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8dpov'to' vuv oe 'to DV au'to ou yiyvt'tal ouo£ q>9dp&'tat' eK t1VO~ yap elV ky{YVE'tO. caa Otl Errt1V 01t&P ctvai 't\ Kat EVtpytiq., 7t&pt 'tau'ta OUK Ea'tlv cmaf119~val aAA' il vOElv il J.lTl Sabre el 'ti Eon, tal y como aqui se , afirma (en armonia can 10 dicho en De anima lIt), el error s610 es posible Ka'tu crullI3EJ}l1J(Oc;. Esto vale tambi(!n. por consiguente, respecto de las substancias simples, en las cuales, segun la doctrina desarraUada en los Hbros VII y VIII de Metaflslca, el ente y el -c\ flv tlva\ son identicos. En eI caso del t\ Ean de las compuestas, en cambia, eI error se produce de dos maneras (v. supra, pc'igina 73): no s610 en cuanto se anade una deflflici6n a la cosa definida, sino, especialmente. en la medida en que dicha definici6n consta de partes que se contradicen entre 51. Asi, por ejemplo, si dijeramos que 3 es una magnitud continua . Este tipe de error es igualmente imposible respecto de substancias simples, cuya determinaci6n esencial no se puede componer a partir de genera y diferendas. Su esencia no pesee partes, ni por consiguiente tampoco su concepto. No poseemos idea alguna de Dios que, completa de este modo en su simplici-, dad, resulte adecuada a la substancia divina. Arist6teles prasigue diciendo: 'to 0& aA"oeC; 'to VO&lV au'tri.· 'to 0& 'V&UOO~ OUK scrttV, out) anri.'tl1, a'J..J..: aYV01a, DUX Ola r, TUCP,A,CJr1Jl;' il ~ev yap nlfPAOny; tattv ro~ av 81 'to V011't1KOV OAroC; J.l" £7(,01 't1~ (Trad.: -La verdadero es conocer esos seres; 10 falso no consiste en emr sabre elias, sino en 1a ignorancia, pero no como la ceguera: pues la ceguera ser'ia como si uno careciera completamente de la facultad inte1ectiva.)' Si can ella Arist6teles hubiera pretendido concedernos la capacidad de dicho canodmiento, habria admitido , a la vez, la posibilidad de un argumento ontol6gico. A panir de Ia naturaleza. as! captada, del ser necesario per S1, se podria deducir su existencia de fanna inmediata. 17 Vease tambien a1 respecto Categ. 5, 4.37; De tntetpr., 9. 18 Caleg. 7, 6b28: mlvta oE 'ta 1tP~ 't1 7tPO~ avtlatptcpov'ta AiyE'tat. otov b OOUAOC; 5£0"1[0'tou OOUAO~ A&ye'tal Kat 0 otcnto't11c; OOUAoU 5&mtO'tTl!;, 1(. f. A.. (Trad. : -Todo ]0 relativo se dice respecto a un redproco, v.gr.: el esclavo se llama esclavo del senor y el senor se llama senor del esc1avOo). Vease tambien ib., 7, b, 12. I!' Metaph . .1, 15, 1021a26: ta. tJ£v 00v Ka't' ap18J.lov Kat OUVaJ.llV M;yo~sva 7tpOC; 't'1 1tri.v'ta EO'tt 1tPO~ t1 't~ oTtep scr'ttv nAAOU AEyecr9al au'to ecr't1V, allci. tJ~ t!j nUo npo~ EKB1VO' 'to oi ~£'tP11tOV Kat 'to kmO'T11'tov Ka\ to olavorytov 'tCQ aAw 7tpO~ au'to A.CycaSal 1tPO~ 't1 J...8YOV'tO,l. fO 't& yap , la otra como forma y actOo). "Metaph. a, 2, 994.22: 5WiiC; -PP yfyvnu\ T05E EK Tou5E, 1\ roC; T05E f.iy&'tal ~.u:'ta ToSe, OlOV ES 'Icr9J.1{rov OAUJlmCl, ~ DUX QU'tCOC;. a:A.').,' roC; EK nateSo; uvftp jJ.£'tuj3ciAAOV'tOC;, ~ E~ ucSa'tOC; utlP. WC; J.1€V OUY EK natooc; avcSpa y{)'VeoGa£ cpaj..l£Y. roC; £K tOU ytYVOlJtVOU to ytyovOC;. II EK tOU f:7n'tEi..OUJ.1EVOU TET£M<J).lSVOV· ydp can Jle'ta~u. wc:mcp 'tou &tval Kat J.1~ £ivat y€ve01C;, DUtro Kat 'to ytyvOJ.lEVOV tOU Oy·toC; Kat J.l~ OYTOC;. Ecrn 0' () jJav6civwv ytYVOIl£VOC; buatTll-loov, Kat tout" eO'nv () Ae"(EtCll. on ytyvnat EK pul de las substancias, si bien no han de considerarse directamente pertenecientes al predicamento, si deben ser contadas como suyas29'. Y es que, aqui, la regIa sufre una excepci6n: la diferencia se anade al substantivo adjetivalmente y, por ello, uno podria verse inducido a considerar!a un accidente, por ejemplo, una cualidad. EI sujeto de la oraci6n es, por regia general, un substantivo. Como el sujeto de las categorlas como tales, i.e. como predicados de la substancia primera, es justamente una substancia primera, de ahi se sigue que la forma gramatical regular de los sujetos, el nomen substantivum, aparecera tambien regularmente en el . predicado cuando de dicho \mOKelJ.leVOV se prediquen las substancias, con 10 que el nomen substantivum sera la forma gramatical caracteristica de la primera categoria. Los accidentes tendran que repartirse en las otras formas. En cualquier caso, que los accidentes, tornados en abstracto, aparezcan tambien en forma substantiva, es algo que acontece de manera general y que no cabe considerar ya una excepci6n. Con todo, tal cosa carece aqui de importancia, pues en la determinaci6n de las categorias s610 merecen consideraci6n las palabras que son predicables de la substancia primera. Los abstractos, por consiguiente, merecen tan poca consideraci6n como las conjunciones, las interjecciones y las preposiciones 295 , Esto es algo que ponen c1aramente de manifiesto los ejemplos aducidos por Arist6teles en la explicaci6n de cada categoria, en su forma concreta: ypU].1].1U'ttKOV Igramatico/, no YPU].1J.1U'ttKTl Igramatica/, T1].1tcru Imediol, no l]].11creta Imitad/, 'tE].1V&t lelIa corta/, no 'tEJ.lVetv Icortar/, 'tE].1V&tat lello es cortado/, no 'tE].1v&cr9ut Iser cortado/, y los restantes'''' -
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o\avo\Q.' 1ttPl 'tel a.nMl Ka\ -ca. 't' to"ttV ouo' ElV 1'1) lhavo\q.. (Trad. : .En efeclO, la verdad comprende tanto la afirmaci6n sobre 10 que se da unido como la negaci6n sobre 10 que se da separado; la falsedad, a su vez, comprende la contradicci6n de estas dos panes ... La falsedad y la verdad no se dan, pues, en las cosas (como si 10 bueno fuera verdadero y 10 malo , inmediatamente falso), sino en el pensamiento. Y en 10 referente a las naturalezas simples y las esencias <10 verdadero y 10 falso> no existen siquiera en el pensamiento o). 's De Interpret. 4, 17a2: anoq)(:xvnKo~ 0& ou mi~ (entiendase: AOyO~), all' EV o,ivt:~9al il J.l~ otri. Ecrnv ,.. ~ ' "&0'1"1 y&V ~ 11 0, jJ~ Ecrnv, OlOV 11 oKlaypaq>la Kal"'~ 'to. &VU1tvtQ' 't((U'ta ~ap n, aAJ.. ' oux WV k,.L1tOt&l 't~v q>
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lhuvoT)'t"oy Cf11.I.aiv£\ on £<J'tlv a.UtO\) O\(lV01O., OUK con S' i1 6UlvotQ npo<; "COUtO 00 f:0'.t\ lhcivOlU' 51<; yap ta\noy ~\pr,.u:vov <Xv eiT}. (Trad.: ~Ciertamente, todas las casas que se dice que son relativas, bien num~ricamen te, bien scg6n la potencia, son relativas porque 10 que precisamente son se dice que 10 son de atta cosa, eso mismo que son, y no porque atra cosa sea relativa a elias. Lo mensurable, 10 cognoscible y 10 pensable, por el co ntra ria, se dice que son relativos porque otra cosa es relativa a elIos. En efeeto , 'pensable' significa que hay pensamienta de ello, pero el pensamiento no es relativo a aque110 de que es pensamiento, pues en tal easa se repetiria d os veces 10 mismo,.). La que vale del lhavOllt6v y de la otavo\a como potencia vale tambit'!n respecto de 10 realmente conocido y del acto de conocimiento, de la misma manefa que, en la nota penultima, 'to gepJlCXlVOV Y 'to 9EPJlCXlVOllEVOV se correspond!an igual que TO 9EPI'avttK6v y TO 9EPl'avt6v. Vease Melapb. I, 6, 1056, b, 34; 1057a9. " Melaph. e, 10, 1051b5: ou yap Btu TO 1]l'a<; o'(EGOat ciA.nQm<; GE A.eUKOV Elva\ £t i..eUKO~, UAAa oUI 'to erf. Elva\ AtUKOV iuJ.£l~ 0\ cpav't£~ 'tOUtO ciA."eEOOflEV. 21 Categ. 5, 4b8: 't~ .,.ap to 7tpan.ta Elva\ ~ ~~ £tVCXl, 'tou't(Q Kat 6 AOYOC; ciA.!1Or\<; fJ 'l'eu5r\<; .!ivat 1..i1"tuL 21 De Integ»: 1, 16a6: (lJV J-livto\ tau·t a crTlJl£la 7tpc6tro~, 't aUta Ttaer\ lta9Tl-Lata 'tt¥; ,+,UI1lc;. KCXt roy 'tcxuta 0J.1Ol00llata Ttpawcx'tcx ii811 'taum (Trad.: -Ahora bien, aquelto de 10 que estas casas (i.e. sonidos y lelras) son signos, primofdialmente. las afecciones del alma, <son> las mismas para todos, y aquello de 10 que estas son semejanzas, las CQsas, tambi~n son las mismas-). " Metapb. E, 4, 1027b 20; v. supra p . 64, nota 4. " De tnterpr. 4, 17, a, 2, v. supra p. 64, nota 5. 25 Metapb . a, I, 993b30: rocrO' £Kacrtov roc; &lE\ tou clVal. ouno Kat ttl; ciA."e&la<;. " lb. b28. cr. bI l. " Melaph . LI, 29, 1025a1: TU I'EV o0v OUTro M"fEtut 'l'euB, avOpcono<; BE 'V£u5~~ 0 tUXEPry; Kat 1tpOalpEttKO~ 'troY 'tOl01.hroV AOYCOV, 1111 01' &UPOV tl CtAAel 51' CXl>tO, Kat 6 UAAOl1. EJlTtOl11tlKO<; troy f010l.hrov A.oyrov, roOTtEP Kat 'tel 1tpawcx'ta cpaJlEV 'VEUO~ Elval, oera EJl1tOl£t <pav'tcxertCXV ~EUO~. 010 0 EV 'tc9 11t1t(q. A01O<'; 1tapaKpOUE'tal ch~ 0 au'to~ 'VEUO~<; Kal CtA1l9TiC;. 'tOY ouvalltVOV yap 'VEuerao8al AaIlPaVEl o/EUSTi. OUtO; 0' 0 c\ooo; Kai 0
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Sabre los multiples significados del ente seg(Jn Arist6teles
" Metapb. r. 2, 1003b6, v. supra p. 45.
'5 Mas arriba, cuando tratiibamos del QV KU'ta
UUJ.!PSP11KO<; descubrimos un modo en que cabe denominar ente a una negaci6n (v. supra p . 52). El modo del que aqui hablamos es distinto, pero aparece tambien claramente en aque) pasaje. Pues, si dijimos alii que 10 no-blanco es, puesto que es aquello en 10 que 10 no-blanco sucede (OUf'f3€f3'1KE, vease al respecto De fnletpr. 13, 23bl6), tal suceder es un ser, pero no un ser real, es un ov 00<; ai..T}9i<;. porque es verdad que el hombre es no-blanco. " Metapb . .1, 12, 1019b6: it 5 i] "<€PT]"t<; <,,
CAPiTULO CUARTO El ente segtin la potencia y el acto Cov DUVUIlEl Kut EVEpydq)
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Los dos sentidos del ente de los que todavia hemos de hablar, el ente que se distribuye en las categorlas y el OV OUVUI!Et Kat i;VEpydq., se copertenecen y estan unidos entre sl de la forma mas intima'. Par ello, comparten tambien la circunstancia de que la ciencia del ente, la metafisica, trata igualmente del uno como del otro2 , mientras que, como hemos vista, el OV Ku~d o'Vl!I3EllrlK6~ y el ser en el significado de 10 verdadero tienen en comun el quedar excluidos de ella. Como ·ente., par ser 10 mas general, se dice de todol, de ella se sigue que el objeto de la metafisica incluye en si todo, en la medida en que posee un ser extramental que, uno con el, Ie corresponde de modo propio. De ello se sigue que, al igual que el ente que se distribuye en las categorias, el ente en la significaci6n que vamos a tratar ahara es un OV Ko.O' o.u~o £1;(0 ~~~ Oto.vo{o.~ feme por sl fuera del pensamientof.
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Sobre los multiples significados del ente segun Arist6teles
EI ente seg(1n la patencia y e1 acto Cov BuvcijlS\
K£l1. EVSpyEiq.)
EI OV ouvdllEt cumple en la filosofia de Arist6teles una funci6n importante, al igual que el concepto de \)A.l], con el que coincide seglin la cosa misma4, mientras que el OV eyepydq. 0 bien es pura forma 0 bien viene actualizado por la forma. Cuando en epoca moderna se habla de 10 posible en relaci6n con 10 real, ai'iadiendo como tercer elemento 10 necesario, se trata de algo completamente distinto a 10 posible en el sentido del OUV(l'
potencias (a2 , b 3), y que se lIarnarian asi s610 Ko.'\'a IlS.o.cpopdv 6 • Habla aqui tambien de un -ente real en potencia., afmnaci6n que tiene su base en \a idea, tipicamente aristotelica, de que tambien algo no real y en sentido propio no-ente CIliJ ov)' existe, no obstante, en cierto modo, en la medida en que es seglin la potencia. Y esto es precisamente 10 que Ie conduce a incluir al ente en potencia en un significado especial, amplio, del ente rea!. lCual es, entonces, el liuvo..ov que, en tanto que real, pertenece al objeto de la metafisica y, en tanto que OV IiUVc1IlEt, se contrapone al ov l:vEpyeiq:? Arist6teles 10 define en el capitulo 3 del Iibro IX como sigue: .ouvo..ov es aquello respecto de 10 cual no resulta ninglin irnposible8 al sucederle la actualidad para la cual se Ie atribuye potencia·. En esta definici6n hay que hacer notar dos cosas: 1) que Arist6teles parece defmir 10 mismo por 10 mismo, pues deterrnina 10 liuvo.'\'ov desde 10 aliuvo.'t'Ov; 2) que en su definici6n se apoya en el concepto de evepyeto., cuya comprensi6n, par tanto, viene presupuesta en la definici6n. La primera objeci6n se resuelve teniendo en cuenta que el aliuvo.'\'ov se opone aqui a otro liuvo.'\'ov distinto de aquel a cuyo conocimiento aspiramos, precisamente al concepto 16gico del que acabamos de hablar. Se trata, pues, de 10 contradictorio. Lo segundo, por su parte, nos obliga a dirigir nuestra atenci6n primeramente a la evEpyeto.. EI ouvdllEt OV no puede definirse sin recurrir al concepto de EVEPYEto., pues esta es anterior seglin el concepto y seglin la suhstancia, como declara Metapb. e, 8: .Anterior a toda esta potencialidad. --dice Arist6teles- .es la actualidad, segun el concepto y segun la esencia•. ·Es necesario. -prosigue mas abajo-- -que el concepto y el conocimiento de esta
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§ 1. EI ente que se descompone en OV Evepydq; y ov 15uvapel es
el ente en el significado en que este nombre se atribuye no s610 a 10 realizado y existente con actualidad plena, i.e. a 10 realmente ente, sino tambien a la pura potencia real de ser
Sobre los multiples significados del ente segim Arist6teles
El ente seg11n la potenda y el acto Cov BuvdJ.lE\ Kat £VEpy&lq.)
Arist6teles, es ante todo el movimiento 10 que parece ser una i:v€PYEta 10. Con todo, la extensi6n del concepto no se limita a esto l l ,Que es, entonces, la i:v€pyeta? Arist6teles no nos da definici6n alguna, y declara expresamente que no cabe demandarla, pues el concepto de i:v€pyeta es algo tan originario y simple que no admite definici6n alguna y s610 puede ilustrarse inductivamente, mediante ejemplos12. Aduce, en este sentido, el caso de quien conoce algo, cuando con esta expresi6n se designa a quien esta efectivamente entregado a la contemplaci6n del objeto conocido. De el se dice, por tanto, que es cognoscente en acto (EVEpyd~). Se dice tambien que esta EVEPye{~ una estatua de Hermes que se ofrece ya esculpida y acabada, y no como trozo de madera en bruto 0 bloque de marmol en que el artista todavia no ha puesto las manos. Cuando alguien sabe algo, pero no realiza el acto de conocimiento en el momento presente; 0 cuando un bloque de piedra permanece en bruto y sin desbastar, ni aquel es realmente cognoscente (aunque podrla realizar el acto de conocimiento), ni este es realmente una estatua (aunque si 10 es en potencia)13. Nos vemos, por tanto, remitidos nuevamente al DV liuva~Et. Pues es tambien desde la relaci6n entre i:v€PYEta y ouva~t<; como mejor se aclara el concepto de EV€PYEta. Se comportan como .10 que edifica respecto de 10 que puede edificar, 10 que esta despierto respecto de 10 que esta dormido, y 10 que ve respecto de 10 que tiene los ojos cerrados, pero tiene vista, y 10 ya separado de la materia respecto de la materia, y 10 ya elaborado respecto de 10 que esta aun sin elaborar. De esta contraposici6n, a uno de los miembros Ie corresponde el acto, al otro la potencia.". A partir de todos estos ejemplos, podemos ver claramente que una cosa es en acto (EVEPye{~) aquello que es con perfecta actualidad. Y esta actualidad es 10 que Ie falta al OUVci~Et ov, si bien .respecto de aquello que algo es liuvci~Et, cuando Ie acontezca el acto de aquello para 10 cual se Ie atribuye la potencia,
no resultara de ello ningtin imposible •. Es, por ello, habitual que Arist6teles use indistintamente las palabras EV€PYEta y i:V~EA€xEta" --cia segunda de las cuales, como observan correctamente Alejandro y Simplicio16 , es igual a ~EA£tOn]<;, perfecci6n 17 • Pero, ,c6mo? Una mera posibilidad en las cosas, algo meramente posible, pero que existe, ,no es acaso un existente que no posee existencia? ,No es en si mismo una contradicci6n y una imposibilidad? Los megaricos, al menos, pretendian hallar en esto una contradicci6n. Y, como sucede a menudo (cuando, en lugar de resolver las contradicciones, 10 que se hace es negarles todo fundamento en el ser), negaban todo 10 meramente posible, toda potencia respecto de algo de 10 que una cosa no participa aun en acto. Para Arist6teles 18 , empero, no es dificil reducir al absurdo una afirmaci6n semejante. Pues, en tal caso, no habria constructores, cuando no estuvieran precisamente ocupados en construir, ni tampoco nadie que poseyera un arte de forma continua. Ahora bien, como es cierto que quien ha practicado un arte no olvida ni pierde inmediatamente sus conocimientos y destrezas; y como es igualmente cierto que al volver a ejercitarla no tiene que aprenderla y adquirirla de nuevo, hay que aceptar que el artista sigue siendolo tambien cuando cesa en su actividad. Por 10 demas, nada seria frio ni caliente, amargo 0 dulce, si no fuera sentido como tal por alguien, y seria correcta la afirmaci6n de Protagoras, cuando hace depender toda la verdad de la sensaci6n y la opini6n subjetiva 19 . Igualmente, habria que decir que un mismo hombre, pese a tener los ojos y los oidos sanos, se quedarla ciego y sordo muchas veces al cabo del dia, pues al cerrar los ojos y dejar de ver en acto no estaria ya, tam poco, dotado de visi6n en potencia, es decir, habria perdido la facultad misma de ver"'. Finalmente, toda generaci6n y corrupci6n de las casas resultaria completamente imposible, pues todo seria aquello que
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Sobre los multiples significados del ente segu.n Arist6teles
EI ente segUn la potencia y el acto (OY 5UyaJ.lEl Kat i:yepyEiQ.)
puede ser; en cambio, 10 que no puede ser, no podrla serlo nunca jamas. Y todo 10 que se dijera de cosas fururas 0 pasadas Los ejemplos aqul aducidos por Arist6teles, para derrotar a los megaricos y hacer patente la existencia y la legitimidad de su OUVUIlEt av, Ie sirven tambien, una vez mas, para despejar toda duda acerca del significado del 15uvdllEt av. Aunque qUiza nos reste todavia una forma mas de acJaraci6n, que ya hemos empleado mas arriba al deflnir el OV Kant !ru1lj3EllrIKO<;. Me reflero a la enumeraci6n de los diferentes modos del ente en potencia 0, mejor, de los diferentes modos en que diferentes cosas participan de este nombre, si es el caso (como efectivamente ocurre) que el ouvdllEt av no es un sin6nimo, y s610 ha de convenir a las diferentes cosas conceptua!izadas bajo el con una cierta unidad de analogla. En el !ibro V de Metafistca, cap. 12, se enumeran cuatro modos en que algo se denomina 15uVallt<;. Todos coinciden en ser principios de algo" y se reducen a un principio (en ello precisamente se funda su analogla 23), del eual reciben el nombre todos los demas. EI primer modo de 15uvall 1<; 0 potencia distinguido par Arist6teles es el principio del movimiento 0 de la variaci6n en otro, en tanto que otro". Esto ultimo se anade porque cabe la posibilidad de que el principio activo este contenido en el propio paciente, como cuando algo se mueve a sl mismo. Pero tampoco en este caso es la cosa moviente y movido, agente y paciente en referencia a 10 mismo. Una y la misma cosa actua y padece la actuaci6n, pero no en cuanto que es 10 mismo, sino en cuanto que es algo otro25 • EI segundo modo es la patencia pasiva, que es el principio conforme al cual algo es movido por otro, en tanto que otro26. Tambien esto ultimo se anade por una raz6n semejante, pues, aunque algo puede padecer algo de SI mismo, no 10 hace en cuanto es 10 mismo, sino en cuanto es algo otro.
EI tercer modo de la potencia es la propiedad de la impasibilidad, &I;t<; a.na9da<;, segiln la denomina Arist6teles (Metapb. 19, 1, 1046a13) esto es, aquella disposici6n de una cosa en virtud de la cual esta es completamente inca paz de pasi6n 0 de variaci6n 0, cuando menos, no resulta fkil hacer que vane a peor. Se trata de 10 que nosotros denominamos fuerza de resistencia 27 • Finalmente, el cuarto modo en que algo se denomina potencia es el principio no ya s610 del actuar (0 del padecer), sino de hacerlo bien y conforme al deseo. Por eso no decimos que puede andar el que renquea, ni hablar el que tartamudea. Decimos que puede hacer estas cosas quien es capaz de realizarlas sin tropiezo ni error. De igual manera, la madera verde no se denomina combustible, mientras que la seca sl, etc.'". En correspondecia con estos cuatro modos de la ouvall 1<; hay tambien un cuadruple l5uva~6v29, que no estamos en condiciones de tradueir ni con nuestro .posible. ni con nuestro .potente., sino mas bien, quiza, como .capaz. 0 .susceptible de". Todos ellos se denominan .capaces. en referencia a una potencia (Ka~a 15uValltV), cosa que no acontece con el concepto, enteramente hom6nirno, que los 16gicos asocian al termino l5uva~6v'o . Y todos ellos se dejan reducir, como conceptos analogos, al primer modo del l5uva~ov y de la ouvallt<;, la a.pxii IlE'taj3oA£<; EV h€pCQ i:i &~EPOV Iprincipio de cambio que se haUa en 10 otro en tanto que otro/, en virtud del cual se les denomina as1". La cuesti6n es, ahora, si los cuatro modos aducidos de 15uVallt<; y l5uva'tov podran conducirnos a nuestro fin, que era conocer los diferentes modos del ouvcillEt av. ,Se identifica, quiza, nuestro OUVUIlEt av con ell5uvu'tov aqul aludido? Si nos atenemos al concepto de OUVdllEt av que, con suficiente cJaridad, se nos ha expuesto mas arriba, debemos contestar negativamente a esta pregunta: Fisica y Metafistca coiQciden en ensenar que el primer principio del movimiento debe buscarse en la
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seria mentira 21.
Sabre los multiples significados del ente seg(ln Arist6teles
Divinidad; perO esta, por mas que sea siempre un ollva-rov, no es en modo alguno un OllVC£~E\ ov, sino antes bien un ov EVEPydq. en el sentida eminente de la palabra". Tambien el modo de ollva,ov que, en el ardenamiento anterior, ocupa el tercer lugar, pone de manifiesto que en los modas del ollva,ov no cabe buscar de ninguna manera los del OllVC£~E\ ov. lComo, entonces? lHay, acaso, un unico modo de nuestro OllVC£~E\ ov, siendo este, par tanto, un concepto generico, del que participan como sinonimos todas las cosas designadas con este nombre? lO cual sera el camino por el que lleguemos al conocimiento de los diferentes modos del ente en potencia? El capitulo 3 del libro IX nos habla de un -posible. (ollva,ov) que, como pone c1aramente de manifiesto el cantexto y los ejemplos aducidos, es identico al ente en patencia, al OllVC£~E\ ov, y esta presente en todas las categorias33 . Y 10 mismo vale tambien, naturalmente, para el ov EVEpydq.. De la misma manera, tambien el capitulo 10 del mismo libro y el capitulo 7 del quinlO aflfman que en tada categoria hay cosas que se denominan entes en acto y otras solo OllVC£~E\34. Si esto es asi, resulta claro que tanto el OllVC£~E\ ov como el ov EVEpydq. se dicen de multiples maneras y solo son unO por analogia, pues tal cosa es 10 que ocurre necesariamente con todo aquello que desborda el ambito de una categona, segOn Aristoteles expresa claramente en la EUca a Nic6maco (I, 4, 1096a19) y en otros pasajes, -y nosatros mismos tendremos ocasi6n de confirmar mas detenidamente al tratar de la teOfta de las categarias, examinando la raz6n de ello'5. De acuerdo con esto, Arist6teles afirma tambien expresamente a prop6sito del ov EVEpydq. que -no todo ente se denomina ente en acto del mismo modo, sino de modo ana logo: como esto se comporta en esto 0 respecto de esto, igual aquello en aquello 0 respecto de aquello. Unas cosas, en concreto, se comportan como una operacion respecto de 1a patencia; otras como una forma respecto
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El ente segUn la potencia y el acto (ov SUVclJAC\
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de la materia-'". Yen 10 que atane al ollvd~E\ ov, Aristoteles hace a Plat6n y a los plat6nicos el reproche, en absoluto baladi, de no haber entendido que toda categoria, en tanto que diferente modo de ser, presupone una determinacion y un modo peculiar de la potencia". Ya en una ocasi6n nos hemos referido al estrecho vinculo que mantiene el ov OllVC£~Et Kat EVEpydq. con el OV que se distribuye en las categorias3B • Todavia habremos de valver a ello al tratar de las categorias. Aqui, nos hallamos ante una consecuencia de esto, a saber, la diversidad del concepta de ente en potencia y en acto. Hay tantos modos del OV OUVC£~E\ Kat EvEPydq. cuantas son las categorias. Estudiando estas, conoceremos tambien el numero y la diversidad de aquellos. Con todo, para a1canzar una plena definici6n del 8llvC£~E\ ov • nos queda todavia un punto. Cabe preguntar, en concreto, cuando es algo en potencia, mientras que sobre el ente en acto no hay, a este respecto, duda ninguna. Ciertamente, seria incorrecto que alguien pretendiera afirmar, de un nmo recien nacido, que es capaz de hablar, de andar 0, incluso, de investigar los fundamentos mas profundos de la ciencia. Es necesario que incremente su fuerza paulatinamente, y que despliegue el germen de la disposici6n, para que luego, quiza, pueda a1canzar la capacidad de realizar todo 10 dicho, de la que ahora carece. De igual manera, tampoco es correcto decir que la tierra es en potencia una estatua, pues no es posible formar una estatua con ella, si previamente, mediante transfarmaci6n de su esencia, no se ha convertido en, por ejemplo, metal'9. lC6ma se puede, pues, determinar en general cuando algo es un 8llvC£~E\ ov? Todo aquella que es algo en patencia, solo puede ser conducido al acto mediante el influjo de una causa eficiente. A todo ente en potencia Ie corresponde, por tanto, una determinada causa eficiente y su actividad, ya sea artificial (cuando el principio de la perfecci6n es externo al OV 8llvC£~Et), ya natural (cuando
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Sobre los multiples significados del ente seg(1n Arist6teles
El ente segun la pOlencia y el acto (ov SUVclJ.1Et Ka.t eVEprd~)
reside en este) , Pero siempre decimos que algo estii en potencia cuando la naturaleza 0 eI arte SOn capaces de ponerlo en acto mediante una unica acci6n, Es posible por el arte cuando el experto puede realizarlo tan pronto como quiera, si no media un obstaculo extemo, Asi, por ejemplo, se dice que algo es sana en potencia (0 sanable) cuando puede ser sanado mediante una operaci6n del arte medica. A su vez, algo esta en potencia por naturaleza cuando, si nada extemo 10 impide, puede venir al acto en virtud del principio activo que Ie es propio, ' de la fuerza natural que en el reside, En este sentido, algo es sano en potencia cuando en el cuerpo enfermo no hay nada que deba ser eliminado antes de que la naturaleza pueda ejercer su acci6n curativa, En cambio, all1 donde se presuponen transformaciones de otra indole antes de que el proceso propiamente dicho pueda iniciar su actualizaci6n, este todavia no es en potencia, Los arboles, que deben primero ser cortados y carpinteados, 0 las substancias mismas que deben primero metabolizarse en el arbol, no son todavia en potencia la casa. S610 cuando las vigas que han de conformarla estan ya acabadas se puede decir que la casa es ya ouvaflEt. Asi, la tierra no es todavia en potencia un ser humano, como tampoco 10 es el semen, En cambio, el feto, que puede convertirse en ser humane en acto en virtud de un principio activo que Ie es propio, si que 10 es ya en potencia'O,
Conexiones entre los estados de potencia y acto, La K{V11all; como aClualidad que constituye aquello que se encuentra en estado de polencia en cuanto tal § 2,
Todo esto viene nuevamente a confirmar los conceptos de DV EVEpyd~ y DV ouvciflEt (i.e. del ser perfecto y del que s610 10 es seglin la potencia), segun las precisiones que sobre ellos hemos ofrecido mas arriba, De esta manera, no puede quedar ya duda alguna sobre el significado que Arist6teles vincula al termino DV, cuando Ie hace abarcar a la vez el ser perfecto y el imperfecto, I.e. aquello que es 10 que es en potencia y, por as! decir, desea la forma y tiende a ella",
En el paragrafo precedente hemos estudiado que entiende Arist6teles por su DV Evcpyd~ y DV ouvciflEt, Este ultimo se nos ha revelado como un ente imperfecto en cuanto tal, y a ello se debe que la substancia perfecta y separada, la Divinidad, no participe en modo alguno del OUVciflCt ov, Y sea mas bien pura kvEpyctU. Por el contra rio, todas las cosas compuestas de substancia y accidente, materia y forma, precisamente por esta imperfecci6n suya, no estan Iibres de el, y el DV EVEpyd~ consiste aqu! en la uni6n del ouvciflEt ov con la EVEpyctU42 -uni6n que no implica contradicci6n, como resulta manifiesto por la propia definici6n del DV OUVciflEt. Pero, ademas de aclarar que sean el DV OUVciflEt Y el DV EVCPyd~, hemos establecido tambien para ambos un cuando -{), al menos, 10 hemos hecho para el ov ouvciflEt, siguiendo a Arist6teles, mientras que en el caso del ov EVEPYC(~ resulta claro de suyo que el estado de realizaci6n por la forma debe ser el que corresponde a su perfecci6n. Ahora bien, aunque se da sin ninguna duda una uni6n de ov OllVciflEt y ov EVCPYC(~, parece en cambio que no es posible la uni6n de los estados correspondientes a uno y otro, pues el que corresponde al imperfecto ov OllvciflEt es un estado previo a la perfecci6n, por mas que esta pueda producirse mediante un unico proceso (ver paragrafo I), Con todo, en un cierto sentido su uni6n tampoco resulta contradictoria. Hablamos aqu!, naturalmente, de la uni6n simultanea de ambos, pues cuando un cuerpo es ahora blanco en potencia y luego en acto, esta uni6n en eI sujeto no puede denominarse propiamente uni6n de estados, y respecto de ella no cabe la menor duda, Una uni6n simultiinea, en cambio, resulta posible (1) a la
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Sabre loS multiples significados del ente seg(tn Arist6teles
manera en que, por ejemplo, 10 que es metal se encuentra quiza en estado de potencia respecto de cierta forma. Es esta una uni6n del tipo de las que se dan tambi(m entre un ente en acto y un segundo 0 un tercer ente en acto, por ejemplo, cuando el mismo sujeto es a la vez ente en acto, grande en acto, verde en acto, etc. La actualidad del ente en acto no corresponde aqui al ente en potencia en cuanto tal: asi, por ejemplo, la actualidad del metal Ie corresponde al metal en cuanto metal, pero no en cuanto posible escultura". De la misma manera se explica tambien la uni6n del cadaver en potencia y el viviente en acto, etc. Pero hay ademas una segunda forma en que los dos estados se unen -yes la que acontece en el estado de devenir, en elov Kuv"cret, segl1n 10 denomina Arist6teles. , Este, en el capitulo 9 dellibro XI de Metajfsica, nos ofrece una curiosa definici6n de la KtVTJcrt<; --que, pese a todo 10 clicho sobre .suva!! t<; y EVEpyeta, no resulta del todo facil de comprender. Dice: -La actualidad (£vEpy£ta) de 10 potencial (mu OUVci!!Et oV'to<;), en cuanto tal, la denomino movimiento-. Y de la misma manera, en el primer capitulo de Fisica III dice: -Puesto que el ente, en todo genero, se divide en aquello que es en potencia y aquello que es en acto, la actualidad (£V~EA£XEta) de 10 ente en potencia, en cuanto tal, es movimiento-. Y mas abajo: -Es evidente que la actualidad de 10 posible en tanto que posible es movimiento-". En esta definici6n resulta ante todo claro que por ·ente en potencia- 0 -posible- (ouvci!!£t av, ouva~6v) hay que entender -10 que se encuentra en estado de potencia-, pues si 10 entendiesemos en el sentido de que toda materia, en cuanto tal, incluso despues de su uni6n con la forma, debe caracterizarse como meramente potencial, tambien habria que considerar que toda forma (con la unica excepci6n de las substancias separadas) es acto de un ente en potencia -y, con ello, no habriamos aducido nada especifico del movimiento.
El ente segUn la patencia y el acto (ov l)uV<4t&\ Kat &v£pydq.)
Pero 10 que suscita dudas es otra cosa. En efecto, las palabras .el acto del ente en potencia- admiten dos interpretaciones, que sedan como sigue: toda forma 0 actualidad que no es una substancia separada puede ser caracterizada como actualidad de algo en un doble respecto: (1) como la actualidad de su substrato -par ejemplo, cuando decimos del alma que es la actualidad del cuerpo fisico, que tiene vida en potencia'S; (2) como la actualidad del compuesto, configurado en la uni6n de la materia y la forma a partir de esta ultima -por ejemplo, cuando decimos que el alma es la actualidad del ser vivo. Ahora bien, como en nuestra definici6n la Kt VTJcrt<; viene caracterizada como la actualidad de algo, a saber, del ente en potencia, 10 que se plantea es si tal ser en potencia debe considerarse sujeto 0, mas bien, 10 constituido por el movimiento. Aun siendo muy distintas, ambas interpretaciones dan lugar a lecturas correctas, acordes con los analisis que hemos realizado hasta ahora y por ello, en ultima instancia, concordes. Nos proponemos probar este punto, analizando mas detenidamente ambos sentidos. Segl1n la primera interpretaci6n, que es la comun entre los comentaristas'6, el movimiento quedaria determinado en nuestra definici6n como aquella forma que, al traer al sujeto desde el estado correspondiente de potencialidad al de actualidad (£vEpy£ta), Ie perrnite continuar existiendo en referencia a algo (wu ouvci!!£t avw<;), para 10 cual el sujeto estaba en potencia, precisamente en la medida en que estaba en potencia (lj wtou~6v Ecrttv) para dicha actualidad (la propia Kt VT]crt<;), Para entender esto, debemos recordar los resultados del paragrafo pasado respecto de cuando algo es ov ouvci!!£t. Algo esta en potencia cuando la naturaleza 0 el arte pueden ponerio en acto mediante una operaci6n unica, es decir, cuando puede hacerse actual mediante un unico devenir. S610 que este devenir, aunque debe ser unico, no tiene por que ser instantaneo.
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Sabre los multiples significados del ente seg(in Arist6teles
Un cuerpo negro se convierte en blanco mediante una transformaci6n (mica, pero no subita. Aqui, por tanto, devenir y perfecci6n no coinciden: el sujeto participa primero del devenir, y s610 despues del termino. EI sujeto se halla aqui, por tanto, en una doble potencialidad: (1) respecto del devenir de la forma; (2) respeeto de la forma misma. Con todo, este doble estado de potencialidad es unico en terminos absolutos, y tambien conceptualmente. Pues, en la medida en que un cuerpo negro es susceptible de convertirse en blanco mediante un devenir unico (Le. esta en potencia respecto de la forma de 10 blanco) esta tambien en potencia respecto del devenir blanco. Yen la medida en que un cuerpo negro es susceptible de devenir blanco sin transformaciones preliminares (y esta, por tanto, en potencia respecto del devenir de la forma), se halla tambien en estado de potencia respecto de 10 blanco. Cuando el sujeto pasa de ese estado de potencialidad al de actualidad respecto del devenir, se coloca tambien en un nuevo y mas alto estado de potencialidad respecto de la forma misma que es termino del devenir'7. Y decimos que este estado es mas alto porque el estado de devenir es precisamente aquel a partir del cual el sujeto accede inmediatamente al de actualidad plena, mientras que el estado anterior al devenir debe, primero, ser sustituido por el de devenir, si el sujeto ha de poder luego situarse en el de actualidad plena. Los comentaristas 10 caracterizan tambien como un tercer estado, intermedio entre el de la pura potencia y el de actualidad'·. Este estado, consistente en una tendencia ya actual hacia el acto, es el OV Ktvt]O'£I, siendo la K(vllO'I~ este devenir que aetualiza pero que, con todo, no agota completamente la potencialidad. Con ello, no hay ya dificultad alguna para comprender la definici6n. El ii ~OIOUn)V EO'~1 distingue este modo de uni6n de los estados de potencialidad y actualidad respecto de los arriba
El ente seg(in la patencia y el acto Cov SUVclJlSt
Kat svspydq.)
mentados, en los cuales, por ejemplo, la actualidad del metal en cuanto metal coexiste con la potencialidad de la escultura49 . Con todo, aunque 1a autoridad de casi todos los comentaristas se indina a favor de este modo de interpretaci6n, cabe tambien una segunda, como dijirnos, que tiene ademas sus propias ventajas. Aunque la primera interpretaci6n arroj6 un sentido correcto y concorde con la K(vllO'I~, parece que no esta del todo libre de irnprecisiones. Pues, si la doble potencialidad del sujeto es realmente s610 una en terminos absolutos y segl1n el concepto (U1tA.cO~ KCl.t KCl.TU ~ov Myov -Pbys. III, 1, 201, a, 32) resulta irnposible que este estado se suprinta respecto del uno, pero prosiga respecto del afro. Y es que, sea 10 que sea aquello respecto de 10 cual se suprinta, se suprimir:l. en terminos absolutos y, por tanto, se suprimira para ambos. Y si s610 el devenir de la forma lIega a ser actual, mientras que, por el contrario, la forma misma sigue todavia en potencia, no por ello queda dieha forma en el estado previo de potencia, sino que se instala en un nuevo estado de potencia, mas pr6ximo, que es para ella el estado de devenir. Con ello, el Siljeto se ha quedado en cierto sentido en estado de potencia, de la misma manera que respecto de 10 que prirnero es blanco y luego es rajo, yo puedo decir que se ha quedado en estado de acto respecto del color, aunque ahora tiene color en virtud de un estado de acto dis!into del anterior. Con todo, en sentido estricto, el sujeto no se ha quedado en estado
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Sobre los multiples significados del ente segUn Arist6teJes
EI ente segun la potencia y el acto Cov
Ot>VcXj..l81
Kal Evcpydq.)
es, la actualidad (i:v€P/'Etu) que hace de un ente en potencia (lOU llovaJ.let ov
Examinemos y constatemos nuevamente esta circunstancia. Hemos dicho, pues, que a menudo se da un doble estado de potencialidad respecto de una misma actualidad; y hemos llegado a ella partiendo de otra verdad, demostrada mas arriba (p. 96) segun la cual hay estados dobles de potencialidad, es decir, cosas que, en virtud de un mismo estado (en concreto, de un estado que es el mismo en terminos absolutos y segun el concepto: . . un).w<; KU~ KUTU TOV ).oyov) estan en potencia respecto de dos actualidades -como, por ejemplo, algo blanco en potencia se encuentra, en virtud de un mismo estado, en potencia respecto de 10 blanco y del devenir blanco, pues ambas cosas pueden realizarse mediante una sola operaci6n: el blanquear (v. supra). A partir de ahl hemos concluido que, si bien las dos actualidades s610 pueden aparecer una despues de otra, la primera de elias debe suprimir el estado de potencia existente respecto de la segunda, pues este se identifica con el que a ella misma Ie corresponde, que obviamente ha terminado. Ahora bien, como, pese a todo, el sujeto ha quedado en potencia respecto de una segunda forma, esto s610 puede ser posible en virtud de un nuevo, segundo estado de potencia respecto de esta forma (v. p. 97). Es claro, por ello, que a esta actualidad Ie corresponden dos estados de potencialidad. Hay, por tanto, un doble estado de potencialidad respecto de la misma actualidad. Podemos reforzar este argumento mediante un segundo. Cuando, respecto de una forma, hay un estado de potencia desde el cual y por el cual el sUjeto puede alcanzar inmediatamente la posesi6n de la actualidad; y cuando respecto de la misma forma hay tambien un estado de potencia desde el cual y por medio del
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es una actualidad5J , pero no obstante, esto es precisamente 10 que ocurre, si verdaderamente existe un doble estado de potencialidad respecto de la forma misma, tal como acabamos de decir (v. supra, p. 97).
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cual el sujeto no puede alcanzar inmediatamente la posesi6n de la actualidad, estos dos estados han de ser distintos. Existe, par tanto, un doble estado de potencialidad respecto de la misma forma. Ahora bien, el antecedente de esta proposici6n condicional es verdadero. Luego debe serlo tambil!n el consecuente. En efecto, es verdadero que una piedra arrojada esta en potencia respecto de un lugar determinado, hacia el que ha sido arrojada, y tambil!n que, desde el estado de -ser arrojada., en el que se halla ahora, pasa inmediatamente al estado de reposo en la meta alcanzada; y tambien es verdad que una piedra que reposa en un lugar esta en potencia respecto de aquel otro lugar, pues puede lIegar a l!1 mediante un solo lanzamiento; pero que, con todo, desde el estado en que se encuentra cuando todavia yace, antes del lanzamiento, no puede lIegar inmediatamente alii, sino que tiene que venir primero al estado de ·ser arrojada•. He aqui, por tanto, un ejemplo en que hay dos estados de potencialidad respecto de una misma actualidad. Hemos tornado este argumento del propio Arist6teles, cuando en el Iibro II de Metajisica dice que alga deviene algo en un doble sentido: bien como el hombre deviene a partir del muchacho, que crece para convertirse en hombre, bien como el aire deviene a partir del agua. En eI primer caso, 10 devenido surge a partir de 10 que deviene; 0 dicho de otro modo, 10 perfecto (actual) surge a partir de 10 que estii inmerso en su perfeccionamiento (actualizaci6n). -Pues -afirma- siempre hay algo interrnedio; y como el devenir esta enlre el ser y el no ser, tambien 10 que deviene se halla entre el ente y el no-ente·S2 . De este pasaje extraemos tambien una confirmaci6n adicional de nuestro planteamiento. Pues la existencia, aqui, de dos estados distintos, se sigue tambien de OlrO rasgo, que es caracteristico de uno de ellos en cuanto tal, pero falta en el OlrO. Algo puede alcanzar eI estado de actualidad desde el estado de devenir, pero
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£VEPYElQ,)
no al reves, pues 10 que es blanco no puede devenir blanco. En cambio, desde el estado de la potencia anterior al devenir se puede alcanzar el estado de actualidad, y viceversa; pues 10 negro es en potencia blanco; y tras haber devenido actualmente blanco, es en potencia negro y puede, con ello, volver al mismo estadoS3 • Asi pues, queda fuera de toda duda que, respecto de la misma forma, puede haber un doble estado de potencialidad. Ahora bien, alii donde se da una multiplicidad semejante de estados potenciales, al menos uno de ellos ha de estar constituido (confarmado) como tal por una actualidad. Esto resulta completamente claro y seguro. Pues la privaci6n, como tal, no constituye nada y no es, en si misma, sino un bv KaTa crUl1llellllKO<;, que considerada en y por si misma carece de existencia alguna s<. A su vez, la materia como tal es indistinta, y como recibe todas sus determinaciones en virtud de la forma por la que es 10 que es en acto, no puede haber mas que una materiaSS respecto de la misma forma. iC6mo podria entonces venir dada por la materia la diferencia entre el estado de devenir y el estado de potencia respecto de una misma forma, can anterioridad al devenir? jEs imposible! Parece, mas bien, que 5610 hay una posibilidad, a saber, que la diferencia entre ambos estados de potencia venga dada par una forma, que por tanto constituiria (conformaria) como minimo uno de los dos estados, como tal, en virtud de una actualidad. Y eso era precisamente 10 que queriamos mostrar en primer lugar; y tambien 10 que mas reparos puede suscitar a primera vista, a saber, que hay estados de potencialidad que, como tales, estan constituidos por una actualidad. Esto se puede mostrar tambil!n por otra via, una vez consta la proposici6n demostrada mas arriba, a saber, que un mismo estado de potencia (en concreto, un estado que es uno y el mismo en tl!rrninos absolutos, y tambil!n segiin el concepto, v. supra p. 96)
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EI ente segun la potencia y el acto
es estado de potencia respecto de dos actualidades. Pues, aunque las actualidades son dos consideradas en si mismas, deben no obstante ser una misma cosa en 10 que respecta a este estado de potencia, y por ello una de elias debe estar orden ada a la otra y, por consiguiente, conferir al sujeto una tendencia actual hacia ella, i.e . constituir un nuevo y mas pr6ximo estado de potencia respecto de ella, un estado intermedio entre el primero y la actualidad56 . L1egamos asi al segundo punto. En efecto, si la investigaci6n previa ha puesto de manifiesto que muchas cosas que se hallan en estado de potencia vienen constituidas como tales por una forma, no por ello queda dicho que esto deba ser el caso para todo 10 que se halla en estado de potencia respecto de algo . Muy al contra rio, tambi€m esto seria un error, combatido por Arist6teles en el Iibro III de Fisica y en el pasaje correspondiente del Iibro XI de Metajlsica. Nos proponemos aqui llevar a termino su argumentaci6n de una forma algo mas completa. Algo que se encuentra en estado de potencia, y que viene constituido por una actualidad en cuanto tal, debe (1) hallarse en un estado anterior a la actualidad y (2) tener como tal una forma y, por consiguiente, una esencia y un concepto definitorio de dicha forma, pues toda forma confiere una esencia. De ello se sigue que, por ejemplo, una bola de cera que esta en reposo en alguna parte y es en potencia un cubo no esta constituida por una actualidad como dada en ese estado. Y ello es as! porque (1) de todas las formas que hay en la bola de cera, s610 la actualidad de la cera en cuanto cera (0 su blandura) podria conferirle una disposici6n especial, que facilitase la remodelaci6n. Ahora bien, cuando la bola de cera se ha convertido en cubo, permanece todavia la forma de la cera en cuanto cera, y tambien su blandura, -y, por ende, todo 10 que resulta constituido formalmente por ella. Y si esto fuera un estado de potencia -y, por consiguiente, un
L1egamos as! al tercer punto. Tras haber visto que hay dos tipos de estados de potencialidad, de los cuales unos vienen constituidos Como tales por estados de actualidad, mientras que los otros no, se pregunta ahora cuales son los estados de potencialidad que se constituyen mediante una actualidad 0, 10 que es
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estado anterior al acto-- 10 que ha llegado a ser un cubo no seria todavia un cubo, 10 cual es contradictorio. Habria que creer, por tanto, que es la forma de la bola de cera, en tanto que bola, 10 que Ie constituye en el estado de potencia respecto del cubo, pues, en todo caso, 10 formado como bola no puede ser a la vez cubo. Pero contra esto surge un segundo argumento (2), que es tambien decisivo respecto de la forma de la cera, a la que antes nos referimos: la bola de cera esta en potencia no s610 respecto de la forma
Sabre los multiples significados del ente segUn Arist6teles
El ente segUn la potencia y el acto (ov BuvaJ-l" Kai tvEplE(q)
10 mismo, que actuaHdades constituyen estados potenciales como tales. Todo 10 que es en potencia, en cuanto tal, esti en relaci6n con un principio eficiente, pues el sujeto es algo en potencia cuando puede llegar a ser eso mismo en acto mediante una operaci6n (mica de un principio eficiente. Por ello, tambien los estados de potenciaHdad que vienen constituidos como tales por una actuaHdad han de considerarse en relaci6n con un principio eficiente y con su acci6n. Un estado semejante de potenciaHdad respecto de algo existe en un sujeto bien antes, bien durante, bien lras la acci6n de la fuerza cuya actividad conduce al sujeto al estado de actuaHdad. Perc es obvio que no puede existir tras la acci6n, pues una vez que la acci6n ya ha pasado, nada es realizable en virtud de dicha acci6n. Lo que esta haya podido actuaHzar, 0 bien existe ahora en acto, 0 bien ha existido en acto; perc no existe en modo alguno en potencia, al menos en referencia a dicha acci6n, ya se trate de una potencia constituida por una forma 0 de otra. 5610 quedan por examinar, por tanto, los estados del sujeto antes de la acci6n y durante la misma. Ahora bien, tampoco el estado de potenciaHdad que existe en el sujeto antes de la acci6n puede estar constituido por una actuaHdad. Pues, en tal caso, el sujeto s610 posee tres formas que quepa tomar en consideraci6n al respecto: una primera, que constituye el terminG a quo de la variaci6n que ha de producirse (por ejemplo, la forma esferica en el caso de la cera que ha de convertirse en cubo); otra, que es la que mas fiicilmente podria suscitar la apariencia de ser ella la que constituye al sujeto como aquello que es en aclO -y que, por ella mismo es la unica considerada por Arist6teles (como, para seguir con el ejemplo de la bola de cera, la actualidad que constituye la cera en tanto que cera); y fmalmente, una tercera que, como aqui la blandura de la cera, confiere al sujeto una particular disposici6n 58 . Perc, al tratar del
segundo punto, hemos mostrado ya que ninguna de estas formas constituye un ente en polencia como tal. Por consiguiente, este en cuanto tal no posee actualidad alguna . Por el contra rio, el estado de potencialidad en que se halla el sujeto durante la acci6n del principio activo, si es un estado que viene constituido como tal por una actualidad. Pues el principio actua s610 en la medida en que el sujeto recibe una acci6n (WirkunEf) y, por consiguiente, algo actual (wirkltcb). Y si el sujeto 5610 esti en potencia en 10 referente a esa fuerza y a su actividad, ello es asi en virtud de un nuevo estado de potencialidad, como hemos expuesto mas arriba al discutir el primer punto. Tambien todo 10 deenas que dijimos entonces debe hacerse valer ahora. 5610 resta saber, por tanto, c6mo habra que llamar a estos estados de potenciaHdad durante la acci6n del principio activo, que nombre corresponde a estas cualidades que, por as! decir, potencializan al sujeto. Pues bien, como se sabe, se denominan estados de devenir 0 de movimientoS9 . Como movimientos, por tanto, hay que caracterizar a las actuaHdades que constituyen algo en potencia en tanto que en potencia. La inducci6n 10 pone de manifiesto: mientras el constructor construye, aquello con 10 que construye se halla en ese estado de potenciaHdad constituido por una actuaHdad. Perc el material de construcci6n, en cuanto tal, s610 estaba en potencia, tanto respecto del proceso de edificaci6n como del edificio. La actuaHdad del edificar 0 la actuaHdad del edificio debe ser, por tanto, la que constituye dicho estado superior de potencialidad. Perc no puede serlo la del edificio, pues el edificio como tal no esta ya en potencia en relaci6n con el constructor y su construir. Tal actuaHdad debe ser, por tanto, el proceso de edificaci6n (o'U(OIl0J1T]crIC;), y esta es precisamente un movimiento (KtVl]C1U;). Esto se puede prcbar, de igual manera, para todos los restantes movimientos60. Pues, si 10 que se encuentra en estado de potencia para ser edificio (cuando esta constituido como
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El ente segun la potencia y el acto (ov SUvdflEl Kat SVEPyElq.)
tal por una actualidad) es construido y no es otra cosa que el proceso de construcci6n (i.e. un movimiento), 10 mismo sucede con la curaci6n, la revoluci6n, el saito, etc. 61 • EI movimiento es, por tanto, la actualidad de 10 que se encuentra en estado de potencialidad en cuanto tal, la actualidad de 10 que es en potencia en tanto que es en potencia, al modo en que, por ejemplo, el movimiento hacia la cualidad (aA.l..ofCllcrt~) constituye aquello que deviene qua/e (ltOtov) en tal estado de potencia respecto de la cualidad, y como tambien el movimiento hacia la cantidad (au~TjO't~ Kat
esta en potencia respecto del estado de 10 devenido, mientras que 10 devenido no esta en potencia respecto del devenir en virtud del eual ha devenido, como ya hemos visto mas arriba64 . Lo mismo puede suceder, por tanto, que 10 igual se convierta en 10 desigual, como que 10 desigual se convierta en 10 igual; tanto que el ente se convierta en el no-ente, como que el no-ente se convierta en el ente, etc. 65 • ,Que es, en todo caso, 10 que ha propiciado estas definiciones err6neas? En la naturaleza del movimiento hay, ciertamente, algo que puede inducirnos al error de asignarlo a la serie de 10 privativo66• Como 10 que deviene no constituye un genero especifico de cosas, sino que debe reducirse a los generos del ser perfect067 (10 que deviene grande se reduce a la cantidad; 10 que deviene tal 0 eual disposici6n, a la disposici6n correspondiente), cabria considerarlo algo indeterminado y carente de forma. ,Que otra cosa se podria hacer, si no, con el movimiento? La 15uvaf! t~ en virtud de la cual algo esta en poteneia no es un movimiento. Pero 10 que algo es en acto (evepydq.) tampoco es un movimiento hacia ello. No queda, pues, sino declararlo una h€pyeta imperfecta, una EV~EA.€XEta que no confiere perfecci6n. Y esto, si no se entiende por tal una privaci6n, parece contradictorio. Con todo, el enigma se resuelve como sigue: el movimiento constituye, como i:v€pyeta, algo que se halla en estado de potencia en cuanto tal; y 10 potencial es naturalmente algo imperfecto6B • Asi, 10 que el movimiento acaba es un estado de no-acabamiento69 ; 10 que actualiza, un estado anterior a la actualidad . ..con que por esto --...Dice Arist6teles- es dificil captar que es el movimiento, pues se cree que 0 bien hay que aSignario 0 a la privaci6n 0 a la potencia 0 a la actualidad absoluta y ninguna de estas parece aceptable. Queda, por consiguiente, la variante ya seiialada: que es una cierta actualidad, pero una actualidad tal como la hemos definido, dificil de eomprender, pero, con todo, posible.70 •
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El entc seg(Jn la potencia y cl acto COY SUYc1I-lEt Kat £Y&PyE1q.)
Se muestra, con ella, que todo 10 que Arist6teles ensena sobre la Kl Vt]crl~ casa tambien con esta interpretaci6n de la definici6n. Pues incluso 10 que dijimos hace un momento, a saber, que el movimiento no constituye un genera prapio del ente, sino que sigue los diferentes generas de este, igual que la ~v€py£1Ct propiamente dicha y la OUVCl.I.lI~, esta en perfecta consonancia con ello. Y como 10 que constituye el movimiento en EV€PyElCI. es un estado de potencialidad, pera ocurre que los estados de potencialidad pertenecen al mismo genera que los correspondientes estados de actualidad (como el cuerpo en potencia y el cuerpo en acto pertenecen al genera substancia; el blanco en potencia y el blanco en acto, al genera del color y la cualidad, etc.) tambien el OV KlVrlO'£1 Y la Klvt]crl~, reducidos a la especie que en cada caso posee 10 que deviene mediante ellos, deben pertenecer a los mismos generas que el ser perfecto. Con ello no se pretende afirmar que, al igual que OUVCl.~lI~ y h€pyElCt, deba existir tambien una KlVllO'I~ en todos los generos del ente. Un devenir progresiYO, continuo (que es requisito indispensable para que pueda acontecer un estado de devenir, es decir, ese segundo estado de potencialidad que esta Hamada a conformar la KivllO'\~ prapiamente dicha) s610 se da alii donde hay conceptos contrarios y, par consiguiente, terminos medios, que faltan en el caso de los contradictorios. La transformaci6n que va del no-ente al ente s610 puede ser subita e instantanea. Arist6teles expone todo esto mucho mas pormenorizadamente71 en el Iibro III de Fisica (yen eI pasaje correspondiente dellibro XI de Metajisica), y tras haber declarado que .hay tantas especies del movimiento y de la transformaci6n cuantas son las especies del ente· (Phys. III, 1; Metaph. K, 9)72, circunscribe luego este punto a la KivllO'I~ propiamente dicha y, mas tarde, a las tres categorlas de cantidad, cualidad y lugar -por ser las unicas en que se dan las condiciones necesarias, como prueba tras una investigaci6n cuidadosa".
Con todo, nuestra intenci6n no es atacar la primera interpretaci6n, pues, como ya hemos observado, por muy grande que pueda ser su diferencia formal, ni una ni otra vienen a decir, en ultima instancia, nada que sea esencialmente distinto. Ambas permiten ver que en el OV KUvrjO'£1 tiene lugar un tipo peculiar de uni6n entre un estado potencial y otro actual. La segunda interpretaci6n, can todo, consigue expresar esa uni6n can especial c1aridad en la definici6n de movimiento, al afirmar que este es una actualidad que, al establecer su estado actual, constituye un estado de potencialidad, i.e. 10 potencial en tanto que potencial. Vemos, por tanto, que tambien aqul el sUjeto que deviene -aunque en este estado intermedio entre la potencialidad mas remota y la actualidad posee a la vez un estado de potencialidad y de actualidad- no esta, con todo, simultaneamente en estado de potencialidad y de actualidad respecto de una y la misma cosa: esta en acto respecto del devenir, de la Kl vllO'\~; Y esta en potencia respecto de la forma preparada por la KIVllO'I~. Este estado intermedio 10 alcanzan tambien aquellas potenciaIidades que tienen como rasgo peculiar el hecho de que a la potencialidad no puede corresponderle una actualidad exhaustiva. Como eI concepto de movimiento comporta en sl mismo algo dificil de captar, que inicialmente puede pravocar asombro y dudas sabre la correcci6n de su definici6n (Metaph. A, 2, 983a14), alguien, argumentando que toda potencia se denomina asl en referencia a un acto, podria negarse a conceder, en un primer momenta, que pueda haber una potencialidad a la que no corresponda ninguna actualidad (0, al menos, ninguna actualidad en las cosas mismas, aunque sl una pensada y contenida en su concepto). Con todo, asl es, como muestra a las c1aras el ejemplo de cualquier I1nea y de cualquier cuerpo. La I1nea, que es algo uno en acto, es dos en potencia en tanto que divisible; y tambien cuatro, pues la mitad es susceptible de una nueva divisi6n.
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Sobre los multiples significados del ente segun Arist6teles
EI eote segiin la palencia y el acto Cov SovfiJ.u n Kat SvePyE1q.)
Asi, es en potencia dos, cuatro, ocho, dieciseis, etc. lY cual es el limite de esta potencialidad? No hay limite ninguno: siendo una en acto, es en potencia un numero infmito. Pero esta potencia no queda nunca agotada por una actualidad. Las infinitas Iineas que existen en potencia en la linea unica, como partes de la misma, jamas existiran como infinitas lineas actuales. En este caso, y siempre que se trata de algo corporaP4, 10 infinito existe s610 en un estado de potencialidad, bien en el estado de potencialidad anterior a la KlVT[O"t<; Oa linea unica tiene infinitas partes), 0 como ~ , OV KtvT[O"Et, cuan d0 se emprende una divisi6n infinita. Lo mismo vale para la superficie, el cuerpo y dema.s'5. Hasta aqui, pues, 10 que habia que decir del ente en la medida en que abarca conjuntamente 10 que se hall a en potencia real y en devenir, y tambien 10 que se halla en ser pleno, es decir, del ente en el Significado del OV OUVctJ.1£t KU I Ev£pydq;.
no es necesariamente falso. en otro sentido, 10 que es verdadero, y en otro sentido 10 que puede ser verd.dero·). cr. Metapb. iii, I, 104638. , Metapb. n, 12, 1019b33, KUta I'£tacpopav si; i] h -rii yt"'l'£tpf~ A.£yttal Sova•.w;. (Trad.: .Por un desplazamiento de significado, se llama potencia, a su vez, 10 que se estudia en la geometria o). Cf. Metapb. e. 1, 104637: OJ.1OtOtTft'\ t\V\ ).£yovTat (Trad.: eSe denominan tales en virtud de cierta semejanza o) . La semejanza consiste en que, de la misma manera que el OY EVEpydq. deviene a partir del OY SUVci~El. la multiplicaci6n de la cantidad caiz par 51 misma da lugar a la cantidad de la que es raiz. 7 Metapb. N, 2, 1089.28. 8 Metapb. e, 3, 1047a24: Eon SE 6uv(ltov "COUtO CQ i;::ctV imapl;u 1] &V£PYEtu, ou AiYEta.l e'X,&lV t~V 6uva~.l\v. ou9£v &O't(ll CtBuvatov. Aiyro B' O\OV. il 3uyatov KaO~oB(l1 Kat Ev5ix,c'tal Ko.e~cr90,1 tou'tCO.. Eav uttap!;JI 'to Ka9rp80,1, OU9EV Ecr'tal a5uva'tov' Ko,\ S'l K1VT\9~yo,\ tl ~ K1Y11aal ~ cr'tTlOUl ,; cr'tT1CJUl ~ E\VUl ~ y{YVEcrlJo.l, ~ c'iVCll i1 yiyv&crOo,l, 0JlO\COC;. (Trad. :
Jl"
Jl"
.Algo es posible 0 capaz cuanda no resulta ning(ln imposible al realizarse en ello el acto cuya potencia 0 capacidad se dice que posee, quiero decir, por ejemplo. que si alguien es capaz de sentarse y puede sentarse, no resultara ningUn imposible si se sienta. E igualmente, si es capaz de ser movido 0 de mover, de e s tar Hrme 0 de poner firme, de ser 0 de generarse, 0 de no sec 0 no generarse·). , Metapb. iii, 8, 1049blO, nciCJ1]C; S~ ,ii<; tOla\h", npOtEpa i:crctV i] tVEPyt:\o, Ko,\ i..O)'{l:l Ka\ tn 2ucr(q. ... bl6: Wert' CtVclYKll tOY Miyov .. ,,, npOU1to,Pl&\V Ka\ tllV yvooCJ\v t11c; yvooO'tCO<;. ~
" Metaph. e, 3, 1047.30, i:l.liAu9£ S' i] hEerElu 'WUVOI'U, i] npoc; t~V
r,
No/as I
Vease Brandis, op. cit. III, 1, p. 46, nota 85 y lo s pasajes de Prantl alH dta-
dos. Los libros Z y H tratan del QV de las categonas y de la ouO'to,' el libra delouvclJlct Kat tVEpydq: av. ' 2
l
r,
" lb. 6, 1048.25. -
e ,
V. supra, p. 40.
• Vease al respecto Zeller, Philosophte der Grlechen, II , 2, p . 238, nota 5. Por sup;test5" ui..ll ha de to marse en un sentido amplio , que induye, ademis de la npOOtE u).,,,, a los sujetos de los accidentes. Es ento n ces cuando resulta correcta la o bservaci6 n de Zeller al aflfffi3.r -que una cosa s610 esta OUVci",El en la ~edid,!-en qu~ pose~e en Sl la_uAll". Metapb. N, I, 1088bl : UvUYKTItE EKacr'tou uA'lY ClVat to ouvo,l..lEt 'to\OUtov. (Trad.: .Ademj,s, necesariamente sera materia de cada co sa , 10 que es en potencia tal cosa.). s Melaph . .1, 12,1019b21: Ka\ uouva'ta Otl ta J,1ev KU'[U '[TtV UBUVUJ.1laV tautllv i..t'ytto,l, '[U B' alloy tponov, OlOV ouva"Co v tt Ka\ uouva'tov K. 'to J... (Trad.: ·Unas cosas se dice que son impotentes segtin e ste tipo de impotenc~a , ~ otra~ que 10 son en otro sentido. Este es el caso de 10 'posible' y 10 'imp<>sIble).1o mcluye, pues, entre 10 que pertenece a este ouvatov puramente radonal (tb. b30): to ",tV ouv ouvatov Eva J.lEV 'tponov... to J,1~ ~ Ctvcl'(K1lc; 'VEuBoC; crEJlU{VE1, Eva. BE to UAT]OEC; Elva\, EVa. SE 'to EVStX,OJ,1cvov aJ...T}OEc; EiVo,\ (Trad.: ·Ciertamente, 'posible' significa en un sentido, como queda establecido, 10 que
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eVtEAiXEto.V O'UvtlOEJleVll KUt Ettt ta oJ..i..a, tK tOOV K1Vtl<JEOOV Jlcli..lcr'ta· OOKE\ ycip tyEP)'Elo. JlclA10''to. KtvllcrtC; livUl. K. t. I... (Trad.: ·La palabra acto, aplicada a la enteiequia, se ha extendido tambi~n a otras casas, fundamentalmente a panir de los movimientos. En efecto, parece que el acto es fundamental mente el movimiento o) ' ",-
'v
-,
-t'o
~
lb. a35: 3T\AOV S Em 'tCIlV Kae cxo.O''ta tl] Enayroyn 0 j30uAOJlEOa Ai-yE1.V, Ka\ ou Bit 1tavtoc; opov t;"tE\v. (Trad .: .1.0 que queremos decir queda aclarado par medio de la inducci6 n a panir de los casas particulares, y no es preciso buscar una definici6n de todo·) . 13 lb. a30: Ecr'tt S' i] EVEPYEta 'to u1t(ipx~nv 'to npa)1Ja. J:.1tl olh~ rocr1tEP AiYO!!EV BUVcl!!El. AiYOJ.lEV OE 3UWJlE\ OlOV tv 'tt9 !;u;w;, t!pJ.lEV Ka\ EV 'tU o).,u ttlV 'i)AlcrElay, C)"[, u,putpdlEi'l av, Ka\ bt\~ova. Ka\ tOY Jltl 9EfDpOOYta, UV Suva.tOC; OEroPflCJa1' to 0' 6VEpydq.. (Trad.: .Acto es, pues, que la cosa exista , pero no como decimos que existe en p o tencia . Decimos que existe en potencia, por ejemplo , el Hermes en Ia madera y la semirrecta en la recta entera, ya que podria ser extraida de ella , y el que sabe, pero no esti ejercitando su saber, si es capaz de ejercitarlo. La otro, p a r su parte, <decimos que esta> en 12
'6
.cto·). Cf. Metapb. n, 7, Metapb. e, 6, 1048a36: ou B£i 1tav'to<; opov ~l1tiiv CtAAa Ka\ to
1.
UvctAoYOV O1Jvop(iv, on roc; to O'lK03oJ,1oUV 1tPOC; to O'lK03oJ,11KOV, Ka\ 'to tp"fTlyopoC; npoc; 'to Ka9EUOOV, Kat to apmv 1tPOC; to J,1UOV !lEV aCj>tv BE £Xov, Ko.\ to CtttOKEKf>1J,1eVOV EK 't~C; u).,flC; 1tpo<; t~V uJ...llv, Ka\ 'to attElpyacrJleVov
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Sabre los multiples significados del ente segun Arist6teles
EI ente segUn la potencia y el acto (ov ouvdJ.1st Kat EVSPy&tq.)
, ,'., avspyacrtOv. 't'nu'tt); SE 't'T¥; B,u'l'opa<; eu,.p,!> !lop',!> E"'Ol lj ., , , SVEp"{Eta w:pooptcrJ.1svf1, eu,.p,!> Be ouva'tov. Comparese la lectura de Schwegler. " V~ase Schwegler, Metapbyslk des Arlstoteles, N, p. 222. 16 A Pbys. 358a19 y 55. 17 Sobre la diferencia entre Evepysta y EVtEA.eXSta han polemizado interpretes antiguos y modernos, y 10 (mico cierto es que la diversidad de sus puntas de vista es mucho mayor que la diversidad de los conceptos designados con uno y oteo nombre. Ciertamente, se emplean para cosas distintas, pero no 5610 hay diferencia entre uno y oteo termino, sino tambien dentro de cada uno de elIas, debido a diferencias de usa. Pues el QV evspy&tq. no es un termino sin6nimo, sino que se usa de manera an:1loga, como veremos al tratar de las categorias. Bien pudo suceder, par ello, que los interpretes se vieran conducidos a puntas de vista completamente opuestos, dependiendo de si tomaban en consideraci6n este 0 aquel pasaje. Muchos atribuyen a evtEA.exsta el camcter de realidad plena de una forma mas decidida que a evepyEta, pero Schwegler (op. cit.) dice, en cambio que ..svep"(E\a es la actividad (auto-activaci6n) en la existencia plena, mientras que evtsA.exsta es, par el contrario, la actividad que est:1 todavia entreverada de SuvaJ.1 t~ y combate contra ellao. Tanto ov EVSPYsCq. como QV EVtEA.SXsCq. significan 10 realizado y acabado mediante la forma. Pero, mientras que la expresi6n EV't'sA£XS\a expresa esto ya en el propio nombre, el termino evepysta esta, en cambio, tornado de los movimientos, segun reconoce el propio Arist6teles (ver p. 86, nota 10), no porque 10 que se halla en movimiento este EVSPYstq. en grado maximo, sino porque, frente a otras actualidades, el movimiento es la primera que nos llama la atenci6n. De ninguna cosa que no es realmente se predica el movimiento, mientras que otros predicados ---como pensable, deseable- se atribuyen tambien al no-ente. (Arist. ib.). 18 !fetaph. e, 3, 1046b29: ftcrt Se tlVSe; ot <pacrlV, otov 0\ MeyaptKo{ o'tav EVEPTIl J.1
26 Metapb . . en tanto que otrc. Y es que las demas cosas se dice que son potentes 0 capaces, las unas porque otra cosa posee una potencia tal respecto de ellas, las otras porque no la posee, las otras porque la posee de tal modo determinado-). 32 Para que algo sea un SUVdJ.1El ov no basta con que se halle en el el principia de su actividad, sino que ha de darse tambien en el el 1totstv como accidente propiamente dicho. 33 Metaph. e, 3, 1047a20: ma't" svSeXE'tat Suva'tov !:lev t l &tva.t J.I.~ Elval li€,_ Kat Suva.'tov J.I.~ &tval &tval Se, OJlotro~ liE Kat Em 'tcOv aA.A.oov Ka't~yo plOOV Suva't'ov f3aSi~slv OV J.1Tl f3aSi~Etv, Kat Jl~ f3a.S{~ov Suva'tov ElVal f3aO{~Elv. (Trad.: ~Cabe, por tanto, que algo pueda ser perc no sea, y pueda no ser, perc sea. E igual en las demas categorias: que siendo capaz de andar no ande, y que no este andando, aun siendo capaz de andaro). 34 Metaph. e, 10, 1051a34: E1td Se 't'o DV Aiye'tat Kat to J.1~ OV 'to J.1BV Ka't'a. ta. crxtiJ.,La:ra 't'rov Ka'tll"fOPtcOv, 't'o SB Ka't'a OUVaJ.llV 11 svepYElav 'fOV'fWV 11 't'nvavtia (Trad.: .Puesto que 'ente' y 'no-ente' se dicen, en un sentido, segun las figuras de las categorias, en otro sentido s~n la potencia a el acto de estas, o sus contrarios.) ... L1, 7, p. 1017a35: E't'1 1'0 Elval O1lJ.1a{vSt Kat 1'0 DV, 1'0 JlBV SUVdJlSl Plltov, 'to S' EVtEA.SXdq. niv dpfJJ.l&v(J)v 'fOV-rIDV (Trad.: .Ser y entc
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,
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Sabre los multiples significados del ente seg(1n Arist6teles
El ente seg(ln la potencia y el acto (ov Suvci~£t Kat tV£pytlq.)
se dicen tanto de 10 que est:1. cn potencia como del ser en cntelequia. en las dtferentes senttdos enumerad~), (Sucede que Arist6teles ha tratado ya previamente de las categarias), Vcase lambicn De anima II, I, 412a6, " V. Infra, capitulo 5, § 3. ,. Metaph . e, 6, !048b6, ).iYETo;, 5. svep1E(o; ou mivTa o!,o("'<;, o.'!..)'; 1\ 'Ceq a.va'J...oyov, ffi~ 'COUtO EV tDlhCQ ~ npoc; "C~u"Co, to'S' EV tcQOE ~ 1tpo<; "COOE' (sobre la lectura adoplada, v~ase Bonitz: Observ. crlt.) 'tel JlEV ya.p 00<; Kiv1)Ou; 1tpOe; oUvuJ.uv. 'tel 0' 00<; oucriu npoe; twa u'J..."v. V. infra, capitu-
Metapb. N, 2, 1089a34: ato1tov oTt to 01t0l<; J.u1v noUa to OV to ti Ecrn ~T}tlicr(l\. nme; 15E Tlnoux llnoml, J.1rl- (Trad.: ·Pero es absurdo indagar c6mo puede ser multiple el ente en su que es y no indagar ,Por que 10 son cualidades y cantidadeso ) . Cf. b, 15: tou'Cm<; oit 'Ct a'i'-clOV "Cou nOA-Aa Elvul; CtVaYKll J.1EV oov, oocrnEp A-EYDJ.1£V, lJ1tOOEtVal 'Co OUVcijlEl OV EKcla'tCQ. (Trad.: ·lCu:1.1 es entonces 1a causa de que estas sean muchas? Asi pues, es necesario suponer para cada cosa el ente en patencia-). ~ Vease m:1.s arriba el comienzo de este capitulo. "Metaph. e, 7, 1049.17, ""mep i] yij Dun", o.vlipl(l<; ouva!'e,' J.1f;ta~clI..A.ol>aa ydp Emal Xa}..KOc;. (Trad.: ·Como la tierra no es en potcncia aun una estatua --en efecto, sena bronce una vez que haya cambiado·),
po tencia. En su estado previa necesita. sin embargo, de otro principio, al igual Que la tierra no es en polencia aun una e Slatua (en efecto, sera bronce una vez que haya cambiado).) . .. cr. Phys. I, 9, 192b16. 42 Por ejemplo, De anima II, 1, 412a6: AtroJlEV rivo<; EV n trov oV'tCJ)v titv oucrlnv, tnUt11<; 08 to J.18V roc; ul..llV. b 'KO.O· nu'to JlEV o\ne Ecrn tOOE n, ihcpov 15E JlOPct'itv Kat £1OOe;, KaO' ~v flOll Atygtut tOO& tt. Knt tPltOV to EK tOUtOlV, "C(1'[t u <' ", J.1EV U/\,ll v, <' r< 'EVtE/\,EXEtU. , ' (Tra.:· d D ecunos . uUVUJlt<;, to'<' u EluOe; que uno de 105 generas de los entes es la substancia y la substancia, en un primer sentido, es la materia, es decir, aquello que p a r 51 no es un ser determinado; en un segundo sentido, es la forma y la especie, en virtud de los cuales la materia se denomina un ser determinado; en un tercer sentido, el compuesto de estos·). " Cf. Phys. III, I, 201.29; ib. 21.
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lo 5, § 13. 37
u
" ,
Sabre los multiples significados del cnte scg(ln Arist6teles
anima II, 1, 412a8: Eon 6'
i1
JlEV OA11 SuvaJ.uc;. 'to cS' &'1:00<; EVT&UXElU. cr. Metaph. H, 2, 1043.27: Ij flEV -PP roC; U1..T] [oU(ffu E(fTtV], Ij s' OOC; IlOP
,
EI cnte seg(ln la potencia y el acto (ov cSUVaIJE\ KU\ evepy&\q.)
V. supra, p. 51. " Metapb. H, 2, 1043.12 : Ij EviP"I"\U aUT] aUT]<; O1..T]<; Kat 0 1..oyoC; (Trad.: .EI acto es otro para cada materia, y 10 mismo el enunciado.) . "Metaph . a, 2. V. supra, p. 100, not. 52. 57 Vease PbJ!.S. III, 1, 201a31: 00 to au'to ~o Xa.A.'KcQ Elva.\ Kat 8UVclll£t ttvt KtVTJtcQ... 34: aW.ov a ' bd nov tvavti'oov' to J1EV .,.a.p 5uvaaOal uy\ai'vctv Kat ouvaa9al KclJ.lV£tv &'t£pOV' Kat ytip Q.v to KaJ.lV£lV Kat 1"0 uy\u(vew tautOV ~v' 'to BE U1tOlG;lJ,l£VOV 'Ka1. to U"(latVOV Kat 'to voaouv, £'i'O' uypci"tllS dO' a'iJ,la, tautov Kat EV. btd S' 00 talJtov, WCJ1t£p 005e XPooJ.la tautov Ka\ opatoy, ~ tOU 8uvatou. ~ 8uvatO'v, EVt£A.eXEla cpo.VtpOV on KlvrpiS EO'tlY (Trad.: .Pues no es 10 mismo ser bronce que ser algo m6 vil en potencia ... ; 34: Esto es claro en el caso de los contrarios, ya que poder curarse es distinto que poder enfermar -si no 10 fueran, estar enfermo seria 10 mismo que estar sano-; pero el sujeto del estar sana y del estar enfermo, sea humor
a sea sangre, es uno y el mismo. Y puesto que no son 10 mismo, como el color no es 10 mismo que la cosa visible, es evidente que el movimiento es la actualidad de 10 potencial en tanto que potencial-). 58 Pbys. III, 1. Vease la nota anterior. 59 Phys. 1II, 1, 20la27: ;, BE tOU OuVaj..Ltl ov'toC;. otav £vt£Aexd~ QV EY£PrU (i\ auto i\aA'A.o), ~ K\vrtt6v, KiYT}O'lC; EO"'tlV, AS"fOO 'to ~ Eat\ yap 0 XaAKoC; BUVaj..L£l a.v8p(ac;. aAA' OJ,lroc; oux T, tOU ~aAKOu Evn:A.ixtta, ~ XaAKOS, K\VllO'lt; fO'tlY' TO au'fO TC} XaAKlp Elva! Kat OVvclll£l TIVI KlVfJ'ftp K. t. A. (Trad. : .EI movimiento es, pues, la actualidad de 10 potencial, cuando al estar actualiz;indose opera no en cuanro a 10 que es en si mismo sino en tanto que es movible. Entiendo el 'en tanto que' asi: el bronce es estatua en potencia, perc el movimiento no es la actualidad del bronce en tanto que bronee, pues no es 10 mtsmo ser bronce qlle ser algo m6vfl en po,tencia.). 60 Phys. III, 1, 20lb5: on J,lEV ouv EO'ttV au't11. K:at O'UJ,lj3alYEl t6t£ K!.YEtcrSat. otav ;, EY'teA8XEla U autll. Kat OUtE: 1tp6ttpov OU't8 ucrtepov. BTlAOY' EVOEXCta.t yap €KacrtOY J.lEv EVE:J')'£lV OtE a£ Ilrl. olo v 'to oh:oOojJ1)tOV Ko.1. ;, tOU O'lKOOoJ.l1)tOU Ey8pytlo., U O'lKOOoJ.llltOV, O'\KOOOjJftCJ1; E, y que acontece que se produce mo vimiento 5610 cuando se da la actualizaci6 n misma, y no antes ni despues. Pues cada cosa puede c star en acruaHzaci6n unas veces y otras no, como en el easo de 10 edificable: la actuaIizaci6n de 10 edificable, en tanto que edificable, es el proceso de edificaci6n. Y es que la actualizaci6n de 10 edificable a es el proceso de ediflcaci6 n 0 es ]a casa; pero cuando la casa existe ya no existe 10 edificable, y es 10 edificable 10 que esta en proceso de edificaci6n. Necesariamente, pues, la actualizaci6 n es el proceso de edificaci6n; y el proceso de edificaci6n es un m o vimiento. Pues bien, este mismo razonamiento se ajusta tambien a los demcis movimientos.). 61 lb. a15: Ott oE toutO' EO'tlV K(VllO"\;, EvtEUOeY 8TiM>v. otav to o'tKOaOJllltOv,!.. 11 tOlOUtOV aiao AEYOJ,lEV e'lvUl. 8Vt£A£Xtlq. U. o'tKoB0J.1&au\. 'Kat EO'n tOUtO 0'tKoB6JlllO'tC;' oJloicoC; 8E Kat j..LaOT}CJ\C; Kat 'tatpeuO'\; Kat KUAtO'\C; Kat aAO'tc; Kat aapuvcrtC; Ka.t yrlpaVO'lC;. (Trad. : -Y que eJ movimiento es esto se pone de manifiesto par 10 que sigue: cuando 10 que es ecJificable --en la medida en que 10 lIamamos asi - esta en actualizaci6 n, esta siendo edificado y ella es el proceso de edificar; y 10 mismo el proceso de aprender, de curar, de radar, de saltar, de madurar y de envejecer.). 62 Pbys. III. 1, 201b4: i] tOU SuvatOU UBuva'Tov, EV't£}.iX~:1a. <pav£pov on K\Vl)Cr\; to'T1V (Trad.: ·Es evidente que eI movimiento es Ia actualizaci6n de 10 E'otenci~ en tanto que potencial.); lb. a10: ;, 'Coo aUyaJ.lEt OVto.:; EVtEAtXC\a. 1] tOlOUtOV. K(YTJO'i; f:attv, olov tOU J,leV aAAO\COtOU, ~ aAAotIDtO'v CtAAO\OOO'\c;. tOU oe au!;rrrou Kat tOU aVtlKttJ.l8VOU cpOltOU (ouSey yap OVO~~ Ko\YOV En' QJ.1<potv) aU~Tec:nc; Kat q>9\att;. tau )'£VlltOU Kat
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51
to
De
ad
JlavScivQY'toC; bnO'trlJ,lwv. to t)' WC; f:~ a.epOC; u&op, cpOE\POJ.1EVOU OatEpou. (Trad.: -De dos maneras, en efeclo, una rosa 'viene de' otra, excluyendo cuando
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Sobre los multiples significados del eote segun Arist6teles
E1 cote segun la potencia y el acto (ov OUVclJ.'tt Kal. EVEpydq)
(pues no hay un termino comtin por encima de los dos), es el aumento y la disminuici6n; y 13 de 10 que puede generarse y 10 que puede destruirse e~ la generaci6n y fa destrucci6n, y la de 10 que puede sec trasladado, la traslac16n-). " Vease Scbol. 360, a8 y 15. " Metaph. a, 2. V. supra, p. 101, nota 53. 65 Pbys. III, 2, 201b19: OTiAoV a£ c::nc:01toucrtv rot; nO&ucrtv au't'~v EV\.()\, hEpOTIfta Ka~ aV\00't!lla Kat .~~ .....'1 ,v tpo.cr~ov.;~ ..E\~l tllV -:-,\~~\V' ~v DuBEV aVUYKU10V KlVEtoSut, OUf av £:'teEn tI DUl av avtCJo, 0,Yt av OUK OvtU' a)../.: ou~r 1, )JE'ta~O":rl Ot5.' £'\<; 'tau-ru Olh"' be 'tothrov J.LuUov EU't"tv ~ £K 'trov aV't'lKE\)JEvroV. (Trad.: .y tambii!o es claro si consideramos de que manera 10 sinian algunos, afirmando que el rnovimiento es alteridad, desigualdad y 10 no-ente , Nada de eso tiene que moverse necesariamente: ni las CDsas diferentes, ni las desiguales, ni los no-entes, Pero es que tampoco se da el cambia ni hacia estas ni desde estas can mas raz6n que desde sus contrarios-), " Segiin el orden de los pitag6ricos. V~se Scbol. 359b30. 67 Pbys. III , 2, 20Ib24: a'.,ttov 56 'tou EtC; 'tauTa ,{lOiva, Ot\ aOPlO-rOV 1'1 OoKE1 &ivaI 1) K{VftO\c;, 1'1lc; a6 h£pac; CJUOtOlXiae; at apxa1. S\a._ to O'tEp'lt1Kat EtVat aop\
Evep)'&\a, sino tambi~n como E;Yt£A.£XEla, palabra que de hecho significa plenitud, TtAtl6U1C; (v, supra, § 1). Nosotros podemos explicarlo ficilmente: como la Klv1l0tC; constituye el estado de devenir y 10 actualiza como tal (raz6n por 13
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k~!Ai~£~~EP:U~)io ~~:i~~c~Oet!~~~f:Ce~o;~~s~~oYm~ ::r~~:~:u::~o~l~ par asi decir, mas plena de Ia polencia, 70 Pbys. HI, 2, 201b33: Ka\ 01(1 tou'to 5i) x,au1tov auti}v MxJ3ElV 'tl £Ot!v' f) yap t't<; o'tEPflOlV o.vaYKalov O£tvat ~ &'tt; 5uva~lV ~ £'te; tVEp)'EtaV a,1tA.1lV, 'tOll1"OOV 5' OUOEY cpalvEtat eV~Exo)JEYOV, Ael7tEta\ 'totvuV 6 &'lPTllEYOC; 1"ponOt;, evlp"fEtay J..LEV t\Va ElVat, 1"otaut'lV 6' £VEpyE\aV, Olav £'lnaJlEv, xaAEntlV J.1EV 'laitv, &VOEXOJlEVllV S' &tva\, " Cf. Melapb. K, 1l,1067b14 Y 55. lb. Phys. III. _ _ 72 Pbys, Ill, I, 201a8: ooO't£ K\Vrl0£COt; Ka1. J..LE'taf3oAf}C; &O''t1.V i{01l 'toO'nuta. 000. tOO oV'tOt;. (Trad.: ·De modo que de movimiento y cambio hay exacta· mente las mismas especies que de ente·). Cf, Metapb. K, 9. H Metapb. K, 12, lo68a8: Et OllV at Ka'tTlYOptat a\~1lvtat ouulq" 1!OlOt11ft. ... , -, ., 't61tt'J}, 'tt'J} nO\Etv 11 1tacrxE\v, t<9 npoe; 'Cl, t<9 nOO<9, avaYKTI tpEte; ElVa\ K\vrlaEtC;, 1totoU, noO'oo, 'tC)1tou. (Trad.: .Puesto que las categorias se dividen en substancia, cualidad, lugar, hacer 0 padecer, relaci6n y cantidad, necesariamente hay tres clases de movimiento: de cualidad, de cantidad y de luga!"'). Y 10 mismo en Pbys, Ill. En las casas que no admiten estado intermedio entre el devenir y la actualidad, y para las que no existe por tanto K1VflO\S propiamen te dicha (i.e. segiin acabamos de air, para todas las categorias, excepto las de 1tO\OY, ftOUOV Y nou) es evidente que el estado de potencia anterior al devenir, que no viene constituido como tal par forma alguna, ha de ser caracterizado ya como estado inmediato de potencialidad. E1 estado de St4 devenir es eI estado de la actualidad en su primer momento. " cr. Pbys. III, 5, 204a8. " '0 15 M etapb . e, 6, 1048b9: a"A"Acoe; liE" Kat 1"0 ; an£lp_ov Ka\' " 1"0 K£vov.-Ka\' " 90'0. 1"otau'ta, A.£y&1"at OUVctJ..LEl Ka', EVEpydct 1tOAAo1e; nov QV1"COV, OtOV 1"0? opoov.!t Ka\ f3aMt;ov'tl Ka\ OPCOJl£VC9 ' 'tau'ta !..lev ycip_ i;V~EXE'ta\ Kat toy oux OUtOO OUVclJlE\ £O't1.V 00<; &V£pyt:lq, £CJO)JEVOV ~o)PI(J1"OV, YVOOU£I' 't4) ydp )J~ unOAt\n£lV Tt)V ola(pEotv a1t05ioooO'I to £wat (5UVcl)JEl taUtllV ti}v £vEp'}'tlav, tcQ OE xooplm;EoOat 00, (Trad.: .Por otra parte, el infinito, el vado y cuantas cosas hay de este tipo, se dice que estan en patencia 0 en acto de otro modo que muchas de las casas que son, por ejempIa, que el que ve, el que anda y 10 que se ve. De estos ultimos, incluso la enunciaci6n absoluta puede ser verdadera a veces (de alga se dice que 'se ve' bien porque esta. siendo visto, bien porque puede ser visto). El infinito, pa r el contraria, no esta en potencia e n el sentido de que vaya a ser capaz ulterior~ mente de existencia actual separada, sino en el conocimiento. En efecto, el que la divisi6n no lIegue a termino comparta que (al acto exista potencialmente y no, al cantrario, que exista separado.).
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El ente ""gUn Ia. figural de I.. categorta.
CAPITULO QUINTO El ente seg(in las figuras de las categorias
§ 1. Observaciones introductorias. Las categorias han sido
dispuestas par Arisl6teles en un numero determinado. Diferentes interpretaciones de las categorias aristotellcas por los comentaristas recientes Hemos estudiado ya el ente en tres significaciones, pero la parte mas dificil de nuestro trabajo todavia no esta hecha, pues el cuarto significado de ente, en el que se denomina ente seg6n las figuras de las categorias, TO OV Ka'l'd 'I'd
siguiente cuesti6n: ,agota ei numero de las categonas aducidas el ambito de dicho ente y la multiplicidad de las categonas, u ocurre mas bien que Arist6te1es se !imita a damos, por asi decir, ejemplos de categonas, a las que seria fkit ai'iadir muchas otras? En su Historia de fa 16gica, Prantl! crey6 poder conduir, partiendo del hecho de que Arist6teles menciona en diferentes pasajes un diferente numero de categorlas (hay induso un pasaje, Metaph. N, 2, 1089b20, en que parece aceptar sOlo tres: substancias [ouaiat], pasiones [m191]] y reiaciones [1tpO~ nl') que Arist6teles no se tom6 en serio el numero diez ni, en general, ning6n otro numero concreto. Afirma, incluso, que .cualquier perso na razonable se dara por satisfecha con la reducci6n a estas tres, 10 mismo que con aquellas siete u ocho.>, 10 cual presupone ya una reducci6n previa de 1tOtElV, 1taaXElV, K&ta9at y EXElV a las dos primeras, 0 una unica categoria de Ki VT]at~, pues Arist6teles enumera diez en Categorias: ·De las cosas que se dicen fuera de la composici6n, unas significan substancia (ouaia), otras cantidad (1toaov), otras cualidad (1totov), 0 algo relativo (1tPO~ n), 0 un d6nde (1tou), 0 un cuando (1to'rln, 0 un estar colocado (Kiia9at), 0 un llevar puesto ('eXElV), 0 un hacer (1tOlEnv) 0 un padecer (m1aXElV)'<' Y como algunos tienen dudas sobre la autenticidad de Categoriass, hay que decir que el !ibro I de los T6picos, incuestionablemente autentico, ofrece el mismo -
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numero. Pero , ~~g9.!:l . ~!_aEtl ,.'£e!a .f!!i~J.illl .~n~1
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Sabre los mOltlples slgnlflcados del erne seg(ln Arlst6teles
EI ente segOn I.s flgu'" de las cat_gorla.
hay ni uno solo que coincida en este punto con Prand, como tampoco ningiln moderno parece adherirse a este planteamiento. AI contrario, tanto Brandis (Exposicion sinoptica del sistema aristotelico) como Zeller (Filosofia de los griegos II, 2) intentan mostrar que una reducci6n 0 ampliaci6n semejante no se corresponde en modo alguno con las intenciones de Arist6teles7 . Y yo debo confesar que, en mi opini6n, ambos han logrado hacerlo de forma absolutamente convincente. Aducen tal niimero de ejemplos en que nuestro fil6sofo en uncia con toda c1aridad que ha establecido un niimero determinado de categorias, y que considera estas completas, que nada puede justificar ya las dudas al respectd'. Por el contrario, se ha extendido la opini6n de que Arist6teles, de las categorias originariamente establecidas en niimero de diez (quiza debido a la vieja afici6n que pitag6ricos y plat6nicos sentian por este numero), mas adelante abandon6 dos de manera tacita, a saber, KEtcrOClt y eXEtv. Asi 10 afirma Zeller en su Filosofia de los griegos y Brandis en su Historia de la filosofia grecorromana. Tampoco Bonitz, en su Sobre las categorias de Aristoteles, parece sentir aversi6n por esta hip6tesis, al igual que Trendelenburg en su Historia de la teoria de las categorias9. En su momenta tendremos que examinar mas detenidamente este punto de vista, que resulta en cualquier caso muy verosimil. Por 10 pronto, basta con constatar que, cuando menos, Arist6teles se ha atenido a este niimero, considerandolo completo y seguro. Si no cabe negar, por tanto, que Arist6teles estaba convencido de la validez y la completud de su tabla categorial, se impone en cualquier caso la pregunta de que Ie ha podido proporcionar tal convicci6n. Esto ha conducido, en epoca reciente, a investigaciones sobre cual pudo ser la via seguida por Arist6teles para lIegar a ella. Una hip6tesis de Trendelenburg a este respecto ha alcanzado gran resonancia, si bien han sido mas sus adversarios
que sus defensores. Para disponer de una base s6lida, que permitiera solventar tales cuestiones, se comenz6 a investigar con mayor detenimiento la esencia peculiar y eI significado de las categorias. En concrc:!.().LElbe disting1,lir tre~!an!~'!!J1..kntQS,_que coinciden todos ellos en afirmaUL\!~Jl!llSl!t~Qrlll.S..llQ_p.lJ.eden ~r ;;;;;ra=m'::e::"'n:c:.t";'e·-·d~t';;;~;;;;-;-·~Qnceptualeuk_YaJidez ..slIbj.etiva , pues una idea semej~nt~seria ~E!.e_c.t.a~~!l.tc::_ai"'t:'il_i!IJ~l!li;;IDQ.d.e •
Arist6tele~10.
La primera de estas opiniones sostiene que las categorias no son c;.()f1~.~F.~"._!~:lI~ sino que simplemente proporcionan el entramado c1asificatorio en el que deben registrarse todos los conceptos reales, i.e. que solamente constituyen los puntos de vista con arreglo a los cuales han de c1asificarse los conceptos a la hora de distinguir los objetos del pensamiento. Brandis parece inc1inarse por este planteamiento, por ejemplo, cuando afirma: .La tabla de las categorias no tiene otra misi6n que reunir las cuestiones y determinaciones generales que debemos aplicar para acoger en nuestro pensamiento todos y cada uno de los objetos, i.e. para alcanzar las determinaciones conceptuales de dichos objetos. Son las formas 0 generos de la enunciaci6n, extraidas a partir del nexo proposicional y separadas de 1'1, es decir, no son elias mismas conceptos geniiricos reales y bien deftnido",lI. Y anade: .Las categorias s610 tienen como misi6n establecer los puntos de vista que hay que tener en cuenta para una completa elucidaci6n de los puntos en cuesti6n.!2. Lo mismo dice Zeller: .Las categorias no pretenden describir las cosas segiln su constituci6n real, ni tampoco establecer los conceptos generales requeridos para ello; se limitan mas bien a exponer los diferentes aspectos que cabe tener en cuenta en una descripci6n semejante; desde el punto de vista del fil6sofo, su misi6n no es suministrar conceptos reales, sino solo el entramado c1asificatorio en que han de registrarse todos los conceptos reales-". ·Las categorias no son
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Sob", I"" mOltlples slgnlfleadOll del ente ..gOn ArlstOteles
elias mismas inmediatamente predicados, sino que simplemente designan el lugar que corresponde a ciertos predicados. 14 . Zeller cita a Strlimpell, quien en su Historia de fa filosofia teoretica caracteriza tambi<~n a las categorias como .Ias especies de la predicaci6n. y no, por tanto, .de 10 predicado.lS. EI segundo planteamiento caracteriza a las categonas no como formas de la enunciaci6n, como especies de la predicaci6n de conceptos, sino como conceptos. Pero no, en cualquier caso, como conceptos considerados en y por si mismos y en la medida en que designan representaciones simples del entendimiento, sino como conceptos considerados en su relaci6n con el juicio, es decir, en la medida en que pueden ser parte del juicio en concreto, . Segun este planteamiento, las categorias han de la separaci6n del nexo proposicional, son predicados separados, predicados generales. Su c1asificaci6n no procede, por tanto, desde una consideraci6n real, sino desde la diversidad de relaciones gramaticales. Tal parece ser, en resumidas cuentas, el punto de vista de Trendelenburg, quien, tras haber intentado exponer el origen de las categonas a partir de relaciones gramaticales en su tratado De categoriis (Berlin, 1833), ha desarrollado luego mas detenidamente esta cuesti6n en sus Elementa Logices Aristoteleae y, especialmente, en su excelente Historia de la teoria de las categorias (Berlin, 1846). Asi, en p. 20 afirma: .Con.S!!.Q~!;I.$. c;atego~...n..os pre_~CQIllO los conC!!P.tos .s::n~ral,,-~J?'!i2..!qs .c:~~I~~ . c_ae!:' ,!.9u~redi~~os_
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EI ente segOn I.. flgul1ls de las eategorias
puede ser sujeto 17 • Trendelenburg intenta dar cuenta de este hecho diciendo que tal substancia, cuando menos, se predica a veces de manera impropia 18, remitiendo al respecto a Anal. prior. I, 27: ·En efecto, decimos que aquello blanco es S6crates y 10 que viene es Calias. 10 . A este planteamiento se ha adherido Biese en su Filosofia de Arist6teles 20 ; y Waitz, en su edici6n del 6rganon, tampoco parece sentirse a disgusto con el, pues acepta, cuando menos, el origen de las categorias a partir de relaciones gramaticales21 • Se podna pensar que tambien los traductores antiguos eran favorables a este planteamiento, pues vertieron Ka'tTlYOpiat como praedicamenta. Y, segun Trendelenburg, las expresiones de los escoliastas, Alejandro de Mrodisias, Alejandro Egeo y Porfirio (.Ia expresi6n Ka'tTlyopta se utiliza para poner de manifiesto que se predica de la cosa."), etc., mostrarian que tambien ellos entendieron el concepto de categoria de manera semejante 23 . EI tercer planteamiento, finalmente, coincide con el segundo en afirmar que las categorias no son un mero entramado para conceptos, sino conceptos reales, pero niega aun mas tajantemente que el primero que se trate de predicados, 0 que la tabla de las categorias haya sido desarrollada atendiendo exc1usivamente a diferencia 16gicas y gramaticales. Segun el, las calegonas son los diferenles conceptos supremos que se designan mediante el nombre comun Este planteamiento ha sido desarrollado y fundamentado especialmente por Bonitz en su tratado Sobre las categorias de Arist6teles: ·Las categorias -
av.
:_~~r:<;i:l~(),'!. ,~l,E.':'~<:.ept<;>d,,- ",~\~ ,<;I~~i&.qa. ':1 }.~_g.~!:'f!.r()~. s.u p-I~mQ~,
tales <:!l.~~
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Sobre 10. m61t1ples slgnlOcado. del ente segOn ArJstOteles
predicado, sino tambi1!n, en general, que un concepto se enuncia o se dice en un slgn!ftcado determlnado, sin que por ello se plense en modo alguno su relaci6n con otro. EI plural Kunyyoptul puede designar, de acuerdo con ello, los cliferentes modos en que se enuncia un concepto, los diferentes significados que se vinculan a los diferentes enunciados; y, por tanto, KU~EyOp(Ul .~ou ovw~ significaci los cliferentes significados que se vinculan a la enunciacion del concepto de av, exactamente 10 mismo que 1tOA.MlXOO~ M)'ET<Xl ~O av, 1to(mxoo~ M)'E~Ul ~O (iv... Esta expresian, KUnlYOptat wi) avw~..., es propiamente el nombre completo de las categorlas en tanto que generos supremos del ente·25 . Concuerda con este punto de vista 10 afirmado por Ritter en el tercer tomo de su Historia de la filosofia: ·Por categorlas entiende Aristoteles las especies generalisimas de 10 que se designa mediante la palabra simple.'·. Tambien Hegel denomina a las categorlas, en el sentido de Aristoteles, .Ias esencialidades simples, las determinaciones generales. 27 • Hemos conocido aqul opiniones que apuntan en direcciones muy diversas, y ha llegado el momento de decidirnos por una 0 por otra. Pues, si atendemos solo a la diferencia en la intuici6n fundamental (esto es, en la determinaci6n del significado de las categorias) y prescindimos de todas las demas cuestiones (es decir, de la via seguida por Arist6teles en su descubrimiento y otros asuntos semejantes) y de las diferentes posibilidades de responder a la vez a cada una de elias -por mas que todo esto pueda estar estrechamente conectado con 10 anterior-, parece que los planteamientos aqul recogidos agotan completamente el ambito de variaciones posibles, de forma tal que no queda ya espacio para una nueva interpretaci6n, divergente de las otras tres. Puesto que al hablar de categorias no se trata de formas de pensar compuesto (KunlYop(u = KU~a:cpUcrt~28) a la manera del juicio, como se desprende claramente de todo 10 dicho respecto
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EI ente segOn las flgura. de las categorla.
de ellas29, sino de conceptos simples (cosa que el propio Aristoteles confirma tambien expresamente en Categ. 4, Ib25)lO, s610 cabe entender las categorlas: (1) como las diferentes formas de la enunciacion conceptual 0 (2) como los diferentes conceptos supremos mismos. Si hacemos 10 primero, nos situamos en el primer planteamiento. Y si hacemos 10 segundo, 0 bien entendemos las categorias como conceptos, en la medida en que todo concepto es un todo por sl, una idea acabada como tal31 (y entonces desembocamos en 10 que sostenlan los defensores del tercer planteamiento) 0 bien las entendemos como conceptos no en y por sl mismos, sino s610 en la medida en que el concepto ocupa un lugar en la proposici6n 0 en el juicio, i.e. en la medida en que es una parte del juicio en concreto, seg(!n ocurriria aqul, un predicado (y con ello nos habremos pronundado en favor del segundo planteamiento). Quedaria, desde luego, una ultima posibilidad, pues los conceptos tambien pueden ser considerados como terminos, en la medida en que cabe formar a partir de ellos una conexion siloglstica; pero tal posibilidad cae por su propio peso, pues resulta obvio para cualquiera que, en el caso de las categorias aristotelicas, no se plantea en ning(!n momento una referenda directa al silogismo. Si resulta, pues, que en este punto las interpretadones ya existentes, nltidamente distinguidas y contrapuestas entre sl, agotan todas las posibilidades y excluyen cualquier nuevo planteamiento , debemos declarar sin ambages que el tercer punto de vista nos parece preferible a los otros dos, si bien anadiendo a renglon seguido que no podemos compartir en su totalidad el modo en que este planteamiento ha sido desarrollado (con determinadones adicionales que no son, en cualquier caso, independientes de la respuesta que se de a la cuestion), especialmente en el meritorio tratado de Bonltz citado mas arriba. Por el contrario, tambien en los otros planteamientos reconocemos elementos correctos,
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Sobre lo! mOltipleo significado! del ente segOn Artst6teles
EI ente segOn las figuras de las categorlas
que nos parecen perfectamente conciliables con el tercero. Por 10 demas, nos parece que tampoco los partidarios de los dos primeros los defienden de una forma tan sesgada y unilateral como sugerian sus propias afirmaciones, aisladas. Quiza, 10 que hacian no era sino insistir, de forma exclusiva, en algo que, en ultima instancia, ni siquiera a ellos mismos se les presentaba como el elemento unico, sino s610 el principal, en 10 que atafie al significado de las categorias. Asi, cuando Brandis mas arriba consideraba que las categorias eran s610 puntos de vista en la divisi6n de los g(meros, y Zeller por su parte veia en elias s610 lugares para ciertos predicados, quiza no hacian sino expresar en terminos parecidos algo que, por ejemplo, tam poco Prantl tiene reparos en afirmar en su Historia de la 16gica: -En la medida en que las categorias son categorias, se constituyen, dicho a las claras, en -r01tOl del AOYO~; y es precisamente este significado propio de las categorias el que debemos examinar aqui.". Siendo asi que el propio Prantl habia dicho antes, Iiteralmente que -Arist6teles mismo denomina expresamente a estas determinaciones (Le. a las categorias) ( .. .) 'predicados comunes' (KOtvU Ku'tlT¥0p0l5J.1Evu) y son (...) precisamente 10 que se denomina tambien 'generos' (yEVTj)_33. Y hasta Zeller inicia la secci6n correspondiente en su exposici6n de la filosofia aristotelica con las siguientes palabras: .Todos los objetos de nuestro pensamiento caen segun Arist6teles en uno de los diez conceptos siguientes: esencia, cantidad, etc. Estos conceptos supremos 0 categorias.. ..34 • Tambien Brandis llama a las categorias en numerosos pasajes -conceptos genericos universales y prirneros, generos supremos del ente, etc.'. Por otro lado, hasta Trendelenburg, que tanto insiste en la importancia de las relaciones 16gicas al proceder a la divisi6n de las categortas, acepta que en el disefio ·de las mismas hay un conflicto entre -subsunci6n 16gica. y -genesis real.,3S y que Arist6teles -trataba en terminos reales las categorias descubiertas por via forrnal. 36 •
Creemos, por 10 demas, que la interpretaci6n que mas arriba hemos dado de su planteamiento -y que reapareci6 tantas veces en la polemica suscitada contra el- no se corresponde del todo con sus intenciones. La afirmaci6n de que las categorias se distinguen segUn las diferentes formas de la predicaci6n y han sido descubiertas atendiendo a los predicados del juicio y del enunciado, es perfectamente compatible can la que sostiene que su , . pretensi6n es ofrecer las diferencias entre conceptos en termmos absolutos, como veremos mas abajo. Si se Ie preguntara a Trendelenburg: ide que nos ofrecen las categorias una divisi6n, del predicado 0 del ente? ,A que se subordinan ouerlu, 1tOlOV, 1toerov y demas, al concepto de predicado 0 al de ente?, creo estar seguro de que, con nosotros, se inc1inaria por 10 segundo. Pero como el asunto no estii Iibre de grandes dificultades, vamos a tratar de exponer y fundamentar, con precauci6n y paso a paso, el punto de vista que nos parece mas seguro. Decimos, pues:
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Tesis I: las categorias no son s610 un entramado cJasijicatorio para conceptos, sino que son eJ/as mismas conceptos reales,
§ 2.
Dvm reaO' aura if~(f) rr;q olavo{aq
Es esta una opini6n que Arist6teles enuncia de una forma tan clara y reiterada que yo, como queda dicho, no puedo creer que quepa entre los interpretes, sobre este punto, diferencia alguna que no sea meramente verbal. En efecto, si ante todo no puede haber duda alguna de que el propio QV del que debe ocuparse el metafisico es un concepto (pues 10 que existe en la mente de forma meramente objetiva ha sido excluido mas arriba), tampoco puede haber dudas respecto de las citegorias, como expone con suficiente c1aridad, por ejemplo, Metaph. Z, 4, 1030bll: -De los entes significa el uno una substancia (tofu: n ) , el otro un quantum
Sabre 10. multiple. sIgnificado. del ent••egun Arlst6telo.
EI ento sogOn la. figura. de las categorlas
(1toaov), el otro un quale (1tOtov).". La mismo en De anima II, 1, 412a6; Metaph. LI, 7, I017a22; Metaph . H, 6, 1045a36; Metaph. 61, 1, 1045b32 y, con ellos, numerasos otros pasajes, que en parte aduciremos mas tarde, cuando sometamos a un examen mas detenido la relaci6n del av indeterminado con las categorias38 . Ademas, la verdad de nuestra afirmaci6n se sigue tambien de las expresiones escogidas por Arist6teles para designar las categorias. Asi, por ejemplo, las denomina conceptos generales (KOtVa), como ocurre en ellibra III de Ffsica: ·No se puede, decimos, encontrar para estas un KOIVOV que no sea ni una subtancia, ni un quantum, ni un quale, ni alguna de las restantes categorias•. Vease Anal. post. II, 13 Y Metaph. Ii, 439 • Tambien sobre esto volveremos mas tarde". Ademas, las categorias son lIamadas tambien generas, Y€VTJ, como por ejemplo en el libra I de De anima: ·Es ante todo necesario distinguir en culll de los generas es el alma, y que es. Quiera decir: si es una entidad individual y una substancia, 0 un quale, 0 un quantum, 0 alguna otra de las categorias que hemos distinguido •. Para otras pasajes, vease mas abajo". Y si en otras lugares no son lIamadas ~d YEV" sin mlls, sino ~d rEv" ~rov Ka.~"yoptrov"2, Bonitz (lac. cit.) explica este genitivo como genitivo de aposici6n, con 10 que vendria a decir aqui exactamente 10 mismo que en los pasajes precedentes. En todo caso, si alguien quisiera traducir esta expresi6n como .Ios generas de los predicados., tal cosa tampoco nos afectaria en nada, pues los generas de aquello que se predica siguen siendo generos y, en consecuencia, deben ser conceptos. Finalmente, tanto el nombre mismo de Ka.~11Yopia.t (vease al respecto la explicaci6n que de el dan Trendelenburg 0 Bonitz13), como especialmente las expresiones Ka.~"yOp~a.~a., Ka.~"yOpOUI!EVa., que 10 sustituyen en otros pasajes (Phys. 1II, 1, 201a1; Metaph. Z, 1, 1028a33; Ii, 4, 1070b1, etc.), al igual que M:yOI!EVa. (De coelo III, 1, 298a28; Categ. 4, 1b25, etc.), indican que en las categorias
poseemos conceptos, y no meras lugares para conceptos. Y si las categorias son denominadas Otcttp€O'&t~ (divisiones) (como en Top. N, 1, 120b36), esto 5610 quiere decir que son los Otcttp&9€vmt (v. Anal. prior. I, 37, 49a7; Phys. V, 1, 22SbS) esto es, los conceptos en que se divide el ente (Ota.tpit~a.t ~O av)". Ahora bien, tambien son denominadas 1t~ola&t~ (casos)". le6mo se explica este nombre? Bonitz recuerda, con raz6n, que .para designar a las categorias, el termino 1t~c6O'&tS no se utiliza en solitario, sino 5610 en su conexi6n con QY Y IJ~ QV: 'to K
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Sabre I"" m61tlples slgnlflcados del ente seg6n Arlst6teles
EI ente seg6n las flguras de las categorlas
dicen, el entramado de clasificaci6n de conceptos, no pueden ser meramente un entramado de clasificaci6n de conceptos, sino que han de ser a la vez conceptos elias misrnas.
nuestro fil6sofo. Asi pues, en 10 referente al primer punto, debemos recordar c6mo, al comienzo de nuestras investigaciones, cuando se trataba ante todo de confirmar que, segun Arist6teles, el ov tiene una multitud de significados, hallabamos esto mismo expresado con las siguientes palabras: -ro DV A£YE-rat 1tol..l..aX(j)~, i.e. el ente se dice de multiples modos. EI 1tol..l..aX(j)~ designa, por tanto, no meramente que algo se dice mucho, esto es, a menudo y por muchos, sino tambien que se enuncia con multiples significados.
Ahora bien, ese -ro DV A£y&'rUt 1tOl..l..axro~ no 5610 aparece alii donde se trata de la primera divisi6n del ov, sobre la que se ordena nuestro tratado, sino tambien alii donde el ov de las categorias se divide en estas. Asi ocurre al comienzo del libro VII de Metafisica: ·EI ente se dice de multiples rnaneras, pues uno significa una substancia y una entidad individual, 10 otro una cualidad, 0 una cantidad, 0 cualquiera otra de las cosas que se predican asi..... Y tambien en ellibro V: .Se dice que son por si mismas (Kae' au-ra) todas las cosas significadas por las figuras de la categoria; en efecto, cuantas son las maneras en que esta se enuncia, tantas son las significaciones que tiene el ser. Ahora bien, puesto que de aquello que se predica, unas cosas designan la substan cia, otras una cualidad, otras una cantidad, otras algo relativo, otras un hacer 0 padecer, otras un d6nde, otras un cuando, el ser significa 10 mismo en cada una de elias.'•. Y en el capitulo 2 del libro XIV en el que, por el contexto, se manifiesta con total claridad el sentido del 1tol..l..aX(j)~-, afirrna: .Pero, en primer lugar, el ente se dice de multiples maneras, pues en un caso significa la substancia, en otro una cualidad, en otro una cantidad, y asi tambien las otras categorias.50 . De acuerdo con ello, Arist6teles niega tambj(~n en ese mismo capitulo, frente a los plat6nicos, que el BuVall&t ov pueda ser un concepto unico, pues se encuentra en cada una de las categorias del ov, de multiples significados". Ya en el capitulo precedente nos hemos referido a este punto, y hemos visto tambien alii, al hablar de la K(Vl]crt~, que esta se halla en diversas categorias. Por eso se dice ahora, a prop6sito de ella, que no puede ser unica para todas las categorias, pues, en general, no cabe hallar conceptos comunes para estas52 . Asi, en el capitulo 10 dellibro V de la Metaj'isica, se afirma que, como el ente se dice de multiples maneras, 10 mismo debe valer tambien para todos los demiis conceptos que se Ie anadan, con 10 que tambien 10 identico, 10
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§ 3. Tesis II. Las categorias son dijerentes signijicados delDv; este
se dice de elias KaT' avaAorlav y, en concreto, de dos maneras: por analogfa de proporcionalidad y por analogfa respecto de un mismo termino Esta tesis confiere a la anterior una conftrrnaci6n adicional. Contiene, en cualquier caso, tres afirmaciones: (1) que el ov que se divide Ka-ra -ra crX"lla-ra -r~~ Ka-rl]yop(a~ no se distribuye como un concepto sin6nimo, es decir, como un genero en sus especies, sino como un 0W,)VUllOV, que se distingue segun sus significados; (2) que el ov de las diferentes categonas, aunque es hom6nimo, no supone una igualdad de nombre puramente fortuita (a1to -rUX~ oW,)VUllOV), sino que mas bien se da entre elias una unidad de analogia; (3) por ultimo, que esta analogia que se da entre elias es doble, pues no es meramente una analogia de proporcionalidad, sino tambien una analogia respecto de un mismo termino. Confiamos en demostrar todo esto, punto por punto y con total certitud, a partir de diferentes afirmaciones de
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Sabre los multiples significados del ente segOn Arist6teles
BI ente seglln I•• figura. de la. categorla.
distinto y 10 opuesto habrlin de ser considerados diferentes en cada categorla". Esto se expresa con especial claridad en un pasaje de la Elica a Nicomaco, aducido por Trendelenburg: .Puesto que 10 bueno se dice de tantas maneras como 10 ente (pues se afirma en 10 substancial, por ejemplo, de Dios y del entendimiento; en 10 cualitativo, como de las virtudes; en 10 cuantitativo, de la medida correcta; en 10 relativo, de 10 provechoso; en el tiempo, de la oportunidad; en el lugar, de la vivienda, y Olras cosas semejantes), es evidente que no puede ser un concepto comun a todos y unico; pues en tal caso no se diria en todas las categorlas, sino s610 en una·54 • ASI tambien, el capitulo 28 del libro V de Metajisica declara con toda determinaci6n que 10 que pertenece a diferentes categorias no tiene un genero comun, y que las categorias no pueden reducirse las unas a las otras, ni tampoco a algo de orden superior55 . Y en consecuencia, Arist6teles niega tambien, respecto del ente, que pueda ser un genero, como ocurre por ejemplo en el libro III de Metajisica: ·Ni 10 uno ni 10 ente pueden ser genero para los entes. 56 (vease Top. IV, 6, 127a28). De la misma manera, ellibro VIII de Metajisica enseiia que el ente no se contrae segun diferencias, como un genero que se distribuye en sus especies, sino que simultaneamente y en cada caso, 10 uno es substancia, 10 otro quale, 10 otro quantum??, etc. Yen el libro VII se dice que el QV es una expresi6n indeterminada, que s610 adquiere determinaci6n a traves de las categorlas5B • Uegamos asi a nuestra segunda afirmaci6n, a saber, que precisamente a este QV que se da en las diferentes categorias Arist6teles Ie atribuye, ya que no la unidad mas estricta del genero, Sl en cambio unidad de analogla, que es mas amplia y abarca tambien 0llrovuIlU. Esta unidad por analogia viene distinguida de la generica (y supraordinada a ella) en el libro "cpt nov "ocruJ(oo~, quinto de la Metajisica (cap. 6): ·En fin, ciertas cosas
son uno numericamente (individualmente), otras seglin la especie, otras segun el genero y otras segun la analogla. Individualmente 10 son aquellas cosas cuya materia es una; segun la especie, aquellas cuya defmici6n concuerda; segun el genero, aquellas que tienen la misma figura de la categoria; y, en fin, seglin la analogia, las que guardan entre Sl la misma proporci6n que una cosa con otra. Por 10 demas, las modalidades posteriores acompaiian siempre a las anteriores: asi, las cosas que son uno numericamente, 10 son tambien segun la especie; pero no todas las cosas que son uno segun la especie 10 son tambien numericamente; a su vez, todas las que son uno espedficamente , 10 son tambien segun el genero; pero no todas las que son uno segtin el genero 10 son adernas segtin la especie, aunque Sl que 10 son seglin la analogla; por el contrario, no todas las que son seglin la analogla 10 son tambien seglin el genero.5•• (Vease De part. animo I, 5, 64Sb26; Metaph . N, 6, 1093b19). Como los conceptos pertenecientes a las diferentes categorias se denominan todos QV~U, las observaciones de Arist6teles que acabamos de citar resultan inmediatamente correctas cuando se atribuye al QV unidad de analogla. Y esto es algo que Arist6teles hace con toda claridad, por ejemplo en el libro IV de Metaftsica: ·Ciertamente, el ente se denomina aSI en multiples sentidos, pero respecto de uno y una misma naruraleza, y no hom6nimamente, sino como todo 10 sano se dice respecto de la salud: unas cosas, porque la protegen; otras, porque la causan; otras, porque son signo de la misma; otras, porque pueden recibirla; 0 como 10 medico se dice respecto de la medicina, etc .•60 • Lo mismo en el capitulo 4 del libro VII y en el 3 del XI. Al comienzo de Categorias, Arist6teles divide todas las cosas a las que corresponde un nombre en 0llrovullU y cruvrovullU. EI modo en que procede a esta divisi6n excluye toda tercera opci6n pues, segun dice: ·Se denomina hom6nirno a aquello que s610
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Sobre los m61t1ples significado. del enle seg(in Arlst6teles
BI ente oeg(in I•• flguru de I•• categort..
tiene el nombre en comun, mientras que el concepto que 10 designa es distinto, como, par ejemplo, cuando se dice que son animal el caballo y el caballo pintado ... Por el contra rio, se llama sin6nimo aquello que no s610 es 10 mismo segun el nombre, sino tambien seg\in el concepto, como por ejemplo cuando se dice que son animal el caballo y el buey_61. Seg\in estas definiciones, elov que se distribuye en las diferentes categorias -y que, como hemos visto, no es un auvolvulloV- serla necesariamente un 0llolVUllOV. Por ello, cuando en los pasajes citados de Metajisica Arist6teles parece otorgarle un lugar intermedio entre uno y otro, 10 hace porque emplea la palabra 0llolVUllOV en un sentido mas restringido, en el cual esta s610 abarca 10 que el propio Arist6teles, en otros pasajes, denomina .10 hom6nimo fortuitamente- ((mo ~UXTJ<; 0llolVUllOV), opuesto a 10 hom6nimo seg\in la analogia (ollolVUllOV Ka~' aVaA.OytaV)6,. El ente no es, par tanto, para las categorias, un altO ~UX"~ 0llolVUllOV semejante, sino que les corresponde de manera analoga. Ahora bien, para comprender que quiere decir esto hay que saber que entiende Arist6teles, aqui y en general, por analogia. Y esto es 10 que queremos discutir ahora, en tercer lugar. En su Historia de fa teona de fas categorias, Trendelenburg ha realizado penetrantes investigaciones sobre el significado de la analogia 6,. Y 10 que nos enseiia es 10 siguiente: La analogia, dice, en su significado primero y ariginario, seria algo cuantitativo, a saber, la proporci6n matematica, y su esencia consistiria en la igualdad de proporciones (laO~TJ<; A.OYOlV)64. S610 que tambien es posible una proporci6n en el ambito de la cualidad, y acabamos de ver un ejemplo de ello en el pasaje citado de Etica a Nic6maco: de la misma manera que la facultad visual esta en el cuerpo, se dice alli, el entendimiento esta en el alma65 . Y dos pasajes citados por el propio Trendelenburg prueban (circunstancia que el propio Trendelenburg no remarca con suficiente
deterrnlnacl6n) que una proporci6n cualitativa semejante puede darse de dos modos: (1) cuando una misma cualidad corresponde a diferentes sujetos en el mismo 0 en distinto grade (pues la cualidad adrnite ~O ll(iA.A.OV Kat to Tjnov)66, por ejemplo, cuando el cuerpo A es mas caliente que el cuerpo B en la misma proporci6n en que B es mas caliente que C. Aqui se da todavia, en cierto modo, una comparaci6n seg\in el quantum, seg\in la cantidad, pero no Ka~d to ltoaov Ultoaov, sino seg\in el quantum de la fuerza (Tj ouvavmt n), etc. (2) Cuando diferentes cualidades se comportan de fa misma manera respecto de varios sujetas, como por ejemplo cuando decimos: como esto es caliente, aquello es blanc067 . Esta ultima analogla es la que Arist6teles designa exdusivamente con este nombr&. Y, con ello, 10 vdA.oyov es mas general que 10 KOlVOV, pues si este ultimo se mueve dentro de la misma categorla69, aquel pude fundar tambien una comunidad entre categorias diferentes: -En todas las categorias del ente- -se dice en el libro XIV de Metajfsica7" - se da 10 analogo; 10 recto es a la linea como 10 plano a la superficie, y posiblemente como 10 par al numero y 10 blanco al color-. Comparese tambien LI, 6, l016b31; Metaph. A, 4, l070a31; ib. b16; ib. b26; ib. 5, l071a30 y ss. -Asi se presentan- -<:onduye Trendelenburg- las categorlas de Arist6teles cuando se considera 10 que pueden tener en comun-". Se comprende, pues, en que sentido, de entre los ollolvulla (i.e. de entre las cosas que son iguales seg\in el nombre, pero no seg\in el concepto), los avdA.oya, entendidos de este modo, se distinguen de los altO tUXTJ<; 0llolVUllU. Y tambien que, par ser los menos hom6nimos, pueden ser exduidos completamente del ambito de 10 0llolVUllOV, en un uso mas restringido del termino. De hecho, en un cieno sentido se aproximan a los sin6nimos, pues ademas del nombre comlln poseen, si no una comunidad, Sl al menos un parentesco conceptual; si no identidad, si al
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a
Sobre 100 mOlllples slgnlflcadoo del enle segOn ArlsI61eles
I!I enle seg6n las figura. de la. caregorla.
menos semejanza; si no igualdad de esencia, sl al menos igualdad de proporci6n. Hay, ciertamente, una diferencia entre una homonimia como aquella en virtud de la cual tanto el dios de la guerra como el planeta se denominan Marte, y otra en que, por ejemplo, llamamos -rey' al principe entre los hombres, al aguila entre las aves, al rey entre las figuras de ajedrez, etc. Tambien se comprende perfectamente por que el OV, pese a no pader ser sin6nimo para las diferentes categorlas, no carece en cualquier caso de tal semejanza proporcional a prop6sito de elias. Pues el hombre, por ejemplo, se comporta respecto de su ser substancial (su ouata) de la misma rnanera que 10 blanco respecto del 1tOtOv (que es su correspondiente oV), 0 el numero siete respecto del 1toaov, etc. 10 que se da aqul es, por tanto, una igualdad de proporciones, una analogla en el sentido explicado par Trendelenburg y que Arist6teles, en todo caso, afirma para sus categorias72 • No obstante, nos parece que con esto no queda expuesta de forma exhaustiva la idea de Arist6teles, ni la raz6n par la que insisti6 en distinguir el ov de las categorlas de los hom6nimos propiamente dichos. En los pasajes mas arriba citados no sefialaba que las categorlas sean conjuntamente designadas como OV porque 10 perteneciente a una de elias este, respecto de un concepto de ser, en la misma proporci6n que 10 perteneciente a otra respecto de otro concepto de ser, sino que dec1a: -10 ente se dice en multiples sentidos, pero respecto de uno y una misma naturaleza.73 ; y esta unica naturaleza es la substancia, como se colige inmediatamente por 10 que sigue: los unos se llaman entes porque son substancias, los otros porque son pasiones de la substancia, etc .•". 10 mismo dice tambien en el capitulo 1 del libro 275: -EI ente se dice de multiples maneras ... Pues 10 uno significa una substancia, 10 otro una cualidad 0 una cantidad, etc. Pero como el ente se dice en tantos sentidos, es claro que el ente primero
en ellos es la entidad, que significa la substancia ... los restantes, por el contrario, se denominan entes porque SOn cualidades, cantidades, 0 estados pasivos 0 alguna otra determinaci6n del ente en el sentido sefialado·. Vease Metaph. e, I, 1045b28; K, 3, 1061a8. Asi, aunque es cierto que las citas aducidas por Trendelenburg (v. supra) presentan la analogia como una proparci6n cualitativa, el caso es que los ejemplos que Arist6teles ofrece para explicar el modo y manera en que el OV corresponde Kat' uvat..oytav a las categorias, no muestran nada semejanteo Cuando la dieta se denomina sana porque conserva la salud, es obvio que la razon de la participacion en el nombre no es, aqui, una proporcion propiamente dicha respecto de 10 que se denomina sano en sentido prirnario (el cuerpo), aunque sl es verdad que dicha razon debe buscarse en una cierta remision (Verhdltnis) a dicho cuerpo, i.e. en una relaci6n (Beziehunlf) con et. Y 10 mismo ocurre cuando se dice que la medicina es sana porque obra la salud, 0 que 10 es el color del rostro, porque constituye un signo de salud. Todas estas cosas est:in en una relaci6n (Beziehunlf) con la salud, y por tanto entre sl, aunque sin estar par ello en una proparci6n (Proportion). Pues en toda proporcion autentica, cuando el segundo miembro es igual al cuarto, el primero ha de ser tambien igual al tercero. Si a : b = c : d, tambien a-c. Por ello, las relaciones que el obrar la salud y el ser signo de la salud rnantienen respecto de la salud no pueden constituir una proporci6n, pues para que fuera asi, los conceptos de -10 que obra la salud. y -10 que es signo de salud· deberlan significar 10 mismo, cosa que evidentemente no es verdadera. Y 10 mismo vale para el otro ejemplo: el cuerpo en que se ejerce la medicina, el resultado que esta produce, el medio del que se vale y demas se denominan todos 'tatptKOV en referencia (Bezulf) a la misma ·Uxtpttcr\. Pero no constituyen una proporcion respecto de ella.
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Sabre loa mOlllpl., 'lgn1llcados del enle s.gOn ArtsI6Iel ••
II enIe ..gOn I., ftguras d. I•• CII.80rl..
Creemos, por tanto, que ademas del tipo de analogla estudiado por Trendelenburg, ha de aceptarse un segundo, que comparte con el esa posici6n intermedia entre homonimia y sinon imia pura. Tambien aqul estlin emparentadas cosas heterogeneas. Y tambien aqul, el nombre identico que poseen en comun, es algo que no han redbido CutO nlXTJ<;, sino Kat avaAoy(av. Pero el parentesco es completamente distinto del arriba considerado. Mientras que los analogos analizados en primer lugar manifestaban, en su diferenda conceptual, una igualdad de proporciones (Verbiiltnisse), 10 que descubrimos aqul es un remitir (Verbalten) completamente distinto, una remisi6n a un mismo concepto como termino, una relaci6n con la misma apX1l (anav npo~ ~{av apX1lv Metapb . r; 2). Por ello, Arist6teles expresa la diferencia entre estos analogos y los sin6nimos diciendo que estos ultimos deben 1Iamarse en sentido estricto Ka9' EV, mientras que los primeros son s610 npo~ EV, 0 bien Ka9' Even derta medida 76• EI lenguaje repara a menudo en este tipo de parentesco entre las cosas, pues unas veces denominamos a las cosas con el mismo nombre, otras con nombres distintos, y otras, finalmente, de manera tal que, aunque los nombres so n distintos, proceden de una raiz comun, como, por ejemplo, cuando decimos que un as cosas son curables y otras curativas, etc. Pero no siempre procede el lenguaje con tanta exactitud, sino que se conforma con que todo coincida y se agrupe en torno a algo, para asl, despreocupado de c6mo corresponda cada cosa, denominarlo todo con un unico nombre de familia, por asl decir. Por ejemplo, no s610 denominamos .regio. al soberano regio, portador del poder real, sino que tambien hablamos de un cetro y unas vestiduras regias, del honor regio, de una orden regia, de sangre regia, etc. De la misma manera, los nombres uyui'ivov (sano) y 'ta~p\K6v (medico) se usaban mas arriba con multiples significados. Y sena facil aumentar los ejemplosn.
A51 pues, el ov que corresponde a las categonas es, segOn Arist6teles, analogo tambien de esta manera. De los hom6nimos puramente fortuitos no s610 Ie distingue la igualdad de propordones que se da para uno y otro ov, sino tambien la analogla en referenda a un mismo termino. En los pasajes citados, Arist6teles insiste espedalmente en esta ultima, que es para el el modo de denominad6n anal6ga que, por estar mas cercana a 10 O'uvrovu~ov, mas se aparta de las cosas hom6nimas en el sentido estricto del termino", A partir de ella prueba tambien que la ciencia que trata del ente en sus diferentes significados es unica79 • Y desde ella concluye, ademas, que, de entre las categonas, hay una que porta el nombre de ente en un sentido mas propio que todas las demas, como ocurre naturalmente con todas las cosas que poseen un nombre comun de esta manera, en cuanto analogos. Asl, 10 sano 10 es en su sentido mas propio cuando se dice del cuerpo sano, pues este queda constituido en cuanto tal por la salud como forma, de la que dependen todos los demas conceptos y en referenda a la cual ha recibido su nombre todo aquello que se denomina sano de algun modo"'. De las categorlas, el ente primero y propiamente dicho es la substancia (ouaia) .•Las restantes -
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ano
Sobre los mOltiple. slgnlflcados del ente "SOn MstOteles
entes 1tpO~ EV la oucrtU 8'. Decimos:
Kat
~tUV nvu cpucrtv, en referencia al ser uno de
II enle ..SOn I.. ngur.. de I.. categorl••
En el paragrafo precedente hemos considerado las categorias en relaci6n con el concepto de av, que es de orden superior a ellas y las designa conjuntamente, aunque no es comtin a elias en sentido propio. Su unidad era una unidad de analogia, pues nada les correspondia de la misma manera (cbcrUlh~, Metaph. Z, 4, 1030a32), como sin6nimos. Un concepto sin6nimo superior no existe, como ya hemos probado. Pero si pasamos ahora a considerar la relaci6n en que las categorias se hallan respecto de las cosas a ellas subordinadas, descubrimos que, por el contrario, tadas las cosas que pertenecen a una misma categoria son cruvrovu~u. Las categorias son, en sentido propio, conceptos universales (Kotvci) y generos (YEVTj) de las cosas. Es facil probarJo, pues son numerosos los pasajes en que Arist6teles afirma tanto 10 uno como 10 otro. Kotvov tiene, en Arist6teles, un significado mas amplio y otro mas restringido. En su significado mas amplio, se induye tambien entre los KOtvci todo aquello que es uno por analogia, en tanto que , KOtvOv Kui avuAoytuv". En este sentido, en el capitulo 16 del libro VII y en el capitulo 2 del X de Metajisica se denominan tambien KOtva el ente y el uno, convertible con el.... Con todo, el usa lingtiistico mas habitual de Arist6teles consiste en considerar Kot va s610 a los sin6nimos, con 10 que KOtvOv adquiere el significado de concepto universal85 . En este sentido restringido se denomina Kotva a las categorias, por ejemplo en el capitulo 1 del
libra III de Ffs/ca 0 en el capitulo 4 dellibro XII de Metajistca 86. Que se trata del lCOtvOV en sentido restringido, y no del otro sentido seg(ln el cual reciben tal nombre el ov anaIogo, el BV, etc., se ve facilmente desde Anal. post. II, 13, donde las categofJas son designadas como 1tPro~u lCotvci". Tambien Metaph. K, 3 asigna c1aramente a la categoria de oucrtU el predicado KOtvOV, precisamente en contraposici6n con el ov". Pero Arist6teles revela su opini6n de forma atin mas inequivoca al denominar a las categorias generos (yEVT]). Pues el genera es siempre un cruvrovu~ov, como ensefia expresamente el libro IV de T6picos Pa • Precisamente por ella hemos visto, mas arriba, que el av y el BV no deben ser denominados generos, y que 10 que corresponde a diferentes categorias no puede tener un genera comtin"'. Por el contrario, que las propias categorias sean los generos de todo 10 subordinado a ellas, esto es alga que estos mismos pasajes apuntan ya can bastante determinaci6n, al recalcar que 10 no perteneciente a la misma categoria tampoco pertenece al mismo genero. Donde esto se dice con total c1aridad, en todo caso, es en el capitulo 3 del libro X de Metajisica: ·Unas cosas -se dice a1l1- son distintas seg(ln el genero; pero otras pertenecen a la misma categoria.91 • Este punto viene confirrnado por muchos otros pasajes, en los que se denomina a las categorias yEvTj ~rov KU~TjyOP\rov 0, incluso, yEvTj a secas. Ejemplos de 10 primero se hallan en Anal. post. I, 22; Soph. elench. 22; Top. I, 9; Top . I, 15; Top. VII, 1; etc. 9'. Ejemplos de 10 segundo son: Categ. 8; Categ. 10; Anal. post. II, 13; Phys. JII, 1; De anima I, 1; De anima II, 1; Metaph . I, 1; A, 5; N, 2; etc.93 . Segiin esto, no erraban mucho los antiguos comentaristas aristotelicos que, seg(ln nos informa Porfirio"", pretendian denominar al libro de las Categorias .nept ~rov yevrov. -si bien, como veremos, la denominaci6n .categorias. es mucho mas significativa. Mas adelante, los estoicos utilizaron, para referirse a las categorias,
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§ 4. Tesis III: Las categorias son los conceptos universales
sin6nimos supremos, los generos supremos del ente
Sobre 108 mOltiple•• Ignlflcadoo del enle ..gan Art.IOlele.
El ento .egan I•• Oguras de la. calegol1••
la denominaci6n de tel YEvu(oltata, i.e .•Ios generos supremos •. Trendelenburg piensa que esto podria ser, quiza, indicio de un tratamiento de la teoria de las categorias distinto del aristotelico95. Pero, a 10 mejor, el indicio en este sentido no es tanto el uso de este terminG cuanto el abandono del nombre inicial ( Kat1lyoptat), que se nos adarara mas tarde. Pues, aunque en Arist6teles no hallamos la expresi6n tel ysVtKOltata, en Metapb. Z, 9 sl las denomina, exactamente en el mismo sentido, tel 7tpolta96 • Decimos:
AI individuo del genero substancia Arist6teles 10 denomina substancia primera (7tprot1l ouO"ta)97. Nuestra afirrnaci6n, por tanto, no es otra sino que las categorlas se predican en su conjunto de la substancia primera y son, por tanto, los predicados supremos de la misma. La prueba de ello se obtiene facilmente del paragrafo anterior, en el que se estableci6 que las categorias son los generos supremos de las cosas. Pues, en tanto que generos, se predican en primer lugar de las especies inmediatamente subordinadas a ellas'". Y si estas a su vez son generos, de las especies de estas y de las especies de las especies, hasta descender al individuo". Ya que, como enseiia el capitulo 3 de Categorias, .donde una cosa se predica de otra como su sujeto, todo 10 que se dice del predicado se dice tambien del sujeto. lOO • Va de suyo, por tanto, que la primera categoria ---
pertenece a una substancia en tanto que accidente, y s610 es ente porque pertenece a una substancia, como hemos visto ya mas arriba 101. Asl, cualquier cosa que pertenece a alguna otra categoria se predica tambien de la substancia, como enseiian Categorias, el libro I de Segundos anaifticos, el libro VII de Metafistca102 y otros pasajes. Y si se predican de cualquier substancia, entonces tambien se predican de una substancia primera, respecto de la eual todas las demas substancias eran predicados. Con todo, hay una diferencia entre la predicaci6n de la categoria oUO"ta y de las substancias segundas en general (asl denomina Arist6teles a las especies y generos pertenecientes a la primera categorla) y la predicaci6n de las restantes categorlas respecto de la substancia primera l03 . Pues, en el caso de aquellas, 10 que se atribuye a la substancia primera es a la vez un nombre y un concepto; estas, en cambio, no pueden identificarse conceptualmente con ella, ya que no son nada esencial a la substancia y simplemente se encuentran en ella como accidentes lO4 • Con todo, tambien la predicaci6n de estas eategorlas respecto de la substancia primera es una predicaci6n autentica y natural, y no una de esas (que ocurren a veces) en que una substancia primera hace papel de predicado respecto de una substancia segunda, 0 una substancia en general respecto de un accidente. Arist6teles se niega a denominar predicaci6n a una forma tan retorcida de juicio105. Se adara asl, por tanto, c6mo es que los generos supremos son a la vez los predicados supremos de la substancia primera, pues ocurre que son los predicados supremos en general. S610 el DV, el EV 0 cualquier otra cosa que s610 tenga unidad analoga puede, en el mismo sentido inexacto en que es denominado KOtvOV, quedar caracterizado como predicado aiin mas general, al modo en que, por ejemplo, Top. IV, 6, 127a28 afirma que el ente se predica de todo; y el libro X de Metafisica afirma que
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§ 5. Tesis Jv.. Las categorias son los predicados supremos
de la substancia primera
Sobre los multiples slgnillcados del ente segUn Arlst6teles
BI ente .egUn la.
ngura. de I•• categorla.
el ente y el uno son los predicados mas universales '06 . Frente a esto, el libro I de Primeros anaiftieos dice, hablando de las categorias en sentido estricto, que .se dicen respecto de otras cosas, pero no hay nada que se pueda decir con anterioridad a ellas. I07 • De la misma manera, tambien Metaph. B, 3 contra pone los generos supremos a las especies inferiores como los predicados supremos a los Infimos '08 • En epoca reciente, se ha discutido a menudo en que sentido habrla que entender el nombre Ka~TJyoptal, con el que Arist6teles designa a los generos supremos. Trendelenburg dec1ar6 '09 que tiene el significado de .predicado., pues Ka~TJyopEtV, que originariamente significaba ·acusar·, denota en Arist6teles, como terminG acuiiado, el predicar en el juicio y en la proposici6n (mas estrictamente, el afirrnar). Otros, en cambio, han rechazado este planteamiento. La opini6n de Arist6teles, afirman, no puede haber sido que las categorias abarquen s610 predicados, pues el mismo ha establecido que la categoria primera y principal es la substancia, y ha designado como substancia primera, por antonomasia, a la substancia individual, el ~61iE n. Ademas, 10 ha hecho de modo tal que a las substancias universales las considera tanto mas dignas del nombre ouata cuanto mas cerca estin del individuo llO • Pero esta substancia individual, segtin enseiia expresamente Arist6teles, no puede ser nunca predicado en una proposici6n correctamente construida III. Y si bien es verdad que ella sucede a veces, una predicaci6n semejante no merece propiamente el nombre de predicaci6nll2. Con ello, si Arist6teles hubiera derivado el nombre de Ka~TJyoptat a partir de Ka~TJyopEtV en el sentido de .predicar., 0 bien habria incurrido en la inconveniencia de conferir a las categorias un nombre que no se adecua a 10 fundamental en ellas, 0 bien habria derivado , el nombre de Ka~TJyopla a partir de un Ka~TJyopEtV que no merece en si mismo tal nombre. Por esta raz6n, Bonitz dec1ara
(especlalmente en su ensayo sobre las categorias, al que tantas veces nos hemos referido ya) que Ka~TJyopta significa simplemente .enunciaci6n., y echa mano ademas a numerosos pasajes de Arist6teles para mostrar que este ha empleado tambien dicha palabra en su sentido mas general 1l3 • Zeller, en la segunda edici6n de su Filosofla de los griegos, Ie sigue tambien en este
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punto ll '. Pero si Arist6teles ha acuiiado inicialmente el terminG categoria para referirse al concepto al que alude cuando dice que el ente se divide en las figuras de las categorias (cosa sobre la que Bonitz llama la atenci6n, con raz6n' IS) , es mucho mas verosimil que, al hacerlo, haya tenido presente el significado mas propio de Ka~TJyopiiv como .predicar. -que en su caso es tambien, con mucho, el mas comtin. Y es asi como Brandis, que anteriormente habia explicado el terminG Ka~TJyopta a la manera de Bonitz1l6 , en su reciente Exposiei6n sin6ptiea del sistema aristotelieo indaga en cambio alguna posibilidad de tomar como punto de partida la idea de Ka~TJYOpta en su sentido propio y estricto '17 . A nosotros, nos parece que esto puede hacerse sin dificultad alguna. Y es que, aun aceptando que no todo 10 que cae bajo las categorias pueda ser predicado (cuesti6n de la que trataremos mas tarde), las propias categorias sl que son predicados. Y esto no resulta en modo alguno afectado por aquello, de igual rnanera que del hecho de que sean generos (yevTJ) y generos supremos (1tpro~a yevTJ) tampoco se sigue en modo alguno, como hemos visto, que todo 10 que cae bajo ellas tenga que ser tambien genero supremo, cosa que seria ridicula. Las categorias mismas son, por tanto, sin duda alguna, susceptibles de ser predicados, e inc1uso poseen dicha capacidad antes que todos los demas conceptos, ya que no hay nada (sea individuo, genero 0 especie) que no pueda ser sujeto de una u otra de ellas, mientras que no cabe hallar predicado superior para ellas mismas. Si esta es la
Sobre 100 mOIUpl.. olgnlflcadoo del ent. oegOn MlotOt.les
unica raz6n por \a que han recibido el nombre de KaUrrOp(at, se descubrira mas tarde lla • De momento, 10 que nos importaba era probar que son los predicados supremos de todo ente y, en consecuencia, tambien los predicados supremos de la substancia primera, que es la base de todo otro ser. Decimos:
§ 6. Tesis V Las categorias se distinguen segun las diferencias
de su remision a la substancia primera Todas las cosas que tienen un nombre en comun, como hemos visto, 0 bien 10 lIevan en virtud de una identidad nominal puramente fortuita (i.e. son o~rovu~u (mo ,UXll<;) 0 bien porque participan en comun de un concepto y, en consecuencia, tambien del nombre que 10 designa (i.e. como cruvrovu~a), 0 bien porque rnantienen un parentesco en la diferencia (i.e. son o~rovu~a Kui avul.oyluv). Y si los hom6nirnos son uno entre SI de manera distinta a los analogos, y estos, a su vez, tam bien son uno entre SI de rnanera distinta a los sin6nimos, tambien 10 que se predica hom6nirnamente debera descomponerse de una manera en los conceptos que caen bajo ello; 10 que se predica analogamente, de otra; y 10 que se predica sin6nimamente, de otra. En el caso de hom6nimos y sin6nimos, es clara la manera en que se produce la divisi6n. Pues, obviamente, los primeros se distribuyen atendiendo a la diversidad de las representaciones que casualmente se vinculan con el mismo nombre, como por ejemplo la palabra Ball --que 10 mismo designa <en aleman> el conocido juguete infantil (baI6n) que a una sociedad de danzantes (baile)..- debe dividirse atendiendo a la diversidad de estas representaciones. Los sin6nimos, por el contrario, habran de dividirse segun la diversidad de las diferencias especificas por medio
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1\ ent. oegOn I•• flguraa de lu cat.Sor1aa
de las cuales se contraen en tal 0 cual especie, al modo en que, por ejemplo, los animales se dejan dividir en blpedos y cuadrUpedos, etc. IY en el caso de los amilogos? ICUa! sera para ellos el modo de divisi6n, en correspondencia con la unidad irnperfecta que les es propia (y que, con todo, es m~s que una mera igualdad de nombre) y con su posici6n interrnedia entre hom6nimos y sin6nirnos? Hemos descubierto que los predicados pueden ser an~logos de dos maneras: analogos de semejanza 0 proporcionalidad y analogos en referencia a un mismo termino. Como Arist6teles incluye tambien a veces a los primeros entre los predicados plenamente hom6nimos" 9 , yo no sabrla tampoco decir que diferencia esencial deberia establecerse entre unoS y otros en 10 que hace a su divisi6n en las cosas que caen bajo ellos. Pues 10 que es uno por semejanza es, en realidad, distinto en terminos absolutos, y s610 es uno y 10 mismo seglln la proporci6n. Si atiendo, por tanto, exclusivamente a la diversidad de los conceptos que constituyen, como materia, las dos partes de esta proporci6n cualitativa, 10 que hallo es, sin mas, la distinci6n de la palabra comun en sus diferentes significados, igual que ocurriria en el caso de los hom6nimos puros -por ejemplo, cuando hablo del alma de un ser vivo y del alma de un proyecto, etc. Muy distinto es el caso de 10 analogo en referencia a un, mismo termino. Estos analogos 10 son realmente 1tpOC; EV Kat ~{av cpucrtv, aunque no KaS' BV. Este BV es una unidad real, es absolutamente uno segun el concepto y segun la esencia, y cabria por tanto definir a estos analogos como siendo uno y 10 mismo respecto del termino y distintos s610 en atenci6n al modo en que remiten a el. Ahora bien, de esto se sigue tambien inmediatamente para ell os de que manera se produce su divisi6n obviamente, habra que dividirlos atendiendo a la diferencia en los modos de remisi6n. Una mirada a los ejemplos que arriba ofrecia el propio Arist6teles basta para aclarar este punto.
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Sobre los mOIUple. slgnlficados del ente segUn Arlstbtelcs
Puesto que, como vimos, el QV no s610 se predica de los generos supremos segtin la analogla de proporcionalidad, sino tambien (y Arist6teles reca1ca especialmente este punto) segun la analogla a un mismo termino, debeci descomponerse en dichos generos segun los diferentes modos de la remisi6n al mismo ter, mino. Este, por 10 demas, es aquel en atenci6n al cual todos los demas entes se denominan entes, el ente en su sentido prirnero y mas peopio. Ahora bien, el ente en sentido mas propio y anterior a todos los demas es, como ya vim os, la oucr(o.; y la oucrto. primera y propiamente dicha es la 1tpohT\ oucr(o., la substancia individual l20 . Cualquier otra cosa que es, es porque se halla en ella de algtin modo l2l . Aqui tenemos, por tanto, el termino para todo ente, independientemente de la categoria a la que pueda pertenecer l2 '. Y es en atenci6n a los diferentes modos de remilir a este termino, Le. a las diferencias en la remisi6n a la substancia primera, como debemos distinguir un ente de otro y, por consiguiente, como debemos determinar las diferencias de los conceptos supremos de ser, de las categorias. Los resultados que, por este camino, y partiendo de la peculiar naturaleza de la analogia por referencia un mismo termino, hemos obtenido para la distinci6n de las categorias pueden exponerse tambien por otra via. Aqui, hemos tornado como fundamento la verdad que afirma que las categorlas son significados del enle dislintos pero emparentados, segun aprendimos en los paragrafos 3 y 4. Ahora, en cambio, confiamos en a1canzar el mismo resultado desde el concepto de las categorlas como generos supremos, tomando como punto de partida la doctrina aristotelica de la proporci6n entre genero y diferencia, por un lado, y materia y forma, por otro. En efecto, Arist6teles dec1ara repetidamente que s610 puede darse una deftnici6n compuesta de genero y diferencia alll donde hay una cosa que se com pone de materia y forma 123; y que, cuando esto ocurre, genero, especie y
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BI entc ""gUn I.. figura. de I.. cltegoliaa
diferencla estan en proporci6n con materia, forma y compuest0124. EI genera esta, por tanto, emparentado con la m<1teria y se toma de ella l2S . Asllas cosas, 10 que se dislingue segun su genero supremo no puede distinguirse s610 por diferencias formales, sino que su materia, como tal, debe distinguirse de la materia del otro. Por ello olamos ya mas arriba, en los pasajes citados del libro XIV de Metajisica, que toda categoria presupone una especial determinaci6n y modo de la potencia, un especial liu VU1l6\ QVI26. Esto resulta inmediatamente evidente cuando se atiende a la diferencia entre la substancia y las categorias accidentales. Pues la materia de la substancia es la denominada 7tpc6~T\ UAT\127 , que sirve de base a la forma substancial, mientras que los accidentes demandan como substrato la substancia compuesta de ambasl28. Respecto de las categorlas accidentales, por el contrario, se podria creer mas bien que ya no se distinguen segun la materia, pues todas elias tienen como base la substancia. Pero en tal caso s610 tendriamos dos generos supremos, substancia y accidente, y este ultimo deberia considerarse un concepto universal sin6nirno para todo el ser accidental. Ahora bien, la substancia no es la materia de los accidentes en tanto que substancia en acto, sino en tanto que potencia de la forma accidentaJl29. La substancia en tanto que substancia puede ser la misma, basta con que sea distinta en tanto que sujeto de los accidentes para que estos tengan una materia distinta. Desde luego, no bastaci con que sea distinta al modo en que la materia substancial puede llamarse distinta respecto de las diferentes formas substanciales, debido a la diferencia especifica de las formas (se trata aqul de una diferencia de materias que existe induso dentro del mismo genero), sino que, mas bien, la materia habci de ser distinta en tanto que materia , esto es, la relaci6n completa entre materia y forma, liuvo.ll t C; y Ev£PY6to., debeci ser distinta. EI sujeto no s610 debe ser el sujeto de diferentes formas, sino que debe ser sujeto de diferente
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Sobre los mClltiples slgniflcados del ente segiin Arist6teles
EI enle segiin la. figura. de la. calegom.
manera; la forma no 5610 debe ser una forma distinta, sino una forma recibida en el sujeto de diferente manera, una forma que afeeta a 10 mismo de diferente manera. Con ello, si la substancia primera es aquello que esta como sujeto en la base de todos los aecidentes, es claro entonees que de los generos supremos de los accidentes, cada uno de ellos ha de manifestar un modo diferente de inherencia, una diferente remisi6n a la substancia primera, y que la diferencia en la remisi6n a la substancia prirnera no s610 distingue substancia de accidente, sino tambien las diferentes categorlas accidentales entre si. Con eUo hemos llegado a la misma meta por un camino completamente distinto. Y tambien aqui hemos de admirar la interna unidad del sistema doctrinal aristotelico, por la que se distingue en tan alto grado. Los siguientes paragrafos serviran para confirmar en diferentes respectos 10 que aqui hemos dicho, y que desvela el principio aut~ntico de la tabla aristotelica de las categorlas. liste viene enunciado por Arist6teles, de forma no obscura, de la siguiente manera: 'to fJ' ll1tapXEW 'tofJE 't~fJE. .. 'toaautaxroc; AT]1t'tEOV oaaxroc; a't Kanlyop(at fJt1jPllv'tat 130, pues este enunciado puede reformularse como: 0.\ Ka'tl]YOptat otatpouv'tat 'toauu'taxroc;, oaaxroc; 'tOOE 't~OE lJ1tapXEt, es decir, .hay tantas categorlas como modos en que las cosas existen en su sujeto., esto es, en que remiten a la substancia prirnera, que es el sujeto ultimo de todo ser. Decimos:
g~nero 0 dlferencia, una substancia de su accidente, etc., un pre-
§ 7. Tesis VI: Las categorias se distinguen segun los diferentes
modos de la predicaci6n Ya mas arriba hemos dicho que debe entenderse por KU'tl]YO- en sentido estricto. Cuando se predica una especie de su pEW
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dicar semejante no pertenece a los modos propios de la predicaci6n; y 5610 de estos hablamos aqui, cuando decimos que la diferencia de las categotias se corresponde con la diferencia en los modos de la predieaci6n. EI paragrafo precedente ha mostrado que las categotias se distinguen segun las diferencias de su remisi6n a la substancia primera, esto es, segiln los diferentes modos de su existencia en la . ' substancia primera -que es aquella que eXlste en y por Sl misma "" sin inherir en otra, y en la que tienen existencia todas las demas cosas. Lo que pertenece a diferentes categorias existe de diferente modo en la substancia primera. Y, al contrario, todo 10 que pertenece a la misma categotia se da en ella del mismo modo -a saber, del modo que viene determinado por la propia categoria como genero supremo. Cualquier divergencia destruitia la sinonimia del concepto general, y el genero supremo nO serla ya realmente genero, sino que los propios conceptos diferentes (caso de no inc1uir ellos mismos diferencias de materia) deberian ser considerados generos supremos. De aqui se sigue inmediatamente que el numero y la diversidad de las categorlas coincide con el numero y la diversidad de los modos en que se predica algo respecto de la substancia primera. Pues las cosas se dicen de la substancia primera segun el modo en que existen en ella, dado que las predicaciones en sentido estricto nO dicen otra cosa sino que el predicado esta de algiln modo en el sujeto, ya sea como un genero en la especie 0 una especie en el individuo, etc., o como un accidente en su substancia. De 10 dicho se sigue, ademas, que la diversidad de los modos de predicaci6n (propios) debe corresponderse con la diversidad de las categorias. Es verdad que tambien de las substancias segundas se predican cosas en sentido propio, por ejemplo, cuando se dice del hombre que es racional, que es un cuerpo,
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Sobre 108 multiples slgnificados del ente seglln Atlst6tcles
que es bello, alto, blanco, etc. Pero nada se dice de estas que no pudiera decirse tambien, del mismo modo, de una substancia individual -por ejemplo, de un hombre concreto, como 56crates, Plat6n, etc. No es necesario, por tanto, suponer a este respecto una nueva forma de predicaci6n, que hubiera que aiiadir a las restantes, segtin las cuales distinguimos las categorias. Y tampoco hay que hacerlo en los casas en que un accidente se predica de otro. Pues, como explica Arist6teles en el capitulo 22 del libro I de Segundos analiticos, ningUn accidente es substrata de atro accidente 132 , ni se puede decir que uno sea cualidad de atro, ni que un tercero, a su vez, sea cualidad suya y cualidad de la cualidad133. 5610 el accidente universal se predica del individual a del menos universal en cuanta perteneciente a su esencia, como par ejempla el color del blanco, la figura del triangula, etc. 13 '. Pero, ,cual es aquila relaci6n ente sujeto y predicado? Evidentemente, la de identidad real, pues el uno pertenece a la esencia del atra. Can ella, tampaco aqul hay que aceptar un nuevo modo de predicaci6n, pues de la misma manera que los universales accidentales son identicas al accidente individual , tambien las substancias segundas son identicas a la substancia primera -yen el casa de aquellas hemos tenido que considerar ya la misma relaci6n y el mismo modo de predicaci6n. Es par ella que la misma partlcula interragativa sirve para ambas afirmaciones: ,Que es -preguntamas-- este blanco? -Es un color. ,Que es Arist6teles? -Es hombre, substancia, etc. 135. No hay, par tanto, diferencia en los modas de predicaci6 n (a saber, en aquellas en que se predica alga de alga y de manera propia ---d. Anal. post. I, 22, 83a22) a la que no carresponda tambien una diferencia en la divisi6n categorial. Y Arist6teles pudo decir can raz6n que el -ser· se dice de tantas modos cuantas son las farmas de la enunciaci6n (Le. las casas en que una casa se predica de otra) y que los generos supremos deben distinguirse
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II ente a.gIln la. figura. de la. categorla. ,36
segUn esos multiples modas en que se divide el ente . Par ella dice tambien, en el pasaje arriba citado de Primeros analit/cos: .Que esta este en esta, y que esto pueda decirse de esto con verdad , tal casa debe tomarse en tantos sentidos cuantos son los modos en que se distinguen las categorias.m . Pero reparese bien en que es 10 que afirmamos: no decimos que las categarlas sean .los modos de la predicaci6n •. Antes bien, a este planteamiento nos hemos apuesta ya mas arriba (v. p . 127). Par mas que dichos modas de la predicaci6n puedan denominarse tambien KUU\yOptUl, no son las categorias en el sentida en que nosotros hemas tratado de elias, y en el sentido en que constituyen los generos supremos de las casas y los diferentes significados del ente. A las restantes inconveniencias que, ya entonces, nos llevaban a rechazar tal planteamiento (v.gr., que, en tal caso, las categarias no serian conceptas, etc.) se aiiadiria ademas atra, a saber, que, de ser asl, todos los accidentes, en la medida en que pudieran decirse de accidentes de la misma categoria (ya fueran los mismos respecto de sl mismos, a los superiores de los inferiores) caerian tambien indudablemente bajo la categoria de substancia. Y esto es alga que nos resulta imposible aceptar. Con todo, consideramas que el punta de vista de Arist6teles es que el ntimero y la diversidad de los generos supremos se corresponde can el ntimero y la diversidad de los mados de predicaci6n, ya que todas y cada una de las categorias se dicen de la substancia primera segtin un modo especial de predicaci6n (con 10 cual quedan representados todos los modas posibles de predicaci6n) y parque precisamente en esta peculiaridad del modo de predicaci6n halla su expresi6n la peculiar remisi6n de la categoria a la substancia primera y, can ella, el ser peculiar de la categaria. Asi pues, como los diferentes modos de preguntar se correspande tambit'! n con los diferentes modos de la enunciaci6n, podemos decir que, al igual que los diferentes madas del enunciado,
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Sob..., los mOltlpl.. significado! del ente segtln Arlst6teles
tambien los diferentes modos del preguntar son indicativos de las diferencias en la division categorial. Con ello, estamos plenamente de acuerdo con la observacion de Brandis cuando dice que ·Ia tabla de las categorias recapitula la totalidad de las preguntas que tenemos que hacer para captar con el pensamiento todos y cada uno de los objetos.13B. Con objeto de prevenir cualquier malinterpretaci6n, y tambien para hacer justicia a cada uno de los planteamientos aludidos respecto de las categorias, podemos recapitular brevemente 10 dicho de la siguiente manera: En Arist6teles, cabe hablar de diez categorias (0, quiza, si asi se evidenciara, de ocho) en tres sentidos: (1) de las categorias como predicados general1simos de la substancia primera '39; (2) de las categorias como series de todas aquellas cosas que, siendo predicables de la substancia primera, caen todas ellas bajo un genera supremo y se dicen de la substancia primera del mismo modo que este'
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II eme segtln 1.. flguras de I.. categor1as
Con todo, son las categorias mencionadas en primer lugar aqueUas a las que hemos de referirnos ante todo y principalmente. Y estas, a su vez, son consideradas por Arist6teles en tres respectos (que son, en todo caso, expresi6n de una misma idea, aunque desde diferentes perspectivas). Asi, son entendidas: (1) como los diferentes significados del QV'42 --que se distinguen, como vimos, segun su diferente modo de existencia en el ente en el que todo es, i. e. en la substancia primera; (2) como los generas supremos en los que ha de quedar contenido cualquier ente en sentido prapio143; (3) como los predicados supremos de la substancia primera 144, cuyos modos de predicaci6n resultan determinantes para la totalidad de las c1ases de cosas en ellos contenidas. Definidas de este ultimo modo, todas las categorias (tambien las accidentales) se nos presentan como cosas concretas mientras que eI segundo modo no toma en consideraci6n SL inherencia en la substancia primera, y mas bien, abstrayendo de esta , atiende s610 a la relaci6n con los generas, especies e individuos pertenecientes a la prapia categoria, subordinados a ella. Por esta raz6n, en el plano lingiiistico, de la misma manera que la consideracion de las categorias y los conceptos a ellas subordinados como predicados de la substancia primera se corresponde s610 con las formas concretas, para eI tratamiento de las categorias como generas parece mas adecuada la forma de 10> abstractos (en eI caso de las categorias accidentales). Asi, en el libra III de T6picos se dice que el genera no es 10 justo, sino b justicia l45 . No obstante, a la hora de escoger una denominaci6n para las categorias, Arist6teles ha hecho bien optando por una que las caracteriza en 10 que de peculiares tienen tales conceptos, segun se expresa en el tercer modo de consideraci6n. S610 raramente las denomina yEvl], si se com para con la frecuencia en que usa la denominaci6n de KUtl')'YOptUI, mucho mas habitual. No s610 son
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Sobre 10. multiples slgnillcados del ente segUn Arlst6teles
predicados como Olros, sino que son los predicados supremos de cada uno de los 6rdenes, los predicados Ka~' E1;oXr1v, que no pueden ser ya sUjeto de predicados superiores. Pera no Son s610 esto: son predicados en los que se recapitula integramente toda la multiplicidad de los modos de predicaci6n; son predicados que determinan el modo de predicaci6n de toda una suma de casas predicables; son predicados cuyo concepto completo tiene su contenido y su definici6n en la caracterizaci6n de su remisi6n a la substancia primera -que se da a conocer en la peculiaridad de sus modos de predicaci6n respecto de la misma. Toda la diversidad ontol6gica de los generos supremos y todo su significado conceptual se manifiesta, pues, en el modo en que son predicados de la substancia primera. Con estas observaciones, quiz,,-, no nos hallamos demasiado lejos del punto de vista que Prantl enuncia en el primer tomo de su Histaria de la 16gica, del que citaremos algunos pasajes, a efectos de comparaci6n: ·En esto caman -nos dice- coinciden en Arist6teles la determinaci6n generica concreta de 10 objetivamente ente y la inconmovible consistencia del enunciar humano , que se opone al sensualismo incoherente. Con ello, he enunciado el principiO de las categorlas aristotelicas. I46 . Y, mas abajo, prasigue: ·EI punto de vista rector sigue siendo la idea de que los generas supremos deben basarse en Una determinaci6n concreta comun, que corresponde al ente comun por ellos abarcado como SU substrato y que, en consecuencia, se enuncia de este en forma predicativa como de su sujeto. Por ello, no todo predicado es una categorla, al igual que tampoco 10 es todo genera, sino que las categorlas son los predicados genericos mas comunes , esto es , determinaciones genericas que no pueden considerarse ya sujetos de predicaciones superiores, sino que enuncian la determinacion predicativamente, abarcandolos a todos en comun. Ii' . •La base ontologica de las categorlas es el proceso de realizacion de
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II _
legUn I•• nguru de I", ••legorln
la determinacion en general, que conduce a la concreci6n· I .... .La determinaci6n de la designaci6n nominal del predicado generico debe ser la expresi6n y la comprensi6n de las determinaciones concretas en las que el praceso de realizaci6n se va depositando hasta lIegar a la multiplicidad del ente· I'9. Estas ultimas afrrmaciones tienen un cierto parentesco con 10 que hemos dicho en el capitulo precedente sobre la diferencia de la relacion de 5uvaf!t~ y 6vepYEta, que es fundamental en la distincion de los generas supremos. Con todo, la concordancia no es total, y la divergencia entre ambas concepciones se expresa con especial claridad en el hecho de que Prantl, como vimos, se ve conducido por la suya a negar que haya un numera determinado de categorlas, mientras que nuestra interpretaci6n demanda necesariamente un numera semejante. En este punta estamos, por tanto, mas cerca de los planteamientos de Brandis, Bonitz y Trendelenburg. Con este ultimo compartimos tambien la afirmaci6n de que todas las casas que caen bajo una categoria son predicables de la misma manera que esta -y por ella precisamente hemos hablado ya con anterioridad de diez u ocho ·series de cosas predicables•. Esto nos fuerza a intentar tambien responder brevemente al reprache planteado a prap6sito de la substancia primera, que pertenece obviamente al primer genera y que, por consiguiente, deberia ser tambien predicable. Es facil afrantarlo, concediendo este punto en la medida en que ello viene demandado por nuestras afirmaciones. Pues , de hecho , solo hemos hablado de una predicacion cuyo sujeto es la substancia primera, y nadie negara que la substanda primera puede predicarse de sl misma. Tampoco 10 haee Arist6teles, que s610 excluye expresamente (en Anal. prior. I, 27; Pbys. I, 7 Y Metapb. Z, 3150) la posibilidad de una predicaci6n respecto de otro. Y en Metapb . Z, 13 solo se dice: .Nada de aque110 que se prediea en general es una substancia individual. l S I.
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Sobre los mOltiples slgnlflcados del ente segOn Arist6teles
, II enle ""gOn la. figura. de la. categorlas
La predicaci6n de una cosa respecto de sl misma dista tanto de ser
Con todo, la radical diversidad de ambas divisiones, que resulta evidente a primera vista, no se desdibuja en modo alguno. Pues, en primer lugar, cuando tomamos las categorlas en el sentido en que constituyen los generos supremos de las cosas, 10 que se descompone en esa divisi6n no es ni KU't"1]YOptCt ni KU't"1]YOPOUJ-lEVOV, sino el ov. Y menos aun podna serlo el1tEpt nvo~ KU't"1]YOPOUJ-lEVOV sin mas, sino mas bien el1tEpt 1tpc6't"1]~ ouatu~ Ku't"Tjy0POUllEVOV. Con ello, los miembros de la divisi6n categorial son conceptos reales (v. supra), y las diferentes preguntas que se plantean a prop6sito de la substancia primera y que, en sus diferentes direcciones, se corresponden con las diferencias de las categorlas (v. supra) son preguntas reales. Por ejemplo, pregunto: lque es S6crates? Un hombre. IC6mo es de alto? Cinco pies. IQue cualidades tiene? Es blanco, etc. Aqul, tanto la pregunta como la respuesta tienen contenido real, pues el ser del hombre, de 10 que mide cinco pies, de 10 blanco, es un ser real. Por el contrario, los miembros de la otra divisi6n son meras intenciones segundas y, por tanto, todos ellos, meros ov't"u ro~ aA1]9E~"" respecto de los cuales cabe, desde luego, hacer una afirmaci6n de caracter positivo, pero que no poseen consistencia alguna en las cosas misrnas, fuera de la mente pensante. Tambien respecto de ellos varIan las preguntas, pero se trata de una diferencia de preguntas puramente racionales, como par ejemplo cuando pregunto: lcual es la definici6n del hombre? ICual es su genero? IEs esto, es aquello su propriurri! ISU diferencia? ISU accidente?I". Desde luego, alguien que, al preguntar por la definici6n , de hombre recibe como respuesta que se trata de un i;o;>ov 1tEi;OV 1511tOUV /animal blpedo implume/ podrla pensar que la pregunta y la respuesta deben considerarse aqul tan reales como en los casos anteriores, pues tambien esto es algo real. Pero debe observarse que la respuesta es, aqul, -I;cQov 1tEi;ov 1511tOUV es la definici6n de hombre ... La definici6n en tanto que definici6n, el gene-
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, un KU't"TjyOpEtV KCt't"Ct aullJ3EJ31]Ko~ como la predicaci6n del concepto superior respecto del inferior -cosa que, ademas de ser clara en sl misma, se revela nltidamente como la opini6n de Arist6teles en pasajes como Top. I, 9 y Anal. post. I, 22152. La 1tpOl't"1] ouatCt es OV KCt9' Ctu't"o y es tambien KCt't"1]YOPOUllEVOV KCt9' uU't"O. Decimos:
§ 8. Tesis VII· EI hecho de que las categorias se distingan segun los
diferentes modos de la predicaci6n no conduce a una confusi6n de la divisi6n categorial con la que se da entre los cinco universales que Arist6teles denomina -ra 1tEp{ 't'lvoS" l
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Sobre los mOltlples slgnlflcado. del ente segOn Arlst6teles
II enle seg6n las Ilguras de las categorlas
ro en tanto que genero, etc., como en general el universal en cuanto tal, no existen fuera del entendimiento que abstrae y, por consiguiente, tampoco el ~iiiov 1tE~OV ot1tOUV existe como definici6n en las cosas. Como tal, es intenci6n segunda, y tan puro OV roc; etA Tj8iC; como cualquier otro. Con todo, tambien la divisi6n de la Ka~Tjyop(a en los diferentes modos de predicaci6n (crxti~a~a ~~C; Ka~Tjyop(ac;), que segiin 10 dicho mas arriba se corresponde con la divisi6n del OV en las diferentes categorlas, debe por ella mismo distinguirse radicalmente y en no menor grado de aquella otra divisi6n de los Ka~11Yop0\5~Eva en definici6n, genero, propio, etc. Tampoco aqul resulta dificil darse cuenta de la diferencia. Como algo s610 puede predicarse de un sujeto en la medida en que es identico con el, bien porque pertenece a su esencia (esencialmente), bien porque existe de algiin modo en el como en su substrato (segiin el suppositum), habra que distinguir tantas figuras de la predicaci6n cuantos modos de remisi6n del predicado al sujeto sean posibles y capaces de permitir que se de una predicaci6n en sentido estricto. Por el contrario, en esta otra divisi6n en genero, definici6n, etc., el principio de distinci6n es la medida en que un concepto resulta OPIKDC; para otro (Top. I, 6, 102b34) esto es, en que dicho concepto, al predicarse de otro, 10 determina, como hacen de manera completa la especie y la definici6n, mientras que respecto de los demas se trataria de un grade de aproxirnaci6n al opOC;. A esta medida se vincula tambien la dificultad 0 facilidad del metodo en 10 referente a pruebas 0 refutaciones. La definici6n contiene en sl todo 10 que los demas poseen en terminos de fuerza definitoria. Ella nos entrega la esencia misma, y 10 hace de manera perfecta. Y por ella mismo resulta facillsimo mostrar que algo no es la definici6n de la cosa, pero dificilisimo mostrar que silo es l56 . Para que algo pueda predicarse de algo como la definici6n de 10 definido se requieren tres cosas: (1) que
se pueda decir de ella con verdad en general; (2) que contenga algo perteneciente a la esencia del sujeto (es decir, que sea EV ~iii ~( Ecrnl57), que no s610 se predique K(na wuvo~a, sino tambien Ka~a ~ov ADyOVI58); (3) que sea convertible con el sujeto. Si un atributo posee s610 10 prirnero, decimos que es crU~I3EI3TjKDC;. Si ademas de predicabilidad posee tambien esencialidad, aunque sin convertibilidad, decimos que es YEVtKDV 0 yivoC;, en el sentido de que tambien incluye la diferencia especifica159. Si, por el contrario, posee predicabilidad y convertibilidad con el sujeto, pero no esencialidad, decimos que se trata de un '(OIOV. Si no Ie falta ninguno de los tres atributos, decimos que es OpOC;160. Decimos:
Una vez descubierto el principio de distinci6n de las categorias, nos proponemos ahora resumir en unos cuantos enunciados las consecuencias que de el se siguen en referencia al modo y magnitud de las diferencias entre las cosas pertenecientes a las diferentes categorlas. Ahora bien, como es sabido, hay una doble manera en que algo puede ser uno con otra cosa, 0 diferente de otra cosa. La primera es la identidad 0 diferencia objetiva; la segunda, la conceptual. Tambien Arist6teles conoce ambas. Asl, por ejemplo, en el libro IV de Metajisica, cuando investiga la relaci6n mutua entre el OV y el EV, establece que ambos son objetivamente 10 mismo, pero conceptualmente distintosl 61 . Y resultaria facil aducir otros ejemplos, en los que, segiin Arist6teles, pese a haber identidad objetiva, los conceptos permanecen distintosl 62 . Y viceversa: tambien son numerosos los casos en los que dos
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§ 9. Tesis VIII: Las categorfas deben ser conceptualmente
distintas, esto es, un mismo concejJto no puede pertenecer directamente ados categorfas distintas
Sobre los mOltiple. Ilgnlllcados del enle ..gOn AristOlele.
HI ente ..gOn la. flguC2S de I.. calegot1as
cosas son identicas en un concepto, pera siguen siendo dos realidades distintas, al modo en que bajo cualquier KOtVl] Ka~11'Y0PO\Jf!EVOV queda comprendido todo un conjunto de cosas conceptualmente identicas pera realmente distintas -por ejemplo, S6crates y Plat6 n son identicos en tanto que hombres, etc. Decimos, pues, en primer lugar: la diferencia de las categorias debe ser conceptual, no puede suceder que una misma cosa, seglin un mismo concepto, 0 que muchas cosas, en la medida en que les corresponde un mismo concepto, se subordinen directamente a series categoriales diferentes. Es filcil probar este punto desde los principios aristotelicos. Pues, en primer lugar, que toda categoria es un concepto distinto de los restantes generas supremos es algo que resulta evidente de suyo, pues de 10 contrario no sedan, justamente, generas distintos. Los dos conceptos distintos sedan un genero, con diferentes denominaciones -por ejemplo, ~t kern y ouerta. Cada uno tiene tambien su prapio modo de ser, su especial modo de remisi6n a la substancia primera. Pera de ello se sigue tambien, inmediatamente, la imposibilidad de que las cosas, segiin un mismo concepto, puedan subordinarse a diferentes categorias. Pues es imposible que un mismo concepto tenga generas coordinados (no subordinados y supraordinados entre 51). Las categorlas, en cambio, estin coordinadas como generos supremos, ninguna de elias se deja reducir a un concepto superior -y mucho menos la una a la otra '63. Es cierto que, en algunos pasajes de los T6picos, parece como si Arist6teles eludiera afirmar con determinaci6n la premisa mayor de nuestro razonamiento· 64• Pera, en primer lugar, incluso aquello que Arist6teles mantiene con seguridad en estos pasajes bastada para prabar que es imposible la subordinaci6n de un concepto bajo dos categorias, rechazada por nosotros, pues Arist6teles 5610 admite la posibilidad de subsumir dos generas
dis pares en casos extremos, all1 donde los dos generas reaparecen nuevamente unificados en un genera superior. Pera tal cosa es imposible en el caso de las categorias, puesto que elias mismas son los generas supremos. Por 10 demas, Arist6teles ha expresado de manera clara en otros lugares este mismo punto de vista, que aqui 5610 deja entrever. Por ejemplo, en el capitulo 15 del libra II de los T6picos, cuando dice: .y asi es como ambos generas y sus conceptos se predican del cuervo, cosa que no ocurre con los generas que no estan subordinados entre s1-. Tambien en el capitulo 2 del libra IV de los T6p/cos se contempla esto como algo inconveniente· 65 . Pero su punto de vista se revela con especial claridad cuando ensefta que generas distintos tienen distintas diferencias. Pues si generas distintos no coinciden en sus diferencias, no pueden tampoco, obviamente, contener especies iguales, pues estas 10 que hacen es, precisamente, anadir al genera la diferencia· 66 . Tal doctrina aparece en Categorias, 3: ·Generas diferentes, no subordinados entre si, tienen tambien diferencias distintas, como el genera animal y el genero ciencia. Pues diferencias del animal son, por ejemplo, el rnarchar sobre patas y 10 bipedo, y el tener plumas y el vivir en el agua; y diferencia de la ciencia, en cambio, no es ninguna de estas, pues la ciencia no se distingue de la ciencia por el ser bipedo.· 67 • Lo mismo en el libra II de los Segundos analiticos, donde se estudia el orden correcto de las partes de la definici6n· 68 • La diferencia no se halla, por tanto, fuera del genera que Ie es propio, pues para ella debe ser esencial el hecho de dividir ese genera, cosa que, de 10 contrario, Ie resultaria accidental. Lo mismo vale tambien, por consiguiente, a prap6sito de la especie -respecto de la cual puede compararse 10 que se dice en Metaph . Ll, 6"'. Especie y diferencia son, en general, conceptos que van herrnanados y caen a la par, como se puede advertir especialmente en el capitulo 12 del libra VII de
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Sobre
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multiple. slgnJflcadoo del ente segUn Artst6tele.
Metajislca, donde se intenta responder a la pregunta, planteada en los Analfticos, sobre c6mo es posible que 10 definido sea uno cuando se da una pluralidad de notas definitorias. Se adara alII que, cuando en el proceso de divisi6n se a1canzan las diferencias ultimas, estas se igualan a las especies 170, y la definici6n queda caracterizada como el enunciado formado a partir de las propias diferencias -een las cuales, por tanto, queda comprendida en cierto modo tada la esencia de la definici6n 171. Y estas enseiianzas dellibro VII hallan S\J fundamentaci6n en el VIII. Observa alII Arist6teles que .Ia definicion conceptual mediante las diferencias parece ser del &100<; y de la Ev€pyeta (esto es, de la forma).I72, cosa que resulta natural si, como se dice alll mismo, la diferencia corresponde a la forma (v. supra, p . 151, nota 124). Ahora bien, materias diferentes tienen formas diferentes 173 y es por ellas que se convierten en aquello que son en acto. De la proporcionalidad entre diferencia y forma se sigue, por tanto, que, dependiendo de la diferencia, la esencia completa de la cosa adquiritii tales a cuales determinaciones, y viceversa 17'.
BI ente segUn Iaa figural de I.. categolf••
Ya en el paragrafo precedente hemos considerado cuan a menudo sucede que la diversidad conceptual no lleva aparejada la real. Pues, can harta frecuencia , el entendimiento , al teorizar, distingue en diferentes conceptos 10 que en sl es uno . De la necesidad de una distinci6n conceptual, par ella, no se sigue en modo alguno para las categorias la necesidad de una distinci6n real. Con todo, da la impresi6n de que Arist6teles, al procecer a la division en categarlas, ha estatuido en general una diferencia que es algo mas que meramente racional. La que se propone es,
en efecto, una distinci6n entre av y av, en concreto, de cosas Esm ~Ti<; lhavo{a<; (Metaph. E, 4, 1027b31). Con todo, cuando Arist6teles distingue una cosa de otra (en cuanto ente distinto), no designa con ello, en modo alguno, una diversidad real. Esto se desprende daramente del libro Sobre la interpretacl6n, cuando en el capitulo 7 se contra pone 10 universal a 10 particular, y el hombre se contrapone a Calias como una cosa frente a otral75. Par la polemica que Arist6teles desarrolla aqui contra los plat6nicos, se ve daramente que, desde luego, no puede decirse que se trate de realidades objetivamente distintas, ya que para el el universal, tornado como ltpaWCl, como exterior al pensamiento, 5610 tiene existencia en la existencia de la cosa individual. Advertimos igualmente que en Categorias la substancia se descompone en substancias primeras y segundas, como si se tratase de cosas completamente distintas. Con todo, la opini6n no es, tampoco aqul, que se trate de cosas realmente distintas. Una y otra oucrta no pueden ser especies distintas de substancias, ya que, antes bien, son las substancias segundas las especies de las primeras 176 • La distinci6n es, por tanto, puramente racional , del tipo que acabamos de discutir. En cualquier caso, el modo en que se presentan tales distinciones s610 prueba que Arist6teles, par mas que de un lado combata el falso realismo, se mantiene tambien igualmente alejado de los errores del nominalismo, que algunos quisieran atribuirle m . Y con esto se adara el modo y manera en que se expresa a prop6sito de las categarlas. Pues no es en modo alguno su punto de vista que entre todos los generos supremos por el establecidos y entre todas las casas pertenecientes a diferentes series categoriales exista una diferencia real. Con todo, las considera casas distintas . Y el caso es que conceptualmente (y para prescindir del hecho de que entre la mayor parte de las categorias no puede haber tampoco, de hecho, ningUn tipo de identidad real) 10 son
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§ 10. Tesis IX: La diversidad de las categorias no es
necesariamente una diversidad real
Sobre los multlples significado. del ente segun Arist6teles
II ente "'gUn la. figuras de I.. categorla.
hasta el punto de que, como hemos visto , ni siquiera participan del concepto de OV de 1a misma manera. En primer lugar, intentaremos confirmar mediante ejemplos tornados del propio Arist6teles la posibilidad efectiva de una identidad real entre cosas pertenecientes a diferentes categorias, para luego mostrar en que medida dicha identidad se deja explicar a partir del principio, arriba establecido, conforme al cual se lleva a cabo la divisi6n aristotelica de las categorias. EI ejemplo mas notable es el que se refiere a las categorias del hacer y el padecer, pues en el libra III de la Ffsica y en el pasaje correspondiente del libra K de la Metafisica Arist6teles enseiia178 que las categorias 1tOtEtv y mlcrXEtv y todos los conceptos pertenecientes a una y otra son realmente identicos. Y todavia menos puede admirarnos que la Kt VT]crl<; --que, segiin se desprende de estos mismos pasajes, es tambien realmente identica tanto con un 1tOIEtv como con un m1crx&tv (raz6n por la cual a estas categorias no les corresponde nuevamente una KIVTjCfI<;, cf. Metapb . K, 12, 1068a14)- sea tambien remitida a las tres categorias de cantidad, cualidad y lugar (v. supra, cap. IV) , pues no se encuadra directamente en elias, sino que se reduce a las mismas en cuanto estado de potencia pura respecto de un ente de dichas categorias. Otro ejemplo se refiere a las categorias de 1tocrov y 1tO\). El prapio Arist6teles, en el capitulo 6 de Categorfas, enumera el lugar entre las especies de la cantidad continua 179. Pese a todD, hallamos tambien una categoria prapia, el1to\), que, teniendo en cuenta los ejemplos aclaratorios (Categ. 4, 2al y 9; llbl3) y el uso que en todD momento hace de ella Arist6teles, segiin veremos luego mas detenidamente, resulta indudable que, desde el punto de vista real, no es sino el ~01to<; perteneciente a la cantidad ~el que se distingue, pese a todo, segiin el concepto. Pues el ~01to<; corresponde, segiin Arist6teles, a todo aquello que abarca
en el eapaclo y es su limite18o. Se trata, por tanto, de una superfide; y, con ello, de una especie de la cantidad '81 . Por el contrario, 10 perteneciente a la categoria de nou corresponde, en cuanto tal, a 10 abarcado por clicho limite, y recibe su nombre y queda determinado localmente en virtud de el'S:!. La relaci6n es semejante a la que se da entre noun v y 1t
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Sabre los multiples significados del ente segun Arist6teles
EI ente segtin las figuras de las categonas
esta, por consiguiente, no queda definida en sus diferentes miembros por diferencias especfficas, sino por diferentes modos de existencia, segun la diferente forma de remisi6n a la substancia primera, de la que se predican las categorlas. La variedad de las categorlas se correspondla, por tanto, con los diferentes modos de su predicaci6n respecto de la substancia primera. Pues bien, resulta claro que algo realmente identico en Sl mismo admite perfectamente una variedad en los modos de remisi6n a la substancia primera y que, incluso, al colocarse en un determinado modo de remisi6n respecto de la substancia primera, no por ello se priva de la posibilidad de entrar en relaci6n / Beziebung/ con otra, con 10 cual se did de dos substancias distintas. Tal era el caso de 1tOIEtv y 1t!icrXEtv, donde el movimiento, referido a la substancia que es su termino y a la substancia que es su principio, constituye dos categorias distintas, por corresponder de forma distinta ados sujetos. Y es que el intento de Prantl de unificar ambas en el genero superior de la K(VT]crt~l87 es tan poco aristotelico como el proyecto, aun mas osado, de reducir todas las categorlas a la triada: oucr(n, 1t!ieo~, 1tp6~ Tl. A todo este proyecto hay que contraponer el pasaje de Metajisica.1, 38, 1024blO, sobre el cual no nos cansaremos de llamar la atenci6n, donde se afirma que las categorias no pueden ni reducirse las unas a las otras ni tam poco a un genero superior. Comparese, si no, 10 que dice Brandis en su Exposicion sinoptica del sistema aristoteitcol88 . Hemos hallado un caso semejante a prop6sito de la superficie de un cuerpo, que envuelve espacialmente otro y que, por consiguiente, segun Arist6teles, constituye el lugar de este. Tal lugar, considerado como superficie del cuerpo envolvemente y predicado de el, pertenece naturalmente a la categoria de cantidad. Pero cuando se predica de aquello que contiene y Ie confiere su determinaci6n local en la medida, por tanto, en que digo que esto esta EV Cen el
mercado) 0 aquello EV AUKetCQ Cen el LiceoY8.- no puede ser cantidad de ello, pues Ie corresponde de rnanera externa, segun un modo de predicaci6n que, en su peculiaridad, distingue a la categoria de 1tOU de los restantes generos. Lo mismo vale para el tiempo y, en general, siempre que puede darse algun tipo de identidad real entre cosas de diferentes categorias. EI principio de divisi6n hallado demuestra ser, por tanto, perfectamente capaz de explicar fen6menos que a primera vista resultan tan llamativos como la identidad de diferentes categorias 0, incluso, la identidad de categorias completas, despejando aSI con facilidad reparos que, a muchos, se les podrlan antojar contradicciones
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ayopii
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irresolubles. Decimos:
ov
Tests X: No todo lCae' av-ro real cali' directamente en una de las categorias. Las diferencias y las casas en las que el concepto no existe plenamente se encuadran en el genera correspondiente solo colateralmente, par aSI decir
§ 11.
Hay una diferencia entre 10 que pertenece al genero animal y 10 que cae directamente bajo ese genero, como caballo y caballo individual. Pues tambien 10 caracteristico del caballo como principio, 0 como parte, 0 como atributo, debe, en cierta medida, subordinarse al genero caballO, por ejemplo el relinchar del caballo, el casco del caballo, etc. Ahora bien, como el hecho de que algo, por ejemplo un '(OIOV, caiga secundariamente bajo un genero, no exduye la posibilidad de que caiga tambien directamente bajo otro Cal modo en que el '{OIOV de una substancia puede ser tambien, acaso, especie de la cualidad, etc.) se plantea aquila cuesti6n de si ocurre esto siempre, i.e. de si todo 10 que pertenece al ente real Cy no es meramente Kn"ta crU).lI3EI3T]K6~) cae
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Sobre 100 mOltlple. slgnlficado. del ente segOn Arist6tele.
siempre directamente, al menos, bajo una de las categorias. Los comentaristas de Arist6teles se manifiestan bastante de acuerdo a la hora de negar esta cuesti6n l90 . En efecto, cuando menos los conceptos de ouva~t~ y hEPI'Eta no podrian subordinarse directamente l91 a las categorias, pues el OV OUvcl~Et Kat EVEPI'd~ aparece situado en pie de igualdad con el ser que se distribuye segun las figuras de las categorias. Tambi<~n para nosotros resulta indudable, por tanto, que no todas las realidades pueden ser directamente subordinadas a las categorias. Se trata, por tanto, de determinar desde principios generales respecto de cuales es posible una subordinaci6n semejante, y respecto de cuales es imposible. Para que algo caiga directamente bajo una categoria se requiere, ante todo, (1) que este realmente subordinado a ella. Es claro, por consiguiente, que no puede pertenecer direct amente a ninguna categoria todo aquello que, rebasando los limites de una categoria, se descubre en todas 0 en varias, y corresponde de forma analoga, segun hemos mostrado, a cosas de uno u otro genero. Tal es el caso, por ejemplo, de o.ya66v (Elb. Nicom. I, 4, 1096a19), de DV, de liv, de cru~[3E[3llK6~, de &ioo~, de UAll (Metapb . .II 28, 1024b9)' de ouva~t~, de EVEpl'Eta y de otros. En concreto, parece que tambien los postpredicamentos se remiten a este punto, pues se dan todos en varias categorias, al menos segun una de sus significaciones, alIi donde se distinguen varias. Ninguna de estas cosas, por tanto, esta subordinada a categoria alguna -menos aun, por tanto, puede decirse que caigan directamente bajo ellas, al modo de la especie 0 del individuo. Pues 10 que cae directamente bajo un genero debe ser especie 0 individuo -y por esta raz6n hay que establecer (2) que aquellos conceptos que en la definici6n de una cosa ocupan el lugar de la diferencia (siempre y cuando se trate de la diferencia
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BI ente segOn I•• f1guras de las categorl••
verdadera y esencial de la cosa, utilizada en la definici6n de la esencia de manera no puramente fortuita, por desconocimiento de la diferencia propiamente dicha -u. supra p. 166, nota 174) s610 pueden ser, por asi decir, colaterales respecto de la linea propia de la categoria. Pues, seg11n se dice en Top. IV, 2" las diferencias no son ni especies ni individuos -y, por ello, no caen directamente bajo el genero"2. (3) Si las cosas en que el concepto de genera nO esta contenido completamente pertenecen a dicho genero s610 reductivamente (como, por ejemplo, arriba dijimos que el casco del caballo no cae directamente bajo el genero animal, pues no contiene en su completud el concepto de animal, cosa que si hace el concepto de caballo), 10 mismo habra de suceder tambien con las categorias. Estas nO son sino modos determinados del ente; por consiguiente, aquello en 10 que no se contiene un ser integra y completamente, s610 pertenecera a la categoria de manera reductiva. Asi, las substancias parciales (cabeza, pie, etc.) deben, ciertamente, subordinarse a la categoria de substancia 193, pero nO insertarse en la linea de la categoria, como el animal. Segun el libro VII de Metajfsica, cabe distinguir tres tipos de substancias corporales: la materia del cuerpo, su forma y la substancia corporal compuesta de ambas l94 • Pero de estas, por la misma raz6n, s610 la primera puede hallar un lugar directamente bajo la categoria, mientras que las otras dos pertenecen a ella s610 reductivamente, como el alma 0 la forma del metal, en la medida en que el ser vivo y el metal constituyen generos de la substancia. Ciertamente, respecto de la forma alguien podria tener dudas sobre si no deberia considerarse, mas bien, especie de la cosa --con 10 que, por ejemplo, habria que incluir a la forma substancial entre aquellas 1iEu~Epat oucrtat que ocupan en la linea recta de la categorta un lugar intermedio entre el concepto generico de oucrta y el ~61iE ~t. De hecho, la forma se designa a menudo con
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Sobre los multiples significado. del ente segUn Arist6teies
HI ente segUn las figuras de 10. cotegorlas
" d'-· lad s enommaclones e EtuOS y ~o"~t, 1lV, EtVctt, que expresa tambien los conceptos de especie. Pero no hay que dejarse engaiiar por una mera igualdad de nombre. Como la forma es aquel10 que da el ser a la cosa, haciendo asi que esta participe de una u otra especie y definici6n, se la denomina tambie n a veces especie (EllioS), pero en un sentido distinto del propio. Y 10 mismo vale respecto de los nombres ~O ~t ~v E'iVctt y A.oyoS. La definici6n de las substancias corporales abstrae, ciertamente, de la materia individual, pero no, en modo alguno, de la materia universal de 10 definido. Con el1o, es claro que forma y especie no pueden identificarse en tales cosas. Asi, por ejemplo, seg(in enseiia el capitulo 3 del libro VIII de Metafisica l95, el hombre y el alma no SOn 10 mismo. Esta diferencia entre forma y especie puede percibirse con toda claridad en el capitulo 3 del libro VII, donde se habla de forma individual de igual manera que de materia individual y del individuo compuesto de ambas l96 . En la forma debe verse, por tanto, una parte fisica de la cosa, no 16gica. Por consiguiente, no cabe insertarla directamente en una de las categorlas, como tampoco a la materia y a otras partes del ente. 5i la forma o la materia cayeran directamente bajo la categoria, junto con el compuesto, la consecuenda serla, aparte otras inconveniencias, una perturbaci6 n de la sinonimia del concepto de genero. Pues -de un modo se denomina la materia substancia primera, de ofro dtstinto la forma, y de un tercero el compuesto de ambas_197. Pero 10 que vale de las partes del ente (a saber, que el concepto de la categoria no esta contenido completamente en el1as) vale tambien, naturalmente yen mayor grado, respecto de 10 que se encuentra en potencia, en cuanto tal. Pues si la materia s610 puede pertenecer, en general, reductivamente y como parte del ser real a la categoria de este, es obvio que menos aun podra poseer, en el estado de mera preparaci6n para la forma, la plenitud del ser que resulta necesaria para subordinarse directamente a
la categoria. 10 que es hombre s610 en potencia no es propiamente hombre -se dice en el libro XIV de Metajisica- y, por el1o, tampoco cae directamente bajo la categorla de hombre. Lo que es en potencia, y precisamente en la medida en que es en potencia, es propiamente un no-ente. 5610 10 que es en acto es propiamente ente. Como 10 meramente en potencia no tiene esencia alguna, tampoco tiene concepto; la materia, por Sl misma, es incognoscible' 98 . Ahora bien, cuando algo que se encuentra en estado de potencia, en cuanto tal, se constituye mediante una forma (como acontece a traVes de la Ktv1l':JtS) nos hal1amos ante dos estados que son real y conceptualmente la misma cosa: un estado de potencia en referencia a la forma dispuesta y un estado de acto en referenda a la forma mediante la cual se constituye. Por consiguiente, en tal caso, debeci darse una doble subordinaci6n: una directa, bajo la categoria que es en acto mediante la forma (y se trata aqui de la categorla de 1tcicrXElV y de 1tOtEtV), pero tambien una reductiva, bajo la categoria de la forma que es termino del movimiento, Le. seg(in 10 dicho mas arriba, bajo la categoria de cualidad, cantidad y lugar. Vemos, con ello, que el ente analizado en e1 capitulo precedente no s610 es mas amplio que el ser acabado, sino tambien que aquel otro que se distribuye en los generos de las categorias. Uno de los miembros, el ov EVEpydq, abarca el solo todos los generos supremos y todo 10 que cae directamente bajo ellos. Podemos, pues, con Brandis ' '', dar la raz6n a Prantl cuando dice: -EI modo de ser que surge en el proceso de desarrollo de 10 potencial a 10 actual es aquel que, con ello, aJcanza la determinaci6n del ser designado segun la's formas de la enunciaci6n-2(lo. Con todo, parece que sl hay una diferencia racional entre el ente, en tanto que designado como ov EVEPydq, y el ente, en tanto que designado mediante las formas de
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Sobre los mOltlples slgnlflcados del entc segOn Arlst6teles
El ente .egOn I•• Ogura. de I.. categolias
la enunciaci6n. En el primer caso, algo es objeto de consideraci6n en 1a medida en que posee una forma (evEpyeta); en el segundo, en la medida en que tiene una esencia y admite una definici6n conceptual 201 . Finalmente, (4) del hecho de que las categorias sean generos parece seguirse necesariamente que s610 pueden subsumirse bajo una categoria cosas susceptibles de definici6n en las que, por tanto, las partes logicas se distinguen como genero y diferencia. De acuerdo con ello, habra que exc1uir del ambito de las categorias a todos los espiritus puros. Pues, como en su caso no existe composici6n fisica a partir de forma y materia, tampoco puede haber composici6n 16gica en terminos de genero y diferencia, seg{ln hemos dicho ya en varias ocasiones (v. cap. III, § 1, p. 67; cap. 5, § 5, p. 150). Arist6teles, en todo caso, nunca ha extraido esta conclusi6n, aunque en a1gun momento parece apuntar a ella202. Sin vacilar, en el Iibro XII de Metafislca divide la substancia en tres especies: sensibles-corruptibles, sensibles-incorruptibles y separadas203; y en el Iibro I de Etica a Nicomaco se refiere a Dios como ejemplo de bien segun la categoria de substancia204. En muchos aspectos, la teologia aristotelica se muestra en general poco desarrollada -y parece que, en este punto, es innegable una cielta imperfecci6n del sistema. Con ello, el reproche de Plotino 20S (para quien las categorias de Arist6teles son incompletas, pues no se aplican a 10 inteligible, ~d VOll~ci, ya que la misma ourrln no puede ser comun a 10 sensible y a 10 inteligible) parece justificado, al menos en la medida en que no puede haber un genero comun aDios y a las substancias corporales . •S610 de forma analoga y hom6nima pueden ser concebidas como uno y 10 mismo., dice en el capitulo 3 del Iibro VI de las Eneadas7iJ6 -yen ello estamos de acuerdo con el sin reservas. Pero nos parece que se equivoca en una cosa, pues propone tambien categorias para los actos puros (bien que distintas de las que
valen para las cosas sensibles), siendo asi que Dios no puede ser concebido bajo ninguna definici6n ni subordinado bajo ningun genero, pues todo ello contradiria la pura simplicidad y actualidad de su esencia. Con todo, Dios habra de ser, si no subsumido, si al menos vinculado de manera analoga a la categoria de substancia, par ser esta la primera en tados los sentidos y la mas ente. Pero estas ideas, desarrolladas, no son ya aristotelicas -aunque si estan, desde luego, contenidas en germen en sus doctrinas, y pueden incluso deducirse inmediatamente a partir de sus principios. No sera cantradecir a estos ultimos sino, antes bien, permanecer mas fieles a ellos de 10 que 10 fue eI propio Arist6teles, elevar con Agustin la esencia de Dios sabre tadas las categorias, ya que no puede ser agotada por ninguna 207 • Hasta aqui, par tanto, 10 que habia que decir de las cosas que no pueden subordinarse directamente a una de las categorias. Decimas:
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§ 12. Tests XI: Puesto que el ente que se distribuye en las categorfas
se dice n:poq BV, y como las proP/as categorfas se distinguen segun los diferentes modos de existencla en la substancia primera, no resultara imposible una deduceion de fa distribueion eategoriaf Simplicio nos informa de que Arist6teles no adujo nunca una raz6n para las series de generas, y de que esta es la causa por la que las expone can diferente orden en diferentes lugares, mientras que Arqultas206, que si habria aducido una raz6n semejante para el orden de las categorias, habria permanecido casi siempre fiel al mismo lO9 • A partir de aqui, se ha creida concluir que Arist6teles nunca Ueg6 a aclararse sabre el orden natural de las categorias y que, por ella (pues una cosa parece ir vinculada a la
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Sobre los m(iltlples slgnlficados del ente seg(in Ali.tOteles
otra), tampoco intent6 nunca derivarlas a partir de un principio. Mis aun, se ha negado incluso la posibilidad de una derivaci6n semejante, sosteniendo que no se cumplirian aqui las condiciones que el propio Arist6teles establece al respecto. Asi, Brandis afirma que .Arist6teles ni siquiera pudo haber intentado derivarlas a partir de un principio supremo, como se desprende claramente de sus investigaciones sobre el ser y el uno· 2I o. Y tambien Bonitz sei'iala que Arist6teles, teniendo en cuenta las condiciones que el mismo establece para la cl7t6oEtr;t~, no podia siquiera emprender la prueba de su divisi6n, pues para ello el ente deberia ser un genero2ll , cosa que segun el no es el caso"'. EI hecho de que, pese a todo, Arist6teles estuviera tan convencido de la correcci6n y completud de su divisi6n, se ha querido explicar diciendo que la imposibilidad de la deducci6n deja, no obstante, la puerta abierta a una especie de constataci6n experimenta]2l3. Con todo, el propio Brandis observa que la expresi6n CLl , OtCLtpESE\(mt KCLnlYoptCLt (Anal. prior. I, 37; Top . IV, 1; De anima I, 402a24; 410a14) apunta a algun tipo de divisi6n, aunque desde luego sin aducir en modo alguno la raz6n de esa divisi6n214 • Y tampoco a Bonitz se Ie escapa este sentido del termino OtCL(pEcrt~ (i.e. la divisi6n de un ambito conceptual en sus yevl1 y g'(Ol1 -cf. Anal. prior. I, 31; Anal. post. II, 13, 96b25) y explica la expresi6n OtCLtpecrgt~ (Top. IV, 1, 120b36; 121a6) como OtCLtpicrgt~ wu ovw~ Idivisiones del ente/. Precisamente este principio de divisi6n que Brandis echa en falta es el que nosotros , valiendonos de premisas enunciadas por el propio Arist6teles y de indicaciones dispersas aqui y alla, hemos intentado determinar como el diferente modo de existencia en la substancia individual. De hecho, la unidad dada en la analogia por respecto a un termino comun parece del todo suficiente para hacer, aqui, las veces de genero, por mas que se trate de
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El ente seg(1n las figuras de las categortas
una unidad inferior a la del concepto sin6nimo para todas sus especies. EI propio Arist6teles ha enunciado este punto. En Anal. post. I, 28, al comienzo, dice que aunque ·es una la ciencia que trata de un genero C.), son diferentes aquellas ciencias cuyos principios no surgen de las mismas ni, para la una, de los principios de la otra. 2I5 . Y en el libro III de Metajisica dice que .Ia misma ciencia del mismo genero considera a partir de los mismos principios las propiedades que Ie corresponden como tal.216. Si se toma aqu! la palabra genero en sentido estricto, las dificultades que de ello se siguen para el objeto de la metafisica no son pequei'ias -y Arist6teles no pierde la ocasi6n de sei'ialarlas-- , pues la metafisica no es sino la ciencia que considera el ente en cuanto ente y las propiedades que Ie corresponden en cuanto tal 2l7 . Con todo, el modo en que Arist6teles resuelve esta dificultad deja fuera de toda duda que, en este punto, no se trata seg6n el de un sin6nimo en sentido estricto. Le basta con que se garantice la unicidad en relaci6n con algo uno, como ocurre en el caso de la analogia respecto del mismo termino. He aqui sus palabras: •Una ciencia no s610 debe tratar de aquello que participa de un nombre sin6nimamente, sino tambien de aquello que recibe su nombre en referencia a una misma naturaleza. Pues tambien esto se dice, en un clerto sentido, KCLS' tv. Es por ello claro que tambien la consideraci6n del ente en cuanto ente es un asunto de una ciencia. 218 • Habla aqui, por tanto, de especies del ente (y de especies de ·uno· en numero correspondiente) no de otra manera a como si el ente fu era un gl!nero unitario. Y estas as! Hamadas especies son las categorias219. Con ello, del hecho de que el ente no sea sin6nimo no se puede extraer ninguna raz6n para negar la posibildad de una deduccl6n de los conceptos genericos supremos. Antes bien, me parece fuera de toda duda que Arist6teles, de haber reparado en las dlferentes posibilidades que se dan a prop6sito
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EI ente sogOn I.. Ogura. de I..
Sobre los mCdtlples .Ignlflcados del ente sogOn Artst6tele.
de los modos de existencia del predicado en el sujeto, bien hubiera podido llegar a una cierta prueba a priori, a una cierta 1ttcrn~ ota crUt..t..Oytcrflou de la completud de su divisi6n categorial. En los escritos de Arist6teles no conservamos ninguna deduccion semejante de los generos supremos -al modo en que si tenemos una, por ejemplo, de los conceptos que determinan la diferencia de los metodos (Top. I, 8, l03b7) . Con todo, no me parece verosimil suponer que, siendo posible una 1ttcrn~ ota crut..t..oytcrflou, Arist6teles se hubiera co nformado con una 1ttcrn~ ~~~ k1tayOJ~~. Ademas de la expresi6n a\ otatpE8Etcr~at KanlYoptat, considerada por Brandis, tambien la gran seguridad que Arist6teles manifiesta respecto de la completud de su tabla categorial apunta a algo mas que a una mera constataci6 n inductiva, mediante la experiencia. Una constataci6n semejante, Hamada a permanecer siempre incompleta, no podria proporcionar sino una garantia muy incierta, especialmente en el caso de una division como esta, tan compleja en sus conceptos y tan amplia en su significado, extendida sobre la totalidad de 10 real. En todo caso, el peso que inclinaria la balanza en esta cuesti6n de si Arist6teles ha llegado a hacerse cargo mediante silogismo de la completud de su tabla categorial, seria precisamente el exito en el intento de llegar a las categorlas distinguiendo los modos de ser, que nos proponemos llevar a cabo en el paragrafo siguiente. Para ella, part iremos en todo momento de concepciones aristotelicas y, al tiempo, como ya hemos hecho al establecer el principio de divisi6n, hallaremos en indicaciones del propio Arist6teles la confirmaci6n de todos los grados intermedios, analogos, por los que descenderemos desde el QV general hasta alcanzar los generos supremos. Decimos:
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§
13. Tests XII: La prueba deductiva de fa divlsi6n categorial
debe comenzar con la dtsttnci6n entre substaneia y aeeidente. La primera no admitira ya distineiones uiteriores, pero el segundo se deseompondra, primariamente, en dos clases: aecidentes absolutos y relaeiones; los primeros, a su vez, se deseompondran en inberencias, afeeciones y eireunstaneias externas EI primer paso hacia la deduccion de las categorias viene dado por el propio Arist6teles, al establecer la conocida y profunda distinci6n ontol6gica que hasta Spinoza respetaba todavia, al afirmar: omne quod est, aut in se aut in alia est. La divisi6n en oucr(a Y cruflP£PllK6~ es una divisi6n que, en sus dos miembros, engloba todo 10 ente perteneciente a las categorlas 21o. Y se trata de una divisi6n basada en una diferencia en la existencia en la substancia primera, en una diferencia en la predicaci6n -y que, con ello, se corresponde con el principio de division aducido mas arriba221. Pues 10 que es substancia existe en la substancia primera como identico a ella segun la esencia, mientras que 10 que es accidente existe en ella no como perteneciendo a su esencia, sino como aconteciendo (aeeidierend) 0 inheriendo en ella en el mas amplio sentido de la palabra. Mas arriba, con Trendelenburg, hemos caracterizado a la categoria de substancia como categoria del sujeto, pues, alli donde aparece en el predicado, el sujeto (como tal se piensa siempre, para todas las categorias, la substancia primera, v. supra) queda, ademas de no mbrado, definido en su concepto, de modo tal que s610 en este caso tiene lugar una comunidad esencial entre sujeto y predicado. Por ultimo , esta diferencia entre oucrta y cruflPEPllK6~ es mayor que la que puede darse entre los diferentes accidentes; es la primera que salta a la vista y, por ello, marcha e n cabeza can pleno derecho 222 •
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Sabre los mOltiples signlficadas del cntc segun Arist6teles
EI ente legOn III ftgur.. de 1•• cltegor1..
Naturalmente, la identidad de esencia, en tanto que ausencia de toda diferencia real, no admite ya distinciones ulteriores dentro de 51. AqUI, por tanto, llegamos a un genero -y todas las divisiones reales ulteriores de la oucria. sucedecin en el modo de la especificaci6n propiamente dicha, como divisiones de un sinonimo por Ihacpopa.i afiadidas. ASl es como Arist6teles, en el capitulo 1 del libro XII de Melajisica, divide la substancia en sensible-corruptible, sensible-incorruptible y separada inm6vil (v. supra).
considerada como precursora de la divisi6n categorial, tal distinci6n es un indicio favorable del sentido en que aquella se mueve. Si la predicaci6n esencial, por tanto, s610 da lugar a un unico modo de predicaci6n y a una unica categor!a, la no esencial --que hemos denominado en general crU~[3a.(VEtv- manifiesta, en cambio, grandes diferencias a primera vista. EI cru~[3E[3l]KOS es 5610, a su vez, un ava.t..oyov, que se dividira en varias dases segun su modo de predicacion respecto de la substancia primera. En primer lugar, 10 que se dice del sujeto sin ser ello mismo sujeto, puede afiadirsele bien en terminos absolutos, bien en relaci6n con otra cosa. Los accidentes, por tanto, son accidentes absolutos 0 relaciones. Por las ultimas entendemos, en concreto, ese tipo de ser accidental que no consiste sino en una remision a alg0223 , en una referencia de la substancia de la que se predica a otra cosa, como por ejemplo cuando digo que Arist6teles es mas sabio que Hipias, 0 que Filipo es padre de Alejandro. Tales relaciones tiene un modo de existencia en la substancia distinto al de los restantes accidentes, un diferente modo de dependencia respecto de ella (Metaph. r, 2, l003b16). Ambas cosas son identicas, pues el modo en que la substancia contiene y porta e1 predicado depende del modo en que subsiste, y el modo en que el accidente depende de la substancia depende de c6mo inhiere (accidiert). Arist6teles subraya esta diferencia de inexistencia entre accidentes absolutos y relativos, considerandola, tras la que se da entre ouo(a. Y OUI1Pe[3l]KOS, la mayor que puede darse en general en el modo de existencia e insiste en ella cuando se propone, frente a los plat6nicos, adarar la diferencia material, esto es, la diferencia en la totalidad de la remision entre sujeto y predicado, respecto de los diferentes modos de ser. De las relaciones, que 5610 se vinculan al sujeto de manera completamente laxa y, poc aSI decir, no hacen sino rozacio, sin modificarlo, se distingucn los restantes accidentes, que afectan vcrdaderamente.
Con todo, se podrla quiza hallar una diferencia en el modo de remisi6n del sujeto al predicado tambU:n en el caso de los predicados que se dicen de la substancia primera en virtud de una identidad esencial con ella, sefialando que algunos de ellos 5610 se identifican con el sujeto segun la cosa misma, siendo en cambio mas generales y distintos de el en 10 que hace a su concepto -----como cuando digo -S6crates es hombre-, mientras que otros coinciden con el plena mente, tanto desde el punto de vista real como racional -----como cuando digo -S6crates es Socrates-. De esta manera lIega Aristoteles en Calegorias a su distinci6n entre ni& n (npw7:T/ 06.,.(0.) y las &V7:Epo.l o6.,.(at (Caleg. 5, princ.). Sin embargo, es imposible que haya una predicacion mas esencial que la predicaci6n esencial: la remisi6n real del predicado al sujeto es en ambos casos la misma, y si se quisiera ver aqul una nueva distincion, por la diferencia en la relacion conceptual, tal cosa supondria prolongar el camino iniciado por la division del ser, como 6~c6vu~ov lca~' ava.t..oyia.v (para llegar hasta las definiciones genericas), llevandolo mas alia de su meta, hasta un punto en que no queda ya diferencia alguna en las re1aciones que tenga lugar fuera del entendimiento. AI distinguir substancias primeras y segundas, Arist6teles no nos ofrece en modo alguno las especies en que se divide un genero, pero tam poco los generos en que se divide un analogo. Con todo,
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Sobre los multiples slgnlficados del ente segUn Arlst6teles
Con ello, la totalidad del ente categorial se nos presenta dividido en tres clases: -10 uno son substancias (ouerlcu), 10 otro afecciones (mXell), 10 otro relaciones (rrpo<; n)- (Metaph. N, 2)"'. Brandis observa a este respecto que -Arist6teles tuvo, naturalmente, que excluir a las entidades y relaciones del contexto de las restantes categorlas, y escogi6 para estas el nombre de afecciones, para indicar asl su dependencia respecto de las entidades, que no se da de la misma manera en el caso de las relaciones- 225 . Esto se deja ver con especial c1aridad alii donde Arist6teles trata del movimiento y de la generaci6n y corrupci6n de las cosas relativas. A estas no s610 no les corresponde movimiento alguno en sentido propio, sino que ni siquiera poseen un autentico devenir, cosa que no esta excluida de ninguna otra categoria. Y la raz6n de ello es que, sin que se de la mas minima variaci6n en el sujeto, el rrpo<; n se dice de el unas veces con verdad y otras falsamente. Tal es la doctrina contenida en el capitulo 2 del libro V de Fisica, en el pasaje correspondiente del libro XI de Metafisica y en el capitulo 1 de Metajisica XIV, Tambien en Categorias hay testimonios al respecto226 • Pero si tomamos este predicado, tan laxamente unido al sujeto227 (raz6n por la cual esta categoria, la menos substancial, debe figurar al cabo de toda la serie categorial, de la misma manera que la oUO'la en cabeza"s), y 10 separamos de los restantes O'UIlI3El3llKoTa, en tanto que rruell, tampoco parece que, con ello, los restantes accidentes se predicen de la substancia todos de la misma rnanera. Basta recordar al respecto que, segiin vimos mas arriba, el movimiento se referia tanto a aquello de 10 que partia como a la substancia llamada a asumir la forma preparada en ella por el movimiento -naturalmente, de manera completamente distinta. Y tambien hemos visto que el lugar --<\ue en tanto que superficie se atribula a otro cuerpo, localmente determinado- se predicaba tambien de manera completamente distinta del cuerpo
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EI ente •• gUn las figur •• de 1•• categorlas
del que decimos que se halla en tal sitio. Pues hay, ciertamente, una gran diferencia en el modo en que se predica de algo la lIanura 0 el mercado cuando digo, respectivamente, oeste campo es una llanura- 0 -esta piedra esta en la llanura-; -estas casas son 0 forman el ayopu- 0 -estos cestos, frutas, etc. estan Ev ayopq.-. En estos ejemplos cabe reconocer, en concreto, tres clases de predicados, que se predican todos ellos de la substancia de manera absoluta, pero no O'uVCJJVUIlCJJ<;229. 5e trata, por tanto, de las tres clases en que se distribuyen primariamente las afecciones o rruell (para designarias Ka-t i:!;o)(,,,v con una expresi6n que en Arist6teles aparece con significado mas 0 menos amplio, y modificado de multiples maneras230), de modo tal que, con elias, queda agotado todo el marco de posibilidades. Pues todo aque110 que no es en sl mismo el ser primero y propiamente dicho del que se predica todo 10 demas, pero que tam poco es algo completamente falto de esencia y mera sombra se ser (i.e. algo que, mas que ser en sl mismo una cosa , 10 que hace es acompanar a otra cosa). como la relaci6n --todo aquello que no es ni una cosa ni otra, digo, se puede atribuir a la substancia de la que se predica bien porque se halla en ella, bien porque se halla fuera de ella, bien porque se halla parcialmente en ella y parcialmente fuera de ella. Un cuarto caso no es concebible. 5i ocurre 10 primero, la remisi6n sera un i:vEtVat propiamente dicho, eI mas aproxirnado a aquel en que se halla la forma substancial respecto de la rrpro'rll ouerla. Podemos denominar a esos accidentes, como el color, la extensi6n y semejantes, inberencias en sentido especial. 5i, por el contra rio, el predicado existe completamente fuera del sujeto, como por ejemplo el lugar fuera de ' lo que se encuentra en tal lugar, de manera tal que eI sujeto s610 queda determinado por el desde fuera , en virtud de una raz6n especial, podemos denominar a tales accidentes determinaciones externas 0 circunstancias de Ia substancia. Arist6teles caracteriza c1aramente
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Sabre 10. maltlple. slgnlflcados del ente segan Arlsl61eles
esta f<:r~a de de~ominaci6n externa en los ejemplos elegidos de 1tou: EV uyop~, i;v AUlCElql (Ca/eg. 4, 2a1) y en Top. VI, 6, 144b31 Y Phys. IV, 12, 221a28 se refiere a los predicados de esta dase como ni EV nvt. Finalmente, si el predicado se toma en patte desde dentro y en patte desde fuera, por no compottarse respecto del sUjeto como una forma respecto de la materia, sino como una operaci6n respecto de la potencia a la que actualiz:"" habra de ser caracterizado en general como operaci6n 0 Kl Vlj(H<;, ~al y como Arist6teles los denomina a menudom. Aqul, ora el pnnclplO, ora el termino del predicado esta dentro 0 fuera del sujeto, pues la operaci6n es, como dice Arist6teles algo intermedio entre 10 que opera y 10 que sufre la 0 e~ raci~m. P De estas tres dases, consideremos por 10 pronto la primera la de los aCCidentes inherentes. ,Se dara entre ellos una nueva a~a logla? de,bemos mas bien mantener la inherencia como genero Y categona? las substancias sensibles, a las que debemos remitirnos en primer lugar, por ser las mas cognoscibles y seguras para nosotros234 (0, si somos mas estrictos, por ser las (micas conte~tdas en el genero23 ') no se revelan al examen filos6fico de Artst6teles como substanCias simples, sino que su esencia viene constituida por una composici6n de materia y forma, siendo la s~gunda la que actualiza a la primera, confiriendole ser y esencta. Pero cada uno de estos principios desempeiia, respecto del compuesto, un papel esencial, completamente distinto al del .otro, ya que el primero es su liuVUi! 1<; y el segundo su 1£ 236 EVTE XE1U . De ello se sigue que tambien los accidentes de la substancia que inhieren en ella, propiamente hablando tendran una posici6n completamente distinta respecto de la subs~ancia es deCir, inheriran en ella de manera completamente distinta, dep~n_ dJendo de si Ie corresponden del lado de la materia 0 de la forma.
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El enle seg(\n las figu",s de las calegortas
A partir de la materia de la substancia se da el quantum (1tocrov). Este, de acuerdo can el camcter potencial del principia material, se explica de la siguiente manera: ·Se denomina un quantum a 10 que puede ser dividido en 10 que existe en el y es . .Ind"d 1 237 . Est e capaz de ser un todo par si y una su bstancta 'Vt ua· vinculo con el principio material se pone tambien de manifiesto, muy especialmente, en el capitulo 3 del libro VII de ia Metafisica. Como la materia es el ultimo elemento de la substancia del que esta se predica todavia en cierto modo (Metaph. Z, 3, l029a24), el quantum se presenta aqui como aquello que corresponde primeramente a la substancia, y como 10 ultimo que cabe retirar de ella en caso de proceder a una abstracci6n de los accidentes respecto del sujeto -raz6n por la cual, para quienes no conocen el principia de la forma substancial, pareceria que entonces ya no queda mas que la vA'I1"'. Del otro lade quedan las cualidades, que estan emparentadas con la forma de la misma manera que la cantidad con la materia. Pues la cualidad enuncia una propiedad, un modo y manera de la substancia, esto es, una determinaci6n 0 diferenciaci6n en algun respecto. Esta determinaci6n tiene lugar (1) en vittud del ser substancial-y asi es como el genero queda determinado par la diferencia especifica, que es proporcional a la forma, segiin hemos visto mas arriba. Por ella, en el libro V de Metajisica la diferencia substancial se presenta como cualidad primera, como cualidad substanciaF39. Pero tambien tiene lugar (2) una determinaci6n y modificaci6n del sujeto en vittud de un ser accidental, y tal cosa es justa mente la categoria de cualidad, de la que ahora tratamos, y que es tambien una diferencia . Ya que, a bien determina y diferencia al sujeto segun ia cantidad (tales cualidades son las figuras 2"'); 0 bien los diferencia en atenci6n a la esencia de la cosa, existiendo en esta como determinaci6n apropiada a no apropiada a su naturaleza -par ejemplo, como un cuerpo sana
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Sabre los mOltiple. slgnlflcados del enle 8OgOn Arlst6teles
y un cuerpo enfermo quedan diferenciados en raz6n de estas propiedades, y bien 0 mal dispuestos seg(in su naturaleza-, y se trata entonces de las Esel~ y Ilta(jecre!~ de las categorias241. Por ultimo, hay cualidades que diferencian al sujeto segGn una operaci6n, como por ejemplo el calor y otras cosas semejantes. En breve, por muy distintas que puedan ser las especies de la cualidad, siempre habran de portar en Sl, para poder pertenecer a esta categoria, el carkter de 10 determinante y 10 diferenciante, y por consiguiente el parentesco con la forma --que es 10 que distingue a esta categorla de la de cantidad 242 • AsI, Trendelenburg afirrna: -De la misma manera que el quantum resulta de la materia de la substancia, de la forma resulta la cualidad. 213 . Y apunta tambien que, de acuerdo con ello, es preciso reconocer al quale la prioridad frente al quantum, en concordancia con Metaph. A, 1.: -Asi, 10 primero es la substancia, a esta sigue la cualidad, a esta la cantidad. 24 4, ello a pesar de que en otros pasajes la sucesi6n inversa resulta mas apropiada. Arist6teles otorga casi siempre el ~rimer lugar a la cualidad24', quiza porque la forma -a la que slgue es el principio mas potente, y es mas substancia que la materia. En cualquier caso, tanto un ordenamiento como el otro tienen su justificaci6n, y tambj(~n hay motivos para preferir el orden propuesto por Trendelenburg, por las razones que el mismo desarrolla en p. 77 Y s. Sea como fuere, aqui nos in teresa simplemente mostrar que los accidentes propiamente inherentes permiten distinguir a su vez un doble modo de inherencia y, por tanto, un doble modo de predicaci6n; y que, par consiguiente, la inherencia, como el accidente, no es todavla un genero, sino un KOIVOV KaT avaAoytav para los generos de la cantidad y la cualidacf246 • ,
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A la c1ase de los accidentes inherentes debe seguir, si se quiere hacer justicia a su relevancia ontoI6gica 24', descendiendo gradualmente desde los modos de predicaci6n mas intrinsecos hasta
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EI ente segun las figura. de las categorias
los mis extrinsecos, la c1ase de la KIV1)O'!~. Si en los predicados de la primera c1ase era la inherencia aquello en virtud de 10 cual el predicado se afiadla al sujeto, aqui es la causalidad 10 que permite la predicaci6n del uno respecto del otro. 5610 en virtud de la conexi6n que ella establece entre substandas individuales se cumple una condid6n aducida como rasgo distintivo de esta segunda dase de predicados accidentales, a saber, que aquello de 10 cual se toma el predicado se refiera a algo en el sujeto, y se refiera a algo fuera del mismo, como elemento intermedio entre ambos 248 . EI golpear esta en el que golpea, segun su principio, y en el golpeado segun su termino; puede, por tanto, predicarse tanto del uno como del otro, par hallarse, por asi decir, en el medio entre uno y otro. No se trata tanto de un i:v TCi'Oe como de un 7tPO~ TaOE, segun olmos a Arist6teles caracterizarlo mas arriba, de manera no inadecuada (Metaph . e, 6, l048b6). Y no cabe replicar, a este respecto, que el propio Arist6teles afirma que la Xlv1'lO'!~ esta en 10 movido (por ejemplo, en Phys. III, 3, 202a13 y en orros pasajes mas arriba examinados), pues alii no recurre a la X(V1'lO'1~ para dar lugar a determinadas categorias, sino para explicar c6mo ocurren EvepYE!a y ouva~lI~ en las diferentes categorias, cosa que 5610 puede hacerse mediante la reducd6n al genero del termino, de la que ya hemos hablado mas arriba. Y este no existe en 10 moviente, sino en 10 movido -por ejemplo, en el movimiento que va del negro al blanco, uno y otro termino, y asimismo los grados cromaticos que, mientras dura el movimiento, deben considerarse terminos de sus partes, se encuentran en 10 que deviene blanco. Par el contrario, cuando se trata de que la Xl VTJcrl~ de lugar a diferentes generos de ente, tampoco en 10 movido cabe atribuirle un EV TCi'OE ElVa I, , , . ... ' s: r' sino un 7tpO~ TOOE 0, mas exactamente, un E7t! TOuE ElVa!. De aqui resultan, a primera vista, dos modos de predicad6n: la operaci6n se predica, bien de aquello en 10 que se halla el
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Sobre 10. mOltlple. slgnlflcados del ente seg(\n ArI.t6teles
y un cuerpo enfermo quedan diferenciados en raz6n de estas propiedades, y bien 0 mal dispuestos seglin su naturaleza-, y se trata entonces de las ii~etC; y litaOecretC; de las categorias24!. Por ultimo, hay cualidades que diferencian al sujeto segun una operaCton, como por ejemplo el calor y otras cosas semejantes. En breve, por muy distintas que puedan ser las especies de la cualidad, siempre habran de portar en si, para poder pertenecer a esta categoria, el caracter de 10 determinante y 10 diferenciante, y por consiguiente el parentesco con la forma --que es 10 que distingue a esta categoria de la de cantidad 212 • Asi, Trendelenburg afirrna: -De la misma manera que el quantum resulta de la materia de la substancia, de la forma resulta la cualidad. 21, . Y apunta tambien que, de acuerdo con ello, es preciso reconocer al quale la prioridad frente al quantum, en concordancia con Metaph. A, 1.: .Asi, 10 primero es la substancia, a esta sigue la cualidad, a esta la cantidad. 24" ello a pesar de que en otros pasajes la sucesi6n in~ersa resulta mas apropiada. Arist6teles otorga casi siempre el pnmer lugar a la cuaJidad 215 , quiza porque la forma -a la que SlgUe-- es el principio mas potente, y es mas substancia que la materia. En cualquier caso, tanto un ordenamiento como el otro tienen su justificaci6n, y tambien hay motivos para preferir el orden propuesto par Trendelenburg, por las razones que el mismo desarrolla en p. 77 Y s. Sea como fuere, aqui nos in teresa simplemente mostrar que los accidentes propiamente inherentes permiten distinguir a su vez un doble modo de inherencia y, par tanto, un. doble modo de predicaci6n; y que, por consiguiente, la mher,enCta, ~o~o el accidente, no es todavia un genero, sino un KOIVOV KaT avaAoyiav para los generos de la cantidad y la cualidacJ246 . "-
A la clase de los accidentes inherentes debe seguir, si se quiere hacer justicia a su relevancia ontoI6gica"', descendiendo gradualmente desde los modos de predicaci6n mas intrinsecos hasta
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£1 ente seg(\n I•• figu"" de la. categorla.
los mas extrinsecos, la clase de la leiVllO'tC;. Si en los predicados de la primera clase era la inherencia aquello en virtud de 10 cual el predicado se anadia al sujeto, aqui es la causalidad 10 que permite la predicaci6n del uno respecto del otro. S610 en virtud de la conexi6n que ella establece entre substancias individuales se cumple una condici6n aducida como rasgo distintivo de esta segunda clase de predicados accidentales, a saber, que aquello de 10 cual se toma el predicado se refiera a algo en el sujeto, y se refiera a algo fuera del mismo, como elemento intermedio entre ambos 248 • EI golpear esta en el que golpea, segun su principio, y en el golpeado segun su termino; puede, por tanto, predicarse tanto del uno como del otro, por hallarse, por asi decir, en el medio entre uno y otro. No se trata tanto de un EV TCQOe como de un 7tPOC; T6oe, segun oimos a Arist6teles caracterizarlo mas arriba, de manera no inadecuada (Metaph. e, 6, 1048b6). Y no cabe replicar, a este respecto, que el propio Arist6teles afirma que la KIVllCl"tC; esta en 10 movido (por ejemplo, en Phys. III, 3, 202a13 y en otros pasajes mas arriba examinados), pues alii no recurre a la KI VllCl"tC; para dar lugar a determinadas categorias, sino para explicar c6mo ocurren EvepyEta y ouva~ltC; en las diferentes categorias, cosa que s610 puede hacerse mediante la reducci6n al genero del termino, de la que ya hemos hablado mas arriba. Y este no existe en 10 moviente, sino en 10 movido -por ejemplo, en el movimiento que va del negro al blanco, uno y otro termino, y asimismo los grados cromaticos que, mientras dura el movimiento, deben considerarse terminos de sus partes, se encuentran en 10 que deviene blanco. Por el contrario, cuando se trata de que la leivllcrtC; de lugar a diferentes generos de ,.. ente, tampoco en 10 movido cabe atribuirle un EV TCQOe eIVat, • " 's::: r sino un npoc; 'tooe 0, mas exactamente, un E1t! 'tOuE £1 VO,t. De aqui resultan, a primera vista, dos modos de predicaci6n: la operaci6n se predica, bien de aquello en 10 que se halla el
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Sobre los multiple. significado. del ente segUn Arlsl6teles
III ente ""gUn I•• flguras de las c.legorl.s
principia de la operaci6n249 y de donde esta parte (l)(P' 00 Ecrnv)250, i.e. del agente, bien de aquello que es el termino de la operaci6n (Eq>' 0 i] KtVT)O'U;)251, i.e. del paciente. De un lado obtenemos el bacer (7totii v), del otro el padecer (It{icrXEtV). Y con ello queda agotado el numero de las categorias que resultan aqui posibles.
deviene. Es, pues, evidente que nada mueve en virtud de. a~ue110 mismo por 10 que es movido, aunque se entienda -movuruen-
S610 resta referirse a una objeci6n, que cabrla suscitar a este respecto. Arist6teles distingue dos tipos de actividades: el hacer pro piamente dicho (facere, 1toliiv) y el actuar (agere, 1tpC£~~EtV). La actividad en sentido propio es una acto que se dirige a una materia externa (como construir, cortar, etc.). La acci6n, por el contrario, es un acto que permanece en 10 que actua , como ver, querer y cosas semejantes 252 . Entre el actuar y eI sujeto que actua parece, pues, existir una relaci6n completamente distinta de la que se da entre el hacer y el sujeto que hace. Y si respecto del hacer puede decirse que remite a algo, a saber, que remite a algo fuera del sUjeto, el actuar parece, por el contrario, existir completamente en el sujeto. Demanda, por tanto, un modo propio de predicaci6n y constituye, aSI, una categorla especifica, de actividad intransitiva. Aunque la objeci6n resulta bastante aparente, una co nsideraci6n mas detallada muestra que s610 es justamente eso, aparente, y que sigue siendo plena mente verdadero que hacer, actuar y padecer s610 pueden constituir dos categorlas. Para verlo Con c1aridad es necesario , sobre todo, advertir que nunca, en ningun movimiento, aquello en virtud de 10 cual algo se mueve es 10 mismo que aquello en virtud de 10 cual algo es movido. Pues todo 10 que es activo debe estar EVEP'Yd~, en la medida justamente en que es activo; y por ello, dicho Uanamente, el acto antecede a la potencia 2S'. De la nada no deviene nada. Por el contrario, en el paciente al que se dirige la actividad (yen la medida en que debe padecer algo) ha de estar ya DllVC£IlEl aquello que
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to- en el mas amplio sentido. Pero si analizamos ahora las actividades de las que se dice que, en virtud de elias, algo se mueve por Sl mis~o, de~cubrire~ mos que se dividen en dos c1ases: (1) Las que solo son mtranSl~ tivas en apariencia, por cuanto no es que algo se mueva a Sl mismo, sino que una parte mueve a otra (Pbys . VII, 1, 241b27). Pero esto, como muestra Arist6teles el comienzo del Iibro VII de Fisica ocurre en todos los movimientos en sentido estricto, qu: , -el mismo caracteriza como EVEP'YEla.l a~EA.Oll<;, EVEP')'Ela.l 'tOll DllVC£Il El ovw<; (/actualidades imperfectas, actualidades del ente en potencial Pbys. VII, 1, 241b33; 242a15), como por eje~plo en el caso de los movimientos locales2S< . Arist6teles no admlte, por , tanto, que actividades como 1tEpma.'tEtV / pasear/ y 'tPEXEl: /correr/ valgan como autenticamente intransitivas. (2) Los mov/mientos rea/mente intransitivos. Pero movimientos semejantes no se dan entre los propiamente Hamados as., de los que tratan los la Iibros de Fisica. Hay, con todo, otro tipo de movimiento medida en que cabe hablar de movimiento, en terminos generales all1 donde tiene un lugar un paso de la DUVa.ll l <; a Ia EVtpYEla.2S5. Una actividad intransitiva semejante se da, por e jemplo, en eI querer. La voluntad se mueve realmente ella misma. Con todo, si se tiene en cuenta 10 visto mas arriba , tampoco ella puede ser moviente y movida, agente y paciente, en vlrtud de una y la misma cosa. Un acto de la voluntad provoca otro acto, pero ninguno se provoca a Sl mismo. En la medida en que la voluntad quiere el fm en acto ('evEPYElq;) se reduce a sf misma de la DUVa.lll<; a la EVEPYEla. en referencia a aquello que, mediante el discernimiento, reconoce como uti! a este fin. Asl es como toda una serie de decisiones y actos de la voluntad se siguen unos de otros, siendo siempre eI precedente la causa del posterior
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Sobre los mOltiples significado. del ente ""gOn Art8t6tele.
---al modo en que, por ejemplo, alguien que quiere viajar aRoma toma tambil!n la decisi6n de viajar por el Mediterraneo, recalar en Marsella y en toda una serie de ciudades, subir al carnmje, etc. Esta serie debe, en todo caso, tener un comienzo, pues no se puede presuponer siempre un nuevo acto de la voluntad. AJguno habra de ser el primero -y como tampoco este puede existir desde toda la eternidad, ello nos obJiga a suponer un motor externo, a cuyo impulso tiene lugar el primer movimiento de la voluntad. De la misma manera que, en el caso del movimiento fisico, el primer movimiento que mueve la naturaleza viene de fuera, 10 mismo ocurre tambien en el caso de la vo luntad, si bien aqui el principio inmediato del acto de la voluntad puede estar en ella misma256 . Todo movimiento intransitivo se revela, por tanto, como movimiento secundario. Con esto, no resulta ya dificil solventar la cuesti6n planteada. Los intransitivos del primer tipo (que no son, propiamente, intransitivos en sentido alguno) se resuelven ellos mismos en un , 1totEtv Y un 1t(xcrXEtv, pues la parte a la que corresponde el movimiento como hacer y la parte a la que Ie corresponde como padecer son distintas -y pertenecen, por tanto, a una u otra de estas categorias, segiin se los considere desde uno u otro punto de vista. El principio y el termino se distinguen, asi, claramente. Y en 10 que respecta a las actividades propiamente inmanentes, resulta que, examinadas can atenci6n, se resuelven tambien en dos conceptos, que se distribuyen en ambos generos. Cierto que un mismo sUjeto es a la vez agente y paciente, y que tanto el principio como el termino de la actividad residen en et. Pero, con todo, ambas cosas continuan siendo distintas realmente: aquello mediante 10 cual algo se actualiza no es 10 que se actualiza. Con elIo, la operaci6n, por remitir al sujeto de dos formas distintas, se dW de este segun dos modos de predicaci6n distintos, resultando de ello dos conceptos que se distinguen perfectamente segiin
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EI ente ""gOn III figuras de la. categom.
las demandas de cada categoria. En tanto en el sujeto se halla el principio de la actividad, no reside en el el termino; y en tanto se halla en el este, no reside en el aqueJ257. EI primer acto de la voluntad -que, como vimos, viene provocado par el motor externo- no es intransitivo , sino que desde el punto de vista de la voluntad resulta un mero 1tc1crXEtv, segiin vimos. Con todo, es evidente que su naturaleza es la misma que la de los actos subsiguientes de la voluntad y que, como m:taXEw, se integrara con ellos en un mismo genero. Era imposible, pues, contra 10 que quiere suponer Trendelenburg258, que Arist6teles aceptara una , tercera categoria, distinta de las de 1totEtv y 1tacrXEtv. Tal cosa hubiera significado tamar en consideraci6n, simultaneamente, en la constituci6n de la categoria, dos modos distintos de remisi6n de una cosa a la substancia primera, i.e. pretender mezclar en un concepto dos modos de inexistenda del Iiiva t y del ov, con 10 que dicho concepto dejaria de ser unico y Simple , segiin demandan las categorias. Par el contrario, Arist6teles procede correctamente y en consonancia con el principio de divisi6n de las categonas cuando reconoce que ambas cosas estan contenidas en un genero (mic0259 . Parece, pues, que en esta segunda clase 5610 caben dos categorias: hacer y padecer. Con todo, resultana en derto modo explicable si vil!ramos aumentar el numero de estas categona5. La actividad era algo intermedio entre dos cosas. A veces, dos cosas parecen comportarse una respecto de la otra de manera tal que entre ambas surge algo intermedio, al modo de la acd6n, pero sin ser propiamente una actividad. Asi, en la primera cosa halIamos un an~logo del principio de la actividad; y en la otra un analogo del termino de la actividad. Una quasi~ctividad semejante se da, por ejemplo, segiin muestra Arist6teles en el capitulo 20 del libra V de Metaj'isica, entre el vestido y el que con el se viste"': el ve5tido protege 0 adorna; quien con el 5e viste, queda
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Sabre los m61tlples slgnlflcados del ente seg6n Arlst6teles
protegido 0 adomado por el. Con todo, proteger 0 adornar no son una acci6n en sentido propio y, por consiguiente, no es posible hablar de principio y termino en el mismo senti do. Quien analiza el asunto desde este punto de vista, debe terminar habiIitando una categoria propia para el -estar vestido-, como hizo efectivamente Arist6teles: en Categorias, 4, entre los generos supremos de las categorias enumera tambien el elEw''', que adara mediante ejemplos como -estar calzado- 0 -estar armado.2.2. Tambien los comentaristas entienden el concepto en terminos muy estrictos, Iimitandolo al hecho de lIevar puesta 0 portar una prenda 2., -y yo debo confesar que apenas me caben dudas sobre la correcci6n de esta interpretaci6n, pues el propio Arist6teles, cuando en el capitulo 9 repite exactamente los mismos ejemplos, cree haber caracterizado ya el significado de elEIV de una forma tan precisa que no resultan ya necesarias aclaraciones ulteriores 264 . Bonitz piensa que -los ejemplos no bastan, ni mucho menos, para proceder a una inducci6n a partir de ellos.26S. En realidad, si que bastan en un caso, a saber, si los Iimites del " EXEIV se trazan de forma tan estricta como para hacer que los conceptos de w1tl.tcnut fir armado/ e U1tOMOE~Ut /estar calzado/ expongan de manera suficiente todo el ambito del elEw , esto es , • SI aceptamos como concepto genericO el concepto mas restringido comlin a ambos. La explicaci6n de este fen6meno , tan sorprendente a primera vista, a saber, que algo tan extremadamente particular figure en el numero de los generos supremos, nos la proporciona el ya citado pasaje del libro V de Metafisica, que nos muestra a la vez que este tipo de predicaci6n fue induido por el propio Arist6teles dentro de la IC(VT)crI~. Si una i:vipy&lu de este tipo, semejante a la actividad, afectara a una de las cosas partiendo de la Olra (esto es, si las armas que me protegen ejercieran un influjo real, positivo, sobre mi), seria necesario, indudablemente, reconocer a dicho influjo un nuevo modo de
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HI ente leg6n las figural de I.. cllesor1as
accidentalidad y de predicaci6n respecto de la substancia primera -y, por consiguiente, una nueva categoria. Pero si, por el Contrario, no se da nada mas que una relaci6n entre ambos, que luego se confunde facilmente con una actividad real, como muestra el usa lingiiistico (i.e. si el influjo activo es s610 una ficci6n y la diferencia entre esta y la actividad propiamente dicha es, justamente, la que se da entre la ficci6n y la realidad), no se trata ya de constituir una categoria, sino de colocar al eXEtv entre las relaciones, si se atiende a su contenido real, 0 par el contrario, si se atiende a dicho modo de representaci6n fingida, en tanto que mero OV ro~ ul.llei~, de colocarlo bajo las categarias del movimiento propiamente dicho, no ya directa sino s610 reductivamente, al modo en que tambien las relaciones fingidas se reducen a la categoria de 1tp6~ ~I, etc. No nos cabe duda alguna de que todo 10 que no es un autentico 1totEtV 0 1tUcrlEW no puede pretender legitimamente ocupar un lugar en la clase de las ICtv"crEI~. En un examen mas detallado, su contenido real se reducirii siempre al de una relaci6n. EI propio Arist6teles, segun suponen los mas importantes investigadores modem os, parece haber exduido mas adelante del numero de las categorias tanto el elEtv como ellCEtcr9ul (que se halla en una situaci6n semejante y que, considerado en su contenido real, s610 viene a aiiadir al 1tOU una determinada relaci6n de las partes'" -raz6n por la cual debe induirse entre las relaciones, en tanto que eicrt~, y s610 constituye una categoria especifica, ICEtcreUt, cuando se viste con la apariencia de la IC(VT)crt~)267, probablemente subsumiendolas y reduciendolas a la manera apuntada por nosotros"'. Ya en el hecho mismo de que a la categoria pasiva del .estar vestido- no Ie corresponda ninguna activa, como deberia ocurrir en caso de tratarse de una i:ViPYEta. real, que influyera sobre el que esta vestido desde el propio vestir2.9, Arist6teles muestra que, en terminos reales, s610 existe una relaci6n,
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Sabre 10. mtiltlples slgnlllcados del ente oegOn Artst6teles
EI ente segOn la. flgura. de la. categorla.
que no puede poseer ningtin otro genero de in-existencia, ni segtin un termino ni segtin el otro. EI hecho de que Arist6teles, alii donde estudia las diferencias de movimiento en diferentes categorlas, no se refiera a estasZ70 , es indicio de que pretenden ser algo emparentado al movimiento 271 , y hay incluso un pasaje , (Metaph. Z, 4, 1029b24) en que para lt01Stv, ltacrxstv, ICElcr9al y EXStv aparece s610 la palabra Kt VTJC11~. Muestran tambien estos pasajes algo que aparece todavia con mas claridad en otros (por ejemplo, Anal. post. I, 22, 83a21; bIS --que, por tener como finaIidad la enumeraci6n de las categorlas exige, evidentemente, exhaustividad al respecto), a saber, que EXStv y ICEtcr9al no son categorias concretas propiamente dichas. Decisivo parece el pasaje de Metaph. LI, 7, al que remite el capitulo 1 del Iibro Z, que ofrece una divisi6n completa de las categorias m y donde, no obstante, s610 se ofrecen ochoZ73. Hasta aqui, por tanto, 10 referente a las clase de las operaciones 0 KtvtlcrSt~, que queda asi limitada a los dos generos de , ltotStv y ltacrXEtv. Uegamos ahora a la ultima clase de los accidentes absolutos, aquellos que resultan ser los menos inherentes a su sujeto (pues el predicado procede de fuera) y, por consiguiente, los que menos deben denominarse -entes-: las circunstancias. Tambien aqui advertimos inmediatamente una diversidad de predicados, que s610 autoriza a admitir una unidad anal6gica del modo de predicaci6n. Dos son los patrones que permiten medir y determinar las cosas finitas desde fuera: ellugar y el tiempo -v, desde luego, de man era completamente distinta en uno y otro cas0 274 . Necesariamente habran de dar lugar, por tanto, ados tipos de predicaci6n, la una para las determinaciones temporales, la otra para las locales. Habra, pues, como minimo, dos categorias. Y decimos -como minimo- porque falta todavia investigar (1) si no podria producirse, bajo olras circunstancias, otra predicaci6n
semejante desde fuera; (2) si estos modos de predicaci6n no muestran, ellos mismos, diferencias ulteriores. En referencia a 10 primero, la aparici6n de una nueva clase de circunstancias no parece siquiera pensable. Pues, en primer lugar, las diferentes posibilidades de determinaci6n en virtud de una medida extema quedan agotadas en ambos casos por el lugar y el tiempo (las medidas intemas de una cosa, como longitud, anchura y altura, no pertenecen a esta clase, pues son inherentes). Y, en segundo lugar, sin la determinaci6n conferida por la medida no resulta siquiera posible una predicaci6n real de 10 meramente extemo, que debe, con todo, determinar de alguna manera al sujeto, a fin de poseer para el un modo de ser real y un cierto caracter de accidente. Si, respecto de 10 que queda determinado, 10 meramente extemo no resulta siquiera medida, este no sera para el normativo en ningtin sentido, y aquel no estara en modo aIguno determinado por el. La segunda cuesti6n era si los dos modos de predicaci6n aducidos no podrlan constituir mas de dos categorias, en raz6n de alguna analogia ulterior. Pero tambien esto parece imposible. En el caso del tiempo, ello resulta evidente sin mas, pues todo 10 medido en el tiempo se comporta de la misma manera respecto de la parte de tiempo que Ie corresponde como medida: 10 de hoy, no de otro modo que 10 de aver 0 10 de hace un ano. Cosa distinta ocurre con el lugar: una substancia no s610 puede experimentar diferentes determinaciones locales (en tanto ocupa este o aquel lugar), sino que puede tambien ocupar el mismo lugar de diferente manera, i.e. con diferente orden de his partes en dicho lugar. En el tiempo hay tambien, desde luego, un orden de las partes, pero se trata s610 de ~al;l~, no de 9&C11~, como enseiia Arist6teles en el capitulo 6 de CategoriasV' -y de una nil; 1~ que esta incluida en el concepto mismo de tiempo276. En el lugar, por el contrario, hay una situaci6n. Cuando digo que el bast6n
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Sobre 105 mOIUple ••Ignlficado. del ente segtln Artst6teles
El ente segtln las flguras de las categorla.
esUi aqui, 10 mismo que cuando digo que el bast6n esct vertical, cada uno de estos predicados parece ser una circunstancia, una determinaci6n hecha desde fuera mediante el 'r61to~, pero el modo de predicaci6n parece, con todo, distinto. Por segunda vez, el KEtaSat eleva la pretensi6n de constituir una categoria propia. ,Que es la situaci6n? Evidentemente, no otra cosa sino el orden de 10 que posee partes, respecto del lugarm. Por ello, cuando de algo que se encuentra en un sitio se, ademas, que esta alli en posici6n vertical, 10 que conozco es simplemente, junto al lugar de la cosa, la mutua relaci6n de sus partes respecto de la determinaci6n local. Con ello, Arist6teles tiene raz6n al enumerar a la SEale; entre las especies de la relaci6n (Categ. 7, 6bll)278. Tampoco tiene, de este modo, generaci6n y corrupci6n independientes, pues desde el momento en que cada una de las partes ha asumido un lugar determinado 279 , la relaci6n entre ellas viene dada de suyo. Evidentemente, esta relaci6n es un accidente de las partes: la superior se halla, por su situaci6n, encima de la inferior; la posterior, detras de la anterior, etc.""'. Pero los accidentes de las partes se predican tambien del todo al que pertenecen: el pelo es rubio -y, por consiguiente, tambien el hombre es rubio (a saber, en su pelo); la mano esta herida -y, por consiguiente, tambien el hombre esta herido (en la mano); la cabeza esta aqui y el pie alii -por consiguiente, el hombre esta aqui y alli. De igual manera, tambien la relaci6n entre las partes se predica del todo. Si un huevo muestra colores distintos en lugares distintos, yo predico la relaci6n de las partes (en 10 referente a sus colores) y digo que el huevo es policromo. De la misma manera, cuando la cabeza de un hombre se halla con las restantes partes del cuerpo en una relaci6n local tal que la cabeza es 10 que esta mas abajo, y las otras partes estan arriba, digo del hombre completo que esct cabeza abajo, etc. Lingiiisticamente, la relaci6n ya no aparece (como ocurre siempre que 10 avol-repov es un
avol-repov 'rou Ka'tOl'rEpoU y que 10 Ka'rOl1EPOV es un Ka'r05'tEpov 'rou aVOl'rEpoU). AI .cabeza abajo. no Ie puedo aii.adir ningun n voe; -que es, en todos los demas casos, el signo lingtiistico de la relaci6n281 • Con todo, es notorio que esto no entraii.a diferencia alguna segun el ser. EI predicado 'policromo. pertenece a la categaria de relaci6n tanto como el predicado .ser de distinto color. (aquello que es de un color distinto de 10 que es de otro color) y la SEale; no ha de tener, para el todo, ningun OlrO ser mas substancial que ese ser debil, caracteristico de la relaci6n, en que se hallan un as partes respecto de otras, y que ahora se traslada al todo. La in-existencia en el todo no es aqui, ciertamente, algo nuevo, aii.adido a la que se daba en las partes; ocurre mas bien que, como consecuencia de esta y en atenci6n a las partes, el mismo accidente se atribuye tambien al todo. De esta manera, no obstante, parece que el todo experimenta a traves de sus partes una determinaci6n que resulta semejante a un padecer, y que da pie a fingir una quasi-acci6n, una suerte de influjo positivo entre las partes y el todo al que dichas partes confieren su situaci6n. Tal es la raz6n por la que el KEtaSat se postula como algo mas que una mera SEate; y aspira a integrarse en la clase de la KlvllO't<;, 10 mismo que el EXetv (v. supra). No obstante, una comprensi6n rigurosa de las categorias no permite nunca dar cabida en el orden directo a nada que s610 existe en el entendimiento -y, par consiguiente, tampoco permite esto, como ya hemos visto. Asi pues, en la tercera clase obtenemos tambien s610 dos categorias: 0) 1tOU, en la que se predica el lugar de 10 que en el se encuentra; (2) 1tO'rE, en la que se predica el tiempo de 10 que viene determinado por el como medida . Que tal concepci6n de "au y 1t0'r£ es realmente la de Arist6teles, vienen a conftrmarlo ahora algunos pasajes del Pbys. IV:
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Sobre 10. mOltJples slgnlflCldoa del ente segOn ANtOlele.
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(1) Para fa categoria de "wu: -EI 7tOU habia sido explicado
EI ente segOn las figuras de las categorias
por Arist6teles en Categorias recurriendo a ejemplos como Ev ayopa, sv AUKelql. Con ella concuerda perfectamente 10 que ahora leemos en el libro IV de Ffs/ca. Se muestra aqu! c6mo algo puede hallarse en un determinado lugar, y se dice (212a31): eli .. r , ., ." , .,-, !lEV OUV aro).lcl"tt Ean 'tt EK'tOt; aro!la 7t&ptEXOV au'to, 'tOU'tO sanv SV 't07tql282, eli liE !lJ1. ou lAs! pues, esta en un lugar aquel cuerpo que tiene un cuerpo que 10 contiene, y el que no, no/. Y este ·estar en un lugar. viene explicado como ·estar 7t0\5. (ib. b14): 'to yap 7tOU aino 't'sa'tt n, Kat En 0.")..)..0 n liii &tvat 7tapci 'to\)'to SV eli 0 7tEpt€XEt !Pues 10 que esti en un circulo es ella mismo algo, y ademas tiene que haber fuera de ello otra cosa en la cual estc, es decir, que la contiene/. E inmediatamente antes, 7t0\5 se presenta como significando 10 mismo que Ev 't07tql (ib. b8): ou 7tou ... ouli' EV 'ttvt 't07tql I <el cielo> no esta en ningUn sitio ni en lugar algunol. Comparese tambicn: ib. 6, 213b7, etc. Lo mismo se dice en Phys. Ill, 5, 206a2: "to yE 7t0\) SV 't07tql Kat 'to SV 't07tql 7t0\) I Pero ademas, 10 que esti en algUn sitio esta en un lugar/ . No hay duda de que se trata, aqu!, de la categoria de 7totS, como viene a conftrmar Top. VI, 6, 144b31: opq.v liE Kat it 'to &V "Z"lV1 litacpopciv a7toliEliroKEv ouatat;· ou lioru ycip /hacp€pEtv ouata ouatat; to) 7tO\) &tVat /Ver tambicn si se ha dado 10 que esti en una cosa como diferencia de la substancia, pues no parece que una substancia difiera de otra por estar en un sitio u otro/ . Una confirmaci6n especial nos la ofrece, por ultimo, Phys. VIII, 7, 261a20: llKtata 'tnt; ouatat; sl";ta'tata.t 'to KtvOtS).IEVOV troy Ktvljaerov SV to) cp€pea8at· Ka'tci !lOvllv ycip OooEV }.lem{JriMEI Val, roa7tep a)..)..otou).I&VOU !lEv 'to 7totOV, aul";aVO).lEVOU liE Kat cp8tvov'tOt; 'to 7toaOV IEs en la traslaci6n, entre los movimientos, en el que menos se aleja de su esencia aquello que se mueve: es el unico en que nada cambia de su ser, como en la que se altera cambia la cualidad y la cantidad
en 10 que aumenta 0 disminuyel. Los movimientos, como ya vimos, se dividen segun las tres categorias en que acontecen, y la cpopa es el movimiento en la categoria de 7totS. Tal categoria es, pues, algo cuyas variaciones no alteran intrinsecamente la substancia. Con ello, el 7totS categorial es un predicado extemo, que coincide con el h t07tql, segiln nosotros 10 hemos interpretado. (2) Para la categoria de Irori:: - De la misma manera que el 7totS corresponde al SV 't07tql, el 7to't€ corresponde al SV XPOVql,8J que Arist6teles estudia en el mismo libro, capitulo 12. En 221a7, define el SV XPOVql &tvat de la siguiente manera: linwv Ii' on Kat 'tOit; o.Uo~ 'to\)'t' Eatt 'to SV XPOVql &tvat, 'to !le'tpiicr8at au'trov to &tvat U7tO 'to\) Xpovou IY es evidente que tambicn para las demas cosas estar en el tiempo es esto: que su ser sea medido por el tiempol. Con ello, el SV XPOVCJ;l se corresponde perfectamente, en el caso del tiempo, con 10 que hemos aprendido sobre h 't07tCJ;l 0 7totS, respecto del lugar (ib. a17): 'tci liE 7tpaYJ.Iata rot; SV ap18!l0) to) XPOVql SaTtV. it liE 'to\)'to 7tept€XETat U7t' apI8!l0\) roa7tEp Kal tci SV 't01tql U7tO 't07tOU 1(. 'to )... I Las cosas estin en el tiempo en el sentido de ·estar en el numero. y, si es ello es as!, son contenidas por el numero como las que estin en un lugar 10 son por ellugar/. Cf. ib. a28: avaYKll 7tav'ta Tn SV XPOVql oVTa 7tept€xea9at U7tO Xpovou, roa7tep Kat raMa 0= ifv nv! eanv, OlOV Tn SV 't07tql U7tO 'to\) 't01tOU I Todas las cosas que est:ln en el tiempo son contenidas necesariamente por el tiempo, 10 mismo que cuantas casas estan en algo -
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'rOo Er
Sobre 10. m6111ples slgnlflcados del enle ..gOn Artsl6lele.
IV, 13, 222a24: ~O oE 1I0~E Xpovo~ roPtcrll€vo~ lIPO~ ~o lIpO~EPOV vuv, OlOV lIo~E EA"cp9n Tpola Kat 1I0~E ecr~at Ka~aKAucrIlOe;· OEt yap lIElIEpdv9at lIpOe; ~o VUV. ecrmt c'ipa 1I0crO~ ne; a1l0 WUOE XpOVO~ Kat Et~ EK£tVO lLa expresi6n -un dia- significa un tiempo limitado con relaci6n al -ahora- en el primer sentido; por ejemplo, -un dia fue tomada Traya- 0 -un dia habri un diluvio- --tiene, pues, que estar limitado con relaci6n al ahora. Por consiguiente, habra una cierta cantidad de tiempo desde el presente hasta aque\lo, 0 10 ha habido hasta e\ pasado/. Pera, segun observa correctamente Trendelenburg 28 4, la categoria de 1I0~E inc\uye tambien e\ presente. Tanto el segundo vuv como e\ 1I0~€, el ifon (inmediatamente), el c'ipn (hace poco) y el lIdAat (hace mucho) que alii se definen, caen bajo el Ev ",. ., xpoVC(> -y este es, en cuanto EV nvt (segun Arist6teles denomina a los predicados que nosotros hemos design ado con el nombre de circunstancias), el 1I0~€ categorial, analogo al 1101). , Este contiene toda respuesta a la pregunta 1I0U; aquel, toda respuesta a la pregunta 1I0~E, dirigida al ~OOE ~t:
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El ente segun las figuras de las categortas
concerto de substancia result6 ser sin6nimo para sus generos inferiores, constituyendo asi la primera categoria. EI concepto de accidente, por e\ contrario, se revel6 nueva mente como concepto analogo, siendo dividido (atendiendo a la diferencia entre predicados absolutos y aque\los otros que corresponde a un sujeto en referencia a otro) en accidentes absolutos y relaciones. La re\aci6n, 0 lIPO~ ~t, por ser el ente mas laxamente vinculado a la substancia y, en consecuencia, el menos ente, vino a constituir la ultima de las categorias. EI accidente absoluto, por su parte, revelaba todavia grandes diferencias en su remisi6n a la substancia primera y en su modo de predicaci6n respecto de ella, en raz6n de 10 cual se hizo necesario dividirlo en tres grandes c1ases. La primera comprendia todos los predicados accidentales del • • lIPQhOlC; QV que se dicen de el en tanto que proplamente eXlstentes en el (cuyo &tval, por tanto, es un autentico EVEIYat), esto es, los accidentes inherentes, que eran tantos cuantos son los principios internos de la substancia y que, dependiendo de si provenian del lade de la materia 0 de la forma, se constituian en las dos categorias de cantidad (lIoaov) y cualidad (1I0l0V). La segunda c1ase contenia aquellos predicados que, tornados parcialmente desde dentro y parcialmente desde fuera de la substancia, venian a ser lIPOC; "Co \J1tOKelIlEVOV antes que EV ~C(> ll1tOKE l IlEVC(>, quedando caracterizados en general como operaciones (KtV1l
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conceptos reales. 203
Sobre los mOltJple. slgnJflcados del ente IesOn ArtstOteI~
1t(i90~
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&VU1to.pxov'ro.
A 1tocrov ,
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El ente seg(in las flgura. de I.. categolf..
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'rOo, "&V TtVI
A, 1t00 1to'r£
Con ello, hemos alcanzado efectivamente las ocho categorias que, segun parece, fueron los unicas mantenidas por Arist6teles. Y respecto del EX&\V y del 1tCicrX&\V, hemos visto c6mo el camino seguido en la division ofrecia tambien un sugestivo desvio para llegar a elias. En la divisi6n de las clases concretas, hemos tenido siempre en cuenta sus diferentes modos de remisi6n a la substancia primera, siguiendo en ello los principios del propio Arist6teles. Asi, al distinguir los modos internos hemos tenido en cuenta los principios internos de la substancia, UAll y 110PCPt]; al distinguir las intermedias, la relacion entre Ev&pyd~ y OUVdl1&1 OV, tal como acontece en el movimiento, segun la doctrina aristotelica; finalmente, en la constituci6n de las categorias externas hemos tenido en cuenta los puntos de vista que, sobre lugar y tiempo, sobre 'r01tO~ y EV 'r01tC~, sobre Xpovo~ y EV XPovCQ, se exponen en ellibro IV de Fisica. Nada nos impide creer que ha side precisamente por este camino de 1tfcrTt~ 6ux cruAAOytcrl10U como Arist6teles ha Uegado a adquirir su gran confianza en la validez y completud de sus categorias --<:onfianza que no hubiera podido nunca proporcionarle una mera inducci6n, ni siquiera bajo las circunstancias mas propicias, como ocurre, por ejemplo, en el caso
204
de la cualidad, que, pese a su menor extensi6n y m1mero de especies, y a pesar tambien de la mayor conformidad de estas entre si, Arist6teles no consider6 nunea exhaustivamente realizada 286. Por amplia que pueda ser la certeza obtenida a partir de inducciones, la de Arist6teles en este punto era manifiestamente mayor. Pero 10 que refrenda la verosimilitud de una deducci6n semejante es que, si recopilamos y organizamos de forma adecuada los pasajes de sus escritos en que Arist6teles, asumiendo abiertamente un parentesco esencial entre algunas de sus categorias, designa a estas con un nombre comun para contra ponerlas a las restantes, 0 les atribuye algo comun en su modo de predicaci6n de la substancia primera, somos capaces de producir, poco menos que sin lagunas, el ausente arbol de las categorias. Esto ya 10 observ6 Prantl, quien no sin raz6n hizo mucho hincapie en ello -10 unico que no podemos concederIe es que hable de reduccion de unas categorias a otras 287 . Brandis dice, con toda razon, que tal cosa privaria a las categorias de todo sentido288. Y es que, efectivamente, ello mismo indujo a Prantl a estatuir tanto eategorias superiores como inferiores a las ocho 0 diez de Aristoteles, con 10 cual no se ve ya, ciertamente, que podrian tener estas de especialmente relevanteo Un procedimiento adecuado al verdadero modo de analisis no desemboca ni en la reduccion de unas categorias a otras ni tampoco en la de todas elias a un genero supremo (v. supra, p. 134, nota 55), sino en el establecimiento de unidades analogicas y, en ultima instancia, del QV mismo como concepto anal6gico supremo, que se dice I1C{f.. Alcr'ro. Ko.90AOO (v. supra). Los conceptos generales sin6nimos supremos son las propias categorias. Los pasajes aristotelicos mas relevantes, a este respecto, pueden ser los siguientes:
205
Sobre 10. ml1lt1ples olgnlfk:ado. del enCe oegl1n ArloC6Celes
III ente segl1n las flgura. de la. C2tegOl1.0
permite acogerme a aquellas teorias como fundamento segura, me atrevo a defender la doctrina categorial en su conjunto como recta consecuencia de ellas, y en 10 que queda del presente tratado intentare justificarla frente a las acusaciones suscitadas por Trendelenburg y otros. Por 10 derru\s, prefiero seguir la divisi6n en ocho categorias que aquella otra, en diez, que ofrecen Categorias y T6picos. Decimos:
Me/apb. N, 2, ] [ I' ICl!I, a 7fjB>.
Anal pat. ( 4J [ 1'73,115<1::J
, , Oucrta\
, npo/)
.cie~
'v t-=--,~, - - - -npo/) , toBe .,..VE
I,
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MetaPb. e, 6, ] [ p. 1048, b. 7. , " ev ny\
'to.
,
,
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,
Pbys. lV, 12, ] [ p. 221a29 .
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, Kt Vlltn; u;
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Metapb. Z, 4, ] p. 1029, b, 23Metapb. &, :ll, ] p. 1022, b, 7.
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I " ov "
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§ 14. Tesis XIII· Esta n;{ernc; Sla crv'uoyrerllou ha sido desarrollada en epoca antigua y moderna, de manera semejante, par diferentes inte7pretes de Arist6teles
Anal fXS. ~ 21, I' 83, b, 16.
Habiendo hallado, asi, en el propio Arist6teles los miembros dispersos de una 1t{er~l~ Ilia. crvAAoYler~ou para la divisi6n del QV en sus generos supremos, resultaria llamativo que, de entre sus interpretes, ninguno los hubiera advertido 0, caso de advertirlos, no hubiera intentado recopilarlos. En realidad, han sido multiples los intentos de hallar la deducci6n categorial que se echaba en falta. Pero, a menudo, tal cosa se ha realizado de una manera que, lejos de aprovechar los puntos de partida e indicios dejados por el propio Arist6teles, entra mas bien en la mas crasa contradicci6n con ellos. Asi, por ejemplo, Amonio (Scho/' 77, a 12) intent6 de la siguiente manera una reducci6n de las categorias --de las cuales, algunas serian simples y otras surgirian de la _ . combinaci6n de las simples: ~rov KunWOptrov u\ ~&V E\er1V a,1tA.at, u't 0& KU~a. eruvouuer~ov KUt cru~1tAOKnV ~rov a,1tAOOV ~o Etvut EXOUert. KUt a,1tAUt ~&V E\er1V u\ E\p11~&VUt ~&ercrupE~, • .. .. .. .. " 11v ~E ouertu KUt. .~o 1toerov Kat. .TO 1tOIOV KUt"~a"1tpO~ n · Ka~u.. crv~1tAOKnV 0& ~li<; ouer{u~ 1tpO~ ~{uv TOlhrov i\ 1tpO~ kumnv u\ AOmat ~/; Y(VOV~UI, o'tov k/; ouer{u~ KUt 1toerou ~o 1tOU KUt
Pb;s. v, I. p. 225, b, 5.
, , QUota
Metapb. N, 2, ] [ I' ICl!I, 11 ~
notov
?toaDv
1tOl&\V naaXtlV EXElv
rucreat
no\)
1tOt~ •
ftC
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[
b, 25. Tip. I, 9, p. 103, b, 21.
J
,Esta ~abla, que recapitula la mayor parte de los pasajes que mas arnba hemos utilizado de manera dispersa, permite ver c6mo todos los grupos categoriales distinguidos por nosotros, y tamb,en los Instrumentos aplicados para proceder a su divisi6n (esto es, los diferentes modos de existencia en la substancia primera) se han tornado del propio Arist6teles. Y, en verdad todo aque I que comparta plena mente el planteamiento aristotelico ' y haga plenamente suyos sus puntos de vista, tanto en 10 que se refler: .a b unidad anal6gica del QV como en 10 que atafie a los pn~clplos Internos de la substancia y al modo en que actuan hacla el exterior, y finalmente tambien en referencia a las determinaciones locales y temporales, dificiImente hallam algo importante que reprochar, en su validez y completud, a la tabla categOrial, fundamentada de esta manera )';0 al menos ,Sl. se me •
206
-
~
I
,
207
Sob", 101 mOltJplea slgnllJc:adoe del enle segtln Arlst6leles
-
1to'te, &l; oUO'lac; Kat 1tOlOU 'to 1tOletV Kat mlO'XElV, &l; oUO'lac; ....... , '" , ... Kal 'tcov 1tpOC; 't\ 'to EXElV Kal 'to KEIO'Sal ! De las categofms, algunas son simples, las otras obtienen su ser de la uni6n y la combinaci6n de las simples. Las categorias simples son las cuatro mentadas, a saber, la substancia, la cantidad, la cualidad y la relaci6n. Las restantes surgen de la combinaci6n de la substancia con alguna de las otras 0 consigo misma. Asi, de la substancia y la cantidad resultan el d6nde y el cuando; de la substancia y la cuaIidad, el hacer y el padecer; de la substancia y la relaci6n, el EXEIV (llevar puesto) y el mO'Sal (situaci6n)! . A las cuatro primeras las denomina Cib. a19) al KUPlCOC; Ka'tT'/YOplal lias categorias que 10 son soberanamente! y, de hecho, se prodria creer que no s610 son las categorias preferentes 0 incluso (micas, de entre las diez, sino que son tambien los unicos QV'ta propiamente dichos entre elias, mientras que las restantes, por carecer de autentica unidad y, en consecuencia, de autentico ser, merecerian mas bien el nombre de OV Ka'ta O'ul1~EI3rlK6C;. Pese a todo, Amonio no esta solo: David da cuenta de la completud de la tabla categorial de la siguiente manera (Scbol. 48, b28): wu
I!I enle segtln las ngurllS de I.. categor!aa
Ka't11yoplrov, oUO'lac; 1tOOOU 1tOIOU 1tpOC; TI, &K 'tiic; O'UJ.l1tA.oK~C; 'tOU'tCOV at AO\1tat U1tOYEVVroVTCll, &l; oualac; Kat1toaOU TO 1tOU Kat 1tO'tE, etc·, igual que arriba Amonio. Aunque, pretende, eso si, no haber aceptado una aUv9EOIC; propiamente dicha, sino s610 una EI1<PaO'IC; O'UV9EO'ECOC; !apariencia de sintesis! -ib. 44. Pero no todos los intentos de hallar la raz6n de la completud de la tabla categorial se han realizado con semejante desconocimiento de la idea fundamental de Arist6teles. En algunos casos, incluso, se ha alcanzado plena conciencia del principio rector de la divisi6n categorial. Asi, por ejemplo, en el escrito titulado Categoriae decem ex Aristotele decerptae'90, falsamente atribuido a Agustin durante la Edad Media, aparece (cap. 8) una suerte de derivaci6n 0, si se quiere, clasificaci6n de las categorias que, pese a resultar poco satisfactoria, se distingue por utilizar como principio los diferentes modos de remisi6n a la , , substancia: Hae sunt categoriae decem, quarum prima ooala est,
I1 E,Plo'tov. , E't OE ou KaS' &au'to, ~ aXEO'lC; &01;t 110V11 Kat 1tOlet Ta rrpoc; 't'l (hasta aqui, poco hay que decir en contra de la deducci6n, pero prosigue:) " Kcna OXEO'lV UAACOV VOIEtTal Kat 1tOlet Tac; AOl1tac; sl; K(lT11YDplac;. TEoaapcov ydp ouarov U1tA.WV
scilicet quae novem caeteras sustinet. Reliquae vero novem aOIJf3Iif31)Kom, i.e. accidentia sunt. Ex quibus novem sunt alia in ipsa oua{q., alia extra oua{av, alia intra et extra. Qualitas, quantttas et jacere in ipsa oua{q. sunl: max enim ut oUG{av vel bomlnem vel equum dixerimus, adverlamus necesse est bipedalem, quatrupedalem, aut album, aut nigrum, aut stantem, aut jacentem; baec In ipsa oua{q. sunt et sine hac ipsa esse non possunt. Alia sunt extra oua{av: ubi, quando, babere; et locus ad oua{av non pertinet et tempus et uestiri et armari, sed ab oua{q. . , separata sunt. Alia sunt communia, i. e. et mtra et extra ooalav: ad aliquid et jacere el patio Ad aliquid, ut majus et minus; utraque enlm diet non possunt, nisi conjuncto altero, quo maius sit vel minus, propterea ergo unum In se babent, aliud extra se. Item jacere extra est et Intra, ut caedere quisque non potest dici, nisi alterum caedat, vel legere, nisi ipse legens aliud sit, altud quod legit; ita ergo et in oua{a haec est et extra oua{av. Pati
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209
Iii ' ApIO"tO'tEAoUC; IJIIA~V U1taplSl11]O'lV 1t011]O'aI1EVOU 'troy Ka't11YOPlroV, o't\ 15EKa, Kat 't~V anlav 11~ 1tpoagevwc; Ilia 'tl 15EKa,
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ij lCaf)' sauro i7 ou ICalJ' kauro. Kat El I1EV KaS' Eau'to, i) IJIiPUr't'OV i) alJipla't'Ov. Kat £1 I1 EV J.u:ptcr'tov, 1tOlE;: ,0 1!oaov, e't Be aJ.1£ptO''tov, 7tou;;: 'Co 1!oufv. KaV yap OoKU TO 1tOlOV I1EPIO"tOV Elval, Sui. nlV VA.1)v &O"tt oua{av,
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EV U1tOlCE1JlEVO),
.
Sobre los multiples slgnlflcados del ente s.gOn Arlst6teles
similiter, caedi enim vel uri nul/us potest nisi ab altero patlatur. Propterea haec quoque et in ova{q. est et extra ova{av**. La reputacion de Agustin hizo que esta deduccion alcanzara un gran predicamento, como en general la obra a la que pertenece. Asi, por ejemplo, fue adoptada por Isidora de Sevilla en sus Orlginum sive Etymologiarum librl XX, si bien aqui el EXEtV posee un significado distinto, mas general: De subjecto igitur genera et species, in subjecto accidentia sunt. Ex his novem accidentibus tria intra usiam sunt, quantitas, qualitas et situs. Haec enim sine usia esse non possunt. Extra usiam vera sunt locus, tempus et habitus. Intra et extra usiam sunt relatio, facere et pati (libra II, cap. 26, 13)···. Pera quien define y emplea el principio rector del DV en la division categorial con absoluta c1aridad, emprendiendo con el una fundamentacion y division de las categorias, es el gran aristotelico del siglo XIII, aquel que gano para Aristoteles el prestigio intangible del que disfruto en las escuelas, haciendo exc1amar a Pico della Mirandola: sine Tboma mutus esset Aristoteles. En su Comentarlo a los XII libros de la Metaftsica de Arlst6teles (libra v, leccion 9, p. 3) Tomas se expresa al respecto como sigue: Sciendum est, quod ens non potest hoc modo contrahi ad aliquid determinatum, sicut genus contrahitur ad species per differentias. Nam differentia, cum non participet genus, est extra essentiam generls: nihil autem posset esse extra essentiam entis quod per additionem ad ens aliquam speciem entis constituat: nam quod est extra ens nihil est et differentia esse non potest: unde in tertio hujus prabavit Philosophus, quod ens genus esse non potest. Unde oportet, quod ens contrahatur ad diversa genera secundum diversum modum praedicandi, qui consequitur diversum modum essendi, quia -quotiens dicitur- id est quot modis aliquid praedicatur, -totiens esse significatur-, id est tot modis significatur aliquid esse. Et propter hoc ea, in quae
210
El ente segun las flguras de las categorlas
dividitur ens primo, dicuntur esse praedicamenta, quia distinguuntur secundum diversum modum praedicandi. Quia igitur eorum, quae praedicantur, quaedam -significant quid- id est substantiam, quaedam quale, quaedam quantum, et sic de alliS, oportet, quod unicuique modo praedicandi esse significet idem, ut cum dicitur, homo est animal, esse significat substantiam, cum autem dicitur, homo est albus, significat qualitatem, et sic de aliis. Sciendum enim est, quod praedicatum ad subjectum tripliciter se potest habere: Uno modo, cum est id, quod est subjectum, ut cum dico, Socrates est animal: nam Socrates est id, quod est animal; et hoc praedicatum dicitur significare substantiam prlmam, quae est substantia particularis, de qua omnia praedicantur. Secundo modo, ut praedicatum sumatur, secunda quod inest subjecto; quod qUidem praedicatio vel inest ei per se et absolute, ut consequens materlam, et sic est quantitas, vel ut consequens formam, et sic est qualitas, vel inest ei non absolute, sed in respectu ad aliud, et sic est ad aliquid. Tertio modo ut praedicatum sumatur ab eo, quod est extra subjectum, et hoc dupliciter. Uno modo, ut sit om nino extra subjectum, quod quidem si non sit mensura subjecti, praedicatur per modum habitus, ut cum dicitur, Socrates est calceatus vel vestitus: si autem sit mensura ejus, cum mensura extrlnseca sit vel tempus vel locus, sumitur praedicamentum vel ex parte temporls, et sic erlt quando, vel ex loco, et sic erlt ubi non considerato ordine partium in loco, quo considerato erlt situs. Alia modo, ut id, a quo sumitur praedicamentum, secundum aliquid sit in subjeto, de quo praedicatur: et si quidem secundum principium, sic praedicatur ut agere, nam action is prlncipium in subjecto est: si vera secundum terminum, sic praedicabitur ut in pati, nam passio in subjectum patiens terminatur... Unde patet, quod, quot modis praedicatio fit, tot modis ens dicitur ..... En verdad, se trata de un comentario que no necesita, a su vez, comentario alguno,
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Sabre I"" mOltlple. slgn!flcadoa del ente .egOn Arut6teleo
EI ente .egOn la. flguras de lIS cltegad.s
pues las explicaciones se dan con admirable claridad y precisi6n. Comparese tambi~n 10 que el mismo int~rprete observa en su comentario a las Auscultationes Pbysicae, III, 7, p. 9. En ambos pasajes concuerda, en 10 esencial, con los analisis que nosotros hemos hecho mas arriba. En ~poca modema, ha sido Praml quien mas ha hablado de una reduccion de las categorlas, l!amando la atenci6n sobre las designaciones de clases de ser que hallamos en Arist6teles y sobre el hecho de que, a la manera de grados intermedios, conducen desde los ocho 0 diez generos del ente hasta el av que todo 10 abarca. Y si, pese a todo, Ie result6 imposible reconstruir la deducci6n de las categorlas aristotelicas, fue solamente por tener muy poco en cuenta la peculiar unidad anal6gica, no sin6nima del av y de tales predicados superiores. Trendelenburg, al situar todas las categorias en la perspectiva de los predicados de la substancia primera, se qued6 ya, por aSI decir, a un solo paso de descubrir el autentico principio de la division categorial. Quien ha ofrecido una deducci6n de las categorlas ha sido Zeller, en la segunda edici6 n de su Filosofia de los griegos -y concuerda completamente con la nuestra, salvadas algunas diferencias sin importancia. Pese a todo, no expresa con total determinaci6n el principio mismo que ha guiado a Arist6teles, y pretende incluso dudar de la existencia de un principio s6lido 291 : ·En primer lugar --
esto es, algo relativo292 • En 10 que hace a las actividades, la contraposici6n mas profunda es la que se da entre hacer y padecer; por el contra rio, las categonas del llevar puesto y de la situaci6n, como ya hemos observado, tienen s610 una posici6n insegura y fueron tacitamente eliminadas mas adelante por el propio Arist6teles. Finalmente, en el caso de las circunstancias extemas, se trata en parte de la referencia espacial y en parte de la temporal, esto es, del d6nde y el cuando •. De esta manera, el acuerdo de los interpretes antiguos y modemos viene a justificamos frente a la sospecha de, por puro amor a nuestro principio, haber calibrado las diferencias de las categorias siguiendo patrones extraiios a elias y haberlas deducido por canales trazados por nosotros mismos, en lugar de permitirles seguir su cauce natural y originario, dejandolas brotar de la fuente comun del av. Decimos:
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§ 15. Tesis XIV: Se da una armon{a entre las categorias de
Arist6teles y las diferencias gramaticales del nomen substantivum, adjectivum, verbum yadverbium
Cuando Trendelenburg propuso su ya famosa hip6tesis del origen gramatical de las categorias, pretendia ante todo hallar algo que hubiese podido servir a Arist6teles como hilo conductor a la hora de establecer los generos supremos; pretendla, pues, replicar al reproche de Kant y Hegel, cuando afirman que Arist6teles se ha limitado a juntar, a 10 que quisiera salir, un numero redondo de conceptos generales. Confio en haber eliminado eSle rep roche por otro camino; un procedimiento que, a falta de un principio ontol6gico, considerase la mera concordancia con relaciones gramaticales una garantla suficiente
213
Sobrc 10. mOltJples significado. del ente segOn Arist6tclcs
III ente ..gOn I.. figural de I.. c.tegorta.
de la validez de esta importante divisi6n, no podria evitar ser tachado de muy superficial. Con todo, para el filosofar resulta siempre bienvenido hallarse en concordancia con el sano entendimiento humane , con la conciencia general, que se expresa tambien, particularmente, en el lenguaje. Y, de esta manera, puede valer tambien como recomendaci6n de las categorias de Arist6teles la existencia de un no pequeno parentesco entre estas categorias y ciertas formas lingiiisticas. Aunque se podrian hacer muchas objeciones, Trendelenburg ha expuesto este punto de man era, a mi ver, incontrovertible, mostrando ademas que el propio Arist6teles ha sido consciente de esta concordancia con la gramatica. Como ocurre en general, tambien aqui supo Arist6teles sacar provecho de las especulaciones de pensadores anteriores y del contenido especulativo de las ideas comunes. Advirti6, ante todo, que cuando una cosa se predica esencialmente de otra, de man era tal que a esta Ie corresponde el nombre y concepto del predicado, gramaticalmente esto acontece tambien de manera distinta a cuando el predicado s610 confiere al sujeto el nombre, sin ser propiamente de su esencia. Digo: -el blanco es un color-, pero .Ia madera es coloreada,,; "el caminar es un moverse" pero .el hombre se mueve". En el caso de la predicaci6n esencial ocurre regularmente que sujeto y predicado tienen la misma forma, i.e. que se enuncia un substantive de un substantivo, un infinitivo de un infinitivo, etc. De igual manera, en la predicaci6n accidental ocurre, tambien regularmente, que el predicado se distingue del sujeto en su forma gramatical y es un 1tUProVUJ.lOV de la palabra que se parece al sujeto segtin su forma gramatical. Por ello, Arist6teles denomina a la predicaci6n accidental 1ta.provUJ.lro~ KunlYOpetcr9a.t, en contraposici6n con el cruvrovUJ.lro~ KUtTjyOpetcr9Ut de la esencial293. Y desde aqui se explica el cuidado con el que prueba que la predicaci6n de la diferencia
especffica es tambien esencial, y que las lita
-
214
215
Sob", los mOltlpl•• algnlllcadoa del ent. a.gOn Arlot6t.I••
III ente ..gOn lao figura. de la. cat.gorla.
No cabe, en lodo caso, negar que en Ia comparaci6n de la forma Iingiiistica de algunas palabras que pueden realmente predicarse de la substancia primera con la categoria correspondiente a los conceptos por elias designados se producen , a veces, divergencias respecto de la regIa enunciada. Pero toda regIa gramatical sufre excepcio nes, sin por ello dejar de ser regIa, y tal cosa, ni pudo hacer errar a Arist6teles ni podcl engaiiarnos a nosotros. Si uno advierte una excepci6n en tanto que excepci6n, debe ser co nsciente de la regia misma, y cuando alguien esta precavido para no dejarse engaiiar por algo, en un caso concreto, reco noce con ello mismo que tal cosa vale en general como principio rector y, precisamente por eso, demanda en casos excepcionales una confianza que, en ellos, se verla decepcionada. Como ha mostrado Trendelenburg297, Arist6teles hace ambas cosas en diferentes pasajes, donde previene contra las falacias sofisticas (Sopb. elencb. 4, 162bl0; ib. 22, 178a9, 11, 18). Remitiendo a Trendelenburg, seiialaremos ahora brevemenle cuales son las partes del discurso que se corresponden COn las diferentes categorlas . A la ouata Ie corresponde, como ya hemos seiialado, el nomen substanttuum. A 1toaov y 1tOIOV, el nomen adjectiuum -de modo tal que el numeral, ora en si mismo, ora en combinaci6n con una lerminaci6n adjetiva, representa el 1toaov, y los restanles adjetivos el 1tOIDV. Pues el hecho de que Arist61eles aceptaba formas distintas para uno y Olro se pone de manifiesto en Sopb . elencb. 4, 162blO, Y va de suyo que el elemento distintivo s610 puede ser este. De la misma rnanera que las canlidades no admilen un /laAAoV y linov (cf. Categ. 6, 6a19), tampoco los numerales y sus compuestos admiten el grade comparativo. En 10 que respecta al predicado -grande-, Arist6teles se muestra en general reticente a situarlo en la categoria de cantidad Ob. Sb11). Cierto es que pertenece a ella, pero en su
forma constituye una excepci6n. A 1tot&tV y 1taaX&tv corresponde el verba -a aquel el activo y a este el pasivo. A EXEtV y Kiiaeat no les corresponden formas grarnaticales nuevas, pues tambien ellos se expresan mediante el verbo. Y da la impresi6n de que precisamente a ella deben su origen'9•. Pues, una vez subordinados a la Kt v1l
216
217
-
,
-
Sobre los mOltiples slgnlllcad05 del ente segjln Arlst6tele.
Ci(rT&O~ BV kmipTU (fUegaron a Esparta al segundo dia de su partida -Le. al dia siguientel Her6doto, VI, 106), sino tambien conectando con otro verba, v.gr.: /iwT&pciiot fjA60v C Illegaron al segundo dial Jenofonte: Ciropedia V, 2, I) , COn 10 que tambien aqu! queda preservado el caracter adverbial, pues los adverbios se denominan as! porque habitualmente estan junto al verbo. Bonitz plantea otra objeci6n (Ioc. cit.). Si los diferentes tipos de adverbios, como puedan ser los de lugar y tiempo, hubieran propiciado la constituci6n de las categorias, dice, el adverbio habria tenido que suministrar tambien otras categorias. A esto replicamos que, efectivamente, existen muchos otros adverbios , que no contienen ni determinaciones locales ni temporales, como 105 adverbios de comparaci6n, de interrogaci6n, de afirmaci6n, de negaci6n y otros. Pero 5610 los adverbios de lugar y tiempo pueden decirse de la substancia primera como predicados. Los restantes sirven (si se excluyen excepciones esporadicas) para realizar una determinaci6n mas precisa del predicado, segun el caracter propio del adverbio, por ejemplo : kO)l(pdTTJ<; KUAro~ Myet IS6crates habla bellamente/ , kWKpdnl<; EcrTt fldAU crrrou/iUto~ IS6crates es muy digno de consideraci6n/. S610 los adverbios de lugar y tiempo muestran la lIamativa circunstancia de ser, como los nombres (bvOflUTU, De interpr. 2), predicables de la substancia primera: kWKpdTll~ EcrTtV EXEt I S6crates esta alii!, EcrTt crrlll&POV l es hoy/. Se trata de algo peculiar, como si el lenguaje quisiera expresar, con ello, que de una cosa se esta predicando algo que es prirnariamente accidente de otra , con 10 que en este caso el lenguaje elige una forma que, en cualquier otra circunstancia, modifica a algo distinto del sujeto (Le. al predicado) y que s610 de manera mediata se convierte a la vez en determinaci6n del sujet<>",'. Es claro, con eUo, que el adverbio 5610 puede estar en representaci6n de dos categorias -y 5610 de estas dos.
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III ente legjln I.. figural de I.. categorla.
Llegamos a la ultima categoria, rrpo~ tt. Para esta, la gramatica nO manifiesta forma unitaria alguna, y no se ha deja do escapar la ocasi6n de hacer valer esto contra Trendelenburg. Pero el lenguaje procede, tambien aqui, con el justo tino. La ausencia de una forma especial para el rrpo~ tt caracteriza perfectamente la , naturaleza de esta categoria -que , por ser la menos ente, segun vimos, tampoco tiene un yiyv&cr8Ut y un cp8dpecr8ut especificos, • • sino que afecta siempre a la substancia en concom!tanc!a con otro ente y adecuandose a la naturaleza de este, intrinseca 0 extrinsecamente3(l3. Resulta, pues, plenamente adecuado que el lenguaje unifique en esta categoria formas adjetivas, verbales y adverbiales, por ejemplo, 8trrAclcrtOV C/doblel rrocrov), KclAAtoV (mas bellol rrotov), 6&PflalVOV C/calefactorl que, como observa Trendelenburg correctamente"", puede ser expresi6n de un rrpo~ Tt, cf. Metapb . L1, 15, l021a17 -sin que ello Ie impida, como supone, actuar tambien en representaci6n de un concepto de la categoria de rrotEtv, pues 8ePflU(V&t l ello caliental es igual que ecrTt 8&PflalVOV l ello es calefactor/-vease tambien Metapb. L1, 7 l017a28) 6&PflUtvOfl&VOV Ucaldeablel del que vale 10 mismo respecto del rrdcrxetv) y, finalmente, por ejemplo, &yytlT&POV KUTa Torrov C/mas cercano segun el lugarl Metapb. L1, II, , l018b12) Y rrpOT&pOV, iScrT&POV (/prirnero, ultimol rrou, rrOT&). Como es comprensible, las excepciones resultan aqui mas frecuentes -y una irregularidad especial es, por ejemplo, que los rrpo~ Tt , a menu do, aparezcan incluso como substantivos en el predicado (v.gr., EroKpclTll~ ecrTt rruTrlP (padre).. u\o~ (hijo), 80UAO~ Cesclavo)lO', 8tl5clcrKUAO~ (maestro), etc., siendo asi que las relaciones son, no obstante, las llKtcrTU OUcrlUt (vide supra). Pero precisamente aqui puede verse con claridad que Arist6teles nunca pierde de vista el lenguaje. Este tiene para el cierta autoridad, aunque no, desde luego, mayor que cualquier otra o pini6n verosimil 0 punto de vista de los pensadores antiguos ,
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Sobre los ml1lt1ples slgnillcado. del ente .egOn Arlst6teles
-eesos que, argumentando dialecticamente, antepone al analisis cientifico propiamente dicho. Incluso, llama la atenci6n expresamente sobre dicha irregularidad, y asi 10 vemos recordar con insistencia que ninguna ouata perteneee a las relaciones (Categ. 7, 8, a13; b34; y especialmente Metapb. N, 1, 1088a21 - b2)306. Quiza no haya ningiin otro accidente en que se de este caso de predicaci6n substantiva respecto de la propia substancia, al menos no de forma tan generalizada. Cuando digo que el hombre es una bella figura, tal expresi6n no es, ciertamente, sino un modo poNico de expresar que esta bella mente configurado --de la misma manera que, para designar a alguien que tiene mucho talento, digo que tal hombre es un talento, 0 que es la sabiduria misma. De esta consideraci6n resulta, pues, que Arist6teles pudo e~contrar ayuda y apoyo en una investigaci6n previa, de cacicter dlalectico, sobre el modo y numero de las categorias del leng~aje. Pero, tambien, que Ie hubiera sido imposible, con semeJante modo de fundamentaci6n, llegar a un resultado seguro 0, cuando menos, cierto para eI. En cualquier caso, bien pudo reparar en las categorias absolutas desde una eonsideraci6n de la diversidad de las formas de las palabras; y en la de relaci6n, tomando en cuenta la necesidad, manifiesta ya en el lenguaje, de dIsponer de un concepto complementario (Categ. 7, 6a36; vease Trendelenburg: op. cit. p. 30 y s.). Aiiadamos tambien que, en el plano IingOistico, la diferencia de las categorlas se manifiesta, en cierta medida, de otra manera mas. Se trata de la modificaci6n de las preguntas que se plantean a prop6sito de la substancia primera, dependiendo de si en las respuesta~ viene ~i~ido un predicado de una u otra categorla. A la categona de ouma, Arist6teles la denomina tambien Tt kan (.que es· ~f. Top. 1,9, 103b20; Metapb . LI, 1017a25; Etb. Nicom. I, 4, 1096a24), indicando con ello que todas las preguntas
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EI ente segOn la. flguru de las categorias
introducidas con 'r! eaT!; remiten a una ouala de la primera categoria. Pero a la segunda categoria Ie eorresponde tambien un modo peculiar de introducir la pregunta: 1T:oaov kan;. ,Y 10 mismo a la tercera: 1T:OIOV cad TO&;. Tambien ambas KlVT)aEle; tienen cada una de ellas su modo especial de interrogaci6n. En ellas, en lugar de la c6pula simple kaTI, es preciso anadir al TI un verbo distinto: en el caso de la primera (y si pregunto de manera completamente general), ltouiiv. En el caso de la segunda, ltUaXElV: -r;{ 1T:Otii 'fo&; 'r! 1T:ciaxet; De 10 contrario, el interrogado responderia sobre eualquier cosa menos sobre aquello que queremos saber. Sobre waSa! y EXElV valdria algo semejante a 10 dicho arriba: el moe; KElTCl!; y el 'tt EXE!; no . podian subsumirse ni en 'tl ltotE!; ni tam poco, proptamente, en 'tl ltucrxE!;. Y esto fue, quiza, 10 que condujo a aceptarlos como categonas propias. Por 10 demas, tambien las dos categorias de las circunstancias tienen cada eual su forma propia de interrogacion: ltOU Ean 'tOOE; y ltO'tE katt;. Finalmente, tambien en la pregunta por el ltpOe; t\ se expresa su naturaleza peculiar, ya que no puedo preguntar, sin mas, ltoaov ea'tt 'tOOE; sino, mas bien, ltoaov Ea'tt 'tOOE ltpOe; 'tOOE; -SlltA.umov. 0 tambien: " 's;: , 's: ., pov, etc .307, ltO'tE Ean 'tOuE ltpOe; 'tOuE; --\la'tE Asi fue como el nominalista Ockham, en su L6gica I, 42 (vease tambien Quodlibet 5, q. 22) se propuso explicar el hecho de que los predicamentos sean diez, tomando como punto de partida las preguntas que cabe hacer a la substancia primera. Partiendo de una observacion correcta, a saber, que el numero de las cosas debe determinarse desde su remisi6n a la substancia primera, prosigue: .As! pues, de la substancia primera 0 bien preguntamos que es, y entonces se trata de la substancia, 0 como es de grande o c6mo esta constituida, 0 a que se refiere, que hace, que padece, donde esta y como (KElcr9a!), cual es su duracion y, finalmente, c6mo esta revestida•. Toda la prueba desemboca, en
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Sobre los m61tjples slgnillcauos del ente seg(in Artst6teles
I!I ente seg(in I.. flgurao de las categorlas
ultima instancia, en una indueci6n -respecto de la eual el lenguaje 5610 sitve para facilitar la visi6n de conjunto- y habria mucho que objetar sobre diferentes aspectos concretos y sobre la fiabilidad del resultado al que se llega a partir de todo ello. Porque, con este metodo, el lenguaje se revela todavia mas inca paz que con el anterior, a la hora de dar cuenta de la validez y completud de las categorias. Decimos:
vitalidad -<J si no habria que reconocer, mas bien, que el objetivo que constituye el verdadero fin de la tabla categorial ha sido realmente alcanzado en ella. Apenas haee falta decir que nuestra opini6n se inclina a un juicio favorable, pues hemos desarrollado la mayor parte de la investigaci6n preeedente de forma tal que, si se acepta la correeci6n de otras intuiciones aristotelieas, la doctrina de las categorias se sigue con una suerte de necesidad interna. Pero como otros investigadores y amigos de nuestro fil6sofo, muy dignos de consideraci6n, son de otra opini6n a este respecto, se nos plantea la tarea de intentar, de alguna manera, eliminar sus reparos y rechazar sus ataques. De todos ellos, es Trendelenburg quien mas ha mostrado que, aun teniendo a Arist6teles por amigo, tiene todavia por mas amiga a la verdad. En cambio, Brandis y otros han emitido un en parte, quiza, porque su patr6n de juicio mas benevolo medida era mas adecuado. 1.0 mismo cabe decir de Zeller -a una de cuyas objeciones, no obstante, tendremos todavia que
16. Tesis XV Con 10 aprendido en la investigacion precedente sobre el principio y el significado de las calegorias, se resuelven lambien las objeciones planteadas desde diferentes iimbUos contra la division categorial
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La divisi6n categorial realizada por Arist6teles ha resistido de
manera sorprendente el curso de los tiempos. AI estudiar la historia de la teoria de las categorias, se descubre que hasta sus enemigos Ie rinden tributo inconscientemente -y, a menu do, dan ganas de someir al comprobar cU3n influidos por ella estan, en 10 esencial, incluso quienes se declaran sus mas decididos adversarios. Para la epoca contemporanea, en todo caso, no existe ya la teoria aristotelica de las categorias. Cuando habla de categorias, no esta pensando en ~t ecrn, 1tOlOV, 1tocrov, 1tpOC; n. Pese a todo, ninguno de los sistemas contemporaneos ha alcanzado un reconocimiento duradero; y puesto que 10 que buscan las nuevas teorias al investigar las categorias no coincide en absoluto con el fill que perseguia Arist6teles, no puede decirse en ningiin caso que dichas teorias hayan puesto algo en ellugar de las viejas categorias. Cabe preguntar si resulta siquiera admisible que algo que ha subsistido durante tanto tiempo carezca por completo de
responder. (1) Para Kant3<" y Hegel"", el fallo fundamental de toda la divisi6n era la falta de un principio. Para Trendelenburg, en cambio, es la falta de unidad, la contradicci6n en el principiol'o. Con todo, es de esperar que, despues de 10 dicho, tal reproche no volvera a pareeer fundado. Es verdad que la l6gica y la metafisica estan entretejidas en la divisi6n categorial -pero no, desde luego, disputandose mutuamente el derecho de soberania, como si ambas, cada cual presionando desde pretensiones diferentes (alternativamente atendidas 0 descuidadas), no hallasen satisfacci6n en si mismas ni tampoco pudiesen hacer justicia a las demandas de la oua. Los modes de ser se corresponden naturalmente con los modos de la predicaci6n, cuando se hace del U1tOK&tfleVOV de todo 10 ente el U1tOKetfleVOV ,.de la proposici6n: ocraxro~ A£ye~al, ~ocrau~axOlC; W elval
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Sobre los mOltlples slgnlflcados del ente segOn Attst6teles
crTJllU1VEt (Metaph. LI, 7, p. l017a23). Asl, si Trendelenburg dice en el pasaje citado que todos los demAs defectos tienen su origen en este, tal cosa debe valer para nosotros, mis bien, como incentivo. (2) Otro defecto que, seglin reconoce abiertamente Trendelenburg, deberla afectar necesariamente a la divisi6n categorial, si esta, confiada en un hilo gramatical, no hubiera buscado un principio mas profundo en las cosas mismas311 , es en realidad s610 un defecto hipotetico, y vale en sl mismo como argumento contra la hip6tesis, pues al caer esta se viene abajo el mismo. La gran concordancia con la gramatica, que tambien nosotros hemos tenido que reconocer, no puede considerarse en si misma un defecto , sino mas bien motivo de elogio. La concordancia con las formas gramaticales s610 serla reprochable si se hiciera a costa de la armonia con la forma y naturaleza de las cosas mismas 0 si, de manera poco filos6fica, nos conformaramos con constatar esa inicial concordancia. (3) Pero hay todavia una observaci6n que nos toea mas de cerca. Trendelenburg piensa que, si se trata a las categorias en terminos reales, seria consecuente buscar las ralces de las categorias en los cuateo fundamentos 0 principios de las cosas, ya que son 10 primeeo por naturaleza312 • Nosotros, que hemos atribuido a la divisi6n categorial un significado metafisico, ademas de 16gico, distinguiendo los generos supremos segun los diferentes modes de existencia en la substancia primera y las diferentes relaciones de 1iuvUllt~ y EvipYEtU, debemos reconocer, con todo, que tal planteamiento no es correcto. Pero la cuesti6n es si una tabla categorial que partiera de clichos principios seria igual de correcta. Y creemos poder negarlo con determinaci6n, como ya hicieron Brandis, Bonitz y otros. La pregunta por las categorias (en el sentido en que Arist6teles habla de categorias, y en el sentido en que elias mismas se nos han ido desvelando, paso a paso,
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III ente segOn I•• flgura. de I.. categorl••
a 10 largo de este tratado) no tiene nada que ver con la cuesti6n de los cuatro principios, pues dichos principios se dan anal6gicamente en las diferentes categorlas. Es verdad que los fundamentos supremos tienen una cierta semejanza con los generos supremos de las cosas, pues tanto a unos como a oteos les corresponde un significado general1simo, pero, como el propio Trendelenburg observa correctamente, hay una gran diferencia entre .10 general de la abstracci6n. y .10 originariamente general.313. Ocurre que 10 mas general segun la causalidad es 10 menos cognoscible Ku8' ru..ci~ y 10 mas cognoscible 'tU <jlucrEt; por el contrario, 10 mas general segun la predicaci6n es en cierta medida mas cognoscible Ku8' "Ilci~ que 10 menos general, aunque no mils cognoscible que 10 singular, pues el conocimiento sensitivo, que se dirige a 10 individual, precede al conocimiento intelectivo, dirigido a 10 genera!,I'. Con ello, del significado de las categorias aristotelicas se desprende c1aramente, cuando menos, que su cometido no es .exponer en sucesi6n el orden de los conceptos, seg6n surgen.3l ', y, por consiguiente, que tampoco -el punto de vista rector de la ordenaci6n remite ineludiblemente a los cuatro fundamentos 0 principios que son 10 primero por naturaleza, etc.·31 6. Cuando Trendelenburg observa que, especialmente entre las categorias accidentales (en tanto que posteriores) y la substancia (como categorla primera) se da una relaci6n de dependencia en el orden del ser, que permite sospechar la existencia de algo parecido a 10 largo de toda la serie, entre los miembros anteriores y posteriores (pero que, con todo, no es el caso), ello se explica perfectamente a partir de 10 visto mAs arriba sobre la analogla en referencia a un mismo termino. Pues siempre habra uno que porta el nombre en primer lugar y en sentido propio -y este es aqul la oucrlu, como el propio Arist6teles senala en el libro IV3I7. Todos los demils, por tanto, quedan determinados por este y se
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Sobre los mllltlples .Ignlflcados del ente seg1ln Arist6teles
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distinguen en su modo de remisi6n a el. No es, en cambio, necesario, que esten nueva mente en relaci6n de dependencia unos respecto de otros, pues 10 que los distingue no son las relaciones directas de unos con otros, sino sus relaciones con este uno. Cabe preguntar entonces, teniendo en cuenta que Arist6teles ha hablado en varios pasajes ya citados de un orden natural de las categonas (si bien mostnindose poco dispuesto a precisar cual es, 0 a mantenerlo a la hora de enumerar las categonas), cual puede ser ese orden. Y tambien, puesto que en todo orden hay algo anterior y algo posterior, len atenci6n a que ltp6~epov y " ucnEpov se aftaden unos miembros a los otros? La pregunta no es dificil de responder. Si el ente fuera un genero, las especies deberlan ordenarse segun las variedades de perfecci6n que reciben de sus correspondientes diferencias, i.e. segun 10 que es " , ouatq ltpO~EpOV. Pues las especies de los generos se distinguen de esta manera31 ., y s610 respecto de los individuos puede decirse que entre ellos no hay ya lugar para un ltp6~EPOV y un ua~E pov3!9. Ahora bien, si las especies en las que se divide un genero son distintas en la perfecci6n de su ser y se ordenan conforme a esta, mas todavia 10 seran los generos supremos en que se distribuye el ente, que son ellos mismos significados del ente. Han de ordenarse, pues, segun 10 ltp6~epov oualq, i.e. segiin la mayor 0 menOr perfecci6n de su ser 0, de otro modo, segiin la naturaleza mas 0 menos intrinseca de su modo de remisi6n a la substancia primera, en referencia a la cual todos ellos se denominan entes. Concuerdan en ello todas las indicaciones dadas por Arist6teles sobre el orden de las series -pues a la relaci6n, en tanto que iiK!a~a ouala, la releg6 al final de toda la serie distributiva, colocando en cambio a la ouala en cabeza. Ademis, en Metapb. It, 1 qUiso que a la cualidad Ie correspondiera el segundo lugar y a la cantidad el tercero, ya que ambas superan a los restantes accidentes en ser substancial, dado que su existencia en
la substancia es mas interna -primero la cualidad, por estar emparentada con la forma, y luego la cantidad porque la forma es mas ouala que la materia"o. Siguiendo en orden, el cuarto y quinto lugar corresponden a la clase de las KtvllaEtC;, yendo primero nOelv y luego 1t(laXEtv, siendo asi que en el agente reside el principio de la operaci6n, que como tal debe ser en acto (EVEpyetq.), mientras que en el paciente esta el termino de la operaci6n, que durante el devenir esta en potencia (OUVUIlEt). Los lugares sexto y septimo corresponden a ltOU y 1tO~E., Y ltOU es anterior, porque el ~6ltoC; pertenece a la cantidad, mientras que a 1tO~E Ie sirve de medida una Klvljatc;. Por ultimo, la serie se cierra con La relaci6n32l. Vemos, por tanto, que las apXa t, en cuanto tales, no resultan en primera instancia regulativas al trazar el cuadro de los generos supremos. S610 pueden lIegar a ejercer un influjo en la medida en que se base en elias aLgun modo de predicaci6n de la substancia primera. Tal cosa ocurria, segiin vimos, en el caso de la causa eficiente, pero s6Lo en eI. Pues, de Los cuatro generos de causas, dos, materia y forma, son partes de la esencia, y la predicaci6n que podria realizarse segun elias pertenece, por tanto, a la categoria de substancia: la predicaci6n del genero corresponde a la materia y la predicaci6n de las diferencias a la forma (u. supra). La causa final , por el contrario, no es capaz de producir nada por si misma, sin el concurso de La causa eficiente, pues s610 Ie corresponde causaci6n en la medida en que pone en movimiento la causa eficiente. Con ello, s610 la causa eficiente era susceptible de fundamentar un modo de predicaci6n especial -y 10 hizo de manera doble, en La medida en que tanto la substancia que actua sobre otra como esta, receptora de su acci6n, reciben sus nombres en atenci6n a ella. (4) Un reproche uLterior que se hace a la teona categorial es que, con ella, no hay continuidad en la divisi6n (cf. Trendelenburg: op.
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Sobre los multiples significado! del ente .egUn AriltOtele.
El ente seg(ln las figuras de las categodas
cit. p. 144; p. 187; Brandis: Griechisch-Rom. Phi/os. II, 2, 1; p. 401). EI principio de divisi6n, afirma Trendelenburg, ha de proceder segun los requisitos fijados por eI propio Arist6teles, empleando las diferencias que Ie son propias para dar lugar a nuevas especies. Pero aqui las especies vienen determinadas por la cosa misma, mientras que la divisi6n de las categorias toma como punto de partida relaciones gramaticales (p. 144). La respuesta mas sencilla a todo esto seria decir que el supuesto del que parte es falso, esto es, que la divisi6n de las categorias no se basa en relaciones gramaticales (por mas que estas puedan mantener una relaci6n de proporcionalidad), sino en los diferentes modos del ser, del Si Vat a1tA.ro~ y del EVEtVa! en 10 propiamente ente. Con esto, no obstante, no queda liquidado el asunto, pues tampoco en tal caso puede haber continuidad en la divisi6n. Pese a todo, la division conserva plenamenle sus derechos. Pues dicha division, no se olvide, no es la divisi6n de un genero en sus especies, que se realiza mediante diferencias y se prolonga mediante diferencias de diferencias, hasta lIegar a 10 concreto. EI av no es un genero, sino un concepto analogo, cuyos significados hay prirneramente que determinar, antes de proceder a la ramificaci6n de sus generos en especies. Las categorias mismas son los generos supremos, y su diferenciaci6n no es la prosecuci6n, sino el inicio de la lito. ipeat~ propiamente dicha, segun tiene lugar en los conceptos sin6nirnos. EI av, como tal, carece de diferencias que permitan descomponerlo en categorias. Y, alii donde no hay diferencias, ,como puede ser motivo de reproche el hecho de que no esten emparentadas con las subdivisiones? Cuando Trendelenburg observa que la divisi6n de la ouaia en substancia prirnera y segunda es de naturaleza mas real que la del av en las categorias, hemos de remitir sobre ello a 10 dicho mas arriba, donde justamente acusabamos del defecto opuesto a la subdivisi6n en substancia prirnera y segunda (suponiendo que se
tratara de una divisi6n en especies), a saber, que aqui eI principio que preside la divisi6n del OV anal6gico conduce demasiado lejos y, por asi decir, mas alia de la meta, pues no se trata en modo alguno de una divisi6n en cosas reales distintas, sino en cosas que s610 se distinguen en la intenci6n segunda, como meros Dvm ro~ aA.T]eE~322. (5) De ello se sigue, sin mas, emil ha de ser nuestra respuesta a otro de los reproches, a saber, que una (mica categoria no puede abarcar a la vez la substancia primera y Ia segunda323. Sin duda alguna que ha de hacerlo. ,En que otro genero podria estar el individuo, de no ser en el genero de su especie? S6crates es substancia primera; hombre, substancia segunda. Arnbas estan unificadas en el genero l;<9oV y en todo genero superior; por consiguiente, tambien en el supremo, que es la categoria de ouaia"'. Los conceptos de -substancia primera. y .substancia segunda. no convergen, desde luego, en el concepto de ouaia, como especies unificadas de un genero. Ellos mismos no estan en la categoria de ouaia, pues no son conceptos reales, sino conceptos como .genero., .especie. y demas diferencias de la intenci6n segunda, que s610 pueden tener existencia en el enten-
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dimiento, i. e. Siva! ro~ aA.T]eE~"'. Algo semejante a 10 dicho respecto de las substancias segundas vale ademas para las diferencias, que parecen tambien suscitar los reparos de Brandis326. Con todo, no hay duda alguna de que las diferencias de las substancias, siempre y cuando se trate de las autenticas diferencias esenciales de las substancias, pertenecen a la primera categoria. Pues son esencialmente identicas a los generos que mediante elias se contra en. Y si se puede decir que no son substancias es s610 porque no 10 son directamente, sino que, pese a participar como sin6nimos del concepto de ouaia"', s610 caen bajo el concepto reductivamente, segUn mostramos m~s arriba en el § 11.
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Sobre los multiples slgnlllcados del ente seglln Arlst6teles
EI ente seglln I.s figuras de las categorias
(6) Ahora bien, cuando Trendelenburg prosigue: ·La figura, que constituye las especies de los quanta espaciales, se atribuye a la categorla de cualidad, -proporcionando asl un ejemplo, que cabrla desarrollar, en que la diferencia no se mantiene en la substancia en que fue recibida."8, hay que tener en cuenta que esto no se refiere a la diferencia substancial, pues la cualidad no es, ciertamente, substancia. Entre la defmici6n de la substancia y la de los accidentes existe, como seiiala el libro VII de Metaj'fsica, una gran disparidad, siendo aqul que Arist6teles 5610 atribuye definibilidad a estos ultimos en cierta medida, seiialando que 10 mismo cabrla decir que no tienen definici6n como que si la tienen, dependiendo de con que precisi6n se defina el concepto"'. En ellos, y dado que su ser es dependiente y defectuoso, ocurre, pese a todo, que las diferencias de una categorla esten tomadas a menudo de otra. Se toman, en concreto, de la diversidad de principios del accidente. As! es como la substancia ocupa el lugar de la diferencia, por ejemplo cuando digo que el rubio es el amarillo del pelo, etc. Pero tambil'n los accidentes son principios de otros accidentes, v.gr., la cantidad es el principio de la relaci6n de 10 mayor a 10 menor, y el padecer es el principio de la relaci6n del paciente al agente, etc. Ademas, cuando Arist6teles determina las especies del movimiento, establece tres de elias: movimiento local, crecimiento/disminuci6n y alteraci6n (variaci6n cualitativa). Si preguntamos por el mxcrxEtv330 de 10 movido localmente, es evidente que e! CPiPEcrll(u debera defmirse como movimiento hacia un lugar; y el movimiento cuantitativo, a su vez, como movimiento a una cantidad; y la alteraci6n, como movimiento hacia una cualidad. EI termino del mxo-XEtv, pese a hallarse el mismo en otra categorla, especifica a este estableciendose como diferencia en su definici6n. Y de man era semejante, sera el principio del movimiento 10 que diferencie al 1tOtEtv -por ejemplo, la acci6n de calentar debera definirse
como un movimiento que parte del calor. Por eso dice Arist6teles, en referencia a las cualidades de la especie que denomina 1ta811nlC1l, que son las diferencias del movimiento331 • No puede haber, por tanto, nada de lIamativo ni chocante en el hecho de que, en el caso de los accidentes, la diferencia se tome de otra naturaleza. EI defecto no es de Arist6teles, sino del ~O d ~v Etvat en las categorlas distintas de la substancia. Es verdad, no obstante, que en 10 que ataiie a las figuras da la impresi6n de que nos hallamos ante un caso especial, pues parecen ser dec1aradas, efectivamente, diferencias substanciales. En Metaph. LI, I 4, al proceder a la reducci6n de los cuatro tipos de 1tot6~t)I;, Arist6teles 5610 vincula con la litacpopa ~ii<; ouo-Iac; la figura"', no en cambio las cualidades pasivas. Esto se debe a que la cantidad se presta mas que otros accidentes a ser designada seg6n el modo de la substancia ya que, por inherir seg6n el modo de la materia, puede considerarse en cierta medida substrata de otros accidentes333 , v.gr., cuando digo que la superficie es azul, etc. Tambien se dice que este amarillo es mas 0 menos amarillo que aque! otro, pero, en cambio, que esta I1nea es mayor o menor que aquella, etc. En cualquier caso, no hace falta demostrar que Arist6teles no consideraba propiamente que la cantidad fuera una substancia. (7) EI fm de las categorias y el fin de toda divisi6n es una clasificaci6n. Y el mayor reproche que Trendelenburg"" y otros han podido hacer contra la divisi6n categorial es, por tanto, afirmar que da lugar a una confusi6n entre las cosas subordinadas. Es legitimo exigir que los conceptos fundamentales se distingan unos de otros con precisi6n, para poder asl establecer con seguridad a cual de ellos deben subordinarse directamente los conceptos concretos"'. Es legitimo, decimos, exigir tal cosa. Pero hay que cuidarse de exigir mas de esto, i.e. de extender esta exigencia a todo 10 que cae de alguna manera bajo la categorla,
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Sobre los mOltlple. slgnlflcados del ente segOn AlIst6teles
demandando ademas de la distinci6n conceptual una distinci6n real, que aqui no es en modo aIguno necesaria,36. Ya hemos visto c6mo tal demanda no puede extenderse, de forma generalizada, a las diferencias de los accidentes, pues dichas diferencias no caen directamente bajo la serie de una categoria. S610 restan, por tanto, individuos, especies y generos . En ellos han de revelarse las bondades 0 defectos de la divisi6n , pues nada puede pertenecer ados generos por subordinaci6n directa"'. Son numerosas las acusaciones que se han hecho contra Arist6teles en este sentido. Prescindiendo de las que se refieren a las categorias de KiicreClt y EXEW, que finalmente han resultado no ser categorias reales como las otras, vamos a intentar decir algo en su defensa: (a) Esto resulta especialmente fiki! en el caso de reproches co mo que casi todo hacer es tambien un padecer, al modo en que el magisterio del maestro es identico al aprendizaje del discipulo, etc.''''. No ya casi todo, todo hacer es padecer. Pero como la distinci6 n de las categorias no exige diferencia real, y por otro lado es evidente que si hay una diferencia conceptual, nada hay aqui que suscite dificultades. Tambien Brandis sostiene que la pretensi6n de poder subsumir las cosas bajo categorias distintas, dependiendo del punto de vista adoptado en cada caso, esta plenamente justificada"'. De igual manera deben rechazarse muchas otras objeciones, que postulan todas elias una distinci6n real, en vez de conceptual. Asi, por ejemplo, el hecho de que d6nde y cuando constituyan categorias propias no contra dice en modo alguno que T01tOe;"o y xpovoe; aparezcan en otras categorias. De todos modos, T01tOe; y xpovoe; no son ni siquiera especies propias de la cantidad, pues T01tOe; pertenece m~s bien al genero de la superficie, y xpovoe;, segun se dice expresamente en Metapb. LI, 13, 1020a29, s610 KClTd aUJlJ3EJ311Koe; puede denominarse
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EI ente segOn la. Osuna. de la. categorla.
1toaov. Pero como el espacio en que se mueve el primer motor es un 1toaov, tambien el movimiento mismo pertenece a la categoria de 1toaov. Y, con el, el tiempo. (b) A partir de estos ejemplos puede verse claramente que Arist6teles, en Categorias, no siempre actu6 con mucho cuidado al enumerar las especies que propiamente pertenecen a cada gener034', pues en tal obra procede a menudo de forma completamente dialectica"2. Asi, por ejemplo, entre las diferencias de 1toaov enumera la Seate;. Y por el contexto, resulta claro que por tal Seate; no entiende aquella que bien podria aspirar a la dignidad de categoria (la EXOVTOe; JleP11 Td~te; KClTa T01tOV /ordenaci6n segun ellugar/ de Metapb . LI, 19, l022bl), sino nada menos que una ordenaci6n de las partes respecto del todo KClS' OAOV343 , esto es, una relaci6n --que es en realidad un proprium, de las cantidades continuas que no son meramente quanta KClTCl aUJlJ3£J311"oe;, pero no una diferencia entre elias. Esta es la raz6n por la que en Metapb. LI, 13, l020a8 la divisi6n se realiza de otra manera. Por 10 demas, el hecho de que un 'iii to v pertenezca a una categoria distinta de la de su especie no reviste mayores dificultades 344. (c) En otros respectos, tambien e11tpoe; Tt suscita dificultades, pues parece entrar en colisi6n con varias categorias. EI caso menos llamativo y mas ficil de resolver es el que se refiere a 1tOtstv y 1t
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Sobre 100 mllltlples slgnlflcadoo del ente .egOn Arlst6teles
por el principio del padecer y tambien por aquello en que se encuentra el principia del padecer. Por tanto, alii donde este es una substancia distinta del propio paciente, debe surgir una relaci6n de una substancia con otra. 5610 en los actos intransitivos en sentido propi0>47 se da un hacer y un padecer sin relaci6n real, pues no existe aqul, ni EVEpydq. ni OUVcl/lEt, una diversidad de substancias entre las que pudiera darse una relaci6n. Esta s610 puede ser, par tanto, puramente racional, como cuando digo que algo es identico a sl mismo. Simplicio llama la atenci6n can raz6n sabre este caso particular, para demostrar asl, para todos los casos, la diferencia entre el hacer y el padecer, por un lado, y la categoria de la simple relaci6n, par otro -diferencia que aqul se manifiesta can especial claridad, aunque tampoco en los restantes casos escapa a un examen minucioso348 • (d) De forma parecida se explican tambien otros fen6menos semejantes, como, por ejemplo, cuando a la state;, que consiste en una relaci6n de las partes en referencia al tod0>4 9, se Ie subordinan cosas que aparecen tambien en otras categorias: 7tUKVOV / denso/ y /lUW /ralo/, N:tov /liso/ y ~puxu /rugoso/ constituyen la expresi6n de relaciones dadas entre partes que son, en potencia, diferentes ~OOE n y que, por consiguiente, son susceptibles de entrar en relaci6n real. Vemos, asi, que en Categ. 8, 10a19 se las denomina 9taEte;, mientras que en otros lugares quedan clara mente asignadas a la tercera especie de cualidad (Pbys. VlI, 2, 244b7; cf. infra b18-20; De generat. et corrup. II, 2, 329b20). Pero aqul es seguro que el concepto es distinto, pues no se trata del orden de las partes, sino de la diferenciaci6n de la sensibilidad (Categ. 8, 9b5 -veanse, mas arriba, los paragrafos 13 y 16.6). (e) Especialmente llamativo resulta, en todo caso, el reproche de colisi6n entre el 7tpOe; n y la ouatC/., es decir, entre 10 /lcl}.ta~u y 10 ijK\C1~U ov. Si a duras penas parece posible una
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EI ente segOn las figuras de las categorfas
identidad real entre una substancia y otras categorias, ,c6mo podria darse una identidad radonal? Es por ella que Arist6teles manifiesta su frrme convicci6n de que tal cosa no puede suceder jamas: ni una substancia completa ni una substancia parcial, ni una substancia en potencia ni una substancia en acto'50 pueden pertenecer al 7tpOe; n. ,C6mo podrla componerse una substancia a partir de relaciones? Con todo, Trendelenburg piensa que Arist6teles ha colocado a materia y forma bajo la categoria de relaci6n351 y Ie censura por ello, como de hecho mereceria si tal presupuesto fuera correcto. Menos derecho tiene, en cambio, a reprocharle haber mantenido las substancias parciales dentro de la categoria de substancia, en vez de trasladarlas a la de relaci6n35'. Para mostrar que tal cosa no se realiza ·con arbitrariedad· podemos aducir aqul el testimonio del propio Trendelenburg, quien en el pasaje mas arriba citado afirma que, aunque se colocasen materia y forma bajo el 7tpOe; n, ello no quema decir nada, pues .generaci6n y contenido y, en general, las categorias de la materia y la forma, no quedan con ella caracterizadas.353 . Asl pues, en primer lugar, en referencia a la il}." (de la cual Arist6teles parece afirmar en Pbys. II, 2 que se trata de una relaci6n35') hay que decir que Metapb . N, I, prueba de la manera mas terminante que Arist6teles era de la misma opini6n que Trendelenburg: .Es necesario -dice all1- que la materia de cada cosa sea aquello que esto es en patencia. Asl ocurre tambien, por tanto , en el caso de la substancia. Pero la relaci6n no es substancia ni en potencia ni en acto. Es, por tanto, necio 0, mejor dicho, imposible, suponer que una no substancia sea elemento de la substancia y anterior a ella; pues posteriores a ella son todas las categorias.355. Seglin esto, el sentido del pasaje aludido de Fisica II s610 puede ser que a toda forma Ie corresponde una materia propia3S6 , pero no que la materia pertenezca a la categoria del 7tpOe; ~t. Ello se advierte claramente al considerar las
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Sobre los mOltiples .Ignlfkados del enle .egOn ArlstOteles
EI enle .egOn I.. nguru de I.. c,legari••
palabras que siguen inmediatamente, con intenci6n explicativa (a:AI.O? yap i{/)Et CiI.I." Ul." lsi es distinta Ia forma, es distinta la materia/). Esto resulta tambien enteramente suficiente para 10 que Arist6teles pretende probar. Pues si toda forma se determina su propia materia, resulta clara la conclusi6n a la que pretende llegar Arist6teles, a saber, que la fisica debe tratar tanto de la materia como de la forma . Pero, Ique es aquello que Ie falta tanto a la materia como a la forma, que es aquello que les falta a todas las substancias parciales para poder pertenecer al 1tp6~ n? Pues les falta precisamente (1) 10 comun a todos los accidentes, a saber, el hallarse fuera de la esencia de la substancia a la que pertenecen y de la que se predican. Y les falta tambien, en especial, (2) 10 que constituye la esencia misma de la relaci6n, la referencia de una substancia a la otra. Es claro que la cabeza, la mano, etc. no son rela-
como no tienen ni pueden tener cada una por SI un ElV(1t ~8I.EtOV, dependen tambien la una de la otra en el orden del conocer. Aunque no son 10 mismo, constituyen conjuntamente un ente, y en la determinaci6n y definici6n de cada una de elias debe tenerse en cuenta tambien a la otra. Asi, por ejemplo, en la definici6n del alma, que es una forma, se afirma tambien la materia (De anima, II, 412a19). Y 10 mismo ocurre, con mas raz6n todavla, obviamente, con la forma en la de la materia. Esto es, precisamente, 10 que les confiere esa semejanza con las relaciones que propicia su designaci6n como 1tp6~ ~t en el pasaje de
danes entre substancias, sino substancias.
Ahora bien, si la diferencia es tan grande, len que consiste entonces la semejanza de las substancias parciales con las relaciones, que llev6 al propio Brandis a convenir en que .Arist6teles no ha conseguido excluir a las entidades de la esfera de las relaciones· 357? La semejanza parece ser doble: por un lado , (1) es una peculiaridad de las relaciones que uno de los relativos no pueda ser ni ser conocido sin el otro, ya que se demandan y definen mutuamente, como por ejemplo gobernante y gobernado, mayor y menor, etc. EI gobernante demanda algo que es gobernado, 10 mayor algo que es menor; y viceversa. Pues el gobernar de uno no s610 es identico, en terminos reales , al ser gobernado de otro, y el ser mayor de uno con el ser menor del otro3S", sino que tambien conceptualmente dependen uno de otro, siendo asl que s610 el fundamento puede llegar a ser termino, y s610 el termino fundamento. Pues bien, las substancias parciales (yen especial materia y forma) poseen una ciena semejanza con todo esto, ya que,
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Fisica arriba citado. Un segundo punto, (2) en virtud del cual las substancias parciales parecen emparentadas con las relaciones es la predicaci6n de las partes respecto del todo. Como ya hicimos notar359 , la parte puede predicarse del todo de una manera derivada, pero nO absoluta. Yo no puedo decir: .El pajaro es ala., sino s610 .El pijaro es alado., etc. Pero, si pregunto: len virtud de que es alado el pajaro?, debo responder que es alado en virtud de sus alas . De ello surge una semejanza enganosa con las cosas correlativas, pues tambien 10 gobernado estaba gobernado por el gobernante, y el dominador era el gobernante de 10 gobernado, etc. Tal es, precisamente, la dificultad que suscita Categoria~"'. Su soluci6n es como sigue: 10 alado, en tanto que alado, no es otra cosa sino el ala, como 10 justo, en tanto que justo, nO es otra cosa que la justicia . S610 se distinguen, por tanto, en tanto que forma absoluta y forma concretiva -Ia segunda de las cuales muestra, en el prim~r ejemplo, que no se trata de una substancia independiente por sl; y en el segundo, que se trata de un accidente. Por ello, en dicha forma pueden predicarse ambos de la substancia completa , cosa que no podrla hacerse en forma absoluta, pues en tal caso se consideraria que el predicado designa una esencia -mas aun , la esencia completa del sujeto. Y es que tambien el genero
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Sobre 108 mOltlples slgnlficados del ente oegtin ArlstOteles
-animal. designa, aunque sea de manera menos determinada que la especie, a la totalidad del le6n, etc. Con todo, tal designaci6n de la substancia segun su parte, 0 seg11n algun accidente, no constituye relaci6n alguna. Si 10 gobernado s610 estuviera gobernado por el ser gobernado, no serla algo relativo, como tampaco es relativo 10 redondo Cpese a serlo en virtud de la esfericidad). Y es que, id6nde estarian aqullas dos substancias entre las que habrlan de darse las relaciones? Lo gobernado, en cambio, es precisamente algo gobernado por el gobernante, y en ello se cifra su caracter relativo. Pues 10 gobernado, en tanto que gobernado, no es uno con el gobernante, antes bien, nada es gobernante en tanto que gobernado, etc. Ahora bien, ipor que Arist6teles 5610 ha lIamado la atenci6n sobre esta dificultad en referencia a las substancias parciales, y no en referencia a los accidentes, respecto de los cuales parece que el caso es el mismo?361 Ciertamente, 10 hizo asi porque en el caso de las substancias parciales la confusi6n es mas faci!, ya que, respecto del accidente, la falta de una substancia correlativa evidencia inmediatamente la imposibilidad de una relaci6n real -por ejemplo: cuando se dice que la justicia es la justicia del justo, la unica substancia que hayes la substancia del justo. Por el contrario, en el caso de estos otros aparentes relativos existen realmente dos substancias, capaces de entrar en mutua relaci6n: la substancia total y la parcial. Y ello bien puede inducirnos a una confusi6n momentanea, por muy cierto que sea que una cabeza, un pie, una mano a cualesquiera otros miembros no son meras relaciones de substancias ----
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este modo puede denominarse 1tp6~ n, por ejemplo, una cabeza, puesto que es una parte. EI concepto de parte es efectivamente una relaci6n -y un accidente de la categoria 1tp6~ 1:L , Pero aquello a 10 que Ie sucede ser parte, es un 1tpO~ ~\ en tanto que parte, no en tanto que aquello que es seg11n la esencia. Un groschen es la trigesima parte de un lalera, pero no por ello es el groschen una relaci6n. La linea es una parte del triangulo, pero en y por sl misma no es un 1tp6~ n, sino una cantidad, etc. Y no es contradictorio que, en tales casas, una substancia sirva de fundamento a una relaci6n362 -10 (Jnico que no puede ser es la propia relaci6n que sabre ella se funda. Par ejemplo, entre S6crates y Plat6n se da una igualdad, en la medida en que ambos son hombres. Y 10 son par su substancia. Mas no por ello son Socrates 0 Plat6n algo relativo. Ni tampoco son realmente identicos a la relaci6n que se da entre ellos, pues si dejamos que Socrates muera, la relaci6n desaparece y, con todo, Plat6n sigue siendo el mismo que era. Baste, pues, 10 dicho, como justificaci6n de nuestro ftl6sofo en este punta. CO Pero la categoria de relaci6n nos enfrenta todavia a otra dificultad: ha de ocurrir que pertenezcan al1t0\6v especies cuyos generos pertenecen al 1tp6~ n'.'. Y Metaph . .1 parece, en este punto, bastante de acuerdo can Categorias, al distinguir una especie de 1tp6~ n denominados asi porque sus generos pertenecen a la categoria''''. Trendelenburg no ha dejado pasar la oportunidad de lIamar la atenci6n sobre esta afirmaci6n, tan lIamativa 365. Con todo, tampoco aqui parece imposible resolver el enredo. En primer lugar, debemos ratificarnos, por 10 vista previamente, en la idea de que un mismo concepto no puede caer directamente bajo dos generos dispares 366 . Es imposible, por tanto, que Arist6teles haya pensado que un mismo concepto puede caer a
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Sobre los mulUples slgnlflcados del ent. Beg(in Arlst6teles
la vez como especie bajo la cualidad y bajo la relaci6n367 , 0 que una especie puede caer bajo la cualidad y su genero bajo la relaci6n. Pues, en tal casc, el genero perteneceria a ambas categorias -y, por consiguiente, tambien la especie. Cuando algo se remite ados categorias, por tanto, 5610 puede tratarse de una identidad nominal, 0 como mucho nominal y real -al modo en que, segiin vimos mas arriba 10 que calienta, perteneciente a la categorla de 1tOt&W, es identico nominal y realmente a 10 que calienta, de la categoria de 1tpO~ n. Y es que el principio del uno era el fundamento del otro, y ambos demandaban el mismo termino , situado en otro sujeto. Tambien el calor es comun, al menos nominal mente, a las categorias de cualidad (en tanto que 1tOtO~~ 1tct911nKli) y relaci6n, pues 10 calentable es calentable por el calor. Pero realmente no son identicos, pues la cualidad .calor. sigue existiendo, inc1uso, cuando 10 calentable ha dejado de existir. Por el contrario, la relaci6n .ciencia., como relacion del que sabe con 10 sabido, parece que es, de hecho, realmente identica a la li~t~ del saber (esto es, a la ciencia como atributo que confiere al sujeto cognoscente una perfecci6n), es decir, 10 mismo diferenciado y determinado de cierta rnanera en referencia a su naturaleza368 , pues segiin la famosa frase con la que se inicia el libro I de Metajisica, 1t(:iV~E~ uv9pro1tot ~ou EtoeVctt 6p€yov~ctt , cpUCfn Y 10 que vale de la ciencia en general, vale tambien de sus especies concretas. En el caso de la identidad nominal y real 5610 queda una diferencia conceptual entre 10 que en cada caso es li~l~ y 10 que es 1tpO~ n. Con todo, tambiC:n lingiiisticamente surge una diferencia, pues el rasgo distintivo de las relaciones , que es 1a necesidad 0, cuando menos, la posibilidad de una palabra adicional, complementaria, no se da ya en el caso de los nombres de las ciencias especiales, de modo que, aunque la expresi6n del genero resulta igualmente apropiada para el concepto perteneciente a la cualidad y para el concepto perteneciente a la
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EI ente seg(in las flgur.. de las c.tegorl••
relaci6n, parece que todas las expresiones mas especificadas corresponden s610 a 1a &~I~369. Decimos que el saber es saber de 10 sabido, pero no decimos ya que la rnatematica sea matematica de 10 rnatematico, ni que la medicina sea medicina de 10 medico, sino, como mucho, que es la ciencia de 10 medico. Con eUo, , ' aunque las especies de la relaci6n ·ciencia. no son 1tpO~ n Kct~a cru~P&PllKO~370, sl es cierto, en cualquier caso, que, debido a una carencia del lenguaje en la expresi6n de la relaci6n, desde el punto de vista lingiilstico s610 son relativas por el genero. Ingresan, por tanto, en una clase con algunas de las formas abstractas del1tpo~ ~I --que Arist6teles, en ese mismo pasaje, excluye en cierto sentido de los 1tPO~ 11 (A.eyo~&va), como la igualdad y la semejanza, mientras que sl acepta en cambio 10 igual y 10 semejante como 7tpO~ ~I A.eyOIlEVctl7l . La sola raz6n de eUo es que no se puede hablar de la igualdad a la igualdad, mientras que si cabe hablar de 10 igual a 10 igual. Pero a nadie se Ie ocurrira afirmar que estos conceptos, enunciados de forma abstracta, nO sean especies del mismo genero que aqueUos, en su expresi6n concreta. (8) Hasta aqui, por tanto, 10 referente al1tpo~ ~I, que en razon de su ser defectuoso y casi menos que accidental, ha pretendido enredamos en dificultades en mayor medida que los otros, mostrando asi que los ~nov OV1ct 110s menos entes! son tambien los ~~10V yvc6PI~ct /las cosas menos conocidas! , segiin oimos mas arriba. Pero, lno se sigue acaso, de esta inferioridad en el orden del ser, algo que parece temer Trendelenburg372, a saber, la exclusi6n del 7tpO~ n de la serie de las diez u acho categorias coordinadas? jDesde luego que no! Pues si los restantes accidentes pueden constituir categorias, al lado de la substancia, tambien ha de poder hacerlo la relaci6n, al lado de los restantes accidentes. Tal coordinaci6n no es una equiparaci6n, ni siquiera una participaci6n comun en el genero superior cuya extensi6n se reparten.
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Sobre los m61tiples slgnlllcados del ente ..gOn Arl5l0teles
Pues el concepto de OV no es un genero, como ya hemos dicho con frecuencia, sino un BV KU~' CtVUAOytUV. (9) Llegamos, ahora, a una ultima cuesti6n, que es necesario responder a fin de justificar la teoria aristotelica de las categorias -justificaci6n que realizamos desde el presupuesto de la validez de otros principios aristotelicos, como los de materia y forma, 10 moviente y 10 movido, el tiempo y el lugar, ya que probar todo esto nos desviaria demasiado. Nos referimos a la cuesti6n de si no habra que subordinar unas categorias a otras, 0 si no habra que coordinarlas con otros conceptos. En el primer respecto, la cuesti6n es si acaso habria que subordinar 1tOU y 1ta~e al 1tp6~ H. En el segundo, si no habria que afiadir OUVUI1\~ y hepy£\u a la !ista de las categorias. (a) Lo primero cuenta con el refrendo de Zeller en su Filosofia de los griegoS'73. Pero, de ser asi, estaria claro que habria un error por parte de Arist6teles, pues su opini6n no era esa. Al contrario, en el pasaje ya varias veces citado de Metapb . .1, 28, l024b15, afirma que las categorias, seglin la divisi6n propuesta en el capitulo 7 del mismo libro, no se dejan reducir ni las unas a las otras ni todas elias a un genero comun. Con todo, nosotros no creemos que Arist6teles haya errado en este punto, y podemos dejar que sea el quien haga su propia defensa. El rasgo lingtilstico de la relaci6n, que no es otro que la necesidad de un caso complementario, falta a prop6sito de las determinaciones locales 0 temporales, como EV Ctyapq. 0 EXIi~. En cualquier caso, hemas probado suficientemente hasta que punto puede ser engafioso un rasgo semejante, pues a juzgar por el tampoco KEtO"liut seria una relaci6n, sino que deberia dar lugar a una categoria propia, y se introducirian ademas todas las restantes anomalias que tienen que ver con irregularidades del lenguaje, no con el orden riguroso del pensamiento. Pues bien, un indicio mas seguro de la existencia de una relaci6n es la presencia de Ese ser debil,
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EI ente segOn las flguras de las categortas
enteramente vinculado a otros modos de ser, al que, a diferencia de todas las restantes categorias, no Ie corresponde no dire ya un movimiento, sino ni siquiera una generaci6n y corrupci6n propiamente dichas. Al generarse algo absoluto, se desliza tambien subrepticiamente una relaci6n. Y cuando aquello se corrompe, desaparece tambien esta -a menudo, tambien, sin que se produzca la menor variaci6n en el sujeto. Tal es, por tanto, el rasgo general de la relaci6n. Una cosa que tiene su propia generaci6n y corrupci6n no es una relaci6n. Ni siquiera se admite una excepci6n, en este punto, alli donde la relaci6n afecta directamente a la substancia, sin mediaci6n de ningun otro accidente -por ejemplo, en el caso de la semejanza esencial de dos individuos de la misma especie (u. supra). De ello se sigue con necesidad que 1tOU y 1to~e no son meras relaciones, circunstancia que resul, ta especialmente clara en el caso del 1tOU, que SI posee una K\ vT]O"\~ propia, autentica374 . Pero 10 que vale de uno de los dos conceptos vale tambien del otro, por el estrecho parentesco existente entre ambas categorlas. Asl pues, 1tOU y 1to~e habran de considerarse modos de ser superiores al 1tp6~ ~\, Y de ninguna manera pOOran subordinarse a et. (b) Llegamos ahora a la segunda parte de la pregunta, a saber, si habria que coordinar los conceptos de OUVUI1 t~ Y EvepYB\U con las categorias, como undecima y duodecima entre elias (0, alternativamente , como novena y decima). Trendelenburg explica la negativa de Arist6teles suponiendo que se trata de conceptos modales375, no pertenecientes al predicado sino a la c6pula 376 . De ser asl, el expediente resultaria tambien plena mente satisfactorio para nosotros, pues seguimos a Trendelenburg en el supuesto de que todas las categorlas se predican de la substancia primera. Con todo, creemos que no carece en absoluto de fundamento la objeci6n que et mismo enuncla mas abajo: .Tal distinci6n apenas se sostiene cuando se considera en que sentido real otSvUI-1t~ y
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Sobre los multiples slgnificados del ente scgl'in Arist6teles
BI en!e IC!gOn I.. figuru de I.. ClteSOrlal
EvepYEtu dominan los conceptos aristotelicos3n. Por ello, ni Brandis ni ningun otro investigador contemporaneo ha querido adherirse al planteamiento propuesto378 . Nosotros nos remitimos a 10 que, en el curso del presente tratado, dijimos en el paragrafo 11 3". Alii, el ov EVEpyeiq se nos revelaba identico, en terminos reales, con el ov que se distribuye en las categorias, del que s610 se distingue conceptualmente en la medida en que el ov EVEpyEiq exige primariamente un ser plenificado por la forma y el ov de las categonas, por el contrario, un ser esencial, definible, subsumible en un genera. Para que ello sea el caso, este ov debe, naturalmente, poseer una forma -y, con ello, ambos son identicos. Respecto del ov lluVa!!Et hemos visto ya tambien, mas arriba, que, en tanto que ov a~EAES, debe reducirse a la categoria correspondiente del ov ~EAEtoV. Con ello, se expJica facilmente como es que, segun la observacion de Trendelenburg, las categonas estan enteramente penetradas, en sentido real, por el ov lluVa!!Et KUt EVEpyEiq, cosa que, en caso contrario, seda imposible que sucediera. Pues las determinaciones modales de la c6pula son, como el propio ser en el sentido de la c6pula, puros entes de razon, sin existencia fuera de la mente. Por ello, tambien Metaph . .1, 12 recalca c1aramente la distincion entre 10 modalmente posible, que no se denomina KUtu IlUVU!!tV, y los cuatro modos del IlUVUtOV mas arriba examinados, que se denominan KO:t(l BuvuJ.uv Buvu'ta380 . He aquilo que quedamos responder a las acusaciones elevadas contra 1a doctrina aristotelica de las categonas. No nos consta haber pasado por alto ninguna intencionadamente. En 10 que hace a si nuestra defensa ha side 0 no exitosa Cy en que medida 10 sea en cada uno de sus puntos), quedo emplazado al juicio de quienes saben mas y, especialmente, de quienes con tanta agudeza y c1aridad han ido destacando todas las dificultades y, mediante la fijacion exacta de los puntos en disputa, han contribuido esencialmente a
que nuestro intento de resolverlas tuviera exito. 5i por momentos me he opuesto a ellos, no ha sido por afm de atacar, sino de defen-
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der, y nunca me hubiera atrevido a hablar contra ellos, de no ser porque 10 hacia en defensa de Aristoteles. Espero parecer asl menos ingrato, en la medida en que me muestro agradecido a aquel con quien tambien ellos se consideran en deuda de gratitud. Se cierra, asl, el campo de nuestra investigacion. En ella, hemos ido progresivamente ascendiendo desde io que se denomina ente con menor propiedad hasta aquello que 10 es en sentido propio. De entre los cuatro significados de oven que este se distribuyo inicialmente, el mas noble resulto ser el ov que se divide seglin las figuras de las categorias. Ahora bien, respecto de las categodas, el capitulo presente ha mostrado que todas se denominan asl en referencia a un ser, en referencia al ser de la printera categona -y que las restantes deben antes denominarse de un ente que ente en sl mismas 3/1l. De ello resulta, pues, que la substancia es el enle por antonomasia, que no solo es sino que es en terminos absolutos. Y aunque de 10 .primero. se habla tambien en multiples sentidos, ia substancia es la primera de todos los enles en todos los sentidos, tanto segtin el concepto como segtin el conocimiento y segtin el tiempo382 • Su ser es el termino respecto del cual todos los demas se hallan en analogia, como ia salud es el termino en referencia al cual todo 10 sano se denomina sano, ya sea porque la posee, 0 porque la produce, 0 porque la muestra, etc. Asi, si la metafisica es la ciencia dei ente en cuanto tal, resulta entonces claro que su objeto principal es la substancia. Pues, en todos los casos de analogias semejantes, la ciencia trata fundamentalmente del primer analogado, del que dependen y reciben su nombre todos los demas. EI mosofo primero debe, par tanto, investigar los principios y causas de la substancia 383. De ella debe sobre todo, en printer lugar y, por asi decir, exclusivamente, considerar que sea 38'.
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EI ente ••gUn las figura. de la. categorlas
Sobre los multiples slgnificados del ente segOn Arist6teles
~ SimyJici~, foJ. 3b, (Basilea }55J):
Notas
il ~EV A&~\C;
Ktt'tT)Y"P(tt A&YEtttl,
roc;
Kata. tOU npD.wa'tO<; ayopEoofiEV1').
, Prantl, Gescblchle der Logfk 1m Abendlande I, p. 205 Y ss.
Vease al respecto Lebrgebaudes, p. 41 y s. 2
Brandis en
su Oberslcbt des Arlstote/Iscben
, Prantl, op. cit. p. 206.
~ Categ. 4, Ib25: troy Kata }'T}8EJ.1{av CJUJ.11tAoKTtV ~J.1EVCOV EKaUtOV iitOt ouatav O'EllaivEt ~ 1toO'ov 11 1totOV 111tPO<; tt ~ nou ~ nott i1 KEt08at
11 ex€tv ii TtOtEtv llrcacrx;Etv. Vease Top. I. 9, 103b21: tatt 5t tauta tOV apt6J.1ov oeKu K. t. A.. (Trad.: .Son en numero de diez, etc .•). S Vease, con todo, Brandis, que se pronuncia repetidamente y con determinaci6n a favor de su autenticidad, ultimamente en su Obersfcbt d. Arlstot. Lehrgeb., p. 47, nota 86. 6 Pranti, Geschlchte der Loglk, I, p. 206 7 Brandis, Grlecbische-Rommlscbe Philosoph Ie III, I, p. 41 Y ss. Zeller, Pbllosophle der Grlechen, 2' edici6n II, 2, p . 189, nota 2. tl Asi,_en Anal. post. J, 22, 83b15 Arist6teles dice: nE1tCpUVtat ta. yEVll nov KQ.tTfYOptCt>V Cirad.: ·Estan limitados los generos de las categoria,s.) y en Sopb. elencb. 22, prine.: E1td7t£P eXOJ.1EV ta. yiY11 trov KatTTYOPlroV (Trad.: ·PUCS poseemos los genE;.ros de !as preqicacioneso). En Top. I, 9, tras enumerar las categorias, afirma: tUUtu Kat ToaaUta E~t (Trad.: oTales son, y en este numero-) y a menudo las denomina a', 8tatpE9Et(J{U KaTfl)'Op(Q.t (Trad.: ·Las categorias distinguidas·), como por ejemplo en De anima I, 1, 402a24; ib. 5, 410a14. Comparse <.:on esto Anal. prior. I, 37, 49a7: oaaxroc; a't KatTfYOP(at 5rUP11vta1 CTrad.: ·En tantas maneras como aquellas en que se dividen las categorias-) y otros pasa;es. En otros pasajes, tras enumerar algl.mas, se refiere a las no nombradas como a't aA.Aal Ka'tTT'fOptCl\ (Trad.: .las otras categof13s.), 10 cual apunta evidentemente a la existencia de una tabla categorial establecida de una vez par todas. , Pbllosopbfe der Grlecben, 2' edici6n, II, 2, p. 191 Y SS.; Grlechiscb-Rom. Phl/osophfe, III, I, p. 43; Bonitz, Sllzungen der k. Academfe der Wtss. PhI/os. Histo, Cl X, 5, 18523, p. 643; Trendelenburg, Geschlchte der Kategorten1ehre, p. 142. 10 Vease mas arriba el cap. 3, § 2 ad /fnem, en el gue qued6 excluido del objeto de 1a metafisica todo aquello que no es E~W T1lC; SlD:VotU<;, perc SI se incluyeron, en cambio, las categor1as. " Grlech.-Rom. Phllos. II, 2, 1, p. 394. 12 Loc. cit. " Phi/OS. d. Grlecb. II, 2, p. 188 Y s. " Op. cit. p. 189, nota I. " Gesch. der theoreiscben Pbllosopble, p. 21!. "Trendelenburg, Gescblcbfe der Kategorlen1ebre, p. 23. " ¥ease Categ. 5, 2all . 18 Trendelenburg, op. cit. p. 6. r 19 An~/'l!rlor. I, ~7, 43a3~:
246
Cf. Trendelenburg, De categorlis. " Sllzungsb. d . k . Acad. d . Will. pbllas. bfsl. Cl. X, 5, p. 623. " Bonitz, op. cit. p. 621. ,. Ritter, Gescblcble der ph flosopbfe III, p. 77. "Hegel, Werke XIV, p. 402. 18 Por ejemplo en An~/. prior. ~, 4~, 52~1~: el nomb~e ~:a'tTffO~{a se u~a como equivalente de KatacpaOl/:; : o~otroc; 0 ex;OUO\ Kat al otEPrtcrE!S npot;, ta.C; Ka'tTryopiac; ta\hu 8icret. '{aov bp' A. QUK '(aoy ecp' au to B, av\oov kep' ot r. OUK avtoov b:p' 00 6. (Trad.: .De manera semejante se camportan tambi~n las privaciones respecto a las predicaciones colocadas en esta posici6n: igua/ en lugar de A, no-fgual en lugar de B, desigual en lugar de C, no-
tn
ou to
o
247
£1 ente segOn las figuras de las categon.s
Sobre los mOltlples slgn1flcados del ente segOn ArlstOteles 'tl~ 'to liE: Ott
1tOl<JV
111toCJov ~ 'tiOv a"A"J..mv
&Ka.CTtOV
'trov Dun,!)
KatTJYOpou-
JlEVroV.
7, l017a22: K0.9' auta. Be &tva.t AEy&tQt OO"CX1tIE,P 'to. cr~r1J,.la;a ~Ttc; Ku'tlJropiuc;. 000.1,00<; ycip A.£YE'tal, tocruutaxooc; ~ .(9 Metapb.
4.
'to.
crTlJ.UxlVE\
'to
ElVat
'ta.
O'1lJ.1?-\vEt~ E~e\ ouv 'tIDV KCX:t11YOPOUJlEVWV J:!-EV tt EO"t't CJT\l1a.{VEt, BE 1t010V, 'ta. O£ 1toaov, oE 1tpOC; n, 6e 7tOlEtv ll1tclO"Xtlv 't'a Be ltOO 'ta liE nOTE, bcacr't'lV 'tou'[wv 'to SlVUt 'tau'!o O"ty.lU{VEt, I I 50 Metaph. N, 2, 1089a7: KUt-tOl nprotov J.1EV, t't av. 1tOA).a~ID1· JIE:V ~P on ou~iav CJTJla.tVE1. 'to cS' Ott nOiov, o' on ROaov, K(ll 'tac; a:u.a.c; 0'1 KUTlJYOp1(X~ .. " V. supra p. 91, nota 37.
'to.
ta
'to
to
'to
" Pbys. Ill, 1, 200b34; Y Metapb. K.
Metapb. L\, 10, l018a35: bed BE "to EV Kat 'to OV 7tOAAaXID<; A£YE'tut UKOAouEhnv avciYKll Kat 'tat1..Cl oaa Kala 'tUU'tU A&"(E't"ut iliatE Kat 'tau'to~ _'V". " . " .... v ,'t, Kal to EtEpOV Ka1 to EVaVtlOV, roOt ElVal EtEpOV KaS &KaatllV KatTtYOpiav. (Trad.: -Y puesto que uno y ente se dicen en muchos sentidos otto tanto tien~ que oc:'rrir ta~bi~n necesariamente en el caso de rodas las n~jones que 53
se dlcen segun los slgOlficados de aqueUos, de modo que -misrIlOo, odiverso- y -contrario- sedn diversos respecto de cada categoria-). , SoC BIb;... Nlcom. I, 4, 1096a23: Etl Ene! t6.ru6ov 'lCJaxwfi. A£yt'tCU 'toJ e't<; to.o't()V, O"l~V... 000. KaS £!.epov OXfVJa KU't1lYOpta<; TOU OVto<; AEynUl. Ta J.16V -yap Tl, £?"Tl !"fJJai'y£\ nov OVtcov, Ta at nOlov n, Ta 0' ~ Ol'r"tyral 7t'pOT£pOV' ou& rap tauta avu).unal OUt' t\<; uA).:ry..a OUt' e'\~ EV n. (Trad.: -Heterogeneas se llaman aquellas casas cuyo sujeto primero es otro, y no se resuel.ven la una en la otra, ni tampoco ambas en la mismaj aSI, la forma y la matena son heterogeneas, y tambieo el esquema de las categorlas del ente
..x
roy
248
la cantidad, la cualidad, y por eso en las definiciones no se iocluye ni -que eso ni .que es uoo., y la esencia e~ ~ed~atam~nte a!ga ~n? y a}go CJUe ,eso). , ,. Metapb. Z, 3, 1029a20~ l.iy
roy (,
/Ca;.
°
a"J..J.n.
on
u:s-
249
Sobre los mtlltlplo. slgnlflcados dol onlo segtln MslOlolos
EI ente segUn las flguras de las categorias
nombre es comun y. cuyo correspondiente enunciado de la entidad es eI mismo, v.gr., vivo, clicho del hombre y clicho del buey•. Eth. Nlcom. I, 4, l096b25: OUK EeJ"t'1.V apa. 'to ayaG6v K01VOV 1"1 KO'tU Il tu V '\Siav. o~ A£yuut; OU ydP SOLKE 'tote; 'YE tU'Z,.TJC; OJ.1OlyUIlOtC;. a.')..').: apa YE 'tcQ cup' kvac; elVU1, 11 7tpOC; BV a7tav'ta cruVfEAllLY ~JL~A~V KaT uvaAoyiuv, cOe; yap EV crolJlun cS'lVtC;, tV '¥UXU volic;, Kat o.')J..~ 011 EV aUqt. (Trad.: -El Bien no eSt por tanto, algo comun conforme a una idea 62
aA]..a moe;
uno
unica. Pero, entonees, tc6mo se dice? No parece, de hecha, que se trate de uno de esos casos de homonimia casual. La homonimia, entonees, ise vincula al hecho de que todos los bienes provienen de uno solo a al de que todos tienden a un solo bien? iNa se tratara, m~s bien, de una unidad par analogia. como en el cuerpo la visi6n, en el alma el intelecto, y en cada cosa 10 suyo.). " Gescb. der Kategorlenlebre, p. 152 Y ss. " Btb. Nlcom V, 6, 113Ia31. 65 V. nota §2. Hay otros ejemplos en Top. I, 17, 108a7: nlV Be 0llot6nym. crK£1t"'" ,." " 'V 'V" '" ,,, .. ;;ov S1t~ 'ts 't.rov, sv S't~pOle; ~VS?,V. coe; ~'tf:po;, 1tpO~"s'tspov 'tt, ,?u'tror; iiJ.J.o 1tP~ iilJ..o, OlOV coc; S1t1cnTJlll 1tPoc; S1t1crtll'tOV. o\Yt'roe; ataeTJcrtJ; 1tpo<; a\aeT}'tov' Kat 0e; ihsp~v BV, £;EPO) 'tt~t, ~u'tror; Ii.~ BV (1).;)..cp~ o~v ,oo"e; o'lne; BV ocp8aAJ,tc9, vol><; cv \jI\lXu. Kilt roc; yaA.1]V1] cv 81lMlaot]. v1]vQltll cv IlCpt. (Trad.: .Hay que mirar la semeJanza en cosas de generos distintos: como 10 uno es a una cosa, 10 otro es a otra ~osa
mt;.D
oaa
250
Este es el Kotv6v en sentido estricto. Vease mas arriba, el pasaje de Ffstca citado en p. 130, nota 39. Para un uso m1s amplio del termino vease mas abajo, § 4. , _ v ~ , , , 70 Metapb. N. 6 1093b18: i:v i:KUatU yap tOU OVtOC; K~t1]"("P\g Ban ;0 o..vu"A.O"(OV, roc; ~usJ ev 1tw't£t 'to 0Jla"A.6v'{crcoc;, BV apteJl4J '(0 1tSpt't'tOV, SV 8E xPOq. 'to I...EUKOV. 71 Gescb. der Kategortenlebre p.157. , , , 72 Muestra esto claramente. par ejempl0, Metapb. Z, 1, 1028a2.6: Ka.! El8s'!.a.t 'tot 0't61JE9a EKa.cr'tOV flul...tcr'ta (hav 't{ ecrnv 0 avSpco1tOC; ~roflsv II 'W 1tUP, fla"A.A.ov i1 'tl) 1tOlOV i1 'to 1tocrov i1 'to 1tOU, e1td Ka.t a.u'tcov 'to\5'trov 'to'ts EKacr'tov '{crflsv, (hav 'tt ecrn 'to 1toO"ov U'to 1tOtOV yvrolJSV (Trad.: .Y, ~en fin, pensamos que conocemos cada cosa, sobre todo, cuando ~abemos que es el hombre 0 el fuego, mis que si sabemos la cualidad, la canttdad 0 el d6nde; y es que, incluso, conocemos cada una de estas cosas cuando sabemos que es la cantidad 0 la cualidad.). 73 Metapb. r, 2, 1003a33. V. supra, p. 135, nota 60. 7'l lb. _ "" , 75 Metapb. Z, I, 1028,a10,: OV 1...~'Ys't~t 1to~/...a:~coc;.: .. <;:'IlIJa.lVS'; yap 'to lJ!:v 't{ Bcr'tt Ka.t 't08s 'tt, 'to Ss on 1tQ~QV ~ 1tocro~ 11 'trov _a.l...~rov s,~acr'tov 'troY oihco Ka'tryyopouflSVjOV. 't,?cra.l?'ta."x?>e; 8s ~~EYOflSVOU ;ou 0';'t00C;, o;toC; tp~vs; pov on 'tou'trov 1tpco'tov ov '(0 n scr'ttV, 01tEP crT1j.la.tVSt 't11v Qucrtav... 't~ 8, a"A."A.a. "A.E'YS'ta.t oV'ta '(eQ 'tou oil'troc; ov'tOC; :Ea j.lEV 1tocro'ttyt"a<; Elva.t, 'to. 8s 1t016'tll'tac;, 'ta 8e 1tu6T), 'ta 8E aUo n 'tOlOU'tOV. " Metapb. r, 2,1003b13. V. p. 141, nota 79; , 77 En Metaph. A 10. 1018a31 se d!ce ,que _svavt1;.?v ~~ un an~lo~o c!e este tipo: 'ta S' at..,J...a. Bvav't{a. I...EYS!a.t ~a I;!sv 'tCQ 't01~U~a. EXStv, T~ 8;. 't{.Q BE~ nK en tanto que otm. Y es que las demas cosas se dice que son potentes 0 capaces las unas porque otra cosa pasee una potencia tal respecto de elIas, las otras ~rque no la pasee, las otras p~rque la pos~e de tal mc;do determina~o: y de modo semejante en el caso de 10 unpotente 0 mcapaz. Asl pues, la def101cl~n principal de patencia, en su sentido primario, sera: principio p~oductor ~e camblO en otm, 0 <en ello mismo, pero> en tanto que otro·)' En"cambIo, en 16gtca y geemetria se habla tambien de una 8uvaJ..ltC; y de un 8uva'tov. pero en tales casos se da 5610 una analogia de proporcionalidad. Vide supra, pp. 84 Y 85, notas 5 y 6. 69
:?
251
Sobre 10. mOltiple. significado. del ente aegOn Artattltel ..
El cote scgiin las figuras de las categorias
~ Asi es como en Melaph. e. 1, 1046a6 los nombres que tienen multiples sl~ificad?s, pero unidos en la iguaJdad del t~rmino, se distinguen de los hom6Olmos, ~entra~ lo~ a~;ilogo~s de p!opOrcionalidad quedan inc1uidos en el1os:, 'tOUtCOV cS oaut IJBV 0J.lrovul·H.t1~ Aiyov'tut cSUVUJlEtt; acpdaOooaav' EVta.t "fuP OJ.lOtO't"l1't'i nv\ U'yov'tut '" oaul 5e npoc; E'ic5or; K. 'to J... (Trad.: -De est?s,. queden a un lade todes aquellos en que se habla de potencias por ~omomnl1a .
todas partes del ser, rambien en todas partes se trata de la misma oposici??: los terminos son diversos, pero la relaci6n es identica ... As'i pues, las Oposlclones establecen entre los diez generos del ser tgua/dades de re/act6n, proporctones,
.
sue
to auto
rnLSma espeCIC •..•).
• 79 J:felafb. ;. 2: 1~3bll : _Kaea~p •o~v '!Ul 'tIDv UytEtVWV U1tclV'tC1lV Jllu t:7t\~'t~'l ECJ1"\V, O~O\CJJC; .:tOu~o ~a1 t1t.!. 1'O)v c!I..A.cov. "ou rcip_ flOVOV nov
)Cae E~V AEYO~EVWV t1t,lO't!U-'Tt<; ~(j[l 8E~pT'loat ~tae;, aAAa Kat 't'Q)V npoe; ,.dav ~yo~~v!,:?v cpuo!..v· Kat Y!lP 'to.",U~~ 1'P01tOV nva Aiyt'CUt KaS' &v. 611Aov ouv on TO. oV1'a fltae; 9EroPT}cro.t 1] Ovtu. (Trad.: -Asi pues, del mismo modo que de todas, las cosas sanas se ocupa una sola ciencia, igualmente ocurie esto en los demas casos. Corresponde, en efecto, a una (mica ciencia estudiar no sola~ente aquellas cosas que se denominan seg6:n un Cinko Significado sino tambIen a las .que se de!"omina~ en relaci6n co~ una sola naturalez3; y e~ que estas se denomman tamblen, en clerto modo, segon un solo Significado. Es, pues, evidente que ~1 e~djo de los emes, en tanto que entes, corresponde tambien a una sola
rr:tsm,o
252
analogfas: tres exprestones stn6nimas-). 83 De part. anlm. I, 5, 645b26. v. supra, p. 135, nota 59. Comparese Anal. post. I, 10, 76a38. ,. Metaph. Z, 16, 1040b21; I, 2, 1053b19. 0 tambi~n, en otros pasajes, de principia general. .. Pbrs. III, 1, 200b34. ,v. ~upra p; 130, nota ?9. Meta'p~. ~ 4, J070~1 : napa. yap 1'f)V ouoiav Ka1 faAAQ 'tn KaTT)yopoutJEVa. OUSEV t:an K01VOV. 8S
(Trad.: .Pues nada hay comlin fuera de la substancia y de las restantes categorias~). , '" 87 Ana/.yost. Ik 1~, 9~b19: Il~'ta ~&,~ 'tou1'o ~ Aa.j30V'tQ_ 'tt 1'~ Ylfvoc;, Ot2 V 1t01'EPOV 1'rov noorov 11 1'rov 1t01.OlV, 'to. tato. nuell gewp£tv Oln 'trov KOtVWV npol't'rov. (Trad.: _Y despues de eso, una vez admitido que es el genero, v. gr., si es de los quanta 0 de los qualta, observar las afecciones propias a traves de las primeras <propiedades> comunes-). , 88 Metapb. K. 3, 1061bll: bu:1. B& TO TE OV ct1tav le1l9' EV 'tt Kat KO\VOV A£yt1'at 1tOAAaXme; A.&yOIl£VOV... (Trad.: -Y puesto que 10 eote, aunque se diga en muchos sentidos en todos los casos se dice segun algo limeo y comun .. .·). 10 mismo ib. p. lo6Ob35. Que este KOlVOV es la ouaia resulta claro a partir de 10 clicho en el pad.grafo ante[ior. ,_, _ ~ , ~ 89 Top'. N, 6, 127b6: 1(0.1'0. nav1'Crlv yap 'tCov E100lV cruvrovu~OJe; 1'0 YEVOe; KU'tllYDPEl1'at (Trad.: -Pues el genera se predica sin6nimamente de todas las especieso). Comparese TOp. IV, 3, 123a28. 90 Metaph. A 28 1024b12, etc. V. supra p. 134, notas 55 y 56. _ _ 91 Metaph . I, 3, 1054b35: a).).a. "1 flEV TO )'iVOt; ihepa, Tli Ii' 6V T1] aUT11 (J\)
'to.
pos/
TOp.
fa.
'to
253
Sobre los mOltiples slgnlflcados del ente segOn ArlstOtele.
HI ente segUn las flguras de las categorias
seri~ necesario quiza determinar de qu~ genera resulta ser el alma, y que es: es deca, si es Una entidad individual y una substancia. 0 una cantidad, 0 una rualidad, 0 alguna otra de las categor..s que hemos distinguido-). De anIma II 1 41236: A.tyo~lE;V o~ )'iva; tV '[1 'tIDV OVtoov nlV OOO\UV K. 'to A... (Trad.: .D~~ que uno ~e los ~e~er~s del,.. ente ~s I~ ~ubstan~ia.). Ml!.tapb . ,1, 1, l022b18 :,..:J.1I;XA10".:!u Oi toO J;L~po~ ~}Val ?EP'!llOV EKQmoU ')'I::vou.; Kat KUplCt)la'ta 'tOU 1[00'00' &VTEUGSV yap E1t\ Ta aUa EAry.,UOEV. (Trad.: •... pera, mas que nada, seT medida primera de cada genera y especialmente de la cantidad. En efeeto, de ~;te Ulli!,,~ se pas, a los ~emas sisnifi~ados ~e ),no")' !fetaf~' A, 5,. 1.971a24, nUa }ie aU(~lV a1.t\~ K£11 O'to\;E1Q roCJ1t£~ E~X.e'1 tIDV J...111 tv 'tau't'oo y€VE1,
bombre se predica del hombre individual, y animal se predica de hombre; asi que tambi~n del hombre individual se predicaJi animal: en efecto, el hombre
'XPWJ..1Utrov, 'VocpOV, oucrtrov, 1tooo't'TTto<;. 1tATtv teQ o.wi.J..oyov. (Trad.: .las causas y los principios son distintos para casas distintas que no pertenecen al mismo &.~nero,~. a ':0 s,er anal!"gicame?te.). Metafh. ,N. 2, 1 089b~?, mh01 liii yE
254
Individual es hombre tanto como animal-). v " 101 VIde supra § 4, p. 138, nota 75 -Anal. post. 1, 22, 83a25: oaa lIS ~rl ooa{av CJ'11.1a{v&t.. " O'UJlP&PllKO'ta. (Trad.: ,.Los que no significan la substancla son ... accidentes-). , , "~ _, ~ _ 10l Metaph. Z. 3, 1029323: ta ",tV yap uJ.J..a t1lt; ouata~ KU'tT1YOpEtte l . (Trad., .!.as demas, en erecto,- se predican de la subst'!pcia.) Ca~. 5, 2b3?: ~n a't 7tpWtut oucrlat lila. to tote; allote; a1taOlV U1tOKE\aea.\ KUptID'tatCl oucrlat Atyovtal. ro~ 0& ye a\.1tprot~\ OUcrl~' 1t.P~ t~ CiAf.;:J. 1tCi~u E;ouat~, o\ltm t~ StSll m\ to. yEVI1 trov 1tpO?tCOV oum~v 1tpOe; ta Aol1ta 1taV'ta EIE\" Ka.'ta to,Jtcov .,up naV'ta to. Ao\1tU KatflYOPEttal. (Trad.: .Aparte de esto, las substancias primeras se llaman substancias con la mixima propiedad, poe el hecho ?e subyacer a todo 10 demasj del mismo modo, precis~mente, que ~as substanc13S primeras se relacionan con todo 10 dem
255
Sobre los m6ltlples slgnillcadoo del ente aegOn Arlst6teles
El ente seg6n las figuras de las categor'ias
des accidentes -con 10 cual, naturalmente, hay una gran cantidad de accidentes que no pueden predicarsc de 13 substancia, pues no puedo decir que el hombre sea virtud, aunque sea virtuoso. Amonio llama aderrus la atenci6n sabre el hecha de que hay muchas nombres abstractos de accidentes para los que no existe una forma concreta, de suerte que no pueden predicarse de mexia alguno de la subsrancia, ni siquiera en la fa nna de un par6nimo emparentado con ellos. 105 Anal.lost. I. 22, 83a4: (hav J.1EV yc:ip TO A£U1COV elVat
su}eto al que pertenece como accidente aqueUo de )0 que el mismo es pr~i cado-) (es decir, e) sujeto del que es predicado natural). Vease la nota de Bomtz a este pasaje. III V. supra p. 145, nota 105. m SIIZb. Der k. Acad. der Wissenscbaften phil. Hlsi. CI. X, 5, p . 621. Tales pasajes son: Soph. elench. 31, 181. b, 27; Melaph. r, 2. 1004a28; Metaph. Z, 1. 1028a28. ,1< Pbllas. der Griecben 11. 2. 187. Nota 1. 1\5 Op. cit. p. 612. 116 Grtech-ROm . Phil II, 2, I, p. 376 . 117 Gp. cit. III, 1, p . 39. -En todo caso, la esencia podria ser considerada pr~ dicado, en la medida en que, mediante ella, la indeterminaci6n de la malena consigue determinaci6n-. . . 118 Esto es algo sabre 10 que insistieron ya a menudo los comentanstas an!tguos. Por ejemplo Fil6pono (Schol. 31.6: Ent\Srj to\VUV III SSKIl q>
256
257
to
.
we;
~
-...
Sobre los multiples significado. del ente .egUn Arlst6tele.
EI ente segUn las flguras de las categorfas
123 Metapb. H, 3J..l043b28: roO"t' ouaiac; £(J't\ ~6V ~ Ev6iXEtU\ elva\ opOV Kat A.Oyov, otov 'nl<; auv9E'tOU, keLV t£ u'\cr{)ytnl eclv "C& VOllnl U' £~ cSv 0' au'tll npro'toov, OUK EO"t\V, E{1t~ 1"\ Kata 't\~ CJ1l..&U(VEl 0 M>YOC; b op\(T'n-
12~ Melapb. H, 6, 1045a20: <pavEpov Btl Ott OUtro f.I£V l..u:·t\oucnv roc; e'tcJ9uenv (los plat6nicos) bp{~Ecr9a\ Kat AE"f&tV, OUK EVS€XEtut ct1tOOouvat Kat AUaat 'tTlV cuto'piuv (a saber: 7CEp{ 'tE tOUC; bpt(J~ouC; Ka1. m:p1. 'tOU<; ap1.6~OU~ 'tt a'tnov 'tOU EV ElVa1. ib. a8) E't S' E()CtV. OOCJ1tEP I.iYO~EV. 'to JlEV U)..l1 'to 88 ~opcpTi. Ka1. to ~EV SUVciJlE1. to S' kvepydq., oU Ken anopia SO~E1.EV <Xv £tV(l1. to ~T}'touJlevov. Eon yap autT} T} anop{a il £tUttl Kav E1. b 020C; Et!) O~(x.t{oo 6 ()C('O.".uAoC; Xa)..KOC;· iiT} yap av OTijlE1.0V tOuvoJla 't'ou'to 't'ou )..oyoo, WatE 1'0 ~T}'t'0\5J.1EVOV EOt1. 't'i a.'{nov 1'00 tV ElVa1. 1'0 O''tpOyyUAoV Ka1. TOV xaAKov. OUK£'t'1. B' ;, cmopla c,')atVE't'at, ill't 1'0 JlEY u)..T} 1'0 OE J.10PfPTl(Trad.: ·Los que proceden 351, can el modo en que acostumbran a definir y enunciar, es evidente que no pueden resolver esta dificultad. Pero si, como nosotros decimos, 10 uno es materia y 10 otto es forma, y 10 uno es en patencia y 10 arro en acto, 10 preguntado dejaci de aparecer como un problema. De hecho, se trata de ta misma aporia que si la defmici6n de 'vestido' fuera 'bronce redondo', en cuyo casa aquella palabra significaria este enunciado y, par tanto, 10 preguntado serb cual es la causa de que 10 redondo y eI bronce sean alga uno. Ahara bien, esto no parece que sea en absoluto un problema: <son alga uno> porque aquello es materia y esto forma·), Vease Metapb. Z, 12, 1037b8; De part. anlm. I, 3, 643a24: 'em 0' i] oUICjlOpa '" Eio~ i:v , Y segtin la materia.), Metaph. I, 8, 1058.23: '" 8E YEVO, UA'l o() Aiy&
que se delimita 10 ente, Se trata de algo de 10 cual se predica cada una de estas y cuyo ser es otro que el de cada una de las casas que se predican un tamano, dice que es y significa un quantum. De manera semejante tarnbien en los dem.
258
259
KO~ Kat
oil
to oomu:p U"'flV Etvat, to 5t roc; f.lopqn)v. (Trad.: -Hay un tipo de
substancia de la cual puede haber defmici6n y enundado: 1a compuesta, sea sensible 0 inteligible. No la hay, sin embargo, de sus elementos primeros, ya que el enunciado expresa 'alga de algo' y 10 prirnero ha de darse como materia y 10 segundo como fonna-),
ro, TI'
-
-.;
Sobre los m61tlples significado. del ente seg6n Arlst6teles
EI eote segUn las figuras de las categorias
en cambia, cuanda se dice acerca de otra, no significa qtd es, sino quantum, quale 0 alguna de las ooas predicacione..). Metapb. Z, 1, 1028a'l.6: Ken £\OE'!!l' '(0'(' o'u)}.u:9a EKao'tov J.lc1A.lcrta. cfta,V ,.{ 6U'tlV 0 avOpoo1tOC; yYC.IlJ.1tv q'to 1tUp. ... , , ... , .. , J,lallov 11 'to nOlOV 11 'to nOGOV '1 "to nou, tntl leal aUTCIlV 'to\)'(CllV tOtE &KUcrtOV '\crJ..l..EV, otav 'tf £CTn .ro 7tOO'ov ~ ftDtOV )'VJ.1ev. (Trad.: .Y, en fUl, pensamos que conocemos cada cosa, sobre todD, cuando sabemos que es eI
ran d , op. ' CIt. p. 196. I" P
us Top. JII, I, 1I6a23: £7t£l'tCl cSE ,.0 01t£p tooe tl 'tou 1111 ev rEVEt, OlOV il 6nCClloO'uve 'tou cS1Ka.tOU· 'to J1EV yap ev yiVEl tcQ ciya8CQ, 'to 0' OU, Kat 'to ",tv o1tep a:ya.8ov, 'to cS' oU. (Trad.: .Despu~s, 10 que es precisamente un esto <es preferible> a 10 que no esta incluido en su g~nero, v. gr., la justicia <es preferible> al justo, pues aquetla esta incluida en su g~nero, cl bien, y este, en cambio, nOj y aquella es precisamente 10 que es el bien, y ~ste, en cambia. no.).
'" Op. cit. p. 198. 148 Op. cit. p. 208. I" Op. cit. p.209. ISO Anal. Prior. I, 27, 43325: a7tavtt.l)V 6~ 'tIDV OvtIDV 'fa J.1EV eatt 'tOlaUta., cOO"t£ 1Ca'tc1 J1T)&vo't aUOLJ KatrnuPE1cr9ul cl)."sOi<; Ka8oJ...ou, OlOV lO.ioov Kat Ka).,).,{a<; Kat to KaO' tKaC'J'tOV Kat a'lO{ht'fov, Ka'ta. oE tOOtrov riUa. K. 'to J.... (Trad.: .De todas las casas que exist en, unas son tales que no pueden predicarse universalmente can verdad de ninguna otra
260
261
-., . , -
-
~
~
to
hombre 0 el fuego, mas que si sabemos la cualidad. la cantidad 0 el d6ndc; y
es que, incluso, conocernos cada una de estas casas cuanda sabemos que es la cantidad 0 la cualidad·). Cf. ib. 4, 1030322. 136 Metaph. 4 7. 1017a22: Knot Qu'ta oE elV(U ;...&)'EtQl OCJa7tEP cnp.aa{wl 'ta axtiJ,J.a-ra 't1'}!; Ka.'t'!)YOptac;' ocraxroq ydp ).irETat 'focra()Taxro~ TO £'ival a1VJa(V&L 6:7t&1. oU-v nov Ka'nwopOUJlEVrov 'ta. Hev t{ ecrn CJ1'lJlaivBt, t§ oE 7tOtOV, ta 68 7toC'J'ov, to. os 1tpo<; tt, ta. os notetv ft 1taO'x,etv, ta. cSs nou, 'ta. ~' , ., ; ,,... ., , 'I (Tra.:· d P or a Ifa uS 1tOte, CKaO'tq> tOUtrov 'to Etvat 1'auto C'J'1lJlawct 1(. t. I\.. parte, se dice que son par si mismas todas las cosas significadas par las distintas categorias: en efeeto, pues euantas son las ealegorias, tantas son las signiftcaelones del ser. Ahara bien, puesto que, de los predicados, unos signifiean la subsunda, otros una cualidad, otros una eantidad, otros alguna relaci6n, otros un haeer 0 un padecer, otros d6nde y otros cu
mos-.
'to.
FP
°
I!I ente seg(in I.. figura. de I.. categorl.s
Sobre los mllltlple. slgnltlcados del ente seglln Arlst6teles
el enunciado indica el que es ser, y esto es preciso realizarlo correctamente-). Top, 1, 6, 102b27: 1-"1 ).!lvOav.no 0' hi,liic; Ihl '" ltpOe; (contra) 'iOIOV Kal "Co yivoc; Kat to O'UIlPcPllKoc;; mlvta Kat 1tPO~ OptCfJJOUC; apJ.L0aet AiYEO'GaL o£i;aVTU; yap OTt OU Il0vql unciPIEt "C~ uno 'tOy OP10'J.'OV, W01t&P Kal
tous.
to
ou
bd 'rOU '\Oio~ ~ on yi~ 'to o:mXioOiv tV "CeQ OP\OIlc9. ~ Ott 00]. intciPXtt n 'troy tv "CCQ AOy
uVUPllKO'tEC; ko-ollEOn 'tOY optcr)Jov' WCttt K(11"(1 'tov E~mpooGEv (v~ase cap. 5) a,nooo9&vt'u 'AoYOy c2rrav-r' c'{TJ TP07rOV opucd 'rei lCarrplOJ.lTJ).Jiva. 00 cSui tou'to Iltav btl. nav'toov Ku90AOU JlEOo50v ~lltll'tEOV. (Trad.: ·No se nos ha de ocultar que todo 10 referente a 10 propia, al genero y 31 accidente tambil!n corresponde decirlo respecto de las defmiciones. En eleelo, habiendo mostrado que 10 contenido en la definici6n no se da e n una sola casa, como es el caSD de 10 propio, D que no es genero 10 que se da como explicaci6n en la definici6n, 0 que no se cumple algo de 10 que se dice en el enunciado, 10 cual podria decirse precisamente en el caso del accidente, habremos eliminado la deflOici6n; de modo que tambien, segun la explicaci6n antes dada, todas las cosas recien enumeradas serian de algOn modo deflnitarias. Pern no por eso hay que buscar un metodo universal para todas elIas en conjuntoo).
av
oJ.:;.:
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nva
Top, I, 5, 102a32, V~ase Top, N, 2, 122a5, Categ, 5, 2a20, Top. I, 4, 101b18: Ka.1 ydP T~V 51a.c.popav res ouoa.v ')'£VIK~V elloo Tc:9
.,.EVEl TaKTBov (Trad.: ·Pues tambien la diferencia, al ser generica, ha de ser colocada en el mismo lugar que el genera.). 160 Top. I, 8, l03b7: ava"(KTJ ycip 7tav TO m;p{ TWOS Ka."tTfYOPOUj..1EVOV TlTOt aVTlKa."t1'TYopt1crOat 'tOU npawaTOS ~ j..1Tl. Kat it ~£V CxVttKantyopEi'tat, opOS il'lSlov
oe
to
," Por ejemplo, en Pbys, III, 3, 202.18: ",ooerr. 0flO(OOe; l1(a i] UI1,!,o'iv
EVSP'}'&la. manc~ 'to o.u'(o otclO''tTVJ.a. BV repoc; 01.50 Kat 01.50 1tpOC; tV, Kat to CtVavtEr; Kat to KatCXv'tE<;' 'tau'ta yap BV ~sv Bmw, 0 j.l.EV'tO\ M5yo<; oux etr; (Trad.: .De modo que la actualizaci6n de ambos es una y la misma -10 mismo que el intervalo 1/ 2 y el 2/1 es el mismo y la cuesta arriba con relaci6n a la cuesta abajo. Estos son una sola cosa, pero su definici6n no es la misma»). 163 Metaph. A 28, l024b15: ou5e yelp tao'ta. avaAuE'tat oih' itr; Ci)...A.l1A.a oih' itC; tV n. (Trad.:·Y es que estos no se resuelven ni los unos en los otros, ni
Som
rap
al mismo, el g~nero aplieado no sera talo), Cf. Top, VI, 6, 144bI4, 165 Top. I, 15, 107a27: Kat oihrot; ouv apcpOtEpa 'tei yuvll Ka.nl'rOpE\'tat
qn)crtt;, tcQ aKOAOu9E\V aAAtlAolr; oooncp aPXrlKa1 a.'t'tl0V, UAA' OOX cOt; tvt /..6Y41 of\houfl-£va (Trad.: .1.0 ente y 10 uno son 10 mismo y una naturaleza en la medida en que entre ambos se da la misma correlaci6n que entre causa y principio-).
Ka.'tct tOU KopaKOr;, Kat 0 A6yor; au'(rov. Em 5£ 'troY JlTl U1t' (iAAflAa y£yrov ou OUJlJ3a.(Y£t tou'to. Top. IV, 2, 122bl: ouJlPtloE'tal ycip 'to rivor; Kat 'to EtcSor; 'tou au'too EV tq; 'tt E(rn KantYOpila9al, man: 'to au'to ono OUO rEVT) yiV£'tal. CxvayKa\OV oov im' clI..A:rV·.a. ta yEVll Elval. (Trad.: .En efecto, ocurrici que tanto el genero como la especie se predicadn de la misma cosa en el que es, de modo que esa misma cosa lIegara a estar bajo dos generos. Asi pues, es necesario que los g~neras esten subordinados entre sio). 166 Metaph. I, 7, 1057b7: 8K yap 'tou y8VOlX; Kat 'troY otafPopoov 'tel £'tST}. (Trad.: .Puesto que las e¥cies se componen del ~enero y de las diferencias o). 167 Categ. 3, 1b16: 'tCllV f:tE'pCllV "(EYcOV Kat ~Tl un' u)..J..,llA-a t£'ta"(}J.£YCllV ih£pat tc:9 S'{OEt Kat a.t Btacpopat, otov ~c.10V Kat btlo'tT1pTl';' ~cQov J.1&v yap ota.cpopat otov 'to TE 1tE~OV Ka1 'to Ot1tOUV. Kat 'to n'tllVOY Kal to EVUOPOV, bnO''tTltlJ<; 08 OUOEj.l.tcx tOunLIV' OU yap otacpepsl 8mcrtrU..t11 EmanU.ll1S 'tcQ 5t1tOUS £tva.\, 16iJ Anal. post. II, 13, 97328: "to cS£ ta~at wr; OCt £(J'tat. Eav 'to npro'tov AdJ31). 'tou'to 0' £O"tal, i:civ Al1
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objeto,), 161 Metaph. r. 2, lOO3b31: ouBev ihepov 'to BY 1tapa to DV (Trad.: .1.0 uno ) - b22'~" ~ " ; ' d e I0 ente•. no es a Igo d lVerso : E\ 011 'to EV Kat" to" OV 'tau'tov Kat' ~la
Sobre los m6ltlple••Ignlflcado. del ente segtln Arlst6teles
I!I ente segtln las figuras de las c.legorlas
a.va"fK11 rU.P
Elva( 1'\ fO\OU'tov K. 1... ,'t. (Trad,; .El ordenar como se debe sent tambien posible si se toma 10 primero opa ~ oua{a tOO 1tpcL"(JJatOe; Ecrtat Kai 0 OPIC1",uf~ i(m::p Jl~ oii 1tOAMlKt, taim> Aiyetv SV taU; OPOt,' 1t£p£epyov yrip K. t. 1. '(Trad.: .Estas, en efecto , son las diferencias del pie, ya que tener dedos es una manera de ser los pies. Y siempre se procurarc1 seguir de este modo hasta lIegar a las <especies> que ya no tienen diferencias, en cuyo casa habrc1 tantas especies de pies como diferencias, y los animales dotados de pies seran iguales en numero a las diferencias. Ahora bien, si esto es asi, es evidente que la diferencia ultima sera fa sumtancla y fa dejlntc16n de la cosa, puesto que no conviene repetic muchas veces las mismas casas en las definiciones, ya que sena superfluoo). l~l Me!aph . Z, 12, 1038a8: cpavepov o'tt " Optcr•.,,)e; Bcrttv " tK troy Sta.q>opoov AOrOe;. (Trad.: ·Es manifiesto sue la defrnici6n es el enuneiado formado a partir ge las difer~ncias.); ib. a, 28: ~OtE q>avEpov Ott 0 OPlcrJ.10; A61O; EOtlV o EK troy 5taq>opoov Kal tOUtOOV t1lc; uAtutatae; Ko:ni YE to op96v (Trad.: .Con~ue es. evidc~te que la definici6n es eI enunciado constituido a partir de las dJferenclas, y 51 es correcta, a partir de la ultima de ellas.). " m Met,:pb. f!. 2, 10?3al~: £O\1C£ .,.up (, J-liv O\(X ·nov otarpoprov /..Oro; tOU elOouc; Kat t11c; £VE:p~l~ lava\. '" lb . • 12, ;, svipr
oe
'ta
...,ev
oe
264
.".
ingresan en la defmici6nJ cada uno de eUos se dad. en mAs cosas, pera todos juntos ya no: en efeeto, esa serc1 necesariamente la substancia de la cosa o). La diferenc1a establecida en la defmlci6n tiene a menudo una extensi6n mayor que el deftnttum porque, al dar la def1I1ici6n, no siempre so mos capaces de encontear la diferencia propiamente dicha, i.e. la que da a conoeer la forma substan~ cial de la propia 'Cspecie. Cuando no nos son conocidas las formas e~enciales en cuanto tales, debemos suplirlas aduciendo accidentes que sean slgnos de dichas formas, y a los que cabe denominar diferencias esenciales en la medida en que ayudan a aclarar la forma esencial. Pero estos se encuentran fuera del deflnttum, pues los accidentes propios 005 lota) de la espe:cie s610 pueden exponerse mediante la definici6n de la especie. _Cf. Metapb. Z, 12, 1038~8: . ;.: q>avepoy on 0 opt0}l6C; £0't\V " EK 'troy otaq>oprov A.Oroe;. nUei J-ltlY Kat OCt "fE 01utpel09at titv_ 't~ 51aC{'2p~ ~otaq>Opci~. OlOV ~ojov §1CUPOpcl t~ tmo1touv; ncLA\V tau ~q>oo tOu u7to1to50C; t1l.V Sla.q>opav SEt et3Evat II tm67touv. wcrr' ou AElCtEOV tOO im61to50e; to ,.1I1v 1t'tepmtoY to 5& U7t'tEpOY (comp~rese con esto Tg>. VI, 6, 144b14), savru:p My!! KaAOX;, aU" ata TO aDuva'fslV 1fon1CTSt 'fOvro' o.A;'" fl to Jl&V OX,ll;o1toUY to uoXtcrtov; aO'tQt yap otacpopa' 1tOO6,' ;, yap axti;onooia "OOOt1)<; ftc;. ('rrad.: •... I!s evidente que la definici6n es el enunciado constituido a partir de las diferencias. Pero es necesario que se divida la diferencia de la diferenda. Por ejemplo, 'dotado de pies' es una diferencia de 'animal'. Y a su vez, ha de considerarse la diferencia de 'animal-dotado de pies', en tanto que dotado de pies: por tanto, si la enumeraci6n es correcta, no ha de decirse que el dotado de pies se divide en 'alado' Y 'carente de alas' <mis bien se haria tal cosa por incapacidad>, sino en 'con dedos' y 'sin dedas'. Estas, en efecto, son las diferencias del pie, ya que tener dedos es una manera de ser de los pies-). 175 De tnterpr. 7, 17a38: BTt£t S' E01"l tei ).lSV Ka86A.ou trov 7tpaWcL·t(llv. 'tei os teae' tKaO'TOV
rap
265
Sabre 103 mtlltlpl•••lgnlficad03 del ent. . .gOn Motor.i••
EI ente segiin las figuras de las categorias
pues tiene que sec la actualizaci6n de ambos: eUo es capaz de mover en virtud de la polencia, pero mueve de hecho en virtud de la actuaJizad6n. Coogue es actualizador de 10 movible, de modo que la aClualtzacf6n de ambos es un~ y la mtsma ;-10 mismo que el int~rvalo 112 y 2/1 es el mismo y la cuest~ ~rnba con relac~6n a la cuesta abajo. Estos son una sola cosa, perc su defi0lc16n no es la ffilsma . E igualmente con 10 que mueve y es movido.). -Cf. Afelapb. K, 9, 1066a3O. A continuaci6n se suscitan algunos rcparos contra la le0na propuesta (3 21 -bS), que se resuelven en 10 que sigue CbS -b22). Pero la idea central sigue siendo que, por mis que se d~ una identidad real entre cStcSaaKElV Y J,1av8civEIV, entre 7tOtt"iv y 1ta~&\V. los conceptos permanecen
Comparese Brandis. op. cit. n. 2. I, p. 396; III, 4. p. 40; Trendelenburg, Gesch. der Kaleg., p . 157; Zeller, Phtlos. der Grlech. n. 2, p . 187 Y s .• etc. 191 Vease Brandis, op. cit., III, I, p . 46. 192 TOp. IV, 2, 122b18: Kat it t~V atacpopciv E'tC; 't'o yivo<; i:911KEV, otov to neptt'tov 07tEP apt8llov. otacpopci ~p aptOllou to nEptt'tov, OUK e1oo<; tcTttv. oueSs ooxii IlE't'SXEtV t, eStacpopci 'tou y&vou<;' nav yap 'to lleTEXov 't'ou YE'yOUC; il E'i&x; il Q't'o,",ov satl~ t, ~ olaQOpa OUTE etooc; OUTE QTO,..OV E<J'ttV. OllAOV ouv iht ou Ilt't'EXEt tOU yCVOUC; 1] ata
co_mpl~ta~ent.e d~tint?s. Cf.rb, 4:, o~ rclP taUrel navta UnapX6\ to\<; oncocrouv 'to\<; aUTot<;, allci J.10VOV 0\<; to Etva\ (comp. Phys. IV, 11, 219a21) 'to aUTO. (Trad.: .Pues no es cierto que las mismas cosas se den todas en las que son 10 mlsmo de cualquier forma, sino en las que son 10 mismo por el ser.). Igualdad en todas Jas propiedades s610 se da alli donde las casas son identicas ' objetiva y. c~n.cep~alment<;. -d. b19: 0?w><;. 0: i",:lV ouo· ~ ~Ofoal;t<; Tl1 ~aarju£t o~o TJ nO,t1lC!t<; 'tU 7tc;t6tP~t to ,au,to ~P\~~ a~' CiJ lmaplEt taUTa, 1] KtV1"}cr!<;' to yap tOOOE E:V tC90E Ka.t to "muo£ uno 't'OUOE: sv£p)'ttav e1vat In:pov 'rep AO}tP. (Trad.: ·Por habJar en t~rminos generales, no cs cieno que Ja docencia sea 10 mismo, en sentido prapio, que el aprendizaje ni el proceso activo que el proceso pasivo, sino aqueJlo en 10 que se dan estas casas, a saber, el movimiento. Po:qu~ el que haya una ac~alizad6n de esto en esto otto, y el que haya una actuahzac16n de esto por agencla de esto otto, son diferentes par la deflOici6n.)' 179 pat~g. ,..6, 4b22: &~t, 08 ~troptO'J.1~VOV fSV ?tov ~pt9~0<; Kal MJ'yoc;, ~VEXE<; OE OtOV ypaJ.1ll1l. E7ttc.paVEUl, O'WIla.. £'tt & napa tau't'a XPOVOC; Kat 't~07toc;. (Trad.: .~ discreto, por ejemplo, el numera y el enunciado, continua la ~mea, la superficle, el cuerpo y aun, aparte de esto, el tiempo y el lugaro)' Cf. lb. 5bS. _1~ !:hys. ry, 4: 212a20: WO'tE 't'o tou 7tEptEXOY't'o<; 1t£pnc; UKtvll't'OV npoo'tov 'tOU't Eonv 0 'tono<;. (Trad.: ·De modo que el primer limite inmovil de 10 que contiene, eso es el lus.r.). Cf. ib. 5. 212b27. . 181 lb. a28: oui. 'toU'tO 60KE1 S7tl1tc6ov n Elvat " 't01to<; (Trad.: .Por eso tambll~n parece que el lugar es una superflcieo). • 1~ PhJ!.s. "ry. 5, 2~2a31; v ouv O'oollan ton n eK'tOC; OOOIl(1 nept£x ov aUTO, 'to.U'tO EOny ev 'tonro.. (Trad.: .Asi pues. esti en un Jugar aquel cuerpo que conUene fuera un cuerpo que 10 contiene.). '" Melaph .
266
190
oe
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yap
n
267
n
EI enle segOn las figuras de las calegor!as
Sabre los mOltlpie••Ignlfk:ado. del enle oegOn Alist6tele.
es aquello de 10 cual se dicen las dem~ cosas sin que ello mismo <se diga>. a su vez, de ninguna otra. Por eso debemos hacer, en primer lugar, ]as distinciones oportunas acerca de eI: porque parece que substancia es, en sumo grado, el sujeto primero. Y se dice que es tal, en un sentido, la materia,en otro sentido la forma, yen un tercer sentido el compuesto de ambas.). 197 Z, 3. 102932, v~ase la nota anterior. De anima II, 2, 414314: rplXIDr; yap AEyoJ.u!vr]!; "Tic; Quafac;. Ka9a7tEp E·i1to~u:v. (Trad.: -Substancia se dice de tres ~.nerf!S' c. como materia y como compuesto de ambas·), cr. Metaph. If. I, 1042325: a't S' ala9J}t(l\ ooaCat micrat i)),,'lv exoucrtv. Eon o· Quata lmOKE\Jlf:vQv. aUco~ IlEV il U)..., (O').l1V A.E"(ffi i1 ).l~ tOOt tt ouoa tv£pydq. ouvaJ.Lct to'[\ toS£ tl). Cilloo~ 0' b ).oyo~ Kal i1 ).lOpQ)11. {) Tooe tl DV. tc9 AO~ XOOPlOtOV tattv. tphov os tK tOlltroV 1(. t. ).. (Trad,: -Las substancias sensibles tienen todas materia, Y substancia es el sujeto: en cierto sentido. la materia
'to
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268
contra~one al 1'0&
Ka\ 1taVtO~ rap 0').,11 Tlt; tonv 0 ,,111 kern ,.{ flv ElVal Kat £l50c; aUTO KaS' aUTO CtAMl TOOE Tl. (Trad,: .Tiene algiin tipo de materia todo aquello que, en si mismo y por sl mismo, no es esencia y forma, sino algo particular y determinado-), "" M,etal!h. A, I, }062a30: .. ~o~ai!", SE
377. 211
tl :
Se~n Anal, post, I, 7, 75a39: TJ?ia yc:ip tan ta tV Ta'tc; anocSd1;EO"lV.
tpftov to 1.E,yoe, to U7tOK(1).lEvov, ou ta 1tciOll Kat ta. KaG' aU't'a (fU).lf3Ef311KOta cSllA.o\ t" a1tOOE\~le;. (Trad.: -En efecto, son tIes los <elementos que se dan> en las demostraciones: ... el tercero, el genera, el sujeto del cualla demos· traci6n indica las afecciones y los accidentes en 51·). mBOOltZ, ' op, Cl'1 . p. 643 , 1Il Bonitz, 1oc. cit. '" Brandis, op. cit. II, 2, I, p. 397. liS Anal. post. I, 28, prine,: ~{a. 0' bn~l1 tattv !l tvoe, xEvouC;... hspa. 0' tma-trUttl kottv hipat;. ocrrov a't aPXa\ !lrtT' EK tCl)V a.Utrov ).lTle' StEpnl ,EK tOOV - "&tEPOOV,
269
Sobre loa mOltiples significado. del enCc scg(Jn Atlsc6cele.
,
1~6 Afetap,h,_B, ,2, ~97a21:}tEp\ ,oGv
_to o.,i)'tE
yEyas.
Ta
EI enCe seg6n la. figura. de la.
O'\))lP£J311Kota Ka9'
«uta 't11t; a.Utl)'; EO"tl 9SmP11
Metaph. r, I, 1003a21. 218 "Metafh. ,r. 2, _1003bl~: o,u ~P po'!ov t~V ]
217
•
E7tt,a.,tTl.U"~ £,,9'tl 9ECOPT)C1Q.l )lla!;,
aAAa
tV AE)'O)lEVroV
,_ua.v AsyO),lEVWV q:1l5crtv, leU! ycip tt;!UtCt ;POnDY tlVcl A£ytta\ K«9' £v. oliAov ouv on Kat Ta ovta Ka.t 'nov 7tpOC;
l.nat; 9Empl}CJat U OVt"CL _ 21~ lb. b~l: lh?, Kat _'tOU, o~OC; oaa
lJ.\(i~ £O"'ttv bttcrtrltTll; t~ YEVEI, to. tE E1Bl1 tCOY £lorev. (Trad.: .Por consiguiente, tambien a una cienc~a una Ie cor:res~onde estudiar 10 ente en tanto que ente, 351 como a las espeCles <de tal Clenela> les corresponde <estudiar cada una de> las especies <del ent~>.). Ib.. b3}:, rom)' gcra ,1tE..£' :ou tv?S t 'to'} TOaQUta K~l tOU OvtO~ to"flV' 1tf:p~ rov, to _t\ &ern tT¥; autflC; t1t\OtT"fTr; tCQ y€vt:\ 8tropl1oa\. '),j:,(oo otov ';£P\ tuu..!ou (unidad substanciaD Ka\ 0IlO{OU (unidad cualitativa) Kat nov Il.A,A.ooV nov to\o\hrov. (Trad.: ·Por consiguienre, hay tantas especies de 10 ente cuantas hay del uno, y estudiar el que es de ~stas -quiero decir. por ejemplo, de '10 mismo ', '10 semejante' y otras cosas de este tipo- corresponde a una ciencia que es genericamente la misma-). 220 Anal.post. I, 22, 83b19: O'ullJ3cj311KOtU yrip tan nrivta (00'0. Ilrl t{ eO'tt). (Trad.: ·En efecto, todos
E'to" OEooplicral
o·
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270
'" Meta1!.h . N, 2, 1089b20: nOAo
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'e ~iiAAov, OS"Z'ep HiXe" (
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l'
tt.;1')'tiltO 1tIDi; 1toUcl Ovta. J.l1l tV T~.al>tU Ka'tTTfOP{n l;Ttt£tV, 7tOO<; 1toi..Aat ooutal. tl1tOA.Ml 1to\a, aAAa 1tIDl; 1toun to. oven' ta Jlev ycip ouatut, 'to. 7tri8", Be 1tPO~ tt. (Trad.: -Y mucho mis aun, como se dijo, si se trata de investigar c6mo es que son muchos los entes, y no de investigar, dentro de la misma caregoria, romo es que son muchas las entidades, 0 muchas las cuaJidades, sino c6mo es que son muchos los enles. Pues unos son substancias, otras afecciones, otros relaciones-). '" Brandis: Grlechtsch-ROm. Phllos. III, I, p. 42. '" Phys. v, 2, 225bll: ouBE B~ ,<9 npoe; n (i"n K{vll"'C;)· EvBEXe"", .,.up ecn<pou ~eta~dUo,,"oC; ""Tjlleoecrecu ed"pov I'T]i5Ev ~""alldMov, OS"" KatQ OUJ.lPCPllKO~ it KiVl)CJt~ uutrev. (Trad.: -Y tampoco, claro esta, 10 hay
oe
ta.
...
°
271
EI ente segUn las flguras de las categorlas
Sobre 10' multiple, ,lgnillcados del ente segUn Arlst6teles
'" Metapb.
6, 1048b6: 1.i)'E
to
fa
~ npoc; -rOUto. a' EV 'tr9Be 11 TtpOC; fOaE. yap «I(; K\VTjC:nc; 7tpOC; l)uvaJ.1tV, 3' OU0'1a npoc; 'ttva UAllV. (Trad.:
avri.')..oyov. 00;
J.1&v
e,
fOUtO EV 'tOUto}
fa
roc;
-No todas las cosas se dice que estan en acto del mismo modo, sino de modo anaiogo: como esto se cIa en esto otro 0 en relaci6n con esto otro, a51 se da aquelIo en aquello otto 0 en relaci6n con aqueUo otto. En efecto, unas son acto como el movimienta en relaci6n con la potencia, otras cosas 10 son, a su vez, como la substancia en relaci6n con derta tipo de materia·), Vease De anima n, 1, 412a9. ,:132 }1etap~. Z, 1929b2~: EO',tl tuP t); im~KEiJ.tevov EKct De anima II, I, 412a9: Ecrn ()' ;, J,lEV Uf..11 SuvaJ.1t~, "Co S' Eioo~ EV"CE/..EXEla. (Trad.: .Pues la materia es patencia y la forma entelequia.). Z37 Metapb. A 13, 1020a7: 1tocrov /..Eyt;"CUl "Co {)tatpE"Cov E't~ Evumipx,ov"Ca, EKciupov 11 BKa.a"Cov BV n Kat "COSE n 1tE
?
roy
272
substancia es, mas bien, aquello en que primeramente se dan estas casas. Ahora bien, si se abstraen la longitud, la anchura y la profundidad, no vemos que quede nada, excepto 10 limitado por elias, si es que es algo. De modo que a quienes adopten este punto de vista la materia les ha de parecer necesariamente la unica substanciao). Vease Trendelenburg, Gesch. der Kateg. p. 77. Z.l9 Metapb . .1, 14, I020a33: 'to 7totOV M)'&tal Eva J.lEV "CP01tOV 1] ola<popei "C~1 oucr{a~, OlOV TtOlOV n (iv9poo7t0~ l;~ov on S!TtOUV, 'i1t1t~~ S~ "CE'tpciTtouv' Kat JO.5'KA.o~ 1tOlOV n crx,iiJla on ay05vtov. ro~ "C!)C; ()ta<popu~ "CTl~ Ka'tei "Cnv oucriav 1tOlo"C11"CO~ oucr'l):;. Eva J.lEV o~ "CP01tOV 'tOlJ"COV /..Eyt;"Cal it Ttoton); ota<popa. oucriu~... (Trad.: .Se llama cualidad, en un sentido, la diferenda de la entidad, par ejemplo, el hombre es un animal de derta cualida? en cuanto que es 'bipedo' y el caballo en cuanto que es 'cuadrUpedo', y el clfculo es una figura en cuan~o que es 'carente de angulos', como que la diferencia en l~ substancia constituye una cualidad. En este sentido se dice, pues, que la cuahdad es una diferencia de la entidado). u. V. tnfra, § 16. ,.. Categ. 8, 8b26: Por ello, en Metapb;,A 14, ,10~Ob1~, esta, espec}e de I~ cualidad viene caracterizada como sigue: £"Cl KU"C apE'tllV Kal KaK1UV Kal OM.o<; 'to KaKOV Kat ayaBov. (Trad.: ·Ademas se habla de cualidad en el sentido de la virtud y la maldad y, en general, del mal y del bien-). u, Metapb. A 14 1020b13 donde Arist6teles se propane resumir todo 10 clicho en dos modos'de TtotoV; aXESov S~ Ka"Cei Suo "Cp01tOU~ MyOl"C' uV!,o ~ "" " ,11 "CTJI; 1t010V Kal, "Cou"Coov . Eva" 'tOY KUPlOO'tU"COV' 1tPOO"Cll J.1EV yap 7tO\OtTJl; oucrld~ olarpopa. "Cau't11~ SE 't\ Kat 1] tV "Coi~ apt9J.1o"i~ 7tDto"CTJI; IlEPO~' ~la: cpopa ~p n~ oucrtrov, aU' 11 ou KlVOUJlEVOOJ 11 OUX U KlVOUJl6va. "Ca S~ 1tciBll 'troY KlVOUJlEVOOV UKlVoUJlEVa, Kat ai 'tOOV KlVrlaEOOV otatpopa1 apE'!.l1 OE Kat KaK~a _ "C~V 7tU~1lJlci'tro~ ,llipo~ .!l· o;acp~pdr; yap ~rY-~)\)0'1" "C11~ KlVrlaEro<; Kal 't11~ EVEPYEla<;. Ka8 a~ 7tDtOucrtv 11 nacrxoucrl Karo~ " <pa.UM.o~ "Cei EV KtvrlaEt Qv"Ca K. 'to A.. (Trad.: .Cabe hablar, pues, de cualidades en dos sentidos, de los que uno es el principal. En efecto, cualidad en sentido primario es la dtferencta de la substancia
y
,
273
Sobre 10.
m~ltlples
significado. del ente
se~n
ArI.t6teles
la relaci6n de CJUfll3eJ}l1Kota) que -en el caso de las categofi'as como tales no puede tratarse de una respuesta a cuestiones metafisicas, sino de una clasificaci6n sin6ptica del circulo de representaciones que viene dado en la experiencia-, iAl contra rio! Del hecho de que la deducci6n de las categorias comience con una diversidad onto16gica se sigue que tambi~n todas las subdivisiones se basaran en otras tales; y del hecho de que las categorfas formen todas una serie, se sigue que todos los conceptos mas generales empleados en dicha deducci6n 5610 poseen una unidad anal6gica -i.e. que portan en si nuevamente diferencias ontol6gicas. hasta que, a partir de las categorias. todos los conceptos ulteriores se organizan en niveles regula res de subordinaci6n sinorumica e igualdad onto16gica (i.e. igualdad en el concepto de ser) , hasta lIegar a las cosas individua-
Ie••).
to
8s
Metapb. l1, 20, 1022b5: o'rav rap ~iv 1tOt1; 'ro 1to\:O'ta\, Eatt 1toillcrtC; Jlnul;u~ (Trad.: ·En efecto, cuando algo produce y algo cs producido, se da entremedias la peoducci6n.). 249 De gen. et corr. I, 7, 324a26: EV cQ 1'8 ydp Tt apXf) t11<; KtvrlaEmC;, 50KEt tou'rO KtvE1v. (Trad.: -La que mueve, parece, es aquello en 10 que se halla el principio del movimiento-). "" Pbys. Ill. 3. 202a16; b21. VII. 1. prine. '" Metaph . lI, 17. 1022. a. 7, ("';po.<; 1.i)'8,a1) top' 15 i1 KIVT]O'l<; Kat i1 npii~l<;. (Trad.: .<Ellimite se dice> del punto de lle~ada del movimiento y de la acci6n-). m Metapb. e, 8, l050a23: Emd 5' &O't\ trov !lSV EO'xatov Tt XPTtC;. olov O,¥EOOC; r, opmnc;, Kat ouOSV ytYVEtat n:a~ci tau'tllv EtEPOV ano tllC; O\VEroC; epyov, em' EVtroV cS6 yi'YVE'rat tt, olov cmo tTic; o'\Ko50~tK~e; ouda 1tapa t1Jv o'lKOOOJlflO'tv. Ojlroc; oueiv ~ttOV Even jl6V ttAOC; EvOa 01'1 !laAAOV tiAOC; tlle; 5UVajlEroc; &O'nv. r, ycip o'u(QOOJl1lO'te; &v tiQ O'tKo00JlOUJlEVC9, Kat CLjla ylYVE'" ,,-, tal ~al EO'tl 1"\1 OlKlq.., oo:ro~ Jl~EV OUV, EtCp~V t \ EO't~ 1ta~a ;llv li'T}<J1~ to ytYVOJlevov, 1"OUtWV JlEV l) EV£P'YEla tv tC9 1tO\OUJlEVql ECTtlV, OlOV Tl tE O'lKOOOf!l)(J\(; EV t~ _O'tKOOOJlOUJ.1Evt\l Kai fJ Utp
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274
El ente segun las figuras de las categorias
-
" , " EVePI.Etq. OV'tOe;. OlOV avOpw!'o;, £~ a~p~1tou, ~OU.?lK~; u~o floucrtKOU, <1E.\ KtVOUVtOC; ttvex; 1tpohou' to KtVotV eVEp"(Etq. f¥ill cony. (Trad.: ·Es eVldente que el acto es anterior a la potencia ... Y es que 10 que es en acto se genera siempre de 10 que es en potencia par la acci6n de alga. que es en act.~, por ejemplo, un hombre por la acci6n de un hombre, ,!n. ~USICO por.la. aCClOn de un musico, habiendo siempre algo que produce el lnlCIO del mOVlUuento. Y 10 que produce el movimient~ es;a ya e~ a~o.). ~ _. ~ _ 254 Pbys. VII, 1, 242a16: avayKll Kal to KtVOU~evov 1tav £v '[~1tC9 KlVE\O'8o,l \)1t' ClAMU. (Trad.: .Es necesario que todo 10 que se mueve segun el lugar sea movido por alguna otra cosa..). , "" " ,,, 2S5 De anima 111,7, 431a4: q>g.tv£'tU\ ~e 'toye:v o,t,crOl);OV EK §t>vu~e:\ O,~tOC; '[ou a'tO'01)'ttKOU &vepydq; TtOl0UV' ou yap 1tac:rx.E\ ouo o,~AO\(?u'ra~. OtO aUe;! e'isoe; tou'ro KtvrlO'8roC; (del que se estudia en Ffstca2' 1) yap KtVTlO'tC; '[ou Ct'reAOUC; Evspj'Eta flv, i1 5 a1tAi;); evEp"fEta. hEpa i1 tOU te:teA.E?,jlEVOU. (Trad.: .Es claro que el objeto sensible s610 hace pasar la facultad senSlUva de la potencia at actoj pues, de hecho, la facultad no sufre ni pasi6 n alteraci.6n. Se trata, pues, de oUa especie de movimiento. E1 movimiento ha sldo .defi01do como el acto de 10 que no esta acabado, mientras que el acto, en terrrunos absolutos, es alga muy diferentei quiero decir el acto de 10 que esti co~pte(amente ac~b~ do-). Compirese Metaph. e, 6, 1048b2B, donde se torna la KtvT)crtC; en SU slgnt_ ~,... " , ,ficado mis restringido. 256 Etb Eudem. V1lI 14 1248a15: tou'[o ).1EV't av anOpf'lO'8l£ ne;, ap au'tou tou'[ou n5X'\. cit'tt~, 'r~u ~1t\8u,~t)aat ,!0 sit Ka\ ,0'[8, cSet.. ~ OU'too ~"fE 1tav'rrov EO''t(lt; Kat yap 'rot> V,91lUat Kat pOUAet>O',;crB?'t'"ou oyn~ Sll~ EPOt>Ae~O'?-'t~ ~ou A£uO'ci~&VOIio Ka\ ,[O!;?'r' &po~t..e~a~'[?, ~AA eO''rt~ ~PXll 'r';S, o~cS ~v011dria preguntarse si la suerte es causa de desear 10 que se debe y cua~do se debe; 0, en este caso 'no sed causa de todo, incluso del pensar y del dehberar? Pues no se delibera de~pues de haber deliberado, estando prec~di?a esta deliberaci6n po~ otra, ni se piensa despues de haber pensado con antenondad a este p~n~ar, y aSI hasta el infinito, sino que hay un principio. Por consiguiente, el entendtnuento no es et principio del pensar, ni la deliberaci6n del deliberar... Pues esto es 10 que estamos investigando: iOJal es el principio del movimiento en el alma? La res· puesta es evitlente: como en el universo, tambien aqui Dios 10 mueve todo, ya que, de alguna manera, 10 divino en nosoteos mueve lodas las cosas.-). '" V. supra p. XXX; Metaph . lI, 12. 1019315. _ , 256 Gescb. der Kategorteniebre. p. 24: .Mediante el notetv y el1taO'X&lV son ap:rehendidos en un concep\o general 10 activo y 10 pasi~oj mec:.iante el KEtO'O(lt, al menos una parte de los verbos intransitivos; mediante el e~Etv, la peculiacidad del perfecto griego , en la medida en que expresa la posesl6n del efecto •. Vease tambien p. 140. 259 Asi, por ejemplo, en Melapb . e, 8, 1049bB afirma que la naturaleza -que, segUn ensefia Pbys. II, I , 192b20, es un princi.pio de movimiento no en oteo, sino en aquello en que ella es- pert~~e ~I ITIfSm~ gene;o .9u~ la po~e.n cia q\}.e P!oduce un_ moviJ!tient~ en ,0tr?: Ka\ ~ ~ 'fucr~ e:v 't~Ut~ yt~<1~ ~v tau'rC9 yap .,.EVEt 'rU OUVU!lCt· «PXll yap KtVT}ttK1\ iJJ..A oux EV ai...M9 &JJ... tV
ae
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275
Sobre 10. mOltiple ••Ignlficado. del en!e segOn Arlst6teles
El eote segUn las figuras de las categorias
au'tcQ UaUTo: (Trad.: ·Y, ciertamente, la naturaleza pertenece 31 mismo genero que la potencia: es, en efeeto, un principia capaz de producir el movimiento,
E)'.ofUlvr,c; Eotlryroc; e
I(£\'[al. OlOV tlEt nc; &um)Atov ~ ijJUT\OV 11 lmootltUTa' "tauTa tv 'tcQ tlOVfl KEl"tat -l?- (Trod.: -La dificultad, para los partidarios de un numero reducido de categorias, es explicar como es que no son once, aiiadiendo el ..ser tenidoo (EltO'6at)' Porque, a rm de cuentas, (por que oponer al hacer un padecer y no oponer a 'tener' un 'ser terudo'? Siriano resuelve el problea afirmando que el tXEcr9at cae bajo e11CBtaOat, con 10 que s610 habria una categoria, la de KE'iaOat. En efecto, aquello que 'es terudo' se sirua
276
277
pero no en orro, sino en 10 mismo en tanto que 10 mismo.). '" Meta1?b. 4, 20, 1022b4: iiC,tc; ~& ~at Eva IlEv 'P07tOV otov i:vip"jEta "'i EXOvtO~ Kat ExO~CVOU. rocr1U:p 7tpa:~U; ttl; 11 K1YflO'!5' o't
BE 1toqytat, tf.crn
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1totf'lCJ1S JlE'taSu. DUTro
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Sobrc los multiples slgnlficados del ente segun Arlst6teles
El cnle seg(ln las figuras de las categonas
EO''tat IlE'tprrtOV U1tO Xpovou, U7t0(10Y 'tt EO''ttV, CtAA.' U;, Klvllcrt<; UlHOl) 1tocr". (Trad.: -El tiempo medir:i 10 que se mueve y 10 que estU ~6~u 1l0P~rov' {, ~ eli ECJ't..tv ",U7tOJJ£VEv., ~ av}outo BEatv nvu £lOt; aUci )Jallov 'ta~1.V 'twa E\1tOt<; av ClEW TOO "[0 'u:v 1tpoTEpOV Eival TOU IPOVOU TO B' ua't"Epov. (Trad.: .Ni tampoco las partes del tiempo: en efecro, ninguna de las partes del tiempo permanece; ahara bien, 10 que no permanece, ic6mo tendri una posici6n? M!is bien podrlas decir, en cambio, que tienen un cierto orden, par ser una l?arte del tiempo anterior y otra posterior.). n6 Pbys. [V, 11, 220a24: on JlEV 'to{vuv (, xpovo~ a.ple~O~ Ecrt\ K1VTlcr£IDI; Kant "[0 1tPO't£pOV Kat UcrtEPOV, Ko,t OUVEXr1c; (cruVEXOU<; yelp). <paVEpOV. (Trad.: ·Es, pues, evidente, que el tiempo es numero del movimiento conforme al antes y al despues; y que es continuo, parque 10 es 10 continuo.), m Melapb. Ll, 19, 1022bl. Vide supra p. 195, nota 266. 278 V. supra p. 195, nota 267. ~ 2~ Qu~ tam~ien I~s partes tie!1en un lugar se muestra en Pbys. IV, 5, 212b12; tU yap JlOP1Q EV T01t(J) 7t~ 1tUVta. (Trad,: -Todas sus partes est~n, en derto sentido, en un lugar-). '" As! en Metapb. H, ; 1042bI9: Tel 61: stC1El [U"(1ltal Tii; UAt]<;) o'iov ouoo~ Kat lHtepOUpov ('tau'ta ycip T~ Kiicreat 1tOOe; B1o.
termino, pero diferentes, en cambia, seglin el modo en que remitian a e1. Dc la expresi6n 'ta oxTita'ta n):; Kan1Yopia~ hemos hablado ya mas arriba. • Trad.: ·He aqui la deducci6n pura que hacc Arist6teles de las categorias, la razon par la que son diez -vamos a dar la raz6n por la que tal numero ha quedado fijado en diez, Lo mostraremos par la division misma, El ente, a bien esta en un sujeto 0 bien no csta en un sujeto. Si no esta en un su;eto, de ahi surge la substancia; si esta en un sujeto, a bien esta par S1 0 bien no esta por si. Y si est
278
279
Sabre los multiples signiflcados del ente segUn Arist6teles
dar lugar a los diversos generos segun un dtverso modo de predtcacl6n, que es concomitante a un dtverso modo de ser, pues 'cuantas veces se dice', esto es, cuantos son los modos en que algo se predica, !tantas significa sec'. es clecic, tantos son los modos en que sec significa alga. Yes por ella que los predtcamentos en q~ue se divide prlmeramente e/ ente se denomtnan as£. porque se dfsttnguen segun su dtverso modo de predfcact6n. Y, por consiguiente, puesto que, de las c<.?sas que se predican, algunas 'significan que', esto es, la substancia, atros cual, otras cuinta, e igual con las restantes, es necesario que para cada uno de esos modos de predicar el sec signifique 10 mismo. Asi, cuando si dice que el hombre es sec vivo, el sec significa substanciaj pero cuando se dice que el hombre es blanco, significa cualidad, e igual en los demlis casos. Y ha de sa?erse, ademlis, que el predicado puede remitir al sujeto de tres maneras. En pnmer luga~, cuando es a..quello que es el sujeto, como cuando digo: S6crates es un ser VIVO. Pues, aqUl, S6crates es aquello que es ser vivo, Y se dice que este predicamento significa la substancia primera, que es /a substanda parltcutar, de /a cual se predtcan todas /as cosas. EI segundo modo es que el predicado ~e tome segun aq,;ello que es en el sujeto. Pues, ciertamente, la predicaci6n a bl~n es en el por 51.. y absolutamente, ya sea segUn la materia (y entonces es cantldad), ya sea segun la forma (y entonces es cualidad) a bien es en el no absolutamente, sino en referencia a algo, con 10 cual es un 'respecto de alga'. El tercer modo es que el predicado se tome de 10 que estli fuera del sujeto, y esto puede suceder de doble manera: primeramente, si se trata de algo completam~nte fuera de~ sujeto. Y entonces, si no es una medida del sujeto, 10 que s.e predlca es el hlibltO, como cuando decimos que S6crates esta calzada 0 vestldo. Par el contrario, si es su medida, y dado que toda medida extrlnseca es ora tiempo, ora lugar, el predicamento habra de tomarse 0 bien del lado del tiempo (y entonces se tratacl. del cuando) a bien del lado del lugar (y entonces se tratarli del d6nde --esto ultimo, en caso de no tener en cuenta el orden de las partes en el lugar, pues de tenerlo en cuenta se tratara de la posici6n). EI otro modo es que ~quello.. de 10 que se toma el predicamento se halle en el sujeto del ~ue se predlca segun algo: y si es segun el principio, se predica el hacer, p~ro Sl es se~n el t~rmino, se predica el padecer, pues la pasi6n tiene su termmo en el sUJeto paclente ... Can 10 que es evidente que, cuantos son los modos de la predicaci6n, tantos son los sentidos en los que se dice el ente- (ndt). '" Zeller, Phtl. der Grtechen, II, 2, p. 190 Y s. 292 Nosotros hemos llevado a cabo, en primer lugar, la divisi6n en accidentes absolutos y relativos, y 5610 despues hemos pasado a la divisi6n de los accidentes relativos, con 10 cual, en nuestro caso, las relaciones no pertenecen a las pro~i~dades a a~cidentes propiamente inherentes. En realidad, no nos parece a~I~le q~e, SI el ayer y el hoy no son accidentes inherentes, haya en carn~10 de mhenr de manera propia en la substancia 10 anterior y 10 posterior, que tlene a uno de elias como fundamento y al otro como termino. Par ello vimos ya mas arriba c6mo el propio Arist6teles exc1uia el1tp6~ n can anterioridad. La que hacen las relaciones es, par asi decir, antes acompafiar a un ente que constltuye su fundamento, que ser elias mismas un ente -al menos son el ser mas ?ebil de todos. ~i es como el ser mayor afecta a una cantidad', y el ser sema,ante a una cuahdad. Pero tambien una operaci6n a una circunstancia externa pu:d~n. set;ir de fundamento de una relaci6n, y en tal caso esta ni siquiera acornpanara mtnnsecamente. La que no puede hacer en ningUn caso es inherir, pues
280
EI ente segUn las figuras de las categorlas puede perderse en virtud de un cambia que sucede enteramente fuera de la substancia. '" Top. II, 2, 109b5. '" Categ. 5, 3a21-b9. . 295 Con ello caen dos de las principales objeciones suscitadas contra la eqUlparad6n de la~ categonas con las formas gram~.ticales. En concreto: ~1) que tambien otras partes del discurso, como las partlculas ~entadas, tendrian.. que haber dado lugar a categorias. Bonitz tiene, ~n cua.lqUler cas~, plena razon al aftrmar que Arist6teles no ha tornado en cooslderac16n la totaltdad del vocabulario del idioma, cosa que tampoco ha aftrmado Trendelenburg (vease Geschtchte der Kategorlenlehre, p. 24), s610 se han tornado en cuenta las. formas gramaticales de los predicados de la substancia primera. (2) Que los aCCldentes, como la cantidad la cualidad (1..euKon]<;, eep)lotr,c;), el hacer y el padecer (7tp Xt <;, 1t(£90<;), ~tc., se dejan expresar igual de bien mediante susta~.tivos que mediante las formas del discurso que se 1es atribuyen como especificamente suyas (v. Bonitz, op. cit. p. 635 Y 55.; Zeller, op. cit. p. 190, nota 2). ,,' Categ. 4, 1b28; V. Top. I, 9, 103b35. m Geschlchte der Kategortenlehre, p. 24 Y 55. 2" V. supra, § 13. '" V. supra, § 13. 300 Zeller, op. cit. p. 190, nota 2. 301 Zeller, lac. cit. , 302 La mismo vale para los casas 0 inflexiones de los nom?re~, 7t;coO'&t~ ov6J.la:to~. que tampeco ~n bv?j.l~'to." (cf. LA; int~rpr. ~, 16a~3:}o OE
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-r
281
Sobre los mOltlples slgnlficados del ente segOn Arlst6teles '" Trendelenburg, GeSchlchte der Kalegortenlehre, p. 189. 311 Op. cit. p. 180. .HZ Op. cit. p. 187, mop. cit. p. 188. 314 '
Ka8
-
,Decimos que 10 mas general es nUs cognoscible que 10 menos general 1lJ..I.u; en elerta manera. Y entendemos esto como sigue: alga puede ser
conocido. bien mediante captaci6n simple, bien mediante conocimiento cientifico de la cosa en referencia a las peculiaridades y principios que Ie corresponden como tal. EI segundo tipo de conocimiento resulta tanto mas dificil cuanto mas general es el objcto de conocimiento -y, por clIo mismo, la mas dificil de las ciencias es la melafisica, pues trata de 10 mas general, eloy (vease Metaph. A, 2, 982a23). El primer [ipo de conocimiento, por el contrario. resultara mas facH en 13 misma medida. Par eso hemos oido ya mas arriba que eJ OV es 10 primero que captamos intelecrualmente , y en Phys. I, I, 184a18 se ensefia que 10 mas general es crarpEO'tEpOV Kat )'VOOP1J..U:OtEPOV rvuv. mientras que 10 menos general 10 es Ttl Q)l50'tt, Quien no posee el concepto del genero, menos todavia puede poseer el de la especie. que presupone eI primero. Con todo, y puesto que Anal. post. I, 2, 72a 1 parece poco acorde con todo esto, debemos aoadir 10 siguiente: todo es cognoscible en Ia medida en que es ente; resulta, pues, que todo es en y por SI (y por naturaleza) tanto mas cognoscible cuanto mas ente es; y son, pues, las substancias separadas, en tanto que aetos pures y entes perfectisimos, en y p or silo mas cognoscible (Metaph. a, 1, 993bll), Pero como nuestro conocimiento se realiza por mediaci6n de los sentidos, las cosas materiales resultan para nosotros cognoscibles, a pesar de la potencialidad de la que estan afectadas. S610 por media de elias nos elevamos al conodmiento de las entidades inmateriales. Asl es como, aqul, 10 YVCOptllOOtEPOV Ko,S' ~Ilcic; se opone a 10 yvmptlloon:pov tU (pUOEI. Con todo, tambien en referenda al conocimienro de 10 corporal se da una oposici6n semejante entre 10 uno y 10 otro. Pues 10 corporal, debido a su ser imperfecto, afectado por la patencialidad de la materia, s610 es cognoscible intelectivamente en 10 general, mientras que en 10 individual viene captado par los sentidos. Ahora bien, eJ conodmiento intelectivo es mas perfecto que el sensitiva , con 10 que 10 general resulta aqui unAror; yvoop1lloon;pov, y 10 indiVidual, en cambia, menas cognoscibJe. tambien anAooc;. Pern como, en nuestro caso, el conocimiento sensible precede al intelectivo, 10 individual es 10 mas cognoscible KnS' iJpu<;, Y esto es 10 que enselia Anal. post. I, 2. Por su parte, 10 general que s610 puede ser conocido intelectivamente manifiesta, de nuevo, diferentes niveles de generalidad, desde los generos supremos hasta la especie especialisima, Y tambien aqui haHamos la misma oposici6n entre 10_YVOOp tlloon:pov KaS' iw.ci~ y 10 YVOOptllCl)-tepov tU «puo-el. Pues la espede es 1'U cpuaet mas cagnoscible que el genera -que, segun vimos, esta en proporci6n can la materia, mientras que la diferencia sigue la forma. Quien COnoce una Cosa segun fa espede la conace, seguo su ser integra, de una manera mas perfecta y determinada que qulen s610 p osee con acimiento del genera, Por el contrario, el genera es Ka9' fv..ta~ mas cognosCible que la espede, pues, en el camino del conocimiento, pasando paulatinamente desde el conocimiento en palencia al conocirniento perfecto, actual, n os apropiarnos primero del genera y s610 despues de la defmici6n completa, en la que conacemos la espede, Como en otros casas, tambien aqui se contrapone 10 que es 'YEviael npOtEpOV
mas
E1 ente segCm las figuras de las categorras
b M 2 1077 a 19 26· De general. anlm. an,106,que es OU(T{~ ltbPc5M'·P~V 1~:~~~ ~tc). .' est~ e~ 10' qu~ ensena Phys. I , 1. 742021; Metap . , , No se contradicen, por tanto, ambos pasaJes . '" Gesch. der Kalegortenlehre p. 148.
Y
Gp. cit, p. 187.
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nov KaS' £V A.s'YOIlEvmv Metaph . r. 2, 1003bI2: 01) ~p !,o~ov , , M:yo .""'V '1 ;(Tw' E1ttO'1'tl!l1'JC; to'tt 6£mplicral ~~ci~~ aJ..."Aa Kael, t~vV ~~~C;o~t~~v Il"at 1'a llovta ,.. , ~ ov ttya N:.)'Etut Ka E, o'L" " Ka.! yap t':!uta ;P?,1t a navtaxou 00 KOpt
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e; 0:
es la substa':lcia, etc.·)' I I 4 286b22: wO't' t't to tEA.£\OV Ttpc>t£pov tou ,18 Par eJemplo, I!..e coe o,l, , .,. ,~ - 0' ritOOV 6 KudoC; K. t. A., ta UT€A.ou.; Katmo°d0 que, tauta, imperfecto, tambien par (Trad.: ·De 51 0 fi) , ra 1 ' culo 1a primera de las Iguras·, , este motlvo se e Clf ' 0" - 'tOIlO\C; OUK £O't\ to fJ&V 1tpotepoy to o· embargo, no se dan 10 anterior y 10
~POpeTE~f~~:~SE:~t;~~r
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~:t~:~;~T~~J.': :~al~~: ~~iv~d~o~;, ~in
posterior.). r
,20 /vf.etapb . .tj
a" • Y'&>c; Kat 1'0 t~ aJ.lcpmv ouo{a 06~EtEV q.v 3~ 029a29: ~o«;~r f~ cual a Ia fonna especifica y al compuesto 1
~~b~~~r~~~:~~~!;IO~ substan~iage~o ma~y~~~aad~;U;u~~:o n:at:t~~·~~ Como con esta sucest6n emos re e a d 'fi d 1 eproche remoto, algulen podria hacernos a nosotros, en ~o;~a r;;oc/ ~i~ndoe]ar KtV1'lO'l~ 321
que Trendelenburg plantea en p. ~88, a saber, q a ~:er; Kat' oua{av entre propia ~e esta categoria tan po~ten~~~:s ~:a~d(;b;. VIII, 7, 261a19) que 1) las KtVT)crElc;. Pues cua_n~~ Anst6; " at' OUOlay usa el termino en este atl't'Tl c:f0hl! razones alIi aduce, 1a sentJdo. Con t 0 , 51 se I . d del hecho de que como el movltad se resuelve facilmenle. ~ pnme~a pro~~a~es m~s perfectas de ella se sigue
K{V,.~n~
tW~e~~~~~ ~~e~lt~ ~s
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~~:n~f ~~~ir:.~r'~r~~a?:::1 ~:,~~~ ~~~ la r,!ecci~~e~~ 5~e~g~~~;~a~~~ ap:~e~~n~~ ~!el~oq:n!;d;;';o~~r:::~n~o ~:~~
ma~
01 mismo en 10' movido, tanto es que, cu a n . d tanto mas perfecto es en decta manera e perfecto es su sUJeto y, por en ~, t el movimiento local el que menos movimiento mismo. Pero es precisame n e ue envuelve desde fuera, altera su sujeto. p~cisamente ~o~q~~lluga; ~= ~~s~ncia se identifica con eI ffii.ent ser posterio r a la 6JJ.o{ooatc;. sUJe 0" 1 . . ~ local Se ve ues que ;fin :: contrario, cuanto mas IOs1gni Icante e5 0 qu ,
trapsoqru~loCU:~I~:!6i~~~~s~nCiall~:e
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~~ ~~:~j~~i~Z::i~~i:~ ~p~;:' sl~ ~~~fe~Cr6~a~~a]:~~::go:;s d;e~~e~toM~%
282 283
I,
Sobre loa mQltlple. Ilgnlflcadoa del ento .egan ArlstOtele.
EI ente segUn las figuras de las catesorla.
movimlento. La perfecci6n del movimiento local habla • por consiguiente, en favor de la imperfecci6n de la categoria del t~rmino '" V. supra, I 13. . 323 Trendeienburg, op. cit., p. 182. ,24 Categ 5 Ib10. " " J..1€vou, o cra' ~(Xl'a . t~TU.£lV.,..:t:~v KUa' , hEP~~ Ka:t1'yop~'rCu roC; 1((19' U1tOK£l, n.. ...... 'IlVpOUJ.I£YOU AtO'Y£l'cxt, ' , , onoKEtJ.1£vOl) j:n,otlcr£1"at OlOY K. A.. ( na.vta Kat XQT(X TOl) OtIa como de un su'e •d 't. Trad.: ~Cuando una cosa se predica de del sujeto .. ,_). J to, to 0 aquello que se dice del predicado se dice tambi~n '" V. supra cap. 11/• '2. J Grlech.-Ram. Philos. II 2 1 P 401
326
327Jl
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dina su~~~~c~~~e al~: ~6:i~~~~;ub:[anc~as KaT' aVClAoytav, ello impeel ov l)UVciJ.lEl, que se da en todas laC:C:~~~~rl~~r7:s~ndierte, se~n prueban § 11), 5610 entre COsas directamente subo rd' d ' '1 Y a 11 0 P'P1] ( u. supra, se de una anaJogia en Ja panicipaci6n d I ma as a un 8en~ro es irnposible que '28 TrendeIenburg, op. cit. p . 182. e concepto gen~nco. '" M etaph. Z, 5, 1031 al0. 330 El miOXElV es id~n[ko 31 lClvilaea. 001 I ' tua!mente, y se d istingue de ei 0010 en vi~~~e 1 0 rea • ~IflO lambicn concep~ go na, Vide supra, cap. N, § 2. a reducc16n a una u otta catc'" Melaph LI, 14 1020b17 ' ' 6' , 'troy
K\VT}o€OO~ Ola~pa{ (T;'dT~ <~ 1Ul9fJ: rcov
KIVOU,.U: vrov
UKtYOUjJ£V(t, Kal
COsas que se mueven e~ tanto 'q' ~ as cuahdadcs Son >(.:,) las afecciones de las rnientos_). ue se mueven, y las diferencias de los movi-
6£
, '" Metaph. LI, 14, 1020b15' ,aunl<; JU:po<;' thacpopu ydp nC; oucrt~v a"AJ..:
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" '{,t Kat 11 ~v tOte; apte~O\('; 7t0l()-rT)<; (Trad.: -Algo de esre tipo es tambien 13 ~O~dK~V~U~EVrov.. f1 OUX U K1VOUJ.lEVa..
una diferencia de substancias 0 no somer~ I a e ,os, numeros: es. en efooo, sometidas a moyjrniento_). ' I as a mOVlffilento, n o en tanto que '" Vease Metaph . LI, 13, 1020a19. , ,. Geschfchle der Kalegorfenleh 18 JJ5 Op. cit. p. 179. re, p . 1 Y en otros lugares. '" V. supra, 110.
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v. supra, S 9.
' " Geschfchle der Kalegorfenlehre p. 139' P 184 '" Grlech.-R6m . Phflos. n 2 1· p'404 ,. . ,.. cuand0, en referenda " ' " al TonOr; pert . se habla de un arriba y un b ' ( e~eclente a la categoria de cantidad bien a la categoria de nOD -:faJ~esq~~'h~e~n parece, deberia pertenecer mas R6m. Pbi/os. p . 401) es notori~ u c c e r KategOrfenlehre, p . 183; Grfech.se trata del arriba al que me refie;'o e se mUa ~e 0((0 arriba y abajo, ana logo. No ando lugar, esta arriba' sino de cuando d :u dlgo Jque esta cosa, situada en a.!gun algo, esta arriba' es deck Que 10 Igdotque .estedugar, que determina elnou de Arist6te Ies d Ice: ' ' , 7tpOC; ' tol /lEOOV e erffilna e manera tal qu e est",< am'b a. tTlv c6 a ~ ~ que propiamente se denomina KatOO X ~ ,KatCO A.8y?VTEC;. mientras que 10 pues, aquf denomina Katro a aquelJ~en~;o EV t:tJ npoC; to J.lEaOv XC6Pq.. Asi manera que a veces en sentido . q COflStituye el KaTeo. de la misma lugar -v.gr., Melapb. K 12 1068 ~~e~o, llama luga r a,lo determinado por el " a , onde aparece tono~ en lugar de nOD.
P
284
"I Asi, por eje mplo, el cap. VI (4b24) enumera ,6"0, YXp6vo, como especies propias de la cantidad, no reconocidas en cambia por Metaph. L1, 13, donde eI xpovo; JIega incluso a ser designado como Kcua CJUJlPEllllKO<; 1tOoov. Cf. 1020a28. 3'12 Categ. 7, 8bZ1: '{awc; 156 XuA£TtOV U1tEp 'Crov t01m)tWV mpoi5pcOc; cmocpalv£otlal Ptl 7tOUdKV; i:msOlC£flllivov' )JEvtOl i5lT)1tOPllJC£Ya\ e.p' bCc1O"tOU aotrov OUK axpT}CJtOV to"tlV. (Trad.: .sin duda es dificil hacer aseveraciones fumes acerca de tales cuestiones sin haberlas examinado muchas veces; sin embargo, no es iniitil haber penetrado en la dificulad de cada una de elias.). '" Cf. Categ. 8, lOal9. ~'" Esto en referencia a la objeci6n plante ada en Geschlch/e der Kategorfenlehre, p . 184 . '" lb. p. 131 Y s. ,46 V. supra, § 15. ,41 V. supra, § 13. , .. Simplicio, Ad categ. foI. 76a, § 11. Ed. Basil. ~,,~ El TtpOC; 't\ choca aqui con la cualidad mas que con el quantum (3 10 que se referia en prime ra instancia Trendelenburg, p . 183), en el que s610 habria tornado el lugar de 13 diferencia; y no tanto con la cuarta especie de la cualidad, -----que, seg6n parece, Arist6teles excluye con toc1as las consecuencias (Cf. Categ. 8, 10, a, 18)-- cuanto con la tercera , como mostraremos a continuaci6n. 350 Melapb. N, 1, 1000bZ: to st 7tp6~ 'tl OUtS 5UVc4t£1 ooo(a OUtt £v£pytlq.. (Trad.: .Ahora bie n, 10 relativo no es substancia ni en acto ni en potencia-). J51 Gescblchte der Kategorlenlebre, p. 187. mop. cit. p. 181. '" Op. cit. p . 187. ,,. Phys. II, 2, 194bS, en tIDV "p6, n 1] U1c1]. 355 Me/aph . N, 1, 1088bl : avtil"'-l1 tE &KaCTtOU u/..llv Eival 'to i5uva)J£1 T010Vrov, ooa't£ Kat ouala.c;· to OE 7tP~ n OV'f& ouvavel oucr(a otf-re &v&p~{Q. atonov oov, J.la/../..ov i5E ai5uvatov. to oualac; J.ltl OUcrla.V notiiv at01xEiov Kat npOtEPOV' UCJt'EPOV miaal at 1Ca'tTT'fOp{Ctl. J~ De anima II, Z, p . 414, a, 25: EKaaTou yelp it &V"tE:J..ix£ta tv tc'Q auvci~£t u1tapxovT\ Ka1. 'r;:; O'IKElq. u/..u n6tpUKEV &yytYvs:crOal. (Trad.: ·Para cada cosa, la entelequia se reaJiza por naturaleza en el sujeto en potencia , es decir, en la materia adecuada.). m Grlecb.-R6m. Pbtlos. ,,. Cf. Phys. Ill, 3, 202318, Y b17. ,,. v. supra, S n . "" Categ. 7, 8a25. 5610 Metaph. LI, 15, 1021a31 se refiere tambien a estos: ,6 ,. 6mVO!)'tov a1J1a.IV£1 o'n ECntV au'rou Otavola.. oine tat1 0' 11 01aV01a npO$ 'roU'CO 00 &a'C1. alaVOla ' oi~ ravTov &'lpTJJlivov av e'{f1. OJ.lOlro~ aE Kat :tv0; de modo semejante, la visi6 n es tambien visi6n de algo , pem no de aquello de que es visi6n
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285
Sobre 10. mOlllple••Ignlflcados del enle .egOn Arl.16Iele.
El ente segun las figuras de las categorias
"" V. supra, § 15. 363 Caleg. 8, 11323: ax.eoov yap Enl 1tavtoov 'trov 'to\outrov yEVll ~6<; t\ AEyEtat, 'nov lSi Ka9' &KacrtCt DUBEV. ;, !lev E:1ttO'tTU.rll. yevoc; cuoa, (llnO 01tEP tattv t 'tEPOU A£yEtQ.\ ('[\VOC; bn
Metaph. N, 1, 1088a29: oT'f.L£tOV S .Ett ,,!'tota
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286
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374
"lCa.ta. to 1toaov a.U~Tlot~ Kal CP1' Gescbtcbte der Kalegorlenlehre, p. 181. ,78 Vease Brandis Grlecbtscb-ROm. Pbt/os. II. 2, 1. p. 163. '" V. supra, § 11 , '3 pagina 175 y s. En dicho par:1graf~ tambien hemos hablado de la siruaci6n de la KlV1'\O'U; respecto de las categonas y sobre ios cancep· tos transcendentalcs. "" Melapb . LI, 12, 1019b21; ~ompirese e" I, 104~a6. _ _ u " 381 Metapb. Z, 1. 1028a18: 'ttl~' a.~ My£tCl~ O'(tCl tOU, ou,'tOOS Ovtrn; tei J.l:EV 1to06tllta~ &iva.t, ta. 6E nOlo'tTlta.r;. 'tex. ~E 1tCle", t(l OE a.AA.o tl '[OlOUtOV. (Trad.! _Mientras que los dem1s se denomman entes porque son can~ tidades 0 cualidades 0 afecciones 0 alguna olra determinaci6n de 10 ente en el sentido senalado-). . . f' ,to. - . • .. f' ~ lb. a30: roo't£ to npuhooc; o~ KCl'- au t~ OY ?V a1t~~, 1\ ,0UO'l. Por tanto, Sl esto es la substancia , el fil6sofo debera. hallarse en posesi6n de los principios y las causas de las substanciaso)' _ " , " 38' Metaph. Z, l~1028b6: tho KUl. hl.l tv K?-l ~U?. . ~CTta Kal 1tprotOV KCll ~OVOY roc; E'miiv 1tEPI. 'tOU outOC; oV'tCD<; 9EroPTlttOV tt ~otlV. (Trad.: 4Por ell~, ta~ bien nosotros hemos de estudiar, sobre todo, en pnmer lugar y -par aSI declf10- exclusivamente, qu~ es 10 ente en el sentido indicado·).
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