NÚMERO 4 - AÑO 2002 © 2000-2002 ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico http://www.arp-sapc.org/
SUMARIO - EN EL CANDELABRO Por: Luis Alfonso Gámez
- EL LABERINTO DE MAGONIA Por: Luis Alfonso Gámez
- ¿A QUÉ HUELE EL DINERO? Por: José Luis Calvo
- RUMORES DE GUERRA Por: Luis Alfonso Gámez
- LA REALIDAD INVENTADA Por: Luis Alfonso Gámez
- CÓMO RESPONDER A LOS ARGUMENTOS TEÍSTAS - Diseño en la Tierra Por: Víctor Stenger
- FENÓMENOS PARA ANORMALES Por: Fernando Frías Sánchez
- LA CONJUNCIÓN SE HA IDO... Y EL FIN DEL MUNDO NO HA OCURRIDO Por: ARP-SAPC
- FALLECIÓ STEPHEN JAY GOULD, FUNDADOR DEL MOVIMIENTO ESCÉPTICO Por: ARP-SAPC
- CONDOLENCIA AL CSICOP POR LA MUERTE DE STEPHEN JAY GOULD Por: ARP-SAPC
- ADIOS GOULD Por: Javier Armentia
- S. J. GOULD: UN BUEN CHISTE NO SE REPITE DOS VECES Por: José Manuel Sánchez Ron
- LA EVOLUCIÓN EN STEPHEN JAY GOULD Por: Antonio García Bellido
- STEPHEN JAY GOULD: EL DARWIN DE LA PALEONTOLOGÍA Por: Felipe Cuna
- MENTIRAS PIADOSAS Por: Adela Torres Calatayud
- LA CAMPAÑA Por: Fernando Frías Sánchez
- GRAFOLOGÍA: LA LOCURA POR ESCRITO
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Por: Christian Sanz
- EN MANOS DE CURANDEROS Por: José María Romera
- LAPIDADAS Por: Eduardo Haro Tecglen
- LA CIENCIA Y SUS MISTERIOS Por: Carlos J. Álvarez
- FÍSICA - INVESTIGACIÓN DE UN POSIBLE FRAUDE: ASOMBROSOS EXPERIMENTOS EN ENTREDICHO Por: Emilio Méndez
- DAVID A. HARRIS: “LA PROETINA PRIÓNICA ANORMAL ESTÁ PRESENTE DESDE EL NACIMIENTO Por: María Poveda
- LA NICOTINA DISMINUYE LA FABRICACIÓN DE NEURONAS EN RATAS, SEGÚN UN ESTUDIO Por: Agencias
- LAS EMOCIONES SOCIALES PUEDEN SURGIR EN LA CORTEZA ORBITOFRONTAL Por: Patricia Moren
- LA NASA DESCUBRE GRANDES CANTIDADES DE AGUA HELADA BAJO LA SUPERFICIE DE MARTE Por: Redacción de El Correo
- EL HIELO DETECTADO EN EL SUBSUELO DE MARTE «PUEDE SER SÓLO LA PUNTA DEL ICEBERG» Por: Luis Alfonso Gámez y Juan José Olabarria
- CIENTÍFICOS JAPONESES DICEN QUE EL AGUJERO DE OZONO HABRÁ DESAPARECIDO PARA 2050 Por: Agencias
- EDWARD J. WEILER: "PARA SABER SI HAY VIDA AHÍ FUERA TENEMOS QUE HACER MUCHA CIENCIA" Por: Alicia Rivera
- LOS MARCIANOS SÍ ERAN VERDES Por: Javier Armentia
- EL TIGRE DE TASMANIA VOLVERÁ A LA VIDA 75 AÑOS DESPUÉS DE SU EXTINCIÓN Por: Mónica Garriga
- GHRELIN, LA NUEVA HORMONA DEL HAMBRE Por: Denise Grady
- LA VIDA Y LA MUERTE DEL GRAN EJERCITO DE NAPOLEÓN, A ESTUDIO Por: Diario Médico
- INFORME DE SANIDAD CONCLUYE QUE LA EXPOSICIÓN A CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS NO PRODUCE EFECTOS ADVERSOS Por: Agencias
- LA XUNTA CONSTATA QUE TRAS ANALIZAR EL 80% DE LAS ANTENAS NO SE HA DETECTADO RIESGO PARA LA SALUD Por: Redacción Faro de Vigo
- EL SUPREMO CONDENA A DOS AÑOS DE CÁRCEL A UN MEDIUM POR ESTAFAR A SUS CLIENTES Por: Redacción Diario de Navarra
- LOS DINOSAURIOS VIAJABAN ACOMPAÑADOS DE OTROS ANIMALES
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Por: Agencias
- ¡FIN DE LOS TONTOS! Por: Ricardo
- SOBRE ALINEACIONES Y ALIENACIONES Por: Irving Rodriguez
- SUSPENDIDO EL FIN DEL MUNDO Por: José Luis Torres
- LA QUÍMICA Y NOSOTROS Por: Sergio López Borgoñoz
EN EL CANDELABRO Por: Luis Alfonso Gámez
1. ADIOS A STEPHEN JAY GOULD. Stephen Jay Gould, paleontólogo, divulgador científico y escéptico militante, falleció en su casa de Nueva York el 20 de mayo víctima de un cáncer. En diez años, el racionalismo ha perdido a tres de sus pilares: Asimov, Sagan y Gould. No son días para la alegría, pero tampoco han de serlo para la tristeza. Recoja quien recoja la antorcha de estas tres figuras del humanismo y la divulgación -los tres miembros del Comité para la Investigación Científica de los Supuestos Hechos Paranormales (http://www.csicop.org)-, es el momento de que todos los que componemos el movimiento escéptico nos mantengamos al pie del cañón para que la semilla de la razón sembrada por ellos pueda algún día brotar en una sociedad en la que imperan la superstición, la pseudociencia y la ignorancia. 2. INMUNDICIA Y CONSPIRACIÓN. Poco más de un mes ha tardado en publicarse en España 'La gran impostura', el libro en el que Thierry Meyssan afirma que ningún avión se estrelló contra el Pentágono en el 11-S y que los atentados de Nueva York y Washington fueron maquinados desde el interior de la propia Administración de Bush. (Menos mal que vimos los dos aparatos chocar con las Torres Gemelas, que, si no, Meyssan también diría que nunca existieron.) La edición de este subproducto conspiranoico ha corrido en nuestro país a cargo de La Esfera de los Libros, sello del diario 'El Mundo', el único de los grandes periódicos de españoles que ha caído rendido en los brazos del autor. Para darle credibilidad, Meyssan, quien ha lanzado su libro mediante una campaña en Internet orquestada por su hijo (http://www.asile.org/citoyens/numero14/missile/temoins_es.htm) ha sido presentado a los cuatro vientos como alma de la Red Voltaire. James S. Robin, analista político y colaborador de 'National Review Online' ha escrito indignado que el filósofo francés “tiene que estar revolviéndose en la tumba tras haberse apropiado de su nombre este imbécil”. La Red Voltaire está formada en realidad un grupo de amigos que cobró fama por denunciar públicamente el peligroso avance de los fascistas de Le Pen y no a un 'think tank' puro y duro, como han dejado caer los propagandistas del libro. Meyssan ha pegado un pelotazo de mucho cuidado a costa de la verdad, vendiendo sólo en su país 200.000 ejemplares. Su éxito podría marcar el desembarco en Europa de la literatura conspiranoica que tanto tirón tiene en Estados Unidos, como acertadamente me comentó en su momento el historiador Julio Arrieta. Desde luego, visto lo propensos a publicar inmundicias que son algunas editoriales españolas, lo extraño sería
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lo contrario. 3. EL AVIÓN QUE CARDEÑOSA TAMPOCO VIO. ¿Tan proclive a ver platillos volantes y espíritus y, al mismo tiempo, incapaz de ver los restos del avión que se estrelló contra el Pentágono? No, sinceramente, no creo que Bruno Cardeñosa ignore las fotografías con fragmentos del aparato ni que la postura de quienes dicen que no hubo ninguna aeronave que se estrellara contra el cuartel general estadounidense es equiparable a la de quienes mantienen que los nazis no mataron, en los campos de exterminio, a millones de personas. Lo que ocurre es que la conspiración es ante todo cuestión de pasta y el periodista de los 700.000 genes anda necesitado de temas con los que ganarse la vida tras haber sido despedido de 'Más Allá'. Ahora colabora en varias revistas y cobra a pieza, así que, cuantos más artículos saca de su factoría de patrañas, más dinero entra en su cuenta corriente. Y, claro, quien nunca ha sido especialmente escrupuloso con la verdad, no duda en tiempos de necesidad en revolver entre la basura y convertirse en el profeta de Thierry Meyssan en España a cambio de cuatro euros. Lo increíble es que después Cardeñosa tenga la desfachatez de decir a sus acólitos: "Nunca he sido un defensor de teorías conspirativas". Que se lo pregunten a Douglas O'Brien (http://orbita.starmedia.com/genskeptic/archivo/ufo1a.html). 4. 'REVISTA DE ARQUEOLOGÍA', EL PASADO INVENTADO. Dos décadas después de su nacimiento, 'Revista de Arqueología' ha cambiado de dueños y, automáticamente, su credibilidad se ha ido al garete. La ha comprado nada menos que MC Ediciones, el grupo que publica la simpar 'Más Allá', y ha puesto en su dirección a una de las plumas habituales de las revistas esotéricas. Porque eso es Nacho Ares, por mucho que ante quienes no le conozcan se presente nada más que como un joven egiptólogo. Este divulgador de la anticiencia no es de los que defienden que las pirámides las hicieron los extraterrestres; es más astuto. Pertenece a la línea del medio, como él mismo reconoce al afirmar que, "cuando se está muy metido dentro de este tipo de investigaciones, es relativamente sencillo separar el grano de la paja. Ahora bien, para poder hacerlo hay que tener tras de sí un importante bagaje en lo que respecta a la lectura de libros y artículos 'académicos'. Hay que estar al día de todo. Si solamente lees a Däniken, Sitchin y compañía, estás totalmente perdido. Creo que hay un punto medio de equilibrio en el que se encuentra el éxito". En su caso, ese equilibrio le hace decir, entre otras cosas, que las pirámides de Gizeh son imposibles de entender dentro de la 'cronología oficial', lo que da alas a sus colegas más indocumentados, quienes le llevan cada dos por tres a Egipto en sus viajes esotérico-místicos para que haga el papel de experto heterodoxo. Por de pronto, la leve huella de Ares en el número 252 de la publicación hace temer lo peor y responde a su anuncio, en el editorial, de que va a "añadir una serie de alicientes" que acerquen la revista "al gran público". Así, entre otras cosas, en ese mismo ejemplar recomienda la novela napoleónica de Javier Sierra -director editorial de MC Edicionesy el libro sobre los godos de Juan Antonio Cebrián, un fenómeno de ventas que se basa en el éxito del locutor radiofónico, cuyo estilo literario deja bastante que desear. Será interesante ver cómo reaccionan, si lo hacen, los arqueólogos e historiadores que colaboran en 'Revista de Arqueología' ante la previsible inundación de disparates que sufrirán sus páginas en los próximos meses. 5. LAS PROFECIAS DEL 'HOMBRE POLILLA', ¿CENSURADAS? La lectura del último número del boletín electrónico 'Saucer Smear' (http://www.martiansgohome.com/smear), que edita James W. Moseley, revela que algo raro ha pasado con la última edición del libro sobre las andanzas del 'hombre polilla' (Tot Books, 2002). Moseley ha recibido una carta de un lector que se identifica como Harry Lime y que dice que, en la reedición de 'The
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mothman prophecies' con motivo del estreno de la película protagonizada por Richard Gere, se incluye una nota con el siguiente texto: "Ésta es una obra de ficción. Todos los personajes y hechos descritos en este libro son producto de la imaginación del autor o se usan en el marco de la ficción". Ni basado en hechos reales ni nada parecido. Curiosamente, esa advertencia no existe en la edición española del libro (Punto de Lectura). A falta de echar una ojeada a la original con mis propios ojos, el descreído epílogo escrito por John Keel para la reedición de 2002 -deja claro que no se cree nada- me hace sospechar de que podríamos ante un caso de censura, y no precisamente por parte de los pérfidos escépticos. ¿Por qué ningún hábil investigador de lo paranormal se ha hecho eco ni del revelador epílogo de Keel ni de esa advertencia? 6. EDENEX O EL RIDÍCULO HECHO UFOLOGÍA. Había una pintada en la Euskadi de la Transición que decía: "Si tienes un hijo tonto, no te preocupes. Algún día podrá llegar a ser rey". Cambien la profesión por periodista de lo paranormal y se abrirá ante los necios un mercado laboral bastante más amplio. Buena prueba de ello ha dado un tal Alberto Guzmán, de Edenex (http://edenex.iespana.es/edenex), en el número de mayo de 'Más Allá', la publicación que dirige Javier Sierra. Muy resumidamente, la historia es la que sigue. Según Guzmán, desde hace años Edenex recibe detalladas cartas de un 'hacker', que dice llamarse I. E. Romero y está recluido en cárceles estadounidenses de máxima seguridad. El preso, quien les escribe largas misivas, les ha contado a estos ufólogos españoles que se infiltró en unos archivos informáticos de la CIA que contienen revolucionaria información sobre el caso Roswell. Los de Edenex son el típico grupo de ufólogos creyentes a pies juntillas en cualquier disparate y, por lo visto, alguien ha decidido reírse un rato de ellos, y se ha pasado dos años mandándoles cartas con dibujitos de marcianos y afirmaciones sorprendentes poniendo en el remite la dirección de una prisión estadounidense de alta seguridad. A no ser que estemos realmente ante un preso burlón. Porque creerse que estos americanos son tan torpes que a un tipo que han encerrado por saber supuestamente demasiado le dejan que lo cuente todo por escrito a un grupo ufológico español es digno sólo de quien cree en espías de la CIA adolescentes. Y va Sierra y saca la tontería a la portada de su revista. 7. LOS FINANCIADORES DE LA INCULTURA. La publicidad es la principal vía de financiación de las publicaciones esotéricas. Al margen de las empresas del sector del misterio (teleadivinos, vendedores de amuletos, etcétera), hay instituciones y entidades que financian -mediante la inserción de publicidad- las revistas paranormales. En mayo, los anunciantes que han colocado publicidad en 'Año Cero' (A), 'Más Allá' (M), 'Enigmas' (E) y 'Enigmas Express' (EE) son: ONG: Cruz Roja (EE) y Greenpeace (E). Editoriales: EDAF (A, M, E y EE), Ediciones Obelisco (A y M) y Oberón (M). Otras: CCC (A y E), Ceac (M), J&B (M) y M-80 Radio (EE). © Copyright Luis Alfonso Gámez, 2002. Prohibida la reproducción.
EL LABERINTO DE MAGONIA
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Por: Luis Alfonso Gámez
El campesinado francés del siglo IX achacaba a unos hechiceros, los tempestarios, la capacidad de arruinar las cosechas. Estaba convencido de que esos brujos enviaban las tormentas contra los campos, para luego recoger los frutos dañados y transportarlos en barcos que navegaban por el cielo hasta una ciudad situada entre las nubes. A ese mágico enclave se refirió Agobardo de Lyon (779-840) como Magonia en su libro Contra insulsam vulgi opinionem de grandine et tonitruis (Contra las necias opiniones del vulgo sobre el granizo y el trueno). San Agobardo –su festividad se celebra el 6 de junio– ni creía en los tempestarios ni en la existencia de Magonia. El clérigo consideraba tales creencias propias de hombres sumidos en una “gran estupidez”, en una “profunda locura”, y se enfrentó a ellas abiertamente hasta el extremo de salvar la vida de cuatro supuestos tempestarios. Lo cuenta, con más detalle que el propio interesado, el abate Nicolás de Montfaucon de Villars (1635-1673) en sus Coloquios sobre las ciencias ocultas. Sucedió un buen día, hace 1.200 años, que los habitantes de Lyon capturaron a tres hombres y una mujer que, según el populacho, habían bajado de un barco volador. Los lugareños estaban convencidos de que se trataba “de magos enviados por Grimoaldo, duque de Benevent, enemigo de Carlomagno, para perder las cosechas de Francia”. Los acusados adujeron en su defensa que eran originarios de la región, pero que habían sido “raptados poco tiempo atrás por hombres milagrosos que les mostraron inauditas maravillas para que volvieran a contarlas”. Sus captores estaban dispuestos a lapidarlos hasta que los presentaron ante Agobardo, y éste medió en la disputa. Tras escuchar a ambas partes, el obispo de Lyon no dio crédito a ninguna. Dictaminó que “no era cierto que esos hombres hubieran bajado de los aires”, como mantenían los lugareños, ni lo que los presuntos hechiceros decían haber visto. “El pueblo –concluye Montfaucon de Villars– creyó más a su buen padre Agobardo que a sus propios ojos, se apaciguó, liberó a los cuatro embajadores de los silfos y se acogió con admiración al libro que Agobardo escribió para confirmar la sentencia pronunciada”. Tres siglos después de la publicación de los Coloquios, un ufólogo francés, Jacques Vallée, rescató la ciudad de las nubes del olvido en su obra Pasaporte a Magonia (1969). Según el hombre en quien se inspiró Steven Spielberg para el personaje interpretado por François Truffaut en Encuentros en la tercera fase, “los seres de los ovnis actuales pertenecen al mismo tipo de manifestaciones que se describían en siglos pasados secuestrando humanos y volando a través de los cielos”. Ángeles, demonios, hadas, elfos y extraterrestres serían, en su opinión, diferentes denominaciones de unos mismos entes de otra dimensión que han influido en la historia humana desde hace milenios. “Magonia –sostiene el ufólogo en Dimensions (1988)– constituye una suerte de universo paralelo que coexiste con el nuestro. Se hace visible y tangible sólo a gente elegida, y las puertas que a él conducen son puntos tangenciales conocidos únicamente por los elfos y unos pocos de sus iniciados”. Al igual que otros fracasaron antes en su empeño de demostrar que el Olimpo, el Cielo, el Infierno o el País de las Hadas tenían una base real, Vallée no ha logrado probar la realidad física de Magonia. De lo que no hay duda, sin embargo, es de que existe, aunque no tal como presume el ufólogo francés. Magonia está a nuestro alrededor. En todas partes y en ninguna. Y los tempestarios y las hadas, seres en los que ya casi nadie cree, han sido sustituidos en el imaginario popular por las personas dotadas de poderes extraordinarios y las entidades de otros mundos, sean extraterrestres o espíritus. Ahí fuera –donde, según Expediente X, está la verdad–, hay individuos que, entre otras muchas habilidades sorprendentes, dicen ver el futuro; sanar graves enfermedades y lesiones mediante la imposición de las manos; estar en contacto con alienígenas; comunicarse con los muertos; doblar
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metales con el poder de la mente; leer el pensamiento de los demás; diseccionar la personalidad a partir de los rasgos de la escritura, y viajar en espíritu, escapándose del cuerpo. A pesar de que la vida diaria de la mayoría discurre al margen de lo sobrenatural, lo paranormal nos tiene cercados: enigmáticos humanoides habitan las más altas cumbres y la espesura de los bosques; monstruos antediluvianos viven en las aguas de algunos lagos; extraños dibujos aparecen de la noche a la mañana en los sembrados; barcos y aviones se esfuman sin más en ciertas regiones del planeta; estatuas de la divinidad lloran lágrimas de sangre; hay rastros de continentes sumergidos donde, en un pasado remoto, se desarrollaron civilizaciones más avanzadas que la actual; millones de seres humanos han sido secuestrados por los alienígenas que nos visitan a bordo de platillos volantes; la tecnología empleada para erigir las pirámides y otros grandes monumentos del pasado revela que sus constructores o bien tenían conocimientos extraordinarios o bien eran extraterrestres... El misterio nos rodea, y son muchos los ciudadanos de los países desarrollados que se sienten perdidos en ese laberinto de espejos que es Magonia, sin saber qué paredes son reales y cuáles, mera ilusión. Sin estar seguros de si algo es cierto o ha sido deformado, consciente o inconscientemente, por quienes dicen haber visto o vivido maravillas. La culpa de esa desorientación no es únicamente de quienes la sufren, que podrían paliarla si pusieran interés, sino también de quienes deberían guiarles por ese laberinto de supersticiones. Como lamenta Robert L. Park, director de la oficina en Washington de la Sociedad Americana de Física, en su obra Ciencia o vudú (2000), “no es sorprendente que el público tenga problemas a la hora de distinguir entre charlatanes y expertos: no hay nadie que le diga quién es quién”. Porque la mayoría de los científicos prefiere mirar para otro lado. © Copyright Luis Alfonso Gámez, 2002. Prohibida la reproducción.
¿A QUÉ HUELE EL DINERO? Por: José Luis Calvo
Según una anécdota muy conocida, Tito le afeó a su padre, el emperador Vespasiano, el haber establecido un impuesto sobre las letrinas públicas. La respuesta paterna fue colocar un montón de sextercios bajo la nariz filial y decirle: "El dinero no huele". Por una vez, me permitiré el contradecir a tan notable personaje histórico. Hay dinero que sí huele, el obtenido con el tráfico del sufrimiento ajeno. El pasado día 22 de mayo, un tal Thierry Meyssan presentó en Madrid un libro titulado "La gran impostura". Según las notas de prensa, su autor es un periodista francés. No dudo de su nacionalidad, pero sí de su profesión. El periodista tiene un compromiso con la verdad con la que monsieur Meyssan parece estar reñido. La teoría que presenta es sencilla, ningún avión se estrelló contra el Pentágono el pasado 11 de noviembre. En realidad fue una maniobra de la inteligencia estadounidense. Para realizar esa afirmación tan llamativa (y estoy siendo muy benévolo con los calificativos) se basa en supuestos datos tales como que sólo se vio afectado el sector exterior del edificio, que el presunto impacto estaba a ras de suelo, que no hay restos del aparato en el edificio... que ya desde la aparición del texto original en francés han sido contestadas hasta la saciedad aunque nada de ello haya impedido la publicación de este libro en nuestro idioma. La razón para ello es tan prosaica como que ha sido un gran éxito de ventas en su Francia natal.
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Analicemos la tesis para ver si es consistente. ¿Es creíble que simultáneamente al atentado contra el WTC en Nueva York, la inteligencia militar estadounidense estuviera atentando contra el Pentágono? ¿Es creíble que las personas que afirman haber contemplado cómo un avión se dirigía contra el Pentágono estuvieran mintiendo? ¿Es creíble que los aviones desaparezcan en pleno vuelo sin dejar rastro? Porque si ningún avión se estrelló contra el Pentágono ¿dónde está el cuarto avión que desapareció ese aciago día? Ajena a esas inconsistencias (y a las puras y simples mentiras que el autor cita como "pruebas" de sus afirmaciones) la prensa española (salvo honrosísimas excepciones) no se ha enterado de nada. Han hecho mención de la obra como si fuera un gran descubrimiento o, en el mejor de los casos, con una neutralidad que en este caso concreto es un insulto. Nada extraño si pensamos en la sucesión de "meteduras de pata" con que los medios de comunicación españoles nos obsequiaron en esas fechas. ¿Se acuerdan de la inexistente cuarteta de Nostradamus que nos vendieron como auténtica? Decíamos que con honrosas excepciones. Para deleite suyo, les aconsejo que lean detenidamente el artículo doble que les adjuntamos a continuación y que apareció publicado en el periódico El Correo con fecha 14 de abril de 2002. Encontrarán en él un lúcido artículo de uno de los periodistas que dignifican con su trabajo esta profesión, Luis Alfonso Gámez. Advertirán además, por la fecha, que se adelantó a los acontecimientos. Por desgracia, como la mítica Casandra, Luis Alfonso Gámez tiene la "desgracia" de hacer predicciones que nadie toma en consideración hasta que se demuestran acertadas. Sin embargo, estoy seguro de que continuará con su buen hacer, alertando a la sociedad de las mentiras que se extienden de forma aparentemente imparable, fomentando el espíritu crítico que nos conduce a poder diferenciar la verdad de las mentiras. Frente a los que consideran que el dinero no huele aunque apeste a letrina, hay personas que sólo entienden de su compromiso ético con su profesión, que no cambiarían por todo el oro del mundo su vocación de servicio a la sociedad. No se van a hacer famosos ni ricos y lo saben y continúan con su labor, necesaria y muchas veces minusvalorada. Por eso, gracias, Luis Alfonso.
RUMORES DE GUERRA Por: Luis Alfonso Gámez
Un libro de un conspiranoico que defiende que ningún avión chocó contra el Pentágono se convierte en éxito editorial en Francia «Dos hermanos serán separados violentamente por el caos... La tercera gran guerra comenzará cuando la ciudad esté en llamas» (Nostradamus, 1654). Dos días después del ataque terrorista contra el World Trade Center, esta cita, en la cabecera de un diario madrileño, daba visos de autenticidad a una apocalíptica profecía. Los hermanos eran las Torres Gemelas; la ciudad, Nueva York, y el desastre había sido predicho por Michel de Notredame a mediados del siglo XVII. El presagio era, sin embargo, tan falso como una moneda de tres euros. Para empezar, porque Nostradamus murió en 1566, así que no pudo escribir esas palabras un siglo más tarde; para acabar, porque no existe ninguna cuarteta del astrólogo francés que diga algo parecido. La primera parte del verso fue creada en 1997 por Neil Marshall, un estudiante de la Universidad de
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Brock, en Canadá, para un ensayo -titulado Un análisis crítico de Nostradamus - en el que pretendía demostrar que un texto del pasado puede venderse como predicción de un suceso siempre que su redacción sea abstrusa. «Si haces las suficientes profecías y eres lo suficientemente inteligente para escribir de una manera abstracta, serás considerado en el futuro un vidente», argumentaba Marshall hace cinco años. La clave para él era dejar reposar lo escrito hasta que una de las profecías encajase con la realidad. Cuando, el 11 de septiembre, alguien añadió a su cuarteta original lo de «la tercera gran guerra comenzará cuando la ciudad esté en llamas» y envió el texto masivamente por correo electrónico, Marshall vio su hipótesis demostrada y a sí mismo transmutado en adivino. El tiempo le había dado la razón. Pelotazo editorial La falsa profecía de Nostradamus fue la primera de las mentiras relacionadas con la tragedia de septiembre en difundirse a los cuatro vientos. La última se ha plasmado en un libro que se ha puesto a la venta en Francia y se ha convertido en todo un éxito de ventas. 11 septembre: l'effroyable imposture ( 11 de septiembre: el espantoso fraude ) propugna que no hubo ningún avión que se estrellara contra el Pentágono. Su autor, Thierry Meyssan, es periodista y preside la Red Voltaire, una organización de izquierdas que combatió en su día al Frente Nacional y que ha visto fulminada su credibilidad de la noche a la mañana por el pelotazo editorial de su presidente. Los primeros 20.000 ejemplares de 11 septembre : l'effroyable imposture desaparecieron de las librerías en sólo dos horas. «Hemos vendido 2.500 ejemplares en diez días cuando una novela superventas puede llegar a 1.500 al mes», señalaba el 1 de abril un portavoz del local parisino de la cadena Fnac en Les Halles a The Guardian . La operación de mercadotecnia empezó el 10 de febrero, cuando Raphaël Meyssan colgó -en francés, inglés, español e italiano- una sinopsis de la teoría de su padre en la web de L Asile Utopique . Dos semanas después, la página registraba 15.000 visitas diarias. La respuesta no se hizo esperar. A principios de marzo, en el sitio Páginas de Referencia sobre Leyendas Urbanas , se desmontaba punto por punto la tesis de Meyssan en un trabajo que ha sido actualizado tras la publicación del libro. El periodista sostiene que los destrozos del Pentágono no fueron causados por un avión de pasajeros secuestrado, sino por el propio Gobierno estadounidense. Meyssan llega a tal conclusión al no explicarse cómo puede una aeronave de 100 toneladas que volaba a un mínimo de 400 kilómetros por hora dañar únicamente el anillo exterior del inmueble; cómo pudo chocar justo contra la planta baja; dónde están los restos del Boeing 757 ; por qué se echó arena sobre el césped próximo al edificio, aunque no había sufrido daños aparentes; qué ocurrió con las alas del aparato y por qué, a su juicio, no provocaron destrozos; por qué el jefe de bomberos no pudo decir a los periodistas dónde estaba el avión, y cuál fue el punto de impacto. Retórica revisionista Barbara y David P. Mikkelson, expertos en desenmascarar fraudes, dedican un extenso artículo en las Páginas de Referencia sobre Leyendas Urbanas a poner en su sitio cada una de las alegaciones del conspiranoico , apoyándose en imágenes que, por sí solas, sacan a flote la falsedad de los argumentos de Meyssan. Así, comienzan por señalar que los efectos del choque no se limitaron al anillo exterior del Pentágono, sino que se extendieron a los cinco anillos del ala que sufrió el impacto, tras perforar el avión un muro reforzado de 60 centímetros de espesor. La aeronave, añaden, no se estrelló contra la planta baja del edificio, sino entre la primera y segunda, y tras golpear el suelo.
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A pesar de que explotó en una gigantesca bola de fuego, pequeñas piezas del aparato quedaron diseminadas alrededor del edificio, y fueron fotografiadas y filmadas por los periodistas. El vertido de arena y piedras sobre el intacto césped que tanto intriga a Meyssan era para preparar el terreno para el paso de la maquinaria pesada usada en las labores de desescombro y reconstrucción. ¿Pero qué pasó con las alas? «Vi cómo el morro del avión se rompía, vi las alas avanzar hacia adelante», declaró a The Miami Herald un vecino que presenció el choque. Las alas son una de las partes más frágiles de un avión y su huella en el cuartel general militar estadounidense fueron dos zonas ennegrecidas en la fachada a ambos lados del punto de impacto. Meysan no ofrece una versión alternativa al desastre del Pentágono ni explica cómo, si el avión no se estrelló contra el Pentágono, murieron los 68 ocupantes del Vuelo 77 de American Airlines. Se limita a decir que «el Gobierno americano miente». Para él, todo el desastre fue el fruto de una conspiración urdida en las más altas instancias del Ejecutivo de Bush. «Esta teoría agrada a todo el mundo: no hay extremistas islámicos y todo el mundo es feliz», ha sentenciado Le Nouvel Observateur . Para Libération , se trata de un conjunto de «afirmaciones disparatadas e irresponsables, sin ningún fundamento», extremo en el que coincide el sociólogo Pierre Lagrange, para quien Meyssan recurre a «la misma retórica» que aquéllos que niegan la existencia de los campos de exterminio nazis. El Pentágono ha calificado el contenido del libro de «bofetada» a la memoria de las víctimas de los ataques del 11 de septiembre. El club de la conspiración El periodista francés ha entrado por la puerta grande en el club de la conspiración, del que forman parte desde negadores de la existencia del virus del SIDA hasta seguidores de los platillos volantes. Estos últimos se dieron prisa, tras los ataques contra Estados Unidos, en revisar montañas de material gráfico a la búsqueda de pequeñas manchas en el cielo. Las encontraron y llegaron las naves extraterrestres. Numerosos astrólogos dijeron, por su parte, que habían anunciado la catástrofe, aunque ninguno presentó más prueba que una vaga frase que puede significar cualquier cosa. No faltaron tampoco quienes vieron en la humareda y la polvareda de Manhattan los rostros del Diablo y de Dios, éste último en una fotografía de la caída de la Torre Sur. Estas imágenes no son trucajes, como la del supuesto turista en uno de los rascacielos momentos antes del choque del primer avión. Las caras son creaciones de nuestro cerebro, que busca constantemente formaciones familiares en el caos y es capaz de ver un rostro hasta en un valle marciano. Lo inquietante es que hay muchas personas que caen en las garras de conspiranoicos como Meyssan, que no dudan en banalizar una tragedia y tergiversarla con tal de hacer negocio. Ésa es la última razón de la conspiración.
LA REALIDAD INVENTADA Por: Luis Alfonso Gámez
La cuarteta de Nostradamus: «En la ciudad de Dios habrá un gran trueno, dos hermanos serán separados violentamente por el caos, mientras la fortaleza aguante el gran líder sucumbirá, la tercera gran guerra comenzará cuando la ciudad esté en llamas». Las tres primeras frases las escribió Neil Marshall en 1997; la última, un autor desconocido después del ataque contra Nueva York. El Diablo y Dios, a escena: Las fotos en las que se ven rostros en el humo de las Torres Gemelas no han
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sido manipuladas; pero eso no quiere decir que estemos ante los rostros del Diablo y de Dios -o de un 'teletubbie', que también parece haber un personaje de ésos entre el humo- como han propugnado los amantes de lo sobrenatural. El cerebro humano intenta reconocer formas familiares en el caos, tenga éste forma de humo, de nubes, de nudo de árbol o de mancha en la pared. La fotografía del turista: Se presenta como procedente de una cámara recuperada entre las ruinas del World Trade Center. Es un burdo montaje: el turista viste ropa de invierno, cuando el 11 de septiembre fue un día caluroso; el avión se aproxima por el Norte, luego tiene que tratarse de la Torre Norte, pero ésta no tenía terraza de observación (la de la otra Torre se abría a las 9.30 horas, cuando el primer choque se registró a las 8.49 horas); la aeronave es un 'Boeing 757' de American Airlines, cuando el primer avión implicado fue un 'Boeing 767'. La maldición del 11: La catástrofe ocurrió el 11 de septiembre, el 11 del 9 (1 + 1 + 9 = 11). Uno de los vuelos estrellados contra las Torres Gemelas era el 11. New York City, Afghanistan y The Pentagon tienen, cada una, 11 letras. Éstos y otros ejemplos de pseudociencia numerológica llevaron a los amantes de lo paranormal a hablar de la maldición del número 11. Tanta cháchara demuestra sólo que quienes la difunden han sabido elegir qué sumar (¿por qué no se incluyen, por ejemplo, el 2 y el 1 de 2001 en la suma de la fecha?). Cualquiera podría hablar de la maldición del número que quisiera, siempre que eligiera bien los sumandos. Ningún israelí murió en el World Trade Center: Los 4.000 ciudadanos israelíes que trabajaban en las Torres Gemelas no acudieron a sus oficinas el 11 de septiembre porque se pusieron todos enfermos. Esta mentira, que apareció en Internet el 18 de septiembre, es una de las urdidas para poner a Israel en el origen de los ataques terroristas. Hubo israelíes y judíos entre las víctimas de las Torres Gemelas. Los ovnis estuvieron allí: Algunos ufólogos han visto, en las numerosas imágenes tomadas aquel día, platillos volantes alrededor de las Torres Gemelas y del Pentágono. Como la mayoría de la evidencia a favor de las visitas extraterrestres, ésta es también insostenible. Se trata de puntos claros u oscuros en el cielo que pueden deberse a defectos del negativo o a aeronaves -aviones o helicópteros- lejanos. Webs de referencia: Muchas de las mentiras relacionadas con el 11 de septiembre se desenmascaran en las 'Páginas de Referencia sobre Leyendas Urbanas' (www.snopes.com) y en un sitio habilitado por el Comité para la Investigación Científica de los Supuestos Hechos Paranormales (www.csicop.org/hoaxwatch). Para más información: Los dos artículos de Luis Alfonso Gámez en formato PDF y con todos los gráficos pueden ser descargados desde http://www.arp-sapc.org/docs/pentagono1.pdf y http://www.arp-sapc.org/docs/pentagono2.pdf
CÓMO RESPONDER A LOS ARGUMENTOS TEÍSTAS - Diseño en la Tierra Por: Víctor Stenger
Traducido al español por: Pedro J. Hernández Teísta: ¿Crees realmente descender del mono?
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Ateo: No. Creo que las evidencias disponibles indican que los monos, humanos, elefantes, gusanos, guisantes y todas las formas conocidas de vida en la Tierra descienden de un ancestro común. T: No puedes probarlo. Nadie estuvo allí para verlo. A: No podemos verlo todo con nuestros propios ojos. Los datos científicos se obtienen de otras muchas maneras que la observación visual. La existencia de numerosos fragmentos idénticos de ADN en todas las formas de vida es una evidencia rotunda para la existencia de un ancestro común a todas ellas. T: ¿Y qué me dices de todos los científicos que no creen en la evolución?. A: Todos creen en algún tipo de cambio en el desarrollo de la vida en la Tierra. Existe cierto desacuerdo en los detalles, y la teoría se ha desarrollado enormemente desde Darwin, por lo que no deberías esperar que todos los detalles permanezcan inalterados desde el tiempo de Darwin. La inmensa mayoría de biólogos mantienen que el mecanismo básico de la evolución por selección natural está confirmado con un alto grado de probabilidad. T: Pero, aún así, la evolución es sólo una teoría y no un hecho. A: Es ambas cosas: una teoría y, con una alto grado de confianza, un hecho. En ciencia, teoría no es lo mismo que especulación. Las Teorías establecidas están construidas a partir de hipótesis y deducciones a partir de dichas hipótesis bien apoyadas por evidencias empíricas. La evolución por selección natural es un hecho tan establecido como la existencia de la gravedad. De hecho, es observado en la naturaleza y en el laboratorio. Un bonito ejemplo reciente es el de la evolución de los elefantes africanos sin colmillos debido a que los que sí los tienen son asesinados por el marfil. T: Pero sólo la microevolución es observada. La macroevolución sin embargo no se observa. A: Define macroevolución. Yo denominaría así a la evolución de los elefantes. T: Macroevolución es evolución de una especie a otra. A: La evolución de las especies sí ha sido observada (Véase www.talkorigins.org/faqs/faq-speciation.html) T: Pero ninguna forma de transición entre especies ha sido observada en el registro fósil. A: Las formas de transición entre especies sí que han sido observadas. De hecho, toda especie es, en cierto sentido, una forma de transición (Véase www.talkorigins.org/faqs/faq-transitional.html). T: Si yo encontrara un reloj, podría decir después de mirarlo que éste habría sido diseñado por un ser inteligente. Cuando me fijo en un órgano humano, tal como el ojo, éste muestra evidencias de diseño. A: Verdaderamente el reloj fue diseñado por un ser inteligente. Los órganos humanos, sin embargo, no son como relojes. Estos muestran signos definitivos de evolución con gran cantidad de azar, como expone el biólogo Richard Dawkins en su libro El Relojero Ciego. Por ejemplo, los receptores de luz en un ojo humano ¡apuntan al lado contrario!. Más aún, ¿qué ingeniero medianamente competente habría puesto un sistema de eliminación de residuos tan cerca de una zona recreativa?.
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T: ¿No ha calculado el famoso astrónomo y ateo Fred Hoyle una probabilidad pequeña para ensamblar una bacteria por puro azar?. Hoyle ha dicho que esto sería como si un tornado que barriera un vertedero ensamblara por azar un 747. A: Efectivamente. Su estimación fue de una parte en diez elevado a 40,000. Pero las bacterias no han evolucionado sólo por azar sino por azar y selección natural. El libro de Dawkins muestra cómo la selección natural aumenta las posibilidades de que organismos funcionales evolucionen. T: El bioquímico Michael Behe ha mostrado que ciertos sistemas bioquímicos son irreduciblemente complejos y que, por tanto, no podrían haber evolucionado. Dichos sistemas dejan de funcionar si uno quita una parte, por lo que estas partes no habrían podido evolucionar de manera separada. Un ejemplo es el flagelo de una bacteria. A: Los biólogos evolucionistas han mostrado el error en el razonamiento de Behe. Behe no ha considerado el hecho bien conocido de que la función biológica de cada parte pueda cambiar a medida que la evolución tiene lugar. Así, una parte puede evolucionar teniendo una función, y entonces desarrollar una nueva a medida que empieza a formar parte de otro sistema. Las críticas a los argumentos de Behe están recogidas en el libro Find Darwin’s God, escrito por el creyente cristiano Kenneth Miller (Alternativamente se pueden consultar www.spacelab.net/~catalj/box/behe.htm y www.talkorigins.org/faqs/behe.html). T: La evolución Darwiniana es sólo una teoría científica sobre el desarrollo de la vida en la Tierra. Una teoría alternativa conocida como Diseño Inteligente es igualmente adecuada para explicar las observaciones. Más aún, dicha teoría es superior a la evolución porque muestra matemáticamente que la complejidad (información especificada) contenida en las estructuras biológicas no puede ser generada sólo por procesos materiales. A: El teórico más destacado del Diseño Inteligente es el teólogo William Dembski. Demski está graduado en matemáticas pero sólo ha publicado un artículo en una revista de la especialidad y ni el propio Dembski u otros promotores del Diseño Inteligente han publicado su teoría en una revista científica. Por lo que ha aparecido en los medios populares, el Diseño Inteligente no parece una teoría competidora de la Evolución. Ésta no ofrece una alternativa a la Evolución más allá de “algún ser inteligente y poderoso lo hizo”. Los teóricos del Diseño Inteligente insisten en que ese “ser inteligente” no tiene por qué ser Dios. Pero el libro de Dembski Diseño Inteligente es en su mayoría teología, sugiriendo que su motivación es promover sus creencias religiosas más bien que desarrollar una teoría científica. Por supuesto, él afirma lo contrario. Lee el libro por ti mismo y decide. En cualquier caso, Dembski comete errores técnicos elementales en teoría de la información y física. Su definición de información no es la convencional; su definición de información compleja especificada es ambigua; su “ley de conservación de la información” es probablemente incorrecta. En su último intento No Free Lunch utiliza resultados científicos de forma inapropiada. Como con su colega Behe, existen numerosos críticos de su trabajo (Las siguientes páginas contienen enlaces a textos representativos de ambos lados del debate: inia.cls.org/~welsberr/ae/dembski_wa.html y www.freethought-web.org/ctrl/intelligent-design.html) T: El hecho de que la teoría del Diseño Inteligente no está publicada en la literatura científica no significa que no sea ciencia. Los editores de las revistas científicas podrían tener prejuicios en su contra. De hecho, La teoría de Dembski puede ser clasificada como ciencia porque es susceptible de
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verificación empírica. Dembski ha propuesto un criterio que selecciona con éxito objetos de los que sabemos que son diseñados. Aplicando dicho criterio de selección a los organismos biológicos, muestra que éstos están diseñados. A: Estoy dispuesto a considerar, por el bien de la argumentación, que el Diseño Inteligente sea, en algunos aspectos, ciencia. Una teoría científica, sin embargo, no es considerada como probada con éxito cuando simplemente está de acuerdo con los hechos empíricos ya conocidos, y esto es aplicable al criterio de selección de Dembski. Cuando dicho criterio nos dice que un reloj es un objeto diseñado y una roca no lo es, éste no nos está diciendo nada que ya no supiéramos. Cuando el criterio nos dice que un ratón es diseñado, no podemos decir que esto sea o no correcto en función de las otras observaciones. Así, es incorrecto decir que el criterio de selección de Dembski esté comprobado. La única manera de que esto pueda ocurrir sería si el criterio hiciera algunas predicciones que pudieran ser verificadas empíricamente. Por ejemplo, supongamos que el criterio es aplicado a una roca lunar e identificara algunas estructuras de la roca como objetos diseñados. Los Geólogos sin embargo dirían que estas estructuras habrían sido producidas por procesos naturales. Entonces si, en algún momento posterior en el que todos los análisis ya hubieran sido publicados, fuésemos visitados por extraterrestres que nos comunicaran que ellos habían diseñado tal roca, el criterio de selección de Dembski habría pasado el test. T: Todavía me resulta difícil imaginar cómo la complejidad de la vida podría ser el resultado de procesos materiales. A: Quizás no sea más que falta de la imaginación. Déjame hacerte una pregunta: ¿Por qué pones objeciones a la Evolución? T: En realidad es el darwinismo lo que objeto, entendiendo como tal la noción de que toda la vida evolucionó desde sus orígenes puramente por procesos materiales, incluyendo una gran cantidad de azar. Si este fuera el caso, la humanidad no sería más que un mero accidente. Esto entra en profundo conflicto con mi fe religiosa que considera al hombre como puesto en la Tierra por deseo divino. A: Mencionas aquí varias cosas interesantes. Muchos teístas ven la evolución como científicamente aceptable y perfectamente compatible con su fe -La iglesia Católica por ejemplo-. Lo que no significa que acepten el Darwinismo tal y como lo has definido -definición, por cierto, con la que estoy completamente de acuerdo-. Los teístas evolucionistas todavía creen en algún tipo de evolución guiada por Dios. Por ejemplo, Dios tuvo que intervenir hace un millón de años o algo así para asegurar la evolución del Homo Sapiens Sapiens de la manera que Él la quería. Esto no es Darwinismo; sino una forma de Diseño Inteligente. Tienes toda la razón al afirmar que el Darwinismo está en conflicto con la creencia en que la humanidad es especial. Algunos teólogos han argumentado que la humanidad es sólo una de las diferentes formas en las que Dios podría realizar sus deseos. Dicha afirmación no puede ser descartada, pero ésta parece difícilmente compatible con la creencia tradicional de las grandes religiones monoteistas. T: Estás tratando de invocar a Dios como una “explicación científica”. Ésta no es la manera en la que yo veo a Dios. Para mí, Dios está continuamente sosteniendo el universo. A: Sí, entiendo la teología y no estoy afirmando que tal Dios sea lógicamente imposible. Sólo estoy apuntando que si Dios actúa continuamente o deja que las cosas sigan su curso y sólo interviene ocasionalmente, tales acciones serían incompatibles con el Darwinismo. Cualquier Dios que juegue un
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papel importante en el universo debería producir efectos observables, y eso caería en el dominio de la ciencia. © 2002 Víctor J. Stenger (
[email protected]) © Traducido con permiso por Pedro J. Hernández (
[email protected]) Documento original: How to answer theist argument. http://spot.colorado.edu/~vstenger/how.html
FENÓMENOS PARA ANORMALES Por: Fernando Frías Sánchez
Hace unos años, Luis Alfonso Gámez publicaba en "La Alternativa Racional" una sección cuyo título levantaba ampollas en el maguferío nacional. "Fenómenos Para Anormales", se llamaba, con evidente disgusto de quienes pensaban que en el Circo de lo Paranormal hay más que eso, fenómenos para anormales. Y hay más, claro: el espejismo de lo paranormal es capaz de engañar incluso a personas inteligentes, cultas y preparadas. Pero los Fenómenos Para Anormales son mucho más abundantes de lo que todos quisiéramos. Y un buen ejemplo de ello -mejor dicho, un buen chorro de ejemplos- lo tuvimos en el contenido de "Investigació TV", programa producido por "El Mundo TV" y emitido por “Canal Nou-Televisión Valenciana”, y que el pasado día 3 de mayo trató el tema del "Más Allá". "¿Existe el Más Allá?", se planteaba la presentadora al empezar el espacio. Que exista el “Más Allá", a secas, no quedó ni mucho menos claro. Pero sí resultó incontestable que existe, y mucho, el "Más Allá... de la cordura". El programa consiste básicamente en una sucesión de vídeos rodados con cámara oculta, y que son comentados por cuatro invitados. Generalmente se distribuyen dos a dos, y eso parecía que iba a ocurrir también ese día: dos defensores de la racionalidad (Gustavo Bueno, filósofo y socio de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, y Fernando Quintela, director de "El Mundo Televisión") y dos creyentes en lo esotérico y paranormal (Francisco Máñez, Presidente de la Asociación Valenciana de Investigaciones Parapsicológicas y Ovnilógicas, y el "profesor Isaí", profundo conocedor y aplicadísimo Iniciado en casi todas las religiones imaginables). Sin embargo, el contenido del programa fue esta vez de tal calibre, que hasta los dos representantes del bando crédulo tuvieron serias dificultades para resistir las carcajadas. Y si eso ocurría en la mesa, imagínense entre el público, donde este servidor de ustedes se sentaba rodeado por todas las partes (y en todos los planos astrales, sin duda) de videntes, contactados, brujas, médiums y demás fauna al uso, todos absolutamente convencidos de la veracidad de aquello que estábamos viendo en los vídeos. Y todos, todos, defendiendo que aunque hubiesen pillado a otro haciendo barbaridades, sus propios poderes sí que eran genuinos. Pero vayamos por partes. En los vídeos que ofreció el programa, una intrépida reportera recurría a los más variados servicios de lo paranormal: desde un espiritista que, tras el oportuno paso por taquilla, le puso en contacto con el espíritu de un ficticio hermano fallecido, hasta una bruja que le practicó un exorcismo caro pero eficaz: la propia periodista pudo comprobar que el aparato detector de demonios que antes del ritual marcaba el máximo, mantenía luego su aguja indicadora en un tranquilizador cero patatero.
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¿Cómo? ¿Que no sabían ustedes que hay un "demoniómetro"? Por supuesto que sí: por el módico precio de unas quince mil pesetas, la reportera se hizo luego con uno de esos chismes, a pesar de la encarnizada resistencia del vendedor, que prefería colocarle más bien una cámara Kirlian, un medidor de energía biológica o algún otro cachivache más aparatoso y más caro. Aunque es de suponer que con el mismo margen de beneficio: tras la oportuna inspección técnica, el medidor de presencias maléficas resultó ser una simple radio de fabricación casera, bastante mal hecha, y cuyo precio de costo era de unas trescientas pesetillas. Seguramente costaría incluso menos otro artefacto cuyos efectos, sin embargo, eran mucho más inquietantes: se trataba nada menos que de un muñeco vudú. Tras un oportuno bautizo potenciado por unas cuantas misas negras, y por un precio que, tras diversas vacilaciones con esto del euro, el vendedor fijó en unas anticuadas pero considerables quinientas mil pesetas, lo que parecía un muñeco de arcilla bastante mal confeccionado (el de cera costaba el doble) se convertiría en la terrible arma de venganza de una joven despechada. Joven que, todo hay que decirlo, pudo elegir a placer entre un completo surtido de muñequitos, rituales y, sobre todo, un interesante elenco de demonios a cual más malvado. Y a cual más caro, puesto que, según la tarifa que leía el vendedor, cada uno de ellos cobraba unos honorarios profesionales acordes con su categoría y con la gravedad de las diabluras que cometía. A la vista de unos montajes tan burdos, unos timos que añaden al daño económico un auténtico insulto a la inteligencia de las víctimas, uno podría preguntarse cómo se las han arreglado los investigadores de "El Mundo TV" para dar con semejante tropa de sinvergüenzas. Pues no tuvieron muchas dificultades: según me contaba el guionista del programa, no tuvieron que ir peregrinando de médium en médium, de vidente en vidente, hasta encontrar estos casos tan esperpénticos. Por lo visto, acertaron siempre a la primera. Como diría cierto "investigador", "¿casualidad o causalidad?" Claro que no sé si fiarme de lo que me dijo el guionista, porque, verán ustedes, resulta que en realidad es un fantasma. Concretamente un espíritu burlón. O al menos así lo identificó un especialista en "limpieza de casas", cuando la reportera le enseñó una foto de una fiesta en la que, entre un grupo de amigas, aparecía la imagen borrosa de este hombre. Naturalmente, la periodista fingía estar atribuladísima por aquella aparición ectoplásmica, que amenazaba con perturbar la tranquilidad del hogar. Afortunadamente contaba con los servicios de este "limpiador", cuya profesionalidad sólo vaciló levemente cuando comentó lo guapas que eran las chicas y preguntó si todas salían con alguien. Pero fue una vacilación momentánea; ante la sonrisa de cachondeo que se le escapó a la reportera, el hombre se hizo cargo de la situación y, previo cobro de una cantidad simbólica (que, ¡ay con el euro!, acabó fijando en 50.000 pesetas), accedió a ahuyentar al espíritu en cuestión. Espíritu que resultó ser bastante resistente, porque, a pesar de que el fulano recorrió varias veces la casa echando azufre a diestro y siniestro y gritando a voz en cuello "¡Ilúmbrame, Señor!" (sic), no acababa de irse. O eso aseguraba el "limpiador", mientras miraba a una silla vacía y comentaba que, ante la terquedad del fantasma, no le quedaba más remedio que elevar sus honorarios. Y es que debía andar mal de dinero el hombre, porque, tras la última sesión, y mientras sus clientes lo llevaban de regreso a casa, comentó con ellos la posibilidad de conseguir una exclusiva para la tele y repartirse lo que obtuvieran. No mencionó la posibilidad de darle una comisioncilla al fantasma. Una vergüenza. Como pueden imaginarse, ante lo visto el debate no pudo brillar a gran altura. Ni siquiera cuando el
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último vídeo nos transportó nada menos que al "Planeta Sirio", el lugar al que un tipo aseguraba ir fin de semana sí, fin de semana no. Sus viajes le habían servido, aseguraba, para adquirir notables poderes curativos, que se veían reforzados con constantes consultas a sus colegas sirianos vía teléfono móvil. Lamento decir que no pude averiguar quién pagaba la factura de las llamadas. De los invitados al debate, tan sólo el "profesor Isaí" mantuvo a ratos la compostura, explicando con erudición cuáles de las mamarrachadas que veíamos eran mamarrachadas legítimas según tal o cual religión animista, y cuáles eran tan sólo mamarrachadas sin denominación de origen calificada. Mientras, Fernando Quintela y Gustavo Bueno hacían visibles esfuerzos para contener la risa. Y en cuanto a Francisco Máñez, no sabía si reír o llorar. Porque los invitados del público tampoco contribuían demasiado a la seriedad de la discusión. Un señor aseguraba constantemente que veía muertos, y no tuvo reparo en intentar dar lecciones de filosofía a Gustavo Bueno, que reaccionó como se pueden suponer: partiéndose de risa. A su lado, otro tipo explicaba que sus exorcismos y sus limpiezas de casas encantadas sí que eran serias, no como las que habíamos visto en el vídeo. Lo malo es que justo en ese momento llamó una espectadora para contar cómo había sido la "limpieza" (en un amplio sentido de la palabra) que el tipo aquel había hecho en la tienda en la que trabajaba, y los detalles que contó en antena y, sobre todo, los que contó fuera de antena, bastaron para que el hombre cerrara la boca durante el resto de la emisión. Con lo cual el peso de los testimonios pasó al señor que se sentaba a mi lado, y que contó con todo lujo de detalles, a cuál más disparatado, sus muchas experiencias con los ovnis. En un momento dado, incluso, explicó que los marcianos se le aparecían periódicamente a la puerta de su casa para invitarle a dar un paseo en platillo. Naturalmente yo, que como buen escéptico me pirro por ver un ovni de verdad, me ofrecí amablemente para ocupar su plaza, pero por desgracia declinó mi ofrecimiento. ¡Otra oportunidad perdida de ir a Ganímedes! En cambio, tuve más éxito con la señora que nos relató sus contactos con extraterrestres de Alpha Centauri y de la Galaxia de Andrómeda, facilitándonos incluso el interesantísimo dato astronómico de que nuestra Galaxia vecina tiene la atmósfera de color verde. Y digo que tuve más éxito porque, a pesar de mis preguntas y mis no siempre exitosos intentos de aguantarme la risa, la pobre mujer se me acercó después del programa para ofrecerme sus servicios de gemoterapia, reiki e industrias afines. Infalibles para el dolor de espalda, aseguró. En definitiva, fue un programa con poco espacio para el debate (para el debate serio, ninguno) y mucho, quizá demasiado, para la exposición de lo sinvergüenzas que pueden llegar a ser algunos, y, ¡ay!, lo tontos que llegan a ser otros: evidentemente, ninguno de estos negocios disparatados existiría si no hubiese tanta gente dispuesta a creerse esos disparates. Y ese es precisamente el problema: que no todo son Fenómenos Para Anormales. Que junto a los patéticos payasos que desfilaron en los vídeos hay otros muchos que mantienen una apariencia seria. Y que junto a los simplones que pican en unos montajes tan burdos, hay mucha, mucha gente que cree que "algo hay", y que no vacilará en seguir acudiendo a videntes, brujos, sanadores, espiritistas y demás fauna del "Más Allá". Para los primeros, me temo que el programa no les hará "mucho daño", como lamentaba el "profesor Isaí". La experiencia nos muestra que algo así sólo sirve para quitarles de en medio algo de competencia. Y no siempre.
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Y para sus clientes, un programa como el del otro día sólo servirá para hacerles reír un poco: difícilmente habrán adquirido algo de la información o el sentido crítico necesarios para distinguir la paja del grano y para darse cuenta de que, en lo paranormal, no van a encontrar nada de grano, y, en cambio, mucha paja. Mucha paja. Y, la venda un fantoche con túnica, un consultor bursátil astrológico, un parapsicólogo diplomado o un "periodista de investigación", muy cara. Para más Información: Versión completa e ilustrada en http://www.terra.es/personal8/m3l-yam/fpa.htm
LA CONJUNCIÓN SE HA IDO... Y EL FIN DEL MUNDO NO HA OCURRIDO Por: ARP-SAPC
Comunicado a la Prensa de ARP-SAPC Durante casi un mes hemos podido disfrutar de un espectáculo poco habitual: los cinco planetas visibles a simple vista han estado en la misma zona del cielo y, además, ha habido momentos en que casi se veían formando una línea recta. Los cinco planetas que podemos ver sin telescopio son: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Al ocultarse el Sol, con los últimos resplandores del día, primero se hacía visible Venus, luego Júpiter, y un poco más tarde, cuando las estrellas resplandecían, aparecían Marte, Saturno y Mercurio. Mercurio, Venus, Marte y Saturno se veían en la constelación de Tauro, un poco a la derecha de Orión. Júpiter, un poco más díscolo, se situaba a la izquierda de Orión, en la constelación de Géminis. Es un espectáculo realmente bello y extraño pues el que los planetas estén casi sobre una línea recta sólo se repite cada varias decenas de años. Hace dos años, ocurría algo similar, aunque un poco diferente, era la “gran conjunción” del 5 de mayo de 2000. No se trataba de que todos los planetas estaban en una línea, sino que estaban agrupados en una pequeña parte del cielo. En aquella ocasión muchos astrólogos y otros agoreros anunciaron el fin del mundo, o al menos grandes catástrofes. Por ejemplo, el libro “5/05/2000 el último desastre”, del autor Richard Noone, profetizaba poco menos que el fin del mundo. Ésta es tan sólo una muestra. Y no se crean que Richard Noone es un don nadie, su obra tuvo gran repercusión y muchas personas, sobre todo en Estados Unidos, vendieron sus casas y se fueron a refugios para esperar el 5 de mayo del 2000: el día del fin del mundo. El fin del mundo no tuvo lugar y nadie pagó los platos rotos. Lo ocurrido el año 2000 no es un caso aislado. En 1982 ocurría algo semejante y varios libros anunciaron a bombo y platillo que aquel era el año del fin del mundo. Cuando el fin del mundo no tuvo lugar, muchos astrólogos que se habían hecho eco de la noticia dijeron que se habían equivocado, que los cálculos no eran del todo correctos y que el fin del mundo sería el 5 de mayo del 2000.
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Para muchos, el fin del mundo del mundo anunciado por los astros para el año 2000, tendría como brazo ejecutor a los ordenadores. Por un descuido imperdonable, los informáticos únicamente habían reservado dos dígitos para guardar el año, por lo que 2000 se traduciría en 00, es decir: 1900, y eso provocaría tales desastres que estaríamos cerca del fin del mundo o, al menos, del fin de nuestra civilización. Tampoco en esta ocasión ocurrió nada reseñable pero, una vez más, hubo quien hizo un gran negocio. Nuestra asociación (ARP-Sociedad para en Avance del Pensamiento Crítico) pretende que todos nosotros seamos más críticos entre otras muchas cosas con las noticias sobre astrología, parapsicología, ufología y demás “paraciencias” tan en boga en nuestros días. En ningún momento pretendemos restringir el derecho que todas las personas tenemos a expresar y difundir libremente nuestras ideas; pero si nos gustaría que, cuando nos llegasen noticias de este tipo, fuéramos un poco más críticos de lo que habitualmente somos. Nos gustaría que, al menos, fuésemos tan escépticos como lo somos de ordinario con las noticias políticas. Sin duda, son pocos los ciudadanos que creen “a pies juntillas” todo lo que dicen los políticos, constituyendo mayoría quienes mantienen cierta reserva personal, y, sin embargo, resulta alarmante comprobar la cantidad de ciudadanos que están dispuestos a dar crédito a todos estos dislates de los horóscopos, cartomantes, videntes, profetas del fin del mundo, cazadores de marcianos trompeteros y demás vividores de lo inexistente. Con la conjunción planetaria que acabamos de vivir nos ha sorprendido la falta de predicciones catastrofistas por parte de estos “paracientíficos”. Ha habido alguna voz agorera, pero ha tenido poca repercusión. Sinceramente nos alegramos de ello. Probablemente sea que ha pasado aún muy poco tiempo, tan solo dos años, de su estrepitoso fracaso del año 2000 y los medios de comunicación han considerado que estas predicciones no eran tan noticiables como las referentes a quien ha de ser el ganador del Gran Hermano de la presente temporada. A los escépticos también nos gusta soñar pero preferimos hacerlo con una sociedad en la que el pensamiento crítico del público aumenta un poquito cada día. En este sentido, nos gustaría pensar que la labor desarrollada por nuestra asociación ha contribuido a ello de algún modo. ¡Ojalá que así haya sido! Dr. Félix Ares De Blas Presidente de ARP-SAPC Apdo. Correos 310 08860 - Castelldefels (Barcelona) Tel: 617 786 128 http://www.arp-sapc.org e-mail:
[email protected] Para más información: El presente comunicado se encuentra disponible en http://www.arp-sapc.org/articulos/conjuncionido.html
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FALLECIÓ STEPHEN JAY GOULD, FUNDADOR DEL MOVIMIENTO ESCÉPTICO Por: ARP-SAPC
Comunicado a la Prensa de ARP-SAPC El 14 de mayo salía a la venta en Estados Unidos el libro de Stephen Jay Gould “I have Landed: The End of a Beginning in Natural History”, décimo y último de la serie que estaba basada en los ensayos que mensualmente publicaba en la revista Natural History. Seis días después fallecía de un cáncer que arrastraba desde hace muchos años. Muchísimos medios se han hecho eco de su muerte y han rememorado sus obras de divulgación sobre la vida y su evolución, que han tenido gran aceptación entre los lectores de habla castellana: Brontosaurius y la nalga del ministro, El pulgar del panda, Dientes de gallina y dedos caballo, La vida maravillosa , Las piedras falaces de Marrakech, La sonrisa del flamenco, Ocho cerditos, Un dinosaurio en un pajar, etc. Algunos medios han mencionado que fue el autor de la teoría de los “equilibrios puntuados”, en la que defiende que la velocidad de la evolución no ha sido uniforme en el tiempo, sino que ha procedido “a saltos”; ha habido épocas de quietud, con aparición de pocas especies nuevas, y épocas de cambio vertiginoso. Varias de esas personas que creen en la Biblia como relato absolutamente fidedigno y que llamamos creacionistas, a veces han usado su nombre como científico de la Universidad de Harvard que no cree en el darwinismo, ni en la evolución y que, por tanto, apoyaba sus tesis. Obviamente no es así. Gould claro que está convencido de que las especies evolucionan y que todas las actuales proceden de otras más antiguas. Con lo que no está de acuerdo es con la idea de Darwin de que el cambio era gradual. Siempre a la misma velocidad. Pero no ser “gradualista” no significa que no cree en la evolución. Pocos han mencionado que también es el autor de Milenio, una preciosa obra sobre la fecha de origen del siglo XXI. Una obra desmitificadora y escéptica respecto a los gurús que dogmatizan sobre una u otra fecha. ¿ Se acuerda usted de las discusiones que hubo a finales del año 1999? Lo que he echado a faltar en los medios es señalar que fue uno de los fundadores del movimiento “escéptico” mundial. Ocurrió hace algo más de veinticinco años. Muchos intelectuales estaban hastiados de la cantidad de espacio que dedicaban los medios a temas pseudocientíficos tales como los ovnis, la astrología, el tarot o la parapsicología . Y sobre todo, estaban hartos de que expresasen sus, muchas veces absurdas, opiniones sin una cortapisa; sin que nadie les dijera que estaban equivocados o que había otras explicaciones más racionales. Para subsanarlo se creó el CSICOP (Comité para la Investigación Científica de los Supuestos fenómenos Paranormales). Uno de los socios fundadores fue Stephen Jay Gould, que colaboró activamente bien escribiendo artículos para la revista de la Asociación (The Skeptical Inquirer), bien dando conferencias, bien incluyendo algún toque “escéptico” en sus muchos escritos. Poco tiempo después nació en España ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, con los mismos objetivos que el CSICOP y, aunque independiente, colaborando activamente con la asociación estadounidense. Para acabar sólo me resta decir que, como presidente de ARP-SAPC y como asesor científico del
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CSICOP, siempre que le hemos pedido ayuda, Stephen Jay Gould nos la ha prestado desinteresadamente. Sin duda todavía tenía muchas cosas que decir; ello hace más cruel, si cabe ,su muerte prematura por causa de esa terrible enfermedad que es el cáncer. Estamos convencidos de que venceremos a esa terrible enfermedad y estamos convencidos de lo haremos desde la racionalidad, desde el fomento del pensamiento crítico. Ese pensamiento que él ayudó a difundir y a hacer universal. ¡Gracias Stephen! Dr. Félix Ares De Blas Presidente de ARP-SAPC Apdo. Correos 310 08860 - Castelldefels (Barcelona) España Tel: 617 786 128 http://www.arp-sapc.org e-mail:
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CONDOLENCIA AL CSICOP POR LA MUERTE DE STEPHEN JAY GOULD Por: ARP-SAPC
Estimados Barry Karr y Paul Kurtz, Por las noticias hemos conocido que Stephen Jay Gould ha muerto. Sin duda es una gran pérdida para todos los que estamos interesados en vulgarizar la ciencia y en promover el pensamiento racional y critico. En mi propio nombre y en el de la sociedad que presido: ARP-SAPC, queremos mostrar el pesar que sentimos ante la muerte de una persona tan valiosa. Reciban nuestro más sentido pésame. Dr. Félix Ares De Blas Presidente de ARP-SAPC Apdo. Correos 310 08860 - Castelldefels (Barcelona) España Tel: 617 786 128 http://www.arp-sapc.org e-mail:
[email protected] [Nota] *El presente mensaje de condolencia fue remitido por Don. Félix Ares de Blas, en nombre de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, a nuestros compañeros escépticos norteamericanos del Comité para la Investigación Científica de los Supuestos fenómenos Paranormales
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(CSICOP). El amable mensaje de respuesta de Barry Karr no se hizo esperar. Desde la Redacción de “El Escéptico Digital” queremos sumarnos al pesar de la comunidad escéptica internacional por la sin duda dolorosa pérdida de Stephen Jay Gould y agradecerles la acogida que una vez más han sabido dispensar a nuestra comunicación.
ADIOS GOULD Por: Javier Armentia
La Vida Maravillosa Stephen Jay Gould (1941-2002) El lunes pasado, 20 de mayo, murió, a los 60 años de edad, Stephen Jay Gould, reconocido como el científico más famoso de los Estados Unidos, sobre todo por ser uno de las más finos divulgadores de la ciencia, un activo hombre de la cultura que supo hacer partícipe a sus lectores de la aventura de la vida, consiguiendo llegar a las masas (pocos científicos se han llegado a convertir en personajes de la serie de animación “Los Simpsons”: Gould “participó” en un episodio defendiendo la evolución contra la intolerancia religiosa). En general, la ingente producción de este escritor y científico (paleontólogo, geólogo, zoólogo, historiador de la ciencia... si tenemos en cuenta las posiciones académicas que fue ocupando en los últimos veinticinco años), podría resumirse en intentar explicar y comprender lo maravilloso que resulta que estemos aquí. En sus propias palabras: “el Homo sapiens no apareció en la Tierra, justo hace un segundo geológico, porque la teoría evolutiva prediga tal resultado basándose en cuestiones de progreso y complejidad neuronal creciente. Los humanos aparecimos, sin embargo, como el resultado contingente y fortuito de miles de sucesos enlazados, cualquiera de los cuales podría haber ocurrido de forma diferente y así, haber mandado la historia por un camino alternativo que no nos habría traído a la consciencia”. Es decir, preocupación por la evolución, por la forma en que se produce, y sobre todo, por la manera en que estudiamos nuestra propia condición de especie en este planeta vivo. Muy crítico con el papel de la ciencia, Gould reconocía que el problema actual es que de ella se han derivado tecnologías potencialmente asesinas en una escala mucho mayor de la que nunca el ser humano había dispuesto antes. “Cuando la humanidad tenía sólo flechas, arcos y lanzas a su disposición, el genocidio era más improbable. Ahora no”. Para Gould el uso racional del poder era fundamental para asegurar el futuro. Las preocupaciones de un hombre de ciencia como Gould, no es de extrañar, iban desde la historia a la política, pasando por la literatura o el arte. Su capacidad de utilizar en sus ensayos (un estilo que Gould mimó especialmente) claves provenientes de multitud de lugares, conseguía rápidamente la complicidad del lector. Así, partiendo de la historia de unos fósiles falsificados que compró en Marruecos, analizaba en uno de sus últimos libros, Las piedras falaces de Marrakech (Ed. Crítica, 2001), una colección de artículos sobre el desarrollo de la historia natural, la paleontología y la biología modernas. Muchos de ellos habían sido publicados en la revista Natural History, para la que colaboró durante años. Otras obras como La vida maravillosa, Brontosaurus o la nalga del ministro, Dientes de gallina y dedos de caballo, El pulgar del panda o La montaña de las almejas de Leonardo (todas ellas en Crítica) son buena muestra de su labor divulgadora (y de la forma tan llamativa de titular sus ensayos). Igualmente, al tomar partido por la ciencia, Gould entabló una feroz lucha contra la pseudociencia, en especial defendiendo la biología frente a los ataques no sólo intelectuales sino políticos de los creacionistas, quienes defienden la veracidad literal del relato bíblico. Ese posicionamiento lo colocó en
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el punto de mira de grupos integristas que lo consideraban una especie de anticristo. Algo que quizá influyó en su ensayo Ciencia versus religión, un falso conflicto (Ed. Crítica, 2000), donde intentaba establecer la tesis de los magisterios separados: la ciencia y la religión hablan de mundos diferentes: "mucha gente cree que hay un conflicto intrínseco entre el cristianismo y la evolución, pero no es así. La religión habla de ética y valores, y la ciencia de hechos. Uno necesita ambas cosas, pero realmente no interactúan demasiado”. Su último gran libro publicado, La estructura de la Teoría Evolutiva (editado en marzo de este año por la Harvard University Press, de próxima aparición en castellano) era, sin embargo, un denso tratado, más académico, en el que hacía un recorrido por el marco teórico evolutivo, fundamental para las ciencias de la vida actuales. En sus casi mil quinientas páginas, Gould realizaba en cierto modo su testamento científico, recogiendo el trabajo de más de un cuarto de siglo como catedrático de zoología y paleontología. Ha sido acogido con cierto escepticismo por el mismo mundo académico del que Stephen Jay Gould fue uno de los principales comunicadores. Ciertamente, como tratado que intenta compendiar una ciencia en desarrollo, resulta incompleto, pero pocas veces, y desde luego contadas personas, podrían permitirse el atrevimiento enciclopédico en un tema así. Por otro lado, las teorías evolutivas de Gould no son del todo compartidas por sus colegas, en especial la proposición de que la evolución sucede en momentos determinados de rápido cambio, frente al modelo usual que propone escenarios más graduales (una discusión que se ha mantenido viva durante varios decenios, por cierto). En cualquier caso, se ve una vez más algo que Gould había criticado en numerosas ocasiones: la manera en que un sector de la ciencia es incapaz de entender que sólo accediendo al público, al ciudadano, se podrá asegurar que la empresa científica sea asumida como parte integrante de la cultura, como algo necesario y rentable para el futuro de todos. La divulgación científica ha perdido una de las voces más cualificadas y, como sucedió con la desaparición de Isaac Asimov o Carl Sagan, la ausencia no se llenará fácilmente: aunar interés, precisión, estilo y capacidad de entusiasmar no es algo sencillo. Una Larga Lucha Cuando en 1982 le diagnosticaron un cáncer abdominal mortal, Gould convirtió su amargura y sorpresa en un delicioso artículo titulado La mediana no es el mensaje, analizando la forma en la que entendemos las estadísticas. La literatura sobre los mesoteliomas abdominales (la enfermedad de Gould) hablaba de una enfermedad irreversible con una supervivencia de ocho meses (la mediana: es decir, la mitad de los enfermos morían antes de los ocho meses). Escribió: “Cuando supe de ello, mi primera reacción intelectual fue: bueno, la mitad de la gente vivirá más, veamos qué probabilidades tengo de pertenecer a esa mitad. Leí durante una furiosa hora y concluí, con alivio: ¡cojonudo!. Poseía cada una de las características que daban mayor probabilidad de supervivencia: era joven; mi enfermedad se había diagnosticado en un estadio relativamente temprano; recibiría los mejores tratamientos médicos; tenía un mundo por vivir; sabía como leer los datos adecuadamente, y no desfallecería”. La lucha siguió durante diez años. Y finalmente, el cáncer ganó, como cabía, estadísticamente, pensar. Gould supo entender no solamente la estadística, pero sobre todo seguir adelante con su trabajo a pesar de ella.
S. J. GOULD: UN BUEN CHISTE NO SE REPITE DOS VECES Por: José Manuel Sánchez Ron
Stephen Jay Gould, catedrático de Zoología de la Universidad de Harvard, y asociado también (desde
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1996) como catedrático visitante de investigación de Biología a la Universidad de Nueva York, paleontólogo y biólogo evolutivo eminente, desde hace décadas uno de los mejores, sino el mejor, de los ensayistas y divulgadores de la ciencia, falleció el día 20 del presente mes, victima de un cáncer, a los sesenta años de edad, en su casa de Nueva York, en, se nos dice, una cama situada en su biblioteca, entre sus queridos libros, que incluían auténticas joyas bibliográficas (sobre todo de historia natural), a las que se refirió más de una de vez en algunos de sus ensayos. Había nacido en la ciudad de Nueva York en 1941, y a los cinco años decidió ser paleontólogo, tras haberle llevado su padre, taquígrafo de tribunales, al Museo de Ciencias Naturales, donde contempló el impresionante esqueleto del tiranosaurio que se exhibe en el hall de entrada. Una profesión sorprendente para un hijo de emigrantes judíos procedentes de la Europa del Este, en cuya familia no existía tradición alguna de educación universitaria, como recordó en uno de sus libros, 'Ontogeny and Phylogeny' (1977), cuando agradecía a sus padres por el ánimo que le habían proporcionado, «frente a la confusión de algunos familiares ancianos que no sabían lo que significaba paleontología y que, al descubrir lo que era, solamente podían murmurar (con una inflexión que no puedo transcribir en papel):”¿Es ésa una profesión para un chico judío?”. Se licenció en Geología en el Antioch College de Ohio en 1963, doctorándose en 1967 por la Universidad de Columbia (Nueva York), por las investigaciones que había llevado a cabo en la historia evolutiva de serpientes de tierra durante el Pleistoceno. El mismo año que se doctoró se convirtió en profesor ayudante de Paleontología de Invertebrados de la Universidad de Harvard y conservador ayudante del Museo de Zoología Comparada de esta misma universidad. A partir de entonces Harvard sería su lugar de trabajo definitivo, como catedrático desde 1974 (lo que no le impidió, después de su segundo matrimonio, en 1995, establecer su domicilio principal en Manhattan). Fue, como he dicho, un notable paleontólogo, pero también uno de los mayores expertos en la teoría de la evolución (Darwin fue uno de sus amores). Un matrimonio éste -teoría de la evolución y Paleontología- no imposible en absoluto, pero tampoco necesario. «Yo tuve la suerte –explicó en uno de sus libros, 'El pulgar del panda' (1980)- de tropezar con la teoría de la evolución, uno de los campos más excitantes e importantes de toda la ciencia. Jamás la había oído mencionar cuando emprendí mi andadura en mis primeros años; simplemente me sentía fascinado por los dinosaurios. Yo estaba convencido de que los paleontólogos se pasaban la vida desenterrando huesos y juntándolos, sin ir jamás más allá del trascendental momento en que decidían cómo unirlos. Entonces descubrí la teoría evolutiva. Desde aquel instante, la dualidad de la historia natural (su riqueza en particularidades y su potencial unión en una explicación subyacente) ha sido el motor de mi existencia». Fue la teoría de la evolución de las especies, efectivamente, el auténtico motor de su existencia, pero terminó proponiendo, en 1972 y en compañía de Niles Eldredge, una teoría evolutiva diferente de la darwiniana: la teoría del equilibrio puntuado. La tesis central de esta formulación es la de la de que los cambios evolutivos se producen no lenta y continuamente, poco a poco, como pensaba Darwin, sino por medio de transformaciones relativamente repentinas (esto es, a escala de tiempo geológico), separadas por largos intervalos en los que apenas se producen cambios morfológicos. Aparte de en trabajos técnicos, popularizó esta todavía controvertida visión de la evolución en uno de sus mejores libros de divulgación: 'La vida maravillosa' (1989). Es difícil para aquellos cuya vida se encuentra ligada de una u otra forma al estudio del mundo natural no sucumbir a sus encantos, no deleitarse en la exaltación de la belleza que se encuentra por doquier en
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la naturaleza. Frente a este enfoque 'franciscano', Jay Gould se proclamó siempre un 'galileano': «Me gusta - escribió en otro de sus libros, 'Brontosaurus y la nalga del ministro'- la buena escritura franciscana, pero me considero un galileano puro, ferviente e impenitente... No soy insensible a la belleza natural, pero mis gozos emocionales se centran en los trabajos, improbables pero a veces prodigiosos, de esta minúscula y accidental ramita evolutiva llamada Homo sapiens. Y no encuentro entre esas obras nada más noble que la historia de nuestra lucha para comprender la naturaleza». Pero todo buen galileano debe, además de contribuir al desarrollo científico, esforzarse por hacer la ciencia accesible a los no especialistas. Gould fue un maestro en ese arte, siguiendo unas pocas reglas sencillas: «Nada de pasar por alto las ambigüedades o lo que se ignora; eliminar la jerga, naturalmente, pero no sacrificar las ideas (cualquier complejidad intelectual puede ser transmitida en el lenguaje corriente)»; y «La belleza de la naturaleza reside en el detalle; el mensaje, en la generalidad. La apreciación óptima requiere de ambos, y no conozco mejor táctica que la ilustración de principios excitantes mediante pormenores bien escogidos». Fue en este difícil equilibrio entre lo particular y lo general, uno de los lugares en los que más brilló Stephen Gould, como se puede comprobar sin más que leer muchos de sus relatos sobre temas aparentemente -sólo aparentemente- menores, como, por ejemplo, el pulgar del panda, la relación entre la nalga (izquierda) de George Canning (secretario de Exteriores del Gobierno británico) y el origen de las especies, la cuestión de si cinco es un número apropiado de dedos, el interés de Darwin por los gusanos, la historia del arzobispo inglés James Ussher, que en el siglo XVII dio no sólo el año de la creación (el 4004 antes de Cristo), sino también la fecha exacta (el 23 de octubre), o el golpe relámpago, en béisbol, de Joe di Maggio, su «héroe personal» y «mentor desde la infancia». Relatos que aparecen en una legión de libros, que al mismo tiempo que enseñaban conmovían; libros como 'Dientes de caballo y dedos de gallina' (1983), 'La sonrisa del flamenco' (1985), 'Ocho cerditos' (1993), 'Milenio' (1998), 'Las piedras falaces de Marrakech' (2000) o 'La falsa medida del hombre' (1981), en el que con la sabiduría e implacabilidad del científico, la pasión del hombre comprometido con sus semejantes y el amor del descendiente de emigrantes mostró con toda crudeza las debilidades del denominado 'determinismo biológico', la idea de que la inteligencia humana puede determinarse con mediciones (del tamaño del cráneo, por ejemplo) y pruebas determinadas, ideas que se habían llevado a la práctica a primeros del siglo XX con, por ejemplo, emigrantes europeos que llegaban a Manhattan desconcertados y asustados, y a los que se obligaba a pasar absurdas pruebas de inteligencia, o con personas a las que se calificó de 'idiotas' y en algunos casos incluso esterilizó. La curiosidad de Gould no se detenía ante nada. Ni siquiera frente a su propia desgracia. En julio de 1982 supo que estaba sufriendo un mesotelioma abdominal, un cáncer raro y extremadamente difícil de curar. Cuando se despertó de la operación a la que fue sometido, lo primero que preguntó a su doctora fue: «¿Cuál es la mejor bibliografía sobre el mesotelioma?». Compasivamente, ésta le dijo que no había nada que valiera la pena leer. Pronto descubrió el porqué de tal consejo: la literatura especializada era meridianamente clara, se consideraba que el mesotelioma era incurable, con una mortalidad mediana de sólo ocho meses después del diagnóstico. Sin embargo, Gould reaccionó interpretando tan abrumadora sentencia a la luz de sus conocimientos de estadística: por pequeña que fuese la probabilidad, algunos se salvaban; él terminó siendo uno de ellos. Aunque ahora otro tipo de cáncer le ha derrotado. Con su humor profundo, tal vez habría dicho que «un buen chiste no se repite dos veces». El mejor legado de un científico, intelectual y escritor como fue Stephen Jay Gould es su obra, sus libros, puesto que, más pronto que tarde, terminará desapareciendo la memoria que deja a los que fueron sus coetáneos y supieron de su vida. Hasta el último momento Gould enriqueció ese legado. En marzo del presente año, Harvard University Press publicó lo que él consideraba como su obra magna,
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'The Structure of Evolutionary Theory', un grueso volumen de 1.433 páginas, y este mismo mes ha aparecido otro, 'I Have Landed: The End of a Beginning in Natural History', en el que incluía la última entrega de los 300 artículos que publicó a partir de 1974 en la revista Natural History y que por decisión propia concluyó en enero de 2001. [Nota] * José Manuel Sánchez Ron es Catedrático de Historia de la Ciencia de la Universidad Autónoma de Madrid
LA EVOLUCIÓN EN STEPHEN JAY GOULD Por: Antonio García Bellido
El pasado día 20 murió un gran científico y una gran pensador en el fascinante problema de la evolución biológica. Stephen Jay Gould fue en vida un paleontólogo dedicado al campo específico de la evolución de los moluscos gasterópodos, que muestran una gran riqueza de detalle en sus formas fósiles. De sus estudios en los años sesenta llegó a concluir que la aparición de nuevas especies ocurría de forma discontinua, después de largos periodos de estabilidad morfológica. Esta observación iba en contra de la noción gradualista darwinista o neodarwinista de los años cuarenta, que proponía una evolución continua basada en una adaptación continua a cambios ambientales también continuos. La nueva hipótesis ponía en duda la idea clave de Darwin de una 'selección natural' que elige a partir de una proposición de mutaciones en individuos discretos, aquellos que dan mayor descendencia fértil o que están más adaptados. Los cambios morfológicos en los fósiles aparecían en poblaciones enteras, y por lo tanto, la selección debía operar sobre especies más que sobre individuos. Los genetistas de poblaciones neodarwinistas argüían que los cambios en frecuencias génicas en los individuos de una población podrían ocurrir más rápidamente que los intervalos geológicos, y que la discontinuidad podría ser un artefacto del registro fósil. El advenimiento de la biología molecular y los análisis comparativos de genomas iban a sugerir aún otro nivel de selección: el de los genes y su tendencia a replicarse y transponerse en el genoma: la idea del gen egoísta de Richard Dawkins. La genética del desarrollo, y sobre todo su estudio comparado entre organismos, empezó a mostrar en los años setenta y ochenta que no sólo los genes están conservados en especies muy distantes, sino que también lo están grupos enteros de genes que funcionan en equipo para realizar operaciones de desarrollo tales como la división celular o la organización de territorios celulares en ejes embrionarios y tejidos. Esta conservación resulta del reconocimiento molecular, una limitación (constraint) que da inercia a la evolución. Así, la evolución no resulta de selección de alelos mutantes en las zonas codificantes de los genes, sino de combinaciones diferenciales de estos mismos genes en diferentes células en el tiempo y en el espacio del desarrollo embrionario. Y esto a su vez resulta de cambios en las zonas reguladoras de los genes conservados, sin afectar a los genes mismos. El mundo interno, las proposiciones de combinatorias génicas nuevas, aparece así más potente causa de variación que los cambios graduales en el mundo externo. Para que estas novedades se establezcan y propaguen en nuevas especies es sólo necesario que el medio externo sea tolerante al cambio genético interno. Como si los organismos estuviesen más interesados en su construcción que en su apariencia final. Y esto es lo que Gould (en su libro La vida maravillosa) ve operando en la explosión cámbrica [la rápida aparición, hace 540 millones de años, de gran parte de la diversidad animal actual] y en las radiaciones de nuevas especies que siguen a las grandes extinciones geológicas, asociadas a cambios morfológicos mayores en intervalos de tiempo cortísimos, de pocos miles o millones de años. ¿Cómo puede esto ocurrir por una selección gradual con estadíos intermedios adaptados?
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En sus consideraciones más filosóficas, Gould da a la contingencia histórica más valor que al determinismo adaptativo. De hecho, pone en tela de juicio la noción de adaptación, que está en la base del darwinismo. ¿No será la adaptación una interpretación antropomórfica del mero hecho de que los organismos están ahí y se mantienen? La noción de evolución escapa al experimento, pero el creciente conocimiento de los mecanismos por los que se generan las formas biológicas están en la línea de Stephen Gould de que el mundo interno da una riqueza de variación y de constancia que no tiene el mundo externo. [Nota] *Antonio García-Bellido es profesor de investigación en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa.
STEPHEN JAY GOULD: EL DARWIN DE LA PALEONTOLOGÍA Por: Felipe Cuna
La paleontología moderna perdió ayer a uno de sus más geniales eruditos y a un científico e intelectual que siempre provocó el interés y la polémica por sus teorías sobre la evolución de las especies con las que trató de revisar y actualizar la obra de Charles Darwin. Stephen Jay Gould, el genial biólogo neoyorquino padre de la teoría del «equilibrio puntuado», falleció ayer en Manhattan de un adenocarcionoma a los 60 años de edad. Al conocerse su muerte, los estudiantes de la universidad de Harvard que durante años se habían beneficiado de su afición al debate y que llenaban a rebosar sus clases y conferencias guardaron un minuto de silencio en su honor. Y por la tarde, cuando acabaron las clases, en los bares que rodean la célebre universidad de Boston se brindó en honor de este provocador intelectual y culpable de que tantos estudiantes no se rindieran ante lo evidente y buscaran siempre profundizar aún más en lo impreciso. Gould fue, quizás, el biólogo evolucionista más influyente y mejor conocido desde Darwin. Un honor que rechazó en vida y que en su muerte se convertirá, seguramente, en parte de los muchos reconocimientos públicos que le acompañen con motivo de su desaparición. Una visita al museo de Ciencias Naturales de Nueva York cuando era un niño de cinco años fue la culpable de su interés por la Ciencia. El pequeño Stephen quedó impresionado por una reproducción de un tironasurio rex que da la bienvenida a los visitantes del conocido museo neoyorquino del Central Park. De esas salas salió su inusitado deseo de conocer la forma en la que las especies habían vivido y evolucionado durante miles de años y una vez licenciado con honores en paleontología por la universidad de Columbia comenzó a profundizar en las teorías que le hicieron mundialmente famoso y muy influyente en las ramas de la Ciencia que estudian la evolución humana desde los fósiles y las actuales metrópolis. Junto con su compañero de aventuras, socio y amigo del alma, Niles Eldredge, Gould formuló en 1972 su teoría del «equilibrio puntuado» que señala que durante largas etapas, incluso de millones de años, la especies no cambiaron nada. El estudio de los fósiles les permitió concluir que muchos de los animales cuya presencia había sido detectada hace miles de millones de años eran similares, sin cambios aparentes durante largas etapas. Y, sin embargo, en otras especies estos cambios eran impresionantes, rápidos y la evolución es evidente casi de año en año.
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Eldredge, hoy profesor de paleontología del Museo de Ciencias Naturales de Nueva York, y Gould bautizaron sus ideas con el nombre de «equilibrio» (relacionado con la mesura y contemporización con la que evolucionaban ciertas especies) «puntuado» (súbitos puntos en los que las especies se desarrollan rápidamente). Gould fue uno de los más célebres científicos de Estados Unidos, miembro de comités, comisiones y de las asociaciones más importantes creadas por el Congreso y la Casa Blanca. Su vida se repartió entre sus numerosos libros como El pulgar del panda o La estructura de la teoría evolucionaria y ensayos en la revista Natural History sobre sus pensamientos científicos y mundanos, su amor por los Yankees de Nueva York, su afición a los viajes, su conocimiento de idiomas y su pasión por los caracoles que fueron el tema central de sus trabajos. [Nota] *Stephen Jay Gould, nació el 10 de septiembre de 1941 en Nueva York y murió en esta misma ciudad el 20 de mayo de 2002.
MENTIRAS PIADOSAS Por: Adela Torres Calatayud
En un día de primavera que parece pintado por un confitero de cuento de hadas, el Memorial Union ha sido testigo de un acto que, para alguien que viene de España, resulta curioso. Quizá también agridulce. La cosa es que aquí el porcentaje de creyentes y practicantes de alguna denominación del cristianismo (hay la tira) es muy alto. Ya he hablado varias veces del asedio de encuestadores, Testigos de Jehová, mormones, baptistas, y otras especies espirituales que campan a sus anchas por todas partes. Además, hay iglesias hasta debajo de las piedras, desde cosas grandoootas como las iglesias de la calle Monroe hasta casitas destartaladas que proclaman ser, por ejemplo la "Iglesia de San Anselmo de Canterbury" (al lado de la Beanery; jamás he visto un feligrés entrando ni saliendo, pero el cartel tiene letras bien gordas). Luego tenemos St. Mary, la única -que yo sepa- iglesia católica de por aquí. Nunca he entrado. Por fuera es espantosa, horripilante, un bloque irregular de madera, sin ventanas, en lo alto de una pequeña elevación. Está rodeada de verja con alambre de espino. Parece un búnker. Te dan ganas de dar un rodeo para no tener que pasar cerca. Lo que quiero decir es que aquí la religión es cosa que mucha gente vive a fondo, no algo para pasar un domingo o en plan social y festivo como es más normal en España. Como la mayoría de la gente es protestante, están muy acostumbrados a leerse la Biblia. Algunos se la saben de carrerilla. Es el puntal de cualquier argumento religioso en los USA. Y aquí es donde la cosa corta, y hace sangre. El acto de hoy en el Memorial Union se llamaba "Biblia y homosexualidad". Un montón de chicos y chicas escuchaban atentamente a un señor hacer unos malabarismos impresionantes con citas selectas de tal libro para permitirles reconciliar su elección sexual con su religión. En otro día, en otro estado de ánimo, hubiera escrito algo jocoso. Hoy la cosa me ha parecido triste, agotadora, insensata, fútil. A medio kilómetro de distancia, en una de las múltiples iglesias, o quizá en el mismo campus, en una de las innumerables salas que la Universidad pone a disposición de quien lo solicite, algún otro señor o señora está usando citas selectas del mismo libro para predicar el fuego del infierno a estos chicos y chicas por ser homosexuales. A mí me da igual, no me afecta ni una cosa ni la otra; pero a ellos sí, se les veía interesados, casi ansiosos, buscando de labios de alguien las razones que les permitan reconciliar lo que son con lo que creen. Cualquier excusa. Cualquier argumento a favor. Lo que sea: una migaja de
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lógica desesperada, arañada de interpretaciones de versículos de un libro escrito por hombres muertos miles de años atrás. La necesidad desnuda de esa certeza, la convicción de que sólo pueden estar a gusto con lo que son y lo que hacen si la Biblia lo dice, me ha llenado de un cansancio repentino, y me he ido antes de que terminara el acto. Ellos han tenido la cortesía de no venir a intentar convencerme de que tienen razón, y por respeto a esa cortesía no pienso escribir aquí nada que intente convencerles de que no necesitan que lo que diga la Biblia apruebe, ni mucho menos tolere, su forma de ser. Lo que no puedo dejar de plasmar aquí es la tristeza que, esta tarde, he sentido al escuchar a ese señor retorcer por enésima vez los mismos cansados argumentos para tranquilizar unas mentes que necesitaban (se les veía en las caras atentas, ávidas, y las preguntas siempre personales "A mí me pasa...", "Es que mi familia...", "Mi pastor me dice...") mentiras piadosas en un libro tan apasionante, tan bello, tan trágicamente dañino, como la Biblia. Adela Torres Calatayud (
[email protected])
LA CAMPAÑA Por: Fernando Frías Sánchez
Hace muchos años, un periodista de cuyo nombre no puedo acordarme, corresponsal en Londres, asombraba a sus lectores contándoles una costumbre que hacía furor en Gran Bretaña, y que resultaba impensable en la España de la época: la recogida de firmas. Contaba el corresponsal que por algunas calles londinenses era casi imposible dar un paso sin que se le aparecieran personas de toda edad y condición, armados de bolígrafo y pliego, para solicitar su apoyo a tal o cual reivindicación. Claro que él se adaptó rápidamente a aquello, y a cada petición respondía cogiendo el boli y, sin leer siquiera el manifiesto, estampaba al pie un nuevo nombre para la lista de "abajofirmantes": Dolores Fuertes de Barriga. Ahora, en cambio, España es una democracia y goza de la posibilidad de firmar también mil y una peticiones, algunas muy serias, otras discutibles, y otras... bueno, otras como la que expone este mes la revista "Más Allá". La cuestión es bien sencilla: la Real Academia Española de la Lengua ha incluido en la vigésima segunda edición de su Diccionario una definición para la palabra "ufología", según la cual el palabro significaría "f. Simulacro de investigación científica basado en la creencia de que ciertos objetos voladores no identificados son naves espaciales de procedencia extraterrestre." Naturalmente los ufólogos han montado en cólera. Así lo explica el inefable Bruno Cardeñosa en un artículo perpetrado en "Más Allá", en el que explica que la definición es poco atinada "de acuerdo a los expertos consultados (sic)". Uno de ellos es nada menos que Manuel Carballal, quien asegura que la definición de la Real Academia "difama, falsea y miente". Claro que Carballal dice lo mismo de los escépticos, de los científicos, de los demás "investigadores de lo paranormal" y, en general, de todo aquel que no esté de acuerdo con él, así que la cosa no es para tanto. De todos modos, el clamor en el circo ufológico parece bastante notable, y así, entre todos se las han apañado para parir un modelo de "petición de enmienda" que propone un texto alternativo al actual, ya
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que este "connota juicios de valor peyorativos" y "no se ajusta con propiedad a los términos referidos ni al principio de imparcialidad que debe regir un diccionario". No parece probable que la Academia vaya hacer caso de una protesta de parcialidad que viene precisamente de una parte interesada (interesadísima). Y tampoco creo que los señores académicos se preocupen de los supuestos "juicios de valor peyorativos": un diccionario, se supone, debe definir el significado de las palabras, no lo que a unos y a otros les gustaría que significasen. Así que, por supuesto, yo no voy a poner mi particular Dolores Fuertes de Barriga al pie del panfleto. Pero sí que pienso que deberían modificar la definición. Veámosla otra vez: f. Simulacro de investigación científica basado en la creencia de que ciertos objetos voladores no identificados son naves espaciales de procedencia extraterrestre. La clave del asunto es la palabra "simulacro", que en el mismo diccionario, en su tercera acepción, significa m. Ficción, imitación, falsificación. Y ahí es donde discrepo. Una imitación, una falsificación, es algo que pretende parecerse a otra cosa. Y puede que sí, que haya una minoría de ufólogos que pretendan hacer pasar sus "investigaciones" por científicas. Pero, la verdad, si uno echa un vistazo a lo que hacen ufólogos de la talla de J. J. Benítez o Iker Jiménez, se dará cuenta de que de imitación, de "ficción de investigación científica", nada de nada. No llega ni a eso. Así que, por mi parte, que cambien la definición. Y que donde dice "simulacro", pongan "farsa". En la cuarta acepción de la palabra, por supuesto. Para más información: Página web de J. J. Benítez http://www.jjbenitez-only-eyes.com/ Página web de Iker Jiménez http://www.ikerjimenez.com/
GRAFOLOGÍA: LA LOCURA POR ESCRITO Por: Christian Sanz
Fue poco antes de cumplir 31 años que me quebré uno de los nudillos de mi mano derecha. Lo cierto es que eso me tuvo a mal traer durante casi 28 días. Los mismos en los que tuve que cargar con un incómodo y pesado yeso que no me daba alternativa de negociación alguna y, por lo cual, tuve que aprender a hacer algunas cosas con mi mano izquierda. Así es que, cuando me quitaron el mortificante accesorio, me fue muy difícil volver a escribir como solía hacerlo. Es más, nunca pude volver a redactar de la misma manera. Los grafólogos, que analizan las características de la escritura a mano, dirían que mi personalidad ha
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cambiado sólo por el hecho de que ya no hago los trazos como frecuentaba. Una tremenda imbecilidad. Quienes estudian grafología creen que la escritura manual es una manifestación física de las funciones mentales inconscientes y que puede revelar cosas específicas acerca de una persona. Antes de decir semejante tontería, deberían saber que la grafología no cuenta con base teórica convincente: no hay evidencia de que el inconsciente sea un reservorio de la verdad acerca de la persona y, mucho menos, que la grafología suministre –consecuentemente- una entrada a dicho reservorio. Para acercarnos de alguna manera a la impresión que tiene la gente acerca de dicha doctrina, nosotros mismos hemos armado -desde ASALUP- una sencilla encuesta "ad hoc". De las 198 personas que se animaron a participar, el 30,30% nos aseguró que –para ellos- la grafología era una doctrina "nada confiable". Un escalón más abajo, el 24,75% opinó que es "poco confiable" y solo el 11% se arriesgó a decir que es "una doctrina seria". Es innegable que los datos hablan por sí mismos… De todos modos (más allá de la percepción de la gente encuestada), en el marco del análisis de las variadas -y no menos taxativas- técnicas utilizadas por los grafólogos, las interpretaciones de los "expertos" pueden reducirse a simples evaluaciones basadas en impresiones a través del entendimiento de los rasgos básicos de la personalidad: la presión ejercida sobre el papel; la separación entre palabras y letras; la cruz de la "T"; el punto de la "i"; y la medida, inclinación, velocidad y consistencia de la escritura. No gran cosa. Nunca han sido útiles las hipótesis acerca de como podría trabajar la grafología ni existe evidencia empírica que correlacione alguna característica grafológica significativa con algún rasgo de la personalidad de interés. Aún así, cualquier persona no especializada en el tema es capaz de identificar correctamente, en el 70% de las veces, el género -masculino o femenino- de un individuo a través de su escritura. Teniendo en cuenta lo antedicho, es realmente impresionante saber que hay personas que creen que la grafología puede servir como procedimiento expeditivo para elegir pareja, averiguar quién cometió un crimen, elegir una carrera de estudio, encontrar un tesoro escondido o tratar de saber cuál es el próximo camino a seguir. La grafología es simplemente otro de los falsos sustitutos del trabajo que exige esfuerzo y sólo sirve a aquellos que son impacientes en asuntos problemáticos como es la investigación, el análisis de evidencia, el razonamiento, la lógica y la experimentación. Para saber qué tan eficaz es la grafología, el 19 de noviembre de 1997, Barry Beyerstein (quien ha escrito extensamente sobre el tema), se unió con Alan Alda -conductor del programa "Scientific American Frontiers" de la cadena PBS-, para una evaluación de la personalidad a través del Datagraph, un "importante" instrumento grafológico. Poco antes, uno de los representantes de dicha firma había asegurado que, en un análisis de 420 rasgos de escritura, Datagraph acertaba el 90% de las veces; porcentaje –según él- suficiente para crear un "perfil mental" de cada individuo evaluado (hay que destacar que los propios psicólogos consideran normalmente que los perfiles de los tests de personalidad son "moderadamente confiables").
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En consecuencia, se sometió a prueba a ocho personas revisando sus perfiles e intentando descubrir a quién correspondía cada uno de sus manuscritos. Como era de esperar… no pudo lograrse. Cuando se realizó la valoración de los 14 caracteres de personalidad que utilizó Datagraph se encontró que 4 de ellos eran correctos, 8 eran equivocados y 2 estaban dudosos. El propio Alda se dio cuenta de que muchas de las evaluaciones grafológicas podían ser fácilmente influidas por el "pensamiento deseoso", es decir, la subjetividad de interpretar hechos, eventos o percepciones de acuerdo a lo que uno quisiera que fueran en lugar de hacerlo en relación a la evidencia presente. Dentro del mismo análisis, Alda advirtió cómo uno puede ser influenciado por el propio juicio empleado para confirmar el argumento, técnicamente conocido como "razonamiento selectivo" y alertó que el contenido de la escritura puede ser influido por el juicio del evaluador. Es sabido que un verdadero análisis científico nunca podría someterse a tan confusas técnicas y medidas tan subjetivas para su evaluación. Lo ideal, para lograr un correcto estudio sobre grafología, sería requerir que todos los sujetos de la muestra reproduzcan exactamente el mismo texto. También habría que tener en cuenta algunos tipos de escritura de otras culturas como la china, japonesa y hebrea y, finalmente, habría que impedir a los sujetos usar sus propias impresiones subjetivas de los análisis grafológicos para determinar la validez de la lectura, evitando así el llamado "efecto Forer" (validación subjetiva). Sólo teniendo en cuenta esos resguardos, a través del bien ponderado y siempre temido "método científico", se podrá hacer un verdadero muestreo sobre la real validez de la grafología. Mientras tanto, seguiremos siendo testigos, entre otras cosas, de graves escenas de discriminación como las que se dan toda vez que para ser seleccionado en un trabajo, se utiliza el -poco confiable- filtro de los rasgos de escritura, algo realmente vergonzoso. A esta altura no hay dudas: si queremos resultados inmediatos y sin certezas a nuestras inquietudes, la grafología es el método perfecto. Si, por el contrario, preferimos vivir con razonables probabilidades de incertidumbre y buscamos resultados más consistentes, podemos intentar otro método mucho más confiable de los tantos que ya se han demostrado eficaces. [Nota] * Christian Sanz es Presidente ASALUP www.asalup.org
EN MANOS DE CURANDEROS Por: José María Romera
Las mismas personas que exigen garantías para cualquier asunto banal se dejan seducir por vendedores de promesas muchas veces imposibles cuando se trata de su salud Millones de personas en el mundo confían su salud a curanderos, naturistas, sanadores y médicos alternativos de todas clases. Pese a los espectaculares avances de la medicina científica y al incremento de los recursos asistenciales en los últimos años, está creciendo el número de enfermos que buscan remedio a sus males fuera del sistema llamado oficial . Los mismos individuos que exigen garantías
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plenas a la hora de adquirir un automóvil o de consumir alimentos filtrados por rigurosos controles sanitarios, se dejan seducir por la llamada incierta de unos vendedores de promesas muchas veces imposibles, sin otra garantía que la credulidad del enfermo. No todos los practicantes de estas variadas formas de tratamiento son embaucadores sin escrúpulos. La existencia de tradiciones curativas milenarias contrastadas en diferentes culturas, el conocimiento empírico de terapias caseras o naturales y la apertura de los estudios de la salud a procedimientos antes tenidos por heterodoxos permiten suponer que algo hay de cierto en determinadas técnicas de diagnóstico y cura alternativas. De otra parte, también el sistema médico oficial provoca en muchos pacientes rechazos justificados: un trato deshumanizado en las consultas, largas listas de espera en los hospitales y errores médicos ocasionales pero a veces tremebundos son algunos de los motivos de recelo hacia una medicina distante del enfermo, contra la que éste se rebela buscando otras vías. Bien lo saben los comerciantes de la salud, quienes no suelen tener empacho en desacreditar a los especialistas tildándolos de engreídos y burócratas, como si con ello bastara para suplantarlos con la receta de una pócima inverosímil. Ignorancia y algo más Suele decirse que el éxito de estas medicinas alternativas se sostiene en la ignorancia de los enfermos. No es tan cierto. Si bien entre la clientela de curanderos y sanadores predominan personas de bajo nivel cultural, crédulas y presas fáciles de la charlatanería, no son pocos los hombres y mujeres instruidos que se ponen en sus manos. El hecho de que la mayoría lo haga «por probar» o buscando un atajo en el tratamiento impuesto por su médico no cambia mucho las cosas. También ellos creen. También ellos sostienen este gigantesco negocio que mueve miles de millones y, lo que viene a ser peor, mantiene viva la llama del pensamiento irracional en nuestras sociedades. ¿Qué hay, pues, en el ser humano que le hace picar en esta clase de anzuelos? Los esfuerzos de la ciencia por erradicar prácticas perniciosas, o cuando menos inservibles, resultan vanos; sus argumentos, por aplastantes que sean casi siempre, apenas sí logran acabar con algún que otro timador, pero no tarda mucho en aparecer otro que ocupe su lugar y se haga con su parroquia. La pseudomedicina se mantiene próspera porque ejerce un hechizo particular sobre las personas; por consiguiente, quizá haya que dejar de gastar energías en el ataque a los embaucadores para ocuparlas en prevenir a los embaucados enseñándoles a reconocer los impulsos que les llevan a este camino. Hipocondríacos La hipocondría, es decir, el temor a estar enfermos, hace que muchas personas no acepten diagnósticos tranquilizadores cuando perciben algún síntoma preocupante. Una buena parte de los estados de malestar o postración física tiene origen psicosomático; el 80% de las enfermedades más comunes se cura sin tratamiento. Pero el aprensivo necesita ser tratado, recibir la bendición del médico en forma de un medicamento o de una exploración suplementaria. Al no ver satisfecha su demanda, acude a la consulta del sanador, de donde sale cargado de bolsas de hierbas o frasquitos de agua milagrosa que prueban la existencia de un mal. «¿Veis cómo es verdad que tenía algo?», dicen aliviados a los suyos. A partir de ahí, causa y efecto se confunden: lo que habría sido una curación espontánea es visto por ellos como consecuencia del tratamiento recibido. En el lado opuesto -pero complementario- se sitúan los enfermos graves que se resisten a admitir un diagnóstico demoledor o la evidencia de una curación imposible. Es en estos casos donde el curandero
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despliega lo mejor de sus artes. El viejo adagio de «primum non nocere» (lo primero, no hacer daño) actúa aquí de forma sibilina. Se empieza por hacer creer al enfermo que su dolencia no es tal o tiene otro origen. En situaciones de desesperación, la capacidad de autoengaño del ser humano es infinita. Instintivamente, el enfermo se coloca del lado de quien le muestra una realidad más soportable mientras engendra cierta forma de resentimiento hacia el médico que le dice la descarnada verdad. El efecto placebo de unas palabras de esperanza hace que, por algún tiempo, experimente una sensación subjetiva de mejoría que refuerza su convicción. Sólo cuando se produce un agravamiento súbito vuelve a acudir al médico oficial , quien con frecuencia ya no puede hacer otra cosa que certificar su fallecimiento. Buena parte del éxito de las pseudomedicinas se debe justamente a que quienes dispondrían de pruebas terminantes de la estafa no pueden aportarlas por la sencilla razón de que ya no están vivos. Decir lo que se quiere oír Pero hay que reconocer a los sanadores heterodoxos una virtud, acaso la misma que poseían los brujos de tribus primitivas. Mientras la medicina solvente actúa según sus propias reglas y no atendiendo a los deseos, prejuicios, temores o percepciones subjetivas del paciente, la medicina alternativa juega con la complicidad del enfermo real o supuesto. Le dice lo que él quiere oír y en palabras que él puede comprender. Estas palabras -no exentas de elementos de argot simplificador: energía vital , campos magnéticos , depuración , etcétera- apelan a una visión de la realidad simplificadora y precientífica, cuando no milagrera. Su efecto tiene una doble dirección: de un lado, presenta al curandero como un ser asequible, comprensivo, verdaderamente interesado por la persona que se entrega a él; de otro, pone en movimiento resortes internos del enfermo -la confianza, la voluntad de curación, la autopersuasión, la actitud optimista- nada desdeñables a la hora de poner algo de su parte en la curación. Bien mirado, las falsas medicinas producen un efecto social nada despreciable. Sirven para arruinar a los tontos. Pero también descongestionan las listas de espera de la Seguridad Social, calman a los más aprensivos y conservan el patrimonio cultural de las supersticiones.
LAPIDADAS Por: Eduardo Haro Tecglen
Insistamos en esta palabra, lapidación: mujeres lapidadas. No sé si es mejor o peor que la silla eléctrica, la horca, la inyección: ni siquiera si es preferible al encierro por toda la vida en un convento. Hay que insistir en la lapidación porque nos parece más salvaje y nos puede hacer reaccionar en contra con más fuerza. Nuestro enemigo es la pena de muerte. Y si todas son condenables, la que se aplicará a una mujer por haber dado a luz estando divorciada -repudiada, que es el divorcio habitual del glorioso guerrero árabe- se aparece más indignante. Toda pena de muerte o todo asesinato -son homologables- son injustos y repugnantes; todo acusado de delito sexual es inocente, porque el sexo no es un delito, si no dañando a otro. Y aun así, no me imagino yo a este cura que fotografiaban ayer los periódicos por haber toqueteado a una niña, enterrado de medio cuerpo en la plaza del pueblo donde era párroco; y me horroriza más pensar que los ciudadanos le apedrearían con más saña que los nigerianos. Todo viene de lo mismo: de unas religiones que regulan la vida social de acuerdo con los códigos civiles, los Gobiernos, los sistemas del honor, las herencias aristocráticas o los altos burgueses. Van a lapidar a esta criatura, o quizá no les convenga enfrentarse a una opinión internacional. No por vergüenza, porque las gentes afincada en sus tradiciones y costumbres no tienen esa vergüenza, sino que creen que la forma de limpiarla es la lapidación. La muerte. Aquí está en algunos bestiales relatos del
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Antiguo Testamento, en la superposición mahometana y en la crueldad de los 'reconquistadores' católicos. Hay hombres que se la toman por su mano (y no olvido a las eficaces, lentas y seguras envenenadoras). Es evidente que todas las modificaciones de la cultura y de la posible civilización que han ido impregnándonos desde los años sesenta nos han cambiado mucho: cuarenta años que liman nuestro áspero mundo español, rudo, pobretón, ignorante. No sé si interviene en mi juicio apasionado el hecho de que la víctima sea una mujer, porque mis librepensadores de casa ya me enseñaron algo de eso y porque tengo un arcaico sentido feudal de la protección al débil; pero también me apiado del cura de aldea, y esa piedad no entra para nada en mi educación ética.
LA CIENCIA Y SUS MISTERIOS Por: Carlos J. Álvarez
Sin lugar a dudas, de entre todas las formas para adquirir conocimiento y de todas las cosas que el ser humano ha inventado, la Ciencia es la que ha contribuido en mayor medida a mejorar la existencia humana en todos sus ámbitos. Es ésta una afirmación con la que algunas personas podrían no estar de acuerdo. Claro, se nos puede venir a la cabeza las bombas atómicas, las armas químicas...Sin embargo, basta con meditarlo un poco, para darnos cuenta de que la Ciencia es tan poderosa que si queremos hacer el bien, es el mejor instrumento que tenemos. Pero si queremos hacer el mal, también. Y de esto han sido conscientes multitud de políticos, religiosos, etc. Son las ideas irracionales, alejadas del espíritu científico, las que han empleado la Ciencia negativamente y en su provecho. Pero recordemos que sólo los antibióticos han salvado más vidas de las que se perdieron en la mayoría de guerras en la historia. Multitud de enfermedades, hace unos años mortales, hoy han desaparecido o se pueden curar fácilmente. Y a buen seguro que la curación o eliminación de las ahora letales, como el cáncer o el SIDA, vendrá de la mano de la Ciencia, no de las medicinas llamadas "alternativas" como la homeopatía o la acupuntura o de las ideas religiosas o esotéricas. Además, es la Ciencia la que nos ha aportado todos los conocimientos reales y válidos sobre el Universo, sobre nuestro mundo o sobre nosotros mismos, y será la que nos descubra lo que todavía nos queda por saber. Sin embargo, hay personas que, conscientes de ello, intentan aprovecharse del prestigio y buen hacer de la Ciencia para disfrazar como científicas ciertas prácticas o doctrinas. Entre ellas podríamos incluir la astrología, la quiromancia, la ufología, medicinas "alternativas" de todo pelaje, la parapsicología y un larguísimo etcétera. Por un lado, sus defensores califican a la Ciencia y a los científicos como dogmáticos, inmovilistas y de "mente cerrada". Por otro, intentan darle a sus teorías absurdas un barniz de ciencia que no tienen. Luego hablan de que existe una "ciencia oficial" y la de ellos, la "no oficial". Falso. Ciencia sólo hay una, la que emplea el método científico con toda su rigurosidad. Si los supuestos fenómenos paranormales, por ejemplo, realmente existieran, haría ya mucho tiempo que se hubieran demostrado científicamente. Pero para que un resultado sea considerado científico tienen que haberse podido demostrar y haber descartado explicaciones alternativas, más naturales y sencillas. Eso no ha ocurrido, como se empeñan los pseudocientíficos en hacer creer a la gente sencilla. Los supuestos fenómenos extraños tienen explicaciones mundanas y naturales, muchas veces en la forma de funcionar de nuestro cerebro. Además, para usar el método científico es necesaria una formación metodológica, matemática y estadística. Esta formación suele estar ausente en los pseudocientíficos, con lo cual llaman investigación científica a una mera experiencia personal o a una historia que han oído. No, señores, eso no es Ciencia. Pero lo más grave es que, cuando estos defensores de lo misterioso y pseudocientífico organizan jornadas o conferencias, no admiten la crítica o el debate, algo que es el pan nuestro de cada día en
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Ciencia. Cuando un científico de verdad va a un congreso o expone a sus colegas el fruto de sus investigaciones, lo hace para que se le critique, se le busquen los puntos débiles, las explicaciones alternativas a sus datos. Esto no se admite cuando se tiene una estructura de pensamiento dogmática, como la de las religiones o las pseudociencias. Y esto se pudo comprobar los pasados días 18 y 19 de marzo en las Jornadas "Misterios de la Ciencia" de La Matanza. Cuando personas críticas hicieron preguntas a los conferenciantes o simplemente dejaron en evidencia algunas de las muchas falsedades supuestamente científicas allí contadas, hubo gente que se enfadó mucho, pidiendo que se expulsara a los "escépticos". Incluso se agredió físicamente a una de estas personas "molestas", sólo por discrepar con algunas de las muchas tonterías allí contadas. En fin, ésta es la triste verdad. Personas que se denominan de mente "abierta" son incapaces de poner en duda sus creencias, de una forma muy similar al funcionamiento de las sectas. Pero recordemos que este tipo de actitud dogmática e irracional es la que ha generado tantos regímenes autoritarios y tanto sufrimiento al ser humano. Los "misterios" de la Ciencia no son los chakras, el kundalini, las energías que nadie puede medir o los extraterrestres que se llevan personas en sus platillos, cosas de las que nadie ha podido aportar ni una sólo prueba de su existencia. Los verdaderos misterios son todas aquellas cosas que aún nos quedan por descubrir y entender en esta nuestra realidad. Este Universo es tan suficientemente maravilloso y estimulante que no necesitamos inventarnos otros para despertar nuestra capacidad de asombro y de curiosidad. Por ello, quiero terminar reivindicando la duda, la crítica y la forma de proceder del método científico: como decía el filósofo John Locke, una señal inequívoca del amor a la verdad es no mantener ninguna proposición con mayor seguridad de la que garantizan las pruebas en las que se basa. [Nota] *Carlos J. Álvarez González es Profesor Titular de Psicología Cognitiva (ULL) del Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional de la Facultad de Psicología en el Campus de Guajara.
FÍSICA - INVESTIGACIÓN DE UN POSIBLE FRAUDE: ASOMBROSOS EXPERIMENTOS EN ENTREDICHO Por: Emilio Méndez
Para un científico, publicar un artículo al año en Nature o Science es una proeza; dos, un sueño; cinco, una quimera -tal es el prestigio y visibilidad de estas dos revistas internacionales-. Por eso, en los últimos dos años los físicos de estado sólido hemos visto atónitos cómo un grupo de Bell Laboratories, de la compañía Lucent Technologies, publicaba en esas revistas un artículo tras otro -¡hasta un total de dieciséis!- con resultados a cuál más fascinante. A la mezcla de admiración y envidia general le ha seguido la frustración de no pocos científicos, que no han sido capaces de repetir esos resultados. Desde hace unos días hay que añadir un sentimiento más: la sospecha de que alguno de ellos puedan ser inválidos o de que los datos obtenidos en un material se hayan usado para representar las propiedades de otro. Uno solo de esos resultados podría representar el cenit en la carrera de un físico La noticia publicada en The New York Times el pasado día 21 de que la dirección de Bell Labs había nombrado una comisión para investigar alegaciones de irregularidades en al menos cinco de aquellos artículos corrió como un reguero de pólvora por el mundo científico y desde entonces ha sido comentario obligado en los corrillos de físicos. La conmoción ha sobrepasado laboratorios y universidades y llegado a la calle, al menos por dos razones: la importancia de los resultados que se
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cuestionan y la afiliación de los científicos bajo investigación. La electrónica basada en el silicio avanza inexorablemente hacia sus límites. Aunque el tamaño de los dispositivos semiconductores se ha reducido en miles de veces en los últimos 40 años, hasta llegar a poco más de una diezmilésima de milímetro en los transistores actuales, es imposible mantener este progreso indefinidamente. Por un lado, la tecnología se hace exponencialmente más cara y difícil, pero, además, si se alcanzaran dimensiones diez veces menores, los transistores dejarían de funcionar como tales. Es en la búsqueda de soluciones a este callejón sin salida donde la electrónica basada en materiales orgánicos -el tema común de los trabajos del grupo de Bell Labs- juega un papel esencial. Transistores de plástico podrían servir para aplicaciones donde lo que importa no es tanto una alta calidad, sino el precio, el peso o la flexibilidad. Una nanoelectrónica en la que moléculas de compuestos de carbono hicieran las funciones de un transistor tradicional, podría conseguir la miniaturización que le es imposible al silicio. Pero para llegar hasta ahí hace falta salvar enormes barreras, por ejemplo, mejorar la pureza de los materiales o controlar en un rango muy amplio la conductividad eléctrica de dispositivos formados por moléculas individuales. El grupo de Bell Labs dirigido hasta hace poco por Bertram Batlogg (ahora profesor del Instituto Tecnológico Federal de Zúrich), y del que forman parte Jan Hendrik Schön y Christian Kloc, ha hecho avances espectaculares en este campo, desde la observación en materiales orgánicos de propiedades antes reservadas a los semiconductores más perfectos hasta la creación de un transistor usando una sola molécula, pasando por la demostración de superconductividad en plásticos o en macromoléculas de carbono. Por su importancia científica y potencial tecnológico, uno sólo de esos resultados podría representar el cenit en la carrera de un físico de primera fila. No es, pues, de extrañar que se empezara ya a hablar de un futuro premio Nobel para los científicos de ese grupo, hasta que la semana pasada se conoció la denuncia, por dos profesores de las universidades de Princeton y Cornell, de la posible manipulación de datos en seis de los artículos encabezados por Schön, en cuatro de los cuales Battlog y Kloc eran coautores. La denuncia se centra en ocho figuras que muestran el comportamiento de varios transistores fabricados con compuestos orgánicos. A pesar de tratarse de materiales diferentes, las características de unos dispositivos son casi idénticas a las de otros, a veces hasta en las diminutas fluctuaciones de la corriente (ruido electrónico), que por naturaleza son erráticas y por tanto irrepetibles de un transistor a otro. Schön (alemán) ha dicho que en uno de los casos se había equivocado de figura, pero defiende sus resultados y está colaborando con sus colegas para repetirlos. Comparados con el número y magnitud de los escándalos políticos y financieros, los escándalos científicos han sido siempre raros y menores. Posiblemente porque la comunidad científica se autovigila, al estar la ciencia basada en la universalidad de los resultados experimentales, que cualquiera debiera poder repetir. O quizás también porque las tentaciones en esta comunidad son menos frecuentes e intensas que en el mundo del poder o del dinero, donde es mucho más lo que se juega. Al menos hasta que una idea o un experimento puede revolucionar una industria o ungir a su autor con la gloria, o cuando la presión para mantenerse en vanguardia se hace abrumadora. Sin duda, Schön, a los 31 años, autor de más de 100 artículos desde que acabó el doctorado, fue cautivado en su día por el aura y la mística de Bell Labs, el laboratorio industrial más famoso y donde se han hecho descubrimientos que han valido ya seis premios Nobel. Pero un ambiente tan
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extraordinariamente competitivo puede conducir a la superficialidad y la falta de rigor. Cuando la ya desafortunada máxima del científico de nuestros días -Publicar o morir- se sustituye por la aún más lamentable -Publicar en Science (o Nature) o desaparecer de la escena- la tentación de abrir muchos caminos nuevos con sólo una primera pisada en cada uno de ellos, si se hace irresistible, puede llegar a corromper. Conscientes del riesgo para la imagen hasta ahora inmaculada del laboratorio, ante las denuncias, los directivos de Bell Labs han actuado con rapidez e inteligencia. Pero a lo largo de la semana ha habido una sutil y curiosa evolución en los comentarios periodísticos. De mencionar al principio en ellos tanto a Schön como a Batlogg se ha pasado a poner exclusivamente al joven Schön en el punto de mira. Aunque la responsabilidad mayor de un artículo científico recae en la de su autor principal, sería cuando menos ilógico que un coautor y líder del grupo recibiera atención preferente en los momentos de gloria y en cambio fuera invisible a la hora de buscar responsabilidades. La prestigiosa comisión nombrada por Bell Labs sin duda sacará a la luz toda la verdad de este extraño incidente. Sea cual sea su conclusión, una cosa habrá quedado también clara: que el científico, como la mujer del césar, además de ser honesto ha de parecerlo. [Nota] * Emilio Méndez es catedrático de la Universidad del Estado de Nueva York en Stony Brook
DAVID A. HARRIS: “LA PROETINA PRIÓNICA ANORMAL ESTÁ PRESENTE DESDE EL NACIMIENTO Por: María Poveda
La descripción de las vías que capacitan a los priones para destruir a las neuronas, provocando las enfermedades priónicas, es el principal objetivo en el que trabaja el laboratorio que dirige David A. Harris, del Departamento de Biología y Fisiología Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis, Estados Unidos. Para su investigación, el equipo ha creado un modelo de ratón transgénico que sobreexpresa una forma mutante de la proteína priónica asociada a la forma humana hereditaria de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Tal y como ha explicado Harris a DM, "estos animales son un buen modelo para el estudio de las enfermedades priónicas en humanos porque desarrollan síntomas clínicos similares, como son la ataxia o las anormalidades neuropatológicas severas". Hasta el momento el trabajo del equipo de Harris, que ha estado en Madrid participando en un simposio de la Fundación Areces, se ha centrado en la investigación de la biología celular de las proteínas PrPC y PrPSc. Buenos resultados Sus trabajos con el nuevo modelo de ratón transgénico ya han dado algunos frutos: "por ejemplo, sabemos que la forma anormal de la proteína está presente desde el momento del nacimiento, mucho antes de que aparezcan los síntomas. Posteriormente, a medida que el animal crece va acumulando esta proteína anormal y cuando alcanza un determinado nivel empiezan a aparecer los síntomas", ha explicado Harris, que señala que "aunque ha sido imposible comprobarlo en humanos, presumiblemente el proceso de la enfermedad ocurre de forma similar".
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El científico estadounidense también se plantea el reto de hallar cuál es la molécula neurotóxica en las enfermedades por priones. "Hay una evidencia creciente de que si bien la PrPSc es la forma infecciosa de la proteína, existe otra forma patogénica por investigar que es la que destruiría a las neuronas. Pensamos que los ratones con los que trabajamos expresan una forma de la proteína, que si bien es tóxica, no es infecciosa". En opinión de Harris, "hoy en día hay varias investigaciones que tratan de demostrar la hipótesis priónica, es decir si la proteína puede o no ser infecciosa; sin embargo, la atención de nuestro laboratorio está centrada en demostrar si los priones son verdaderamente capaces de destruir a las células". Hablando de un posible futuro, el científico se ha mostrado esperanzado con que los ratones transgénicos con los que trabaja sean pronto modelos de ensayo para posibles estrategias terapéuticas que acaben con la enfermedad. El experto ha valorado muy positivamente la gran cantidad de avances en la investigación que se han sucedido en los últimos 15 años, aunque se ha mostrado realista al confirmar que "todavía quedan por conocer muchas cosas relacionadas con este tipo de enfermedades por conocer".
LA NICOTINA DISMINUYE LA FABRICACIÓN DE NEURONAS EN RATAS, SEGÚN UN ESTUDIO Por: Agencias
Europa-Press La nicotina, componente de los cigarrillos al que se le atribuye la dependencia, reduce la fabricación de nuevas neuronas en ratas, según la conclusión de una investigación francesa publicada en el número de mayo de la publicación americana 'Journal & Neurosciences'. Un grupo de investigadores del Instituto Nacional de la Salud e Investigaciones Médicas (INSERM) de Francia, llevó a cabo un estudio con ratas en el que analizaba la parte del cerebro encargada de generar nuevas neuronas y de intervenir en los procesos de aprendizaje y memorización. Tras la investigación, se demostró que una exposición crónica a la nicotina perturbaba los efectos cognitivos. Durante el experimento, que duró 42 días, se observó una pérdida de más de la mitad de nuevas neuronas en el grupo de ratas que recibían nicotina respecto al otro grupo. Además, se comprobó que la muerte celular aumentó de forma significativa a medida que aumentaba la absorción de nicotina.
LAS EMOCIONES SOCIALES PUEDEN SURGIR EN LA CORTEZA ORBITOFRONTAL Por: Patricia Moren
Las emociones no se emplazan en una sola parte del cerebro, aunque algunas son más importantes en el inicio del cambio emocional, como las amígdalas cerebrales en relación al miedo y la corteza orbitofrontal en emociones sociales como los celos, la culpa, el orgullo, el amor o la vergüenza. De todo ello ha hablado el neurólogo Ralph Adolphs, quien está convencido de que, con esfuerzo, podemos llegar a dominar nuestra mente.
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Las emociones no se emplazan en una única estructura del cerebro, aunque hay algunas más importantes que otras en el inicio del cambio emocional. El cambio incide en el cerebro y éste, una vez que se ha iniciado, lo puede registrar a modo de sentimiento. Es la experiencia consciente de las emociones. Sobre ellas y su relación con la mente ha hablado Ralph Adolphs, profesor del Departamento de Neurología de la Universidad de Iowa (Estados Unidos). Este experto es uno de los autores del libro Emoción y conocimiento: La evolución del cerebro y la inteligencia, publicado por Tusquets y la Fundación La Caixa. Adolphs está convencido de que las emociones, lejos de dominarnos, se pueden autorregular. Prueba de ello es que los cirujanos son capaces de intervenir a un paciente aparcando sus emociones en tanto dure el procedimiento quirúrgico. Según estudios de Jesús Pujol, de la Universidad de Barcelona, la autorregulación de las emociones depende de la maduración de la corteza prefrontal, una región del cerebro que madura tarde en la vida y que puede inhibir y regular la actividad de la amígdala, estudiada por Adolphs. En sus trabajos ha analizado la actividad cerebral de los pacientes neurológicos con lesiones mediante resonancia magnética, y ha estudiado las miniestructuras cerebrales implicadas en el inicio del cambio emocional: la amígdala, la corteza orbitofrontal, el estrato ventral o las regiones corticales del hemisferio derecho del cerebro. En estudios animales se ha constatado que las estructuras del estrato ventral son importantes para procesar las emociones relacionadas con las recompensas y motivaciones positivas. Los trabajos de Adolphs han comprobado que la amígdala se relaciona con emociones primarias como el miedo frente a todos aquellos estímulos que tienen que ver con situaciones amenazadoras o peligros potenciales del entorno. ¿Sólo de humanos? En cambio, la corteza orbitofronal estaría asociada con una clase de emociones, las emociones sociales, particularmente desarrolladas en los seres humanos, como la vergüenza, la culpa, la lástima, el orgullo y también el amor. Todas ellas son muy complejas y parecen casi exclusivas del ser humano. ¿Pueden sentirlas los animales? Los perros pueden sentir algo parecido a la culpa, dice Adolphs, mientras que los mamíferos inferiores no pueden. El investigador Michael Tomaselo ha sugerido, según recordó Adolphs, que la capacidad de generar una cultura depende de la capacidad básica de sentir empatía hacia otras personas. Desde el punto de vista social, los simios son los animales que parecen comportarse de un modo más similar a las personas y, aunque de forma rudimentaria, podrían tener algún tipo de cultura. "La inteligencia humana surgió a raíz de esta capacidad básica de ponernos en la piel de otra persona. Toda nuestra comunicación social y el lenguaje cumplen con este cometido", según Adolphs. Parece que las mujeres podrían tener más desarrollada esta capacidad de empatía y la inteligencia emocional o social. Aunque es difícil definirla, "es aquélla que nos permite percibir cómo se sienten los demás y expresar sentimientos o pensamientos que regulan la interacción social con los otros".
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La mujer, más empática Es obvio que existen diferencias en el modo de sentir y procesar las emociones entre hombres y mujeres. A este respecto, la pregunta más difícil de responder hoy es si dichas diferencias son fruto de condicionantes genéticos o influencias culturales. El neurólogo Ralph Adolphs reconoce que ambos aspectos son importantes, pero, al hablar de las diferencias innatas entre ambos sexos, recuerda que el hombre tiene mayor volumen cerebral y las mujeres presentan una asimetría diferente en los hemisferios izquierdo y derecho. Cuando responden a cuestionarios, es cierto que las mujeres parecen más sensibles a la situación emocional de otras personas en comparación con los hombres. Aunque la realidad sea más compleja y esta afirmación no se pueda extrapolar a todo el género femenino, de entrada las mujeres serían más empáticas que los hombres y tendrían una mayor inteligencia social o emocional que éstos. El investigador David Skuse, que ha estudiado el síndrome de Turner, una enfermedad genética en que los afectados presentan más copias del cromosoma X -más incluso que las mujeres-, habría observado que los individuos con este síndrome presentan más inteligencia social que las mujeres y los hombres, según ha referido Adolphs.
LA NASA DESCUBRE GRANDES CANTIDADES DE AGUA HELADA BAJO LA SUPERFICIE DE MARTE Por: Redacción de El Correo
El hielo está a menos de un metro bajo el suelo y podría formar un océano El hallazgo abre el camino a la búsqueda de vida en el planeta Científicos de la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA) han encontrado importantes cantidades de agua helada bajo la superficie de Marte, según informó ayer la BBC. Se trata de uno de los descubrimientos más importantes sobre el planeta rojo y allana considerablemente el camino para averiguar si existe en él alguna forma de vida. Según los primeros análisis, los cristales de hielo localizados a menos de un metro de profundidad podrían crear un océano de 500 metros de profundidad. No se descarta que una nave de la NASA aterrice en Marte en menos de 20 años. Este hallazgo respondería a una pregunta que los investigadores se han planteado durante décadas: existen muchos indicios de que el planeta rojo fue rico en agua en el pasado. Por tanto, ¿dónde ha ido a parar todo este agua? La nave espacial que ha llevado a cabo el experimento -la 2001 Mars Odyssey dispone de un espectómetro capaz de detectar rayos gamma que indican la presencia de hidrógeno a menos de un metro de profundidad. Este dispositivo es el encargado de buscar rastros de hidrógeno en la superficie del planeta. Los científicos han seguido las huellas de este gas porque, al ser uno de los dos componentes del agua -el otro es el oxígeno-, su presencia podría deberse a la existencia de ésta, el elemento imprescindible para la vida. Los investigadores sostienen que el hidrógeno se encuentra en los cristales de hielo. La NASA ya anunció en marzo los descubrimientos preliminares tras ver las imágenes del Odyssey , pero ahora ya cuentan con la confirmación que necesitaban. La agencia especial sospecha además que la situación es la misma en el hemisferio norte de Marte, pero no podrá realizar las mismas observaciones este año debido a que esta zona atraviesa la estación del invierno marciano.
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EL HIELO DETECTADO EN EL SUBSUELO DE MARTE «PUEDE SER SÓLO LA PUNTA DEL ICEBERG» Por: Luis Alfonso Gámez y Juan José Olabarria
Los rastros de hidrógeno se encuentran a una profundidad mínima, al alcance de un robot que se pose en el planeta La NASA dice que las reservas de agua helada descubiertas por la Odyssey podrían llenar dos veces el lago Michigan Los primeros datos enviados por la 2001 Mars Odyssey , en órbita del planeta rojo desde octubre pasado, han llenado de alegría a los científicos del proyecto. No es para menos. Los investigadores que firman tres artículos que se publicarán mañana en la web de la revista Science deducen, a partir de la información mandada por la sonda durante el primer mes de su misión de dos años y medio, que en el subsuelo de Marte puede haber grandes cantidades de agua helada. Y James Bell, astrónomo de la Universidad de Cornell, afirma en un cuarto artículo, de análisis, que «el hielo subsuperficial detectado por la Odyssey puede ser sólo la punta del iceberg». La NASA parece estar, por tanto, cada vez más cerca de confirmar la existencia de agua en Marte. Algo con lo que aumentarían las posibilidades de encontrar algún rastro de vida y de que el ser humano pisara el planeta en un futuro próximo. De momento, lo que han detectado los espectrómetros de rayos gamma y de neutrones de la Odyssey es concentraciones subterráneas de hidrógeno, grandes en la proximidad de los polos y decrecientes hasta los 60º de latitud Norte y Sur. Los expertos atribuyen los depósitos de ese gas descubiertos por la sonda a la presencia de agua helada, ya que la explicación más plausible a tal abundancia de hidrógeno es que esté unido a oxígeno en forma de moléculas de agua. El hidrógeno marciano se localiza a partir de entre 30 y 60 centímetros bajo la superficie, al alcance de un robot que se pose en el planeta rojo. Los datos enviados por la Odyssey , cuya misión tiene un coste aproximado de 320 millones de euros, sugieren a los planetólogos que entre el 20% y el 35% del peso de esa capa de rocas correspondería al hielo incrustado en los poros y entre las piedras. A pesar de que el alcance de los instrumentos de la Odyssey se limita a un metro de profundidad, los expertos mantienen que otras pistas geológicas apuntan a que esas reservas de agua helada pueden ahondar bastante en el subsuelo marciano y alcanzar un grosor de «hasta un kilómetro o más», según Bell, para quien los primeros resultados de esta misión son «impresionantes». «Tesoro enterrado» «Marte nos ha vuelto a sorprender. Los primeros resultados del espectrómetro de rayos gamma son mejores de lo que esperábamos», decía ayer Stephen Saunders, uno de los investigadores. La NASA califica los depósitos de agua helada de «tesoro enterrado» y estima que podrían de llenar dos veces el Michigan, uno de los grandes lagos situados entre EE UU y Canadá. «Teníamos la esperanza de encontrar hielo, pero lo que hemos descubierto es mucho más hielo que el que esperábamos», reconoce William Boynton, de la Universidad de Arizona y uno de los coautores. Este hallazgo, adelantado en parte en marzo en una conferencia de la Unión Geofísica Americana, responde a una pregunta que intrigaba a los científicos desde hace décadas: ¿dónde había ido a parar el agua que moldeó los paisajes marcianos? Para más información:
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Misión 2001 Mars Odyssey mars.jpl.nasa.gov/odyssey/ ScienceOnLine www.sciencexpress.org
CIENTÍFICOS JAPONESES DICEN QUE EL AGUJERO DE OZONO HABRÁ DESAPARECIDO PARA 2050 Por: Agencias
El agujero en la capa de ozono habrá desaparecido prácticamente hacia el año 2040, gracias a las restricciones impuestas sobre el uso de clorofluorcarbonos (CFCs), según el estudio realizado por un grupo de científicos japoneses del Instituto para los Estudios Medioambientales y el Centro para la Investigación de Sistemas Climáticos de la Universidad de Tokio. El equipo ha utilizado una supercomputadora para predecir los cambios en la capa de ozono sobre ambos casquetes polares, basándose en los cálculos del movimiento atmosférico y en las reacciones químicas que se registran en la atmósfera. Según sus conclusiones, la capa de ozono se habrá recuperado prácticamente dentro de 40 años, siempre que se mantengan en vigor las restricciones a los CFCs. Recuperación total Según estas investigaciones, la cantidad de ozono sobre el Polo Sur no cambiará en los próximos 15 años, se elevará súbitamente hacia 2030 y estará recuperada alrededor de 2040. Mientras, en el Polo Norte, donde la destrucción de la capa de ozono no es tan seria como en la Antártida, la cantidad de ozono descenderá hasta 2010, para permanecer invariable en los años siguientes. Estos datos difieren de los hechos públicos por la Administración Espacial y Aeronáutica Nacional estadounidense y por otras instituciones, que sostienen que el agujero en la capa de ozono continuará creciendo al menos hasta el año 2050.
EDWARD J. WEILER: "PARA SABER SI HAY VIDA AHÍ FUERA TENEMOS QUE HACER MUCHA CIENCIA" Por: Alicia Rivera
Noticia enviada por: Vicente Prieto La búsqueda de agua en Marte, como condición para la existencia de alguna forma de vida, es objetivo esencial del programa científico de la NASA. Su director, Edward J. Weiler, explica en esta entrevista que las sondas que están investigando el planeta rojo han encontrado indicios de grandes cantidades de agua allí. Edward J. Weiler se lanza a hablar de la búsqueda de vida en el universo, el objetivo prioritario del programa científico de la NASA, que él dirige. 'Donde hay agua, energía y compuestos orgánicos se forma la vida, y hemos encontrado mucha agua en el universo y mucha materia orgánica, y hay mucha energía', explica. Pero Weiler es también un astrofísico con deslumbrante experiencia. Durante casi dos décadas ha sido el jefe científico del telescopio espacial Hubble y ahora se presenta el siguiente telescopio espacial, el NGST, que se pondrá en órbita hacia 2010. Weiler, de 53 años, director adjunto de la NASA para Ciencia Espacial, se ha reunido recientemente con sus colegas de la Agencia Europea del Espacio (ESA) y ha visitado Madrid.
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“En 2009 enviaremos a Marte un vehículo todoterreno con un generador nuclear” Pregunta. El programa científico de la NASA se ha fortalecido, está recibiendo un apoyo y crecimiento presupuestario que no es fácil de lograr. Respuesta. Sí, la propuesta del presidente Bush para el presupuesto del año próximo supone un aumento del 18% para ciencia respecto al año anterior, mientras que la NASA en conjunto tiene sólo un aumento del 1%. P-. ¿Por qué? R-. Creo que porque la ciencia que estamos haciendo, lo que estamos intentando aprender del universo, nunca se había intentado. Hace 20 años, cuando fueron los primeros satélites a Marte, encontraron un planeta muy seco, con antiguos cauces, y la gente pensó que debió haber allí mucha agua hace miles de millones de años. Con las nuevas misiones hemos encontrado evidencias de la existencia de agua subterránea allí y de que el agua ha fluido en la superficie recientemente, tal vez hace mil años, tal vez hace diez o hace diez minutos.... Esto es muy importante porque si queremos encontrar vida en el universo tenemos que encontrar agua. En la Tierra, donde hay agua hay vida, ya sea a 10.000 pies de profundidad en el océano, o en la Antártida o en los charcos sulfurosos y calientes de Yellowstone. Los biólogos han descubierto que si hay agua, energía o alimentos y compuestos orgánicos, la vida se forma, y fuera de la Tierra encontramos mucha agua, mucha materia orgánica y mucha energía. P-. Y, al parecer, hay agua por todo el universo. R-. Sí, tanto si miras a distancias de dos años luz o de millones de años luz, encuentras moléculas de agua y compuestos orgánicos (alcoholes, azúcares...). Así, la vieja idea de que los humanos siempre han tenido que colocarse a sí mismos en un lugar espacial... P-. ¿En el centro del universo? R-. ¡Bingo! Los antiguos griegos pusieron la Tierra en el centro y probablemente era sensato porque observaban el cielo y veían que todo giraba alrededor. Después otros europeos (Galileo, Copérnico, Kepler...) dijeron que esto funcionaba como si todo estuviera dando vueltas alrededor del Sol. Luego descubrimos que vivimos en una galaxia con miles de millones de estrellas y que nuestro Sol no es más que un astro normal. Nos quedaba defender que vivimos en un sistema solar y que tal vez fuera ésta la única estrella con planetas. Pero hace pocos años, los astrónomos empezaron a descubrir planetas alrededor de otras estrellas y ya son 90 o 95. Así que los humanos no somos nada especial. P-. ¿Qué queda? R-. El último reducto sería decir que somos la única forma de vida en el universo. Pero puede que no sea verdad. Uno de los grandes objetivos de la NASA es buscar vida en el universo, es lo que hacemos con nuestras misiones en Marte: buscar agua y, tal vez, vida. Y hemos planeado telescopios para buscar en otras estrellas planetas parecidos a la Tierra y ver si tienen oxígeno, dióxido de carbono, agua... P-. ¿No es un riesgo enfocar excesivamente el programa científico en la búsqueda de vida? R-. Sí, pero la búsqueda de vida es sólo una parte de la visión del nuevo director de la NASA, Sean O'Keefe. Otra parte es explorar el universo con toda la astronomía, la física solar, la geofísica, las ciencias de la Tierra, etcétera. Además, si uno quiere buscar vida en Marte tiene que saber dónde buscar, comprender el planeta, su geología y su atmósfera. Es decir, que para responder a la gran pregunta de la humanidad de si hay vida ahí fuera hay que hacer mucha ciencia. P-. ¿Podría haber agua ahora en Marte? La interpretación de las fotos en las que se ven grietas en el terreno son controvertidas. R-. Cuando vimos las primeras fotos de la nave Mars Global Surveyor hubo cierto escepticismo. Pero mientras que en casi todas las imágenes de Marte se ven cráteres, en éstas no, lo que significa que no es terreno antiguo y que probablemente el flujo ha sido reciente. Hay otras posibles explicaciones: que se trate de flujos de dióxido de carbono, pero son complicadas, no parecen realistas.
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P-. ¿Llegan todos estos avances a la sociedad? R-. Tan importante como la ciencia es hacer que los resultados lleguen a la gente, sobre todo a las escuelas. Esto es importantísimo en EE UU pero también en Europa y en cualquier país industrializado. Cada vez tenemos menos ingenieros y científicos. Se forman muchos abogados, mucha gente que hace juegos de ordenador... pero, ¿quién va a inventar las cosas que serán el motor de nuestras economías? P-. ¿Qué otras líneas tiene el programa científico de la NASA? R-. Comprender Marte. Estamos gastando cada año 500 millones de dólares en la exploración; vamos a enviar dos vehículos de superficie y un satélite orbital, que llegarán en 2004. También estamos con la misión Cassini a Saturno, con la ESA. Llegará a Saturno en 2004, se pondrá en órbita del planeta y lanzará la sonda europea Huygens a la atmósfera de Titán, que creemos que es similar a la de la Tierra hace miles de millones de años. P-. ¿El programa de Marte es plan a largo plazo? R-. Sí. En 2005 mandaremos naves orbitales y tomaremos imágenes con una resolución de 20 centímetros, como un balón de playa. La siguiente oportunidad de lanzamiento es 2007. También la ESA está preparando su Mars Express y los franceses planean una nave con módulos de descenso. Es una empresa internacional y habrá un auténtico atasco de satélites en Marte; los italianos planean mandar un satélite de comunicaciones hacia allá. No puedo precisar qué tipo de misiones enviaremos después porque estamos preguntando a los científicos qué quieren hacer. Pero en 2009 enviaremos un vehículo con energía nuclear -un generador de radioisótopos- que, en vez de recorrer un kilómetro y durar un par de meses, funcione cinco años y recorra 100 kilómetros. P-. ¿Se han tomado medidas para no repetir los fracasos de las dos naves que perdió en Marte en 2000 por fallos estúpidos? Perdón por utilizar esta palabra. R-. Es la palabra correcta, fueron fallos estúpidos. En Mars Observer fue un fallo de comunicación entre personas: la NASA exige que los datos de navegación se expresen en sistema métrico y las empresas americanas todavía usan las unidades británicas. La gente del Jet Propulsion Laboratory supuso que estaba recibiendo unidades métricas de Mars Observer y no era así, y hubo un error en la maniobra de entrada en órbita de la nave. P-. ¿Y la Mars Polar Lander? R-. Fue un error humano. Hubo un pequeño problema en la nave, se arregló y se comprobó, pero no se verificó después todo el sistema; esto generó un error en el descenso que hizo que el módulo, cuando estaba a 80 metros del suelo, creyera que había llegado y apagara los motores; la nave se estrelló. Ahora gastamos más dinero para hacer todas las comprobaciones y da sus beneficios: la Mars Odyssey es un éxito. P-. ¿Qué planes tiene la NASA en astrofísica? R-. El Hubble funcionará ocho años más, por lo menos, y la próxima gran misión de astronomía será el NGST [siglas de Telescopio Espacial de Siguiente Generación], de infrarrojo. El espejo del Hubble mide 2,4 metros de diámetro y el del NGST será de seis metros y medio. P-. ¿Por qué infrarrojos? R-. Porque queremos ver el universo muy joven, que está muy lejos, y la luz visible emitida a una distancia de unos 14.000 millones de años luz, debido al desplazamiento al rojo, llega aquí en infrarrojo. Si piensa en el universo como una vida humana, ahora estaríamos como a los 70 años; el Hubble puede ver en el pasado del universo hasta una edad humana equivalente de dos o tres años. Con el NGST queremos ver el primer mes de vida, el primer día, tal vez el proceso de nacimiento. El objetivo es ver las primeras estrellas que se forman, las primeras galaxias. P-. ¿Serán útiles para el programa de exploración las futuras naves de motor iónico, como la Deep Space que se ha ensayado? R-. Sí, serán muy útiles en futuras misiones planetarias. Pero la gente se tiene que dar cuenta de que si realmente queremos ponernos en el espacio hay que utilizar energía nuclear. Por eso se van a desarrollar
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reactores espaciales seguros, que serán lanzados fríos, inertes, y sólo empezarán a funcionar cuando estén lejos de la Tierra. Ahora, por ejemplo, envías una misión a Saturno y dices a los científicos: vuestros instrumentos pueden contar con 20 vatios y un kilobyte de transmisión de datos porque no hay mucha energía. Si proporcionásemos 100 kilovatios... podrían hacer instrumentos diferentes y tener mucha más transmisión de datos. La energía lo es todo, mueve la sociedad y mueve la exploración espacial.
LOS MARCIANOS SÍ ERAN VERDES Por: Javier Armentia
La NASA parece haber detectado moléculas de clorofila en el planeta rojo. La polémica no ha hecho más que empezar. Hay clorofila en Marte. O la hubo algún día. Eso es lo que la cadena de televisión británica NNC ha hecho público después de haber hablado con una investigadora de la NASA. La noticia ha revolucionado al mundo científico. Si hay clorofila, existe o ha existido vida en el planeta rojo. Pero esta historia es mucho, mucho más complicada. La manera en que la NASA da a conocer las noticias en torno a Marte tiene mucho de estrategia comercial o política: una rueda de prensa con científicos anunciando un descubrimiento sorprendente que crea una expectación que siempre antecede a los propios resultados científicos publicados en revistas de referencia. Eso sucedió en agosto de 1996, cuando se presentaron los análisis de un meteorito marciano en el que se afirmaba la existencia de restos de lo que pudieron ser seres vivos. Otras veces se produce una declaración, previa a un congreso o una publicación, que sorprende a la comunidad científica entre otras razones porque no se dispone de datos suficientes para analizar en profundidad la noticia. Éste es el caso de la clorofila. La BBC confirmó la existencia de unos análisis de la sonda marciana Pathfinder, que llegó a Marte el 4 de julio de 1997 y estuvo trabajando varios meses en la región del Ares Vallis, donde aparecen evidencias de clorofila. La doctora Carol Stoker, astrogeofísica y experta en el análisis de imágenes de las sondas planetarias, confirmó estos datos: en varias imágenes obtenidas con la Pathfinder aparecen, tras un análisis espectroscópico, la “firma espectral de la clorofila”. La sonda incorporaba una cámara en color, denominada IMPS. Aparte de esto, la misión incluía un pequeño robot móvil, el Sojourner, capaz de analizar la composición de rocas a las que se acercaba. Curiosamente, los resultados publicitados vienen no de estos análisis del espectrómetro de rayos X, partículas alfa y protones, sino de un análisis posterior de imágenes en el rango visible. Esa firma espectral podría traducirse en “hemos visto color verde idéntico a la clorofila”. La propia doctora Stoker ha afirmado que los trabajos están aún en una fase muy preliminar, pero sorprende la filtración de la noticia. Las implicaciones de la detección de clorofila son impresionantes: evidentemente este pigmento (clorofila significa en griego “hoja verde”) está asociado a la vida en nuestro planeta desde hace miles de millones de años. Es el mecanismo fundamental por el que gran parte de los seres vivos de la Tierra obtienen energía y alimento a partir de la luz solar. Pero el uso de la clorofila no es algo precisamente sencillo: esta molécula tiene la capacidad de excitar sus electrones, e incluso oxidarse (perder un electrón) al recibir luz solar. Esta fotosensibilidad, de por sí, no serviría de nada si no fuera por todo un
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conjunto de moléculas asociadas al proceso denominado fotosíntesis, que es el que produce la conversión de la energía solar en energía útil para las plantas verdes. Junto a la clorofila, deben existir moléculas no menos complejas que ésta, como los citocromos, la plastinoquinona, otros compuestos reductores (el NADPH, o nicotinamida adenina dinucleótido fosfato) y la molécula portadora de energía en los seres vivos, el ATP (adenosintrifosfato); se trata además de un proceso mediado por numerosas enzimas y proteínas que intervienen en los diferentes ciclos. Se cree que la vida en la Tierra tiene más de 3.600 millones de años de antigüedad, pero la aparición de los primeros organismos fotosintéticos es posterior. Para entonces, la vida ocupaba por entero nuestro planeta y, más aún, estaba cambiando radicalmente las condiciones de nuestra atmósfera. En definitiva, si hay realmente clorofila, tienen que existir seres vivos capaces de utilizarla. Unos seres vivos que habrían evolucionado durante millones de años. ¿Por qué, entonces, no aparecen huellas más evidentes de toda esa larga historia de la vida marciana? Además, la superficie de Marte está continuamente bombardeada por radiación UV, capaz de descomponer la clorofila y muchas de las otras sustancias implicadas en la fotosíntesis. La superficie de Marte, de hecho, está siendo esterilizada continuamente. ¿Cómo puede sobrevivir la clorofila en esas condiciones? Es la incógnita que se deberá responder pronto. Para más información: Revista QUO http://www.quo.vizzavi.es/ Pathfinder http://mars.jpl.nasa.gov/missions/past/pathfinder.html [Nota] * El presente artículo apareció publicado en la revista QUO nº 80, mayo de 2002
EL TIGRE DE TASMANIA VOLVERÁ A LA VIDA 75 AÑOS DESPUÉS DE SU EXTINCIÓN Por: Mónica Garriga
El milagro será posible tras encontrarse en el Museo de Australia un embrión conservado en alcohol El extinto tigre de Tasmania resucitará en el siglo XXI, 75 años después de su extinción, según revelaron ayer los científicos que han logrado reproducir genes individuales del legendario animal. El director del Museo de Australia y del proyecto, Mike Archer, explicó que, si consiguen clonarlo con éxito, el felino «será reintroducido en los bosques de Tasmania y se acostumbrará sin problemas, porque no han cambiado mucho y porque los instintos del animal son los mismos, vienen escritos en su material genético». Para lograr su hazaña, los científicos han utilizado un embrión de este pequeño tigre-marsupial descubierto en mayo de 1999 en un «frasco milagroso», arrinconado en el almacén del museo. Archer detalló que la muestra fue puesta allí en 1866. Para su conservación se empleó alcohol en lugar de formol, una circunstancia que ha permitido conservar el ADN del ejemplar en casi perfectas condiciones para poder devolverlo a la vida. En mayo de 2000, el Museo Australiano reveló haber conseguido también tejido del corazón y del hígado del embrión, y comprobó que contenía ADN de alta calidad. Meses más tarde, extrajeron más material genético de músculos y del fémur de otros ejemplares, la médula ósea de un thylacinus conservado desde 1893, y un premolar de otro tigre tasmano recogido en 1922. Las diferentes operaciones permitieron crear una biblioteca genética. Con todo ello, los
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investigadores comenzaron a reconstruir la secuencia genética del tigre de Tasmania. El último paso consistió en reproducir los genes individuales que han posibilitado crear millones de copias puras de ADN en perfectas condiciones, con las que los científicos creen que pueden desarrollarse células vivas. «El próximo paso es producir grandes cantidades de copias de todos los genes del tigre de Tasmania para poder utilizarlos en la consecución de cromosomas sintéticos», precisó Archer. Aún así, los científicos deben todavía completar la secuencia del ADN e identificar una madre de acogida, que podría ser un marsupial como el demonio de Tasmania, primo hermano del tigre. Una madre de alquiler La fase siguiente sería la fertilización in vitro de la hembra, el posterior nacimiento de la cría y, finalmente, la adopción del recién nacido por parte de la madre de alquiler. «Le verá feo y raro, con rayas, pero son muy similares al resto de los marsupiales», explicó Archer. El trabajo ha sido financiado por Discovery Channel, cadena que prepara el documental Fin de la extinción: Clonación del tigre de Tasmania , que se emitirá en 155 países el 7 de julio. Para Archer, la resurrección de este animal podría ocurrir en 2010 y sería el primer paso para volver a la vida a otras especies extinguidas.
GHRELIN, LA NUEVA HORMONA DEL HAMBRE Por: Denise Grady
Noticia enviada por: Enrique Márquez Estaría implicada en el fracaso de las dietas Las personas que presentan altas dosis en la sangre tienen un 30% más de apetito Es la primera sustancia natural estimulante del apetito fabricada fuera del cerebro que se identifica Sin embargo, no sería la causa de la mayoría de los casos de obesidad ¿Por qué tenemos hambre al mediodía? ¿Por qué las personas que adelgazan sufren recaídas, o las que son operadas en cirugías que atacan la obesidad logran perder peso? La respuesta parece ofrecerla un estudio publicado en The New England Journal of Medicine. Según el trabajo, una hormona llamada ghrelin , implicada en los mecanismos que provocan hambre en los seres humanos, lentifica el metabolismo y afecta la capacidad que tiene el organismo de quemar las grasas. Según los resultados del trabajo, los niveles de ghrelin en la sangre se disparan antes de comer y caen luego de la ingesta. Las personas que reciben inyecciones de la hormona se sienten vigorosamente hambrientas y comen un 30% más que lo habitual. Aquellos que han logrado perder peso y luego tratan de mantenerse producen más ghrelin que la que su organismo generaba antes de la dieta, como si sus cuerpos pidieran a gritos recuperar la grasa perdida. En contraposición, el estudio demostró que las personas con obesidad extrema que son sometidas a una operación de by-pass gástrico presentan luego cantidades menores de ghrelin, lo que podría explicar por qué su apetito declina luego de la cirugía. Los investigadores advirtieron que estas conclusiones no son definitivas. No sólo porque el estudio
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involucró solamente a 28 pacientes, sino porque sospechan que ghrelin no es la causa más relevante de la mayoría de los casos de obesidad. Segregada por células del estómago y del intestino delgado, la hormona actúa en el nivel cerebral, y es la primera sustancia estimulante del apetito que se fabrica fuera del sistema nervioso central. Por esta razón, los expertos piensan que podría ser más fácil de manipular contra el exceso de peso. "Será interesante observar qué ocurre si tratamos de bloquear el aumento de ghrelin", dijo el doctor David Cummings, de la Universidad de Washington, que conduce la investigación. La hormona fue descripta por primera vez en 1999, en un artículo publicado en Nature. Pero este estudio es el primero en medir los niveles de ghrelin en personas que hacían régimen para adelgazar o que habían sido sometidas a cirugías contra la obesidad extrema.
LA VIDA Y LA MUERTE DEL GRAN EJERCITO DE NAPOLEÓN, A ESTUDIO Por: Diario Médico
Varios equipos de antropólogos y médicos del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia están estudiando en Vilnius, Lituania, los restos de 25.000 soldados del ejército napoleónico que fueron exhumados en noviembre de 2001. Los trabajos están enfocados a conocer más sobre el estado de salud de la población a principios del siglo XIX, según informa el diario francés Le Figaro. Cuando llegó a las puertas de Vilnius, en Lituania, en junio de 1812, Napoleón soñaba con conquistar las estepas rusas. Seis meses más tarde su Gran Ejército, terriblemente menguado, vuelve a pasar, esta vez derrotado, por las calles de la capital lituana, sembradas de miles de cadáveres congelados, muertos de hambre y agotamiento. En noviembre de 2001 un obrero trabajaba con su excavadora en una colina de la zona norte de Vilnius. Realizó un gran agujero con la pala y distinguió, a unos tres metros de profundidad, algo parecido a huesos. Siguió excavando con cuidado y en poco tiempo aparecieron cientos de esqueletos humanos. Un equipo de antropólogos del Departamento de Medicina Legal de la Universidad de Vilnius acudió al lugar para examinar pericialmente los cuerpos. Los científicos plantearon varias posibilidades: polacos muertos en los años 20, rusos caídos en combate frente a los alemanes, lituanos ejecutados por la KGB tras la Segunda Guerra Mundial, etc. "Después descubrimos restos de las casacas, botones de los uniformes, una escarapela y alguna cosa más. No había ninguna duda de que se trataba de los restos del Gran Ejército de Napoleón, unos 25.000 soldados", explica Rimantas Jankauskas, profesor de Medicina Legal de la Universidad de Vilnius. Quinientos mil soldados cansados, en uniforme de verano en lo más crudo del invierno, una intendencia que no existía, una política de destrucción de cultivos aplicada por los rusos: esta fue la situación en una campaña que fue demasiado para el emperador. Tras el paso de Berezina, atacados por los cosacos, no quedaban más que 40.000. Los heridos y los enfermos se arrastraron hacia las puertas del hospital de Vilnius. Los que aún permanecían sanos continuaron su marcha hacia Niemen para huir de Lituania. Cuando llegó el ejército ruso, la mayoría de los soldados napoleónicos habían muerto y estaban congelados. En enero el antropólogo lituano contactó con sus colegas de la Universidad del Mediterráneo, en Marsella, Francia, donde se encuentra un laboratorio del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS) especializado en temas históricos.
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Clasificación Durante más de un mes un grupo de investigadores franceses y lituanos colaboraron en la extracción y clasificación de los esqueletos de personas y caballos en Vilnius. Tres científicos se encargan, en la sala de disección del Instituto Médico Forense de la ciudad, de limpiar, analizar y clasificar los restos del ejército napoleónico: "Determinamos la edad, el sexo, las lesiones e incluso algunas patologías", asegura uno de ellos. Además de la importancia del descubrimiento histórico, las muestras extraídas de los restos "representan una oportunidad única para evaluar el estado de salud de los europeos de la época", afirma Michel Signoli, antropólogo del CNRS. Estos huesos reflejan la edad, la estatura, el estado bucodental, las carencias alimenticias y algunas enfermedades. "Ningún soldado estaba herido; murieron de hambre, de frío o de tensión nerviosa. También hemos encontrado algunos casos de tifus contraído antes de la campaña de Rusia, y algunos de tuberculosis ósea". Los investigadores franceses quieren volver a Lituania ahora para terminar su trabajo, pasando a un análisis más exhaustivo.
INFORME DE SANIDAD CONCLUYE QUE LA EXPOSICIÓN A CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS NO PRODUCE EFECTOS ADVERSOS Por: Agencias
Por: Europa-Press El estudio desaconseja la emisión directa de las antenas de telefonía sobre escuelas, centros sanitarios o parques públicos Un informe elaborado por el comité de expertos en campos electromagnéticos del Ministerio de Sanidad y Consumo sobre los posibles efectos en la salud humana concluye que "no puede afirmarse que la exposición a campos electromagnéticos, dentro de los límites establecidos, produzca efectos adversos para la salud". Según el estudio, que hoy recoge en su página web la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, el cumplimiento de los límites establecidos por la Unión Europea --entre 0 Hz y 300 Ghz-- "es suficiente para garantizar la protección de la población". De otro lado, los expertos afirman que la exposición a campos electromagnéticos, por debajo de los niveles recomendados, "aunque pudiera inducir alguna respuesta biológica en condiciones experimentales, no está demostrado que pueda implicar efectos nocivos para la salud". Sin embargo, según reconocen los responsables del informe, "no disponemos de estudios epidemiológicos que evalúen los efectos nocivos a largo plazo derivados de la exposición a radiofrecuencias".
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Hasta el momento, según recoge el estudio, no se ha determinado un mecanismo biológico que explique una posible relación causal entre exposición a campos electromagnéticos y un riesgo incrementado de padecer alguna enfermedad. Principio de precaución Sin embargo, tal y como manifiestan las conclusiones del informe, auque la mayoría de los estudios indican la ausencia de efectos nocivos para la salud, "por un principio de precaución conviene fomentar el control sanitario y la vigilancia epidemiológica de la exposición con el fin de evaluar posibles efectos a medio y largo plazo de los campos electromagnéticos". El comité insiste en que, sobre la base de las evidencias científicas disponibles, las antenas de telefonía móvil no parecen representar un peligro para la salud pública, al igual que no se indica asociación entre el uso de los teléfonos móviles y efectos nocivos para la salud. Recomendaciones Por este motivo, el comité de expertos recomienda al Ministerio de Sanidad y Consumo la elaboración y difusión de información, en un formato fácilmente comprensible, destinada a explicar a los ciudadanos los conocimientos actuales acerca de los efectos de los campos electromagnéticos sobre la salud pública. Además, según el informe, la normativa ministerial sobre esta materia debe incluir aspectos relacionados con productos sanitarios tales como prótesis metálicas, marcapasos, desfibriladores cardíacos e implantes cocleares. Asimismo, los expertos recomiendan el fomento, por parte de la administración autonómica y central, de la investigación clínica, experimental y epidemiológica sobre los efectos de la exposición a campos electromagnéticos procedentes de cualquier fuente emisora. Instalación de antenas El estudio insiste en que la solicitud, autorización, instalación e inspección de antenas de telefonía debería clarificarse con el fin de garantizar que los ciudadanos estén correctamente informados a la hora de adoptar decisiones sobre la instalación de estos equipos en sus propiedades. Por un "principio de precaución" --insiste el estudio--, "debería evitarse que el haz de emisión directa de las antenas de telefonía afecte a espacios sensibles como escuelas, centros de salud, hospitales o parques públicos". Además, en aquellas zonas donde sea posible, deben arbitrarse medidas más eficaces para promover entre las compañías operadoras el uso compartido de las estaciones base para minimizar o reducir el impacto visual de las antenas. Los expertos recomiendan también que las autoridades sanitarias realicen campañas informativas para promover un uso racional del teléfono móvil, "con objeto de reducir exposiciones excesivas e innecesarias, especialmente en niños, adolescentes, mujeres gestantes o portadores de implantes activos".
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Además, según el comité de expertos, las compañías fabricantes de teléfonos móviles deberían clasificar y etiquetar sus productos en función de sus potencias de emisión y "el etiquetado debe fácilmente comprensible para el usuario". Protección sanitaria El estudio recomienda además la realización de una evaluación del riesgo que permita identificar las fuentes o prácticas que dan lugar a exposición electromagnética de los individuos, "a fin de adoptar medidas adecuadas de protección sanitaria". Finalmente, el informe de expertos establece la recomendación de regular la instalación de nuevas líneas de alta tensión con el fin de evitar percepciones del riesgo no justificadas y exposiciones innecesarias.
LA XUNTA CONSTATA QUE TRAS ANALIZAR EL 80% DE LAS ANTENAS NO SE HA DETECTADO RIESGO PARA LA SALUD Por: Redacción Faro de Vigo
Noticia enviada por: Vicente Prieto El análisis de los niveles de radiación de más del 80 por ciento de las antenas existentes en Galicia descarta cualquier tipo de relación entre el funcionamiento de estos aparatos y consecuencias negativas para la salud de los ciudadanos, según ha hecho público ayer la Xunta de Galicia. En todos los casos se confirmaron unos valores mil veces por debajo de los establecidos en la normativa vigente sobre los límites de exposición de las personas a campos electromagnéticos, según se hace constar en el informe que están elaborando los operadores de telefonía móvil en la comunidad gallega en colaboración con las consellerías de Cultura y Sanidade, además del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
El trabajo de exploración, que finalizará el próximo mes, abarca un total de 1.370 antenas de telefonía móvil, según los datos aportados por los operadores (Telefónica Móvil, Vodafone y Amena). Además del análisis de todos estos aparatos, la Consellería de Educación facilitó el listado de los centros de enseñanza para dar prioridad a la investigación en estos puntos de especial sensibilidad. Valores registrados Los datos recopilados hasta el momento coinciden con los recogidos en su día por el Grupo de Antenas del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la Universidad de Vigo, que realizó mediciones independientes en este municipio, a petición de colegios y vecinos. En ese informe se mencionaban unos valores inferiores 1.825 veces por debajo de los legales. La Xunta organizará durante los meses de junio y julio, en colaboración con la Fegamp y el Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones, una serie de jornadas de información en diez localidades gallegas. Estos encuentros están dirigidos al público en general, y especialmente a asociaciones de vecinos y de padres de alumnos, para explicar las evidencias científicas sobre los efectos en la salud de las antenas de telefonía móvil y, en general, de los campos electromagnéticos, así como las medidas de protección que aparecen recogidas en la normativa vigente.
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EL SUPREMO CONDENA A DOS AÑOS DE CÁRCEL A UN MEDIUM POR ESTAFAR A SUS CLIENTES Por: Redacción Diario de Navarra
El Tribunal Supremo ha condenado a un médium de Ibiza, que se hacía conocer como Barón Rudilla, a dos años de prisión y al pago de indemnizaciones a tres de sus clientes por valor de 10.187 euros (1,7 millones de pesetas) por un delito de estafa. El alto Tribunal no encuentra delito en el pago por parte de los estafados de la consulta de 10.000 pesetas que les exigía el autotitulado médium-chamán cada vez que le visitaban, puesto que éstos asumieron libremente la contraprestación. Por ello reduce en 6 meses la pena de cárcel que la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca impuso a Barón Rudilla en diciembre de 1999, y descuenta de la multa el precio de las consultas abonadas. El delito de estafa, según el Supremo, se justifica en que el médium, una vez captada la voluntad de sus clientes, les aseguraba la solución de un problema personal concreto mediante el pago de determinados productos y servicios extra, “obteniendo de esta forma prestaciones económicas complementarias más allá de las correspondientes a la consulta, embaucando, en síntesis, a personas ya predispuestas y obteniendo de esta forma el desplazamiento patrimonial perseguido”.
LOS DINOSAURIOS VIAJABAN ACOMPAÑADOS DE OTROS ANIMALES Por: Agencias
Por: Reuters Las huellas preservadas en barro antiguo muestran que los dinosaurios a veces iban de un lado a otro con manadas de otras especies, quizá para migrar o para evitar a los depredadores, según un estudio de unos científicos británicos. Saurópodos comedores de plantas grandes conocidos como titanosaurios viajaban junto a ‘primos’ más pequeños y tal vez más ágiles sobre las explanadas de mareas de barro hace 163 millones de años, aseguraron investigadores de las universidades de Cambridge, Oxford y Greenwich. Las huellas, mezcladas a veces con animales que podían servir de comida a los dinosaurios, van todas hacia la misma dirección, en la que cada animal sigue su propia y recto camino, según publica la científica Julia Day junto a sus colegas en la revista ‘Science’. “Había una explanada costera enorme”, explicó Day, una paleontóloga de Cambridge. Las huellas (algunas de las cuales abarcan hasta 180 metros) debieron permanecer allí durante todos los cambios de las mareas, según cree la experta. Sin comida cerca “Esta manada de saurópodos se hallaba bastante lejos de la vegetación o de cualquier fuente de alimento, lo que es realmente interesante porque los grandes herbívoros como los saurópodos necesitaban comer constantemente”, añadió. “Esto nos llevó a preguntarnos por qué estaban tan alejados de la vegetación. Posiblemente, estos animales estaban migrando hacia fuentes de alimentación distintas o tal vez buscaban lugares para anidar”.
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¡FIN DE LOS TONTOS! Por: Ricardo
Muy bueno su artículo sobre los "findelmundoólogos", aún en nuestro mundo de INTERNET y posibles viajes a Marte los mercaderes dela ignorancia y la superstición siguen haciendo negocio con las supercherías más absurdas. Próxima vez me "pongo vivo" para comprar a precio de ganga buenas casas de aquellos que huirán a las montañas a esperar el "Fin del Mundo". Los cuatro grandes errores tan bien resumidos por Nietzsche en su divertido Capítulo del Libro "El Crepúsculo de los Ídolos": 1) El error de las causas imaginarias. 2) El error de confundir la causa con la consecuencia. 3) El error de las causas falsas. 4) El error del libre albedrío. siguen imperando en nuestro mundo, aún en países que como Estados Unidos se jactan de "educados", "racionales", "lógicos". Con razón han prosperado en Estados Unidos esas multinacionales de la mitología "cristiana" llamadas "iglesias electrónicas", rama "eclesiástica "de los grupos ultraderechistas-fascistoides gringos racistas y antisemitas, posibles financiadores de los incidentes como el de Waco, Texas, en 1993, el atentado contra el edificio gubernamental Alfred Murray en Oklahoma, en 1995, del Ku-Klux-Klan y de otros grupos de locos. Dichas "iglesias" compiten en nuestra Latinoamérica con esa otra corporación global del irracionalismo y la credulidad oscurantista llamada secta, digo, "iglesia" católica. Atentamente, Ricardo Costa Rica - Pura Vida
SOBRE ALINEACIONES Y ALIENACIONES Por: Irving Rodriguez
Estimado Sr. Ares De Blas, Leí con gran interés su contribución a Cartas @ La Nación y, al igual que Usted, me he gozado intensamente con ese 'Ballet Celestial' ocurrido recientemente. Asimismo me complace mucho enterarme de personas y/o asociaciones dedicadas a erradicar del mundo la ignorancia y las supersticiones (¡ambas íntimamente ligadas!, ¿no es cierto?). Desde hace ya bastante tiempo, he estado 'lidiando' con varios contribuyentes a ése foro porque, al igual que Ud., es mi deseo que ellos salgan de ese 'capullo' mental (generalmente ultra religioso), y que analicen libremente aquello que es evidente y no lo producido por indoctrinamientos o Decepciones.
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Como quizá puede entrever, le estoy alentando a que continúe enviando sus contribuciones y le aseguro que, a pesar de las anticipadas refutaciones, puede contar no sólo con mi apoyo, sino también con el de muchos otros. ¡Siga adelante! Sinceramente, Irving Rodríguez
[email protected] (Costarricense en Sydney, Australia)
SUSPENDIDO EL FIN DEL MUNDO Por: José Luis Torres
De todos es conocido que a lo largo de la historia se ha manifestado la posibilidad del fin del mundo, generalmente por deducciones religioso-espirituales. Según algunos nostradamistas, en las Centurias de Nostradamus se vaticinó el fin del mundo. Pero no ocurrió. Durante el siglo XX los Testigos de Jehová basándose según ellos en cálculos bíblicos vaticinaron varias veces el fin del mundo, pero tampoco ocurrió. Hoy todos sabemos que cuando único ha peligrado la vida con desaparecer de golpe fue cuando la Crisis de los Mísiles de los años 60. Nunca estuvimos tan cerca de una devastadora guerra nuclear que arrasaría con la biosfera. Pero curiosamente ningún libro sagrado, ni adivino, ni profeta antiguo o moderno, vaticinó esa peligrosa crisis. Muchos agoreros de lo apocalíptico han quedado muy mal parados cuando afirmaron que los EEUU y la URSS tarde o temprano desencadenarían una gran guerra mundial nuclear, que sería la última. Pero la URSS cayó sin un disparo, ni siquiera un solo muerto. Sabemos que la ciencia astronómica nos afirma la posibilidad de un impacto con algún meteorito y los peligros reales de este fenómeno. Tiempo atrás muchos nombraban a los dinosaurios como "animales ante-diluvianos", como que desaparecieron a causa del Diluvio Universal. Pero la ciencia no ha descubierto vestigios de que desaparecieran por culpa de diluvio alguno. No hubo tal diluvio, pero si la caída de un gran meteorito en Yucatán. Y esto ningún libro sagrado de cualquier cultura lo pronostica, como tampoco Nostradamus, ni adivino alguno. Todavía por la prensa, la radio y la TV en ocasiones se habla de los peligros de la conjunción o alineamiento de los planetas. Supersticiones astrológicas que sobreviven en pleno siglo XX y XXI, a causa de lo inmenso que es el analfabetismo científico. Un analfabetismo mayor que el de no saber leer ni escribir. Sobre este fenómeno astronómico y las envolturas astrológicas creadas por los crédulos y por los charlatanes vividores el Dr. Félix Ares De Blas ha realizado un buen artículo: “LA CONJUNCIÓN SE HA IDO... Y EL FIN DEL MUNDO NO HA OCURRIDO”.
LA QUÍMICA Y NOSOTROS
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Por: Sergio López Borgoñoz
Hola a todos, En la empresa donde trabajo acabamos de producir un documental de divulgación científica sobre Química que ha quedado francamente bien. Como el 3D ha corrido a cargo de Ernesto Carmena, que es un escéptico de pro, uno de los entrevistados es Javier Armentia, que es otro escéptico donde los haya, y el productor ejecutivo ha sido Menda Lerenda, que ya ni te digo, os adjunto la nota de prensa que hemos remitido a los medios para que hagan lo que su conciencia les dicte (o la publiquen en caso contrario). Un saludo, NOTA DE PRENSA ANTARES, Comunicación Audiovisual acaba de producir un documental de divulgación titulado "La Química y Nosotros". Este programa ha sido realizado para la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE), y ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología. El objetivo del documental es difundir la importancia de la ciencia en general, y de la química en particular, así como divulgar los beneficios que proporciona la investigación en este terreno. Con más de 5 minutos de infografía en 3D que ilustran desde la creación de la materia a partir del Big Bang y diversos procesos químicos, el documental también cuenta con la participación de diversos testimonios de gran relevancia científica y social, entre los que figuran Javier Armentia (astrofísico y director del planetario de Pamplona), Rafael Foguet, Joan Oró, Ramón Sánchez Ocaña y Cristina García Orcoyen (directora de la fundación Entorno, parlamentaria europea y ex-directora de ADENA WWF España). El documental, que será exhibido en diversas cadenas de TV, será distribuido todos los centros educativos e Institutos de Enseñanza Secundaria de España.
gratuitamente a
Ponemos a su disposición, si puede ser de su interés, una copia del programa en el formato que deseen, ya que el principal objetivo es darle la mayor difusión posible. Sin otro particular y agradeciendo la atención prestada, reciban un cordial saludo. Atentamente, Sergio López Borgoñoz ANTARES 902 100 654 - 933 32 30 00
[email protected] www.antares.es [Nota] * La Redacción de El Escéptico Digital puede corroborar el alto interés del video que hemos
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recibido. Animamos por consiguiente a cualquier docente o responsable de Centro Educativo y/o Instituto de Enseñanza a que soliciten una copia de “La Química y nosotros” a Producciones Antares.
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