de su composición deriva claramente de las líneas 74 a 77: ‘Muy recientemente, en nuestros tiempos, Hermas escribió el Pastor, cuando su hermano, el obispo Pío, ocupaba la cátedra de la Iglesia de la Ciudad de Roma’. El pontificado de Pío I fue alrededor de los años 142-155 d.C.” W. G. Most, s.v. “Muratorian Canon”, The New Catholic Encyclopedia, vol. 10, p. 81. 14. “The Muratorian Canon”, Early Christian Writings, www.earlychristianwritings.com/ text/muratorian-latin.html. Cf. J. P. Kirsch, s.v. “Muratorian Canon”, The Catholic Encyclopedia, www.newadvent.org/cathen/10642a.htm; y Henri Daniel-Rops, What is the Bible?, Nueva York, Hawthorn Books, 1959, p. 35. 15. F. Shroeder, s.v. “Bible III”, The New Catholic Encyclopedia, vol. 2, p. 394. 16. Ibid., p. 395.
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EL CONCILIO DE NICEA Y EL EMPERADOR “PAGANO” Brown se refiere al Emperador Constantino como un “pagano” y encuentra irónico que un pagano hiciera la Biblia Cristiana y tornara Dios a Jesús en el Concilio de Nicea.17 La conversión de Constantino al cristianismo es un hecho atestiguado por historiadores de su tiempo (Lactancio y Eusebio de Cesarea). Más aún, después de mucha controversia los críticos modernos también han aceptado este hecho. En su libro Constantino el Grande, Lloyd B. Holsapple comenta las consecuencias de la victoria milagrosa del Emperador, en la batalla del Puente Milvio, cuando él invocó al Dios de los cristianos. Esta conversión no significó necesariamente una completa reforma moral interior. No envolvió una comprensión cabal del contenido de la revelación cristiana. Pero sí significó que él había confesado públicamente al Dios de los cristianos, y de esta proclamación nunca se apartó. (...) Pese a no ser bautizado hasta darse cuenta de la proximidad de la muerte, y aunque ni siquiera llegó a ser catecúmeno, su principal preocupación fueron los problemas de los cristianos y su bienestar. 18 El P. Francis Murphy, C.S.S.R., dice asimismo: Las convicciones religiosas de Constantino han sido objeto de numerosas controversias. Su conversión al cristianismo en el 312 es hoy casi universalmente reconocida, aunque la calidad de su adhesión a la fe cristiana aún es discutida. El que 17. DVC, pp. 231, 233. 18. Lloyd B. Holsapple, Constantine the Great, Nueva York, Sheed & Ward, 1942, pp.175176.
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haya pospuesto su bautismo hasta su lecho de muerte no es criterio suficiente, porque la práctica era común, y más tarde él insistió que había tenido la esperanza de ser bautizado en el Jordán. 19 Aconsejado por un Confesor de la Fe, Osio de Córdoba 20, Constantino convocó una reunión de los obispos en Nicea para discutir el gran problema del momento: la propagación de la herejía arriana. Obviamente, aquel concilio no tendría valor, ni sería contado entre los Concilios Ecuménicos de la Iglesia, si la convocatoria de Constantino o las decisiones de los obispos participantes no hubiesen sido aprobadas por el Papa San Silvestre I. ¿Qué era la herejía arriana? Una versión “cristianizada” del gnosticismo. El Diccionario de Teología Dogmática sintetiza así los principales errores del arrianismo: Los puntos principales de esta herejía son: a) El único Dios verdadero no es engendrado y no tiene comunicación con las criaturas. b) Para crear el mundo, Dios engendró al Verbo, quien, ya que tuvo un principio, no es Dios, sino un ser intermediario, entre Dios y el mundo. c) Por ello, la sustancia del Verbo es diferente de la sustancia de Dios (el Padre). Aquél es llamado Hijo del Padre, no en el sentido propio y natural, sino en el sentido de hijo adoptivo. Evidentemente, Arrio toma del gnosticismo algunos elementos de su herejía.21
19. F. X. Murphy, s.v. “Constantine I, The Great, Roman Emperor”, The Catholic Encyclopedia, vol. 4, p. 226. 20. “El más destacado paladín occidental de la ortodoxia en los inicios de la lucha antiarriana; nacido alrededor del año 256; fallecido cerca del 358, en Sirmium o España” (Edward Myers, s.v. “Hosius of Cordova”, The Catholic Encyclopedia, vol. 7, p. 475). 21. Parenti, Piolanti y Garofalo, “Arianism”, p. 20. Destaques del original.
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El Concilio de Nicea se realizó en el año 325 con la participación de obispos y teólogos de gran renombre, incluyendo a San Atanasio. A propuesta de éste, el concilio condenó la herejía arriana y proclamó el Símbolo (o Credo) de Nicea, que es una refutación completa del gnosticismo: Creemos en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador de todas las cosas visibles e invisibles; y en un solo Señor Jesucristo, el unigénito del Padre, esto es, de la sustancia [ek tes ousias] del Padre, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre [homoousion to patri], por quien todo fue hecho, en el cielo y en la tierra; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, se encarnó y se hizo hombre, padeció y resucitó al tercer día, subió a los cielos y volverá para juzgar a vivos y a muertos. Y en el Espíritu Santo. Aquellos que dicen: hubo un tiempo en el que Él no existía, y Él no existía antes de ser engendrado; y que Él fue creado de la nada (ex ouk onton); o quienes mantienen que Él es de otra naturaleza o de otra sustancia [que el Padre], o que el Hijo de Dios es creado, o mudable, o sujeto a cambios, [a ellos] la Iglesia Católica los anatematiza.22 LA BIBLIA, UN TESORO ENVIADO DEL CIELO No hay mejor forma de terminar estas consideraciones que citar estas hermosas palabras del Papa Pío XII sobre las Sagradas Escrituras:
22. H. Leclercq, s.v. “The First Council of Nicaea”, The Catholic Encyclopedia, vol. 11, p. 45. Traducción tomada de http://www.enciclopediacatolica.com/c/concinicea.htm. Las cursivas y palabras entre corchetes son del original.
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Inspirados por el divino Espíritu, escribieron los escritores sagrados los libros que Dios, en su amor paternal hacia el género humano, quiso dar a éste “para enseñar, para argüir, para corregir, para instruir en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté pertrechado para toda obra buena” (2 Tim. 3, 16-17). No admira, pues, si la Santa Iglesia ha guardado con suma solicitud un tal tesoro —a ella venido del cielo y que ella tiene por fuente preciosísima y norma divina del dogma y de la moral—; como lo recibió incontaminado de mano de los Apóstoles, así lo conservó con todo cuidado, lo defendió de toda falsa y perversa interpretación y con toda diligencia lo empleó en su ministerio de comunicar a las almas la vida sobrenatural. De todo ello nos ofrecen claro testimonio documentos casi innumerables de todas las épocas.23 23. Pío XII, Encíclica Divino Afflante Spiritu, en www.intratext.com/IXT/ESL0488/ _P1.HTM.
Evangelios verdaderos y evangelios gnósticos NAG HAMMADI Y LOS EVANGELIOS GNÓSTICOS El gnosticismo moderno se benefició ampliamente cuando 52 textos antiguos fueron hallados enterrados en una vasija de barro, cerca del poblado egipcio de Nag Hammadi, en 1945. Proliferaron las traducciones y los gnósticos rápidamente clamaron que los misteriosos escritos serían en realidad los verdaderos evangelios, que habían sido extinguidos por dirigentes de los primeros tiempos de la Iglesia. Denominados frecuentemente como “evangelios secretos” u “ocultos”, no son ni una ni otra
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cosa. Sólo cinco de ellos llevan el nombre “evangelio” y no se acercan, de ninguna manera, a la riqueza e historicidad de los cuatro evangelios del Nuevo Testamento. Muchos Padres de la Iglesia, de los cuales el mejor ejemplo es San Ireneo (125-203) escribieron volúmenes refutando los escritos de los gnósticos de mediados del siglo II, sobre los cuales consideraron acertadamente que subvertían las convicciones establecidas por Cristo y los Apóstoles. Los textos hallados en Nag Hammadi, o están basados en herejías tempranas, o son traducciones coptas de ellas. Siendo que el texto más antiguo no apareció hasta aproximadamente el 150 d.C., no se trata de dos sistemas que se desarrollaron lado a lado, como pretenden hacer creer los gnósticos. La Iglesia organizada, monolítica y jerárquica precedió por varias décadas a estos escritos, y quizás hasta un siglo. Por ello, los llamados “evangelios ocultos” representan el esfuerzo de un grupo de disidentes y descontentos empeñados en subvertir las creencias tradicionales establecidas por la Revelación Divina. LA AUTENTICIDAD DE LOS EVANGELIOS DEL NUEVO TESTAMENTO Cuando los enemigos de la tradición cristiana siembran la duda y la confusión sobre la autoría de los cuatro Evangelios, muestran ignorancia acerca de la documentación existente. Numerosos autores anteriores al Concilio de Nicea, como San Ireneo de Lyon (125-203), Tertuliano de Cartago (150-220) y Orígenes de Alejandría (185-254), no sólo mencionan a los cuatro evangelistas sino que dan información suplementaria que contribuye a nuestra comprensión sobre el propósito y circunstancias de su composición.
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El Apóstol Mateo escribió originalmente su Evangelio en hebreo esperando inducir a los judíos a aceptar el cristianismo. Los seguidores de San Pedro en Roma convencieron a su discípulo Marcos de que les deje un sumario escrito de las enseñanzas orales de Pedro. Lucas, un gentil de habla griega, escribió las verdades que había aprendido durante sus muchos viajes con San Pablo. Juan, “el discípulo amado de Jesús”, escribió su Evangelio en Éfeso para aplastar los errores del creciente movimiento gnóstico que negaba la divinidad de Cristo. La fecha de redacción de los dos primeros Evangelios puede ser determinada por aproximación de décadas. El texto en hebreo de San Mateo fue escrito entre los años 40 y 50, y la traducción griega aproximadamente diez años más tarde. Todas las evidencias indican que el Evangelio de San Marcos fue compuesto durante el período entre el 53 y el 63. El Evangelio de San Lucas coincide con la primera prisión de San Pablo en Roma en los años 61 a 63. El Evangelio de San Juan ha sido fechado tradicionalmente en el año 100. La difusión e integridad de los Evangelios pueden ser comprobadas comparando las citas del Nuevo Testamento que hacen San Ireneo, Tertuliano y San Clemente de Alejandría (150-215). San Ireneo cita el Nuevo Testamento 1819 veces, San Clemente 2406 veces y Tertuliano suma un increíble total de 7259 citas. La comparación de estos textos entre sí y con el Nuevo Testamento como existe actualmente, muestra que las interpretaciones son esencialmente las mismas. Siendo que existen hoy más de 4000 manuscritos o fragmentos muy antiguos, podemos decir que hay mayor evidencia manuscrita de los Evangelios que de cualquier clásico latino o griego.24 24. Jeremias Wells, “Gnosticism, Anti-Catholicism and The Da Vinci Code”, Crusade, Nov.-Dec. 2004, p. 14.
C APÍTULO IX Los Caballeros Templarios Como ya fue mencionado, Brown basa El Código Da Vinci en obras como Sangre Sagrada, Santo Grial, y La Revelación Templaria, que falsifican la historia de los Caballeros Templarios. EL VERDADERO SECRETO DE LOS TEMPLARIOS: FERVOR RELIGIOSO Y VALOR MARCIAL Para explicar el prestigio y el poder de los Caballeros Templarios no es necesario recurrir a extravagantes teorías conspiratorias ni a conjeturas gratuitas. Basta con conocer la historia y la psicología del hombre medieval. Como hace notar acertadamente Charles Moeller: “La Orden debió el rápido crecimiento de su popularidad al hecho de combinar dos grandes pasiones de la Edad Media: el fervor religioso y el valor marcial”.1 Como sucede a menudo en grandes instituciones, los orígenes de los Caballeros Templarios fueron muy modestos y casi accidentales. Aunque los cruzados conquistaron Jerusalén el año 1099, los caminos que llevaban a la Ciudad Santa continuaron siendo constantemente atacados por musulmanes. Los peregrinos cristianos viajaban con gran riesgo. En 1118, Hugo de Payens, caballero francés de la familia de los Condes de Champaña, y algunos de sus amigos decidieron consagrar sus vidas para proteger esos caminos. Así comenzó la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, una de las glorias de la civilización cristiana. Gracias a la influencia de San Bernardo de Claraval, la naciente Orden fue aprobada por el Concilio de Troyes en 1128. Balduino II, Rey de Jerusalén, les concedió parte de su palacio, contiguo a las ruinas del Templo de Salomón. Por ello, se les llegó a conocer popularmente como los Pobres Caballeros del Templo. 1. Charles Moeller, s.v. “The Knights Templars”, The Catholic Encyclopedia, vol. 14, pp. 493-495.
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El gran Abad de Claraval escribió una de las más bellas páginas de la literatura cristiana delineando el perfil y la misión de los monjes soldados: Elogios de la Nueva Caballería Templaria (Liber ad milites Templi: De laude novae militiae).2 Ésta fue la primera de las Órdenes religiosas de Caballería, que unieron las virtudes de la vida religiosa y de la militar. Adicionalmente a los tres votos clásicos —pobreza, obediencia y castidad—, los caballeros hacían el voto de los cruzados, esto es combatir a los infieles con la fuerza de las armas. La belleza de este ideal y el apoyo de San Bernardo —la mayor figura religiosa de su tiempo— hicieron que la nueva milicia creciese rápidamente. Con el paso de los años, la Orden recibió donaciones y herencias de grandes benefactores, que aseguraron materialmente su supervivencia. A medida que la Orden crecía, fueron multiplicándose sus castillos-monasterios por toda Europa Occidental y el Medio Oriente. Para evitar asaltos y otros daños patrimoniales durante viajes largos, los viajeros recurrían a los templarios. Un peregrino podía depositar dinero en un convento de Francia o Inglaterra y recibía una letra de cambio autorizándolo a retirar el mismo monto en su destino, fuera éste Chipre o Jerusalén. Debido a los diferentes tipos de cambio que existían normalmente entre los dos lugares, la Orden obtenía generalmente beneficios económicos de aquellas transacciones. Los Caballeros Templarios inspiraban tal confianza que algunos reyes les entregaban la custodia de sus tesoros reales. Al ir creciendo su patrimonio, los templarios empezaron a conceder préstamos al estilo bancario.3 Con las ganancias, la Orden financió sus actividades militares, que requerían grandes sumas. EL PRECIO DE LA SANGRE Más que el oro y la plata, la defensa heroica que los templarios hicieron de Tierra Santa les costó un alto precio en sangre. En 2. Ver www.the-orb.net/encyclop/religion/monastic/bernard.html. 3. Cf. Jacques Wolff, “La chute des moines banquiers”, Historia, Feb. 1995, pp. 18-21.
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dos siglos de combate contra musulmanes, unos 20.000 monjessoldados perecieron en el campo de batalla o fueron ejecutados por el enemigo después de ser tomados prisioneros. Al contrario de otros caballeros, a los templarios les era prohibido, por su propia regla, pagar rescate. Dado que el enemigo no podía lucrar con su prisionero, las opciones para un caballero templario capturado eran: negar la Fe católica o morir. El martirio era la norma general.4 DECADENCIA DE LA EDAD MEDIA En 1285, Felipe IV, llamado el Bello, se convirtió en Rey de Francia. Él era diametralmente opuesto a su abuelo, San Luis IX. Mientras éste representaba el espíritu de caballería en sus aspectos más sublimes —heroísmo al servicio de la Fe—, el nieto hizo gala de cinismo, pragmatismo, ansias de poder y de riquezas. Se rodeó de legistas, especialistas en Derecho Romano que eventualmente transformaron la monarquía orgánica de la Edad Media en la monarquía absoluta del Renacimiento. Cuando “las dos grandes pasiones de la Edad Media, el fervor religioso y el valor marcial”, empezaron a declinar, fueron remplazados por una mentalidad práctica y egoísta. La popularidad de los templarios menguó, así como la de las cruzadas. En muchos lugares el fervor de los propios monjessoldados declinó. Con la caída del Reino Cristiano de Ultramar en 1291, 5 muchos comenzaron a cuestionar la razón de ser de la Orden y a codiciar sus bienes. 4. Cf. Moeller, s.v. “The Knights Templars”, The Catholic Encyclopedia. 5. Acre, capital del Reino de Ultramar después de la conquista de Jerusalén por Saladino, cayó a manos del Sultán mameluco Al-Ashraf Khalil el 28 de mayo de 1291. El 31 de julio el Sultán ya había tomado las cinco fortalezas cristianas que restaban en Tierra Santa, y el Reino de Ultramar cesó de existir. Con la esperanza de reafianzarse en el continente, los templarios continuaron resistiendo en la reseca isla de Ruad, a dos millas de su recién perdida ciudad-fortaleza de Tortosa. Sin embargo, en setiembre de 1303 —mientras los emisarios de Felipe el Bello abofeteaban al Papa Bonifacio VIII en Agnani— los templarios evacuaron la isla y se retiraron a Chipre. Cf. Stephen Howarth, The Knights Templar, Nueva York, Dorset Press, 1982.
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FELIPE IV DECLARA SU ASCENDENCIA SOBRE EL PAPA Los templarios pronto quedaron envueltos en una tragedia que fue una extensión de la lucha de Felipe el Bello para imponer su tutela al Papa y a la Iglesia. En 1296, Felipe entró en conflictos con el Papa Bonifacio VIII. Este gran Pontífice resistió valientemente la intromisión del Rey de Francia en asuntos de la Iglesia francesa. En 1302 emitió la bula Unam Sanctam. Ella afirma que el poder espiritual tiene la misión de inspirar, guiar y corregir al poder temporal, sin absorberlo, y que ambos poderes deben trabajar en armonía para el bien del pueblo y de las almas. El rey y sus legistas reaccionaron calumniando al Papa. Fue convocado el Parlamento, y el legista Guillermo de Nogaret acusó al Papa de herejía, simonía, brujería y sodomía, las mismas acusaciones que después levantaría contra los templarios. Este conflicto motivó una escena que muchos consideran simbólica del final de la Edad Media. Las tropas francesas invadieron el castillo de Agnani, cerca de Roma, donde el Papa se había refugiado. Nogaret insultó al Papa, y Sciarra Colonna, un patricio romano, enemigo personal del Papa y aliado de los franceses, abofeteó al Papa con un guantelete de hierro. El Pontífice, quien ya contaba con 86 años de edad, debilitado por esta grave ofensa y brutalidad, falleció poco después (octubre de 1303). Después del brevísimo reinado de Benedicto XI, Felipe el Bello influyó pesadamente en la elección de un Papa francés, Bertrand de Got, Arzobispo de Bordeaux, quien tomó el nombre de Clemente V y transfirió el gobierno de la Iglesia a Avignon, en Francia.6
6. Cf. Ivan Gobry, “Comment le Roi de France soumit la Papauté”, Historia, Feb. 1995, nº 578, pp. 12-17; Moeller, s.v. “The Knights Templars”, The Catholic Encyclopedia.
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EL REY FELIPE IV CONTRA LOS TEMPLARIOS Habiendo sometido al Papado, el Rey francés se volvió contra los templarios, el símbolo más visible de la combatividad católica medieval. Pierre Vial, profesor de Historia Medieval en la Universidad de Lyon, escribe: El mecanismo difamatorio desencadenado contra los templarios utiliza los mismos métodos, acusaciones y mortíferas palabras usadas en el pasado contra ilustres adversarios de Felipe el Bello: el obispo Bernard Saisset y el Papa Bonifacio VIII.7 Durante la noche del viernes 13 de octubre de 1307, en una acción policial sin precedentes, tropas armadas invadieron todos los castillos-monasterios templarios en Francia. Los templarios no ofrecieron resistencia ante la orden de arresto dada por el Rey. Los caballeros fueron interrogados con torturas brutales. Cuarenta de ellos murieron durante los interrogatorios. Sin embargo, un gran número, para salvarse de más tormentos confesaron lo que sus ejecutores querían oír. El propio Gran Maestre, Jacques de Molay, admitió su “culpabilidad”. Es reveladora la declaración hecha por el caballero templario Ponsar de Gisy después de su confesión bajo tortura: ¡Si ellos me someten nuevamente a la misma tortura, yo diré lo que ellos deseen! A pesar de que estoy dispuesto a entregar mi vida y ser quemado o hervido por el honor de la Orden, bajo condición de que el sufrimiento sea breve, no soy capaz de soportar largos tormentos como aquellos a los que me sometieron [los investigadores reales].8
7. Pierre Vial, “L’Arrestation Spetaculaire des Templiers: Etaient-ils innocents ou coupables?”, Historia, Feb. 1995, p. 25. 8. Ibid., p. 28.
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El Papa Clemente V protestó ante tales procedimientos, pero el Rey lo amenazó con represalias. Tal como en tiempo de Bonifacio VIII, “libelos virulentos empezaron a circular acusando al Papa de favorecer la herejía y a los herejes. Clemente V fue incapaz de resistir estas presiones”.9 Los templarios que se retractaron de sus confesiones fueron condenados por la Inquisición —que estaba controlada por el Rey— y quemados vivos como herejes relapsos. El Gran Maestre estuvo entre ellos. Él, mientras estaba siendo quemado, atado a un poste cerca de la Catedral de Notre Dame de París, invocó a Dios como testigo de que la Orden era inocente y convocó solemnemente al Rey y al Papa ante el tribunal de Dios. Ambos murieron el mismo año. El pusilánime Papa francés abrió su propia investigación sobre la Orden. Según Charles Moeller, La culpabilidad de individuos, que fue considerada probada, no implicaba la culpabilidad de la Orden. Aunque la defensa de la Orden fue conducida pobremente, no se pudo probar que la Orden, como un todo, profesara alguna doctrina herética, ni que una regla secreta, distinta de la regla oficial, fuese practicada. En consecuencia, en el Concilio General de Viena, en el Delfinado, el 16 de octubre de 1311, la mayoría fue favorable a mantener la Orden. El Papa, indeciso y acosado, adoptó finalmente una vía intermedia: decretó la disolución, no la condenación de la Orden, y no por sentencia penal, sino por Decreto Apostólico (Bula del 22 de marzo de 1312).10 Los reyes de Portugal y Aragón percibieron la injusticia de este decreto y solicitaron al Papa establecer nuevas órdenes de caballería para los templarios en sus reinos. Así, con aprobación papal, el Rey de Portugal creó la Orden de Cristo, la cual en el 9. Ibid., p. 28. 10. Moeller, s.v. “The Knights Templars”, The Catholic Encyclopedia.
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siglo posterior encabezó la conquista de los mares, extendiendo la Cristiandad a tierras hasta entonces desconocidas; en Aragón el rey creó la Orden de Montesa para defender los territorios cristianos de los ataques de moros y piratas. En otros países, el patrimonio de los templarios fue entregado a los Caballeros de San Juan de Jerusalén (más tarde conocidos como Caballeros de Malta). La mayoría de los caballeros sobrevivientes se incorporaron a esta u otras órdenes de caballería (los Caballeros Teutónicos, los Caballeros de Calatrava y otros). Otros volvieron a la vida civil. Los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Jerusalén nunca fueron restaurados como una Orden por la Iglesia. A pesar de sus metas, todas las agrupaciones que reivindican ser la continuación de los caballeros templarios carecen de legitimidad.
Acusaciones dudosas contra la Orden del Templo El profesor Alan Forey, especialista en órdenes militares, aplicando argumentos de sentido común, levanta dudas sobre las acusaciones contra los Templarios: a) A pesar de que todos los conventos de la Orden fueron allanados en la misma noche, no fue encontrado ningún ídolo ni rastro de alguna ceremonia secreta. b) A lo largo de la historia de la Orden, muchos caballeros retornaron a la vida civil, pero ninguno de ellos denunció la “idolatría” de la Orden. c) Hubiera sido prácticamente imposible esconder el “carácter anticristiano” de la Orden por tanto tiempo. d) Las autoridades obtuvieron reconocimientos de culpa sólo mediante la tortura, y éstos muchas veces fueron objeto de retractación.11 11. Cf. Alan Forey, “The Military Orders”, The Oxford Illustrated History of the Crusades, Nueva York, Oxford University Press, 1995, p. 215.
C APÍTULO X El Priorato de Sion: Una ficción de mitómanos y falsificadores En lo que se refiere al Priorato de Sion al que Brown alude, su rol e importancia es pura ficción: un montaje de mitómanos y falsificadores. Para principiantes, la afirmación de que el supuesto fundador del Priorato, Godofredo de Bouillon, hijo de Eustaquio II, Conde de Boloña, y de Ida, hija de Godofredo, Duque de Baja Lorena, era descendiente de Nuestro Señor, además de ser blasfema, es tan estrafalaria que hasta desafía la imaginación. Asimismo, el gran caudillo de la Primera Cruzada nunca fundó sociedad secreta alguna, mucho menos el Priorato de Sion. Sobre este punto tenemos el testimonio de la historia. Además, existe imposibilidad cronológica. Godofredo nació cerca del año 1060 y murió en 1100. El Priorato de Sion fue fundado en el siglo XX, en 1956 para ser precisos, por un mitómano llamado Pierre Plantard. El Priorato no tiene ninguna relación con Tierra Santa. El Monte Sion del cual toma su nombre es una pequeña colina en las afueras de St. Julien-en-Genevois, en Francia, donde Plantard registró su asociación.1 Dan Brown sostiene que Pierre Plantard desciende de los merovingios (algo que el mismo Plantard empezó a afirmar a partir de cierto momento de su conturbada vida) y de Jesús y María Magdalena (algo que Plantard permitió que otros digan de él, pero más tarde negó). La aseveración de Brown de que Plantard vivió oculto por miedo a la Iglesia es también falsa.2 En realidad, Pierre-Athanase-Marie Plantard (1920-2000), hijo de un ayudante de cámara y una conserje, fue un inadaptado social, manteniéndose con pequeños trabajos y tratando de crear 1. Cf. http://priory-of-sion.com. Esta página web ofrece abundante documentación de primera mano sobre el pseudo-priorato. 2. Cf. DVC, pp. 260, 442; Massimo Introvigne, “Beyond The Da Vinci Code: History and Myth of the Priory of Sion”, junio de 2005, http://www.cesnur.org/2005/ pa_introvigne.htm.
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La Abadía (y no Priorato) de Sion Los cruzados reconstruyeron la iglesia del Monte Sion en Jerusalén, que estaba en ruinas. Puesta bajo los cuidados de los Canónigos de San Agustín, se convirtió en la Abadía del Monte Sion. No posee nada en común con el Priorato de Sion de Dan Brown. Después de la caída del Reino Cristiano, los monjes se trasladaron a Orleáns, Francia. En 1619 la comunidad dejó de existir y el Rey Luis XIII transfirió su patrimonio a los jesuitas.3 3. Cf. A. Allaria, s.v. “Canons and Canonesses Regular”, The Catholic Encyclopedia, vol. 3, p. 288-297; Bernard Hamilton, “Truth and Falsity in The Da Vinci Code”, The Times Literary Supplement, 8 de junio de 2005, www.the-tls.co.uk/this_week/story.aspx?story_id=2111067.
un mito para sí mismo. El 13 de febrero de 2004, Claude Charlot, jefe de los Archivos y el Museo de la Policía de París, escribió lo que sigue, en respuesta a un pedido de información del investigador inglés Paul Smith: Acerca de Pierre Plantard, alias “Pierre de France” o “Varrau de Verrestra”, tenemos archivada una pequeña carpeta designada #GA P7. Esta carpeta, con unas cuarenta páginas, esencialmente expone la actividad de Pierre Plantard durante la Ocupación. (...) Pierre Plantard aparentó ser un joven iluminado, descubriendo periódicamente hipotéticas conspiraciones “judeo-masónicas” y ofreciendo continuamente sus servicios, sin que nadie preste la menor atención, por cierto. Su peso político fue inexistente, su influencia, nula. Al parecer ocupó su tiempo creando movimientos más o menos ficticios (Renovación
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Nacional Francesa, Grupo de la Juventud Católica) y programas nebulosos (“Purga y Renovación de Francia”); escribió algunos boletines sin repercusión (Rénovation Française, Vaincre); y alardeó falsa amistad con políticos para darse importancia.4 UN DOSSIER FRAGUADO PUESTO EN LA BIBLIOTECA NACIONAL Dan Brown se refiere a un “importante documento” descubierto por la Bibliothèque Nationale llamado Les Dossiers Secrets. Está archivado con el número 4º 1m1 249.5 Este documento es una falsificación y fue colocado en la Biblioteca Nacional de Francia. Para dar credibilidad a sus disparatadas afirmaciones genealógicas y a su Priorato sin sentido, Plantard reclutó a un marqués belga en quiebra, Philippe de Chérisey (1925-1985). Juntos, falsificaron varios documentos y los depositaron en la Bibliothèque Nationale, en París, entre 1965 y 1967. Utilizando estos documentos falsos, un tercer cómplice, Gérard de Sède (1921-2004), especialista en asuntos esotéricos, escribió y publicó L’Or de Rennes en 1967, lo que volvió famosas las fantasías de Plantard.6 En este libro se basan una serie de otros tantos, que apilan absurdo sobre absurdo. Los autores de Sangre Sagrada, Santo Grial añadieron más confusión, al declarar que Plantard, además de descender de los merovingios, era descendiente en línea genealógica de Jesús y María Magdalena.7 4. Carta de Claude Charlot del 13 de febrero de 2004. Facsímil en francés en http:// priory-of-sion.com/psp/gap/cletter.html. Ver también http://priory-of-sion.com/psp/ id170.html. 5. Cf. DVC, pp. 206 y 326. 6. Cf. Massimo Introvigne, op. cit.; Gérard de Sède, Rennes-le-Chateau – le dossier; les impostures, les phantasmes, les hypothèse, París, Editions Robert Laffont, 1988, pp. 107-111; “Priory of Sion Parchments and Steven Mizrach”, http://priory-of-sion.com/ posd/parchments.html; Wieland Willker, “Codex Bezae and The Da Vinci Code: A Textcritical Look at the Rennes-le-Chateau Hoax”, http://www-user.uni-bremen.de/ ~wie/Rennes/. 7. Cf. Baigent, Leigh and Lincoln, passim.
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Acerca de estos documentos, Aviad Kleinberg, profesor de Historia de la Universidad de Tel Aviv, señala: La Biblioteca Nacional en París, tal como la Biblioteca Nacional y Universitaria Judía y la Biblioteca del Congreso, guarda documentos semejantes. Ella no es responsable por sus contenidos o calidad.8 Acerca de las fantasías contenidas en El Código Da Vinci, el mismo profesor comenta: ¿Qué hay de correcto en esta historia? Casi nada. Las principales opiniones de Brown son tomadas de una serie de fraudes elaborados en Francia en los años 30 y 40 por un grupo de creyentes de doctrinas esotéricas, extremistas de izquierda, antisemitas y partidarios de Pétain. Más tarde, este disparate cosechó publicidad y circuló en cierto número de libros, el más conocido de los cuales es “Sangre Sagrada, Santo Grial”, publicado en los 80 con enorme éxito. Todos estos fraudes (sobre el Priorato de Sion y la espuria lista de sus dirigentes) fueron descubiertos hace mucho tiempo, incluyendo los dossiers secretos, que Brown menciona como documentos auténticos de la Biblioteca Nacional de París.9
8. Aviad Kleinberg, “The Feminist Mystique”, Haaretz Daily, 7 de noviembre de 2003. 9. Ibid.
TERCERA PARTE El Código detrás del Código Gnosticismo: Doctrina e Historia
C APÍTULO XI El gnosticismo: La falsa sabiduría del demonio “Pues esa sabiduría no es la que desciende de arriba; sino que es terrena, animal, y diabólica”. — Sant. 3, 15. De acuerdo con la doctrina católica, Dios es infinito y, por lo tanto, posee en sí mismo toda la perfección posible; Él se basta a sí mismo para su felicidad eterna. Por tanto, no le era necesario crear el universo. Sin embargo, el bien tiende a difundirse. Y puesto que Dios es el Supremo Bien y es Todopoderoso, Él expandió su bondad creando. En un acto de amor completamente gratuito, Dios produjo de la nada el universo y todas las cosas que hay en él. Siendo reflejo de la perfección divina, la Creación rinde gloria extrínseca a Dios: “Los cielos publican la gloria de Dios, y el firmamento anuncia las obras de sus manos”.1 AMOR POR AMOR Dios dotó a sus criaturas angélicas y humanas de una voluntad libre, para que pudieran elegir amarlo a Él. Habiendo recibido el don inestimable de la existencia por amor, estas criaturas deben corresponder con gratitud y sumisión. REBELIÓN CONTRA EL BIENHECHOR En vez de esto algunos ángeles, admirando de un modo desordenado su propia perfección, pensaron orgullosamente: “semejante seré al Altísimo”.2 Abusando de su libre albedrío, rehusaron dar a Dios sumisión amorosa. De ahí el grito de rebelión de Lucifer: “No quiero servir”.3 1. Sal. 18, 2. 2. Is. 14, 14. Aquí el Profeta se refiere al rey de Babilonia. Algunos Padres de la Iglesia aplican este pasaje al demonio. 3. Jer. 2, 20. Ésta es también una aplicación más bien alegórica y espiritual que una estrictamente exegética.
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La Creación: Una expresión de la bondad de Dios “Dios, por su bondad y virtud omnipotente, no para aumentar su bienaventuranza ni para adquirirla, sino para manifestar su perfección por los bienes que reparte a la criatura, con libérrimo designio, juntamente desde el principio del tiempo, creó de la nada a una y otra criatura, la espiritual y la corporal, esto es, la angélica y la mundana”.4 4. Concilio Vaticano I, Constitución Dogmática sobre la Fe Católica, en Denzinger, nº 1783.
Estos ángeles rebeldes fueron expulsados del Cielo y arrojados a los abismos por San Miguel Arcángel y sus legiones.5 Nuestro Señor mismo mencionó esta derrota de Satanás cuando dijo a sus discípulos: “Yo estaba viendo a Satanás caer del cielo a manera de relámpago”.6 En el Jardín del Edén, Satanás, el engañador, el enemigo de la humanidad, tentó a nuestros primeros padres con el pecado del orgullo que lo había llevado a su propia caída: “ser como el Altísimo”. Incitó a Eva a desobedecer al Creador como un medio de llegar a ser igual a Él: “Seréis como dioses”.7 Desde entonces ha tentado incesantemente a la humanidad, con su sabiduría “terrena, animal y diabólica”.8
5. Apoc. 12, 7-9 . 6. Lc. 10, 18. 7. Gén. 3, 5. 8. Sant. 3, 15. Como dice San Pablo: “Pero el Espíritu [Santo] dice claramente, que en los venideros tiempos han de apostatar algunos de la fe, dando oídos a espíritus falaces y a doctrinas diabólicas, enseñadas por impostores llenos de hipocresía, que tendrán la conciencia cauterizada, quienes prohibirán el matrimonio y el uso de los manjares, que Dios creó para que los tomasen con hacimiento de gracias los fieles y los que han conocido la verdad” (1 Tim. 4, 1-3).
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GNOSTICISMO: LA SABIDURÍA DEL DEMONIO La gnosis (conocimiento en griego), o gnosticismo, es un conjunto de doctrinas y prácticas a través de las cuales el demonio seduce al hombre para que éste se le una en su frustrada pretensión de ser como Dios. ¿Cómo puede esta proposición absurda parecer al menos plausible, ya que es opuesta a nuestra percepción acerca de nosotros mismos y del universo creado? ¿Cómo puede haber paridad entre una criatura finita y mortal, y el Dios infinito y eterno? ¿Cómo destruir en el hombre su natural sentido de gratitud y sumisión hacia Dios, a quien debe no sólo la existencia sino la conservación en ésta, la elevación al estado de gracia, y la Redención? Para poner a la criatura y al Creador al mismo nivel, sería preciso negar la diferencia fundamental que existe entre ellos. Se debe hacer creer que la criatura y el Creador son iguales en naturaleza, y que la creación del universo no se debe a un acto libre de amor de parte de Dios. UNA VERDAD CONOCIDA SÓLO POR LOS ILUMINADOS De esta manera, el gnosticismo —sabiduría “terrena, animal y diabólica”— forja mitos para explicar la naturaleza divina y la naturaleza humana, la creación y la salvación. Estos mitos no sólo son contrarios a la Revelación Divina y a los sanos principios filosóficos, sino también a la propia experiencia humana. Los sistemas gnósticos promueven una nueva dimensión de la realidad, que trasciende las limitaciones de los simples mortales y es conocida solamente por aquellos que reciben las iluminaciones de la gnosis. Es un conocimiento mágico, distinto del conocimiento a través de la razón, que transforma a su poseedor en aquello que los gnósticos llaman un ser diferente, perfecto o espiritual (pneumático). Como todo lo que se basa en la falsedad, los mitos y teorías gnósticas están llenos de contradicciones internas y envueltos
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en un lenguaje oscuro y complicado. Ellos abarcan un elenco vertiginoso de seres y nombres. La confusión resultante es a veces erróneamente tomada como sabiduría profunda. EL MITO GNÓSTICO El aspecto multifacético del gnosticismo hace difícil dar una síntesis de él. Sin embargo, así pueden resumirse sus puntos principales: 9 1. Dualismo: Dios versus la materia Dios es un ser completamente inaccesible, desconectado totalmente de la creación del universo visible o del destino del hombre. Es inaccesible e incognoscible hasta tal punto, que algunos gnósticos lo llaman el “No-Ser”.10 En oposición a Dios, existiendo también eternamente, está la materia, que es el principio del mal (dualismo). Dios emanó innumerables “eones” divinos, supramundanos, de perfección decreciente, los cuales tomados en su conjunto constituyen la plenitud (pleroma) de la vida divina. Estos eones son bisexuales, andróginos, o forman parejas con sus contrapartes (sizigias). El último de estos eones, la Alta Sofía (sabiduría) produjo una Sofía inferior (también llamada Achamoth), responsable por el mundo material.
9. Para un estudio más profundo, ver “Gnosticism”, en The Catholic Encyclopedia, vol. 6, pp. 592-602, y también los artículos sobre “Aeons”, “Demiurge”, “Antinomianism”, “Nicolaites” y “Albigenses”. También de utilidad y menos técnico, “Gnosticism”, en The New Catholic Encyclopedia, vol. 6, pp. 523-528, y “Jewish Gnosticism”, pp. 528533. Ver también Hans Jonas, “Gnosticism”, en The Encyclopedia of Philosophy (Nueva York, The MacMillan Co. & The Free Press, 1967), vol. 3, pp. 336-342. Un estudio más completo del mismo autor es The Gnostic Religion. Sobre la lucha de la Iglesia primitiva contra el gnosticismo y para una buena explicación de las herejías gnósticas de ese tiempo, ver Jules Lebreton, S.J., y Jacques Zeiller, The History of the Primitive Church, vol. 1, pp. 355-359, vol. 2, pp. 617-715. 10. Así, el hereje gnóstico Basílides (siglo II d.C.) afirma: “Dios es el No-Ser, hasta Él, que hizo el mundo de lo que no era; No-Ser hizo No-Ser” (J. P. Arendzen, s.v. “Basilides”, The Catholic Encyclopedia, vol. 2, p. 327).
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2. La Creación, obra de un dios malo La Sofía inferior (“sagrado femenino”), habiendo satisfecho su deseo de conocer al dios incognoscible, fue expulsada del Pleroma. En un intento por reproducirse, ella se volvió andrógina (bisexual)11 y a través de la auto-fecundación concibió y dio a luz un ser malvado, fallido y distorsionado llamado el Demiurgo (artesano, fabricante). Este ser fallido, ignorante de su origen divino, de la sublime realidad del Pleroma, y de la existencia del dios inaccesible, creyó que él mismo era el único dios. Dotado con los poderes de su madre, Sofía, el Demiurgo creó después el universo visible, moldeando la materia eterna para este fin. Así, la creación del universo visible no es la obra de Dios o el resultado de un libre acto de amor, sino que proviene de un ser maligno, el Demiurgo (a quien los gnósticos identifican con el Dios del Antiguo Testamento). 3. Una partícula divina aprisionada dentro del hombre Por razones que varían según cada sistema gnóstico, una chispa divina cayó o fue engañosamente atraída a las regiones inferiores, quedando aprisionada dentro de la materia. Haciendo uso de esta materia que contenía la partícula divina, el Demiurgo y sus ayudantes, los Arcontes (gobernantes), crearon al hombre. El hombre está, entonces, compuesto de tres elementos distintos: el cuerpo material, un alma inmaterial (la psique) —dominada, sin embargo, por la materia— y el espíritu (pneuma), la partícula divina.
11. Ver capítulo IV.
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4. Mensajero en vez de Redentor Las semi-divinidades que residen en el Pleroma decidieron rescatar las partículas divinas aprisionadas en los hombres. Para este fin ellos enviaron un Mensajero o Iluminador cuya misión era revelar al hombre, por medio de una iluminación o conocimiento superior (gnosis), su verdadera naturaleza, puesto que, a causa del vínculo con su cuerpo material, el hombre había perdido la noción de su naturaleza divina. De esta manera, la revelación gnóstica no trata acerca de Dios y su obra, sino del hombre y su propia naturaleza divina: es una auto-revelación. 5. El hombre redime a Dios Sin embargo, para descender a las regiones inferiores y tratar de rescatar la partícula divina, este Mensajero o Iluminador tuvo que tomar una naturaleza humana (o más precisamente su apariencia, ya que él es un espíritu puro)12 y así exiliarse del Pleroma. De esta manera, en la medida en que este “salvador” salva al hombre, se salva a sí mismo, ya que ahora es capaz de dejar su exilio y retornar al Pleroma. Él es, por tanto, un salvador salvado.13
12. Los herejes docetas afirmaban que Nuestro Señor no fue verdadero Dios y verdadero hombre, que su cuerpo era una mera apariencia (dokesis, apariencia o semblanza en griego). Cf. J.P. Arendzen, s.v. “Docetae”, The Catholic Encyclopedia, vol. 5, pp. 70-72. 13. “El hecho de que en el cumplimiento de su tarea, el mensajero eterno deba asumir él mismo el destino de la encarnación y del exilio cósmico, y el hecho adicional de que, por lo menos en la variante persa del mito, él es en cierto sentido idéntico a aquellos a quienes llama —las partes anteriormente perdidas de su ser divino—, producen la estremecedora idea del ‘salvador salvado’ (salvator salvandus)”, (Hans Jonas, s.v. “Gnosticism”, The Encyclopedia of Philosophy, vol. 3, p. 340).
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6. La salvación a través del conocimiento (gnosis) A diferencia del cristianismo, la perfección y la salvación del hombre no se realiza a través de la fe y las buenas obras, sino a través del conocimiento, iluminación, gnosis. Por medio de esta iluminación, el hombre entra en contacto con la partícula divina aprisionada en él, y se separa, poco a poco, de la dominación de la materia, volviéndose espiritual (pneumático).14 7. Tres categorías de hombres Los gnósticos dividen a los hombres en tres categorías: a) los hílicos,15 totalmente dominados por la materia (la mayoría); b) los psíquicos,16 más perfectos pero todavía influidos por la materia; c) los pneumáticos,17 los perfectos o espirituales, a quienes les es permitida una completa licencia moral. 8. Reencarnación En general, los gnósticos son reencarnacionistas. Ellos creen que son necesarias sucesivas reencarnaciones para que la partícula divina sea enteramente libre para retornar al Pleroma. 9. Androginismo Diversos sistemas gnósticos presentan a la diosa y al primer hombre que son a la vez masculino y femenino.
14. “El Salvador gnóstico no salva. El gnosticismo no tiene la noción de expiación. No hay pecado que deba ser expiado, salvo que la ignorancia sea tal pecado. El Salvador tampoco beneficia con su sufrimiento vicario a la raza humana, en ningún sentido” (J.P. Arendzen, s.v. “Gnosticism”, The Catholic Encyclopedia, vol. 6, p. 595). 15. Del griego hyle, materia. 16. Del griego psyche, alma. 17. Del griego pneuma, aire, espíritu, aliento.
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Algunos de estos sistemas creen que el “pecado original” fue una separación del ser andrógino (Adán-Eva) en dos seres distintos, masculino y femenino. De esta manera, el gnosticismo es un rechazo absoluto de la enseñanza católica acerca de Dios, la Creación y la Iglesia. Es la mentira más vieja, más fundamental y más recurrente del demonio.18 Para evitar ser engañados con ella por el padre de la mentira, debemos tener en cuenta el consejo de Tobías a su hijo: “No permitas jamás que la soberbia domine en tu corazón o en tus palabras; porque de ella tomó principio toda especie de perdición”.19
18. Cf. H. Cornelis, O.P., y A. Léonard, O.P., La Gnose Éternelle, París, Libraire Arthème Fayard, 1959. 19. Tob. 4, 14.
C APÍTULO XII El gnosticismo: Una perversión de la Moral “No queráis engañaros, hermanos míos: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados... han de poseer el reino de Dios”. — 1 Cor. 6, 9-10. La ética gnóstica —al igual que otras normas de conducta— surge de una visión del mundo. Los errores de la cosmovisión gnóstica modelan su ética, y ésta resulta perjudicial para el individuo y para la sociedad. AMORALIDAD TOTAL Según el gnosticismo, la materia es el principio del mal. Ya que el mal moral es del cuerpo material, la noción de responsabilidad personal por las propias acciones queda eliminada. Asimismo, puesto que la perfección resulta de un conocimiento mágico, de una iluminación que lleva a un contacto directo con la divinidad, las buenas obras o la virtud no son necesarias; basta el conocimiento. Más aún, dado que la partícula divina interna no está tiznada de obras maléficas, el gnóstico no precisa de límites morales. San Ireneo —quien aprendió la Fe de San Policarpo, discípulo de San Juan Evangelista— fue el principal paladín de la Iglesia contra los gnósticos en el siglo II. En su libro Adversus Haereses (Contra los Herejes), él resume la argumentación gnóstica para la amoralidad de este modo: Por eso nos hace falta una buena conducta, pues de otra manera no podremos salvarnos. En cambio enseñan que ellos no se salvan por las obras, sino que, por el hecho de ser de naturaleza espiritual, se salvan automáticamente. Porque, así como lo que nace del lodo es incapaz de acoger la salvación
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—por no tener potencia de recibirla—, de igual manera lo que por naturaleza es espiritual —y de esta clase pretenden ser ellos— es incapaz de corromperse, sean cuales fueren sus actos. Sucedería como con el oro, que aun cuando caiga en el lodo no pierde su belleza; sino que conserva su naturaleza, pues el lodo es incapaz de dañar al oro. De igual manera, dicen, ellos no pueden sufrir ningún daño ni perder su sustancia espiritual, aunque se hundan en cualesquiera obras materiales.1 Esta licencia total debe ser practicada con el propósito de liberar la chispa divina interior. Como lo explica Hans Jonas: Esta libertad, sin embargo, es más que simplemente permisiva; su práctica está motivada por un interés metafísico. (...) Existe un deber positivo de llevar a cabo todo tipo de acción, no dejar nada por hacer, ninguna posibilidad de libertad sin realizar, para hacer que la naturaleza cumpla su cometido y agote sus poderes; sólo de esta manera se puede obtener la liberación final del ciclo de reencarnaciones.2 DOS EXTREMOS: LIBERTINAJE Y FALSO ASCETISMO El desprecio por la materia puede llevar a los gnósticos al mencionado libertinaje o a un falso ascetismo, en el que los gnósticos condenan, por ejemplo, el contacto carnal o lo limitan para prevenir la procreación y la proliferación resultante de partículas divinas aprisionadas.3 Es otra vez Hans Jonas el que nos dice: 1. San Ireneo de Lyon, Adversus Haereses, Libro I, Capítulo 6, nº 2, www.newadvent.org/ fathers/0103106.htm. 2. Hans Jonas, s.v. “Gnosticism”, The Encyclopedia of Philosophy, vol. 3, p. 340. 3. La campaña sistemática en la sociedad contemporánea contra la procreación, con su
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En esta vida, los pneumáticos —como los poseedores de la gnosis se llaman a sí mismos— son separados de la gran masa de la humanidad. La iluminación inmediata no sólo vuelve al individuo soberano en la esfera del conocimiento... sino que también determina la esfera de la acción. Hablando en general, la moralidad pneumática está determinada por la hostilidad hacia el mundo y el desprecio por todos los lazos mundanos. Sin embargo, de este principio se pueden derivar dos conclusiones contrarias, y ambas encuentran sus representantes radicales: el asceta y el libertino. El primero deduce de la posesión de la gnosis la obligación de evitar contaminación adicional del mundo y, por lo tanto, reducir el contacto con él al mínimo; el segundo deriva de la misma posesión el privilegio de una libertad absoluta.4 No debe confundirse el ascetismo gnóstico con el ascetismo cristiano. El asceta gnóstico, como su opuesto libertino, vilipendia el cuerpo humano, se opone a la propagación de la raza humana y busca destruir el vínculo entre la materia y el espíritu. En una publicación electrónica del Instituto de Estudios Gnósticos se puede leer: El objetivo de la vida gnóstica es la liberación, no la moralidad mezquina. Nuestra mira está puesta en retornar al hogar en el Reino de la Luz (Pleroma), no en mantener estándares morales. Aunque puede ser que el gnóstico no acepte totalmente la máxima de que el fin justifica los medios, él está terriblemente cercano. (...) promoción de la contracepción, el aborto y la homosexualidad, muestra una profunda afinidad con la gnosis que muchos no logran ver. 4. Hans Jonas, The Gnostic Religion, p. 46.
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La intromisión de la moralidad dentro de la práctica gnóstica es irritante y nociva. Dado que nuestro objetivo es el Pleroma, ambos caminos son igualmente valiosos siempre y cuando estén encaminados a su objetivo. El ascetismo y la satisfacción son, en realidad, dos fases de un mismo proceso, en cierto sentido pueden ser vistas como los polos negativo y positivo del sentido continuum; 5 ninguno es de suyo aceptable o inaceptable moralmente. Aunque la reproducción y los valores familiares son rechazados de todo corazón por la gnosis, más allá de este requisito, el uso de la sexualidad vía el ascetismo o la satisfacción es una elección que el estudiante hace a lo largo del camino.6 PECANDO POR ODIO A DIOS En su estudio sobre el gnosticismo, J. P. Arendzen escribe acerca de los gnósticos de los primeros siglos de la Iglesia: Como fue dada una ley moral por el Dios de los judíos [el Demiurgo] y la oposición al Dios de los judíos era un deber, el incumplimiento de la ley moral para contrariar a su dador fue considerada una obligación solemne. Dicha secta, llamada los nicolaítas, que existía en los tiempos apostólicos, tenía como principio, según Orígenes, parachresthai te sarki [uno debe abusar de su propio cuerpo]. Carpócrates, a quien Tertuliano (De animæ, xxxv) llama brujo y fornicador, fue contemporáneo de Basílides. Uno sólo podía escapar de los poderes 5. N. del T. Continuum: Un todo, sucesión o extensión, de naturaleza no espacial, que se caracteriza por ser continuo, de tal modo que ninguna porción es distinguible de las que la rodean. Cf. The American Heritage Dictionary of the English Language, 4a. ed., Boston (Massachusetts), Houghton Mifflin Company, 2000. 6. http://pages.zoom.co.uk/thuban/html/dark.htm.
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cósmicos a través del cumplimiento de las propias obligaciones hacia ellos, por medio de una conducta infame. Despreciar todas las leyes y hundirse uno mismo en la Mónada a través del recuerdo de la propia preexistencia en la Unidad Cósmica; tal era la gnosis de Carpócrates. Su hijo Epifanes siguió la doctrina de su padre tan estrechamente que murió como consecuencia de sus pecados a la edad de diecisiete años.7 PERDICIÓN SOCIAL Puesto que la moral es lo que permite a las personas vivir juntas en armonía y cooperación mutua, la aceptación extendida del gnosticismo y su amoralidad llevará necesariamente a la destrucción de la sociedad. El orgullo y la sensualidad gnósticos harán del hombre un homo homini lupus, un lobo para con su prójimo, tan lleno de odio y tan egoísta como él. 7. J. P. Arendzen, op. cit., p. 599.
El erotismo místico gnóstico y el movimiento homosexual El erotismo místico gnóstico al que hace referencia El Código Da Vinci tiene mucho en común con el movimiento homosexual. Repetimos aquí lo que escribimos en el libro En Defensa de una Ley Superior: ¿Por qué debemos oponernos al seudo “matrimonio” y al movimiento homosexual? Este deseo de amalgamar hombre y mujer en un nuevo género está en el núcleo de la ideología homosexual. De hecho, el fundador del movimiento, Harry Hay, inicia su manifiesto de fundación de la Sociedad Mattachine con las
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palabras ‘Nosotros, los andróginos del mundo...’ 8 A lo largo de milenios, la gnosis o el gnosticismo fue la fuente del erotismo místico. Un mito ocultista gnóstico que aparece en las religiones paganas antiguas y actuales sostiene que al inicio de la Creación había un ser al mismo tiempo femenino y masculino. (...) La mitología gnóstica sostiene que la “redención” del hombre consiste en reunificar los dos sexos y restaurar al ser andrógino primitivo. (...) El antagonismo entre el movimiento homosexual y el cristianismo es mucho más profundo de lo que aparece en los argumentos psicológicos, científicos, sociales y políticos que frecuentemente se discuten. Harry Hay, fundador del Movimiento, deja claro que el antagonismo es religioso. Por lo tanto, revela que la “revolución moral” del movimiento es parte de un inmenso esfuerzo para suplantar la Cristiandad por un misticismo gnóstico, neopagano, erótico.9 8. Sociedad Norteamericana de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad (TFP). En Defensa de una Ley Superior: ¿Por qué debemos oponernos al seudo “matrimonio” y al movimiento homosexual? (Santiago de Chile: Acción Familia, 2004), p. 116. 9. Ibid., p. 117.
C APÍTULO XIII La tentativa del gnosticismo de infiltrarse en la Iglesia El gnosticismo ha sido considerado durante mucho tiempo como una herejía cristiana, pues tan pronto como el cristianismo comenzó a expandirse, aquél buscó infiltrarse en éste, adoptando conceptos y lenguaje cristianos. El Nuevo Testamento, los Padres de la Iglesia y los Escritores Eclesiásticos se refieren repetidas veces a la difícil lucha de la Iglesia primitiva contra esta tentativa esencialmente pagana de copar al cristianismo. “Esta lucha —escribe el P. Jules Lebreton— no fue, sin embargo, infructuosa; ella dio a la autoridad de la Iglesia un mayor vigor, y al dogma una mayor precisión”.1 SIMÓN EL MAGO Ya en los Hechos de los Apóstoles, se nos habla de un mago llamado Simón que engañaba al pueblo de Samaria, donde se le llamaba “el gran poder de Dios”. Más tarde el pueblo y el propio Simón se convirtieron, siendo bautizados por el diácono Felipe. Cuando los Apóstoles Pedro y Juan llegaron a Samaria para administrar el sacramento de la Confirmación, Simón, asombrado de los prodigios que obraban, trató de comprarles lo que era en realidad un don del Espíritu Santo.2 En su escrito “Los magos no son dignos de la confianza de los cristianos”, San Justino Mártir escribe que este pretendiente a líder cristiano fue más tarde adorado como un dios en Roma. 3 GNÓSTICOS EN LA IGLESIA DE CORINTO En sus Epístolas a los corintios, San Pablo critica la presencia entre ellos de libertinos y blasfemos que declaraban “anatema a 1. Lebreton y Zeiller, op. cit, vol. 1, p. 359. 2. Hech. 8, 9-24. 3. San Justino Mártir, Primera Apología, capítulo XXVI (www.newadvent.org/fathers/ 0126.htm).
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Jesús”.4 Tal era la práctica de los gnósticos “cristianos”, quienes no aceptaban que Jesús era verdadero Dios y verdadero hombre. San Juan llama a estos “cristianos” mentirosos. 5 Asimismo, San Pablo los condena. Ahora, pues, yo os declaro [que ningún verdadero profeta], ningún hombre que habla inspirado de Dios, dice anatema a Jesús. Ni nadie puede confesar que Jesús es el Señor, sino por el Espíritu Santo.6 El que no ama a Nuestro Señor Jesucristo, sea anatema: Maran Atha.7 OTRAS CONDENACIONES Otras epístolas escritas por los Apóstoles, los Evangelios y el Apocalipsis contienen condenaciones a los gnósticos. San Judas denuncia a hombres sin la gracia de Dios que se han infiltrado en la comunidad cristiana, en la que “amancillan éstos también su carne, menosprecian la dominación y blasfeman contra la majestad”.8 San Juan fulmina a los “cristianos” que niegan que Cristo es Divino y uno con el Padre. Él los llama anticristos.9 En el Apocalipsis destina a la condenación a los nicolaítas, “cristianos” gnósticos opuestos a la ley moral. Dice que tales “cristianos” no son verdaderos cristianos sino que pertenecen a la sinagoga de Satanás.10 San Pedro advierte a los cristianos que no crean en “fábulas ingeniosas” sino que acepten el testimonio de los Apóstoles
4. 1 Cor. 12, 3. 5. 1 Jn. 2, 22. Cf. Walter Schmithals, Gnosticism in Corinth, Nueva York, Abingdon Press, 1971, p. 127. 6. 1 Cor. 12, 3. 7. 1 Cor. 16, 22. 8. Jud. 1, 4-8. 9. 1 Jn. 2, 18-22. 10. Apoc. 2, 6 y 14-15.
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acerca de la vida, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, pues fueron “testigos oculares de su grandeza”.11 San Pablo califica como “doctrinas diabólicas” 12 las prohibiciones gnósticas del matrimonio y de otras prácticas legítimas. Finalmente, Santiago previene contra la “sabiduría” que es “terrena, animal y diabólica”.13 SAN JUAN REFUTA EL GNOSTICISMO San Jerónimo, Padre y Doctor de la Iglesia (340-420), sostiene que el Apóstol Juan escribió su Evangelio para refutar a los gnósticos. San Juan Evangelista, el último de los Apóstoles, a quien Jesús amaba especialmente y el cual se recostó en el pecho de Nuestro Señor, extrajo un manantial de la más pura doctrina, de suerte que fue el único que mereció oír, al pie de la Cruz, las palabras “Ahí tienes a tu madre”. Ya en su tiempo, los herejes cerintios 14, ebionitas 15 y otros, que negaban que Cristo hubiese venido al mundo en su carne, habían diseminado sus semillas por toda el Asia. San Juan, que en sus epístolas los llama herejes, fue requerido con insistencia por los obispos de Asia y legados de muchas iglesias para escribir
11. 2 Pe. 1, 16. 12. 1 Tim. 4, 1-3. 13. Sant. 3, 15. 14. “Cerinto distinguía entre Jesús y el Cristo, uno de los eones superiores, descendido sobre Jesús, el hijo del Demiurgo, y más tarde salió de él para retornar al Pleroma” (Lebreton y Zeiller, op.cit., vol. 2, pp. 620-621, nota 7). 15. “Las doctrinas de esta secta son calificadas por Ireneo como semejantes a las de Cerinto y Carpócrates. Ellos negaban la divinidad y el nacimiento virginal de Cristo; se aferraban a la observancia de la Ley Judía; consideraban a San Pablo un apóstata y utilizaban únicamente el Evangelio según San Mateo (Adv. Haer., I, xxvi, 2; III, xxi, 2; IV, xxxiii, 4; V, i, 3)” (J.P. Arendzen, s.v. “Ebionitas”, The Catholic Encyclopedia, vol. 5, p. 243).
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acerca de la divinidad del Salvador; y con este fin, como lo manifestaré, para formular valientemente y con destreza qué es el Verbo de Dios. De ahí que la Historia Eclesiástica 16 narre que, presionado por sus hermanos para escribir, él les respondió que escribiría siempre y cuando todos ellos ayunaran para suplicar a Dios. Cuando el ayuno terminó, imbuido de la Revelación él pronunció las primeras palabras venidas del cielo: “En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio en Dios”.17 NINGÚN DEMIURGO HA CREADO EL MUNDO En las palabras que siguen a las citadas por San Jerónimo, San Juan contradice las afirmaciones gnósticas de que el Demiurgo creó el mundo y Jesús no era el Verbo Encarnado. En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio en Dios. Por Él fueron hechas todas las cosas: y sin Él no se ha hecho cosa alguna de cuantas han sido hechas. En Él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no la han recibido.18 El Verbo se hizo carne, y habitó en medio de nosotros; y nosotros hemos visto su gloria, gloria cual el Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.19
16. Escrita por Eusebio de Cesarea en el año 325. 17. Cit. por P. Cornelio a Lápide, Commentaria in Scripturam Sacram - Commentarius in Evangelium S. Joannis, París, 1881, vol. 16, p. 288. 18. Jn. 1, 1-5. 19. Jn. 1, 14.
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NINGUNA CHISPA DIVINA ESTÁ NECESITANDO SER LIBERADA Corrigiendo la idea gnóstica de que el hombre es divino debido a la “chispa divina que lleva dentro”, San Juan explica que podemos participar en la vida de Dios a través de la gracia sobrenatural, lo cual es una verdadera adopción como hijos de Dios. Él era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue por Él hecho, y el mundo no le conoció. Vino a su propia casa, y los suyos no le recibieron. Pero a todos los que le recibieron, que son los que creen en su nombre, les dio poder de llegar a ser hijos de Dios. Los cuales no nacen de la sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de querer de hombre, sino que nacen de Dios.20 De la plenitud de Éste hemos participado todos nosotros.21 LA VERDAD Y EL TESTIMONIO POR EL MARTIRIO Atacada interiormente en su doctrina por los gnósticos, la Iglesia fue también perseguida con violencia desde el exterior. Desde la muerte de Nuestro Señor en la Cruz hasta el edicto de Constantino del año 313, que otorgaba libertad a la Iglesia, innumerables cristianos pertenecientes a todas las clases sociales fueron martirizados por mantener la Fe. Los Apóstoles (a excepción de San Juan), filósofos como San Justino, damas nobles como Santa Cecilia, soldados como los de la Legión Tebana, sacerdotes, obispos y Papas; todos dieron sus vidas por Cristo. 20. Jn. 1, 9-13. 21. Jn. 1, 16.
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C APÍTULO XIII
Y, no obstante, mientras más mártires había, más crecía la Iglesia, pues como dice Henri Daniel-Rops en un estudio sobre la Iglesia primitiva, la sublimidad de este testimonio de sangre conmovía a las almas. Hay algo contagioso en el heroísmo, al cual el alma humana, aunque pueda no contener en sí mucha nobleza, es muy susceptible. (...) En consecuencia, la epopeya de los mártires no es un mero episodio temporal, ya terminado y pasado, ni un determinado período de la historia. Es un hecho de importancia única que radica en el corazón mismo de la fe cristiana, la cual está vinculada con las partes más esenciales de los dogmas cristianos.22 Así, la Iglesia primitiva prevaleció y derrotó al gnosticismo, no en virtud de alguna ayuda de Constantino, sino por la fuerza de su doctrina divina y el testimonio de sus mártires.
22. Henri Daniel-Rops, The Church of Apostles and Martyrs, Garden City (Nueva York), Image Books, 1962, pp. 248, 253.
Conclusión Así como otros antes que nosotros, a lo largo de este libro hemos tratado de proporcionar los argumentos básicos para refutar los sofismas y errores históricos que contiene El Código Da Vinci. Nuestra intención fue presentar de un modo claro y equilibrado las razones por las cuales debemos oponernos a El Código Da Vinci, especialmente a sus afirmaciones blasfemas y falsedades lanzadas contra la Iglesia Católica. Sin embargo, ése no es nuestro único objetivo. RECHAZANDO COMPLETAMENTE EL CÓDIGO DA VINCI Aun si El Código Da Vinci de Dan Brown fuese una simple obra de ficción que no pretendiera estar basada en hechos verdaderos, estudios académicos y documentos verosímiles, su ataque blasfemo a la Fe católica seguiría mereciendo nuestro rechazo indignado. Estas acusaciones e insinuaciones son lo que nos mueve a la reparación y a la acción. Adoramos a Cristo como el Dios-Hombre y creemos en la Iglesia que es Una, Santa, Católica, Apostólica y Romana, el Cuerpo Místico de Cristo. Por eso, rechazamos las blasfemias de Dan Brown contra nuestro adorable Salvador y también sus afirmaciones sin base histórica de que Constantino fundó la Iglesia e impuso la creencia en la divinidad de Cristo. Al ver nuestra Fe tan atacada y a nuestro Dios tan ofendido, somos también ofendidos y nos sentimos en el deber de alzarnos en una protesta pacífica. UNA OFENSA PÚBLICA Nuestras protestas adquieren una especial urgencia por el hecho de que El Código Da Vinci no es una oscura obra de ficción cualquiera: es un éxito en materia de ventas con más de 35 millones de ejemplares publicados alrededor del mundo.
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CONCLUSIÓN
Hollywood ha invertido sus mejores recursos en una versión cinematográfica que difundirá su falso mensaje a lo largo y ancho del planeta. Es difícil imaginar una promoción más extensa de las ideas contenidas en ese libro. Nuestro propósito al escribir este libro es fortalecer al lector contra las dudas insidiosas introducidas tan subrepticiamente y en tan gran escala. La mayoría de católicos simplemente no tiene a la mano los argumentos para refutar las absurdas acusaciones que han circulado tan ampliamente. Ellos necesitan una defensa contra quienes van a utilizar la película para cuestionar a los verdaderos católicos sobre su Fe. Al mismo tiempo, es una respuesta pública a una ofensa pública. Nuestra defensa consiste en afirmar lo que la Iglesia Católica siempre ha enseñado, durante dos mil años; una doctrina tan firme como la Roca de Pedro. Proclamamos con legítima ufanía que la Iglesia, a diferencia de sus enemigos, no tiene secretos ni códigos ocultos, y nunca ha temido proclamar la verdad en su integridad. Desafiamos la fanfarronería vana y pretenciosa de los promotores de la película que afirman que “sacudirá los cimientos del cristianismo” o que “cambiará el curso de la humanidad para siempre”. UNA PARTE DE LA GUERRA CULTURAL Para comprender en su integridad la gravedad del ataque de El Código Da Vinci a la Iglesia Católica, se debe ir más allá de su impacto individual. Ésta no es una película ofensiva aislada. Es parte de una ola de películas, obras de teatro y exhibiciones de “arte” blasfemas que, de un lado, van volviendo a los católicos insensibles para defender su Fe y, de otro, descristianiza nuestro país, al burlarse de todo lo que consideramos como más sagrado. De esta manera, El Código Da Vinci y otras obras semejantes deben ser insertadas en el contexto de lo que los analistas políticos han llamado una guerra cultural que se está librando entre el cristianismo y el laicismo militante.
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Algo de esta lucha brutal puede verse en los esfuerzos para desterrar a Dios y a sus Diez Mandamientos de los lugares públicos. Otro gran ataque viene de las modas y los medios de comunicación que proclaman una “libertad” sexual cada vez más grande frente a la ley moral de Dios, a través de la pornografía, la anticoncepción, el adulterio, el divorcio, la homosexualidad, y, ahora, a través del “matrimonio” homosexual. Sin embargo, la ola de blasfemias apunta todavía más lejos, y trata de arrancar de nuestras propias almas el amor a Dios y a su Santa Iglesia, ridiculizando, mofándose y sembrando dudas sobre los fundamentos de nuestra Fe. Vivimos en medio de la inseguridad de la amenaza terrorista. Si tenemos buenas razones para temer los terribles daños materiales que ocasionan estos ataques físicos, ¿no debemos también temer los devastadores efectos que, en la esfera espiritual, pueda causar este ataque cultural que produce estallidos en la profundidad de nuestras almas, sacudiendo y destruyendo las certezas, principios y creencias? ¿No debemos defendernos y desafiar no sólo a El Código Da Vinci, sino a toda la ola de blasfemias? EL CÓDIGO POR DETRÁS DEL CÓDIGO Resulta irónico que una película que afirma desenmascarar un código oculto contenga a su vez su propio código oculto. Al desenmascarar el código que está detrás de El Código Da Vinci, esperamos dejar descartadas las afirmaciones en el sentido de que el libro o la película son solo entretenimiento. Mezclada con la adrenalina de sus vertiginosos episodios, se encuentra una exposición a favor de los principios del gnosticismo, la falsa sabiduría del demonio, con todo su misticismo y superstición. El gnosticismo ofrece la justificación doctrinal para el desprecio de toda vida y, en verdad, de la creación entera. Es una religión que promueve las perversiones de la moral. En suma, contradice las enseñazas de la Iglesia en todos los puntos.
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CONCLUSIÓN
El Código Da Vinci invita al lector inadvertido a considerar favorablemente una visión gnóstica de Dios y de la sociedad. Pide al lector que acepte una caracterización que pinta a la Iglesia Católica como enemiga de la humanidad y presenta al diablo como un “santo cojo”. Frente a este código oculto, sería inconcebible que simplemente nos crucemos de brazos y permanezcamos en silencio. UN DIOS INJURIADO Finalmente, invitamos a nuestros lectores a considerar a este Dios tan ultrajado. ¿Qué ha hecho este Dios para merecer un trato semejante? En realidad, este Dios ha hecho todo para merecer nuestro amor, veneración y adoración. Este Dios se hizo carne y habitó entre nosotros. Su maravillosa Natividad ha cautivado a las naciones en todas las épocas. La riqueza de sus enseñanzas ha desafiado a los más grandes intelectuales. Sus obras y milagros dieron testimonio de su deseo de venir en nuestro socorro. Éste fue un Dios que llevó su amor por nosotros hasta el sublime ápice de ofrecer su vida para nuestra salvación. Fue crucificado, murió y fue sepultado por nosotros. Resucitó de entre los muertos, estableció su Iglesia, y nos abrió las puertas del Cielo. De esta Iglesia surgió una gloriosa Civilización Cristiana. Él hizo todas estas cosas por nosotros. Él sólo busca nuestro bienestar. No escatima ningún medio para llamarnos a la salvación. Este libro ha sido escrito para encender en nosotros un mayor amor hacia la adorable Persona de Nuestro Señor Jesucristo. Es nuestro deber defender su honor como un acto de gratitud y alabanza. Lo justo es que contrarrestemos las fantasías del gnosticismo y su anti-iglesia con una fidelidad creciente a la Santa Iglesia Católica fundada por Nuestro Señor Jesucristo. Si hacemos nuestra parte, podemos estar seguros de que este Dios bondadoso y su Santísima Madre acudirán en nuestro auxilio para conducirnos a la victoria.
APÉNDICE Contrarrestando la onda blasfema La TFP Norteamericana y su campaña “América Necesita de Fátima” ha promovido eficaces protestas legales y pacíficas contra las siguientes blasfemias: 1978 – “Expectación del Aborto”, de Planned Parenthood. Una caricatura de la Santísima Virgen encinta diciendo “¿A mí qué me importa?” 1985 – La película Dios te Salve, María. Una parodia de la Anunciación y del nacimiento virginal. 1988 – La película La Última Tentación de Cristo. Retrata a un Jesús dudando de su divinidad y fantaseando sobre un matrimonio con la prostituta María Magdalena. 1997 – La exhibición de una estatua de Nuestra Señora de Gracia con un tubo de desagüe a través de su vientre, en el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles. 1998 – La obra teatral Corpus Christi. Que muestra a un personaje llamado Joshua (Jesús en hebreo) que tiene relaciones homosexuales con sus “apóstoles” y una larga aventura pasional con Judas. 1999 – La película Dogma. La historia de un supuesto descendiente de Jesús que trabaja en una clínica de abortos. 1999 – La obra de teatro La más Fabulosa Historia Jamás Contada, que presenta la historia sagrada desde una perspectiva homosexual. Se inicia con “Adán y Esteban” expulsados del Jardín del Paraíso y termina con la Santísima Madre caracterizada como una lesbiana. 2000 – La exhibición de un collage hecho en computadora de una Virgen de Guadalupe en bikini llevada en el aire por un ángel femenino con el torso
descubierto, en el Museo de Arte Popular Internacional de Santa Fe, Nuevo México. 2001 – La muestra de fotografías de una mujer desnuda ocupando el lugar de Jesús en la Última Cena y de una mujer con el torso desnudo en una cruz, en el Museo de Arte de Brooklyn. 2002 – La obra teatral Jesús Tiene Dos Mamás, una reelaboración lésbica de la Natividad de Nuestro Señor. 2002 – Las tarjetas de Nobleworks con bromas sucias y caricaturas sobre Jesús, María y la Fe católica. 2002 – La exhibición de figuras del Papa, un obispo y una monja defecando, en el Centro Norteamericano del Vino, Alimentos y Artes. 2002 – “La Petite Camera, Cambio de Imagen Papal”. Una caricatura aparecida en el diario Chicago Reader mostrando al Papa repartiendo unas “píldoras rojas anticonceptivas y excitantes” y diciendo: “Estábamos bromeando sobre eso del Pecado Original”. 2002 – El filme El Crimen del Padre Amaro. Que muestra a un sacerdote teniendo relaciones con una joven de dieciséis años bajo el manto de una imagen de la Virgen de Guadalupe, y a un gato callejero comiendo una hostia consagrada que fue escupida en el piso. 2003 – La película Las Hermanas Magdalena, que da la idea de que la Fe católica es absurda, sus seguidores sádicos, inmorales y desequilibrados. 2003 – El libro El Código Da Vinci. Una versión gnóstica de la vida de Cristo. El Nuevo Testamento sería parte del encubrimiento de la verdad que la Iglesia Católica habría hecho durante siglos. 2004 – La venta por parte de Urban Outfitters de muñecos de Jesús con ropa cambiable. Incluye una camisa estilo hawaiano, una camiseta con una calavera y un disfraz de diablo. 2005 – El remate por medio de Ebay.com de una hostia supuestamente consagrada por el Papa Juan Pablo II.
Indice Indice Permiso de transcripción denegado ......................................... 6 Prólogo ..................................................................................... 7 ¿Por qué debemos movilizarnos contra El Código Da Vinci? ........................................................... 9 Un resumen del gnosticismo: .................................................. 11 Una “historia” ocultista bajo la forma de una novela de suspenso ......................... 15 ¿Qué es la ficción histórica? .................................................. 17 La ficción ha servido de arma contra el cristianismo durante mucho tiempo .................... 21 Villanos católicos y héroes ocultistas ..................................... 23 Opus Dei ................................................................................ 24 El Evangelio según Brown: Un Cristo mortal y una Magdalena divina ........................ 27 La diosa andrógina del erotismo gnóstico ........................................................ 31 Un feminismo gnóstico-“cristiano” ........................................ 32 Falta de seriedad intelectual de Brown .................................. 35 Católicos disidentes utilizan El Código Da Vinci ............................................... 37 ¿Luciferianismo en El Código Da Vinci? ............................... 39 El Dios que está siendo tan injuriado: La adorable Persona de Nuestro Señor Jesucristo ............................................. 47 ¿Sagrada Eucaristía o Santo Grial? ....................................... 53 La verdadera Santa María Magdalena .................................. 55 La Divina Revelación y la autoridad del Nuevo Testamento ...................................... 63 Evangelios verdaderos y evangelios gnósticos ....................... 70 Los Caballeros Templarios ..................................................... 73 Acusaciones dudosas contra la Orden del Templo .............................................. 79 El Priorato de Sion: Una ficción de mitómanos y falsificadores ............................................... 81
La Abadía (y no Priorato) de Sion ......................................... 82 El gnosticismo: ....................................................................... 87 La falsa sabiduría del demonio ............................................... 87 La Creación: Una expresión de la bondad de Dios ............................................................. 88 El gnosticismo: ....................................................................... 95 Una perversión de la Moral ................................................... 95 El erotismo místico gnóstico y el movimiento homosexual .................................................... 99 La tentativa del gnosticismo de infiltrarse en la Iglesia ..................................................... 101 Conclusión ............................................................................ 107 Apéndice ............................................................................... 111 Contrarrestando la onda blasfema ........................................ 111
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