CAPITULO BASES
I
TEÓRICAS
§ 1.—La aspiración m á x i m a del conocimiento científico es dejar q u e l o s h e c h o s...
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CAPITULO BASES
I
TEÓRICAS
§ 1.—La aspiración m á x i m a del conocimiento científico es dejar q u e l o s h e c h o s h a b l e n p o r sí m i s m o s . D e s g r a c i a d a m e n t e , el e m p i r i s m o p u r o e s u n i d e a l i m p o s i b l e d e realizar, p o r q u e l o s h e c h o s n o s e ofrecen al e s t u d i o s o p o r sí s o l o s y e n t o d a s u p u r e z a , s i n o q u e s e l e presentan en función del p u n t o de v i s t a con que los e x a m i n a . U n a descripción es y a en buena parte u n a interpretación. L o q u e i m p o r t a , p o r c o n s i g u i e n t e , e s q u e el p u n t o d e v i s t a q u e s e a d o p t e n o s e a el d e u n m é t o d o e l e g i d o al azar, s i n o e l d e u n m é t o d o lo m á s p e r f e c t a m e n t e a d e c u a d o a l o b j e t o d e e s t u d i o . D e ahí la necesidad absoluta de u n a s consideraciones teóricas p r e v i a s p a r a d e t e r m i n a r el m é t o d o c o n q u e h e m o s de a b o r d a r el e s tudio de los aspectos y tiempos del verbo griego antiguo. * • * § 2 . — L a l i n g ü í s t i c a c r e a d a e n el s i g l o X I X t o m ó l a o r d e n a c i ó n y los esquemas de la gramática tradicional, su antecesora, aplicando a su estudio un p u n t o de vista histórico-evolutivo. E s t a postura historicista es, sin d u d a alguna, una de las n o t a s que mejor caracterizan de un m o d o general las distintas modalidades de consideración lingüística q u e c o m p r e n d i ó ese gran m o v i m i e n t o científico. Generaciones de estudiosos h a n i n v e s t i g a d o los cambios l i n g ü í s t i c o s e n l a c o n v i c c i ó n d e q u e é s e e r a el ú n i c o m o d o v e r d a deramente científico de enfrentarse con los problemas de la lengua. Pero la característica fundamental de e s t a lingüística es el haber considerado, aunque sin formulación explícita de este principio, los d o s p l a n o s d e l a l e n g u a — s o n i d o s y s i g n i f i c a d o s — c o m o si f u e r a n i n d e p e n d i e n t e s e n t r e sí. E n el plano del significado concretamente, la s i n t a x i s — e n t e n d i d a e n s e n t i d o a m p l i o , i n c l u y e n d o el e s t u d i o d e l s i g n i f i c a d o d e l a s f o r m a s d e l a s p a l a b r a s — t o m ó d e la g r a m á t i c a t r a d i c i o n a l u n m é t o d o filológico c o n s i s t e n t e e n l a r e c o g i d a d e f e n ó m e n o s s i n t á c t i c o s y en su clasificación s e g ú n criterios variables. A las t e n d e n c i a s l ó gico-filosóficas q u e d o m i n a r o n e l e s t u d i o d e l a l e n g u a e n l a p r i m e r a
mitad del siglo X I X , buscando un sentido general y unitario de las formas gramaticales, sucedió, con la entrada del positivismo en la lingüística, una orientación radicalmente opuesta. Las conclusiones basadas en un número limitado de datos se habían revelado prematuras, por insuficientes, para comprender el gran número de fenómenos que se ofrecen a la experiencia. E l positivismor prescribió lá observación minuciosa de la realidad, la recogida ilimitada de datos. Se vio con desconfianza todo intento de síntesis. Lo mismo que la naciente fonética se propuso como objetivo registrar todos los sonidos del habla de todos los individuos con todos sus detalles articulatorios, para abstraer por una especie de media aritmética los diferentes sonidos tipos, la sintaxis se ocupó, primero que nada, de la recogida empírica de significados y, huyendo de toda generalización, sustituyó el significado general por la enumeración de los sentidos particulares y concretos de cada forma o de cada construcción gramatical ("Augenphilologie" o formalismo filológico) ». Se introdujo, con valiosos resultados, la consideración psicológica. Pero cuando esta lingüística intentaba la definición de un significado, o lo hacía mecánicamente sobre la base de la inducción operando con criterios lógicos o, si no, con puntos de vista filológicos meramente formales, o adoptaba una postura genética derivando de uno de los sentidos todos los demás. § 3.—Pero esta hngüística—que ya se puede calificar de tradicional—ha carecido de un punto de vista auténticamente lingüístico, que no debí ser confundido con el logicístico, ni con el psicológico, ni con el filológico, ni con el naturalístico de la anatomía o de la fisiología, los cuales someten a un estudio atomizante los fenómenos de cada uno de los dos planos de lá lengua considerados como independientes. § 4 . — L a gran aportación de nuestro si|lo a la lingüística, por obra de Ferdinand de Saussure (cuyo Cours de linguistique genérale aparece en 1916, redactado y publicado, después de la muerte del maestro, por dos discípulos: Ch. Bally y A. Sechehaye), es el haber establecido que una lengua es un sistema de signos y que cada signo es una unidad provista de dos caras: significante (o forma fónica) y significado. Lo que define el método lingüístico es precisamente la consideración de esa unidad entre significante y significado que constituye el signo. Ni la fonética, que analiza la forma fónica aisladamente, ni la lógica o la psicología, que se ocupan de las nociones en sí, no como partes constitutivas de signos, son modos verdaderamente Hngüísticos de estudiar la lengua. Una lengua, pues, ha de ser considerada como un sistema de signos, cuya realidad es de orden estático. En la nueva lingüística, fruto del desarrollo ulterior de las enseñanzas de Saussure, la consideración aislada y empírica de los ele(')
SOBRE LAS DOS ORIENTACIONES EN SINTAXIS, CÍ. R. JAKOBSON, "BEITRAG ZUR
ALLGEMEINEN KASUSLEHRE" TCLP 6, 1936, P. 240. SOBRE POSITIVISMO Y FONÉTICA, CF. H . J . POS, "PERSPECTIVES DU STRUCTURALISME" TCLP 8, 1939, P. 7 1 . —
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mentos de la lengua ha sido sustituida por una consideración sistemática de los mismos que tiene en cuenta las dos caras del signo en relación y la estructuración del conjunto de los signos en un sistema. En un sonido, por ejemplo, lo que por de pronto interesa al lingüista es lo que hace que ese sonido sea un signo, es decir, lo que es susceptible de modificar un significado y sirve para diferenciarle de los demás signos del sistema de la lengua en cuestión. Así, pues, un elemento lingüístico se define no en sí, sino en su relación con los demás, por su función dentro del sistema. De aquí se deduce la insuficiencia del puro empirismo, profesado en lingüística desde el positivismo, y la ilicitud de identificar prematuramente una unidad de una lengua con otra unidad, aparentemente igual, de otra lengua, cuya estructura es forzosamente diferente, puesto que son lenguas distintas. § 5 . — L a importancia que atribuímos al estudio sistemático de un estado de lengua dado ( s i n c r o n í a ) no significa que el estudio de la evolución lingüística ( d i a c r o n i a ) haya de ser abandonado. Por el contrario, opinamos, con A. Martinet ^, que al exclusivismo de los genetistas no debe suceder el de los sincronistas. Superando el punto de vista de la lingüística tradicional, que considera la evolución lingüística como el conjunto de transformaciones aisladas e independientes de los elementos de una lengua a través del tiempo, hay que concebir la realidad evolutiva de la lengua como una sucesión de estados de lengua. La perspectiva histórica, por consiguiente, presupone el estudio exhaustivo de los estados de lengua entre los cuales se establece la evolución. A los fonólogos de Praga corresponde el mérito de haber sido los primeros en formular y realizar en fonología este nuevo tipo de consideración diacrònica. Con admirable claridad y precisión, W. von Wartburg ' ha señalado ese fallo de la lingüística tradicional y formulado el programa de lo que debe ser la nueva lingüística en el sentido mencionado. "Como en los primeros decenios del siglo X I X , la lingüística se encuentra hoy de nuevo en el comienzo de una nueva y grandiosa transformación, que tiene su punto de partida en Saussure... Su porvenir está en la combinación de la nueva orientación estructuralfuncional con las perspectivas y resultados que se desprenden de la investigación histórica." Similarmente, dos indoeuropeístas, H. Amman y E. Hermann ven en la combinación del análisis estuctural sincrónico con la consideración diacrònica el medio de superar la "crisis actual" por la que atraviesa la lingüística, e) BSL 42, 1946, p. 36. (·) "Betrachtungen über das Verhältnis von historischer und descriptiver Sprachwissenschaft" Melanges Bally, 1939, p. 3 ss. (") H. Amman, IF 32, 1934, p. 281, y E. Hermann, Neue Jahrbücher, 1942, p. 122 ss. Sobre el modo especial como Hermann entiende el anáhsis estructural, vid § 76. Interesante la discusión teórica de G. Devoto, "Una opposizione quantitativa: sincronia e diacronia", cap. V de su obra / fondamenti della storia linguistica, 1951, p. 55 ss.
§ 6.—La nueva lingüística no viene, naturalmente, a suplantar violentamente a la lingüística histórica, cuyos grandes méritos serla insensato desconocer. Viene a perfeccionarla. Tan cierto es que el estudio de la evolución lingüística es digno de todo interés científico, como el que ni la nueva fonología ni el estudio de estructuras morfológicas y sintácticas serían hoy posibles sin la ingente labor descriptiva e interpretativa realizadas por la gramática tradicional, primero, y por la lingüística histórica, después. Ello no es obstáculo para considerar que el estudio sincrónico debe necesariamente preceder siempre a toda interpretación diacrònica.
§ 7.—Las b a s e s c i e n t í f i c a s p a r a l a c o n s i d e r a c i ó n s i n c r ó n i c a fueron sentadas por Saussure con su análisis penetrante de la naturaleza del signo lingüístico y su distinción entre "langue" y "parole". Todo signo lingüístico consiste en la correspondencia de una forma fónica ( s i g n i f i c a n t e ) con una noción ( s i g n i f i c a d o ) . Esta correspondencia es arbitraria, posee un carácter convencional. No hay una necesidad natural que en el lenguaje humano ligue, por ejemplo, la noción de 'mesa' a la forma fónica esp. mesa, como queda demostrado por el hecho de que es diferente en otras lenguas (fr. table, ingl. table, con pronunciación distinta de la francesa, al. Tisch, it. mensa) ». Una lengua, como sistema de signos, que para ser signos han de ser diferentes entre sí, es una serie de diferencias de formas fónicas asociada a una serie de diferencias de nociones. § 8 . — E l sistema de signos, que existe sólo en el cerebro de los individuos de una comunidad lingüistica como código que sirve para la comunicación entre ellos, se realiza en el acto de la palabra por medio del mecanismo psico-físico. La distinción saussuriana entre "langue" y "parole" ' parece corresponderse con esa diferencia entre el sistema de signos, esto es, la forma lingüística (que sería la "langue") y la forma realizada tal como se presenta materialmente (que sería la "parole"). Así, al menos, lo han entendido los fonólogos de Praga, que han atribuido a la "langue" todo lo que es funcional como perteneciente al sistema de signos Claro es que el mismo Saussure, al considerar esa distinción (') Sobre las recientes polémicas acerca de cómo precisar la arbitrariedad del signo vid. en último lugar Nils Ege, "Le signe linguistique est arbitraire", TCLC 5, 1949, p. 11 ss. (2) La versión española del Cours de linguistique générale, debida a Amado Alonso (Buenos Aires 1945), traduce acertadamente "langue" por "lengua" y "parole" por "habla". (') N. S. Trubetzkoy, Grundzüge der Phonologie (= TCLP 7, 1939), p. 11 s. de la traducción francesa de J. Cantineau, Principes de Phonologie, 1949, por la que citaremos en adelante. —
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desde un punto de vista social, dio a esos términos un contenido conceptual que hoy se considera distinto: la "langue" representarla la lengua colectiva obtenida por abstracción a partir de las diversas hablas individuales, que son fenómenos de "parole" ^ Pues a la lengua colectiva pertenece no sólo lo que es propio del sistema de signos, sino también gran número de reaUzaciones de esos signos, las cuales tienen ya un carácter constante (así, en fonología, la realización de un fonema suele contener elementos fonéticos accesorios que se dan en todos los individuos de la comunidad lingüística) ». Por ello conviene precisar que usamos la distinción "langue''/"parole" como equivalente a "lo perteneciente al sistema de signos de la lengua"/"el producto de la realización de los signos de ese sistema". § 9.—La determinación de la estructura del sistema de signos de una lengua en el plano sincrónico puro es el objeto primario de la investigación lingüística. Por s i s t e m a entendemos un conjunto de u n i d a d e s lingüísticas (signos) sometidas a cierta ordenación. Como estas unidades o términos definen mutuamente su función por las relacio-, nes existentes entre ellos, el conjunto de estas relaciones constituye el plano o e s t r u c t u r a f u n c i o n a l d e l s i s t e m a * No hay contradicción ni divergencia ninguna entre estructuralismo y funcionalismo, pues "la consideración de la lengua como una estructura o, mejor, como un complejo de estructuras, resulta directamente de una clasificación de los hechos lingüísticos realizada sobre la base de su función" *. Roman Jakobson, incidentalmente, y E. A. Cassirer, en una memoria especial han llamado la atención sobre el hecho de que esta orientación estructuralista no es exclusiva hoy de la lingüística. En el estado actual de la ciencia, incluida la historia natural, no se siente ya el interés de antes por los problemas y soluciones genéticas. A la atomización de los hechos se opone ahora la concepción estructural del conjunto que determina todas y cada una de las partes.
* * * § 10.—De las partes integrantes del estudio funcional de la lengua, la más cultivada hasta ahora y la primera en llegar a una
{·) Una puntualización clara de los dos conceptos saussurianos de "langue" y "parole" en Kr. Moller, "Contribution to the discussion concerning 'langue' and 'parole'" TCLC 5, 1949, p. 87 ss. (») Cf. A. Martinet, BSL 42, 1946, fase. 2, p. 24 s. (reseña de los Grundzüge de Trubetzkoy). (^) El término "estructura" no es tomado en un sentido vago e indetermin;i
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sazonada madurez ha sido la fonología, creada por la escuela de P r a g a , y q u e p r o n t o a t r a j o h a c i a sí e l i n t e r é s d e l i n g ü i s t a s d e o t r a s der Phonologic n a c i o n e s . L a p u b U c a c i ó n e n 1 9 3 9 d e l o s Grundzüge d e l c o n d e N . S. T r u b e t z k o y » s i g n i f i c a l a c u l m i n a c i ó n d e u n a p r i mera etapa de constitución de la n u e v a ciencia, q u e puede considerarse c o m o d e f i n i t i v a m e n t e e s t a b l e c i d a , a u n q u e , c o m o e s n a tural, s e a s u s c e p t i b l e d e u l t e r i o r e s p e r f e c c i o n a m i e n t o s . E s p o r e l l o c o m p r e n s i b l e q u e s e h a y a i n t e n t a d o aplicar a l a s o t r a s p a r t e s d e l a lingüística el m é t o d o consistente e n el estudio de las oposiciones que t a n buenos resultados h a dado e n fonología. § 1 1 . — E l primero y m á s importante intento de aplicar este m é t o d o de las oposiciones u s a d o e n fonología al plano del significado para el estudio del valor de las formas gramaticales, fué efectuado e n 1 9 3 2 por R. J a k o b s o n e n u n rápido bosquejo de análisis estructural del v e r b o ruso, realizado m e d i a n t e el establecimiento de oposiciones entre u n término caracterizado ("merkmalhaft") y u n t é r m i n o n o c a r a c t e r i z a d o ( " m e r k m a l l o s " ) ». S e g ú n A . W . d e Groot», el m i s m o método de oposiciones entre un término caracterizado y u n o n o caracterizado establecido por Jakobson, tiene a p l i c a c i ó n e n l a s i n t a x i s o e s t u d i o d e l a frase *. § 1 2 . — E n el plano del significante, sin consideración funcional del s i g n i f i c a d o , c o m o u n a r a m a d e l a f o n o l o g í a , e s t á l a " M o r p h o n o l o g i e " d e T r u b e t z k o y », q u e le a s i g n a 3 o l y e t o s d e e s t u d i o : 1.°, l a e s t r u c t u r a f o n o l ó g i c a d e l o s m o r f e m a s ; 2°, l a s m o d i f i c a c i o n e s f ó n i cas combinatorias que experimentan los morfemas e n los grupos de m o r f e m a s , y 3 . ° , l a s series d e m u t a c i o n e s f ó n i c a s q u e c u m p l e n una función morfológica. L a m i s m a limitación al puro plano del significante padece la nueva "Morphophonemics" de los lingüistas norteamericanos, q u e se puede caracterizar b r e v e m e n t e , c o n l a definición q u e de ella d a B . B l o c h ·, c o m o " e s t u d i o d e l a a l t e r n a n c i a e n t r e f o n e m a s c o r r e s pondientes e n el interior de las formas alternantes d e u n m i s m o morfema". § 13.—J. Cantineau ' h a trazado ú l t i m a m e n t e u n plan para la aplicación d e los principios fonológicos dé clasificación a las otras partes de la lingüística, a saber: morfología, sintaxis y v o c a b u l a (*) Cf. § 8 n. 3. Un cómodo resumen en español de la doctrina fonológica praguense puede encontrarse en E . Alarcos Llorach, Fonologia española, 1950. (») "Zur Struktur des russischen Verbums", Charisteria G. Mathesio quinquagenario oblata, 1932, p. 74 ss. (citado en adelante sólo por el título del artículo). (·) "Les oppositions dans les systèmes de la syntaxe et des cas" Melanges Bally, 1939, p. 107 ss., especialmente p. 111. (·) Dicho principio está, efectivamente, en la base del tratado del mismo A. W. de Groot, Strukturele syntaxis. 1949. (·) "Gedanken über Morphonologie" TCLP 4, 1931, p. 160 ss. (·) Language 23, 1947, p. 399 s. Sobre ideas similares de L. Bloomíield, H. Hoijer, Ch. F. Hockett, R. S. Wells, R. A. Hall, vid J. Cantineau, Cahiers Saussure 10, 1952, p. 13 s. (') "Les oppositions significatives" Cahiers Saussure 10, 1952, p. 11-40. —
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rio, mutatis mutandis. Para Cantineau es evidente que y a n o se trata, e n estos otros terrenos, d e establecer diferencias o s e m e j a n zas entre particularidades fónicas, c o m o se hace e n fonología, sino entre signos de la "langue" y , m á s c o n c r e t a m e n t e , entre significantes, y a q u e casi t o d o s los lingüistas son de opinión q u e el p u n t o de partida de la gramática debe ser formal. Así, Cantineau llama "oposición significativa" la q u e forman d o s signos de la "langue" c u y o s s i g n i f i c a n t e s s o n d i f e r e n t e s ». D e a c u e r d o c o n e s t o , "la definición del e l e m e n t o distintivo ("marque", "Merkmal") debe ser p u r a m e n t e f o r m a l y realizarse e n e l p l a n o d e l s i g n i f i c a n t e . S e r e chazará, c o m o contraria al m é t o d o , t o d a definición s e m á n t i c a e n la cual el e l e m e n t o d i s t i n t i v o s e a b u s c a d o e n el p l a n o del signific a d o . N a t u r a l m e n t e , e l e l e m e n t o d i s t i n t i v o f o r m a l s e refleja e n e l significado: éste es u n c o n t e n i d o q u é a d o p t a la forma d e s u continente, el significante. L a s relaciones formales condicionan e n u n a amplia medida las relaciones de significación. N i n g ú n análisis s e mántico o lógico del significado puede—siempre según C a n t i n e a u — prevalecer sobre el análisis formal del significante y de s u s relacion e s c o n l o s o t r o s s i g n i f i c a n t e s " *. § 1 4 . — A c e p t a n d o desde luego el principio básico de q u e el p u n t o de partida d e t o d o análisis gramatical debe ser la forma, e s decir, e l s i g n i f i c a n t e (o m e j o r : e n t o d o a n á l i s i s g r a m a t i c a l d e b e ser t e n i d a c u e n t a d e l a f o r m a ) , e l m é t o d o p r e c o n i z a d o e n e l i m portante trabajo de Cantineau presenta varios flancos a objeciones sustanciales: 1.° Cantineau observa c o n razón que, a u n q u e e n principio el e l e m e n t o d i s t i n t i v o d e u n a o p o s i c i ó n p r i v a t i v a e s p o s i t i v o y consiste en algo q u e se agrega al término n o caracterizado, p u e d e haber casos e n q u e el e l e m e n t o distintivo es n e g a t i v o , e s decir, consiste en algo q u e se sustrae del término n o caracterizado. Así e n ruso el genitivo plural (que es, sin duda, u n término caracterizado) d e m u c h o s n o m b r e s f e m e n i n o s e n -a y n e u t r o s e n -o p r e s e n t a d e s i n e n c i a c e r o , e s decir, c o n t i e n e u n e l e m e n t o d i s t i n t i v o d e n a t u r a l e z a n e g a t i v a : roza 'rosa' / g e n . p l . roz, slavo ' p a l a b r a ' / g e n . p l . slov. Ahora bien; de este hecho resulta l a i m p o s i b i l i d a d a b s o l u t a de i d e n t i f i c a r el t é r m i n o c a r a c t e r i z a d o e n e l p l a n o d e l s i g n i f i c a n t e . Nada, en efecto, permite decidir por la forma cuál e s el t é r m i n o caracterizado e n l a o p o s i c i ó n g r i e g a n o m . ÍTCTCO? / a c u s . ÌTITTOV O e n l a l a t i n a equus / equa. E n l a m i s m a o p o s i c i ó n p r e s . XSÍTOIV / a o r . XITOIV, e n l a q u e C a n t i neau concibe el vocalismo radical s c o m o e l e m e n t o distintivo p o sitivo, el análisis contrario estaría i g u a l m e n t e justificado, considerando la falta de s c o m o e l e m e n t o distintivo de naturaleza positiva. Cantineau advierte esta dificultad y encomienda la solución de la d u d a a la estadística, postulando u n a validez general de l a l e y (») Ibidem p. 16. (») Ibidem p. 29 s.
d e Zipf, q u e T r u b e t z k o y a d a p t ó a l a f o n o l o g í a » y s e g ú n l a c u a l "de l o s d o s t é r m i n o s d e u n a o p o s i c i ó n p r i v a t i v a e l t é r m i n o n o c a racterizado aparece m á s frecuentemente en la cadena hablada q u e el t é r m i n o c a r a c t e r i z a d o " . P e r o l o c i e r t o e s q u e h a b r í a q u e c o m p r o b a r p r e v i a m e n t e l a v a l i d e z d e l a l e y d e Zipf p a r a l a s o p o s i c i o n e s E n t o d o c a s o , c o m o el e m p l e o d e l a s f o r m a s c a significativas racterizadas o n o caracterizadas depende del significado que poseen, la estadística revela u n h e c h o de significado, n o de significante, y c o n s t i t u y e , p o r c o n s i g u i e n t e , u n p u n t o d e p a r t i d a c o n t r a r i o al p o s tulado metodológicamente por Cantineau. 2° E n i n g l é s p r e s . / love ' y o a m o ' / p r ê t . / loved o s g . pendí 'lápiz' / pl, pencüs existe u n a oposición privativa de significantes c u y o e l e m e n t o d i s t i n t i v o e s , r e s p e c t i v a m e n t e , -d y -s, s e g ú n v e C a n t i n e a u m i s m o » . P o r e l c o n t r a r i o e n pres. / take 'yo t o m o ' / p r ê t . / look o s g . man ' h o m b r e ' / pl. men, s g , foot ' p i e ' / pl. feet l a oposición de significantes es equipolente, según Cantineau, y a que n i n g u n o d e l o s d o s t é r m i n o s p u e d e ser c o n s i d e r a d o c o m o t é r m i n o cero. P u e s t o q u e e l e l e m e n t o d i s t i n t i v o f o r m a l d e l s i g n i f i c a n t e , c o n f o r m e a l o p o s t u l a d o , s e refleja e n el s i g n i f i c a d o , se l l e g a a l a b s u r d o de que u n a m i s m a oposición e n el plano del significado (la d e p r e s . / p r e t . o l a d e s g . / p l . , a m b a s b i e n d e f i n i d a s ) se c o r r e s p o n d e con oposiciones de naturaleza distinta e n el plano del significante. 3.° U n a verdad de experiencia es q u e u n a m i s m a categoría gramatical, bien definida en el plano del significado, tiene c o n frecuencia varios elementos distintivos en el plano del significante. Por ejemplo, la oposición sg./pl. e n el n o m b r e s u s t a n t i v o alemán c o m p r e n d e 6 o p o s i c i o n e s f o r m a l e s g r a m a t i c a l e s d i s t i n t a s (1 Frauf
Frauen, Knabe/Knaben, OhrlOhren, 2 Bild/Bilder, 3 Tag/Tage, Hund/ Hunde, 4 MannfMänner, Dorf/Dörfer, 5 Hand/Hände, Sohn/Söhne, (») Grundzüge, p. 282 s. de la trad. fr. (») En efecto, prácticamente se demuestra que n o e s a p l i c a b l e l a ley de Zi p f - T r u b e t z k o y en l a s o p o s i c i o n e s significat i v a s . Tomando las cifras de formas de presentes y de aoristos en el Aiax de Sófocles, que registra J. Brunei, L'aspect verbal et l'emploi des préverbes en grec, 1939, p. 266, 273, y teniendo en cuenta las definiciones funcionales del aspecto de tema de presente como término caracterizado y de tema de aoristo como término no caracterizado (cap. IV) y, por otra parte, del tiempo presente como caracterizado frente al tiempo pretérito como no caracterizado (cap. VI), resulta que el término no caracterizado es más frecuente sólo en la oposición de imperfecto (54 ejemplos) / aoristo de indicativo (135); presente de subjuntivo (20) / aoristo de subjuntivo (44) y presente de optativo (18) / aoristo de optativo (43).—Por el contrarrlo, el término caracterizado es más frecuente en las oposiciones aspectuales participio presente (138) / participio aoristo (130), imperativo presente (76) / imperativo aoristo (26). infinitivo presente (128) / infinitivo aoristo (54) y en la oposición temporal presente de indicativo (308) / pretérito de indicativo (189, en total, de imperfectos y aoristos). Es cierto que la gran proporción de formas de presente de indicativo respecto a las de pretérito es producto de las variadas y frecuentes realizaciones psicológicas del presente (§§ 157-162). Pero ello sirve también para demostrar la no existencia de la ley, que, además, tampoco es observada en otras posiciones para las que no se puede dar una explicación semejante de la dada para el presente de indicativo. (') Art. cit. p. ^í. —
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6 Mutter I Mütter, Vogel/Vögel, Kloster/Klöster), a las que h a y que s u m a r u n 7.° t i p o c o n s i s t e n t e e n la a u s e n c i a d e o p o s i c i ó n f o r m a l (Lehrer/Lehrer, Mädchen/Mädchen). Cantineau » advierte lo perturb a d o r de e s t a c o m p l e j i d a d , q u e a t e n t a — p o r la p l u r a l i d a d y , s o b r e t o d o , p o r la n a t u r a l e z a d i v e r s a , p r i v a t i v a o e q u i p o l e n t e , d e l a s o p o s i c i o n e s de s i g n i f i c a n t e s — c o n t r a l a c o r r e s p o n d e n c i a p o s t u l a d a e n t r e l o s d o s p l a n o s del s i g n o l i n g ü í s t i c o , l o c u a l " p u e d e i n d u c i r a p e n s a r q u e la g r a m á t i c a f o r m a l n o a g o t a t o d a s l a s t a r e a s d e l a g r a m á t i c a " . E n e s t e p u n t o , C a n t i n e a u c r e e r e s o l v e r la d i f i c u l t a d c o n s i d e r a n d o q u e lo q u e o r d i n a r i a m e n t e l l a m a m o s c a t e g o r í a s g r a m a t i c a l e s s o n en r e a l i d a d l a s "clases d e d i s t r i b u c i ó n " de l o s l i n g ü i s t a s a m e r i c a n o s y a d u c e c o m o e j e m p l o la c a t e g o r í a d e l g é n e r o e n l o s a d j e t i v o s f r a n ceses. Como es sabido, en m u c h o s de ellos el f e m e n i n o es expresado regularmente por la presencia de u n a c o n s o n a n t e radical, a u s e n t e del m a s c u l i n o (grand/grande [ f o n é t i c a m e n t e grä/gräd], long/ longue, e t c . ) ; e n sec/sèche h a y una oposición totalmente aislada, y e n jaune, q u e v a l e p a r a el m a s c u l i n o y f e m e n i n o , n o h a y ni siq u i e r a o p o s i c i ó n f o r m a l . Seo y jaune son masculinos cuando se refieren a s u s t a n t i v o s m a s c u l i n o s {le pied seo, le dahlia jaune), pero s o n f e m e n i n o s c u a n d o se refieren a s u s t a n t i v o s f e m e n i n o s la main sèche, la-pensée jaune). Según Cantineau, estas relaciones sintagm á t i c a s y l a s o p o s i c i o n e s f o r m a l e s de l o s s i g n i f i c a n t e s s u m i n i s tran puntos de partida que permiten interpretar g r a m a t i c a l m e n t e e n el p l a n o s i n t a g m á t i c o , e s decir, s i e m p r e e n e l p l a n o d e l s i g n i f i cante, las oposiciones aisladas y las oposiciones cero que tienen la m i s m a distribución que las oposiciones formales en cuestión. E n realidad, el c a s o d e l o s a d j e t i v o s o c u p a u n l u g a r a p a r t e e n l a cuestión que nos ocupa, y a que, siendo la función propia del adjet i v o el e x p r e s a r u n a c u a l i d a d , la e x p r e s i ó n d e c a t e g o r í a s g r a m a t i c a l e s c o m o el g é n e r o o e l n ú m e r o c u m p l e u n a f u n c i ó n m e r a m e n t e c l a s i f i c a d o r a ( u n a c u a l i d a d , e n e f e c t o , n o t i e n e g é n e r o ni n ú m e r o ) . E n t o d o c a s o , el definir el g é n e r o d e l a d j e t i v o p o r e l d e l s u s t a n t i v o c o n el c u a l e s t á e n r e l a c i ó n s i n t a g m á t i c a , n o r e s u e l v e el p r o b l e m a p l a n t e a d o , s i n o q u e l o transfiere al s u s t a n t i v o . P u e s e n l o s s u s t a n t i v o s e n l a o p o s i c i ó n g r a m a t i c a l d e g é n e r o chat/chatte, chien/chienne, áne/ánesse, el m a s c u l i n o o el f e m e n i n o n o t i e n e n u n a j u s t i f i c a c i ó n sintagmática, sino que en principio radican ú n i c a m e n t e en el sign i f i c a d o . I g u a l p o d r í a afirmarse d e l a o p o s i c i ó n a s p e c t u a l g r i e g a pres. XsÍTOiv/aor. Xiirstv, pres. Xúsiv/aor. XCtrai: la u n i d a d d e l a c a t e goría de a o r i s t o n o e s e x p l i c a b l e p o r r e l a c i o n e s s i n t a g m á t i c a s , p o r q u e l a s n o c i o n e s a s p e c t u a l e s se refieren, d e s c r i b i é n d o l a s , a c a r a c t e r í s t i c a s i n t r í n s e c a s de la a c c i ó n v e r b a l .
* * * § 1 5 . — D e s p u é s de l a c r í t i c a c o n t e n i d a e n §§ 1 2 - 1 4 , q u e n o s h a p e r m i t i d o aclarar a l g u n o s c o n c e p t o s f u n d a m e n t a l e s , v a m o s a
(') Art. cit. p. 36 s.
exponer sistemáticamente una serie de principios y de definiciones qii.e constituirája la base teórica de nuestro análisis estructuralf unción al. § 16.—El sistema de signos que es la "langue" supone una ordenación de los sonidos del plano del significante y de las nociones del plano del significado. Para que un signo exista, es necesario no sólo que una forma fónica esté asociada a una noción determinada, sino además que esa forma fónica sea distinta de las demás formas fónicas, para que no se confunda, y que la noción del significado sea distinta de las demás nociones del sistema. En la "langue", como en todo sistema semiológico, lo que distingue al signo es lo que le constituye" ». En el plano del significante, la fonología trata de los fonemas, unidades fónicas cuya función no es constitiuir sgnificantes, sino diferenciar o identificar significantes De fonemas se componen los significantes (morfemas, sintagmas y semantemas). § 17.—En el plano del significado, los significados de los signos también se diferencian. Si es lícito aplicar a estas diferencias el mismo método fonológico de las oposiciones, es porque es un método clasificador de validez general, que no tiene en sí nada de específicamente fonológico» ni siquiera de lingüístico.,Efectivamente, dos cosas cualesquiera, si no son iguales, se distinguen respecto a una o más cualidades. Si la diferencia no afecta más que a una sola cualidad, la distinción se basa o en que una cosa posee esa cualidad, en tanto que la otra carece de ella, o en que ambas poseen la misma cualidad, pero cada una en distinto grado o en distinta forma. Aplicando este procedimiento a los signos de un sistema de lengua y tomando en consideración la naturaleza especial del signo lingüístico, se establecen las siguientes definiciones y principios. § 18.— O p o s i c i ó n s i g n i f i c a t i v a es la formada por dos signos de la lengua cuyos significados son diferentes. Así lat. equus/equís, dominus¡equus Al tratarse de dos signos v a implícito en la definición que los significantes han de ser también diferentes. Pero exigir en la definición únicamente que los significantes sean diferentes es insuficiente, y a que una diferencia de significantes puede no corresponder a una diferencia de significados. Así, la noción de plural es la misma en equi que en principes, a pesar de que los morfemas que la expresan son diferentes, sin que pueda admitirse que esa diferencia de morfemas se reduzca a una variedad de variantes (») F. de Saussure, Cours g p. 168. ' (») Cf. E. Buyssens, "Mise au point de quelques notions fondamentales de la phonplogie" Cahiers Saussure 8, 1949, p. 60. Buyssens ha llamado oportunamente la atención sobre algo que estaba implicito en la doctrina de Saussure: que en la "langue" no sólo hay diferencias, sino que también las semejanzas e identidades desempeñan una función. (») Así lo dice explícitamente Trubetzkoy, Grundzüge, p. 94 de la trad. fr. —
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combinatorias de un mismo morfema. Los ejemplos podrían multiplicarse. Añadamos lat. 3.° pl. perf. amauírunt/amauire, al. ich wurde/ich ward. § 19.—Lo dicho en el § 18 es base suficiente para formular el siguiente principio: En el sistema de signos de la lengua, n o p u e d e h a b e r una o p o s i c i ó n de s i g n i f i c a d o s s i n la c o r r e s p o n d i e n t e o p o s i c i ó n de s i g n i f i c a n t e s . Por el contrario, p u e d e h a b e r u n a d i f e r e n c i a d e s i g n i f i c a n t e s sin la c o r r e s p o n d i e n t e o p o s i c i ó n , de significados. La primera parte de este principio es evidente y se deriva del hecho de que en la función significativa o señaladora, el contenido conceptual, que es el fin, necesita de la expresión material, que es un medio, para su transmisión. N o hay, pues, diferencia de significados si no hay diferencia de significantes. En este sentido hay que entender el principio metodológico según el cual la base de partida de la gramática ha de ser formal ». E n lat. equJ, gen. sg. y nom. pl., el contenido casual es determinado por la relación sintagmática: equJ currunt, caput equi (cf. ,§ 57 sobre la neutralización y la coincidencia). La 2.* parte refleja un hecho de experiencia que tratamos al final del § 18. § 20.—Cada una de las características con valor diferencial que definen un término de una oposición significativa en el plano del significado recibe el nombre de n o c i ó n pertinente. § 21.—Cada una de las nociones pertinentes que componen el significado de un término es llamada v a l o r de ese término, como opuesto a s e n t i d o , entendido como resultado de la realización de un valor en las diversas circunstancias de la "parole". § 22.—Fundamental es para todo anáhsis gramatical la delimitación entre lo que propiamente pertenece a la gramática y lo que ha de considerarse fenómeno de vocabulario. Cantineau " ha dado una solución definitiva a este problema estableciendo que Las o p o s i c i o n e s g r a m a t i c a l e s son oposiciones significativas proporcionales. Las o p o s i c i o n e s d e v o c a b u l a r l o son oposiciones significativas aisladas. Como es sabido, o p o s i c i ó n p r o p o r c i o n a l es toda oposición tal que la relación existente entre sus términos se repite, al menos, en otra oposición. U n a o p o s i c i ó n a i s l a d a es una oposición no proporcional. Por ejemplo, en fonología la oposición esp. p/b es proporcional, porque se puede establecer p/b = t/d = k/g. Una oposición significativa como lat. equus/equa es proporcional, porque equus/equa = dominus ¡domina = seruus¡serua. (») Cí.,' por ejemplo, J. Wackernagel, Vorlesiingcti über Syntax ¡ (en adelante citado sólo Vorlesiin(;fn) 1 p. íi. (2) Art. cit. p. 27 s. —
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Por el contrario, la oposición homo/mulier es aislada, porque no se repite entre otras dos unidades de la lengua: constituye, pues, un hecho de vocabulario. La delimitación de gramática y vocabulario preconizada por Cantineau es clara. La gramática es el estudio de todo lo que está organizado en la lengua, y esta organización se basa en un principio de simetría, representado por las oposiciones proporcionales, que permite al hablante retener y emplear fácilmente el mecanismo gramatical. § 23.—Una unidad que es término de una oposición significa tiva de vocabulario recibe el nombre de s e m a n t e m a . E s t a denominación hace referencia al plano del significante y al plano del significado »: en lat.. lego legis legam se habla de un seman tema leg entendiendo por tal la forma fónica y su significado. § 24.—Una unidad que es término de una oposición significa tiva gramatical es lo que ordinariamente se denomina c a t e g o ría g r a m a t i c a l . § 25.—Dentro de una palabra, m o r f e m a es el significante de una categoría gramatical. El morfema está, pues, dotado tam bién de un significado. Así, en lat. lego ¡legis uoluo¡uoluis, o es un morfema, is es otro morfema. Al incluir en la definición "dentro de una palabra" se excluyen los elementos sintácticos significativos. § 26.—Una oposición gramatical que, en el plano del signifi cante, se establece por medio de morfemas es una o p o s i c i ó n morfológica. § 27.—De las oposiciones significativas nos interesa estudiar la relación lógica entre los términos, ya que de esta relación depende el significado de cada término, que tratamos de determinar. Es evidente que desde este punto de vista no nos interesa la oposición entre términos cualesquiera del sistema (v. gr., entre gen. sg. urbis y dat. pl. uiridibus o, en una oposición morfoló gica, entre pres. ind. 2.» sg. λείπεις y part. fut. gen. pl. m. λειψόντων), sino solamente la oposición directa de términos basada en un mí nimo de contraste ( o p o s i c i ó n s i m p l e ) , esto es, cuando las unidades poseen en común un conjunto de nociones pertinentes (base de comparación) tal que la oposición se establece en torno a tma sola noción ( n o c i ó n b á s i c a ) ' : así lat. amo¡amamus amo¡ {») Cantineau, art. cit. p. 17, prefiere el término "lexema" (fr. "lexeme"), propuesto por B oris, evitando "semantema", "qui éveille trop l'idée de signi fication". Nosotros preferimos "semantema", precisamente porque considera mos que la oposición significativa se establece en los dos planos del signo lin güístico . {') Este concepto de oposición simple con que aquí operamos no es idén tico al concepto de "oposición bilateral" (al. "eindimensionale Opposition") con que opera Trubetzkoy, Grundzüge, p. 70 de la trad. ir., y los que le siguen (definida como la oposición cuyos dos términos tienen en común una base de comparación que les es exclusiva, es decir, que no aparece en ninguna otra unidad del sistema; v. gr., fr. í/d, que tienen como base de comparación las —
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amor, gr. XeÍTtetv/XiTreiv/XeXoiTiévaí (provisionalmente '). La oposición c o m p l e j a no es directa: los términos difieren con respecto a más de una noción básica. Las oposiciones fonológicas pueden igualmente clasificarse en simples y complejas. § 28.—Por la relación lógica existente entre los términos de una oposición fonológica simple se distinguen »: Oposiciones p r i v a t i v a s : son aquellas en las que uno de los términos está caracterizado por la presencia de una cualidad distintiva, y el otro por la ausencia de esta cualidad distintiva. Ejemplo: en francés, los fonemas b/p (con sonoridad/sin sonoridad) . O p o s i c i o n e s g r a d u a l e s : son aquellas en las que los términos están caracterizados por el grado diferente de la misma cualidad. Ejemplo: en español, los fonemas e/i, diferenciados por el grado de abertura. O p o s i c i o n e s e q u i p o l e n t e s : son aquellas cuyos términos, diferenciándose sólo en una cualidad, presentan cada uno un elemento distintivo diferente que no puede considerarse ni como afirmación o negación ni como dos grados diferentes de una cualidad. Ejemplo: entre los fonemas españoles p/t hay una oposición equipolente que se refiere sólo a su locaHzación labial o dental». cualidades distintivas de oclusivas, orales, dentales, que sólo se dan en esos dos fonemas). En efecto, en francés la oposición de localización p/k no sería bilateral, puesto que la base de comparación también aparece en otro fonema t. Sin embargo, p/t/k entra dentro del concepto de oposición simple. El término de " o p o s i c i ó n s i m p l e " lo tomamos de J. Vachek, "Phonemes and phonological units" TCLP 6, 1936, p. 235 ss., que señala con razón, p. 236, que la unidad fonológica "is not a term of any phonological opposition. This, again, should be defined as a minimum phonic difference responsible for the difference of intellectual meanings". De la oposición simple se distingue la oposición " c o m p l e j a " ("complex opposition"), consistente en la diferencia basada en más de un elemento distintivo. Señalemos, por lo demás, que el fundamento real de la clasificación en oposiciones bilaterales y multilaterales, en que se basa Trubetzkoy para representar los sistemas fonológicos, ha sido gravemente quebrantado al advertir A. Martinet, BSL 42, 1946, fase. 2, página 27, que en ir. d/n no se puede ver una oposición bilateral, puesto que la sonoridad de la pretendida base de comparación no es cualidad distintiva del fonema n (ya que no hay oposición n sorda / « sonora); la realidad fonológica es « (oclusiva apical nasal), opuesta al archifonema de i-d (oclusiva apical oral), y dentro de este término opuesto se establece la oposición sonora d I sorda t. (1) Más adelante (cap. I l l ) , veremos, en efecto, que en realidad perf. XeXot-.ívat se opone al bloque pres. XeÍtceiv -aor. Xitieív, dentro del cual se establece a. su vez una oposición de los términos. El caso es, pues, paralelo al de p/t/k (cf. nota precedente), donde la oposición de localización ha sido disuelta en dos oposiciones binarias anterior/posterior y aguda/grave por R. Jakobson, "Observations sur le classement phonologique des consonnes" Proceedings of the 3d. intern. Congress of Phonetic Sciences, Gante 1938, p. 34 ss. (2) Cf. Trubetzkoy, Grundzüge p. 76 ss. de la trad, fr., si bien no utiliza, el concepto de oposición simple. (») Se comprende bien que, al limitarnos a las oposiciones simples, el concepto de cposición equipolente pierde extensión; así, el ejemplo de f/k del alemán, que cita Trubetzkoy, no entra en nuestro concepto de oposición simple equipolente, ya que se diferencia en más de una cualidad distintiva. —
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§ 29.—El concepto de oposición simple no excluye la oposición de más de dos términos entre sí. En una oposición gradual, el número de grados posibles es teóricamente ilimitado. E n una oposición equipolente, el número de términos posibles es también superior a 2 (cf. esp. p/t/k). § 30.—Puesto que, por definición, en una oposición gradual los términos poseen—ciertamente, en grado distinto—la cualidad distintiva, es evidente que sus términos constituyen un bloque que se opone privativamente a otro término del que está ausente la cualidad distintiva en cuestión. Dicho de otro modo: u n a o p o s i c i ó n g r a d u a l se i n t e g r a en el t é r m i n o caract e r i z a d o d e u n a o p o s i c i ó n p r i v a t i v a . Por ejemplo, en el sistema vocálico lineal del circásico, el bloque a/e/9, con el grado de abertura como única cualidad distintiva, se puede oponer, como término caracterizado, a un término no caracterizado, sin abertura, constituido por varios fonemas. § 31.—Esta clasificación lógica de las oposiciones de fonemas no puede aplicarse sin más a las oposiciones morfológicas. Para las oposiciones fonológicas, la clasificación opera en el plano del significante, teniendo sólo en cuenta el valor diferencial de los fonemas en el plano del significado. Por el contrario, para las oposiciones morfológicas, la clasificación opera en el plano del significado, teniendo en cuenta la existencia de diferencias formales en el plaro del significante. La aplicación, pues, de esta clasificación requiere algunas consideraciones especiales § 32.—Roman Jakobson » ha postulado el carácter privativo de todas las oposiciones gramaticales y há tratado de verificar este principio con un análisis de la estructura del verbo ruso, por el cual el sistema verbal de dicha lengua se resuelve en su totalidad O Cantineau, art. cit., moviéndose en el plano del significante de acuerdo con su definición de la oposición significativa, establece, p. 28 s., la existencia de oposiciones privativas, en las cuales "le signifiant d'un des termes est caractérisé par la présence d'un élément significatif (ou marque formelle) qui manque au signifiant de l'autre": así, en ei imperativo fr. mangelmangeons (sobre la dificultad de establecer estas oposiciones en los significantes vid. § 14, 1.°). Cantineau admite también, p. 31, la existencia de oposiciones equipolentes, "dont les signifiants des deux termes sont équivalents, c'est-à-dire caractérisés tous deux d'une façon positive, et ne comportent ni l'absence ni la présence d'une marque formelle": así, ingl. foot/feet, I take/I took, al. bergen/sie baygen (nuestra crítica en § 14. 2.°). Por el contrario, las oposiciones graduales, p. 30 s., "ne paraissent pas avoir de correspondants significatifs". («) R. Jakobson, "Zur Struktur des russ. Verb." p. 74 ss. El mismo método es aplicado también en su análisis del sistema casual ruso "Beitrag zur allgemeinen Kasuslehre" TCLP 6, 1936, p. 240 ss. Sobre estas oposiciones, cf. del mismo autor "Signe zéro". Mélanges Bally, 1939, p. 143 ss., especialmente p. 147 s. En "Zur Struktur..." p. 76, Jakobson señala el precedente de S. Karcevskij, que, en su Système du verbe russe, 1927, opera con valores cero ("NuUwerte oder negative Werte") y establece, p. 18, 22 s., que las oposiciones de las categorías gramaticales son binarias; pero Jakobson señala que, a pesar de haber sido descubiertas, las oposiciones binarias morfológicas no fueron en las descripciones gramaticales concretas más que un concepto accesorio de carácter episódico ("episodischer Nebenbegriff"). —
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("restlos") en un complejo de oposiciones binarias privativas. Jakobson razona así dicho principio: "Cuando el investigador considera dos categorías gramaticales opuestas entre sí, parte frecuentemente del presupuesto de que dichas dos categorías son igualmente justificadas y que cada una posee su valor propio: la categoría I designaría A, la categoría II designaría B. O por lo menos: I designaría A, II designaría la ausencia, la negación de A.— En realidad, los valores generales de las categorías correlativas se distribuyen de otro modo: si la categoría I nota la presencia de A, entonces la categoría II no nota la presencia de A, esto es, no dice si A está presente o no. El valor general de la categoría II en comparación con la categoría I se limita a la falta de la caracterización con A ('A-Signalisierung')". § 33.—Por nuestra parte, estimamos que hay o p o s i c i o n e s m o r f o l ó g i c a s p r i v a t i v a s y g r a d u a l e s . En las g r a d u a l e s , los términos opuestos se diferencian sólo por el grado de intensidad con que posee cada uno la noción básica, lo cual teóricamente es perfectamente posible. En efecto, en griego antiguo (que en este punto es la continuación del estado de lengua indoeuropeo), el modo subjuntivo y el modo optativo no son más que dos grados distintos en la posesión de la noción básica de modo Y ambos en bloque, de acuerdo con el principio formulado en el § 30, se oponen al indicativo, que, como término no caracterizado, no expresa la noción de modo ». Pero, frente a lo que es posible en fonología (donde una oposición gradual M / O puede, según la estructura del sistema, ser concebida como privativa con la interpretación de vocal "cerrada/no cerrada" o "no abierta/abierta", esto es, reduciendo a cero uno de sus dos términos »), una oposición morfológica gradual de dos tér(') Vid. mi articulo "Desinencias medias primarias indoeuropeas" Emerita 20, 1952, p. 8 ss., donde en la p. 20 digo: "La causa de esta repartición [de desinencias primarias y secundarias en los modos] está sin duda en la excelente definición que ha dado Wackernagel, Vorlesungen über Syntax 1 p . 232, de la diferencia de valor entre el subjuntivo volitivo y el optativo de deseo: en ambos se trata de una volición, pero en el subjuntivo lo que quiere el que habla, cree que el sujeto mismo puede efectuarlo; en el optativo, la realización del deseo expresado está fuera de las fuerzas propias del sujeto, depende de otros. Paralelamente podemos decir—extendiendo la definición de Wackernagel—que el subjuntivo prospectivo indica una proximidad (se espera que se realice el proceso verbal), el optativo potencial indica un distanciamiento mayor de la realidad (el proceso verbal es sólo una posibilidad). E n t r e e l s u b j u n t i v o y el o p t a t i v o h a y s o l a m e n t e u n a diferencia de i n t e n s i d a d en la e x p r e s i ó n de la n o c i ó n de m o d o . " (») Sobre este valor de indiferencia respecto al modo y a la realidad que posee el indicativo, cf., v. gr., Wackernagel, Vorlesungen 1, p. 224. En el plano del significante nótese la falta en indicativo de un morfema caracterizador, frente al subjuntivo y al optativo: tipo atemático: ind. cero — subj. -e/o- — opt.-i7i/Ttipo temático: ind. -e/o- — subj. -Tj/w- — . o p t . - o t Por su parte, también Jakobson, "Zur Struktur des russ. Verbum" p. 78, define en ruso el indicativo como término no caracterizado. (») Vid. Trubetzkoy, Grundzüge, p. 79 de la trad. fr. —
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minos no es susceptible de ser concebida como privativa, pues para ser privativa, uno de los dos términos habría de ser igualado a cero y considerado como término no caracterizado con la doble función propia de este término, que estudiamos en § 3 5 , desconocida en realidad en las oposiciones graduales ^ § 34.—Por el contrario, n o p a r e c e n e x i s t i r oposic i o n e s m o r f o l ó g i c a s s i m p l e s e q u i p o l e n t e s . Al menos, no conozco ninguna ». Esta presunción resulta perfectamente verosímil si se tienen en cuenta una serie de consideraciones. En fonología, todo fonema tiene una sustancia fonética y, por consiguiente, la fonética puede aportar una base material para la constitución de una oposición equipolente como español pltjk, lo cual no es ciertamente incurrir en el vicio del "fonetismo". En el plano de la sustancia semántica, donde se establecen las oposiciones morfológicas, el significado de un término es dado únicamente por la relación lógica en que está el término en cuestión con la noción básica. Por ello, en una hipotética oposición morfológica equipolente, las nociones expresadas por cada uno de los términos, no siendo ni grados distintos ni la afirmación o negación de una misma noción, serían valores independientes unos de otros, de tal modo que, dado uno, sería imposible conocer cuál es el otro o cuáles son los otros, contradiciendo así ei carácter que debe tener toda oposición gramatical significativa ». Notemos a este respecto, como ya lo hicimos (p. 13 n. 1), que R. Jakobson ha resuelto la pretendida oposición fonológica equipolente del tipo fHlk, basada en las "propiedades de localización", en dos oposiciones privativas que se interfieren: anterior/posterior y aguda/grave. § 35.—Las o p o s i c i o n e s m o r f o l ó g i c a s privativ a s requieren un estudio detenido. Por el hecho de que sean significados—y no sólo significantes—los que se oponen, la función de cada uno de los dos términos presenta aquí un carácter especial, que no tiene en las oposiciones fonológicas. (1) En nuestro ejemplo, subjuntivo y optativo tienen cada unq un valor positivo, que no se justifica negativamente por oposición con el del otro. {») Los sistemas de hasta seis términos dentro de una sola dimensión con que operan los lingüistas de Copenhague (cf. § 43) no tienen nada que ver con esto, ya que los seis términos, según la teoría de Hjelmslev, se ordenan intensiva y extensivamente con referencia a una noción única. (») Notemos a este respecto lo que sobre oposiciones dice H. J. Pos, "Perspectives du structuralisme" TCLP 8, 1939, p. 75: "L'opposition en elle-même et dégagée de tout facteur matériel, est de nature éminemment logique: c'est une relation qui ne se constate pas, mais qui se pense. Les opposés sont deux, mais d'une façon particulière: leur dualité n'a pas le caractère indéterminé et contingent de deux objets arbitrairement réunis par la pensée. La particularité consiste à ce qu'étant donné l'un, la pensée déduit l'autre, ce qui n'est pas le cas de la dualité contingente. Dans celle-ci, c'est l'énumération qui rattache les éléments. Le contenu reste entièrement en dehors de la synthèse. Aussi, le premier élément d'une dualité contingente ne laisse aucunement prévoir quel sera le second." Por consiguiente, si en la definición de fonema no hubiera de entrar ningún dato fonético (pertinente, claro es), como pretende Hjelmslev, habría que negar la existencia de oposiciones simples equipolentes. —
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Dado un semantema .4 y un morfema χ (morfema de natura leza positiva o negativa), una oposición simple privativa está re presentada por la fórmula AxiA
El término caracterizado Αχ expresa positivamente la noción básica de la oposición ( v a l o r p o s i t i v o ) , de la cual es por tador el morfema. El término no caracterizado A posee una doble función. En cuanto no caracterizado, A es indiferente a la nota ción de la noción distintiva ( v a l o r n e u t r o ) . Pero también en cuanto término opuesto a Ax, el término A significa la ausencia o negación de la noción expresada por χ ( v a l o r n e g a t i v o ) . Según esto, la forma del llamado género inanimado o neutro, como término no caracterizado, designa no sólo lo que es inani mado (o es concebido como tal), sino que también puede ser em pleada referida a seres que en la realidad objetiva son animados (o son concebidos como tales), pero que no existe interés en notar expresamente como animados. Así, lat. scortum 'prostituta' (aun que surgido por metonimia). En griego, donde la estructura de la oposición es la misma, los ejemplos abundan: το άνδράποδον 'escla vo', το βρέφος 'bebé', το τέκνον 'hijo'; los diminutivos en lov (το παιδίον 'niñito', το γύναιον 'mujercita', Σωκρατίδιον), το κήτος 'mons truo marino', το ορνεον 'ave'. § 36.—Lo mismo se ha de decir de las oposiciones privativas cuyo término caracterizado está constituido por una oposición gradual (§ 30). Esto es, los iérvcanos AxjAxjAx^..., caracterizados positivamente por morfemas que expresan distintos grados en la posesión de una misma noción, suponen un término no caracteri zado A , del que es propio significar la indiferencia a la noción bá sica (valor neutro) y la noción opuesta a ésa (valor negativo). Ejem plo: el indicativo, como término no caracterizado de la oposición de modo, significa la indiferencia modal y la realidad (opuesta a la subjetividad del modo). § 37.—Contra lo expuesto en § 36 está la teoría de R. Jakob son Este lingüista considera que el único valor propio del tér mino no caracterizado es el que nosotros denominamos "valor neu tro" y que cuando el término no caracterizado indica la ausencia o negación de la noción básica, se trata de una realización de la ca tegoría: el sentido está determinado por la situación y, aunque sea la función más frecuente de esta categoría, no es lícito que el in vestigador identifique el sentido estadísticamente predominante de la categoría con su "valor general". La postura teórica de Jakobson deriva, en realidad, de su pos tulado " de que una categoría gramatical tiene una "significación (1) "Zur Struktur des russ. Verbums" p. 74. (·) Formulado explícitamente en "B eitrag zur allgemeinen Kasuslehre", TCLP 6, 1936, p. 243 s. Jakobson distingue la "Gesamtbedeutung" ( = "sig nification genérale", que no contiene más de lo que hay en el conjunto de sen —
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general" y nada más que una. Pero tal postulado, exacto en prin cipio, no tiene en cuenta todas las consecuencias derivadas del prin cipio de que el signo lingüístico no se define en sí, sino por su fun ción en el sistema a que pertenece, por sus relaciones con los demás signos. Por ello, no se puede postular a priori una definición única para una unidad de significado, cuando ésta resulta ser un tér mino con función propia doble, como es el caso del término n o caracterizado de las oposiciones morfológicas privativas. § 38.—El problema de si el término no caracterizado de una oposición privativa posee un valor único (neutro), según Jakobson, o si, por el contrario, según nosotros, tiene una duplicidad de va lores, resultante de una duplicidad de funciones (valor neutro y valor negativo), sólo puede ser resuelto mediante la verificación práctica de ambos postulados teóricos, utilizados como hipótesis de trabajo. Ahora bien, anticipando los resultados de nuestro análisis del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego—que es el campo concreto de nuestra competencia—, estamos en condiciones de es tablecer como tesis comprobada que E n el t é r m i n o n o c a r a c t e r i z a d o d e u n a o p o s i c i ó n m o r f o l ó g i c a p r i v a t i v a , j u n t o al v a l o r n e u t r o o de i n d i f e r e n c i a a la n o c i ó n d i s t i n t i v a , el s i g n o p o s e e el v a l o r n e g a t i v o , consistente en la i n d i c a c i ó n de la a u s e n c i a o n e g a c i ó n de la n o c i ó n b á s i c a . E n efecto, utilizando sólo el ejemplo más claro y decisivo, la oposición aspectual presente/aoristo se establece en torno a la noción básica de "consideración del contenido verbal en su duración", la cual es expresada por el tema de presente, como término carac terizado. El tema de aoristo, como término no caracterizado, sig nifica la indiferencia a la consideración de la duración (valor neu tro: tipo έβασίλευσε τριάκοντα έτη) y la noción opuesta a la de du ración, es decir, la momentaneidad o puntualidad (valor negativo: sobre la estructura de esta oposición, vid. especialmente §§ 125133). Ahora bien, este valor puntual es preciso que pertenezca al signo lin güístico, pues, de no ser así, no se explicaría: 1.°, la realización del aoristo puntual como "ingresivo" o como "egresivo" (el punto inicial y el punto final son los dos únicos puntos de un segmento lineal a los que se puede hacer una referencia); 2.°, la incompatibilidad del aoris to con el tiempo presente, debida al valor puntual de aquél y que tidos particulares, si bien no es considerada como una suma mecánica de los mismos) de la "Grundbedeutung" ( = "signification fondamentale"), con que opera L. Hjelmslev, La catégorie des cas II, 1937, p. 45. Sobre ambos concep tos, cf. H. Chr. SOrensen, "Contribution à la discussion sur la théorie des cas" TCLC 5, 1949, p. 127. Sobre el postulado de la significación única de cada categoría gramatical, cf. también A. W. de Groot, Strukturele syntaxis, 1949, p. 68 (remitiendo a Jakobson): "Naar een bekende, nog niet onjuist gebleken, werk hjrpothese, heeft elke grammaticale kategorie één en niet meer dan één be tekenis." —
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provoca la neutralización de la oposición aspectual presente/aoristo en el presente de indicativo (§§ 181-182); 3.°, la incompatibilidad del aoristo, debida también a su valor puntual, con los semantemas "no transformativos" de carácter durativo, que es la causa de que en la posición de neutralización de modo aparezca la forma del tema de presente de esos verbos como "archimorfema" de la oposición (§174). Estas incompatibilidades presuponen que la puntualidad del aoristo es un valor del signo en el sistema de la "langue", no una realización del valor neutro en determinadas situaciones de la "parole". § 39.—De la naturaleza privativa (o gradual-privativa) de las oposiciones morfológicas se deriva, como consecuencia, lo que podemos denominar l e y d e l a n o r e v e r s i b i l i d a d d e l o s t é r m i n o s . A diferencia de ló que ocurre en las oposiciones privativas fonológicas, algunas de las cuales permiten la inversión de la interpretación de la relación lógica existente entre sus dos términos, de tal modo que el no caracterizado puede ser considerado como caracterizado y viceversa (así la oposición «/o, concebida como privativa, puede ser interpretada o como "cerrada/ no cerrada" o como "no abierta/abierta" *), tal inversión es imposible en las oposiciones privativas morfológicas, y a que la noción básica no es introducida subjetivamente en el signo que funciona como término caracterizado, sino que realmente existe en él como una noción positiva, que determina, además, la doble función del término no caracterizado. E n AxjA, el término A puede, en virtud de su valor neutro, ser usado en un contexto donde el valor positivo de Ax estaría positivamente justificado; pero el término Ax no puede ser usado en un contexto donde el valor negativo de A estaría bien en su lugar, porque Ax no posee valor neutro. Así, la doble f u n c i ó n del t é r m i n o no caracterizado c o n s t i t u y e un c r i t e r i o s e g u r o p a r a la i d e n t i f i c a c i ó n de l o s t é r m i n o s de u n a o p o s i c i ó n m o r f o l ó g i c a . El establecimiento de oposiciones opera con una realidad lingüística; no es un puro método de clasificación (cf. § 48). Por consiguiente, E . Seidel » incurre en un absurdo cuando considera que el "imperfectivo" eslavo (del checo concretamente) funciona unas veces como caracterizado y otras veces como no caracterizado y que, consecuentemente, el "perfectivo" funciona también como no caracterizado y como caracterizado. § 40.—Otra consecuencia que se deriva de la naturaleza privativa de las oposiciones morfológicas es la que podemos llamar l e y de la no i d e n t i d a d de l a s o p o s i c i o n e s morfológ i c a s q u e s e i n t e r f i e r e n y que podemos formular así: cuando en un término o simultáneamente en los términos de una oposición se establece otra oposición, las nociones básicas respectivas son diferentes. (1) Cf. Trubetzkoy, Grundzüge. p. 79 de la trad. fr. (2) "Zu den Funktionen des Verbalaspekts" TCLP 6, 1936, p. 111 ss., especialmente p. 118 s. Sobre un proceder similar de Hermann cf. § 76. —
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Supongamos, en efecto, una oposición Ax¡A. Si en el término caracterizado Ax se estableciera una oposición con un morfema y tal que noción de Λ; = noción de y, tal opo sición no existiría en el plano del significado, pues el término ca racterizado {Ax)y significaría la misma noción de Ax (la hiperca racterización sólo sería formal) y el término no caracterizado sería igualmente [Ax). O, si se admite que el término no caracterizado [Ax) habría de poseer los valores que le corresponden como tal, re sultaría que Ax, que es un término caracterizado, presentaría los mismos valores de A, que es un término no caracterizado, lo cual es un absurdo. Si en el término no caracterizado A se estableciera una oposi ción con un morfema y tal que la noción de Λ: = noción de y, re sultaría que en AylA el término caracterizado Ay tendría el mismo valor de Ax. En este caso estaríamos en presencia no de dos opo siciones diferentes, sino de dos expresiones formales distintas de una misma oposición morfológica, que, como vimos (§§ 19, 26), se establece en el plano del significado y puede estar asociada a varias diferencias de significantes. Así, de la interferencia de la oposición impf. ελυες/aor. ελυσας con la oposición modal opt. λύοις λύσαις/su'bj. λύης λύσνις/ind. έλυες έλυσας y con la de nùmero sg. έλυες έλυσας/ρ1. έλύετε έλύσατε se de duce que la noción básica de la oposición aspectual presente/aoristo es de naturaleza distinta de las nociones distintivas de modo y número. § 41.—El que todas las oposiciones morfológicas sean de natu raleza privativa (las oposiciones graduales se integran, según vimos, en el término caracterizado de las oposiciones privativas), binarias por lo tanto, significa que todo análisis del sistema morfológico de una lengua (o de una fracción del sistema) consistirá en una serie de d i c o t o m í a s (hecha la pequeña salvedad de que las opo siciones graduales pueden comprender más, de 2 términos, al menos teóricamente). Estas dicotomías a veces son sucesivas, de tal modo que en el interior de un término de una oposición privativa puede establecerse otra oposición. De ahí la conveniencia de distinguir entre u n i d a d del sistema y t é r m i n o de una oposición: una unidad del sistema es siempre un término de una oposición; pero en un término se establece otra oposición. (Vid los ejemplos gráficos dados en el § 45). Este proceder, aplicado por R. Jakobson, tras la correspondiente formulación teórica del principio (aunque sin admitir la existencia de oposiciones graduales), por E. B enveniste que no adopta nin guna postura teórica previa, sino que deja hablar a los hechos por sí mismos, y por F. R. Adrados », recibe una confirmación en la (1) "Structure des relations de personne dans le verbe" BSL 43, 1976, página 1 ss. («) Estudios Clásicos I, 1951, p. 1Í ss. —
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presente monografía, ya que en el proceso de su elaboración la formulación teórica del mencionado principio ha sido precedida por la demostración práctica de que en el sistema de aspectos y tiempos todas las oposiciones son privativas. § 42.—Sin embargo, J. Holt » considera inadecuado este procedimiento por varias razones: 1.*, porque es necesario introducir nociones de significación ("sustancia de contenido") antes de que esté establecida en su conjunto la relación "extensional" entre los términos de la "categoría" » en cuestión; 2.», porque en una "categoría" de más de dos términos no se puede indicar la relación inmediata en que están dos de ellos cualesquiera y porque no hay razón para afirmar que, v. gr., el término A esté más próximo de B que de C o de D; 3.*, porque la creación de una oposición I I dentro de un término de otra I significa el establecimiento de una unidad (el término de I dentro del cual se establece la oposición II) inexistente en la lengua, porque no posee la expresión correspondiente. § 43.^—A esta dicotomía prefiere Holt el método elaborado por L. Hjelmslev», consistente en establecer oposiciones de 2 a 6 términos basadas en una sola "dimensión" ( ~ "noción básica" de nuestra terminología) y presididas por la llamada "ley de la participación", patente especialmente en las oposiciones de dos términos: en AjE, B = A + no-A. En estas oposiciones binarias, la teoría de Copenhague coincide sustancialmente con la nuestra: el valor neutro de B (término no caracterizado) es lo que hace que en determinadas circunstancias sea empleado en lugar de A (hecho de "parole"!!). Pero en vez de ver en ello una realización de la indiferencia en la "parole", Hjelmslev ve una extensión de significado y opina que una oposición binaria se compone de un término "intensivo" ^ y de otro "extensivo" B. Combinando por medio de complicadas relaciones estos valores intensivo y extensivo con los contrarios y contradictorios, Hjelmslev delimita teóricamente los valores de los términos que, en número de hasta 6, pueden caber en un sistema de una sola dimensión. § 44.—Un postulado metodológico de la teoría hjelmsleviana es que la delimitación de los valores de los términos debe hacerse sin tener en cuenta la significación, es decir, prescindiendo de cuál es la noción en torno a la cual se ordenan los valores de los tér(1) Jens Holt, Études d'aspect, 1943 (citado en adelante sólo Études), p. 24 s. No obstante, más recientemente se advierte entre los lingüistas de Copenhague y sus seguidores una tendencia a reconciliar, por ejemplo, el análisis de los casos de Jakobson (citado § 32 n. 37) con el de Hjelmslev (citado § 37 n. 45), cuya teoría ellos siguen. Así H. Vogt, "L'étude des systèmes de cas", TCLC 5, 1949, p. 112 ss., y H. Chr. Sôrensen, "Contribution à la discussion sur la théorie des cas", ibidem, p. 122 ss. Cf. nuestra importante observación § 45 n. 1. (») Sobre este sentido especial del término "categoría" en la teoría de Hjelmslev cf. § 44 n. 2. (») Vid. La catégorie des cas I, 1937, p. 112 ss. Cf. "Essai d'une théorie des morphèmes" Actes du IV' Congr. Intern. de Ling., 1938, p. 140 ss., especialmente p. 150. Cf. también H. Chr. Sorensen, TCLC 5, 1949. p. 124. —
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minos de la oposición ' (y a ello se refiere la 1.» objeción de Holt). En vez de analizar el valor de un término para poder identificar el otro término al cual se opone (como hace Jakobson y hacemos nosotros), Hjelmslev y sus seguidores aceptan de la gramática empírica tradicional el número de términos que ha de comprender el sistema que se va a establecer *. Por ejemplo, partiendo de la descripción tradicional de los aspectos (perfecto, presente, aoristo), Holt establece en el griego antiguo un sistema de 3 términos (positivo, negativo y cero), en cuyas casillas va luego colocando los valores de las formas. Otro ejemplo del mismo griego antiguo: aceptando también la clasificación tradicional de los tiempos (futuro, pretérito, presente), Holt establece otro sistema de 3 términos y procede después de la misma manera. Pero es importante llamar la atención sobre el hecho de que no es lícito fiarse de la descripción empírica (que precisamente se intenta superar !!) de los aspectos para fijar que se estructuran en ima sola "categoría" de 3 términos, porque no nos consta que la oposición entre ellos se basa en una sola dimensión o noción básica. En lo referente a los tiempos, hay que tener en cuenta que el considerar los 3 en una misma línea descansa sobre la concepción lógica del tiempo, y noción lógica o noción psicológica no han de ser confundidas con significado lingüístico, «según advierten insistentemente estos mismos lingüistas (cf. también § 4): ¿cómo podemos estar seguros a priori de que los valores de presente, pasado y futuro guarden relación con una misma noción? E s decir, la teoría hjelmsleviana, rehusándose a tomar como base de partida las nociones de significación de las formas—que son nociones lingüísticas—, se apoya en las clasificaciones empíricas de la gramática tradicional, realizadas con criterios formales, lógicos o psicológicos, mas no lingüísticos. Por consiguiente, es i n s o s t e n i b l e el p o s t u l a d o q u e e x i g e q u e en la d e l i m i t a c i ó n de los v a l o r e s de los t é r m i n o s de u n a " c a t e g o r í a " no se i n t r o du z c a n l a s n o c i o n e s d e s i g n i f i c a c i ó n (esto es, la " s u s t a n c i a del contenido" en la terminología de Hjelmslev). Si es cierto que cada unidad del sistema, en el plano del signi(1) Tal postulado deriva de las ideas que profesa Hjelmslev sobre la lingüística como ciencia de relaciones puras entre signos sin consideración de la "sustancia" ("sustancia" fónica o de "expresión", "sustancia" conceptual o de "contenido"), sino teniendo sólo en cuenta la "forma" en que se organiza cada "sustancia" para formar cada uno de los dos planos del signo. Se encuentran expuestas en su Omkring sprogteoriens grundlaegelse, 1943, accesible en el resumen crítico de A. Martinet, "Xn sujet des Fondements de la théorie linguistique de Louis Hjelmslev" BSL 42, 1946, p. 19 ss. Cf. también L. Hjelmslev, "Structural analysis of language" Studia linguistica 1, 1947, p. 69 ss. (») La denominación "categoría" es usada por estos lingüistas en una acepción distinta de la ordinaria. El aoristo, el presente y el perfecto, por ejemplo, no son considerados tres categorías, sino términos de una sola "categoría". Similarmente hablan de la "categoría de los casos", la "categoría del tiempo", etcétera. —
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ficante y en el del significado, se define sólo por oposición a las demás unidades, también es cierto que las cualidades distintivas que forman parte de la definición son entidades reales: en fonología, las cualidades distintivas tienen una realidad fonética; en las oposiciones significativas las cualidades distintivas tienen también su realidad—realidad conceptual—: son nociones. Del mismo modo que no tendría sentido intentar definir los términos de la oposición esp. pih sin recurrir al concepto fonético de sonoridad, no es posible definir los términos de una oposición significativa sin tener en <:uenta la noción básica Con esto queda contestada la 1.» de las 3 o b j e c i o n e s de Holt. § 45.—El procedimiento de las dicotomías sucesivas, consistente en el establecimiento de una oposición binaria en un término o en los dos términos de otra oposición binaria, se justifica por la comprobación de que tales estructuras existen en fonología, esto es, constituyen una realidad de experiencia irrefutable. En efecto, en su crítica de los Grundzüge de Trubetzkoy, A. Martinet » ha establecido que en el sistema fonológico del francés, por ejemplo (y lo mismo en el de otras muchas lenguas), no existe una oposición bilateral njd (con nasalidad/sin nasalidad), porque en •el fonema n la sonoridad no es una propiedad pertinente. La oposición, en realidad, es de n frente al archifonema de t-d, indiferente a la distinción entre sorda y sonora. E s decir, la oposición privativa es de n frente al conjunto t-d o, dicho de otro modo, en el término no caracterizado (sin nasahdad) opuesto a » se establece una «posición dit (con sonoridad/sin sonoridad). Gráficamente:
dit (*) Este es el lugar oportuno de recordar el luminoso pasaje de los Grundxüge, p. 96 s. de la trad. fr., donde Trubetzkoy demuestra, mediante la verificación práctica, lo insostenible y absurdo de la definición de vocal y consonante intentada por Hjelmslev sin recurrir a ninguna noción fonética, esto es, sin operar con la "sustancia" fónica, según la terminología hjelmsleviana (L. Hjelmslev, "On the principles of Phonematics" Proceedings of the 2d. Intern. Congress of Phonetic Sciences, 1935, p. 52). "El carácter insostenible de la definición dada por Hjelmslev—concluye Trubetzkoy—no es debido a la casualidad. 'Vocal' y 'consonante' son conceptos fónicos, es decir, acústicos, y no pueden ser definidos más que en cuanto tales. Todo intento de darlos de lado o de evitar los conceptos acústicos articulatorios al definir las vocales y las consonantes debe fracasar necesariamente." Igualmente A. Martinet, en su art. cit. de BSL li2, 1942/5, p. 19 ss., no se siente convencido, p. 37 ss., de que sea posible analizar las unidades del plano del significante sin recurrir a la "sustancia" fónica {p y k, en danés, v. gr., tienen "funciones" idénticas y deberían recibir idénticas definiciones; en birmano, todas las consonantes habrían de recibir la misma definición). En cuanto a aplicar el mismo procedimiento al plano del significado, si bien aquí las posibilidades combinatorias son mayores y pueden permitir avanzar algo más, Martinet confiesa no comprender el carácter científico de algunas de esas operaciones. («) BSL 42, 1946, fase. 2, p. 17. —
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La estructura de esta oposición fonológica es exactamente comparable a la que, en los capítulos III y IV, establecemos entre los términos o categorías aspectuales de presente, aoristo y perfecto: Perfecto Presente ¡Aoristo § 46.—Contra Holt (3.* objeción) hay que sostener que el término de una oposición en cuyo interior hay otra oposición posee una existencia innegable en la lengua. El término t-d está negativamente caracterizado por la ausencia de la nasalidad, que es la cualidad distintiva. El término presente-aoristo tiene una caracterización negativa de su significado por no significar la noción de perfecto ("contenido verbal después de su término") y una caracterización de su significante, porque el presente y el aoristo presentan en común un tipo de desinencias (aparte de otras características) diferentes de las del perfecto. § 47.—En cuanto a la 2.* objeción de Holt, notemos que no tiene en cuenta la distinción fundamental entre oposiciones simples y oposiciones complejas (§ 27). El examen de las cualidades distintivas demuestra que hay razones para afirmar que las unidades t y d están más próximas entre sí que í y m o á y «, ya que entre t y n, por ejemplo, la diferencia afecta a la nasalidad y al hecho de que t ha tomado posición (negativa) en la correlación de sonoridad y « no la ha tomado (es indiferente), mientras que entre t y d IdL diferencia sólo afecta a la sonoridad. Del mismo modo, los aspectos de aoristo y de presente están más próximos entre sí que cada uno de ellos de por sí respecto del perfecto. Por consiguiente, t y n, aoristo y perfecto, no se oponen directamente (es decir, no constituyen una oposición simple), y siendo así, no se comprende la exigencia de establecer una relación directa entre ellos.
* * * § 4 8 . — L a s o p o s i c i o n e s , cuya teoría hemos esbozado en los §§ precedentes, s o n u n a r e a l i d a d l i n g ü í s t i c a , O Es interesante observar que entre esta estructura dicotòmica del sistema griego de aspectos, que nosotros establecemos, y el sistema de tres términos (positivo: perfecto—negativo: presente—neutro: aoristo) que establece Holt, los valores "extensionales" de los términos son idénticos. En nuestro sistema, presente y aoristo, como término no caracterizado frente al perfecto, pueden emplearse en lugar de éste; el aoristo, como término no caracterizado frente al presente, puede también emplearse en su lugar. En el sistema de Holt, el perfecto es término "intensivo", cuyo valor está perfectamente delimitado; el presente es ya "extensivo" con respecto al perfecto, en cuyo lugar puede ser usado; el aoristo es "extensivo" con respecto-a los otros dos. Pero, aparte de lo observado en § 43, h a y u n a d i f e r e n c i a s u s t a n c i a l entre ambos sistemas: el de Holt se basa en una sola "dimensión" o noción básica; en el nuestro, cada una de las dos oposiciones se establece en torno a una noción básica distinta. Además, la naturaleza de estas dos nociones básicas es sustancialmente distinta de la de la noción básica única admitida por Holt (cf. §§84 y 111). —
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no un simple método de clasificación. "La oposición en los hechos lingüísticos no es un esquema que introduce la ciencia para encuadrar los hechos y que quedaría exterior a ellos. Su importancia sobrepasa el orden epistemológico: cuando el pensamiento Ungüístico ordena los hechos conforme al principio de oposiciones y de sistema, se encuentra con un pensamiento que crea esos mismos hechos" De la materia prima de los sonidos y de la masa de las ideas el pensamiento humano extrae oposiciones Nadie debe poner en duda esa realidad ni extrañarse del grado de abstracción que en ocasiones hay que atribuir a esa labor ordenadora del pensamiento humano. El establecimiento de una oposición (una oposición fonológica, por ejemplo, que opera con sonidos materiales) supone ya un alto grado de abstracción. Por lo demás, hay que tener presente que " e l pensamiento—-consciente, subconsciente o inconsciente — perman e c e i d é n t i c o , e x c e p t o en el d i f e r e n t e grado de c l a r i d a d en la r e p r e s e n t a c i ó n " ' .
* * * § 49.—De primordial interés en el estudio de todo sistema lingüístico es la llamada n e u t r a l i z a c i ó n d e o p o s i c i o n e s . Este fenómeno es bien conocido en fonología *. En español, por ejemplo, la oposición fonológica r/r (caro/carro) no se realiza fuera de posición intervocálica; en otras posiciones sólo se da r (rueda, amar, enredo). Tal oposición recibe el nombre de o p o s i c i ó n n e u t r a l i z a b l e . Todo lugar en que se produce este fenómeno es una p o s i c i ó n d e neutralización. En las posiciones donde la oposición neutrahzable está neutralizada, sólo son pertinentes. ( = sólo pertenecen al signo) las características que tienen en común los dos fonemas que son términos de la oposición neutralizada. Este conjunto de cualidades distintivas constituye el archifonema. Por ello, la neutralización sólo se produce, según la teoría fonológica, en las oposiciones bilaterales o, mejor, en las oposiciones simples (tal como han sido definidas en § 27). E n fonología, el problema que plantea la neutralización es el de saber cuál es el representante del archifonema (uno de los fonemas de la oposición neutralizada u otro independiente) y qué causas determinan la neutralización. § 50.—La n e u t r a l i z a c i ó n t a m b i é n e x i s t e e n l a s o p o s i c i o n e s m o r f o l ó g i c a s y, sin duda, también en (1) H. J. Pos, "La notion d'opposition en linguistique", XI' Congrès Intern. de Psychologie, 1938, p. 245. {") R. Jakobson, TCLC 5, 1949, p. 210, refiriéndose sólo a la "gross sound matter". (') Es la tesis central de Ribot, citada por R. Jakobson, ibidem p. 212. (*) Trubetzkoy, Grundzüge, p. 80 ss. de la trad. fr. También se usa el término "supresión" (al. "Aufhebung"). —
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las oposiciones significativas en general, si bien falta un estudio completo y sistemático sobre ellas Los §§ 51-57 constituyen un bosquejo de una teoría de la neutralización de las oposiciones morfológicas. § 51.—Una o p o s i c i ó n m o r f o l ó g i c a e s n e u t r a l i z a b l e cuando en ciertas condiciones se anula la diferencia de significados existente entre sus términos. Lo esencial de la oposición y de su neutralización radica en el plano del significado, sin perder de vista que el significado no tiene existencia si no es vinculado al significante con el cual constituye el signo. § 52.—Lo mismo que en fonología (cf. § 49) *—porque este principio deriva de la esencia misma de la neutralización—, son neutralizables las oposiciones morfológicas simples. Los valores positivo y negativo de la noción básica no existen en la posición de neutralización y sólo son pertinentes las características de significado que son comunes a los términos de la oposición neutralizada. Dicho de otro modo: el valor de la unidad que aparece en la posición de neutralización ( a r c h i v a l o r ' ) es n e u t r o , indiferenciado en cuanto a la noción distintiva de la oposición neutralizada. § 53.—En el plano del significante, la neutralización tiene una repercusión natural, como consecuencia del hecho, y a señalado (§ 51), de que oposición y neutralización afectan a la entidad total del signo, no sólo al significado, que no tiene existencia propia desvinculado del significante. Se comprende, pues, que el archivalor de una oposición neutrahzada haya de tener su significante propio ( " a r c h i m o r f e m a " ) . Teóricamente caben dos posibilidades de conjunto sobre la forma del archimorfema: o, 1.°, es el morfema de uno de los términos de la oposición o, 2.°, es un morfema independiente de los de los dos términos de la oposición *. E n el primero de los casos se comprende que el archimorfema sea único. E n una oposición privativa, o bien es el morfema del término caracterizado, o bien es el del término no caracterizado, o bien es en unos semantemas el del término caracterizado y en (') El trabajo de C. E. Bazell, "On the neutralisation of syntactic oppositions" TCLC 5, 1949, p. 77 ss., se refiere a la sintaxis entendida como estudio de la frase. R. Jakobson no opera con neutralizaciones en su "Zur Struktur des russ. Verbums"; en su "Beitrag zur allgem. Kasuslehre", p. 283 ss. ("Kasussynkretismus") se limita Jakobson a registrar las diversas fusiones de formas casuales en los diversos paradigmas flexionales del ruso. Sobre el "sincretismo" y la "implicación" de L. Hjelmslev cf. § 59. Sobre el concepto de neutralización de J. Cantineau cf. § 58. Preciso mi teoría en Word g, 1953, P- 241 ss. {') Trubetzkoy, Grundzüge, p. 81 de la trad. fr. (") El término "archivalor" que proponemos es, ciertamente, un híbrido grecolatino. No obstante, es recomendable por su paralelismo con "archifonema" y "archimorfema" (:: "valor" : "fonema" : "morfema"). (*) Cf., para la misma alternativa en fonología, Trubetzkoy, Grundzüge, página 82 ss. de la trad. fr. —
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otros el del no caracterizado. E n una oposición graducd puede ser uno cualquiera de los términos. E n ningún caso el archimorfema puede estar representado simultáneamente por los morfemas de dos o más términos de la oposición; ello implicaría la vigencia de la oposición, lo cual es contradictorio con la neutraUzación. E n el caso segundo, teóricamente al menos, varios morfemas diferentes pueden aparecer como archimorfema. Dichos morfemas, aunque diferentes en su forma fónica, son portadores de un mismo significado: el archivalor de la oposición neutralizada. Esto deriva del principio, formulado en § 19, según el cual puede haber una diferencia en el plano del significante sin una diferencia correspondiente en el plano del significado. El reverso de éste principio permite llegar a una conclusión importante. De que no pueda existir una oposición de significado sin la correspondiente oposición en el plano del significante se deduce que, cuando al reahzarse una oposición morfológica simple en una determinada posición, sólo aparece un morfema, puede afirmarse que dicha oposición está neutralizada. E s el caso, frecuentemente citado, de la neutralización de la oposición nominativo/acusativo en la posición de género neutro en latín:
m. i. n.
nom.
acus.
ctms urbis
ctuem urbetn mare
§ 54.—La neutralización de una oposición morfológica, que radica en el plano del significado, sólo e s t á condicionada p o r c a u s a s i n h e r e n t e s a l s i g n i f i c a d o . Pueden distinguirse 4 t i p o s d e n e u t r a l i z a c i ó n de oposiciones privativas: Tipo 1. Cuando el archimorfema es independiente de los morfemas de los términos de la oposición (caso de la oposición aspectual presente/aoristo en la posición de futuro: X'íjaofxat, pero impf. eXáv6avov/aor. iXaOov) puede decirse que la oposición no existe en absoluto. La causa de esta neutralización es una incompatibilidad (absoluta o relativa, según los casos) entre el término que constituye la posición de neutralización (futuro en el ejemplo puesto) y los valores todos de la oposición neutralizada. Tipo 2. Cuando el archimorfema está representado por el término no caracterizado de la oposición, puede decirse que el archimorfema está condicionado interiormente por la estructura misma de la oposición: el archivalor, indeferenciado respecto a los valores de los términos, es expresado por el morfema del término no caracterizado en virtud del valor neutro de éste (ejemplo del predominio global del aoristo en los modos; cf., no obstante, § 174, donde se precisa). La causa determinante de la neutralización es una incompatibilidad semejante a la del tipo 1. —
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Tipo 3. Cuando el archimorfema está representado por el morfema del término caracterizado, su determinación obedece a la misma causa determinante de la neutralización: la incompatibilidad absoluta entre el valor de la posición de neutralización y el valor negativo del término no caracterizado de la oposición neutralizada; el valor neutro de este término no puede, en efecto, por su misma indiferencia, producir incompatibilidad de ninguna clase (ejemplo del presente de indicativo, donde está neutralizada la oposición presente/aoristo). Tipo 4. Finalmente, puede haber un tipo de neutralización mixta de los tipos 2 y 3 , siendo la causa determinante la misma de 2: en un tipo de semantemas, el archimorfema es el del término no caracterizado, pero en otro tipo de semantemas es el del término caracterizado, cuando, debido a la naturaleza del semantema, afín al valor positivo del término caracterizado, destaca especialmente el valor negativo del término no caracterizado y se tiende a evitar—es la causa determinante de la oposición—la notación de toda clase de valores, positivos o negativos, relacionados con la noción básica de la oposición neutraUzada (ejemplo de la neutralización de la oposición de presente/aoristo en los modos § 174). § 55.—Junto a neutralizaciones p e r f e c t a s , sin excepción, hay tendencias a la neutralización, qhe provocan neutralizaciones i m p e r f e c t a s ' . En este caso, la neutralización es un hecho estadístico. Este tipo de neutralización imperfecta sólo es posible en los tipos 2 y 4 de neutrahzación estudiados en el § 54, en los cuales la incompatibilidad de significados que provoca la neutralización puede no ser absoluta. E n el tipo 1 no existe la oposición y, por consiguiente, la neutralización es perfecta. En el tipo 3 , la incompatibilidad de significados que actúa como causa determinante es absoluta y exige que la neutralización sea perfecta. § 56.—Conviene insistir sobre el hecho de que, cualquiera que sea el archimorfema y la causa determinante de éste y de la neutraUzación, siempre el archivalor es neutrq (cf. § 52; comprobación en §§ 183-187). H a y que rechazar, en efecto, la idea inexacta de que es el valor (o los valores) de la forma ausente el único que falta. Como y a advertimos, en la lengua una categoría gramatical no tiene una justificación propia e independiente, sino que la tiene en tanto en cuanto pertenece a una oposición. E n la neutralización (tipos 2, 3 y 4, naturalmente) no es un término el que falta, es toda la oposición la que no existe. Y si no existe oposición, hay indiferencia a la noción distintiva de la misma: el archivalor del archimorfema es, por consiguiente, neutro. A la misma conclusión conduce otro razonamiento. En una opo(') Estas tendencias a la neutralización "qui n'ont pas abouti" son señaladas en las oposiciones fonológicas por A. Martinet, TCLP 6, 1936, p. 55. --
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sición privativa gramatical son 3 los valores que están en juego: a) valor positivo, igual a la noción básica, expresada por el término caracterizado; b) el valor negativo, resultante de la negación de la noción básica, expresado por el término no caracterizado, y c) la indiferencia a la notación de valores positivos o negativos referentes a la noción básica: valor neutro, expresado también por el término no caracterizado. De los 3, en virtud del carácter subjetivo de la expresión lingüística (§ 71), el único que no puede faltar es c, que permite no expresar ni positiva ni negativamente la noción básica, porque el hablante no tiene interés en esa noción. Por otra parte, « y i» se exigen mutuamente, como valores opuestos que son, de modo que no puede existir el uno sin el otro. Pues bien, en el tipo 1, la forma que aparece en la posición de neutraUzación tiene un valor evidentemente neutro. Si el archimorfema es el morfema del término no caracterizado (tipo 2 y parte del tipo 4), su valor es el neutro c; prescinde, pues, de b, ya que b no puede existir en una posición donde no existe a. Por último, si el archimorfema es el morfema del término caracterizado (tipo 3 y parte del tipo 4), su valor es también el neutro c, ya que, siendo b irreaUzable en la posición de neutralización, a no puede existir por sí solo e independiente. § 57.—El concepto de neutralización de una oposición morfológica es susceptible de ser precisado. La presencia de un morfema común a dos unidades morfológicas distintas no significa necesariamente la existencia de una neutralización. En efecto: 1.° Para que exista neutralización es preciso que las dos unidades en cuestión constituyan una oposición simple (§ 52). Así, en latín clásico gen. seg.-nom. pl. feminae, equi no es un caso de neutralización, puesto que nominativo plural y genitivo singular forman una oposición compleja, basada, por lo menos, en 2 nociones distintivas (número y caso; dentro de los números habría que precisar, además, si singular y plural son términos de una oposición simple; dentro de los casos habría que determinar lo mismo a propósito del nominativo y del genitivo). 2° No existe neutralización en aquellos casos de identidad formal de dos unidades, cuando ésta está condicionada fónicamente. Este fenómeno puede ser denominado c o i n c i d e n c i a , para diferenciarlo de la neutralización. La causa determinante es independiente de los significados y no repercute en ellos. En francés, la oposición simple entre 3.* sg. y 3.» pl. il finit/ils finissent, il sent/ils sententi H sera/ils seront presenta identidad formal fónica de sus dos términos en il mange/ils mangent, il voit/ils voient, il mangeait/ ils mangeaient, il mangerait/ils mangeraient. La causa determinante de la coincidencia es puramente fónica y no afecta a los significados, los cuales no contienen incompatibilidad ninguna con las nociones de las posiciones en que se realizan, como se demuestra por la existencia de la oposición en los demás ejem—
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píos. Un caso también de coincidencia es el de gr. λέγω 1.* sg. indi cativo!.» sg. subjuntivo. La identidad formal está fónicamente condicionada: en subj. λέγω, ω representa ind. ω + alargamiento de la vocal, el cual funciona como morfema del subjuntivo (cf. ind. λέ γομεν/subj. λέγωμεν, ind. λέγομαι/subj. λέγωμαι); teóricamente, el subj. λέγω debería contener ω = 3 moras: si ello no es así, es por que el sistema fonológico del griego sólo conoce la oposición cuan titativa vocal breve ( = 1 mora)/vocal larga ( = 2 moras). Por el contrario, en latín, en el género neutro nom. sg.acus. sg. mare, hay una auténtica neutraUzación, porque no hay pura coincidencia formal. En ningún caso mare puede resultar de una realización de **marem {m morfema de acusativo, como en ciuem, urbem). Preci samente es este tipo mare, cornu el que permite decidir en favor de la neutralización: templum podría ser una coincidencia formal y por eUo no decide. 3.° Cuando la identidad formal no es constante, sino que den tro de la misma posición en el sistema morfológico la oposición formal se realiza a veces, los significados subsisten siempre distin tos y bien diferenciados. Este fenómeno de coincidencia imper fecta se da, V. gr., en lat. gen. seg.nom. pl. equz frente a gen. sg. consults/nom. pl. cónsules; nom. pl.acus. pl. cónsules frente a nom. pl. equí/acus. pl. equds; fr. il{s) mange(nt) frente a il finit/ils finissent. La separación de los significados, que no están neu tralizados, sino que están potencialmente distintos, es realizada por factores sintagmáticos, los cuales han de ser considerados como parte del significante. Así sucede en equi [equi currunt, equi álacres/ caput equi, memini equi) en cónsules (cónsules creantur, boni cónsules/ cupit cónsules uidere, bonos cónsules) il mange(nt) (donde el sujeto decide sobre el valor singular o plural de la forma), en gr. λίγω (donde el subjuntivo en las oraciones principales aparece siempre con partículas άγε, φέρε, δεϋρο y en las subordinadas está regidos intag máticamente). 4.° Para ser admitida una neutralización, ha de contar con una explicación en el plano del significado. En latín clásico dat. pl. ablat. pl. femints, equis (de equus), ciuibus, exercitibus, diebus presen tan identidad formal constante en la posición de número plural. Aun admitiendo que dativo y ablativo constituyan una oposición aspectual simple (lo que no creo seguro), es inadmisible la existen cia de una neutralización (del tipo 1, § 54), pues no se explica que haya incompatibilidad ninguna entre la noción de plural y la noción básica que diferencia dativo y ablativo: la noción de plural es de carácter semántico, mientras que las nociones casuales son nocio nes de relación sintagmática, de naturaleza puramente funcional. Se trata, pues, de una coincidencia perfecta en la posición de plu ral sin causa determinante precisable en el plano sincrónico. La dis tinción formal de uno y otro caso en el singular (dat. feminae, dui, exercitui, diei/femina, due, exerdtñ, die) ha establecido unas re laciones sintagmáticas, las cuales han mantenido ambos casos bien ~
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diferenciados en el plural (v. gr. nocere feminae. egere femins; nocere feminis dat., egere femints ablat.). Precisamente esta posibilidad de determinación sintagmática de la noción casual es la condición previa necesaria para este sincretismo de casos. Tal sincretismo no puede existir en el sistema de aspectos, v. gr., pues las nociones aspectuales son semánticas, contienen una descripción del modo de producirse la acción verbal, son independientes de toda relación sintagmática. El cuadro de la flexión nominal del sánscrito muestra bien cómo en el sistema casual la independencia de un caso a veces se basa, sobre todo, en una serie de coincidencias formales que se producen de modo diferente en cada posición o en cada tipo de flexión. Por ejemplo, el ablativo y el genitivo presentan en el singular coincidencia formal, excepto en los temas en -a (gen. ásVasya/ablat. ásvad)); en plural, el ablativo coincide siempre con el dativo (-bhyas), pero se separa del genitivo, que aparece independiente {-am); en dual, el ablativo se funde con el dativo y con el instrumental {-bhyam), pero el genitivo coincide con el locativo (-os). Ello no permite dudar de que son dos unidades distintas en el sistema casual del sánscrito el genitivo y el ablativo, cuya diferencia de significantes se presenta directamente {ásvasya/ásvad) o indirectamente (por su independencia como elemento combinatorio). Por consiguiente, este sincretismo de casos de algunas lenguas indoeuropeas (sincretismo sincrónico, no sincretismo genético como el del dativo y el instrumental indoeuropeo al pasar al griego) no invalida el principio fundamental de que toda oposición de significados no existe sin la correspondiente oposición de significantes. § 58.—J. Cantineau, de acuerdo con su definición de las oposiciones significativas (§ 13), atiende a la coincidencia formal para su concepto de neutralización. Según él ', son "oposiciones neutralizables las oposiciones de significados que no tienen siempre significantes diferentes, de modo que los dos términos pueden ser a veces idénticos desde el punto de vista formal". Cantineau, pues, se limita a considerar el fenómeno únicamente en el plano del significante, lo que le proporciona una visión imcompleta é inexacta, y a que las oposiciones significativas han de definirse en el plano del significado y la neutralización radica en el mismo plano de la oposición. Consecuente con su concepcióii puramente formal del fenómeno, Cantineau considera también que sólo la forma fónica puede condicionar una "neutralización" y distingue tres tipos distintos de factores condicionantes: 1.°, "sintaxis" (posición en final de frase, unión estrecha con la palabra siguiente); 2.°, "léxico" (en ciertos verbos franceses, v. gr., hay "neutralización" de la oposición 3.» sg./3.» pl.), y 3.°, "morfología" (la "neutralización" aparece en la vecindad de determinado morfema; v. gr., en francés, 3.» sg. y 3.» pl. se "neutralizan" después de los morfemas de imperfecto y de condicional: il mangeait/ils mangeaient, il mangerait/ 1)
En su art. cit. de Cahiers Saussure 10, 1952, p. 32 s. —
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ih mangeraient). Por otra parte, Cantineau, al desechar la validez del concepto de oposición "bilateral" sin sustituirlo por otro válido, pierde un criterio decisivo para la determinación de las neutralizaciones, las cuales, como hemos visto, sólo se dan en las oposiciones simples. El concepto de "neutralización" en Cantineau es, como se ve, totalmente diferente del nuestro, como resultado de las bases de partida diferentes con que opera. § 59.—L. Hjelmslev ' estudia dentro de su teoría lingüística el fenómeno de la neutralización, el cual se da en los dos planos (plano de la "expresión" o del significante y plano del "contenido" o del significado), tratando de confirmar su principio teórico del estrecho paralelismo existente entre ambos. E n uno y otro distingue Hjelmslev entre el "sincretismo" y la "implicación". El "sincretismo", definido como "fusión total de las dos unidades", existiría, V . gr., en el lat. nom. y acus. -um. La "implicación" consiste, no en la fusión total de las dos unidades, sino en la sustitución de una por otra: así, en francés, que distingue dos grados de énfasis en las formas pronominales me (grado débil) y moi (grado fuerte), después de una preposición siempre aparece la forma de énfasis fuerte; entonces "l'emphase faible est impliquée dans l'emphase forte". Nuestro desarrollo del problema de la neutralización (§§ 50-57) es suficiente para mostrar que Hjelmslev permanece en la superficie, sin penetrar en absoluto en la esencia del fenómeno. Cabe preguntarse qué es lo que significa concretamente "fusión" en Hjemslev: efectiva neutralización de significados o simple fusión de significantes, manteniéndose distintos los significados. La "implicación" equivaldría en nuestro sistema a una neutralización cuyo archimorfema es el morfema de uno de los términos de la oposición. Por otra parte, nada tienen que ver con el fenómeno de la neutralización, ni là fusión de dos significantes distintos sin repercusión en los significados (rus. rot 'raza' y rod 'boca' se "neutralizan" en ciertas condiciones fónicas en rot/d), ni el caso inverso de fusión de significados, permaneciendo distintos los significantes (al. längs des Strandes = längs dem Strande 'a lo largo de la playa'). En el primer caso, la neutralización es puramente fonológica, condicionada por la fonética sintáctica. El segundo caso es un ejemplo de la frecuente sinonimia: un mismo significado es expresado por dos significantes distintos. Faltaba, pues, un estudio detenido de la neutrahzación de las oposiciones significativas. (·) Cf. sobre todo su "Note sur les oppositions supprimables" TCLP 8, 1939, p. 51 ss., cuya doctrina es la misma que la expuesta en Omkring... (cf. A. Martinet, BSL 42, 1946, p. 31).
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